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domingo, 24 de enero de 2016

EL INFINITO PODER DE LA HUMILDE ORACIÓN, ES EL ARMA MÁS PODEROSA PORQUE ACTIVA LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO, LA FUERZA DE DIOS.

Dice la Stma. Virgen María, dirigiéndose a Dios con el pañuelo
en la mano: Pues me hicísteis tal favor que me elijisteis por Madre,
os ruego a vos como Padre que perdonéis al pecador.
(Pintura del Siglo XIV)



La Santísima Virgen de Fátima dijo a los Pastorcillos: “¡Cuanta gente se condena, porque no hay nadie que rece por ellos!”, Por eso recomendó rezar en cada misterio del Rosario: "Oh, Jesús, preservarnos del fuego del Infierno, llevad todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas de vuestra Misericordia".

Y ese es el inmenso poder del Amor, que es el medio más eficaz para conseguir la salvación de las más atroces de todas las condenas: la muerte del alma, la condenación eterna, es el arma de Dios Todopoderoso, que derrota estrepitosamente a Satanás, poniéndolo en fuga, amor que para que sea verdadero y eficaz, tiene que  provenir de un alma humilde y obediente, ya que el que dice que ama a Dios, y no tiene esos atributos es un solemne embustero.

Dios es el ser más Misericordioso, que podamos imaginar, basta un gesto de humildad y de arrepentimiento, para que un alma se salve, lo que deja impotente a Dios es la soberbia, que es el pecado contra el Espíritu, que dijo Jesús que nunca será perdonado ni en la Tierra ni en el Cielo, y es que el pecado contra el Espíritu es precisamente el pecado contra el Amor que es el Espíritu Santo, es la Soberbia de Satanás que dijo: "No serviré", lo contrario de la Stma. Virgen María que dijo al Arcángel Gabriel: "Hágase en Mí según tu palabra".
  

He leído que una mujer dedicada a la prostitución, se tiró desde un tren en marcha en las vías de otro tren que venía en sentido contrario, diciendo: "Así no ofenderé nunca más a Dios", cuentan que se apareció a un alma y que le dijo que por esta frase alcanzó la Vida Eterna.


DEL EVANGELIO TAL COMO ME HA SIDO REVELADO DE Mª VALTORTA.



Dice Jesús a Pedro que se quejaba de la paciencia que tenía con Judas:

           “Efectivamente, saber callar es una gran Virtud. Pero debes saber que, el prever más o menos exactamente el futuro de un corazón no dispensa a nadie de perseverar hasta el final para apartarlo de la ruina. 

        No caigas tu también en el fatalismo de los Fariseos que sostienen que lo que está destinado debe cumplirse y nada impide el cumplimiento de lo que está destinado; razón por la cual avalan también sus culpas y avalarán el último acto de su odio hacia Mí.

          Muchas veces Dios está esperando el sacrificio de un corazón – que supera sus náuseas y sentimientos de desdén, sus antipatías, incluso justificadas - para arrancar a un espíritu del pantano en que se está hundiendo.

        Si, y os lo digo. Muchas veces Dios (El Omnipotente, el Todo) espera a que una criatura (una nada) haga o no haga un sacrificio, una oración para signar o no signar la condena de un espíritu.

         Nunca es tarde, nunca es demasiado tarde para intentar salvar un alma. Yo os daré prueba de ello. Incluso a las puertas de la muerte, cuando tanto el pecador como el justo que por el se aflige, están próximos a dejar la Tierra para ir al primer Juicio de Dios, siempre es posible salvar y ser salvados. Entre la copa y los labios, dice el proverbio, siempre hay lugar para la muerte.

        Y Yo digo: entre la extrema agonía y la muerte hay siempre tiempo para obtener un perdón, para uno mismo o para aquellos que queremos sean perdonados” (Pág. 135)

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