MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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martes, 8 de noviembre de 2016

JESÚS TIENE QUE ESTAR ELEVADO DE LA TIERRA, PARA QUE LOS QUE LE MIREN PUEDAN CURARSE DEL VENENO DE LAS SERPIENTES



Dijo Yahveh a Moisés: coloca una serpiente de
bronce en lo alto de un asta.


Números 21, 4-9
La serpiente de bronce


Partiéronse del monte de Or, en dirección al mar rojo, rodeando la tierra de Edom; y el pueblo impaciente murmuraba por el camino contra Dios y contra Moisés diciendo: "¿Por qué nos habéis sacado de Egipto a morir en el desierto? no hay pan ni agua, y estamos ya cansados de un tan ligero manjar como este". Mandó entonces Yavé contra el pueblo serpientes venenosas que los mordían y murió mucha gente de Israel.

El pueblo fue entonces a Moisés.y le dijo: "Hemos pecado, murmurando contra Yavé y contra tí; pide a Yavé que aleje de nosotros a las serpientes" Moisés intercedió por el Pueblo, y Yavé dijo a Moisés: "Hazte una serpiente de bronce y ponla sobre un asta y cuantos mordidos la miren, sanarán". Hizo pues Moisés una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguno estaba mordido por una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se curaba.

Espiritualmente hablando, este tránsito del pueblo Judío por el desierto, para alcanzar la tierra prometida, es una profecía del pueblo de Dios, que es la humanidad redimida de la esclavitud del pecado, que era lo equivalente a lo que hacían los Judíos en la esclavitud de Egipto, ya que su vida transcurría amasando barro con paja para hacer ladrillos para el Faraón. Esta Redención de los Judíos por los prodigios de Moisés y de Aarón, es también la Profecía de la Redención universal operada por Cristo Jesús con su naturaleza divina (Moisés, que no puede hablar con el Faráon), y su naturaleza humana (Aarón que era el que podía hablar con él).

En este episodio el Pueblo se rebela contra Yavé y Moisés, por las marchas forzosas por el desierto, que es la vida de un creyente que tiene que renunciar a los atractivos del mundo, y donde se alimentaban con el maná, que es el símbolo de la Eucaristía, el alimento espiritual del alma. Esta rebelión simboliza también lo que ocurre con los creyentes de hoy, día cuando se entregan al pecado, y vuelven a la esclavitud.

Ese pecado es el veneno inoculado por Satanás, que causa en muchos la muerte del alma, son los israelitas muertos por la mordedura de las serpientes.
Solo cuando el Pueblo se arrepiente, es cuando Yaveh manda levantar una serpiente de bronce en lo alto de una asta, que es el símbolo de Cristo en la Cruz, para que los que la miren, es decir los que contemplen a Jesús crucificado, y crean en Él, se libren de morir envenenados, por el veneno que es el pecado, y que consigan la vida eterna. 


EVANGELIO DE SAN JUAN
(3, 14-16)


A la manera que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es preciso que sea levantado el Hijo del hombre, para todo el que creyere en Él, tenga la vida eterna.

Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito hijo, para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga la vida eterna; pues Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para que juzgue al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. 

Aquí, creo que hay que aclarar que creer en Jesús, no es suficiente, ya que los demonios también creen en Él: creer es asumir su Doctrina y cambiar de vida, es un gravísimo error pensar que solo la fe sin obras es suficiente como así lo creen las sectas protestantes, ya que si aquí en este mundo, Dios perdona esperando a que se produzca un cambio.

En el día del Juicio no será así, Jesús cambiará su bastón de Pastor, por su Cetro Real, y su Justicia será inexorable, cosa que no entienden muchos "maestrillos espirituales", que son los relativistas y quietistas, que rechazan las palabras del Evangelio que explica claramente como será el Juicio final, que son un premio y un castigo eternos de una gracia y una desgracia indescriptibles.