MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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lunes, 12 de marzo de 2018

LECTURAS DE LA EUCARISTÍA DEL 19-10-2.017


El Santo Cura de Ars, Patrono de los
 Sacerdotes del mundo entero


San Pablo a los Romanos 3,21-30.


Pero ahora, sin la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley y los Profetas: la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo, para todos los que creen. Porque no hay ninguna distinción: todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención cumplida en Cristo Jesús. 
La Ley de Moisés era de obligado cumplimiento para el Pueblo escogido que era Israel. Pero esa Ley era en cierta manera incompleta, por dos razones principales: El pueblo elegido no había sido aún redimido por el pecado de Adán, y ademas, se habían proclamado los mandamientos, pero nadie por muy Santo que haya sido, había mostrado con su ejemplo, como había que comportarse ante todos los problemas a los cuales se tendrían que enfrentarse los fieles en este mundo.


Él fue puesto por Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, gracias a la fe. De esa manera, Dios ha querido mostrar su justicia: en el tiempo de la paciencia divina, pasando por alto los pecados cometidos anteriormente, y en el tiempo presente, siendo justo y justificado a los que creen en Jesús. 
Todo el antiguo testamento es una profecía oculta sobre la venida del Mesías, que es el que justificaría a todos los hombres por la fe en su divinidad como Hijo único de Dios. Siendo el sacrificio de Jesús eficaz para todos los hombres pasados, presentes y futuros, y para todos los habitantes de la Tierra sean Judíos o paganos, ya que han sido creados por el mismo Dios, y si siguen a Jesús en sus acciones, tendrán la misma paga que es la salvación eterna.

¿Qué derecho hay entonces para gloriarse? Ninguno. Pero, ¿en virtud de qué ley se excluye ese derecho? ¿Por la ley de las obras? No, sino por la ley de la fe. Porque nosotros estimamos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley. 
¿Acaso Dios es solamente el Dios de los judíos? ¿No lo es también de los paganos? Evidentemente que sí, porque no hay más que un solo Dios, que justifica por medio de la fe tanto a los judíos circuncidados como a los paganos incircuncisos.
Desgraciadamente hoy la mayoría de  las sectas protestantes se creen que la fe sin las obras los justifican, no se quieren enterar que Dios llama fe al que cree en Él, y además practica sus mandamientos, con santo temor de ofenderlo, teniendo en cuenta que también los demonios creen en Él, y viven de odio y para el odio. 


Salmo 130, 1-2, 3-4.6.

Desde lo más profundo te invoco, Señor.
¡Señor, oye mi voz! 
Estén tus oídos atentos 
al clamor de mi plegaria.

Si tienes en cuenta las culpas, Señor, 
¿quién podrá subsistir?
Pero en ti se encuentra el perdón, 
para que seas temido.


Mi alma espera al Señor, 
más que el centinela la aurora. 
Como el centinela espera la aurora




Lucas 11, 47-54.

Dijo el Señor: 
«¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! 
Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros. 
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos. 
Así se pedirá cuanta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto. 
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia. No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden!» 
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación. 
Esto es el mayor mal que es el causante de la pérdida de la Santa Fe, y del santo temor de Dios, por culpa de los teólogos relativistas que son los actuales doctores de la Ley, del tipo Hans Kung, Massía, Queiruga o el obispo de Amberes y tantos otros que se toman por elegidos e iluminados por Dios, para cambiar la tradición de la Santa Iglesia, de la doctrina de los Doctores de la Iglesia, ese tipo de individuos, movidos por su soberbia, no pueden entrar en el conocimiento de Dios, ni dejan entrar a los demás.






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