MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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viernes, 28 de febrero de 2020

PROFUNDA MEDITACIÓN SOBRE EL SANTO TEMOR DE DIOS QUE ES LA LLAVE PARA ABRIR LA PUERTA DE LOS CIELOS

San Pío de Pietrelcina, el estigmatizado que Dios mandó
en esta época de Relativismo en donde se ha perdido
el santo Temor de Dios

Si leemos la Biblia, siempre encontraremos un atributo que caracterizaba a los hombres de buena fe, y que agradaban a Dios, "Esta persona temía a Dios". Pronunciar este calificativo en nuestros días, para la gran mayoría de los nuevos doctores de la Ley, es una herejía, ya que Satanás ha logrado con gran astucia hacer creer a todos que no hay que temer a Dios porque al ser todos hijos suyos, nos quiere tal como somos, y siempre nos querrá, hagamos lo que hagamos. Lo peor es que si alguien no piensa como ellos, se le considera como un fanático de la Edad Media, en donde se pintaba un Dios justiciero y vengativo.

El santo temor de Dios es un don del Espíritu Santo que ha sido, es y será común a todos los Santos, es una condición necesaria para llegar a alcanzar la Vida eterna, su presencia es como la sal que preserva los alimentos de la corrupción, alejando de ellos las bacterias o las larvas de los insectos que místicamente hablando son las tentaciones de las almas, ya que esencialmente el santo temor de Dios, no es terror de Dios, sino es temor de ofenderle, lo que evita caer en tentaciones, ya que nos hace alejarnos de las ocasiones del pecado.

Otro importantísimo beneficio, es que conserva en las almas la humildad, condición necesaria y suficiente para poder recibir el don de la gracia de Dios, ya que esta no se da nunca a los soberbios, porque es el pecado contra el Espíritu Santo, y al carecer de ella provoca la muerte del alma, que se produce cuando Satanás se adueña de ella.  

Esta virtud no la tienen los que a la hora del Juicio, dirán a Jesús: 
"Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declarará: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:22-23)

Las almas que poseen esa gran virtud, temen siempre que Jesús está descontento con su proceder, lo que les produce una gran inquietud, es lo que sentía el Padre Pío y que está relatado en ese pasaje de su vida:





VIDA DE SAN PÍO DE PIETRELCINA 
Por Elías Cabodevilla Garde, Capuchino.

  
Imposible presentar la lista completa de los sufrimientos del Padre Pío. Enumeremos sus múltiples y muy numerosas enfermedades: "No te entiendo, no sé que hacer contigo", le dijo el médico cuando el joven capuchino no había aún cumplido los 25 años: sus continuos ayunos; su trabajo extenuante en el confesionario; sus largas vigilias de oración por la noche; y sobre todo las "llagas" de las manos, pies y costado: "¿Qué creéis, que Jesús me las ha dado para simple condecoración o qué?", respondió al que le preguntaba si le producían dolor y molestias. Pero más dolorosos que los físicos fueron sus sufrimientos morales, (...) las calumnias gravísimas contra su persona y su ministerio; las "violentas y asiduas" tentaciones contra la fe, la esperanza y la pureza; y, sobre todo, el fenómeno místico de la noche oscura, que le acompañó durante casi toda su vida y le llevó a escribir:

       "Preferiría llevar mil cruces y hasta me sería dulce y llevadera toda cruz, si no tuviese esa prueba de sentirme siempre en la duda de si agrado o no al Señor en mis obras".



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PALABRAS DE SAN AGUSTÍN

  Dice esta antigua y bonita  imagen francesa de un recuerdo de Retiro espiritual, citando las palabras de San Agustín: 

    "Temed a Dios, para no retroceder. Para avanzar, amadlo".



Temed a Dios, para no retroceder
Para avanzar, Amadlo

(San Agustín)
     
         Y eso es lo que ocurre cuando no hay temor de Dios, se retrocede porque ya no se tiene miedo de ofenderle, el alma se transforma de relativista en "quietista", y el peligro es latente, ya que el astuto Satanás le dice al alma: "Eres hijo de Dios, Él te perdonará, puedes permitirte esto y aquello, su gracia te sacará siempre de ahí" y como es un embustero, el mismo se contradice cuando susurra a las almas: "Nunca alcanzarás la Salvación, acuérdate de ese pecado, de este y de aquel. Es lo contrario de lo que dice al pecador: "hagas lo que hagas, Dios te querrá siempre, tienes que estar a gusto con tus pecados". Eso es lo que predican hoy día muchos relativistas, que transforman la sagrada Religión en una "barra libre", donde todo está permitido.

        Y es que el demonio sabe sobradamente que el alma que se entrega al pecado y al vicio, se vuelve ciega, porque al alejarse la gracia de Dios por culpa del pecado de soberbia, él tiene las de ganar. Y también sabe que el alma que ha probado la dulzura del amor de Dios, la tiene siempre perdida.


EL SANTO CURA DE ARS

A pesar de su Penitencia, que le hacía comer solo patatas hervidas para su alimentación; su entrega absoluta a su labor, que llevó a transformar un pueblo indiferente hacia Dios y a la Iglesia, no solo convirtió a sus habitantes, pero además al final de su vida venían de todas partes de Francia para poder confesarse con él, tanto así había un servicio de diligencias desde París, y esperaban varios días para confesarse con él. 
Su obsesión era retirarse a la Trapa para llorar sus pecados, escribió para ello varias cartas a su Obispo. Cierto día se marchó del Pueblo para ir a vivir en su Monasterio, pero fue detenido por sus fieles.









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