CADA PECADO ES UNA OFENSA AL REDENTOR, Y UNA ALABANZA A SATANÁS. CADA VIRTUD, UNA ALABANZA A DIOS Y UNA HERIDA AL ENEMIGO

PARA ALCANZAR EL REINO DE DIOS, DEBEMOS DEJARLO
TODO AL OÍR  LA LLAMADA DE DIOS

 En el libro del Apocalipsis, al final del Nuevo Testamento, está escrito:

"Yo atestiguo a todo aquel que escucha mis palabras de la profecía de este libro que, si alguno añade a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas escritas en este libro; y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, quitará Dios su parte del árbol de la vida y de la Ciudad santa, que están escritos en este libro. Dios es el que testifica todas estas cosas: Sí, vengo pronto. Amén.

Ven, Señor Jesús. La Gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén” (Ap. 22, 18-21)

Y de la misma manera, el que las enseñe, y las ponga en práctica, será considerado como muy grande en el Reino de los Cielos, porqué ha cumplido la Palabra de Dios, que exige a todos los fieles un compromiso y una dedicación absoluta para el fin más importante que tenemos que cumplir en esta vida: Las palmas de la Victoria sobre el espíritu del mal, que como lo hemos visto en el Apocalipsis, solo se obtiene a través de la gran tribulación, esta victoria es una lucha constante contra Satanás y sus secuaces.

No se trata pues solo de una Iglesia peregrina, como así lo denomina la tendencia actual que es fruto de la predicación de los famosos abanderados del dios "bombón" y del relativismo, también llamado "bonismo", pero de una Iglesia militante, en continua lucha contra un enemigo invisible, cruel e implacable, que nos está acechando, como lo dice San Pablo como un león rugiente, para impedirnos conseguir el tesoro más valioso, que él ha perdido para siempre: La Vida Eterna. 

En lo que se refiere al Juicio final las palabras que pronunciará el Juez Supremo están, para que nadie se preste a equívoco, claramente indicadas en el Evangelio, palabras que son irrefutables porqué están directamente inspiradas por el Espíritu Santo, que es fuente de toda Verdad, y que por esta razón son inamovibles. Estas Palabras son de una autenticidad tal, que el mismo Satán las empleó para tentar a Jesús en el desierto.

En este caso, las palabras de Jesús a los elegidos y a los condenados, son tan claras que no se pueden prestar a ninguna interpretación, sin embargo, cuando en una misa de Navidad, en la hermosa Iglesia de los Redentoristas de Granada, dedicada a la Santísima Virgen del Perpetuo Socorro, oí al Sacerdote, que celebraba la Eucaristía afirmar textualmente en el sermón, lo que nos dejó a mi mujer y a mí estupefactos: 

"¡¡ Os tenemos que pedir perdón a vosotros los fieles, porqué el Infierno lo hemos inventado nosotros los curas!!"(Sic). 

Y en otra Iglesia, se pudo oír al oficiante declarar: "Ya he entendido como será el Juicio final: "¡¡ El alma, considerará que su manera de ser es incompatible con su estancia en el Paraíso, y se retirará diciendo: Esto no es para mí ¡¡". 

Me quedo alucinado como cierto clero y cierta Jerarquía, interpretan a su manera de ser una cosa tan evidente, cambiando u omitiendo lo que no les gusta de las Sagradas Escrituras, y adaptándolas a su manera de ser, que es una manera mediocre y hasta cierto punto contraria a Jesús-Dios. 

Nuestro Sublime Redentor afirmó en numerosísimas ocasiones la existencia del Infierno, dijo textualmente que es más difícil a un rico entrar en el Reino de los Cielos que a un camello pasar por el ojo de una aguja, palabras que los abanderados del dios "caramelo", intentaron explicar, diciendo que en Jerusalén había una puerta que obligaba a los camellos a arrodillarse para poder atravesarla, y que se llamaba "La puerta del ojo de la aguja". 

También, nuestro Salvador dijo: "Si tu brazo o tu ojo es para ti objeto de escándalo y que te impide entrar en el Reino de los Cielos, arrancatelos porqué más te vale entrar sin ellos en el Reino de los Cielos que estar precipitado con ellos en el Infierno". 

Por todas estas razones, y muchas más, he llegado a la conclusión de que, las almas, cuando más santas son, más creen en la existencia del infierno, y cuanto más mediocres, más creen que el infierno está vacío. 

Y eso porqué las más Santas se dan cuenta de que el pecado es una nueva ofensa al Redentor y una alabanza a Satán, y la Virtud, una alabanza a Dios y una herida a Satán."

LA TERRIBLE FUERZA DEL ODIO Y LA INFINITA FUERZA DEL AMOR

EL ARMA MÁS PODEROSA DEL UNIVERSO

La Virgen María es el arma espiritual más eficiente para atacar y vencer al enemigo de Dios: Satanás, el cual la teme más que al mismo Dios, ya que ha sido nombrada Madre de la Humanidad al pie de la Cruz, y coronada por Dios Reina del Cielo y Tierra.

En esta fotografía de esta preciosa custodia, encima del tabernáculo, podemos observar a la Santísima Virgen María, esta sujetando a la luna creciente, que es el símbolo de las tinieblas, tiene en su pecho una gema, que es Jesucristo, el arma más poderosa, es como un rayo láser de una potencia y alcance infinitos, que deslumbra y ciega a Satanás.

El Sukhov SU 34 ruso, el mejor caza bombardero 

En esta fotografía, podemos observar lo que se considera como el mejor caza bombardero del mundo. Está equipado con los mejores adelantos en cuanto a maniobrabilidad, velocidad, detectores de presencia del enemigo, ataques de cohetes guiados por laser, aunque el enemigo no sea visible, mecanismos que evitan su localización por los radares enemigos, y posibilidad de destrucción de los cohetes enemigos antes de que sea alcanzado .

Esta arma de la Stma. Virgen María supera infinitamente al poder de todas las escuadrillas de caza bombarderos del tipo Sukhov SU 34. 

Cuando la Virgen María se le apareció a una viuda húngara que tenía 6 hijos, recomendó que se rezara la siguiente oración: 

"Virgen Santísima, sálvanos e inunda a toda la Humanidad con la llama de Amor de tu Inmaculado Corazón, que ciega a Satanás". 

La piadosa viuda preguntó a los Seres celestiales ¿Qué es la llama de Amor? 

El Señor Jesús contestó: "La llama de Amor de mi Madre Santísima es para vosotros lo que fue la barca para Noé".

La Santísima Virgen María contestó: "La llama de Amor de mi Inmaculado Corazón es el mismo Jesucristo".

El hecho de que el Amor, cuando está ordenado según el primer mandamiento de la Ley de Dios, que está representado en la Santísima Trinidad por el Espíritu Santo, es la fuerza que da la vida y la salud espiritual al alma, está afirmado por la célebre frase de San Agustín: 

"Ninguna de las cosas graves y pesadas las hizo el Amor". 

Para entenderlo, basta observar como lo que gusta a un niño o a una persona mayor, nunca causa fatiga alguna trabajar para alcanzarla, hasta que se consigue el objeto del deseo: Por ejemplo cuando se le dice a un hijo que ayude en los trabajos caseros, contestará: "Estoy cansado", sin embargo ese mismo niño es infatigable para los juegos que necesitan grandes dosis de energía, y lo mismo ocurre con las personas mayores, para otros deseos. 

También el odio, lo opuesto al Amor, es lo que mueve a Satanás y a sus hijos a obrar el mal, pero la gran diferencia que hay entre ambos, es que el Amor verdadero nunca cansa e infunde en el alma, paz y sosiego, por eso dijo San Agustín esas palabras tan inspiradas, mientras que el odio infunde fatiga y rabia, en una palabra, el Amor produce bienestar y la salud del alma, mientras que el odio produce malestar y la enfermedad del alma. 

Y aquí, se podrían aportar multitud de pruebas en las parábolas de Jesús y en los escritos de San Juan de la Cruz, y de todos los Santos: Es por amor que todos los que recibieron las minas, de la Parábola de Jesús, lograron multiplicarlas, y la falta de Amor fue lo que hizo que el que recibió solo una, la enterró, ya que para él, el Amo era un ser desagradable, exigente e interesado, mientras que para los otros, el Amo era un Padre al que amaban, y por eso obraban con diligencia para aumentar su riqueza y su gloria. 

También están aquí las famosas palabras de San Pablo, describiendo tan acertadamente todas las cualidades del Amor: "El Amor es humilde, paciente, nunca se ofende, todo lo perdona, no se vanagloria". 

Pero en la Descripción del Amor Espiritual, y como es correspondido por Dios, nadie ha sabido describirlo tan bien como San Juan de la Cruz, en los peldaños de la Escala Mística, desde que el alma está tocada y cae enferma de Amor de Dios, pasando por un continuo obrar sin fatigarse, luego a necesitar a Dios de una manera tal, que si la Divinidad no se comunica con ella, esta morirá de pena, hasta que en el último peldaño, el alma está totalmente poseída por Dios y se funde y transforma en Él. 

Y por fin, las Palabras que se pronunciarán, y que todos oiremos en la Resurrección y el Juicio final, que tantos predicadoras tratan de olvidar:

"Venid a tomar posesión de mi Reino, porque tuve hambre y me disteis de comer, estaba sediento y me disteis de beber, enfermo y en la cárcel y me visitasteis"Por el contrario, los que incumplieron los mandamientos del Amor, oirán las terribles palabras de Jesús-Dios:

"Malditos, id al fuego eterno, preparado para Satán y sus ángeles"