MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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viernes, 6 de noviembre de 2015

REFLEXIÓN DEL ÁNGEL AZARÍAS SOBRE LA PRÁCTICA RELIGIOSA DE ALGUNAS ALMAS


RETRATO DE LA GRAN MÍSTICA ITALIANA MARÍA VALTORTA





En este extraordinario comentario del Ángel de la Guardia de Mª Valtorta, están retratados muchos creyentes que  creen que la Religión consiste únicamente en prácticas religiosas, creyendo erróneamente que en la vida corriente y en los negocios, es lícito comportarse como auténticos depredadores, olvidándose por completo de los mandamientos de Dios. 

Lo más grave es que muchos pastores, se creen que la vida religiosa consiste solo en esas prácticas, asistir a misa, los Domingos y los días de precepto, confesarse una vez al año como mínimo, y apoyan incondicionalmente esta opinión, son los quietistas que predican el relativismo, que al no tener la verdadera caridad, se creen que todo el mundo tiene que ser como ellos, y que no pueden dar lo que no tienen: el verdadero amor a Dios, que siempre va ligado con el amor al prójimo necesitado.

He conocido a muchos fieles, que se creen que la Religión consiste en solo eso, y siguen con una vida impía, creyendo que la religión se practica solo dentro de las Iglesias, y fuera de ella, se comportan como grandes ateos, hablo de ciertos empresarios que se dicen católicos, que tienen personal a su servicio, y que los explotan de mala manera. Hacen muchísimo daño a la Santa Iglesia, ya que la gente al verlos, dicen: “Esos comportamientos son el fruto de lo que se les enseña”, y algunos pueden perder la fe por su culpa, por lo cual tendrán que rendir cuentas a Dios.
Recuerdo haber tenido una discusión con cierto familiar, vinculado a una Asociación religiosa, cuando, al exponer esas ideas se me rebatió con bastante acritud, lo que me obligó a incrementar el tono de mis argumentos. Terminamos tan amigos, pero nadie convenció al otro, ni dio su brazo a torcer.




REFLEXIONES DEL LIBRO DEL AZARÍAS, EL ÁNGEL
 DE LA GUARDIA DE MARÍA VALTORTA


[…] ¡Oh!, no es frecuentando los lugares de oración cómo el hombre se santifica sino con toda la vida. Vosotros llamáis impropiamente “practicar” a lo que tan solo es “frecuentar”. Frecuenta quien marcha corrientemente a un lugar, y practica el que pone por obra lo que en aquel lugar se le enseñó o aprendió. Más, ¡cuántos escribas o fariseos ven los ángeles desde el altar entre los que van una o más veces al día en los lugares de oración! ¡Cuántos!

Es preciso poner en práctica las enseñanzas, y hacer que estas y los Sacramentos fructifiquen, no por ser alabados en la Tierra y ocupar un buen puesto en el Cielo, sino por el súper espiritual deseo de honrar de este modo al Señor y de no gozar imperfectamente del alimento que Él suministra a vuestro espíritu. Es entonces cuando, verdaderamente, con la humildad y caridad de vuestras intenciones, la leche espiritual que es sinceridad, puede obrar en vosotros haciéndoos crecer en robustez.

Cualquiera meneará la cabeza diciendo: “El que es asiduo a las prácticas de piedad no puede pecar”.

¡Oh Las fornicaciones de la falsa piedad son más numerosas de lo que se cree! Muchas almas, parecidas a muchos conyugues libidinosos, hacen una doble vida, cesando una de ellas en el dintel de la Iglesia. Una vez fuera de ella, marchan a los amores adúlteros con la carne, el egoísmo y las concupiscencias. Después de alimentarse con el Bondadoso, son crueles con sus hermanos: tras purificarse con la Sangre caritativa derramada por todos, son anti caritativos mostrando sus egoísmos feroces; y habiéndose instruido con la palabra, realizan actos contrarios a las enseñanzas de la misma. 

Y, ¿no cabe llamarlos adúlteros a estos  tales? ¿No se les puede llamar embusteros?  Cuando menos: mariposas disfructuosas o bien ociosos y zumbadores moscones, que pierden el tiempo en curiosidades vanas y en vagabundeos de sensualidad espiritual; mientras que el verdadero enamorado de la leche espiritual permanece unido a este alimento, no queriendo cosa que le distraiga de él, antes va en su busca y, cual abeja laboriosa, produce después dulces licores con el mismo.


            






REFLEXIONES SOBRE EL PRIMER MANDAMIENTO: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A UNO MISMO


EL ALMA QUE DEJE LA TIERRA, SOLO  LLEVARA 
CON ELLA SUS VIRTUDES Y SUS DEFECTOS



En este mundo en donde, mientras haya vida, todo ser humano tiene la posibilidad de alcanzar la Salvación Eterna, cada individuo se desenvuelve con un grado de virtud, de perfección, o de pecado bien característicos.

Hasta los más grandes pecadores pueden alcanzar esta Salvación y Dios, sin duda alguna desea que se arrepientan y que vuelvan por el camino recto. 

Eso mismo es lo que afirma por el Profeta Ezequiel: Oráculo de Yahvé, ¿Acaso quiero Yo la muerte del malvado y no que se arrepienta de sus actos y vuelva a la Vida?. En este mundo, mientras haya vida, Dios no juzga a nadie, según lo afirma nuestro Salvador: “No he venido para condenar, pero si para que todos se salven”.

El Amor de Dios en este mundo, para los humanos, justos y pecadores es un Amor de entrega total y de gran paciencia, por eso da todo una vida, ya que la Santidad o la maldad no surgen  nunca de imprevisto, ya que necesitan una larga preparación y maduración para que los hombres se arrepientan y vuelvan por el camino recto, y aquí recuerdo el relato de Jesús:

“Un hombre plantó una higuera en un campo, y al ver que año tras año, no daba fruto, le dijo al hortelano: 

“Para que quiero yo esta higuera, arráncala y tírala al fuego", a lo cual el hortelano le contestó: “Ten aún paciencia, que yo la abonaré y la regaré, y entonces, si este año no da aún fruto, la arrancaré”. 

En este tiempo de paciencia y de misericordia, Dios trata por igual a justos y a pecadores, “Dios hace caer la lluvia sobre los buenos y los malos”, y nos ordena de hacer nosotros lo mismo, pero el grave error de muchos predicadores, es creer y hacer creer a los fieles, que en el otro mundo será igual, ese error, auspiciado por Satán y sus tenebrosos ministros, tiene como consecuencias la anestesia  de los fieles y la huida de todo sacrificio, que es precisamente lo que busca, y consigue el astuto tentador. 

Esta visión del Dios “relativista”, incapaz de condenar a nadie porque, todos somos “hijos suyos”, es un tremendo y herético error, que ha traído como consecuencia la falta de piedad de gran parte del Pueblo de Dios. ¿Por qué no quieren darse cuenta de que la filiación espiritual de los hijos de Dios, que es la que perdurará por toda la eternidad, se adquiere gracias a nuestro segundo nacimiento, como así lo explicó Jesús Dios a Nicodemo, que tiene lugar con la libre voluntad del ser humano, y por la acción del Espíritu Santo?

Y el Jesús que comparecerá al final de los tiempos, será un poderoso, justo y perfecto Juez, bien diferente de aquel Jesús, que en esta Tierra apareció como un Ser sin poder ni gloria. Muy al contrario será entonces un fabuloso y tremendo Juez, Rey del universo, y contemplaremos unos con asombro y admiración, y otros con terror, su infinita Majestad y su sublime Corte, con su ilimitado Poderío y Gloria. 

Y entonces “Escudriñará a Jerusalén con lámparas encendidas”Y, como lo dice San Juan de la Cruz, pedirá cuenta de toda palabra vana que hayamos pronunciado, examinándonos en el cumplimiento del primer mandamiento, según dijo en sus dichos de Luz y amor: "A la tarde te examinarán en el Amor, aprende a amar como Dios quiere ser amado, y deja tu condición".

Amor hacia Nuestro Creador y minucioso examen de nuestro comportamiento hacia nuestros hermanos, pagándonos con la misma moneda con la que hayamos empleado hacia los demás, lo que será la medida que inclinará la balanza o hacia la Salvación, en un Reino, que si lo pudiésemos contemplar, aunque fuera un instante, moriríamos de amor, o hacia la Condena, que si pudiéramos verla, nos haría morir de horror, según dice el mismo Jesús a María Valtorta.

Y aquí hay que subrayar un hecho importantísimo, que puede influir de una manera determinante, ya que puede hacer bascular el brazo de la balanza hacia uno u otro lado, y que dijo Jesús en su sermón de la montaña:

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Misericordia" (Mat 5,7)