MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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jueves, 10 de junio de 2021

TERRIBLE MENSAJE DE JESÚS DIRIGIDO A PIO XII Y A SUS SUCESORES EN 1.943 EN PLENA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

María Valtorta era con la Biblia la lectura de la Madre Teresa de Calcuta, y la del Padre Pío de Pietrelcina que la recomendaba a sus fieles, diciéndoles que debían leer sus escritos




Coronación de Juan XXIII, bajo la mirada del Cardenal Tisserant  




Este mensaje ha sido transmitido por Jesús a María Valtorta en plena segunda Guerra Mundial bajo el Reinado de Pio XII, con el sanguinario Hitler y el fascista Mussolini, en el poder. 

Hoy día estamos asistiendo a una falta de práctica religiosa en Europa, y un auge en otros Países. El caso verdaderamente grave se produce en la Santa Iglesia Católica, que se traduce en una falta de vocaciones, fruto de una grave caída del fervor religioso de los fieles, cuya causa tiene su origen en un grave enfriamiento de la fe de los creyentes, debido al auge del relativismo, que hace creer que el pecado es un hecho irrelevante, que deja indiferente a Dios, cuando en realidad es una nueva herida y un nuevo padecimiento a la naturaleza Humana de Jesús, y un desagravio a su Esposa: La Santa Iglesia Católica.

Y es que el pecado, al ser visto y predicado como relativo, carece entonces de importancia, lo que es una mancha que desacredita las palabras de Jesús a los ojos del Pueblo y de Dios, y tiene como consecuencia una falsa prudencia del Episcopado, que es incapaz de denunciar las leyes permisivas, como la del Aborto que es considerado por los políticos como un derecho de la mujer, el adoctrinamiento de la juventud en las escuelas, con la asignatura de la Educación para la Ciudadanía, en donde se denigra a la Doctrina de la Iglesia, y se ensalzan las leyes criminales, de los Gobiernos, como la cultura de la muerte, que se aplican en los países llamados "democráticos".

Hechos que para mí, que he vivido en mi juventud todo lo contrario, lo considero como un verdadero drama: ha desaparecido la gravedad del pecado, que trae consigo el riesgo de la condenación eterna, por eso están los seminarios vacíos, los confesionarios "llenos de telarañas", el esplendor de los ritos religiosos apagado, la caída de la práctica religiosa, y la falta de respeto y de obediencia a la Jerarquía, de parte de algunos sacerdotes y del pueblo Cristiano. Como el sentido del pecado ha desaparecido en la mente de la Sociedad atea, por eso se considera el pecado como una invención de la Edad Media.

Solo importa ahora el hedonismo y la huida de todo sacrificio, y lo que es peor, esa idea ha calado también en mucha gente creyente, y por eso, son incapaces de denunciar las leyes actuales de la cultura de la muerte, y de las costumbres lujuriosas vigentes en Europa, Países de raíces Cristianas, que han renegado de ellas, lo que es un acto de cobardía, como así lo denuncia amargamente Jesús a María Valtorta.

Amargo reproche de Dios al Pontífice Pio XII, el cual en 1.943, en plena segunda guerra mundial, no se involucró lo suficiente para denunciar los crímenes, y los abusos secesionistas de Alemania, y de Italia, que originaron la horrible matanza del sangriento conflicto, iniciado por el sanguinario Hitler y apoyado por Mussolini, que reinaba entonces en Italia, Patria de María Valtorta.

Terrible profecía sobre la decadencia de la Iglesia en su alta Jerarquía, que por dejadez y comodidad, no se atreve a enfrentarse a los legisladores actuales con la suficiente valentía, denunciando las leyes criminales a favor del Aborto, y otras horribles leyes que ponen en plan de igualdad e incluso de superioridad a los vicios más horrendos con la Virtud, como dar los mismos derechos a las parejas de homosexuales, que a las parejas normales, o la aprobación de la Eutanasia asistida, lo que es uno de los preludios de la venida del Anticristo.

Es el caso del horrible crimen del Aborto, se tendría que recordar en la misa todos los Domingos en todas las Iglesias, para pedir perdón a Dios, con oraciones de desagravio y concienciar a todos los fieles de la extrema gravedad de ese pecado. 



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
9 de Diciembre de 1.943


Zacarías 11, 4-7-10-13-14-15-17.

Dice Jesús:

“Nunca como en este momento debo repetir a quien me representa: “Apacienta mis corderos”.
Muchos de ellos se han vuelto salvajes. Pero toda la culpa no es de ellos, por eso me producen lástima.
Los había confiado a los poderosos para que los cuidasen. Había ya dado tanto a los poderosos para que no quisieran aún más y fueran buenos con los súbditos, porque son potentes solo por mandato de Dios. En realidad son grey de Dios, son hijos de Dios y deberían ser cuidados con respeto pensando en el Dios verdadero: el Eterno de quien son su pueblo.

En cambio los han usado como rebaño sin amo. Los han empujado donde han querido, los han alimentado con la comida que les ha parecido, con tal de nublarles el pensamiento y hacerles olvidar el Bien, corrompiendolos con doctrinas que Yo maldigo, se han hecho esclavos de los que les niega hasta la libertad de pensamiento, y como ovejas, las han empujado hasta el matadero para sus fines delictivos hacia toda la Humanidad. Toda. La que para ellos es “Patria” y la que es “Patria de los demás”. Se han hecho ricos explotando el sacrificio de los sujetos, ladrones de los bienes de Dios y del hombre que son Alma y existencia, asesinos de la una y de la otra.

Pues bien: desde lo alto del Cielo, por toda la amargura que han dado como alimento a las gentes, y que les lleva a desesperar hasta de Dios, por todo el hambre que sufren los cuerpos y las almas de mis hijos, por aquellos que en esta ruina permanecen siendo los corderos de Dios y sin ninguna pasión transformados en rebeldes a Dios, como sus seductores y jefes, hijos del mal y precursores del Anticristo, Yo vengo con mi Palabra y mi Amor para apacentar a los pobres de mi rebaño y te repito a ti que eres mi Vicario:

“Apacienta a mis corderos dándoles la incansable palabra y la bendición de la que he colmado tu alma inocente, que no conoce otra sangre fuera de mi Sangre que elevas en el altar como rito de propiciación, y otro gesto aparte del que fue mío, de bendecir aquellos de los que tú, como Yo, tienes piedad.

He dado dos varas a tu mano, y te aprecio porque usaste la del amor, pero el amor que es potente también sobre la Potencia de Dios, cae como piedrecita lanzada sobre la roca cuando se dirige a unos que tienen la apariencia de hombre, pero son demonios con el corazón de piedra. Golpea pues, con la otra vara, y que sepan los fieles que no eres cómplice de la culpa de los grandes. 

Uno se hace también cómplice cuando no osa bramar contra sus infamias. A tu Maestro, no le gustan las maldiciones y los fulgores. Pero hay momentos que hay que saberlos usar para persuadir no a los poderosos cuyo ánimo poseído por Satanás es incapaz de persuasión, sino a los pobres del mundo de que Dios y los justos de Dios, no comparten ni apoyan los métodos y la prepotencia de quien ha superado toda medida y se cree un dios, mientras que es solo una fiera inmunda.

Habla en nombre de la Justicia que representas. Es la hora. Y que las multitudes sepan que Mi Doctrina no ha cambiado, y que una es la Ley, que existe un solo Dios, que su primer mandamiento es el Amor, que él, aún como en los siglos de los siglos precedentes a mi venida, en la que he confirmado la Ley, ordena no robar, no fornicar, no matar, no coger las cosas de los demás. 

Dilo a los ladrones de ahora, que no se conforman con una bolsa, sino que roban almas a Dios, y tierras a los pueblos; dilo a los fornicadores, a los grandes fornicadores de ahora, cuya fornicación no es la animal con una hembra, sino la demoníaca con la potencia política; dilo a los asesinos de ahora, que se arrogan el derecho a matar a pueblos enteros después de haber matado a otros pueblos – los suyos – la fe en Dios, cualquier forma de honestidad, el amor al bien; dilo a los insaciables de ahora que, ávidos como chacales, asaltan donde está lo que les gusta y se permiten cualquier delito con tal de coger lo que no les pertenece.

Hablar, quiere decir “Dolor”, y a veces “Muerte”. Pero, acuérdate de Mí. Yo soy más precioso que la “alegría” y que la “vida”, porque me doy a quien me es fiel, con una alegría y una vida que no conoce ni fin ni medida. Acuérdate de Mí, que supe purificar mi Casa de las suciedades y seguir de frente un solo fin: “La Gloria de mi Padre” Esto me consiguió el odio, la venganza, la muerte, porque los que fueran tocados por mi furor encontraron un vendido que por treinta denarios me entregó a su poder.

Siempre, entre los más fiables, tenemos un enemigo, un vendido. Pero no importa. El discípulo no es más que el Maestro. Y Yo, sabiendo que el látigo de mis palabras, más que el látigo de cuerdas – medio simbólico, más que real – me procuraba la muerte, he hablado, habla. Y si por amor hacia los hombres, y hacia ti, Yo he soportado un enemigo y un vendido, y el horror de un beso de traición, tú, mi primero entre los hijos de ahora, no debes retraerte ante lo que ha sufrido el Maestro antes que tú. 

Que si después, a pesar de todos los medios, la Justicia tuviera que perecer y, arrastrados cada vez más por Satanás, los dominadores y los dominados, por un mimetismo maléfico, se separaran cada vez más de Dios, entonces quitaré la Luz y la Verdad.

Y esto sucederá también cuando en mi morada – La Iglesia – haya demasiados que, por intereses humanos y por indigna debilidad, estén entre los dominados por los sembradores del Mal en sus distintas doctrinas. Entonces conoceréis al Pastor que no se cuida de las ovejas abandonadas, al Pastor inútil del que habla Zacarías.

Recuerda el Apocalipsis de Juan. Recuerda el dragón: el mal generador del Antecristo futuro, que le prepara el reino no solo desconcentrando las conciencias, sino envolviendo en sus espirales la tercera parte de las estrellas y convirtiendo a los astros en fango. 

Cuando esta demoníaca vendimia se produzca en la Corte de Cristo, entre los grandes de su Iglesia, entonces, en la luz reducida apenas a resplandor y conservada como única lámpara en el corazón de los fieles a Cristo – porque la Luz no puede morir, Yo lo he prometido, y la Iglesia, incluso en los periodos de horror, conservará cuanto es necesario para volverse resplandor tras la prueba – entonces vendrá el pastor ídolo, que será y estará donde quieran sus dueños.

Quien tenga oídos para entender, entienda. Para los vivos de aquel tiempo, la muerte será un bien.”



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