MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

miércoles, 22 de junio de 2016

¡AY DE LOS PUEBLOS QUE NO LE DEN CULTO A DIOS, TRIUNFARÁN SUS ENEMIGOS MÁS PODEROSOS!



Todos los grandes imperios, han crecido y ganado prosperidad, cuando los gobernantes y sus súbditos, han tenido unas conductas más justas que las de los otros pueblos vecinos, pero cuando han acabado degradándose por llevar una vida relajada, dándose a todos los placeres y orgías, como ocurrió con los imperios Griegos y romanos, entraron en decadencia, y fueron invadidos y destruidos por los pueblos que antes les estaban sometidos.

San Juan de la Cruz dice que Dios le dió a Roma el Imperio y la hegemonía sobre los pueblos vecinos, porque tenían leyes más justas que los llamados pueblos bárbaros, en su época de esplendor florecieron las letras, los artes, la arquitectura, que aún hoy día nos dejan admirados.

La caída de esos imperios fue debida no solo a sus leyes, pero al hecho de que Dios ama la virtud, y da felicidad y bienestar a los que llevan una vida decente. Eso lo vemos en las Sagradas escrituras, donde leemos en la historia de los reyes de Israel que cuando el pueblo seguía las leyes del Sinaí, entregadas por Yahvé a Moisés, el pueblo gozaba de prosperidad y de Paz, y siempre triunfaba de sus enemigos. Lo contrario ocurría siempre cuando se olvidaban de esa Ley y se entregaban a venerar los ídolos de los pueblos paganos, olvidándose por completo de que eran el pueblo elegido por Dios. 

Entonces, venían toda clase de calamidades, el triunfo de los enemigos que los deportaron y esclavizaron, pasando a cuchillo a muchos israelitas que abandonaron a Yahvé. Eso es igualmente lo que ocurre en nuestros días, los pueblos gozan de prosperidad cuando acatan las leyes justas, y cumplen con sus deberes religiosos, la Stma Virgen María les dijo a los pastorcillos de Fátima, que se iba a acabar la primera guerra mundial, y que si los hombres no se convertían, vendría otra peor: la segunda guerra mundial la mayor masacre de la historia de la humanidad.

y es que los Pueblos que dan culto a los ídolos, que no conservan la moralidad, dejándose guiar por todos los vicios, atraen hacia sí las desgracias no solo por la consecuencia de sus actos, pero también por los castigos de Dios, que nunca abandona a los que le son fieles, y castiga severamente a los impíos.

Es lo que ocurrió con el Rey de Israel sitiado en Jerusalén por las tropas asirias, mucho más potentes y poderosas y, cuando los habitantes estaban a punto de sucumbir por el hambre y la sed, e iban a ser pasados todos a cuchillo o deportados como esclavos, el Rey imploró a Yahvé diciendo: "Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para derrotar al enemigo, solo nos queda implorar tu ayuda porque no podemos rechazar al invasor". 

Como era un Rey justo que veneraba a su Dios, el Todopoderoso escuchó sus súplicas, al día siguiente los asirios levantaron el campo de asedio y se marcharon por culpa de una terrible epidemia de peste que había empezado a diezmar a sus tropas.



DEL POEMA DEL HOMBRE DIOS 
(TOMO 9, ESCRITO DEL 2-4-1.947)


Dice Jesús:

[...] Venid y escuchad bien. Ayer queríais saber muchas de las cosas que voy a decir ahora. A ellas aludí vagamente mientras descansábamos en el huerto de José. Así que, estad bien atentos porque son grandes lecciones para todos, sobre todo para vosotros, ministros y continuadores míos.

Oíd. En la cátedra de Moisés en el momento justo, se sentaron escribas y fariseos. Tiempos tristes, esos, para la Patria. Terminado el destierro de Babilonia, reconstruida la Nación por magnanimidad de Ciro, los dirigentes del Pueblo sintieron la necesidad de reconstruir también el culto y el conocimiento de la Ley.

Porque ¡¡Ay de aquel Pueblo que no los tenga como defensa, guía y apoyo contra los enemigos más poderosos de la Nación, que son la inmoralidad de los ciudadanos, la rebelión contra los jefes, la desunión entre las distintas clases y grupos, los pecados contra Dios y contra el prójimo, la irreligiosidad, elementos todos que son disgregadores por sí mismos y por los castigos celestes que provocan!!

[...] Surgieron como ayuda los sacerdotes, que eran insuficientes en número para acometer la tarea de adoctrinar a las multitudes. Un laicado culto y dedicado a honrar al Señor, llevando al conocimiento de Él a los hombres, y los hombres a Él; tuvo su razón de ser, e incluso hizo un bien. Porque recordad esto todos, incluso las cosas que por debilidad humana, luego degeneran, como fue esta que se corrompió en el transcurso de los tiempos, tienen siempre algo bueno, y una razón - al menos inicial - de ser, y es por eso que el Altísimo permite que surjan y se mantengan hasta que, colmada la medida de su degradación, Él las desbarata.

Vino luego, de la transformación de la secta de los Asideos, la otra secta, la de los fariseos, surgida para sostener con la más rígida moral la más intransigente obediencia a la Ley de Moisés y el espíritu de independencia de nuestro Pueblo, cuando el partido helenista - que se había formado por las presiones y seducciones que comenzaron en tiempo de Antióco Epifanes, y que pronto se transformaron en persecuciones contra los que no cedían a las presiones de este hombre astuto que más que con sus armas, contaba con la disgregación de la fe en los corazones - ,buscando reinar en nuestra Patria trataba de esclavizarnos.


TÁCTICAS Y TENTACIONES DE LUCIFER EN SU INFATIGABLE LUCHA CONTRA DIOS Y SU SANTA IGLESIA CATÓLICA..


MUY EXTRAÑA Y ESCALOFRIANTE ORQUÍDEA,
FLOR QUE NOS RECUERDA
AL ÁNGEL NEGRO


Cuando Jesús cargó en Getsemaní con todos los pecados de la Humanidad, fue abandonado por su Padre, lo que perdonó el pecado de Adán, pero fue sobre todo cuando también lo abandonó en la Cruz, cuando se oyeron entonces las palabras que rubricaron la derrota definitiva de Lucifer : "¿Dios mío, por qué me has abandonado?", fue entonces cuando el ángel caído, y todos sus sicarios comprendieron que su lucha estaba perdida, se oyó el clamor de todos los seres del Reino de las Tinieblas, fue el grito de rabia y desesperación por la derrota definitiva, ya que nunca volverían al Paraíso que perdieron, del que fueron expulsados y que aún esperaban recuperar con la derrota de Jesús.

Porque Adán era un hombre, y Jesús con ese abandono fue por un momento solo hombre, Ser que tenía la ayuda del Espíritu Santo, pero no la unión con su Padre en esta Tierra, y por eso logró rescatar a los humanos que acatarían su Doctrina, porque Adán que era hombre pecó y solo lo podría rescatar un ser semejante a él y no Dios. Por eso Lucifer despegó toda su artillería pesada, que fueron todos los demonios que estaban en la condena de Jesús en el Sanedrín, con Pilatos, con Herodes y con todo el pueblo Judío que vociferaba para que liberaran a Barrabás y crucificáran a Jesús. También estaba Lucifer al lado de Jesús esforzándose de demostrarle que su Sacrificio era inútil, para que no llegara ese momento de abandono del Padre, que sentenciaría la definitiva derrota suya y la de todas sus hordas infernales.



ORDENES TAJANTES DE LUCIFER EN SU INFATIGABLE LUCHA CONTRA DIOS.



Ordeno a todos mis subordinados, Tronos, Dominaciones, Arcángeles, Ángeles, que están encargados de hacer cumplir mis órdenes en cada País, en cada Ciudad, en cada persona, que acaten las órdenes siguientes al pie de la letra, ya que le lucha final está ya cerca, empleando todos los medios a su alcance para derrotar los planes de Dios.

Hemos conseguido una grandísima victoria al hacer desaparecer el sentido del pecado en el mundo, ya que reina el relativismo, y ya no se cree en la acción nuestra que ya se considera como un invento de la Inquisición.

Habiendo sido arrojados de nuestra morada celestial por el horrible dragón Miguel, después de una lucha encarnizada, que perdimos por culpa de la mujer vestida de sol y coronada con doce estrellas que nos cegaron, conquistamos una obra de Dios: el mundo material, triunfando de una manera absoluta sobre sus planes, que querían ofrecer el Reino celestial que nos pertenecía, a esas horribles criaturas, verdaderas cucarachas humanas.

Ya había avisado al Hijo de Dios, cuando ayunaba en el desierto: “tu sacrificio es inútil, los hombres solo entienden de vicios y placeres”, pero se perdió la batalla a pesar de todos nuestros esfuerzos, cuando perdimos toda esperanza de que el Sacrificio de redención de la Cruz no fuera válido.

Pero gracias a la libertad que impera en el mundo, la mayor parte de la Humanidad serán nuestros esclavos, servidores, y sufrirán nuestras torturas para siempre, nos consolaremos de nuestra definitiva derrota, ya que los condenados serán para siempre nuestros, y nunca podrán recurrir a ningún tribunal que los defienda.

Sigamos luchando con ahínco y sin descanso, para arrebatar el mayor número posible de almas a Dios, será nuestro único consuelo y nuestra venganza hacia ese Dios que las habrá creado para su perdición, por lo cual lo irán maldiciendo para siempre en el mundo sin fin.

Estas afirmaciones sobre la esclavitud y la tortura de Satanás con los condenados, aunque puedan parecer infantiles y extravagantes, están corroboradas por Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia, en el libro de su vida, en donde relata cómo vio a los demonios jugando con el cuerpo de un muerto que estaba en un ataúd a la puerta de una Iglesia, antes de entrar en la misma para la misa de difuntos, lo que le hizo decir: "Si tratan así a su cuerpo, ¿Qué no harán con su alma?".