 |
| Toda la Creación testifica a su manera la Gloria de Dios |
Es inaudito, que haya personas, incluso científicos de reconocido prestigio que nieguen y oculten la existencia de Dios, ¿como puede ser que después de que describan la vida animal y vegetal y descubren cada vez cosas nuevas con una técnica perfecta de adaptación al medio en donde vivan, no quieran afirmar que todas las maravillas que ven tiene que venir de un Sublime y fabuloso Ser, Creador de todas esas cosas, negando el sencillo razonamiento de que todo efecto tiene que tener una causa y que el causante tiene que ser un Ser eterno, todopoderoso, de una inteligencia, y sabiduría inconcebible e inaccesible para nuestro entendimiento?
La única respuesta a esa pregunta está en la Escritura, en donde se afirma que Jesús-Dios ha venido al mundo para alumbrar nuestro entendimiento, y que la gente del mundo que no ha querido recibirla es para que sus malas obras no sean manifiestas, por esa razón se puede afirmar que Jesucristo es el "catalizador", que es necesario para separar los dos componentes Bien-Mal, unidos en este mundo.
María Valtorta era con la Biblia la lectura de la Madre Teresa de Calcuta, y la del Padre Pío de Pietrelcina que la recomendaba a sus fieles, diciéndoles que debían leer sus escritos
Del Evangelio como me ha sido revelado
de María Valtorta
Dice Jesús:
La primera palabra del Padre y Señor es esta: “Yo soy el Señor, Dios tuyo”. En cada instante del día, la Voz de Dios pronuncia esta palabra y su dedo la escribe. ¿Dónde? Por todas partes. Todo lo dice continuamente: desde la hierba a la estrella, desde el agua al fuego, desde la lana al alimento, desde la luz a las tinieblas, desde el estar sano, hasta la enfermedad, desde la riqueza hasta la pobreza.”
Todo dice : “Yo soy el Señor. Por Mí, tienes esto. Un pensamiento Mío te lo da, otro te lo quita y no hay fuerza de ejercito ni de defensas que te pueda preservar de Mi voluntad”. Grita en la voz del viento, canta en la risa del agua, perfuma en la fragancia de la flor, se incide sobre las cúspides montanas, y susurra, habla, llama, grita en las conciencias: Yo soy el Señor Dios tuyo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario