El Espíritu Santo, que es el motor del Universo visible e invisible, es como lo explica San Juan de la Cruz un fuego de Amor, que se aplica directamente a todas las almas, como el fuego a un tronco de madera, lo primero que hace es transformar esa madera en una brasa de fuego, para hacerla semejante a Él. Pero la madera para poder transformarse en una brasa de fuego tiene que desprender toda la humedad, que se produce por el calor que la envuelve, es el humo y el sudor que rezuma, hasta que se haya eliminado, es entonces cuando la madera puede transformarse en fuego.
Lo mismo ocurre con las almas, antes de transformarlas en fuego de Amor, tienen que depurarse de sus imperfecciones que son el humo y el sudor, que en contacto con la Divinidad tienen que desaparecer, lo que produce una transformación de la madera que pasa de ser un material verde a un material seco, despojándola de su naturaleza primitiva, es el padecimiento de las almas que se purgan en esta tierra y en el Purgatorio.
ORACIÓN
AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Creador Espíritu
Visita nuestras almas
Y, pues Tú las creastes
Llénalas de tu Gracia
¡Oh, don de Dios Altísimo!
Abogado te llaman
Fuego, Amor, Fuente viva
Suave unción del alma.
Tú, dedo de Dios Padre
Siete dones regalas
Tú de Dios Hijo,
inspiras las palabras
Tú, nuestra mente alumbra
Nuestro amor inflama
Y con fuerza animas
nuestra carne flaca
Ahuyenta al enemigo
Infúndenos tu calma
Dirige nuestros pasos
Y nuestro mal aparta.
Enséñanos al Padre
Y al Hijo nos declaras
Y en Ti, de ambos Espíritus
Crea nuestra fe Santa
Gloria al Padre por siempre
Gloria al Hijo preclara
Gloria a Dios espíritu
Que siempre reina y manda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario