MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

viernes, 15 de abril de 2016

EL ALMA TIENE TODA UNA VIDA, Y LA AYUDA DE LOS SACRAMENTOS PARA AMAR A DIOS Y A SU PRÓJIMO, Y ASÍ TRANSFORMARSE EN HIJA DE DIOS.


SOLO EL AMOR A DIOS, PUEDE AYUDAR A
 CUMPLIR ESAS RECOMENDACIONES


No guardes rencores, guarda recuerdos. No llores recuerdos, recuerda alegrías: 

El que guarde rencores, es porque se siente ofendido en su amor propio, y no sabe perdonar, porque es soberbio.  Toda persona que nos ofende tiene algo bueno; con los rencores nunca mejorará, solo guardando los buenos recuerdos, y no llorando los sufrimientos pasados que nos causó, podemos hacerlo cambiar, es la fuerza del Amor que sana, que es muy superior a la fuerza del odio, que enferma el alma. Guardar rencores es mirar para atrás; y ya sabemos lo que le pasó a la mujer de Lot: se transformó en estatua de sal.

No vivas del pasado, aprovecha el presente. Prepara el mañana, tu puedes y debes. Escucha el rol de tu vida, olvida lo que ya pasó, que ya no volverá jamás. Haz la dieta de la alegría: Una sonrisa cada mañana, y un agradecimiento al final del día.

El pasado solo nos puede servir para recordar nuestros pecados, y así tratar de no volver a caer en ellos, tenemos que aprovechar el presente para mejorar así nuestra condición, ya que Dios da una vida para poder lograrlo, obrando de esa manera preparamos el mañana, es nuestra obligación y nuestro deber, como así está escrito: El que no amasa dispersa; el que no está conmigo, está contra Mí. Tenemos que ser como las vírgenes sabias que conservaron el aceite para las lamparas pensando en el día de la venida del Esposo.

******************************

Dice San Juan de la Cruz en sus dichos
 de Luz y Amor: 

"El que la ocasión pierde, es como el que soltó el ave de la mano, que no lo volverá a cobrar".

"Pues que en la hora de la cuenta te ha de pesar de no haber empleado este tiempo en servicio de Dios. ¿Por qué no lo empleas y ordenas ahora como lo querías haber hecho a la hora que te estés muriendo?".


Llama de amor viva Canción 1,2


        “Y esta es la operación del Espíritu Santo, en el alma transformada en amor, que los actos que hace interiores es llamear, que son inflamaciones de amor, en que, unida la voluntad del alma, ama subidísimamente, hecha un amor con aquella llama.

         Y así estos actos de Amor del alma son preciosísimos, y merece más en uno y vale más que cuanto había hecho en toda su vida sin esta transformación por más que ella fuese, etc".




DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(21 DE OCTUBRE DE 1.943)


[...] Recordad que un verdadero latido de amor, que sube como una nube de incienso de las llamas de vuestro corazón enamorado de Mí, tiene para Mí un valor infinitas veces mayor que miles y miles de oraciones y ceremonias realizadas con el corazón tibio o frío.

Atraed mi Misericordia con vuestro amor. ¡Si supierais que activa y grande es mi Misericordia hacia quien me ama! Es una ola que pasa y lava cuanto constituye mancha en vosotros. Os da una estola cándida para entrar en la Ciudad santa del Cielo, en la que la Caridad del Cordero que se ha dejado inmolar por vosotros resplandece como el sol.