MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

martes, 3 de noviembre de 2015

COMENTARIO MÍSTICO SOBRE LA PARÁBOLA DE LOS INVITADOS AL BANQUETE CELESTIAL Y ETERNO.


Jesús ha venido a este mundo para invitarnos al
 Banquete Celestial



Lucas 14,15-24.

En aquel tiempo: 
Uno de los invitados le dijo: "¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!".
Jesús le respondió: "Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: 'Vengan, todo está preparado'. 

El hombre que preparó un gran banquete, es Dios que tiene preparado para todos el Reino de los Cielos y de la Vida Eterna.

El Sirviente es el Hijo de Dios que ha venido a invitarnos a todos para enseñarnos el camino para acceder a ese banquete Celestial.

Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: 'Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes'. El segundo dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes.

El que ha comprado un campo, simboliza a las personas que deniegan la invitación porque han puesto su fe en las cosas de la Tierra.

El que ha comprado cinco yuntas de bueyes, y que tiene que ir a probarlas, simboliza a todos los que han puesto su esperanza en las cosas de este mundo, y que tienen que ir a probarlas con sus cinco sentidos corporales, que son las cinco yuntas de bueyes.

Y un tercero respondió: 'Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir'. Ruego que me disculpes'.

Ese tercero es el símbolo de los que han puesto su amor en todas las cosas del mundo, simbolizado por el matrimonio.

A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y este, irritado, le dijo: 'Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos'. 

Al enterarse Dios del rechazo de los invitados, ordena invitar entonces a los pobres de Espíritu, que son los que no han puesto su fe en las cosas del mundo, a los lisiados, los ciegos y paralíticos, que parecen ser de esta condición, las almas que no se entregan a todas las cosas del mundo.

Volvió el sirviente y dijo: 'Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar'. 

En el Cielo que es infinito como Dios, siempre sobra lugar para acoger a toda la Humanidad.

El Señor le respondió: 'Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa".

Los caminos y los cercos son el lugar donde moran todos los paganos, son la gente de toda lengua, raza y tribu con palmas del triunfo en las manos, ya que han seguido la voz de su Conciencia puesta por Dios, son los que ha visto el Apóstol San Juan en el Apocalipsis.

Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena".

Aquí está simbolizados todos los réprobos, los que heredarán el Reino de Satanás, porque han escogido libremente su doctrina y sus leyes, son todas las almas para las cuales la terrible Pasión y muerte de Jesús, habrá sido vana, lo que fue uno de los mayores sufrimientos de Jesús.

Era  lo que le recordaba insistentemente Satanás desde la Agonía de Getsemani, y que necesitó la presencia del Ángel de la Consolación para dar de beber a Jesús el cáliz en donde estaban todos los que se iban a salvar gracias a su Sacrificio. .