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miércoles, 9 de marzo de 2016

EL 8 DE MARZO DE 2.016 FIESTA DE SAN JUAN DE DIOS, COPATRONO DE GRANADA.

MUY ANTIGUA ESTATUA DE SAN JUAN DE DIOS
 EN SU BASÍLICA DE GRANADA




Este grandísimo Santo, que vivió en Granada, es hoy famoso en todo el mundo, vivió en Granada por los años 1,550, época de oro de España cuando era la Nación más fuerte del mundo conocido, y donde vivían Santos de la talla de San Juan de la Cruz, de Santa Teresa de Jesús, de San Pedro de Alcántara, de San Juan de Ávila, y tantas almas que no han pasado a la historia, pero que se entregaron a Dios.

Era una época, en donde en otras naciones, como en Francia, Alemania, Inglaterra, se desarrollaba la reforma Protestante, y las terribles guerras de religión, guerras que no se llegaron a ocurrir en España, gracias a la Inquisición, como así lo reconoció el célebre escritor francés Voltaire, que era anticlerical convencido y enemigo acérrimo de la Iglesia. La Inquisición, que por culpa de la Leyenda negra, promovida por Inglaterra y los Luteranos, causó muchos menos muertos en toda su historia que durante el reinado del criminal Enrique VIII y de su fanática hija Elisabeth.

A San Juan de Dios, Santo de origen portugués, como San Antonio de Padua, Jesús le dijo: "Granada será tu Cruz", y en esta ciudad desarrolló su labor con los más pobres, recogiéndo por las calles, los enfermos y cargando con ellos para llevarlos al hospital. El Señor le ofreció la corona de espinas, que llevó sin acritud, su prédica favorita era pedir diciendo: "Socorrer a los pobres, y le haréis un gran bien a ellos y también a vosotros, porque en el día del Juicio, todo lo que le habréis dado a los pobres, se lo habréis dado a Jesús, porque Él está entre ellos".

San juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, solía relatar en su catecismo, con las lágrimas en los ojos - ya que Dios le había dado el don de las lágrimas, que el Señor otorga a los que tienen un inmenso amor a Dios -  que un día al lavar los pies a un pobre, San Juan de Dios vio en uno de ellos las llagas del crucificado, y le preguntó, con estremecimiento. ¿Pero eres tú, Jesús?

Cuando creció su fama, y que estaba enfermo, se recogió en casa de los Pisas, una noble familia, por orden del Arzobispo, ya que él no quería ir allí. Al sentirse morir, se puso de rodillas al lado de la cama, y así lo encontraron muerto, aún se puede visitar esa casa en Granada conservada como museo.




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