MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

sábado, 15 de septiembre de 2018

LOS SACERDOTES SON LOS MAYORES RESPONSABLES DE LA VIDA ESPIRITUAL DE LOS CATÓLICOS.

.
El Santo Cura de Ars, Patrono de los Sacerdotes del mundo entero





En los cuadernos de María Valtorta, hay un pasaje del Apocalipsis en donde el dragón barre con su cola la tercera parte de las estrellas del Cielo. Jesús explica el significado: esas estrellas son los Sacerdotes, y el trabajo preliminar de Satán es hacerlos caer, ya que él sabe muy bien, como así lo dice Jesús, que una vez conseguido, tiene el campo libre para hacer caer igualmente y mucho más fácilmente a los fieles, para los cuales los sacerdotes son las lumbreras que iluminan la noche del Espíritu. Cierto teólogo, amigo mío no lo puede creer y aunque no lo niega, dice que ¡aunque hayan caído, se volverán a levantar!

El Papa, dirigiéndose a los sacerdotes en el encuentro en Madrid de la J.M.J., no tuvo reparo en afirmar que el que no sienta verdadera vocación, es mejor que abandone el futuro ministerio, por la responsabilidad tan grande que tienen los sacerdotes para la comunidad. 

Bajo mi punto de vista, igual que gracias a este Papa se expulsan los sacerdotes pederastas, se tendrían que expulsar igualmente a los sacerdotes que predican doctrinas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia, a la tradición y a la Doctrina de los Santos Padres, negando el infierno, la existencia del demonio, y que pintan un Dios hecho a su semejanza y acorde con sus ideas heréticas.

No se trata de restablecer la Inquisición, pero hoy día cualquier profesional que no cumple adecuadamente con su tarea, sea ingeniero, profesor o cualquier trabajador que no sabe ejercer su profesión, es expulsado de su trabajo, lo mismo hay que hacer con ciertos sacerdotes que están contaminando al Pueblo de Dios con su doctrina herética y contraria a las enseñanzas tradicionales de la Santa Iglesia, porque aquí se trata de un asunto más importante que cualquier oficio: La Salvación de las almas con la verdadera Doctrina de Jesús-Dios.

Si no se obra de esa manera, Satán tendrá las manos libres para corromper cada vez más a la gente incauta, que son los fieles que creen firmemente en todo lo que dicen ciertos sacerdotes.

De los Cuadernos de María Valtorta


Dice Jesús:

“Ora, ofrenda y sufre mucho por mis sacerdotes. Mucha sal se ha vuelto insípida y las almas sufren por ello perdiendo el sabor de Mí y de mi Doctrina. Hace algún tiempo que te digo esto, pero tú no quieres escucharlo. Y no quieres escribirlo. Te retraes. Entiendo el por qué. Pero antes que tú, otros han hablado de ello, por mi inspiración, y eran santos. Es inútil querer cerrar los ojos y los oídos para no ver y no oír: la verdad grita incluso con el silencio. Grita con los hechos que son la palabra más fuerte.

¿Por qué no repites la oración de M. Magdalena de Pazzi? Antes la decías siempre. ¿Por qué no ofreces parte de tus sufrimientos cotidianos para todo el sacerdocio? Oras y sufres por mi Vicario. Está bien. Oras y sufres por algún consagrado o consagrada que se encomiendan a ti o hacia los cuales tienes un especial deber de gratitud. Pero no es suficiente. Y por los otros ¿Qué haces? Has puesto una intención de sufrimiento por el clero el miércoles. No basta. Es necesario que todos los días ores por mis sacerdotes y que ofrezcas parte de tus sufrimientos por esto. No te canses nunca de orar por ellos que son los mayores responsables de la vida espiritual de los católicos.

Si basta que un laico haga por diez para no escandalizar, mis sacerdotes deben hacer por cien, por mil. Deberían ser semejantes a su Maestro en pureza, caridad, desapego de las cosas del mundo, humildad, generosidad. En cambio, el mismo relajamiento de vida cristiana que hay en los laicos está en mis sacerdotes y en general en todas las personas consagradas por votos especiales. Pero de estas hablaré después.

Ahora hablo de los sacerdotes, de quienes tienen el honor sublime de perpetuar desde el altar mi Sacrificio, de tocarme, de repetir mi Evangelio. Deberían ser llamas. En cambio son humo. Hacen fatigosamente lo que deben hacer. No se aman entre ellos y no os aman a vosotros como pastores que deben estar preparados para darse completamente, incluso con el sacrificio de sus vidas, para sus ovejitas. Vienen a mi Altar con el corazón lleno de preocupaciones de la tierra. Me consagran con su mente en otra cosa y ni siquiera mi comunión enciende en su espíritu esa caridad que debe estar viva en todos, pero que debe ser vivísima en mis sacerdotes.

Cuando pienso en los diáconos, en los sacerdotes de la Iglesia de las catacumbas, y los comparo con los de ahora, siento una infinita piedad por vosotros, multitudes que os quedáis sin o con demasiado poco alimento de mi Palabra. Aquellos diáconos, aquellos sacerdotes tenían en contra a toda una sociedad malévola, tenían en contra el poder constituido. Aquellos diáconos, aquellos sacerdotes debían desempeñar su ministerio entre mil dificultades; el más incauto movimiento les podía hacer caer en manos de los tiranos y conducirlos a morir escarnecidos. Sin embargo, ¡cuanta fidelidad, cuanto amor, cuanta castidad, cuanto heroísmo había en ellos! Han cimentado con su sangre y con su amor a la Iglesia naciente y de cada uno de sus corazones han hecho un altar.

Ahora resplandecen en la Jerusalén Celestial como tantos altares eternos sobre los cuales Yo, el Cordero, descanso complaciéndome en ellos, mis intrépidos confesores, los puros que han sabido lavar las suciedades del paganismo que los había saturado de sí durante años y años antes de su conversión a la Fe, y que salpicaba su fango sobre ellos incluso después de su conversión, como un océano de barro sobre rocas inquebrantables.

Se habían bañado en mi Sangre y habían venido a mí con blancas estolas que tenían por adorno su sangre generosa y su caridad vehemente. No tenían vestidos externos, ni signos materiales de su milicia sacerdotal. Pero eran sacerdotes en el ánimo. Ahora existe el vestido externo pero su corazón ya no es mío.

Tengo piedad de vosotros, greyes sin pastores. Por esto todavía detengo mis rayos: porque tengo piedad. Se que mucho de lo que sois proviene de que no estáis sostenidos.

¡Son demasiado pocos los sacerdotes verdaderos que se parten a si mismos para prodigarse a sus hijos! Nunca como ahora es necesario rogar al Dueño de la mies, que mande verdaderos obreros a su mies, que cae mustia porque no es suficiente el número de verdaderos incansables obreros, sobre los cuales se posa mi ojo con bendiciones y amor infinitos y agradecidos. Como me gustaría poder decir a todos mis sacerdotes: “¡Venid, siervos buenos y fieles, entrad en el gozo de vuestro Señor!”. 

Reza por el clero secular y el conventual. 

El día en que el mundo no hubiera más sacerdotes realmente sacerdotales, el mundo terminaría en un horror que la palabra no puede describir. Habría llegado el momento de la “abominación de la desolación”. Pero llegado con una violencia tan espantosa, por ser un infierno traído sobre la tierra. 

Reza y di que se rece para que toda la sal no se haga insípida en todos menos en Uno, en el último Mártir que estará para la última Misa, porque hasta el último día existirá mi Iglesia militante y el Sacrificio será cumplido. 

Cuantos más verdaderos Sacerdotes existan en el mundo cuando se hayan cumplido los tiempos, menos largo y cruel será el tiempo del Anticristo y las últimas convulsiones de la raza humana. Porque “los justos” de los que hablo cuando predigo el fin del mundo, son los verdaderos sacerdotes, los verdaderos consagrados en los conventos esparcidos sobre la tierra, las almas víctimas, hilera desconocida de mártires que solo mi ojo conoce mientras que el mundo no los ve, y quienes actúan con verdadera pureza de Fe. 
Pero estos últimos son, aun sin que ellos lo sepan, consagrados y víctimas.





martes, 11 de septiembre de 2018

DIOS RETIRA POCO A POCO SU GRACIA DE LAS ALMAS PREDILECTAS CUANDO NO QUIEREN COMPARTIR SUS LUCES, PERO CON LAS SOBERBIAS LA RETIRA DE INMEDIATO.







De todos los pecados, el que es más grave, es la Soberbia, porque es el pecado de Lucifer y también el pecado de Adán, y por consiguiente la fuente de todos los males y desgracias de la Humanidad, que ha padecido, padece y padecerá hasta el fin del mundo.
En mi larga vida he conocido a muchos laicos y sacerdotes venidos a menos y perder la fe, la mayoría de ellos han hecho prueba de una falta de caridad absoluta hacia sus semejantes, lo que demuestra una falta de presencia de Dios en esas almas, y esto no es juzgar a nadie, es una simple constatación.
Como dice San Juan de la Cruz, una persona humilde no lo puede disimular aunque lo quiera, no hace falta tener discernimiento de los espíritus, que es un don del Espíritu Santo, para advertirlo, se ve en sus gestos, en su manera de hablar en su nulo afán de protagonismo. Es todo lo contrario del Soberbio que es el Fariseo actual, el cual se distingue muy fácilmente, porque es la persona que no tiene reparo en poner en entredicho toda la tradición de la Iglesia Católica, y quiere reformarla a su gusto, despreciando de una manera absoluta a todos los que no piensan como él. Le gustan los “baños de masas”, en donde son aclamados por sus oyentes, firmar autógrafos, y escribir muchos libros que no dicen absolutamente nada, ya que han perdido la Gracia de Dios, como así lo explica tan bien Jesús a María Valtorta.


DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(12 De Septiembre de 1.943)



Dice Jesús:

“De entre los puros creyentes, de entre estos espíritus humildes y sencillos de los que ayer te hablé, a los que concedo la posesión de la Verdad, Yo suscito almas especiales, las elijo antes de su incorporación a la vida, porque Yo lo sé todo del hombre que ha vivido, que vive y que vivirá, y por eso, sé ya anticipadamente como actuará cada espíritu sobre la  Tierra, mereciendo o desmereciendo.

Y no digáis que esto es injusticia porque no os fuerzo a hacer méritos. No: esto es fidelidad a mi obra y a mi promesa de crear el hombre capaz y libre de guiarse. A los hijos Yo les doy ayudas, todas las ayudas, pero no les fuerzo a usarlas. Lo deseo con todo mi Amor, pero respeto el deseo del hombre. Dios ha llevado su Amor hasta sacrificar a su Verbo para que os llevase la Palabra y la Sangre. Pero no puede hacer más, no quiere hacerlo. ¿Qué mérito tendríais al ser buenos si os impidiera ser malvados?

Por eso, a las almas que elijo, porque sé por adelantado que serán santas o que se harán santas después del error, por arrepentimiento sincero y doble amor, les doy también lo que no doy a las masas. Enseñanzas y luces que son bienaventuranzas para las propias almas y guía para las almas hermanas, menos iluminadas que ellas, porque menos fundidas conmigo que ellas.

¡Ay de estas predilectas, sin embargo, si muestran avaricia o soberbia por mi don! No amo a los avaros y detesto a los soberbios.
Los primeros faltan a la Caridad porque ahorran para sí mismos lo que es de todos, porque Yo soy el Padre de todos y doy mis tesoros a los amados para que sean mis limosneros con los pobres de espíritu y no para que atesoren avidamente y anticaritativamente estos tesoros, matando la caridad y desobedeciendo a la voluntad de Dios. El solo hecho de matar la caridad rompe el canal por el que fluyen mis palabras hacia ellos y apaga la Luz por la que ven la verdad de mis palabras. Por eso decaen en su misión de portadores de mi Voz. Esto explica el por qué algunas almas, anteriormente faros de la Iglesia, perecen después en un grisáceo de nieblas perniciosas.

En cuanto a los soberbios, son privados inexorablemente e inmediatamente de mi don. En ellos mi palabra no se apaga despacio como una flor que muere sin agua o un pájaro aprisionado en una cárcel oscura, como sucede con los avaros. Muere inmediatamente como una criatura estrangulada. La soberbia es la quintaesencia de la anticaridad, la perfección de la anticaridad, y su veneno demoníaco mata instantáneamente la Luz en el corazón.

Mientras miro con dolor y compasión vuestras debilidades, retiro la mirada cuando encuentro a un soberbio ¿Y sabéis vosotros lo que es no tener ya sobre sí mi mirada? Es ser pobres ciegos, pobres locos, ebrios miserables que van a ciegas de peligro en peligro, y encuentran la muerte. Esto significa no tener ya sobre sí la mirada de Dios que os protege como ninguna otra cosa os puede proteger.

En mi larga vida, he conocido esos dos tipos de personas, un familiar de una sabiduría especial, que en su juventud tenia extraordinarios dones y estaba dotado de grandes virtudes, poco a poco se fue separando de sus hermanos, y Dios le retiró su Gracia, y calló poco a poco en grandes errores y anticaridades, rezo por él incansablemente.

He conocido también una larga lista de sacerdotes y consagrados, algunos de ellos con doctorados, que han escrito muchos libros de teología, hasta Obispos y según he leído Cardenales, que han perdido la Gracia de Dios por su soberbia, predicando contra los Dogmas de la Santa Iglesia Católica, negando la existencia del Infierno, del Demonio, de la Virginidad de María, alabando la homosexualidad, a ellos se aplican las palabras de Jesús: Pobres ciegos, locos y ebrios que van a ciegas de peligro en peligro.










viernes, 7 de septiembre de 2018

YO SALVARÉ A LOS QUE SE ARREPIENTAN Y VUELVAN A DIOS, LOS IMPENITENTES NO TENDRÁN REDENCIÓN


Dios no puede ejercer su Justicia a un alma arrepentida porque sus lágrimas son el detergente que borra sus pecados





Maravillosas palabras de Jesús en donde se ve claramente que María Valtorta está al final atacada físicamente por Satanás que conoce perfectamente la trascendencia de este relato.

En efecto: Hoy día pintan y predican a Jesús como un "dios caramelo", que perdona absolutamente a todos, sin que exista el correspondiente arrepentimiento proporcional a la culpa, y vemos que muy pocos conocen la transcendencia del arrepentimiento, que es la sublimación del amor, como así se ve tan claramente en las maravillosas palabras de Jesús, tampoco ven la gravedad de la culpa cuando no está amparada de ese arrepentimiento, y digo gravedad porque esas almas serán rechazadas eternamente por Dios, porqué no puede aplicar su divina Misericordia.

Aquí también se ve pues de una manera clara e irrefutable la existencia de los réprobos para “Los impenitentes que no tendrán nunca perdón”, lo que es el pecado contra el Espíritu Santo, es decir el pecado contra la sublimación del amor: El arrepentimiento.

Satanás ha sabido infundir en la sociedad actual e incluso en mucha jerarquía la teoría de la relatividad, ha sabido inculcar a los fieles la idea de que a Dios le es indiferente el pecado, y que todos están salvados por su Pasión y muerte, aunque no exista arrepentimiento. ¡¡He conocido profesores de Teología, que sabían Griego, hebreo y latín que estaban convencidos de esa teoría, y lo que es peor, que despreciaban a los que no compartían esa idea!!

Reconozco la sutileza e Inteligencia de Satán, el cual, apoyándose en la gran Misericordia de Dios - Siempre engaña bajo el aspecto del bien, porque sabe que el mal conocido, nunca será aceptado, como así lo dice S. Juan de la Cruz - , ha inducido a muchísimos a creer en el Dios caramelo, que es incapaz de mandar a nadie al Infierno. 

Vemos así la gran verdad del adagio que dice: “No hay pecados pero sí pecadores”; es decir que cualquier pecado por horroroso que sea, puede ser perdonado, sin embargo, lo que no perdona Dios es la falta de arrepentimiento, es decir la complacencia en el vicio y el desprecio de la virtud.

Gloria al Padre; al Hijo y al Espíritu santo.






Del Evangelio como me ha sido revelado de Mª Valtorta



“Dios da a cada uno lo necesario. Eso es verdad. ¿Qué le es necesario al hombre?: ¿La fastuosidad?, ¿Un gran numero de criados?, ¿Tierras de incontables parcelas?, ¿Banquetes que de un ocaso vean surgir una aurora?...No. Al hombre le es necesario un techo, un pan, un vestido; lo indispensable para vivir.

Mirad a vuestro alrededor: ¿Quiénes son los más alegres y los más sanos?, ¿Quién goza de una sana y serena ancianidad?... ¿Los que se gozan de la vida?... No. Quienes honradamente viven y trabajan, y tienen deseos rectos. En ellos no hay veneno de lujuria y permanecen fuertes, ni veneno de gula y se conservan ágiles, ni de envidias y están alegres. Sin embargo quien ambiciona tener más cada vez, mata su paz y no goza; antes bien, envejece precozmente, consumido en la llama del odio y del abuso.

Podría unir el mandamiento de no robar al de no desear lo que a otros pertenece porque, efectivamente el excesivo deseo mueve al hurto: entre uno y otro no media sino un pequeño paso. ¿Qué todo deseo es ilícito? No digo esto. El padre de familia que, trabajando en el campo o en el taller, desea asegurar con ello el pan de la prole, ciertamente no peca; es más, obedece a su deseo de padre. Más aquel que, por el contrario, no desea sino gozar más y se apropia de lo ajeno para gozar más, peca.

¡La envidia!... – Porque ¿Qué es realmente el desear el bien ajeno, sino avaricia y envidia? – la envidia separa de Dios, hijos míos, y une a Satanás.

¿No creéis que el primero que deseó lo ajeno fue Lucifer? Era el más hermoso de los arcángeles. Gozaba de Dios. Debería haberse sentido contento de ello. Envidió a Dios y quiso ser él Dios y vino a ser el demonio, el primer demonio.

Segundo ejemplo: Adán y Eva habían recibido todo, gozaban del Paraíso terrestre, gozaban de la amistad de Dios, vivían dichosos con los dones de Gracia que Dios les había dado. Deberían haberse conformado con eso; más, envidiaron de Dios su conocimiento del bien y del mal, y fueron expulsados del Edén, resultando proscritos, no gratos a Dios, los primeros pecadores.

Tercer ejemplo: Caín tuvo envidia de Abel por su amistad con el Señor, y fue el primer asesino.

María la hermana de Aarón y de Moisés, tuvo envidia de su hermano y fue la primera leprosa de la historia de Israel.

Podría iros conduciendo a través de toda la historia del Pueblo de Dios, y veríais que el deseo inmoderado hizo de quien lo tuvo un pecador y fue causa de un castigo para el pueblo; porque los pecados de los particulares se acumulan y provocan los castigos de las Naciones, de la misma forma que unos granos y otros y otros, de arena acumulados durante siglos y siglos, provocan desprendimientos de tierra que sepultan centros habitados y aquellos en quien ellos viven.

Frecuentemente os he puesto a niños como ejemplo, porque son  sencillos y confiados. Hoy os digo: imitad a los pájaros en su libertad respecto a los deseos.

Mirad: es invierno, poca comida hay en los pomares, ¿se preocupan acaso, de acumularla durante el verano?; no, sino que confían en el Señor, saben que siempre podrán hacerse con un pequeño gusanito, un grano, una miguita, o una araña o una mosquita posada sobre el agua, para su buche; saben que no les faltará una chimenea caliente, o una vedija de lana, para refugiarse durante el invierno; como saben que, llegado el tiempo en que sea necesario disponer de heno para sus nidos y de mayor cantidad de alimento para la prole, habrá heno fragante en los prados, y jugoso alimento en los árboles frutales y en los surcos, y habrá riqueza de insectos en el aire y en la tierra; y cantan levemente: “Gracias, Creador por cuanto nos das y por cuanto nos darás”, preparados ya a entonar a pleno pulmón, cantos de alabanza cuando, llegada la época del celo, gocen de la esposa y se vean multiplicados en la prole.

¿Existe criatura más alegre que un pájaro? Y, sin embargo, ¿que es su inteligencia comparada con la del hombre?: como un trozo de sílice comparado a un monte. Y a pesar de ello, os enseña. En verdad os digo que posee la alegría del pájaro, el que vive sin deseo impuro. Este se fía de Dios y le siente como Padre; sonríe al día naciente y a la noche que desciende, porque sabe que el sol es su amigo y que la noche le provee de alimento; mira sin rencor a los hombres y no teme sus venganzas, porque no les perjudica en modo alguno; no se inquieta ni por su salud ni por su sueño, porque sabe que una vida honesta mantiene lejos las enfermedades y proporciona dulce descanso; no teme en fin, la muerte, porque sabe que, habiendo actuado bien, no puede recibir sino la sonrisa de Dios.

Mueren también los reyes, y los ricos. No es el cetro lo que aleja la muerte, no es el dinero el que compra la inmortalidad. Ante el Rey de los reyes y Señor de los señores, ¡que ridículas son las coronas y las monedas!; Ante Él solo tiene valor una vida vivida en la Ley.

¿Qué dicen aquellos hombres que están allí en el fondo? No tengáis miedo de hablar”.
“Decíamos: Antipa ¿de que pecado es culpable, de hurto o de adulterio?”
“No quisiera que mirarais a los demás, sino a vuestros corazones. Os digo no obstante, que Antipa es culpable de idolatría por adorar a la carne más que a Dios; es culpable de adulterio, de hurto, de deseos ilícitos, y pronto, de homicidio”.
“¿Lo salvarás Tú, el Salvador?”

“Yo salvaré a los que se arrepientan y vuelvan a Dios. Los impenitentes no tendrán Redención”.

“Has dicho que es un ladrón, ¿Qué ha robado?”.
“La mujer a su hermano. El hurto no es solo de dinero. Hurto es también, quitar el honor a un hombre, la virginidad a una joven, la mujer a su marido, de la misma forma que lo es, el quitarle un buey o frutos de los árboles al vecino. Y el hurto. Agravado por la libídine o por el falso testimonio, se agrava con el adulterio, o con la fornicación, o con la mentira”.


“Y una mujer que se prostituye, ¿que pecado comete?”.
“Si está casada, de adulterio o de hurto respecto al marido. Si es núbil, de impureza y de hurto respecto a sí misma”.
“¿Hurto a sí misma? ¡¡Pero si da algo que es suyo!!”.

“No. Nuestro cuerpo lo ha creado Dios para ser el templo del alma, que es templo de Dios. Por tanto, debe de ser conservado honesto; si no, el alma se ve despojada de la amistad con Dios y de la Vida Eterna”.

“¿Entonces una meretriz ya no puede pertenecer sino a Satanás?”.
“Todo pecado es prostitución con Satanás. El pecador, como la prostituta, se da a Satanás por amores ilícitos, esperando sucias ganancias de ello. Grande, grandísimo es el pecado de prostitución, que hace al que lo comete semejante a un animal inmundo. Pero creédme, no es menor cualquier otro pecado capital. ¿Qué diré de la idolatría?, ¿Qué del homicidio? Y, no obstante, Dios perdonó a los israelitas después de lo del becerro de oro; perdonó a David después de su pecado que era doble.

Dios concede el perdón al que se arrepiente. Sea el arrepentimiento proporcional al número y a la magnitud de las culpas, y Yo os digo que a quien más se arrepiente, más le será perdonado; porque el arrepentimiento es forma de amor, de operante amor.

Quien se arrepiente le dice a Dios con su arrepentimiento: “No puedo tolerar tu enojo, porque te amo y quiero ser amado”. Y Dios ama a quien le ama. Por tanto Yo digo: cuanto más ama uno, más es amado.

Quien ama totalmente tiene todo perdonado, Y esta es una verdad.

Podéis iros. Pero antes quiero que sepáis que a la entrada del pueblo hay una viuda, cargada de hijos, en la más absoluta de las hambres. La han echado de casa por deudas, y podría decirle “gracias” al patrón por haberla echado solamente. He hecho uso de vuestros donativos para proveerlos de pan, pero necesitan un lugar donde ampararse. La Misericordia es el sacrificio más grato al Señor. Sed buenos. En su nombre os garantizo el premio”.

La gente cuchichea, pide consejo, coteja opiniones…
Entretanto, Jesús cura a uno de los que estaba casi ciego y escucha a una ancianita que ha venido desde Doco para rogarle que vaya a ver a su nuera que estaba enferma. Una larga historia de lágrimas la cual yo, medio muerta como estoy hoy, no transcribo.

Y, afortunadamente, todo termina, porque no estoy todavía en condiciones de mantenerme todavía, con una crisis cardíaca que lleva ya tres horas y que hasta me ciega los ojos.





miércoles, 5 de septiembre de 2018

NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA: COMENTARIOS SOBRE EL EVANGELIO


Intentan despeñar a Jesús por decir que ha venido no solo para
el Pueblo Judío, pero también para el mundo entero



Este Evangelio de hoy, es una severa declaración de Jesús en contra de la mentalidad del Pueblo Judío de su época que era esencialmente nacionalista y en cierta manera racista.
No podían comprender que Dios que había escogido al Pueblo de Israel para ser su Pueblo elegido fuera ahora a ampliar su elección hacia los pueblos llamados paganos. Tampoco podían entender que los otros pueblos eran creados por Dios, y por consiguiente tenían un alma inmortal como ellos, con una noción de lo que es bueno y malo, grabado por Dios en su conciencia, y que en ellos a pesar de no conocer los mandamientos de Dios, los seguían a veces mejor que ellos, por ser también hijos de un mismo Dios.

Jesús, para dárselo a entender, les cita los sucesos de los grandes Profetas de Israel, Elías y Eliseo, que atendieron a gente hambrienta y enferma de otra cultura y religión, y no socorrieron a Judíos que pertenecían al Pueblo de Dios, y que estaban en las mismas condiciones que ellas. Esto le valió el odio y desprecio de sus compatriotas que querían despeñarlo por un barranco.

Este pasaje del Evangelio se aplica de una manera sorprendente a la mentalidad de mucha gente que no quiere saber nada de los intentos del Vaticano para acercarse a los creyentes de otra confesión para establecer un ecumenismo, que no tiene nada que ver con lo que afirman insistentemente: que se dice que todas las religiones tienen el mismo valor, no han llegado a comprender esta gente que su postura es un fanatismo a ultranza porque dicen que fuera de la Iglesia católica no hay salvación, y que todos los que no se han bautizado están condenados.

Es para ellos herético todo contacto con seres de otras religiones. Y aquí están reflejados los dos tipos de creyentes y de "Grandes" teólogos, muchos de ellos que se creen escogidos e iluminados por Dios para restablecer su "auténtica Doctrina", y esa mentalidad se observa no solo los laicos, pero desgraciadamente todo una serie de teólogos que se declaran en rebeldía abierta contra Roma, pero también Sacerdotes, y Obispos que están predicando y Doctrina intransigente, tanto del tipo rigorista, como de tipo progresista, los primeros dicen que se salvan solo los bautizados, y los segundos que todos, incluso los sádicos impíos son hijos de Dios. 

En esa dicotomía siempre está la mano de Satanás que siempre se puede observar cuando una persona es soberbia y como buen Fariseo, le gusta ser alabado y aplaudido en todos los lugares, suelen ser los que dicen que fuera de la Iglesia Católica, todos se condenan, y los relativistas que son casi siempre individuos de mala vida, y que por eso se han hecho una doctrina a su gusto y convivencia, diciendo que todos somos hijos de Dios, y que por eso no existe ni Infierno, ni Demonio, que es solo un símbolo. 

Curiosamente Satanás tiene para cada tipo de creyentes unas sugerencias  diametralmente opuestas y contradictorios, lo que prueba lo que dijo Jesús, que es mentiroso y padre de la mentira. A los creyentes rigoristas, les sopla al oído del alma que Dios es intransigente y que odia a los que no son fieles a la Religión, sin embargo a los relativistas les relata el Amor de Dios y su divina Misericordia, omitiéndoles que para que se cumpla, tiene que haber un arrepentimiento sincero proporcional a la culpa, y una lucha terrible contra el mal, como dijo Jesús afirmando que tenemos que estar dispuestos a arrancarnos un miembro o un ojo si son impedimentos para entrar en el Reino de los Cielos.

Ambos tipos de Personajes causan muchísimo mal a los fieles porque llevan muchas almas consigo a la perdición, y se podría citar aquí muchos Obispos y teólogos del tipo del Obispo de Amberes, o de Hans Küng. Para colmo oí un Sacerdote explicando el catecismo, que luego fue nombrado Obispo, que dijo que "¡el Sacerdote tiene que estar unido a su Obispo como Jesús a su Padre!"(sic), cuando Santo Tomás de Aquino dijo que la Jerarquía tiene que estar públicamente amonestada cuando hay peligro para la fe.




SANTO EVANGELIO 

Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. 
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: 
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. 
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. 

Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: "¿No es este el hijo de José?". 

Pero él les respondió: "Sin duda ustedes me citarán el refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo'. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún". Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra". 

Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio". 

Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. 
Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.




DIJO JOB: MIRANDO HACIA TÍ, SEÑOR, ¡ CUÁN MARAVILLOSAMENTE ME ATORMENTAS !

Aparición de la Stma. Virgen del
 Rosario en Fátima



EN LAS APARICIONES DE FÁTIMA, LA Stma. VIRGEN RECOMENDÓ, DESPUÉS DE CADA MISTERIO DEL ROSARIO, AÑADIR LAS ORACIONES SIGUIENTES:


¡Oh, Jesús perdonadnos nuestras culpas, preservadnos del fuego del Infierno, llevad al Cielo todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra Divina Misericordia.


Y también esta oración de desagravio:

Padre Eterno yo te ofrezco la preciosísima Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios de la Tierra, en reparación de todos los sacrilegios, ultrajes e indiferencias con que Él mismo es ofendido, y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y por la intercesión del Corazón Inmaculado de María os pedimos la conversión de los pobres Pecadores.



Y la oración para los pecadores

Dios mío yo creo y espero en Vos, os adoro y os amo; os pido perdón por los que no creen, ni adoran, ni esperan ni os aman. Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios de la Tierra, en reparación de los sacrilegios, ultrajes e indiferencias con las que él mismo es ofendido, y por los méritos infinitos del Sacratísimo Corazón y por la intercesión del Corazón Inmaculado de María, os pedimos la conversión de los pobres pecadores. Amen.

Y para mayor redundancia, afirmó a los pastorcillos:
 ¡¡CUANTA GENTE SE CONDENA, PORQUÉ NO HAY NADIE QUE RECE POR ELLOS!!

Para que luego venga el señor Arzobispo a afirmarme que por ser todos hijos de Dios, el Infierno está vacío, y luego al citarle la Parábola del Evangelio del Rico Epulón y del Pobre Lázaro, en donde aparece el primero sepultado en el Infierno, decirme que eso "¡¡son interpretaciones mías!!" (sic), me quedé tan sorprendido que se me olvidó decirle que eso era también la interpretación de todos los grandes Santos, y que estaba explicado en el Catecismo de la Iglesia Católica.

Y aquí hay que recordar la espantosa visión del Infierno ofrecida por la Santísima. Virgen María a los niños, sabiendo que iban a quedar marcados para toda la vida, ya que hasta la hora de su muerte, los hermanos de Sor Lucía, no paraban de repetir: "¿POR QUÉ DIOS NO ENSEÑA EL INFIERNO A LOS PECADORES?", naturalmente en su inocencia, no se les pasaba por la cabeza que la conversión es un acto libre y que hay que escoger nuestro destino, lo que no sería posible contemplando la visión del Infierno, que nos haría morir de horror, o la visión del Paraíso, que nos haría morir de Amor, ya que como lo dice San Juan de la Cruz:

"Si pudiésemos ver el Paraíso aún que sea un instante, pasaríamos mil terribles agonías, solo para poder verlo otro momento".

Y ese es el sufrimiento tan terrible de las almas del Purgatorio, que vieron por un momento la Gloria de Dios y su Reino en el momento del Juicio particular, y están padeciendo y también consolándose porqué no lo disfrutan, y porque saben que algún día lo poseerán. Este padecer con consuelo, es lo que siempre manda Dios a sus elegidos, ya en esta tierra: es la Cruz que tenemos que llevar para poder seguirle por la senda de la Salvación.

Y eso es lo que sintieron los mártires a la hora del suplicio: el "agri-dulce" sabor del sufrimiento material y el dulce sabor del refrigerio espiritual, atizados por el demonio de la desesperación y por el Ángel de la Consolación.
Eso es lo que sintió Santa Teresa de Jesús en el momento de la Transverberación, cuando el Serafín le traspasó el corazón con el dardo inflamado, lo que sintió San Francisco cuando recibió los estigmas; Y también más recientemente el Padre San Pío de Pietrelcina.


 Llama de Amor Viva de San Juan de la Cruz

"Y lo que aquí goza el alma, no hay más que decir sino que allí siente cuan bien está comparado en el Evangelio el Reino de los Cielos al grano de mostaza, que por su gran calor, aunque tan pequeño, crece en árbol grande (Mt 13, 31), pues que el alma se ve hecha como un inmenso fuego de amor que nace en aquel grano encendido del corazón del espíritu. (...)
Volvamos pues, a la obra de aquel Serafín que verdaderamente es llagar y herir interiormente en el espíritu, y así si alguna vez para que salga algún efecto afuera en el sentido corporal al modo que hirió dentro, sale la herida y llaga afuera; como acaeció cuando el Serafín hirió al Santo Francisco, que, llagándole el alma de amor en las cinco llagas, también salía en aquella manera el efecto dellas al cuerpo, imprimiéndolas también en él y llagándole como también las había impreso en su alma llamándola de amor. 

Porque Dios, ordinariamente, ninguna merced hace al cuerpo que primero y principalmente no la haga en el  alma, y entonces, cuando mayor es el deleite y fuerza de amor que causa la llaga dentro de el alma, tanto mayor es el de fuerza en la llaga del cuerpo, y, creciendo lo uno, crece lo otro. Lo cual acaece así porque estando estas almas purificadas y puestas en Dios, lo que a su corruptible carne es causa de amor y tormento, en el espíritu fuerte y sano le es dulce y sabroso, y así es cosa maravillosa sentir crecer el dolor en el sabor.


La cual maravilla echó bien de ver Job en sus llagas, cuando dijo a Dios: Volviéndote a mí, maravillosamente me atormentas, porque maravilla grande es y cosa digna de la abundancia de la suavidad y "Dulzura que tiene Dios escondida para los que lo temen" (Ps 30,20), hacer gozar tanto más sabor y deleite cuanto más dolor y tormento se siente.

Pero cuando el llagar es solamente en el alma, sin que se comunique fuera, puede ser el deleite más intenso y más subido; porque como la carne tiene más enfrenado el espíritu, cuando los bienes espirituales de él se comuniquen también a ella, tire ella la rienda y enfrene la boca a este ligero caballo del espíritu y apágale su gran brío, porque si el usa de su fuerza la rienda se ha de romper, pero hasta que ella se rompa, no deja de tenerle oprimido de su libertad, porque, como dice el Sabio:


"El cuerpo corruptible agrava el alma, y la terrena habitación oprime al sentido espiritual, que de por si comprende muchas cosas (Sap 9,15)".







lunes, 3 de septiembre de 2018

¡POR QUÉ LLORÓ JESÚS ANTE EL SEPULCRO DE LÁZARO? ERA DIOS, PERO TAMBIÉN ERA HOMBRE. Y PARA SER REDENTOR DEBÍA SENTIR EL PESO DE LA EXPIACIÓN.

Cristo Pantocrator, Supremo Rey eterno, Juez de la Humanidad y vencedor de Satanás



     Jesús habla aquí sobre la resurrección de Lázaro, explica muchos puntos oscuros sobre este milagro tan importante, que se realizó en los umbrales de su Pasión y Muerte. Aquí está explicada la causa de por qué hoy día ya no hay milagros, y es porque la gente no los pide con amor, sino con prepotencia. Las doctrinas de Satán han arruinado cada vez más a las almas. Aquí están también descritas las tres causas por las cuales lloró Jesús, y la ingratitud de la Humanidad ante su sublime sacrificio.

     Sublime y terrible prédica  de Jesús. en donde se ve que su Doctrina no ha cambiado, a pesar de presentarla hoy día como relativista, "descafeinada", y con obligaciones "lights", y  de haber intentado también dulcificar sus mandamientos, pasando de llamarla Iglesia militante a "Iglesia peregrina", como si la Vida fuera una alegre y amena peregrinación. 




COMENTARIOS DE JESÚS SOBRE LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO (De las Revelaciones a María Valtorta)


     Dice Jesús:

     “Habría podido intervenir a tiempo para impedir la muerte de Lázaro. Pero no quise hacerlo. Sabía que esta resurrección sería una arma de doble filo, porque convertiría a los judíos de pensamiento recto y haría más rencorosos a los de pensamiento no recto. De estos, y al son de esta última manifestación de mi poder, provendría mi sentencia de muerte. 

Pero había venido al mundo para esto, y la hora había madurado para que esto se cumpliera. También podría haber ido donde Lázaro inmediatamente, pero necesitaba convencer a los incrédulos más obstinados, con la resurrección, a partir de un estado de descomposición ya avanzado, y también a mis apóstoles, que destinados a llevar mi fe al mundo, tenían necesidad de poseer una fe fortalecida por milagros excelentes.

     En los Apóstoles había mucha humanidad, ya lo he dicho. No era este un obstáculo insuperable, más bien era una lógica consecuencia de hombres llamados a ser míos a una edad ya adulta. No se cambia una mentalidad, una forma mentis, de un día para otro. Y Yo, en mi Sabiduría, no quise tampoco elegir y educar a niños y formarlos según mi pensamiento para hacer de ellos mis Apóstoles. 

Habría podido hacerlo, para que las almas no me criticaran el haber despreciado a aquellos que no son inocentes y alegaran como disculpa y justificación el que, también Yo había justificado con mi elección que quienes están ya formados no pueden cambiar. No, todo se puede cambiar si se quiere. Y, efectivamente, Yo de pusilánimes, pendencieros, usureros, sensuales, incrédulos, hice mártires, santos, evangelizadores del mundo. Solo el que no quiso, no cambió.

     Yo amé, y amo al pequeño y al débil – tú, eres un ejemplo de ello -, con tal de que tengan la voluntad de amarme y de seguirme, y de estas “nadas” hago mis predilectos, mis amigos, mis ministros. Y me sigo sirviendo de ellos, y es un milagro continuo que hago, para llevar a los otros a creer en mí, a no ahogar las posibilidades de milagro. ¡Qué débil es ahora esta posibilidad!: cual lámpara a la que le falta el aceite, esta posibilidad agoniza y muere, ahogada por la escasa o inexistente fe en el Dios del milagro.

      Hay dos formas de prepotencia al pedir el milagro. A una, Dios cede con amor; a la otra le vuelve las espaldas desdeñado. La primera es la que pide como Yo he enseñado a pedir, sin desconfianza ni cansancio, y no admite que Dios no pueda escucharla, porque Dios es bueno y el que es bueno, siempre escucha, porque Dios es Poderoso y lo puede todo. Esta forma es amor, y Dios concede a quien ama.

     La otra es la prepotencia de los rebeldes que quieren que Dios sea su siervo y que se humille ante sus maldades y que le den a ellos lo que ellos no le dan a Él: amor y obediencia. Esta forma es una ofensa, que Dios castiga negando sus gracias.

Os quejáis de que Yo ya no efectúo los milagros colectivos. ¿Cómo podría efectuarlos? ¿Dónde están las colectividades que creen en Mí? ¿Dónde los verdaderos creyentes? ¿Cuántos son en una colectividad los verdaderos creyentes? Cuales flores supervivientes en un monte quemado por un incendio, así veo Yo, de vez en cuando, un espíritu creyente, el resto lo ha quemado Satanás con sus doctrinas. Y cada vez lo quemará más.

  Os ruego que tengáis presente, para regla vuestra sobrenatural, mi respuesta a Tomás. No se puede ser verdadero discípulo mío si uno no sabe dar a la vida humana el peso que le conviene, como medio para conquistar la Vida verdadera, no como fin. 

El que quiera salvar su vida en este mundo, perderá la Vida eterna. Lo dije y lo repito ¿Qué son las pruebas? La nube que pasa. El Cielo permanece y os espera más allá de la prueba.

Yo he conquistado el Cielo para vosotros con mi heroísmo. Vosotros debéis imitarme. El heroísmo no solo está reservado a aquellos que deben conocer el martirio. La vida cristiana es un continuo heroísmo, porque es una continua lucha contra el mundo, el demonio y la carne. Yo no os fuerzo a seguirme. Os dejo libres. Pero hipócritas no os acepto. O conmigo y como Yo, o contra mí. Cierto es que no podéis engañarme. A mi, no me podéis engañar. Y Yo no desciendo a pactos con el enemigo. Si lo preferís antes que a mí, no podéis pensar tenerme a mí por Amigo al mismo tiempo. O él o Yo, elegid.

     El dolor de Marta es distinto del de María, debido a la distinta psicología de las dos hermanas y al distinto modo de comportarse que habían tenido. ¡Dichosos aquellos que se comportan de forma que no tienen luego el remordimiento de haber causado dolor a alguien que ahora está muerto y que ya no puede ser consolado del dolor que se le causó. Pero cuanto más dichoso es aquel que no tiene el remordimiento de haber causado dolor a su Dios, a mí, a Jesús, y no teme su encuentro conmigo, antes al contrario suspira por este encuentro, como alegría ansiosamente soñada  durante toda la vida y por fin alcanzada!

     Yo soy vuestro Padre, Hermano, Amigo. ¿Por qué, entonces, me herís tantas veces? ¿Sabéis cuánto os queda de vida todavía? ¿De vida para hacer reparación? No lo sabéis. Pues entonces, hora tras hora, día tras día, obrad bien, siempre bien. Me haréis siempre feliz. Y cuando llegue a vosotros el dolor -  porque el dolor es santificación, es la mirra que preserva de la corrupción de la carnalidad – tendréis siempre en vosotros la certidumbre de que os amo, y que os amo, incluso en ese dolor, y siempre tendréis la paz que proviene de mi amor. Tú, pequeño Juan, sabes si sé consolar incluso en el dolor.

     En mi oración al Padre, se repitió cuanto he dicho al principio, era necesario zarandear con un milagro extraordinario la obtusidad de los judíos y del mundo en general. Y la resurrección de una persona sepultada desde hace cuatro días, y que había descendido a la tumba después de una larga, crónica, repugnante, conocida enfermedad, no era nada que debería dejar indiferente a nadie, y tampoco en duda. Si lo hubiera curado mientras vivía,  o si hubiera infundido en él el espíritu inmediatamente después de muerto, la mordacidad de los enemigos hubiera podido crear dudas acerca de la identidad del milagro.

     Pero el hedor del cadáver, la podredumbre de las vendas, el largo tiempo pasado en el sepulcro, no permitían dudas. Y – el milagro en el milagro – quise que a Lázaro le quitaran las vendas y le limpiaran en presencia de todos, para que se viera que había vuelto no solo la vida, sino también la integridad de los miembros  donde antes, la carne ulcerada había introducido en la carne gérmenes de muerte. Al conceder una gracia, doy siempre mucho más de lo que pedís.

     Lloré delante de la tumba de Lázaro. Y se ha dado muchos nombres a ese llanto. Pero, antes de nada, sabed que las gracias se obtienen – ambas cosas unidas – con dolor y fe segura en el Eterno. Lloré no tanto por la pérdida del amigo y por el dolor de las hermanas, pero porque, como un fondo submarino que se agita, afloraron en aquella hora, más vivas que nunca, tres ideas que, como tres clavos, habían traspasado desde tiempo mi corazón.

     -1º: La constatación de la ruina a la que había llevado Satanás al hombre seduciéndolo al mal. Ruina cuya condena humana era el dolor y la muerte. La muerte física, emblema y metáfora viva de la muerte espiritual, que la culpa procura al alma hundiéndola – a ella, que es reina destinada a vivir en el reino de la Luz – en las tinieblas infernales.

        -2º: LA PERSUASIÓN DE QUE NI SIQUIERA ESTE MILAGRO, PUESTO CASI COMO COROLARIO SUBLIME DE TRES AÑOS DE EVANGELIZACIÓN, CONVENCERÍA AL MUNDO JUDÍO ACERCA DE LA VERDAD DE QUE YO ERA PORTADOR. Y QUE NINGÚN MILAGRO IBA A CONVERTIR PARA CRISTO AL MUNDO QUE HABRÍA DE VENIR. ¡OH, QUE DOLOR DE ESTAR PRÓXIMO A LA MUERTE POR TAN POCOS!

         -3º: LA VISIÓN MENTAL DE MI PRÓXIMA MUERTE. ERA DIOS, PERO TAMBIÉN ERA HOMBRE. Y PARA SER REDENTOR DEBÍA SENTIR EL PESO DE LA EXPIACIÓN; POR TANTO TAMBIÉN EL HORROR DE LA MUERTE, DE ESA MUERTE. YO ERA UNO QUE VIVÍA, QUE ESTABA SANO; Y QUE ME DECÍA A MÍ MISMO: “PRONTO ESTARÉ MUERTO, ESTARÉ EN UN SEPULCRO COMO LÁZARO. PRONTO TENDRÉ POR COMPAÑERA A LA MÁS ATROZ DE LAS AGONÍAS. DEBO MORIR”.

LA BONDAD DE DIOS OS EXONERA DEL CONOCIMIENTO FUTURO. PERO YO NO FUI EXONERADO DE ELLOVosotros que os quejáis de vuestra condición. Ninguna fue más triste que la mía, porque tuve la constante presciencia de todo lo que me iba a suceder, unida a ella a la pobreza, las incomodidades, los comportamientos malévolos que me acompañaron desde el nacimiento hasta la muerte.

No os quejéis pues y esperad en Mí.
OS DOY MI PAZ”





viernes, 31 de agosto de 2018

COMENTARIOS DEL EVANGELIO DE HOY: EL TESORO ESCONDIDO EN EL CAMPO SE COMPRA VENDIENDO TODAS NUESTRAS POSESIONES MATERIALES.


LA VIRGEN MARÍA ES EL CAMPO DONDE ESTÁ JESÚS,
EL FABULOSO TESORO ESCONDIDO




Afortunadamente, conociendo la mentalidad de la gran mayoría de las personas, me alegro sobremanera de que Dios sea un Dios escondido, y que para hallarlo, haya que buscarlo afanosamente, siguiendo unos criterios bien determinados, marcados por el cumplimiento de las leyes de Dios que son inmutables, y transmitidos por su Santa Iglesia católica, y no por el criterio de cada persona, interpretando el mensaje de las Sagradas Escrituras según su parecer, como así lo hacen las innumerables sectas protestantes. 

Leyes que son locura para toda la jauría de vividores hedonistas, con su gran surtido de variantes de lo más variopintas: ateos, agnósticos, progresistas, relativistas que quieren adaptar las Leyes del Sinaí a nuestros tiempos, anarquistas que huyen de toda Jerarquía, libre-pensadores, abortistas, teólogos de la liberación, marxistas, y un sinfín de anarquistas, contestatarios a toda jerarquía y obediencia. 

Una vez que se siguen esas leyes impuestas por Dios, que se pueden resumir en entrar por la Puerta estrecha, y seguir caminando por el angosto y empinado camino, con un cayado que es la Cruz, con la fuerza que da el saber que en la meta, se encuentra lo que anhela el alma enamorada, y sedienta de amor por encontrar al Ser Supremo, fuente de todas las virtudes y de toda infinita belleza, se puede entonces acceder al lugar en donde estaba escondido el Sublime Rey de Reyes del Universo.  

Pero cuando el alma encuentra lo que busca, que está escondido, se encuentra ella también en ese momento, como lo dice San juan de la Cruz, escondida. Del punto de vista espiritual, esta ocultación del alma, significa que está ella también alejada al mundo, es decir retirada de lo que da el mundo: Las riquezas, los honores y la admiración de los hombres, es la bienaventuranza del sermón de la montaña que promete Jesús para los pobres de espíritu, que son pobres, porque para comprar el campo donde está el tesoro, tuvieron que vender todo lo que poseían: su orgullo, su sensualidad, y privarse de muchos de sus apetitos materiales.

Por eso, el alma que tiene la dicha infinita de llegar a la meta y de encontrarse con su Creador, habrá estado sin saberlo, ella también, escondida del mundo, ya que tuvo que vender todas sus posesiones para comprar el campo donde descubrió el fabuloso tesoro, y esa unión mística sólo se producirá traspasando la puerta final, en donde mora el objeto de su deseo, que es el descanso de Dios del séptimo día de la Creación, cuando el alma se halle totalmente recreada, transformada en hija de Dios, para así poder acceder a la Vida eterna, y poseer para siempre el fabuloso tesoro. 

El hecho de que Dios se halle escondido en este mundo, tiene también la gran ventaja de que la persona que lo busque, y lo encuentre por el camino que se ha indicado, se encuentra escondido del mundo, para poder vencer a sus enemigos, que por envidia luchan para que el alma no alcance lo que ellos perdieron para siempre, será un verdadero merecedor del fabuloso premio, ya que si Dios no estuviese escondido, y la gente viese su Gloria, todo el mundo se apuntaría a la opción del más allá, y ya no se podría distinguir el trigo de la cizaña. Y el gran mérito y la gran victoria de la Fe, será precisamente en haber creído en un Dios escondido, y de haber apostado por Él, estando escondido, rechazando todo los honores y los placeres de un mundo que no estaba escondido. Por esa razón se dice que la Fe es un don de Dios, porque sin ese don, sería imposible creer en un Dios escondido, y rechazar todas los atributos de ese mundo no escondido.



miércoles, 29 de agosto de 2018

CANCIONES MÍSTICAS DEL ALMA ENAMORADA DE DIOS: ES EL MOMENTO. Salomé Arricibita




Estas canciones hacen más que muchas prédicas, grandes retiros espirituales y peregrinaciones, porque hablan al alma de una manera melodiosa y con muchísima Paz de Dios, como así hace el Espíritu Santo.





HITLER LA PREFIGURA DEL ANTICRISTO, FUE EL MAYOR CRIMINAL DE LA HISTORIA, IMPIADOSO,SOBERBIO Y CRUEL, QUE PROVIENE DE UN FANATISMO EXACERBADO, CREYENDO EN LA SUPERIORIDAD DE LA RAZA ARIA.



HITLER, LA PREFIGURA DEL ANTICRISTO




En este relato, de Jesús a María Valtorta del año 1.943, podemos apreciar de una manera sorprendente e impactante, todos los acontecimientos profetizados, previos a la venida del Antecristo, como son la crisis económica actual, el trastorno de la naturaleza, que se rebela contra los pecados de la Humanidad, con sus secuelas actuales de grandes fríos y de prolongadas sequías, de inundaciones y terremotos, y el triunfo del mal y del pecado en la Sociedad. La aparición de los falsos profetas primero de la Teología de la liberación, y ahora de la Teología de la secularización, queriendo destruir la obediencia a la Jerarquía impuesta por Jesús a Pedro y a sus sucesores y sustituirla por la dictadura del pueblo, que siempre obedece a las modas y a Satanás. Y lo que es más grave: la traición de cierta Jerarquía a la Doctrina tradicional de la Iglesia, y a las enseñanzas de Jesús. Esa futura traición está fijada en los dos tercios de los consagrados, es decir el 66% de sus miembros.

Pero parece deducirse de esta aclaración, que antes del fin de los tiempos, vendrá un periodo de conversión Religiosa, que durará un tiempo bastante breve, siendo un misterio como se reconvertirán toda la horda de disidentes, infiltrados ya en la Iglesia. Este periodo de esplendor y florecimiento, durará un breve tiempo, y terminará con la venida del Antecristo, y la terrible Pasión de la Iglesia, con la acción del personaje más siniestro de la historia de la Humanidad, que anulará el Sacrificio Perpetuo, lo que propiciará la intervención directa de Dios, y el fin del mundo, del pecado, de la impiedad y del sufrimiento de los pobres y los indefensos, víctimas de los hijos de Satán, como así ocurre en las selvas en donde los animales más débiles, enfermos e indefensos son las víctimas predilectas de las fieras.



Juicio contra Judá del Profeta Sofonías
 (Sof 1-1,8)

Voy a barrerlo todo de la superficie de la Tierra
Oráculo del Señor. Barreré hombres y ganados,
barreré aves del cielo y peces del mar;
haré perecer a los malvados, eliminaré a los hombres
de la superficie de la Tierra, oráculo del Señor.
Extenderé mi mano contra Judá
y contra los habitantes de Jerusalén,
y eliminaré de este lugar hasta el último resto de Baal, 
hasta el nombre de sus servidores y de sus sacerdotes;
eliminaré hasta los que se postran en las terrazas
ante los astros del cielo; a los que se postran ante el Señor
y al mismo tiempo juran por Milcón;
a los que abandonan al Señor y no lo buscan ni lo consultan.
Silencio ante el rostro del Señor,
 porque está cerca el día del Señor; 
el Señor ha preparado un sacrificio 
y ha consagrado a sus invitados.
El día del sacrificio del señor
castigaré a ministros y príncipes,
a los que visten como extranjeros.


De los cuadernos de maría Valtorta

DECADENCIA EXTREMA DE LA IGLESIA; BREVE RESURRECCIÓN Y FIN DEL MUNDO CON LA VENIDA DEL ANTECRISTO


Dice Jesús:


        “Cuando hago decir a Sofonías que me llevaré cuanto hay en la Tierra, le hago profetizar lo que sucederá en la antevigilia de los últimos tiempos, lo que Yo mismo anuncié después hablando encubierto bajo la descripción de la ruina del Templo y de Jerusalén, de la destrucción del mundo, y cuando profetizó el Predilecto en su Apocalipsis.

        Las voces se suceden. Más aún, puedo decir que, como un edificio sagrado elevado para dar testimonio de la gloria del Señor, las voces suben de pináculo en pináculo, de profeta a profeta antecediendo a Cristo, hasta la culminación mayor en la que habla el Verbo durante su vivir de hombre, y después, bajando de pináculo a pináculo a través de los siglos, por boca de los profetas que siguieron  a Cristo.
       Es como un concierto que canta las alabanzas, los deseos, las glorias del Señor, y que durará hasta el momento en que las trombas angélicas reunirán a los muertos de los sepulcros y a los muertos del espíritu, a los vivientes de la tierra y a los vivientes del Cielo para que se postren ante la gloria visible del Señor y oigan la palabra de la Palabra de Dios, esa Palabra que muchísimos han rechazado o descuidado, desobedecido, escarnecido, despreciado esa palabra que vino, Luz del Mundo y que el Mundo no quiso acoger prefiriendo las tinieblas.
         Yo soy la cúspide del edificio de Dios. No puede existir palabra más alta y verdadera que la mía. Pero mi Espíritu  está en la boca de las “palabras” menores, porque todo lo que habla de lo que es de Dios es palabra inspirada por Dios.

         La carestía y la mortandad de las epidemias serán uno de los signos precursores de mi segunda venida. Los castigos creados para corregiros y volver a llamaros a Dios causarán, con dolorosa potencia, una de las selecciones entre los hijos de Dios y de Satanás.

      El hambre producido por los robos y las malditas guerras, queridas sin justificación de independencias nacionales, sino sólo por la ambición del poder y la soberbia de los demonios con apariencia de hombres, producido por el detenerse de las leyes cósmicas, por voluntad de Dios, por lo qué el hielo será áspero, y prolongado, por la qué el calor quemará y no será mitigado por las lluvias, por lo qué las estaciones serán invertidas y tendréis sequedad en las estaciones de las lluvias y lluvias en el tiempo de la maduración de las mieses, así qué engañadas por la templanza repentina o el frescor insólito, las plantas florecerán fuera de estación y los árboles se recubrirán, después de haber generado, de nuevas flores inútiles, que aprisionan sin fruto la planta – porque todo desorden es nocivo y conduce a la muerte, recordarlo, hombres – el hambre atormentará cruelmente esta raza perversa y enemiga de Dios.

      Los animales, privados de forraje y pienso, de grano y semilla, morirán de hambre y, por el hambre del hombre, serán destruidos sin darles tiempo de procrear.

      Los pájaros del cielo y los peces de las aguas, piaras y rebaños, serán asaltados por todas partes para dar a vuestros vientres el alimento que la tierra sólo producirá escasamente.

     La mortalidad, creada por las guerras y las pestes, los terremotos y los naufragios, precipitará en el más allá a los buenos y a los malos. Los primeros para vuestro castigo – porque privados de los mejores, empeoraréis cada vez más – los segundos para su castigo, porque tendrán el Infierno por morada antes de la hora prevista.

       Vosotros seréis la víctima preparada para el Señor para purificar el altar de la Tierra, profanada por el pecado de idolatría, de lujuria, de odio, de soberbia, hombres que perecéis a miles y a decenas de miles bajo la segunda guadaña de los fulgores divinos.

        Caeréis unos sobre otros como la hierba segada sobre un prado en abril: las flores santas mezcladas con las venenosas, los delicados tallos con los punzantes espinos. La mano de mis Ángeles escogerá y separará a los benditos de los malditos, llevando los primeros al Cielo y dejando los segundos a los tridentes de los demonios para pasto del Infierno.

         Ser reyes o mendigos, sabios o ignorantes, jóvenes o viejos, guerreros o sacerdotes no constituirá diferencia ni baluarte contra la muerte. Habrá un castigo y será tremendo.

      El ojo de Dios escogerá a los destinados quitando las “luces” para que no tengan que sufrir más la neblina creada por los hombres unidos a Satanás, quitando las “tinieblas” generadoras de tinieblas porque están poseídas por el padre de las tinieblas: Satanás.

      El ojo de Dios, que penetra en los palacios, en las iglesias, en las conciencias – y no hay barreras ni hipocresía que le impida ver – escudriñará en el seno de la Iglesia: la Jerusalén de ahora, escudriñará en el seno de las almas y escribirá el decreto personal para los dolientes, los indiferentes, los tibios, los rebeldes, los traidores, los homicidas del espíritu, los deicidas.

     
      No, no creáis que Dios no hará ni bien ni mal por vuestras obras. Yo os lo juro, lo juro a Mí mismo, lo juro por mi Justicia, lo juro por triple juramento, os haré bien por el bien que hagáis y mal por el mal que hayáis realizado.

      Si las impurezas de la carne y de vuestra vida de animales ponen una costra en vuestros ojos para impediros ver a Dios, a Dios nada le empaña. Dejaré caer mi mano sobre los que se complacen de estar en el barro y allí quieren quedarse a pesar de las llamadas y los medios que les doy para salir. Serán barro en el barro, porque hacen del barro del pecado el alimento preferido para su hambre impura.
         El día se acerca, hijos que habéis renegado al Padre. El tiempo de la Tierra es largo y breve al mismo tiempo. […]
          Quien trabajó en la última hora será admitido en el Reino como quien trabajó con el arado, desde la aurora hasta la tarde anticipada, cansado hasta caer sobre él. No os lamentéis de tener una morada distinta en el cielo; allí no existen las mezquindades de las envidias humanas. Pero conquistad este Cielo que he creado para vosotros y que os he abierto con mi muerte de Cruz. 

           Venid al Señor, antes que el Señor venga a vosotros con su majestad de Juez.

          Respeto a vosotros, mis dilectos, permaneced en el camino que habéis escogido. Los vendavales y las tempestades no lograrán haceros perder la meta que soy Yo, que tengo el corazón abierto para recibiros con el más vivo beso de Amor. Dejad que caigan los reinos y los pueblos, y que lo que ahora se cree potente se convertirá en cenizas y escombros, y lo que ahora se cree con el derecho de dictar deseos y doctrinas se convierta en polvo triturado por la Voluntad y la Ley de Dios1.

        En mi breve Reinado sobre el mundo, seré Yo quien reine, Yo y el resto de mi Pueblo, esto es, los fieles verdaderos, los que no han renegado de Cristo y recubierto el signo de Cristo con la tiara de Satanás. Entonces, caerán las falsas deidades de los superpoderes, las doctrinas obscenas que reniegan de Dios, Señor omnipotente.

         Mi Iglesia, antes de que se acabe la hora del mundo, tendrá su triunfo resplandeciente. No hay nada distinto en la vida del Cuerpo místico de cuanto hubo en la vida de Cristo. Se dará el hosanna de la vigilia de la Pasión, el hosanna cuando los pueblos, fascinados por la Divinidad, plegarán sus rodillas ante el Señor. Después vendrá la Pasión de mi Iglesia Militante, y al final, la gloria de la Resurrección eterna en el Cielo2.

        ¡Oh bienaventuranza la de aquel día en el que habrán acabado para siempre las insidias, las venganzas, las luchas de esta tierra, de Satanás, de la carne! Mi Iglesia estará entonces compuesta por los verdaderos cristianos. Entonces, en el penúltimo día. Pocos como al inicio, pero santos como al inicio. Acabará en santidad, como en santidad comenzó. Se quedarán fuera los mentirosos, los traidores, los idólatras. Los que en el último día imitarán a Judas, y venderán su alma a Satanás dañando al Cuerpo Místico de Cristo. La bestia tendrá en ellos sus lugartenientes para su última guerra.

        Y ¡ay de quien en Jerusalén, en los últimos tiempos, se haga culpable de tal pecado! ¡Ay de quienes en ella, aprovechen su apariencia para provecho humano! ¡Ay de quienes dejen perecer a los hermanos y dejen de hacer de la palabra que  les he confiado el pan de las almas hambrientas de Dios! ¡Ay! No haré diferencia entre quien reniegue abiertamente de Dios y quien lo reniegue con las obras. Y en verdad os digo, con el dolor del Fundador por excelencia, que tres cuartos de mi Iglesia me renegará en la última hora, y tendré que amputarles del tronco como ramas muertas y corrompidas por una lepra inmunda 3.

        Pero vosotros, que permanecéis en Mí, oíd la promesa de Cristo. Esperadme con fidelidad y amor y Yo vendré a vosotros con todos mis dones. Con el don de los dones: Yo mismo. Vendré para redimir y curar. Vendré para iluminar a las tinieblas, vencerlas y hacerlas huir. Vendré para enseñar a los hombres a amar y adorar al Dios Eterno, el Señor Altísimo, el Cristo Santo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Vendré no para traeros la paz de este mundo, eterno destructor de la Paz, sino la Paz del Reino que no muere.

     Regocijaos, mis siervos fieles. Os dice esto la boca que no miente. Ya no tendréis que temer ningún mal porque pondré fin al tiempo del mal, anticiparé este final por piedad hacia mis benditos.
        Regocijaos sobre todo vosotros, mis amados de entonces. Para vosotros será todavía más solícito el adviento de Cristo y su abrazo de gloria. Y se abren para vosotros las puertas de la Ciudad de Dios y sale vuestro Salvador para venir a vuestro encuentro a daros la Vida verdadera.

       Todavía un poco y después vendré. Como para Lázaro, mi amigo, os llamaré uno a uno: “¡Sal fuera!”. Fuera de esta tierra que es tumba para el espíritu encarcelado en la carne. Fuera. En la Vida y la libertad del Cielo.

       Llamadme con vuestro amor fiel. Qué él sea la llama que funde las cadenas de la carne y da al espíritu la libertad de venir pronto a Mí.

Pronunciad el grito más bello escrito por hombre:
“¡VEN, SEÑOR JESÚS!”



1: Alusión directa a los nuevos teólogos de la “secularización”, que están predicando incansablemente una doctrina “descafeinada”, una vida de virtudes “light”, con una Iglesia “Peregrina”, que quieren transformar de Reino, en Democracia popular.

2: La Iglesia como ocurrió en la Entrada gloriosa de Jesús en Jerusalén, donde fue recibido con aclamaciones, tiene que tener, como el Salvador, una gloria deslumbrante pero efímera. 

Después de este breve periodo de tiempo, vendrá la hora de su Pasión con la depravación y la persecución con la venida del Antecristo. La Iglesia morirá cuando no se pueda celebrar el Sacrificio eterno, como lo profetizó el Profeta, será el fin del mundo, y la Resurrección final de todos los muertos, con el Juicio Final, y la derrota definitiva de Satán, sellado para toda la Eternidad, con sus seguidores, en los Infiernos, el Reino de las Tinieblas, y con el triunfo definitivo de Jesús y de sus hijos, en  el Reino de la Luz.

3: Clarísima alusión a los seglares, y sobre todo a cierta Jerarquía Católica Romana, que ha tomado un rumbo completamente opuesto a las enseñanzas de los Santos Padres, de la Tradición cristiana, y de las enseñanzas de la Sagrada Escritura, lo que es una clarísima traición a las enseñanzas de Jesús.

Y aquí se encuentran los antiguos teólogos de la “liberación”, los nuevos teólogos de la “secularización”, los grandes teólogos renegados de su Congregación Religiosa, traicionando a su Fundador, son los nuevos escribas y fariseos, que saben Griego, Hebreo y Latín, y que están apoyados y admirados por todas las hordas de libre-pensadores, agnósticos, abortistas, feministas, masones, educadores para la ciudadanía, divorcistas, eutanasistas activos, y un sin fin de vividores y de hedonistas.

Sin hablar de muchos Jerarcas que niegan el Infierno, las posesiones diabólicas, que predican la relajación de las costumbres con el argumento de que “Dios te quiere como eres”, y que, según ellos ama a todos de la misma manera: a los más sádicos pecadores que los más grandes ascetas, no sabiendo lo más elemental de la Doctrina tradicional católica: Dios ama al pecador para que con su amor, llegue a cambiar de conducta: se llama amor de compasión, como tan bien lo explica  San Juan de la Cruz, y Dios ama al Virtuoso, con el Amor unitivo, porque se une místicamente con Él en el matrimonio espiritual entre el alma y su esposo Jesús-Dios, como también y tan bien lo explica el Santo Doctor.