La Santísima Virgen de Fátima dijo a los Pastorcillos: “¡Cuanta gente se condena, porque no hay nadie que rece por ellos!”, Por eso recomendó rezar en cada misterio del Rosario: "Oh, Jesús, preservarnos del fuego del Infierno, llevad todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas de vuestra Misericordia".
Y ese es el inmenso poder del Amor, que es el medio más eficaz para conseguir la salvación de las más atroces de todas las condenas: la muerte del alma, la condenación eterna, es el arma de Dios Todopoderoso, que derrota estrepitosamente a Satanás, poniéndolo en fuga, amor que para que sea verdadero y eficaz, tiene que provenir de un alma humilde y obediente, ya que el que dice que ama a Dios, y no tiene esos atributos es un solemne embustero.
Dios es el ser más Misericordioso, que podamos imaginar, basta un gesto de humildad y de arrepentimiento, para que un alma se salve, lo que deja impotente a Dios es la soberbia, que es el pecado contra el Espíritu, que dijo Jesús que nunca será perdonado ni en la Tierra ni en el Cielo, y es que el pecado contra el Espíritu es precisamente el pecado contra el Amor que es el Espíritu Santo, es la Soberbia de Satanás que dijo: "No serviré", lo contrario de la Stma. Virgen María que dijo al Arcángel Gabriel: "Hágase en Mí según tu palabra".
He leído que una mujer dedicada a la prostitución, se tiró desde un tren en marcha en las vías de otro tren que venía en sentido contrario, diciendo: "Así no ofenderé nunca más a Dios", cuentan que se apareció a un alma y que le dijo que por esta frase alcanzó la Vida Eterna.
DEL EVANGELIO TAL COMO ME HA SIDO REVELADO DE Mª VALTORTA.
Dice Jesús a Pedro que se quejaba de la paciencia que tenía con Judas:
“Efectivamente, saber callar es una gran Virtud. Pero debes saber que, el prever más o menos exactamente el futuro de un corazón no dispensa a nadie de perseverar hasta el final para apartarlo de la ruina.
No caigas tu también en el fatalismo de los Fariseos que sostienen que lo que está destinado debe cumplirse y nada impide el cumplimiento de lo que está destinado; razón por la cual avalan también sus culpas y avalarán el último acto de su odio hacia Mí.
Muchas veces Dios está esperando el sacrificio de un corazón – que supera sus náuseas y sentimientos de desdén, sus antipatías, incluso justificadas - para arrancar a un espíritu del pantano en que se está hundiendo.
Si, y os lo digo. Muchas veces Dios (El Omnipotente, el Todo) espera a que una criatura (una nada) haga o no haga un sacrificio, una oración para signar o no signar la condena de un espíritu.
Nunca es tarde, nunca es demasiado tarde para intentar salvar un alma. Yo os daré prueba de ello. Incluso a las puertas de la muerte, cuando tanto el pecador como el justo que por el se aflige, están próximos a dejar la Tierra para ir al primer Juicio de Dios, siempre es posible salvar y ser salvados. Entre la copa y los labios, dice el proverbio, siempre hay lugar para la muerte.
Y Yo digo: entre la extrema agonía y la muerte hay siempre tiempo para obtener un perdón, para uno mismo o para aquellos que queremos sean perdonados” (Pág. 135)
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