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martes, 10 de diciembre de 2024

8 DE DICIEMBRE FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA


LA VIRGEN MARÍA, MADRE INMACULADA, TESORERA DE
LA GRACIA DE DIOS, MEDIANERA DE SUS GRACIAS,
REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA,
VENCEDORA DE SATANÁS





En esta gran fiesta de la Santísima Virgen María, quiero hacer una profunda reflexión sobre nuestra Madre, que está en el Cielo, y que, como parte integrante del mismísimo Dios, a través de la Comunión de los Santos, tiene un poder desconocido u olvidado para algunos católicos, o despreciado por las sectas Protestantes.
El otro día, en un programa de la Televisión, vi como una leona criaba a sus 4 cachorros, era una leona solitaria que no estaba asociada a ninguna manada comunitaria de leones.
los cachorros se habían alejado algo de su madre, y se acercó un león macho mucho más poderoso que la leona, ya que pesaba por lo menos 100 kilos más que ella, el león atacó a los cachorros, en cuanto su madre se enteró, cargó con fiereza extrema contra el intruso, y lo apartó persiguiéndolo hasta que se alejara de sus crías.
Lo mismo ocurre en cierta medida con la Stma. Virgen que es nuestra Madre, si nos apartamos de ella, surgirá el que, como dice San Pablo, nos está acechando como un león para destrozarnos.
Quedando bajo el amparo de nuestra Madre a través de la oración y de la certeza absoluta de su protección, nunca el enemigo podrá derrotarnos, nuestra madre que está dotada del poder infinito de Dios, impedirá que nos ataque, nos destruya o nos hiera mortalmente, como ocurrió en la película a un leóncillo que quedó herido y que murió a los pocos días, porque se había apartado demasiado de su madre.
Podemos decir que Satán a este respeto, teme más a la Virgen María que al mismo Dios, porque Jesús la nombró nuestra madre al pie de la Cruz, y además, está dotada de poderes infinitos, que son los poderes de Dios, por eso el enemigo nunca podrá arrancar un alma a esta Madre, cuando sus hijos confían en ella a través de la oración y la confianza, que se alcanzan cuando se llega a amarla de verdad.
Nuestra Señora dijo a los pastorcillos de Fátima: "Cuantas almas se condenan, porque no hay nadie rece por ellas".
No solo nos podemos salvar a nosotros mismos, pero a través de la oración, suplica amorosa a nuestra madre, podemos salvar a los que están en pecado mortal.
Cuando se llega a comprender con claridad meridiana estas verdades, es cuando se cumple con el Primer mandamiento de la Ley de Dios que es amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo.
Quiero añadir aquí que estas sagradas verdades, nunca las comprenderán, no solo muchos laicos, pero desgraciadamente también muchos miembros de la jerarquía Católica, que no creen ni en Satán, ni en el Infierno, ya que están constantemente predicando un Dios relativista, que es incapaz de condenar a nadie.
Y eso lo explican porqué según ellos, todos somos hijos de Dios, y un Padre no es capaz de mandar un hijo suyo al Infierno, cuando en realidad la filiación espiritual del alma solo se obtiene por el Amor, y la obediencia a su Santa Ley, o por un profundo arrepentimiento de nuestros pecados, que nos hace volver a la filiación divina.
Solo nos queda una solución, rogar insistentemente por esa jerarquía herética, ya que estos nuevos Fariseos nunca se convertirán por la palabra o las denuncias. Solo Dios, si lo ve oportuno, puede cambiar esa mentalidad, cuando existe una súplica constante e insistente del cuerpo místico de Dios hacia esas personas.

  

16.8.11

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