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miércoles, 16 de septiembre de 2015

EL QUE TIENE EL DESEO DE PECAR ES PEOR DEL QUE COMETE EL PECADO







Las almas de los fieles necesitan una interpretación verdadera de las Escrituras, por eso un sacerdote Santo es una bendición de Dios, porque cualquier persona que lee la Biblia la interpreta a su manera, como lo hacen las miles de sectas protestantes dirigidas por iluminados que no tienen la Gracia de Dios. solo la Iglesia católica en cuanto a sus Dogmas y con el ejemplo de los Santos puede revelar el sentido exacto de la Revelación que queda oculta a los soberbios.

LA MENTALIDAD DEL SOBERBIO ES REPROCHAR A LOS DEMÁS UNA COSA QUE ÉL HA HECHO, PORQUE NO SOPORTA QUE LO HAGAN LOS DEMÁS.

Esto es lo que ocurrió en el Evangelio con el episodio de la mujer adúltera, los que habían caído en este pecado por acción o por deseo, eran los primeros que querían aplicar la Ley de Moisés.




DEL POEMA DEL HOMBRE-DIOS DE MARÍA VALTORTA
(Comentarios de Jesús sobre el episodio de la mujer adúltera)





 Dice Jesús:

      "Lo que me hería era la falta de caridad y de sinceridad en los acusadores. No que acusaran con falsedad. La mujer era realmente culpable. Pero eran insinceros al escandalizarse de algo que ellos habían cometido mil veces y que solo una mayor astucia y una mayor suerte había permitido que quedase oculto. La mujer, en su primer pecado, había sido menos astuta y había tenido menos suerte. Pero ninguno de sus acusadores y acusadoras - porque también las mujeres la acusaban en el fondo de su corazón, aunque no alzaran su palabra - estaba libre de culpa.


            Adúltero es el que pasa al acto y el que a él se inclina y lo desea con todas sus fuerzas. La lujuria está tanto en el que peca como en el que desea pecar. Recuerda, María, la primera palabra de tu Maestro, cuando te llamé desde el borde del precipicio en que estabas: "No basta no hacer el mal, también hay que desear no hacerlo".

          El que acaricia pensamientos de sensualidad y suscita con lecturas y espectáculos buscados de propósito y con hábitos malsanos sensaciones de la carne es tan impuro como el que comete materialmente la culpa. Digo incluso: es mayormente culpable. Porque va con el pensamiento contra la naturaleza, además de contra la moral. 

          Y no hablo siquiera de aquel que pasa a verdaderos actos contrarios a la naturaleza. El único atenuante de éste es una enfermedad orgánica o psíquica. El que no tiene este atenuante es diez veces inferior al animal más sucio.








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