MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 19 de noviembre de 2016

FIESTA DE CRISTO REY: JESÚS QUE ES EL REY DEL UNIVERSO, Y QUE HA PASADO HACIENDO EL BIEN, HA SIDO TRATADO COMO UN MALHECHOR., EL DÍA DEL JUICIO, CADA CUAL RECIBIRÁ SU MERECIDO

Cristo Pantocrator, Supremo Rey eterno, Juez de la Humanidad y vencedor de Satanás





FIESTA DE CRISTO REY 

     Jesús habla aquí sobre la resurrección de Lázaro, explica muchos puntos oscuros sobre este milagro tan importante, que se realizó en los umbrales de su Pasión y Muerte. Aquí está explicada la causa de por qué hoy día ya no hay milagros, y es porque la gente no los pide con amor, sino con prepotencia. Las doctrinas de Satán han arruinado cada vez más a las almas. Aquí están también descritas las tres causas por las cuales lloró Jesús, y la ingratitud de la Humanidad ante su sublime sacrificio.

     Sublime y terrible prédica  de Jesús. en donde se ve que su Doctrina no ha cambiado, a pesar de presentarla hoy día como relativista, "descafeinada", y con obligaciones "lights", y  de haber intentado también dulcificar sus mandamientos, pasando de llamarla Iglesia militante a "Iglesia peregrina", como si la Vida fuera una alegre y amena peregrinación. 




COMENTARIOS DE JESÚS SOBRE LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO

 (De las Revelaciones a María Valtorta)


     Dice Jesús:
     “Habría podido intervenir a tiempo para impedir la muerte de Lázaro. Pero no quise hacerlo. Sabía que esta resurrección sería una arma de doble filo, porque convertiría a los judíos de pensamiento recto y haría más rencorosos a los de pensamiento no recto. De estos, y al son de esta última manifestación de mi poder, provendría mi sentencia de muerte. 



Pero había venido al mundo para esto, y la hora había madurado para que esto se cumpliera. También podría haber ido donde Lázaro inmediatamente, pero necesitaba convencer a los incrédulos más obstinados, con la resurrección, a partir de un estado de descomposición ya avanzado, y también a mis apóstoles, que destinados a llevar mi fe al mundo, tenían necesidad de poseer una fe fortalecida por milagros excelentes.

     En los apóstoles había mucha humanidad, ya lo he dicho. No era este un obstáculo insuperable, más bien era una lógica consecuencia de hombres llamados a ser míos a una edad ya adulta. No se cambia una mentalidad, una forma mentis, de un día para otro. Y Yo, en mi Sabiduría, no quise tampoco elegir y educar a niños y formarlos según mi pensamiento para hacer de ellos mis Apóstoles. 



Habría podido hacerlo, para que las almas no me criticaran el haber despreciado a aquellos que no son inocentes y alegaran como disculpa y justificación el que, también Yo había justificado con mi elección que quienes están ya formados no pueden cambiar. No, todo se puede cambiar si se quiere. Y, efectivamente, Yo de pusilámines, pendencieros, usureros, sensuales, incrédulos, hice mártires, santos, evangelizadores del mundo. Solo el que no quiso, no cambió.

     Yo amé, y amo al pequeño y al débil – tú, eres un ejemplo de ello -, con tal de que tengan la voluntad de amarme y de seguirme, y de estas “nadas” hago mis predilectos, mis amigos, mis ministros. Y me sigo sirviendo de ellos, y es un milagro continuo que hago, para llevar a los otros a creer en mí, a no ahogar las posibilidades de milagro. ¡Qué débil es ahora esta posibilidad!: cual lámpara a la que le falta el aceite, esta posibilidad agoniza y muere, ahogada por la escasa o inexistente fe en el Dios del milagro.

      Hay dos formas de prepotencia al pedir el milagro. A una, Dios cede con amor; a la otra le vuelve las espaldas desdeñado. La primera es la que pide como Yo he enseñado a pedir, sin desconfianza ni cansancio, y no admite que Dios no pueda escucharla, porque Dios es bueno y el que es bueno, siempre escucha, porque Dios es Poderoso y lo puede todo. Esta forma es amor, y Dios concede a quien ama.

     La otra es la prepotencia de los rebeldes que quieren que Dios sea su siervo y que se humille ante sus maldades y que le den a ellos lo que ellos no le dan a Él: amor y obediencia. Esta forma es una ofensa, que Dios castiga negando sus gracias.

Os quejáis de que Yo ya no efectúo los milagros colectivos. ¿Cómo podría efectuarlos? ¿Dónde están las colectividades que creen en Mí? ¿Dónde los verdaderos creyentes? ¿Cuántos son en una colectividad los verdaderos creyentes? Cuales flores supervivientes en un monte quemado por un incendio, así veo Yo, de vez en cuando, un espíritu creyente, el resto lo ha quemado Satanás con sus doctrinas. Y cada vez lo quemará más.

Os ruego que tengáis presente, para regla vuestra sobrenatural, mi respuesta a Tomás. No se puede ser verdadero discípulo mío si uno no sabe dar a la vida humana el peso que le conviene, como medio para conquistar la Vida verdadera, no como fin. 

El que quiera salvar su vida en este mundo, perderá la Vida eterna. Lo dije y lo repito ¿Qué son las pruebas? La nube que pasa. El Cielo permanece y os espera más allá de la prueba.

Yo he conquistado el Cielo para vosotros con mi heroísmo. Vosotros debéis imitarme. El heroísmo no solo está reservado a aquellos que deben conocer el martirio. La vida cristiana es un continuo heroísmo, porque es una continua lucha contra el mundo, el demonio y la carne. Yo no os fuerzo a seguirme. Os dejo libres. Pero hipócritas no os acepto. O conmigo y como Yo, o contra mí. Cierto es que no podéis engañarme. A mi, no me podéis engañar. Y Yo no desciendo a pactos con el enemigo. Si lo preferís antes que a mí, no podéis pensar tenerme a mí por Amigo al mismo tiempo. O él o Yo, elegid.

     El dolor de Marta es distinto del de María, debido a la distinta psicología de las dos hermanas y al distinto modo de comportarse que habían tenido. ¡Dichosos aquellos que se comportan de forma que no tienen luego el remordimiento de haber causado dolor a alguien que ahora está muerto y que ya no puede ser consolado del dolor que se le causó. Pero cuanto más dichoso es aquel que no tiene el remordimiento de haber causado dolor a su Dios, a mí, a Jesús, y no teme su encuentro conmigo, antes al contrario suspira por este encuentro, como alegría ansiosamente soñada  durante toda la vida y por fin alcanzada!

     Yo soy vuestro Padre, Hermano, Amigo. ¿Por qué, entonces, me herís tantas veces? ¿Sabéis cuánto os queda de vida todavía? ¿De vida para hacer reparación? No lo sabéis. Pues entonces, hora tras hora, día tras día, obrad bien, siempre bien. Me haréis siempre feliz. Y cuando llegue a vosotros el dolor -  porque el dolor es santificación, es la mirra que preserva de la corrupción de la carnalidad – tendréis siempre en vosotros la certidumbre de que os amo, y que os amo, incluso en ese dolor, y siempre tendréis la paz que proviene de mi amor. Tú, pequeño Juan, sabes si sé consolar incluso en el dolor.

     En mi oración al Padre, se repitió cuanto he dicho al principio, era necesario zarandear con un milagro extraordinario la obtusidad de los judíos y del mundo en general. Y la resurrección de una persona sepultada desde hace cuatro días, y que había descendido a la tumba después de una larga, crónica, repugnante, conocida enfermedad, no era nada que debería dejar indiferente a nadie, y tampoco en duda. Si lo hubiera curado mientras vivía,  o si hubiera infundido en él el espíritu inmediatamente después de muerto, la mordacidad de los enemigos hubiera podido crear dudas acerca de la identidad del milagro.

     Pero el hedor del cadáver, la podredumbre de las vendas, el largo tiempo pasado en el sepulcro, no permitían dudas. Y – el milagro en el milagro – quise que a Lázaro le quitaran las vendas y le limpiaran en presencia de todos, para que se viera que había vuelto no solo la vida, sino también la integridad de los miembros  donde antes, la carne ulcerada había introducido en la carne gérmenes de muerte. Al conceder una gracia, doy siempre mucho más de lo que pedís.

     Lloré delante de la tumba de Lázaro. Y se ha dado muchos nombres a ese llanto. Pero, antes de nada, sabed que las gracias se obtienen – ambas cosas unidas – con dolor y fe segura en el Eterno. Lloré no tanto por la pérdida del amigo y por el dolor de las hermanas, pero porque, como un fondo submarino que se agita, afloraron en aquella hora, más vivas que nunca, tres ideas que, como tres clavos, habían traspasado desde tiempo mi corazón.

  
-La constatación de la ruina a la que había llevado Satanás al hombre seduciéndolo al mal. Ruina cuya condena humana era el dolor y la muerte. La muerte física, emblema y metáfora viva de la muerte espiritual, que la culpa procura al alma hundiéndola – a ella, que es reina destinada a vivir en el reino de la Luz – en las tinieblas infernales.

-LA PERSUASIÓN DE QUE NI SIQUIERA ESTE MILAGRO, PUESTO CASI COMO COROLARIO SUBLIME DE TRES AÑOS DE EVANGELIZACIÓN, CONVENCERÍA AL MUNDO JUDÍO ACERCA DE LA VERDAD DE QUE YO ERA PORTADOR. Y QUE NINGÚN MILAGRO IBA A CONVERTIR PARA CRISTO AL MUNDO QUE HABRÍA DE VENIR.

¡OH, QUE DOLOR DE ESTAR PRÓXIMO A LA MUERTE POR TAN POCOS!

-LA VISIÓN MENTAL DE MI PRÓXIMA MUERTE. ERA DIOS, PERO TAMBIÉN ERA HOMBRE. Y PARA SER REDENTOR DEBÍA SENTIR EL PESO DE LA EXPIACIÓN; POR TANTO TAMBIÉN EL HORROR DE LA MUERTE, DE ESA MUERTE. YO ERA UNO QUE VIVÍA, QUE ESTABA SANO; Y QUE ME DECÍA A MÍ MISMO: “PRONTO ESTARÉ MUERTO, ESTARÉ EN UN SEPULCRO COMO LÁZARO. PRONTO TENDRÉ POR COMPAÑERA A LA MÁS ATROZ DE LAS AGONÍAS. DEBO MORIR”.

LA BONDAD DE DIOS OS EXONERA DEL CONOCIMIENTO FUTURO. PERO YO NO FUI EXONERADO DE ELLO.


Vosotros que os quejáis de vuestra condición. Ninguna fue más triste que la mía, porque tuve la constante presciencia de todo lo que me iba a suceder, unida a ella a la pobreza, las incomodidades, los comportamientos malévolos que me acompañaron desde el nacimiento hasta la muerte.
No os quejéis pues y esperad en Mí.

OS DOY MI PAZ”






QUE ES LA GRACIA DE DIOS, ¿POR QUÉ UNOS SON FIELES A LA GRACIA, Y OTROS LA RECHAZAN?, EL MISTERIO DE LA PREDESTINACIÓN

LAS TRES POTENCIAS DEL ALMA CAPTANDO Y
FILTRANDO LA GRACIA DE DIOS


PARA ESO HEMOS NACIDO Y SE HA CREADO EL MUNDO: 
PARA LLEGAR A CONOCER Y AMAR A DIOS.

LAS TRES POTENCIAS DEL ALMA, TIENEN QUE ESTAR PREPARADAS
  PARA PODER LOGRARLO.

La fotografía de esta bella y extraña flor, recuerda como el alma humana tiene una corola parecida a una antena parabólica, que capta la gracia de Dios para trasmitirla a sus tres potencias: Memoria, Entendimiento y Voluntad, que como lo dice San Juan de la Cruz, tienen que vaciarse del todo para poder recibirla, y así hacerse apta para renacer y alcanzar la Salvación Eterna, como lo dijo Jesús a Nicodemo.

Satanás, el eterno e incansable enemigo de Dios lo sabe, por eso, también emite y envía señales falsas, y si el alma no es precavida - careciendo del santo temor de Dios, es decir si la soberbia la invade - el alma caerá en el error, dejándose engañar, y se apartará de Dios.  

Y eso es lo que ocurre con la innumerable retahíla de sectas protestantes, y también de teólogos y consagrados, que se han apartado de la Santa Iglesia Católica, fuera de la cual no hay seguridad alguna, como lo dijo Jesús al fundar su Santa Iglesia Católica: "Las puertas del Infierno no prevalecerán en ella".

Al analizar la corola de esta flor, se puede ver, como así ocurre en las antenas que quieren captar las posibles señales extraterrestres, como todas las ondas van dirigidas a un receptor central que recoge todas la información, y la filtra a través de un bulbo esférico, que es la Iglesia Católica heredera de la promesa de Dios, la cual distingue la verdadera señal, descartando la señal falsa que es nociva para el alma.




           Dice Jesús a María Valtorta:



[...] Recuerda solamente esto:
La Gracia es poseer al Padre, vivir en el Padre; la Gracia es poseer al Hijo, gozar de los méritos infinitos del Hijo; la Gracia es poseer el Espíritu Santo, disfrutar de sus siete dones. La Gracia, en fin, es poseernos a Nosotros, Dios Uno y Trino, y tener alrededor de vuestra persona mortal, las legiones de Ángeles que nos adoran en vosotros.

Un alma que pierde la Gracia, lo pierde todo. Inútilmente para ella, el Padre la ha creado, inútilmente para ella, el Hijo la ha redimido, inútilmente para ella el Espíritu Santo le ha infundido sus dones, inútilmente para ella están los Sacramentos. Está muerta. Rama podrida que bajo la acción corrosiva del pecado se separa y cae del árbol vital y termina de corromperse en el barro. Si un alma supiera conservarse como es después del Bautismo y después de la Confirmación, esto es, cuando ella está embebida literalmente de la Gracia, aquella alma sería poco menor a Dios. Y que esto te lo diga todo.


Cuando leéis los prodigios de mis Santos os sorprendéis. Pero, querida mía, no hay nada de asombroso. Mis Santos eran criaturas que poseían la Gracia, eran dioses, por esto, porque la Gracia os deifica. ¿Acaso no dije Yo en mi Evangelio que los míos harán los mismos Prodigios que Yo hago? Pero para ser míos, es necesario vivir de mi Vida, esto es, de la vida de la Gracia.

No todas las almas en gracia poseen la Gracia en la misma medida. No por qué Nosotros se la infundamos en medida distinta, sino porque de distinta manera la sabéis conservar entre vosotros. El pecado mortal destruye la Gracia, el pecado venial la resquebraja, las imperfecciones la debilitan.

Hay almas, no del todo malas que languidecen en una tisis espiritual porque, con su inercia, que las empuja a cometer continuas imperfecciones, enflaquecen cada vez mas la Gracia, haciéndola un hilo debilísimo, una llamita languideciente. Mientras debía de ser un fuego, un incendio vivo, bello, purificador.
El mundo se derrumba porque se derrumba la Gracia en casi la totalidad de las almas, y en las demás languidece.

La Gracia da frutos distintos, según esté más o menos viva en vuestro corazón. Una tierra es más fértil cuando más rica es de elementos y beneficiada por el sol, por el agua, por las corrientes aéreas. Hay tierras secas, estériles, que inútilmente están regadas por el agua, calentadas por el sol, agitadas por los vientos. Lo mismo es en las almas. Hay almas que con cada ocasión se cargan de elementos vitales y por ello logran disfrutar al cien por cien los efectos de la Gracia.

Los elementos vitales son: vivir según mi Ley, castos, misericordiosos, humildes, amorosos de Dios y del prójimo; es vivir de oración “viva”. Entonces la Gracia crece, florece, echa raíces profundas y se eleva en árbol de vida eterna. Entonces el Espíritu Santo, como un sol, inunda con sus siete rayos, de sus siete dones; entonces Yo, Hijo, os penetro con la lluvia divina de mi Sangre; entonces el Padre os mira con complacencia viendo en vosotros su semejanza; entonces María os acaricia estrechándoos contra su seno en el que me ha llevado a Mí como a sus hijitos menores pero queridos, queridos por su Corazón; entonces los nueve coros angélicos hacen corona a vuestra alma, templo de Dios y cantan el “Gloria” sublime; entonces vuestra muerte es Vida y vuestra Vida es Bienaventuranza en mi Reino”.