MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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martes, 11 de marzo de 2025

REFLEXIONES SOBRE LA PARÁBOLA DE LOS INVITADOS A LA GRAN CENA (LUCAS 14, 15-24)




"La Reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar" (Mateo 12: 42).

Cuantos Profetas, y cuantos justos estaban esperando el Mesías, y hubieran deseado oír y ver al Hijo de Dios, el Ser más Sublime que haya pisado la Tierra, lleno de Majestad, triunfador de Satanás con su poder expulsando los demonios, con sus prodigiosos milagros, devolviendo la vista a los ciegos, soltando la lengua a los mudos, liberando a los paralíticos, sanando a los enfermos, multiplicando los panes y los peces, resucitando los muertos, mandando al mar y a los vientos, que le obedecieron inmediatamente, evitando el hundimiento de la barca con los Apóstoles.

El que predicó en el Sermón de la montaña el mensaje más maravilloso: Las Bienaventuranzas, el que tiene la llave del Reino del Cielo y del Hades, el que hizo el Cielo y la Tierra, y el Universo infinito, de una dimensión inalcanzable, hecho a su imagen y semejanza, porque Él también es infinito en poder, gloria, majestad y es fuente de todas las Virtudes, el Creador de la Belleza, el que posee la fuerza infinita que hace temblar hasta los ángeles más subidos como los Serafines y Querubines.

La Reina de Saba, que es la Reina del Sur, ha venido para ver la Sabiduría de Salomón, se quedó admirada, pero los Judíos del tiempo de Jesús no creyeron y hoy tampoco, muchos no creen, el simbolismo místico está en el Juicio de Salomón.

Las dos mujeres que dicen que el niño es suyo, representan a toda la Humanidad, los hijos de Dios son los misericordiosos, condición necesaria y suficiente para alcanzar la Salvación, es el simbolismo del Amor que dice: "Lo bueno para ti y lo malo para mí", y esto es lo que ocurrió con la verdadera madre misericordiosa, que antes de ver descuartizado a su hijo prefirió dárselo a la mala madre, que quería que lo mataran con tal de no renunciar a su deseo, tenía lo que es contrario al amor, el odio que dice: "Lo bueno para mí y lo malo para ti".

El Evangelio de los invitados a la boda, simboliza lo que es el mundo: Un filtro para diferenciar los buenos, hijos de Dios que se mueven por Amor, de los malos, hijos de Satanás, que se mueven por egoísmo y odio.


Parábola de la Gran Cena (Lc 14-15,24)

Uno de los convidados que oyó esto dijo:
-Dichoso el que pueda participar en el banquete del Reino de Dios.
-Jesús le respondió:

-Un hombre daba una gran cena e invitó a muchos. A la hora de la cena, envió a su criado a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado". Pero todos, uno tras otro, comenzaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses".

Otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y tengo que ir a probarlas; te ruego que me excuses.

Otro dijo: "Acabo de casarme y por tanto no puedo ir".

El criado regresó y refirió lo sucedido a su señor. Entonces el Señor se irritó y dijo a su criado: "Sal de prisa a las plazas y calles de la ciudad y trae aquí a los pobres y a los lisiados, a los ciegos y los cojos".

El criado le dijo: "Señor, se ha hecho como mandabas y todavía hay sitio". El Señor le dijo entonces: "Sal por los caminos y las veredas y convence a la gente para que entre, hasta que se llene mi casa. Pues os digo que ninguno de aquellos que habían sido invitados probará mi cena".



Interpretación mística

El Señor que invita a la cena: Dios Todopoderoso, que quiere que todos hereden su Reino.

El criado: Los enviados por Jesús-Dios para anunciar el Reino de Dios desde los Profetas, y su Santa Iglesia Católica.

El que ha comprado el campo: El que ha puesto su fe en las cosas terrenales.

El que ha comprado los bueyes y que va a probarlos: El que ha puesto su esperanza en las cosas de este mundo.


El que se ha casado: El que ha puesto su amor en las cosas de este mundo.

Los pobres, los lisiados, los ciegos y los cojos: Los que han renunciado a los bienes terrenos y los han puesto en los bienes celestiales, los que han descubierto el tesoro escondido en el campo y han vendido todo para comprarlo.

Los que han sido persuadidos por los caminos y las veredas: Los que son de regiones lejanas y que están atraídos por la Doctrina de Cristo, porque siguen la voz de su Conciencia puesta por Dios en su corazón, como la Reina del Sur.







jueves, 27 de febrero de 2025

DISCUSIÓN DE JESÚS CON BELCEBÚ; LA VOCACIÓN DE LA MUJER EN EL PLAN DE DIOS

La mujer tiene otra meta: el amor. El hombre tiene otra formación.
La mujer tiene esta, sensible, aun mas perfecta porque
está destinada a la generación. 



             Relato impresionante y detallado del exorcismo de Jesús a un endemoniado poseído como consecuencia de una entrega a todos los vicios capitales, y poseído por el Príncipe de las Tinieblas, el mismísimo Belcebú, poseso que había sido llevado a Jerusalén para ser curado, pero que no había sido liberado, por la poca virtud de los Sacerdotes Judíos y que seguía en libertad atentando contra todo ser viviente que se cruzaba en su camino, a los cuales acechaba como una serpiente oculta entre las hierbas del campo, y particularmente contra las mujeres, porque sabia que la Santísima Virgen María era la que iba a propiciar su derrota, trayendo a la Tierra el Salvador.

          Y es que, de la misma manera que Eva había salido de la costilla de Adán, Jesús, hijo de Dios, tenia que salir de una Mujer, porque el proceso de la Redención tenia que ser inversamente proporcional al de la caída en el Jardín del Edén. En donde Eva había ofrecido el fruto prohibido a Adán,  aquí­ María ofrece el fruto suyo a toda la Humanidad, y es una Madre medianera de todas las gracias, a la inversa de Eva que es madre medianera de todas las desgracias de la Humanidad. 


           Dialogo de Belcebú con Jesús, en donde se demuestra como actúa Satanás, engendrando demonios, de una manera análoga a como Jesús engendra a los hijos de Dios, indicación de como Judas será el mismo demonio que se vengara, propiciando la terrible pasión y muerte de Jesús.

             De este intercambio de pareceres se ve como la actuación diabólica esta permitida por Dios ya que es necesaria en un mundo donde se da licencia al bien y al mal, para que el hombre pueda escoger libremente su destino, aquí esta teologicamente explicado por Jesús, como la acción demoníaca trae siempre consigo perturbación, amargura, odio, rencor y sufrimiento, al contrario, de la acción de Dios que trae serenidad, dulzura, amor, perdón y alegría espiritual.

          Sublime descripción de la vocación de la sensibilidad de la mujer al amor hacia sus hijos, y para ser la ayuda del hombre, imagen perfecta de la Virgen María. 



Del Poema del Hombre-Dios de María Valtorta 

         Jesús y los suyos siguen andando por los campos. Aquí la siega de los cereales esta ya terminada y los campos muestras los rastrojos resecos. Jesús camina por el margen de un sendero umbroso. Va hacia unos hombres que se han unido al grupo de los Apóstoles. 

            Si, dice uno. Nada le cura. Esta más que desquiciado. Mira es el terror de todos, especialmente de las mujeres, porque las sigue con gestos o palabras obscenos. Y ¡Ay si las echara mano!

         Nunca se sabe donde está dice otro. En los montes, en los bosques, en los surcos de los prados... aparece al improvisto como una serpiente... las mujeres tienen mucho miedo de él. Una, jovencita, murió a causa de él en pocos días, por una fuerte fiebre. 

       ... ¿Y aquella vez que se recordó de que Tobías y Daniel le habían cogido por la fuerza, le habían atado y le habían llevado de nuevo a su casa? Los espero medio sepultado entre las cañas y el barro del río y, cuando montaron en barca para la pesca o para atravesar el río, no se bien, con su fuerza de demonio alzó la barca y la volcó. Salvaron la vida de milagro, pero todo lo que había en la barca se perdió y la misma barca salió de aquello con la quilla rota y los remos destrozados. 

            Pero no lo mostrasteis a los Sacerdotes? 
       Si, atado como una carga de mercancí­a, ¡Le llevaron hasta Jerusalén...Que viaje!... te digo, yo estaba, que no necesito bajar al infierno, para saber lo que sucede y se dice allá. Pero no sirvió de nada. 
            Como antes?. 
            Peor!. 
            Y, sin embargo... el Sacerdote!.... 
          
            Si fuese Santo, quieres decir, y no te atreves a decirlo. Yo te digo: evita de juzgar: Pero es verdad cuanto dices. Es dolorosamente verdadero... dice Pedro. 

             Jesús calla y suspira. Un breve silencio embarazoso. 

                Luego uno se atreve a hablar de nuevo.
             ¿Si lo encontramos, le curas,
             liberarás estas comarcas?. 
             Esperas que pueda hacerlo? Por que?
             Porque eres Santo.
             Santo es Dios. 
             Y Tu, que eres Hijo suyo. 
            ¿Cómo puedes saberlo? 

            Hombre, corre la voz! Y además somos del río y sabemos lo que hiciste hace tres lunas. Quien para una crecida, si no es el Hijo de Dios?. 
           Y Moisés Y Josué? 
          Obraban en nombre de Dios y su gloria.    
          Y podían porque eran Santos. Tu los superas. 
          Lo vas a hacer, Maestro? 
          Lo haré si lo encontramos. 
       
          ¡Vete! ¡Vete! ¡Retrocede o te mato! 
          ¡Ahí­ está el poseso, nos ha visto! ¡Yo me marcho! 
          Yo también. 
          Y yo os sigo. 
          No temáis. Quedáos y ved. 

     Jesús se muestra tan seguro que los...valientes obedecen, aunque, eso si, se ponen detrás de Jesús. También se quedan atrás los discípulos. Jesús va delante solo y solemne, como si nadie viera y oyera. 
         ¡Vete!. El grito de la voz es desgarrador, tiene componentes de gruñido y aullido. Parece imposible que pueda salir de garganta humana. Vete Atrás. Te mato, ¿Por qué me persigues?. No quiero verte. El poseso pega saltos, completamente desnudo, moreno, barba y pelo largos y enredados.

        Los mechones negros e hirsutos, llenos de hojas secas y polvo, le caen por encima de los ojos torvos, inyectados de sangre, móviles alrededor de sus órbitas; y llegan hasta la boca, abierta mientras grita y mientras emite demenciales carcajadas que parecen una pesadilla, hasta la boca, que emite espuma y que sangra (porque el desquiciado se golpea la boca con una piedra puntiaguda) y dice: ¿Por qué no te puedo matar?. ¿Quien me ata la fuerza? ¿Tú?  ¿Tú? 

          Jesús le mira y sigue adelante. 
          El loco se revuelca por el suelo, se muerde, echa más espuma todavía, se golpea con su piedra, se pone de nuevo en pie bruscamente, apunta el índice hacia Jesús, mirándole fuera de sí, y dice: Oh! Este que viene es... 

          ¡Calla, demonio de hombre! Te lo ordeno. 

      ¡No! ¡No! ¡No!, no me callo, no, no me callo. ¿Que hay entre nosotros y Tu?  ¿Por qué no nos dejas tranquilos?  ¿No te ha bastado habernos encerrado en el reino del infierno? ¿No te basta venir, haber venido para arrebatarnos al hombre? ¿Por qué nos impeles hasta allá abajo? ¡Déjanos vivir en nuestras presas! Tu, grande y poderoso, pasa y conquista, si puedes.

          Pero déjanos a nosotros gozar y hacer daño. Para eso estamos. ¡Oh! ¡Mal...!, ¡No! No puedo decirlo. ¡No te lo dejes decir! ¡No te lo dejas decir! ¡No puedo maldecirte! ¡Te odio! ¡Te persigo! ¡Te espero para torturarte! Te odio a Ti y a aquel de quien procedes, y odio a aquel que es vuestro Espíritu.

         ¡Odio el Amor, yo que soy Odio! ¡Quiero maldecirte! ¡Quiero matarte! ¡Pero no puedo! ¡No puedo! ¡No puedo todavía! ¡Pero te espero, Cristo, te espero! ¡Muerto te veré! ¡Oh, hora de felicidad! ¡No! ¡No felicidad! ¿Muerto Tu? No. No muerto. ¡Y yo vencido! ¡Vencido! ¡Siempre vencido!... ¡Ah!. El paroxismo toca su cúlmen. 

        ... Jesús, después de la orden de callar, no ha vuelto a hablar. Solamente mira fijo al poseso. Pero ahora, Jesús se detiene y alza los brazos, los extiende hacia el endemoniado, está para hablar. Los gritos se hacen verdaderamente infernales. El poseso se retuerce, da saltos a la derecha, a la izquierda, hacia arriba. Parece como si quisiera huir o arremeter, pero no puede. Esta clavado allá y aparte de sus contorsiones no se le permite ningún otro movimiento.

         Cuando Jesús tiende sus brazos, con las manos extendidas como quien jura, el demente grita mas fuerte y, después de haber mucho imprecado, reído y blasfemado, se pone a llorar y a suplicar.
     
        ¡En el infierno, no! ¡No en el infierno! No me mandes allá, horrenda es mi vida ya aquí­, en esta cárcel de hombre, porque quiero recorrer el mundo y despedazar a tus criaturas. Pero, allá­, allá. ¡No!, ¡no!, ¡no! ¡Déjame fuera!.... 

           Sal de este. Te lo mando. 
           ¡No! 
           ¡Sal! 
           ¡No! 
           ¡Sal! 
           ¡No! 
           ¡En el nombre del Dios verdadero, sal! 

             Oh! ¿Por qué me vences? ¡Pero no salgo, no
             Tu eres el Cristo, Hijo de Dios, pero ya salgo.
             ¿Quien eres? 

            Yo soy Belcebú, Belcebú soy, el Amo del mundo, y no me               doblego. Te desafío, Cristo!

          El poseso se inmoviliza de golpe, rígido, casi hierático, y mira fijo a Jesús con ojos fosforescentes, apenas moviendo los labios con palabras no inteligibles y haciendo, con las manos llevadas hacia los hombros, los codos flexionados, leves movimientos. 

         Jesús también se ha detenido. Ahora tiene los brazos recogidos sobre el pecho. Le mira. También Jesús mueve lentamente los labios. Pero no oigo ninguna palabra. 

     Los presentes esperan con opiniones contrarias: No lo consigue!, Si, ¡ahora el Cristo lo consigue!, No. Vence el otro, Es bien fuerte, ¡Si!, ¡No!

        Jesús abre los brazos. Su Rostro es un resplandor de imperio, su voz, un trueno. ¡Sal! Por última vez. ¡Sal, Satanás! ¡Lo mando Yo! 
      ¡Aaaaah! (Es un grito larguí­simo de aflicción infinita. No lo emite así uno que sea traspasado lentamente por una espada). Y luego el grito se concreta en palabras: Salgo, si. Me has vencido. Pero me vengaré. Tu me echas a mi, pero tienes un demonio a tu lado y en ese entraré para poseerle, vistiéndole con todos mis poderes. Y no habrá orden tuya que me lo arrebate. 

         En todo tiempo, en todo lugar, me engendro hijos. Yo, el autor del mal. Y como Dios se ha generado por si mismo, yo por mi mismo me genero. Me concibo en el corazón del hombre, y este me da a luz, da a luz un nuevo Satanás que es él mismo, y yo exulto, exulto de tener tanta prole! Tu y los hombres, siempre encontrareis estas criaturas mías que son otros idénticos a mí. 

       Voy, Cristo, a tomar posesión de mi nuevo reino, como Tu quieres, y te dejo este trapo de hombre maltratado por mí­. Por este que te dejo, limosna de Satanás a Ti, Dios, me tomo ahora mil, diez mil y los encontraras cuando seas un sucio harapo de carne, arrojado como escarnio a los perros; y tomaré otros en el transcurso de los siglos, millares y millares, para hacer de ellos mi instrumento y tu tormento. Crees vencer alzando tu Signo? Los míos lo echarán abajo y yo venceré...¡Ah, no, no te venzo! ¡Pero te torturo en ti y en los tuyos!.... 

         Se oye un fragor como de rayo. Pero no hay ni culebrina de luz ni rumor de trueno. Solo un estallido seco y desgarrador y, mientras el poseso cae como muerto al suelo, y se queda alli­, un grueso tronco que estaba cerca de los discípulos cae al suelo, como si a un metro de la base hubiera sido segado por una sierra de acción fulmínea. El grupo apostólico apenas si tiene tiempo de apartarse. ¿Y los lugareños?...¡Huyen del todo.
     
       ... Los Apóstoles se pegan a Jesús.
          Pedro pregunta: ¿Por qué, Maestro, el espíritu inmundo ha               opuesto tanta resistencia?
          Porque era un espíritu completo. 

          ¿Que quiere decir esta palabra?

          Escuchadme. Hay quien se da a Satanás abriendo una puerta a un vicio capital. Hay quien se da dos veces, quien tres, quien siete. Cuando uno ha abierto el espíritu a los siete vicios, entonces entra en el un espíritu completo. Entra Satanás el Príncipe Negro. 
Este hombre, joven todavía, ¿Como podía estar poseído por Satanás? 

          Oh! Amigos! ¿Sabéis por que sendero viene Satanás? Tres son las vías generalmente holladas, y una no falta nunca. Tres: la carnalidad, el dinero, la soberbia de la mente. La carnalidad es la que no falta nunca. Emisaria de las otras concupiscencias, pasa sembrando veneno y todo florece con floración satánica. Por eso os digo: Sed dueños de vuestra carne. Que sea este dominio el comienzo de cualquier otro dominio, de la misma forma que esta esclavitud es el comienzo de cualquier otra. El esclavo de la lujuria se hace ladrón y tramposo, cruel, homicida, con tal de servir a su ama. 

          La misma sed del poder esta emparentada con la carne ¿No os parece así? Así es. Meditad y veréis si me equivoco. Por la carne Satanás entra en el hombre y, feliz si puede hacerlo, por la carne entra de nuevo; el, uno y septipartito, con la proliferación de sus legiones de demonios menores. 

         María de Magdalá, Tu dijiste que tenia siete demonios, Tu lo dijiste, y ciertamente eran demonios de lujuria. Y, sin embargo la liberaste con mucha facilidad.

           Si, Judas, es verdad.
          ¿Y entonces?
       Y entonces, dices, mi teoría se viene abajo. No, amigo. La mujer quería ya ser liberada de su posesión. Quería. La voluntad es todo. 
        ¿Por qué, Maestro, vemos que muchas mujeres están atrapadas por el demonio y, se puede decir, por ese demonio?

      Mira, Mateo. La mujer no es igual que el hombre ni en su formación ni en las reacciones a la culpa original. El hombre tiene otras metas para su deseo, mejor o peor. 

    La mujer tiene otra meta: el amor. El hombre tiene otra formación. La mujer tiene esta, sensible, aun mas perfecta porque está destinada a la generación. Tu sabes que toda perfección genera un aumento de sensibilidad. Un oído perfecto oye aquello que pasa desapercibido a otro oído menos perfecto, y goza en ello. Y así el ojo, el paladar y el olfato. La mujer debía haber sido la dulzura de Dios en la Tierra; debía haber sido el amor, la encarnación de este fuego que mueve Aquel que es, la manifestación, el testimonio de este amor. 

     Dios por eso, la había dotado de un espír­itu supra eminentemente sensible, para que, madre un día, supiera y pudiera, abrirle a sus hijos, los ojos del corazón a Dios y a sus semejantes, de la misma forma que el hombre habría abierto los ojos de la mente a sus hijos para la inteligencia y la acción. Reflexiona sobre el imperativo de Dios a si mismo: Hagámosle a Adán una compañera. 

         Dios-Bondad no podía sino querer hacer una buena compañera a Adán. Quien es bueno ama. La compañera de Adán debía por tanto, ser capaz de amar para acabar de hacer dichoso el día de Adán en el jardín feliz. Debía ser tan capaz de amar, que fuera segunda, colaboradora y sustituta de Dios en amar al hombre, su criatura de forma que, incluso en las horas en que la Divinidad no se revelaba a su criatura con su voz de amor, el hombre no se sintiera infeliz por falta de amor. Satanás sabia que existía esta perfección.

             Muchas cosas sabe Satanás. Es aquel que habla en los labios de los pitones, diciendo mentiras entremezcladas con verdades. Y dice estas verdades que él odia, porque es Mentira, solo, tenedlo presente vosotros y los futuros, para seducirlos con la quimera de que no es la tiniebla que habla, sino la Luz. 

          Satanás astuto tortuoso y cruel, se introdujo en esta perfección y ahí mordió, y ahí dejó su veneno. La perfección de la mujer en el amar se hizo así instrumento de Satanás para dominar a la mujer y al hombre y propagar el mal... 

                  Pero y nuestras madres, entonces? 

           Juan, Temes por ellas? No todas las mujeres sirven de instrumento a Satanás. Perfectas en el sentimiento, son siempre extremas en la acción: Ángeles si quieren ser de Dios, demonios, si quieren ser de Satanás. Las mujeres santas, y tu madre entre ellas, quieren ser de Dios, y son Ángeles. 

          ¿No te parece injusto el castigo de la mujer, Maestro? También el hombre pecó.

           ¿Y el premio, entonces? Está escrito que por la mujer volverá al mundo el Bien y será vencido Satán. 

           No juzguéis nunca las obras de Dios. Esto lo primero. Pensad mas bien que, como por la mujer entró el Mal, por la Mujer es justo que entre el Bien en el Mundo. Debe de ser anulada una pagina escrita por Satanás. Y lo hará el llanto de una Mujer. Y, puesto que Satanás gritara eternamente sus voces, he aquí que una voz de Mujer cantara para cubrir esas voces. 
            ¿Cuando? 
          
         En verdad, os digo que su voz ya ha descendido de los Cielos           donde eternamente cantaba su Aleluya. 

          ¿Será más grande que Judit? 
          ¡Mas grande que cualquier otra mujer!
          ¿Qué hará? ¿Qué será lo que hará? 

         Invertirá a Eva y su ternario pecado. Obediencia absoluta. Pureza absoluta. Humildad absoluta. Sobre esta base se erguirá, regia y victoriosa. 

    ¿Pero es tu Madre, Jesús, la más grande por haberte engendrado? 

           Grande es quien hace la voluntad de Dios. Y María por esto es grande. Todo otro merito viene de Dios. Pero este es todo suyo, y bendito sea por ello.

           Y todo termina. 

          Dice Jesús: 

       Has visto a un poseso de Satanás. Muchas respuestas hay en mis palabras. No tanto para ti; mas bien para otros. ¿Les servirán? No. A aquellos a quienes más necesidad tienen de ellas no les servirán. Descansa en mi Paz. 

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      En estas palabras de Satán, están resumidas todas las preguntas que se pueden presentar acerca de su acción en el mundo. Como leemos, Satán ha sido encerrado en el reino del infierno, y sin embargo por razones de Justicia, para la nueva creación del hombre, que tiene que realizarse en el tiempo, es necesario que se de licencia al Bien y al Mal por partes iguales, en caso contrario, la Salvación o la condenación del ser humano no se podría realizar, porque al suprimir la acción del mal, simbolizada por Satán, y al no poder escoger entre las dos opciones, ni la Salvación ni la condenación, se podría llevar a cabo. 

      Filosóficamente hablando, y situándonos desde un observatorio eterno, en donde no existe el tiempo tal como lo conocemos, se puede decir que el mundo material, en donde el tiempo pasa, es un mundo cuya naturaleza es un espejismo, es decir que nos encontramos en una realidad virtual, que es una mentira, porque nada es inmutable y todo es ilusión: ilusión lo que vemos, porque mañana todo será distinto, y el reloj que indica a cada instante una hora distinta, esta mintiendo constantemente.

            Por eso dice San Juan en su Epístola: "No améis al mundo ni lo que hay en él, porque el mundo pasa, y el que lo ama desaparecerá con él, pero el que permanece en Jesús, durará para siempre". 

           Satán que esta en el infierno desde el punto de vista de la Eternidad, esta virtualmente presente en este mundo que es mentira, porque donde esta la mentira, esta él, que es el Padre de la mentira. 

            Como está condenado "In Aeternam", el odio que tiene a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, como así­ lo confiesa en este relato, es un odio también eterno, él quiere matar a Jesús, cegado por ese odio, creyendo que con esa muerte va a acabar con Él, pero al mismo tiempo tiene que confesar que no puede, y que siempre saldrá vencido del enfrentamiento abierto contra Dios.

         Como Padre del Mal, recogerá a sus hijos, que son toda la escoria de la humanidad, para llevarlos a su maldito Reino del horror, mientras que Jesús como Padre del Bien, recogerá toda la nata y la flor de la humanidad que son sus Hijos, para llevarlos a su Bendito Reino de la felicidad. 

         La presencia de Satán en el mundo es pues necesaria, porque sin ella, no se podrí­a producir la separación entre el Bien y el Mal, por eso Dios en su eterna Sabiduría lo permite, hasta el fin del mundo.

       Pero cuando este espejismo de mundo en que vivimos desaparezca - y en eso todos los cientí­ficos del mundo están de acuerdo, ya que a cada instante el sol para producir su fabulosa energía, consume miles de millones de toneladas de helio - entonces, Satán y sus hordas infernales, serán eternamente encerrados en las "Oubliettes*" eternas, y la muerte y el mal habrán desaparecido ya para siempre. 

*Oubliette: Palabra francesa que es intraducible que viene de la palabra Oublier (olvidar), significa Cárcel del olvido, que había, en los castillos feudales, es donde se encerraban de por vida a los enemigos.



sábado, 8 de febrero de 2025

REFLEXIONES SOBRE EL PRIMER MANDAMIENTO: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A UNO MISMO


EL ALMA QUE DEJE LA TIERRA, SOLO  LLEVARA 
CON ELLA SUS VIRTUDES Y SUS DEFECTOS



En este mundo en donde, mientras haya vida, todo ser humano tiene la posibilidad de alcanzar la Salvación Eterna, cada individuo se desenvuelve con un grado de virtud, de perfección, o de pecado bien característicos.

Hasta los más grandes pecadores pueden alcanzar esta Salvación y Dios, sin duda alguna desea que se arrepientan y que vuelvan por el camino recto. 

Eso mismo es lo que afirma por el Profeta Ezequiel: Oráculo de Yahvé, ¿Acaso quiero Yo la muerte del malvado y no que se arrepienta de sus actos y vuelva a la Vida?. En este mundo, mientras haya vida, Dios no juzga a nadie, según lo afirma nuestro Salvador: “No he venido para condenar, pero si para que todos se salven”.

El Amor de Dios en este mundo, para los humanos, justos y pecadores es un Amor de entrega total y de gran paciencia, por eso da todo una vida, ya que la Santidad o la maldad no surgen  nunca de imprevisto, ya que necesitan una larga preparación y maduración para que los hombres se arrepientan y vuelvan por el camino recto, y aquí recuerdo el relato de Jesús:

“Un hombre plantó una higuera en un campo, y al ver que año tras año, no daba fruto, le dijo al hortelano: 

“Para que quiero yo esta higuera, arráncala y tírala al fuego", a lo cual el hortelano le contestó: “Ten aún paciencia, que yo la abonaré y la regaré, y entonces, si este año no da aún fruto, la arrancaré”. 

En este tiempo de paciencia y de misericordia, Dios trata por igual a justos y a pecadores, “Dios hace caer la lluvia sobre los buenos y los malos”, y nos ordena de hacer nosotros lo mismo, pero el grave error de muchos predicadores, es creer y hacer creer a los fieles, que en el otro mundo será igual, ese error, auspiciado por Satán y sus tenebrosos ministros, tiene como consecuencias la anestesia  de los fieles y la huida de todo sacrificio, que es precisamente lo que busca, y consigue el astuto tentador. 

Esta visión del Dios “relativista”, incapaz de condenar a nadie porque, todos somos “hijos suyos”, es un tremendo y herético error, que ha traído como consecuencia la falta de piedad de gran parte del Pueblo de Dios. ¿Por qué no quieren darse cuenta de que la filiación espiritual de los hijos de Dios, que es la que perdurará por toda la eternidad, se adquiere gracias a nuestro segundo nacimiento, como así lo explicó Jesús Dios a Nicodemo, que tiene lugar con la libre voluntad del ser humano, y por la acción del Espíritu Santo?

Y el Jesús que comparecerá al final de los tiempos, será un poderoso, justo y perfecto Juez, bien diferente de aquel Jesús, que en esta Tierra apareció como un Ser sin poder ni gloria. Muy al contrario será entonces un fabuloso y tremendo Juez, Rey del universo, y contemplaremos unos con asombro y admiración, y otros con terror, su infinita Majestad y su sublime Corte, con su ilimitado Poderío y Gloria. 

Y entonces “Escudriñará a Jerusalén con lámparas encendidas”Y, como lo dice San Juan de la Cruz, pedirá cuenta de toda palabra vana que hayamos pronunciado, examinándonos en el cumplimiento del primer mandamiento, según dijo en sus dichos de Luz y amor: "A la tarde te examinarán en el Amor, aprende a amar como Dios quiere ser amado, y deja tu condición".

Amor hacia Nuestro Creador y minucioso examen de nuestro comportamiento hacia nuestros hermanos, pagándonos con la misma moneda con la que hayamos empleado hacia los demás, lo que será la medida que inclinará la balanza o hacia la Salvación, en un Reino, que si lo pudiésemos contemplar, aunque fuera un instante, moriríamos de amor, o hacia la Condena, que si pudiéramos verla, nos haría morir de horror, según dice el mismo Jesús a María Valtorta.

Y aquí hay que subrayar un hecho importantísimo, que puede influir de una manera determinante, ya que puede hacer bascular el brazo de la balanza hacia un lado o hacia el otro, y es que dijo Jesús en su sermón de la montaña:

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Misericordia" (Mat 5,7)






viernes, 7 de febrero de 2025

IMPRESIONANTE IMAGEN DE JESÚS CORONADO DE ESPINAS, POCO ANTES DE MORIR POR NOSOTROS EN LA CRUZ


Este retrato de Jesús me ha emocionado, es así como
lo describe María Valtorta en sus visiones: el cabello
color rubio oscuro; y los ojos azules.




María Valtorta era con la Biblia la lectura de la Madre Teresa de Calcuta, y la del Padre Pío de Pietrelcina que la recomendaba a sus fieles, diciéndoles que debían leer sus escritos.



De los cuadernos de María Valtorta
 (20-2-1.944)

Ahora - ya es de noche - dice Jesús:
Has visto cuanto cuesta ser Salvadores. Lo has visto en Mí y en María. Has tenido conocimiento de mis torturas. Has visto con que generosidad, heroísmo, paciencia, mansedumbre, constancia y fortaleza las hemos sufrido por la caridad de salvaros.

Todos aquellos que quieran, que pidan al Señor Dios hacer de ellos "salvadores" deben pensar que Yo y María son el modelo, y que estas son las torturas que hay que compartir para salvar.

La cruz, las espinas, los clavos, los azotes no serán materiales. Serán otros, con otra forma y naturaleza; pero igualmente dolorosos e inmoladores. Y solo inmolándose en medio de estos dolores se puede ser salvador.

Es misión austera, la más austera de todos. Una misión respeto a la cual una vida de monje, o de la religiosa de la más severa regla es como una flor comparada con un montón de espinas. Porque esta es una regla no de orden humana, sino Regla de un sacerdocio y un rito de ingreso en el estado monacal divinos, cuyo fundador soy Yo. Yo soy el que consagra y acoge - en mi Regla, en mi Orden - y los elegidos para ella. Y soy el que les impone el hábito (el mío): el dolor total, llevado hasta el sacrificio.

Has visto mis sufrimientos dirigidos a hacer reparación por vuestras culpas. Nada en mi Cuerpo ha estado exento de ellos, porque nada en el hombre ha estado exento de culpas, y todas las partes de vuestro yo -físico y moral - ese yo que Dios os ha dado con una perfección de obra divina y que vosotros habéis degradado con la culpa del progenitor y con vuestras tendencias al mal, con vuestra voluntad mala - son los instrumentos de los que os servís para cumplir el pecado.

Pero Yo he venido para cancelar los efectos del pecado con mi Sangre y mi dolor; lavando en ellos cada una de vuestras partes físicas y morales, para purificarlas y fortalecerlas contra las tendencias culpables.

Mis manos fueron heridas y aprisionadas, después de haberse cansado llevando la Cruz, para reparar por todos los delitos cometidos por la mano del hombre. Desde los verdaderos actos de sujetar y usar un arma contra un hermano, haciéndoos así Caínes, hasta los de robar o escribir acusaciones falsas o llevar actos contrarios al respeto de vuestro cuerpo o del cuerpo ajeno, o de estar ociosos en una holgazanería que es terreno propio para vuestros vicios. Por las ilícitas libertadas de vuestras manos, he dejado crucificar las mías clavándolas en el madero, privándolas de todo movimiento más que lícito y necesario.

Los pies de vuestro Salvador, después de haberse fatigado y herido en las piedras de mi camino de Pasión, fueron traspasados, inmolados, para hacer reparación de todo el mal que vosotros hacéis con los pies, haciendo de ellos el medio para ir a vuestros delitos, hurtos, fornicaciones. He marcado las calles, las plazas, las casas, las escaleras de Jerusalén, para purificar todas las calles, las plazas, las escaleras, las casas de la Tierra, de todo el mal que dentro y fuera de ellas había nacido, todo lo que había sido sembrado y sería sembrado, en los siglos pasados y en los futuros, por vuestra mala voluntad obediente a las instigaciones de Satanás.

Mi Carne se manchó, recibió contusiones y heridas, para castigar en mí todo el culto exagerado, la idolatría, que vosotros ofrecéis a vuestra carne y a la de quien amáis, por capricho sensual o incluso por afecto, que en sí no es reprobable, pero que lo hacéis reprobable al amar a un padre, a un cónyugue, a un hijo o a un hermano, más que a Dios.

No. Por encima de cualquier amor y vínculo terrenos está, debe estar el amor al Señor Dios vuestro. Ninguno, ningún otro afecto debe ser superior a este. Amad a los vuestros en Dios, no por encima de Dios. Amad con todo vuestro ser a Dios. Ello no absorberá vuestro amor hasta el punto de haceros independientes para con los vuestros; antes al contrario, la perfección tomada de Dios - quien ama a Dios tiene en sí a Dios y, teniendo a Dios, tiene la Perfección - alimentará vuestra perfección hacia ellos.

Yo hice de mi Carne una llaga para extraer de las vuestras el veneno de la sensualidad, del no pudor, del no respeto, de la ambición y admiración por la carne destinada a volver al polvo. No es dando culto a la carne como se lleva la carne a la belleza; antes bien, es con el desapego de ella con lo que se le da la Belleza eterna en el Cielo de Dios.

Mi cabeza fue torturada por mil torturas (golpes, sol, gritos, espinas) para hacer reparación por las culpas de vuestra mente. Soberbia, impaciencia, insoportabilidad, falta de aguante, pululan en vuestro cerebro como terreno baldío. Yo hice de él un órgano torturado, cerrado dentro de un arca decorada con sangre, para hacer reparación por todo lo que brota de vuestro pensamiento.

Has visto la única corona que Yo he querido: una corona que solo un loco o un torturado pueden llevar. Ninguno, que sea sano de mente (humanamente hablando) y que esté en posesión de la libertad, se la impone. Pero a mí me consideraban loco, y loco, sobrenaturalmente, divinamente loco lo era, queriendo morir por vosotros - que no me amáis o me amáis tan poco -, queriendo morir para vencer el mal en vosotros, sabiendo que lo amáis más que a Dios, y estuve a merced del hombre; y prisionero del hombre, condenado suyo, Yo, Dios condenado por el hombre.

Y en la cabeza, también los ojos tuvieron su parte, y la boca, y la nariz y la lengua. Por hacer reparación de vuestras miradas tan amantes de ver lo malo y tan olvidadas de buscar a Dios; para hacer reparación por las demasiadas y demasiado embusteras y sucias y lujuriosas palabras que decís, en vez de usar los labios para orar, para enseñar, para confortar. 

Y recibieron su tortura la nariz y la lengua para hacer reparación por vuestra avidez gustativa y por vuestra sensualidad olfativa, por las cuales cometéis imperfecciones que son terreno para más graves culpas y cometéis pecados con la avidez de alimentos superfluos sin tener piedad de los que tienen hambre de alimentos que os podéis permitir, muchas veces recurriendo a medios ilícitos de ganancia.

Mis entrañas no quedaron exentas de sufrimiento. Ninguna de ellas. Sofocación y tos para los pulmones, los cuales, por la bárbara flagelación recibida, estaban contusos, y edemáticos por la postura en la Cruz; congoja y dolor en el corazón, que había sido desplazado y estaba enfermo, por causa de la cruel flagelación, y del dolor moral que había precedido a esta, por el esfuerzo de la subida bajo la pesada carga del madero y por la anemia consiguiente a toda la sangre que ya había vertido. El hígado congestionado, el bazo congestionado y los riñones contusos y congestionados.

Has visto la corona de moratones que estaba alrededor de mis riñones. Vuestros científicos, para dar una prueba para vuestra incredulidad, respecto a esa prueba de mis padecimientos que es la Sábana Santa, explican que la Sangre, el sudor cadavérico y la urea de un cuerpo ultrafatigado pudieron, mezclándose con los ungüentos, producir esa pintura natural de mi Cuerpo extinto y torturado.

[...] La sed ¡Qué tortura la sed! Y, a pesar de todo, ya has visto que ni siquiera uno, de entre tantos, que supiera en aquellas horas darme una gota de agua. Desde después de la Cena no tuve ninguna confortación. Y la fiebre, el sol, el calor, el polvo, el desangramiento, producían mucha sed a vuestro Salvador.

[...] Esto respecto al sufrimiento de tu Jesús en su Cuerpo inocente. Y no te hablo de las torturas de mi sentimiento hacia mi Madre y hacia su dolor. Se requería ese dolor. Pero para mí fue la congoja más cruel. ¡Solo el Padre sabe lo que sufrió su Verbo en el espíritu, en lo moral y en lo físico! Y la presencia de mi Madre aunque fue la cosa más deseada de mi Corazón, que tenía necesidad de esa confortación en la soledad infinita que lo rodeaba, infinita, soledad procedente de Dios y de los hombres, fue tortura.

Ella debía estar ahí, ángel de carne, para impedir el asalto de la desesperación, de la misma forma que el ángel espiritual la había impedido en Getsemaní; debía estar ahí para recibir la investidura de Madre del Género humano. Pero verla morir a cada uno de mis estremecimientos fue mi mayor dolor. Ni siquiera la traición, ni siquiera saber que mi Sacrificio sería inútil para muchos - esos dos dolores que pocas horas antes me habían parecido tan grandes que me habían hecho sudar sangre -eran comparables a este.

Pero tú has visto lo grande que fue María en aquella hora. La congoja no le impidió ser más fuerte que Judit. Ésta mató.

María se dejó matar a través de su Hijo. Y ni imprecó, ni odió. Oró, amó, obedeció. Siempre Madre, hasta el punto de pensar, en medio de esas torturas, que Jesús tenía necesidad de su velo virginal para cubrir sus carnes inocentes, para defensa de su pudor, supo al mismo tiempo ser Hija del Padre de los Cielos y obedecer a la tremenda voluntad del Padre en aquella hora. No imprecó, no se rebeló; ni contra Dios, ni contra los hombres: a estos les perdonó, a Aquel le dijo: "Fiat" [...]








domingo, 2 de febrero de 2025

DISCURSO ECUMÉNICO, YO SOY EL RESUCITADOR,Y ANTE LAS LÁGRIMAS DE LOS QUE LLORAN POR LOS MUERTOS A LA GRACIA, YO EMANO MI POTENCIA INFINITA.


Extraordinario retablo de la Catedral de Toledo



           Este escrito es para algunos católicos de hoy, que se imaginan que la Religión consiste en la asistencia a las ceremonias y cumplir con los preceptos, como lo hacían los Fariseos, y que creen que todo consiste en el cumplimiento a raja tabla de los mandamientos de Dios y de la Iglesia, sin aplicar en ellos la caridad, que es el amor a los pecadores y la consideración de que sus numerosos pecados son como una enfermedad, que es posible curar con el amor hacia ellos y sobre todo con la oración de súplica y de misericordia a Dios, por la intercesión de la Santísima Virgen María.

            Ella dijo en Fátima a los pastorcillos: “¡Cuanta gente se condena porque no hay nadie que rece por ellos!”. Solo Dios puede resucitar un cuerpo muerto, y también puede resucitar a una alma muerta a la Gracia mientras esté en este mundo, en el otro mundo será imposible. 

               Los padres cuyos hijos se han alejado de la Iglesia y viven depravados, es decir muertos a la Gracia, y cuya alma está muerta por el pecado mortal, pueden implorar a Dios por ellos con  lágrimas en los ojos. Él es el eterno Resucitador, de una potencia infinita, y siempre actúa cuando una madre le lleva el cadáver espiritual de un hijo, implorando su Misericordia, sobre todo si pide ayuda a María la Madre de Dios. 



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(14 DE JULIO de 1.943)

Dice Jesús:
“Quien cierra el corazón a la misericordia, cierra el corazón a Dios. Porque Dios está en vuestros hermanos y quien no es misericordioso hacia los hermanos, no es misericordioso hacia Dios. No se puede separar a Dios de sus hijos, y pensad bien que vosotros que vivís sois todos hijos del Eterno que os ha creado. También aquellos que en apariencia parece que no lo son, porque viven fuera de mi Iglesia, lo son. No creáis que es lícito ser duros, egoístas, porque uno no es de los vuestros. El origen es uno: el Padre. Sois hermanos aunque no viváis bajo el mismo techo paterno.

           ¿Y, como no pensáis en actuar para atraer a los alejados, a los perdidos, a los infelices, que por diversos motivos están fuera de mi morada? Dios no es exclusivo de los católicos, y mucho yerran aquellos católicos que no se afanan por los no católicos. No trabajan por el interés del Padre, son solo parásitos que viven del Padre sin darle ayuda filial. Dios no tiene necesidad de ayuda porque es potentísimo. Pero de todos modos la quiere de vosotros.

         Dios está también donde distinta fe o distinto espíritu hace pensar que no esté. Y en verdad os digo que no es lo que aparece lo que es verdadero. Muchos católicos están desprovistos de Dios más de cuanto lo esté un salvaje. Porque muchos católicos tienen de hijos de Dios solo el nombre, peor: escarnecen y hacen escarnecer este nombre con una vida hipócrita, cuyas manifestaciones son la antítesis de los dictámenes de mi Ley, cuando no llegan a la abierta rebelión que les hace enemigos de Dios.

         Mientras que en la fe de un no católico, equivocada en la esencia, pero corroborada por una vida recta, está más el signo del Padre. Estas son solo criaturas que tienen necesidad de conocer la Verdad. Los hijos falsos, en cambio, son criaturas que deben conocer además de la Verdad, el Respeto, y el Amor hacia Dios.
Las almas que quieren ser mías tienen que tener misericordia de estas otras pobres almas. Pero las almas-víctimas deben inmolarse también por ellas. ¿Hice Yo de otra forma? ¿No me inmolé por todos? Si es misericordia dar de comer, vestir, dar de beber, enterrar, instruir, consolar, qué no será obtener, a precio del propio sacrificio, la Vida verdadera para sus hermanos?

         ¡Si el mundo fuera misericordioso!--- el mundo poseería a Dios, y lo que os tortura caería como hoja muerta. Pero el mundo, y especialmente los cristianos, han sustituido el amor por el odio, la Verdad por la hipocresía, la Luz por las tinieblas, Dios por Satanás.

           Y Satanás allí donde Yo sembré Misericordia y la hice crecer con mi Sangre, esparce sus abrojos y los hace prosperar con su soplo de infierno. Vendrá su hora de derrota. Pero ahora viene él porque vosotros le ayudáis.

Pero bienaventurados los que saben permanecer en la Verdad y trabajar por la Verdad. Su misericordia tendrá el premio en el Cielo”.

Dice aún Jesús:

Extraordinarias palabras del Hombre-Dios que confirman de una manera sorprendente que es el Creador de todo el Universo, y que quiere la Salvación de toda la Humanidad, por eso sigue haciendo salir el sol y caer la lluvia sobre los buenos y los malos, y ejerce también su bondad sobre los malos, ya que el desprecio los espantaría,  para que así puedan de arrepentirse y volver por el buen camino.

Este episodio trae una enseñanza muy importante para todos los creyentes que tienen familiares que han muerto a la fe, y que están en pecado mortal, solo Jesús los puede resucitar, si estos Padres, madres o hermanos van a Él, con lágrimas en los ojos, suplicando insistentemente a Jesús, que los resucite.


         No tengas titubeos y dudas. Lo que te he dicho es cierto. Siendo el Creador, Dios está también donde parece que no está. ¿No es adorado en verdad o no es adorado de hecho? Pero el está allí de todas maneras.

        ¿Quién ha dado la vida al lejano patagonio, quien al chino, quien al africano idólatra? ¿Quién mantiene en vida al incrédulo para que tenga tiempo y manera de encontrar la fe? Aquel que es y que nada puede mermar. El ser que da vida a las criaturas, el que genera todas las cosas, el que es el testimonio ante el cual, aún queriéndole negar, debe inclinar la cabeza todo ser viviente.

          Ahora, al llevar a Dios las almas alejadas, que le sienten por instinto, pero que no lo conocen y no lo sirven en la Verdad, es la mayor de las misericordias. Yo he dicho: "Llevar el Evangelio a todas las criaturas". Pero ese mandamiento, ¿crees tú que Yo lo haya dado solo a aquellos doce y a sus directos descendientes en el sacerdocio? No. Quiero que toda alma verdaderamente cristiana sea alma apostólica.

         El traer las almas a Mí, aumenta mi Gloria, pero aumenta también la gloria del siervo bueno y fiel que con su sacrificio ha logrado aumentar mi rebaño. La Santa que tu amas (Santa Teresita) ha hecho más que cien misioneros, pero su gloria en el cielo es cien veces mayor porque conoció la perfección de la misericordia sobre la tierra y se consumió para dar la Vida verdadera a los idólatras y a los pecadores.

          Tú me dices: "Pero Señor, cuando uno ha pecado contra Tí, y permanece en el pecado, está muerto a la vida de la Gracia". Es cierto. Pero Yo soy el Resucitador, y ante las lágrimas de quien llora sobre los muertos a la Gracia, Yo emano mi Potencia infinita.

        Tres los muertos del Evangelio llamados a la vida, porque no supe resistir las lágrimas de un padre, de una madre, de una hermana. Las almas víctimas y apostólicas deben de ser hermanas, madres y padres de los pobres muertos a la Gracia y venir a Mí con el cadáver del desgraciado entre los brazos, sobre los brazos, como su cruz más pesada, y sufrir por él hasta que Yo diga las palabras de Vida".





viernes, 3 de enero de 2025

REFLEXIONES SOBRE EL PERDÓN DE LOS PECADOS QUE ES LA MISERICORDIA DE DIOS: EL EVANGELIO DE HOY 17-9-2.017

TODO EL QUE QUIERE, PUEDE ALCANZAR LA VIDA ETERNA
EN ESTE MUNDO



Mensaje de Misericordia de Jesucristo al mundo actual (Confiado a Santa Faustina)




965- Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de mi misericordia. Si no adoran a Mi misericordia, morirán para siempre. Secretaria de mi misericordia, escribe, habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mí Justicia.


La Misericordia está compuesta de dos premisas:

-La Justicia: Perdono y es necesario, porque Cristo sabe que yo también soy pecador, y si yo no perdono no seré tampoco perdonado, porque cualquier pecado es una ofensa al prójimo y también a Dios.
-La bondad: Perdono, y es también necesario, porque Cristo sabe que si he sido misericordioso con los demás, Él también lo será conmigo.
En eso consiste el mensaje de Jesús a Santa Faustina: el que no quiere entrar por la Puerta de la Misericordia, es decir el que no se ha acogido a estos dos axiomas, será tratado como él mismo trató a los otros, con Justicia que exige que sea tratado como trató a los demás; y con maldad, que es como también trató a su prójimo, y a esos se aplica la maldición de Dios.
Y la mayor sorpresa el día del juicio, como  lo relata el Evangelio, será descubrir que todo el mal y el bien que hicieron las almas a sus semejantes, se lo hicieron a Dios mismo.

Quiero aquí aclarar una discusión con cierto individuo, al que yo citaba las palabras del Apocalipsis, en donde los Santos martirizados pedían a Dios Justicia.



Apocalipsis 6, 9-11

"Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar a los degollados por anunciar la palabra de Dios y por haber dado el testimonio debido. Y gritaban con potente voz diciendo:
-Señor Santo y veraz, ¿Cuándo nos harás justicia y vengarás la muerte sangrienta que nos dieron los habitantes de la Tierra?
Se les entregó entonces a cada uno un vestido blanco y se les dijo:
-Aguardad un poco todavía. Aguardad hasta que se complete el número de vuestros compañeros y de vuestros hermanos que, como vosotros van a ser martirizados".

Pues la reacción de este individuo fue negar que esto fuera posible, y argumentaba que todos los mártires murieron perdonando a sus verdugos. Y esto me recuerda también las palabras de cierto Profesor, cuando yo estudiaba en la Facultad de Teología de Granada para ser profesor de Religión, y que criticaba nada menos que a Santo Tomás de Aquino, porque ese Doctor de la Iglesia había afirmado que una de nuestras más grandes alegrías en el Paraíso, será ver como se cumplió la Justicia de Dios hacia los condenados y hacia los elegidos.

Estamos pues en presencia de dos comportamientos que a primera vista parecen contradictorios, pero que personalmente creo que son los más adecuados, y que reflejan perfectamente la mentalidad de los hombres, que es necesaria en este mundo, pero que no será así en el Santo Reino de Dios. Y este hecho resulta incomprensible para los modernos teólogos, que son los abanderados de la Teología del relativismo, como los "grandes teólogos" Hans Küng, Massiá o Queiruga, fieles seguidores de Satanás que les ha infundido la idea falsa de que no hay diferencia alguna entre el Pecado y la Virtud.


Dice Jesús en las obras de María Valtorta:

"No seas ilusos, en el día del Juicio mi cayado de Pastor se cambiará en un cetro Real, y mi Justicia será inexorable".
"Yo redimiré a todos los hombres que se arrepientan, los impenitentes no tendrán redención".

Basta también recordar las terribles palabras de Jesús dirigidas a los condenados en el Juicio final, relatadas en los Evangelios. En donde Jesús dice textualmente:


"...Apartaos de Mí, malditos, id al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles..." (Mt 25-41)

Y, a pesar de estas palabras tan claras, que no se prestan a confusión, muchos "Teólogos" no tienen ningún reparo en afirmar, ¡Que no es Dios el que castiga, que es el alma que se aparta de Él!

La explicación a este problema, creo sinceramente que es bien sencilla: Aún estamos en el tiempo en que el trigo y la cizaña están creciendo, y no vemos muy claro cual es el trigo y cual es la cizaña, esta última no se puede arrancar aún, ya que se puede confundir con la buena semilla plantada por Dios. Pero aquí subsiste otro problema de fondo: Mientras hay vida hay esperanza, lo que quiere decir que Dios y el hombre pueden hacer el milagro de transformar la cizaña en trigo por la Acción de la Gracia, que proviene de Dios, y el hombre con el perdón hacia su semejante, puede dar vía libre a la Misericordia, que proviene de la inmensa fuerza del Amor de Dios, que es el Espíritu Santo. 

De la misma manera, pero a la inversa, el trigo se puede transformar en cizaña por el veneno del Odio inoculado por Satanás gracias al pecado del orgullo, que abre la puerta a todos los pecados, que conducen a la muerte del alma.

Y esto es lo que explicó el Ángel Azarías 

a María Valtorta:

[...] Nosotros queremos de ti este completo conocimiento (el don del discernimiento de los espíritus) a fin de que produzca un mar de misericordia dulcísima en el que tu puedas purificar los ánimos de tus hermanos absolviendolos, en lo que está de tu parte, de toda culpa y pidiéndole al Dios de la Misericordia que les absuelva. 
Recuerda siempre que tu Señor y mío, te enseñó que la fuerza que consigue el perdón de Dios para un pecador, es el perdón del ofendido. 
Es un trastrueque en la petición de la Oración de Jesús Santísimo: "Padre perdónanos nuestras deudas como nosotros se las perdonamos a nuestros deudores" dice el Padrenuestro. Es la misericordia de su corazón que todo y a todos absuelve diciendo: "No son unos malvados sino unos infelices" y grita asimismo: "Padre, perdona a nuestros deudores puesto que nosotros ya les hemos perdonado todo". 

[...] Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo."

Y esa es la verdadera explicación del porque los Mártires perdonan a sus verdugos en esta Tierra, y en el Cielo, donde se ha recolectado el trigo y la cizaña, claman Justicia. 
En este mundo, y desgraciadamente en muchos católicos, en donde se ha implantado el relativismo y en donde casi nadie se da cuenta de la gravedad del pecado, que es una ofensa grave a Dios, y un sufrimiento añadido a su cruenta Pasión, esta postura es incompresible.


Dice San Juan de la Cruz en los 
Dichos de luz y amor:

"No sabe el hombre gozarse bien ni dolerse bien, porque no entiende la distancia de el bien y de el mal".

Esto, dicho hace más de 500 años, en donde se admiraba la Virtud, y se despreciaba el pecado, es en nuestros días, más verdadero que nunca, ya que como lo hemos dicho, el Demonio ha impuesto el relativismo y ha "anestesiado" a la Sociedad, y para muchos, el pecado es mejor que la Virtud. Y además, se predica también un Dios relativista que quiere igual a un Santo asceta que a un sádico pecador.

Y muchos no saben la diferencia que existe entre el Amor unitivo de Dios hacia las almas santas y el Amor de compasión hacia los pecadores, ya que en este mundo pueden aún volver a Dios, y solo pueden hacerlo con Amor, y nunca con desprecio y odio, por eso Jesús estaba con los publicanos, hecho incomprensible para los Fariseos.