MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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lunes, 20 de noviembre de 2017

JESÚS HA FIRMADO CON SU SANGRE EL PACTO DE LA ALIANZA ENTRE DIOS Y TODA LA HUMANIDAD


DIOS PADRE NOS HA ENTREGADO A SU BIEN MÁS
PRECIADO QUE ES SU ÚNICO HIJO JESÚS.

Dios Padre da una sublime y dura reprimenda a toda la Humanidad porque no ha sabido corresponder a todos los sufrimientos físicos y sobre todo morales que Jesús ha padecido en la Tierra. Según lo que afirmó Jesús en sus dictados, es seguro que hay millones de mundos habitados con seres mejores que el nuestro,  que solo podremos contemplar en el Cielo con la visión intelectual de Dios.

Parece ser que en esos mundos no ha habido pecado original, lo que trajo en la Tierra desgracias que hemos padecido, padecemos y seguiremos padeciendo hasta el fin del mundo. Y por esa razón los seres extraterrestres, están en contacto con Dios como está relatado en el Génesis, y no conocerán la muerte, ya que ascenderán al Cielo como la Stma Virgen María y por eso tienen que conocer la calamidad que tenemos en nuestra Tierra, y el sacrificio de Jesús, que ha sido muy poco provechoso para la mayoría que no quiere seguir los mandamientos de Dios, lo que trae todas las guerras, las enfermedades, y rebeliones de la naturaleza.

En este dictado de Dios Padre, parece deducirse que los otros mundos están enterados de que la Tierra es un lugar en donde el Hijo de Dios ha tenido que sufrir, sufre, y sufrirá hasta el final cuando por fin vencerá definitivamente a Satanás, ya que se habrá cumplido el número de los redimidos, y la venida del Anticristo obligará a Dios a destruir la Tierra, creando Dios un mundo nuevo, en donde el mar que simboliza la mentira, no existirá ya, como dice el Apocalipsis.



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(Dictado del 24-11-1.943)

Isaías 41-42-43
Dice Jesús: (al final dice Mª Valtorta que es Dios Padre)

“Ante un Dios que encarna parte de Sí mismo para salvar a sus criaturas culpables, el Universo se asombra de estupor y se postra en un silencio adorante antes de explotar en el cántico de las esferas y de los mundos, jubilantes por la perfección que desciende a llevar el Amor al planeta cubierto de pecado.
El Vencedor, mi Hijo Santo ha venido para acosar las fuerzas del mal, para hacerlas huir y a traer el pacto de la alianza y la Paz entre el hombre y Dios.
Él pasa aún entre vosotros, y no deja más huella que la de su Amor, huella que solo los puros y honestos del corazón reconocen y siguen porque la Paz atrae a los pacíficos, la Misericordia a los buenos, la Justicia a los justos, la Pureza a los puros. Él viene de nuevo, os coge de la mano y os dice: “No temáis porque he venido en vuestra ayuda”.

En todas vuestras necesidades, en todas vuestras penas, en todas vuestras desventuras, ¿por qué desconfiáis? Tenéis entre vosotros Aquel cuyo deseo el Padre no puede no puede rechazar, porque mi Hijo ha superado todos mis deseos y le debo justa recompensa.
Si pensarais, oh cristianos, hijos de mi Hijo, que os ha generado a la Gracia con su sacrificio de Hombre y de Dios, si supierais a que destino os ha elevado, deberíais no digo adorarme y amarme toda la vida, sino adorarme y amarme cien o más vidas, si se os concediera vivir más vidas. Amadme por lo tanto con un gran amor, y amad con igual medida a mi Verbo que ha venido para daros la Vida.

Aunque estuvierais muertos, volveríais a vivir si creyerais en Él; aunque fuerais tierra árida y sin vegetación, os cubriríais de verdor y de frescas aguas, porque donde pasa y permanece mi Hijo santo ahí, fluye a caudales la gracia del señor y florece el lirio y la rosa, crecen palmas y olivos y, más altas que el cedro, las virtudes en el corazón del hombre.

Cuando veáis que de la Tierra corrompida surge un santo como flor de un montón de paja podrida, cuando de una nada de hombre veáis surgir un atleta de Cristo, y brillar una luz allí donde estaban las tinieblas, y sonar una voz en donde antes había silencio, e iluminar e instruir en el nombre de Dios, alzad la mirada y el alma en busca de la potencia creadora del prodigio: la Mía, que así como del lodo he sacado al hombre, así del hombre puedo extraer el santo, el portador de Dios, el tabernáculo de Dios, el arca santa sobre la que mi Gloria se reposa y desde la que mi Sabiduría habla a los espíritus.
No temáis acercaros a Nosotros que os amamos. No separéis nuestra Unidad amando Uno y no a los Otros. Nosotros nos amamos y estamos unidos por el Amor. Haced lo mismo.
El Hijo no puede haceros descuidar el Padre. Él no lo hace. Él os enseña a amarme y por sus labios santos ha hecho surgir la oración perfecta al padre de los Cielos. El hijo no puede haceros descuidar al Espíritu Santo. Él no lo hace. Como en los umbrales de la predicación, os enseña a rezarme a Mí, Padre Santo, así, en los umbrales de la Pasión os enseña a amar el Paráclito  que será el Iluminador de la Verdad enseñada.

Sin el padre, no habríais tenido al hijo, y sin el Hijo, no podríais haber recibido el Espíritu. Sin el Espíritu no podríais comprender la Palabra y sin comprender la Palabra no podríais seguir, como justos, sus dictámenes y conquistar la posesión del Padre.

Como elipsis de Luz, las causas y los efectos van desde Dios: polo superior, a vosotros: polo inferior, y desde vosotros vuelven a subir a Dios. No podéis romper la parábola mística. No se parte la Unidad. Si se parte, con un amor deforme, ya no podéis volver a subir a la Perfección sin peligro, porque, con vuestro desorden, turbáis la estela de Caridad que arrastra consigo, como red divina, los espíritus de quien han comprendido lo que es Dios y no aman a Dios, Espíritu perfecto, más que con un amor del que está excluido lo humano.

No escuchéis falsas voces que os dicen una Doctrina distinta a la que ha traído el Hijo. ¿Y cómo pueden estos pregoneros de “verbos nuevos” decir palabras de Vida, si la Vida no está en ellos, si son más falsos que las imágenes de los falsos dioses? No os hagáis dioses de ellos, es abominable hacer creer tales doctrinas, y abominable creerlo. Uno solo es Dios: Yo y aquel que he mandado, que se encarnó por Amor. Los demás son solo inicuos vendidos a Satanás y vendedores de vosotros a la serpiente maldita.

Mirad el santo Hijo mío, a mi Cristo obediente como Siervo. Él el eterno igual que Yo, por Amor al Padre. Él es quien ha quitado la amargura a mi seno y ha reunido a los hijos que se habían separado de Mí. Mi Espíritu está en Él, porque Yo soy uno con Él que se hace ministro del Pensamiento del Padre. Comparadlo con vuestros mentirosos “mesías” y ved cuan dulce y perfecto es mi Hijo, el Esperado por las gentes, el Salvador del mundo.

En Él, pleno de toda Virtud, llevada a la perfección, residen la Justicia y la Misericordia, pero porque es manso y santo, no impone, no amenaza, no oprime. El Primogénito de todos vosotros, el Consagrado para siempre al Señor, habla con la voz de su amor, enseña con el ejemplo y redime con su sacrificio. Es como agua tibia que desciende de los cielos en abril para limpiar y reavivar flores y terreno, y llevar la vida allí donde los temporales arrancaron las frondas. Es como Luz que desciende para mostrar el camino, y es tan plácida que no os percatáis de ella, solo cuando la habéis perdido. Es como voz que llama para conducir a la Verdad, y no tiene duras palabras hacia las miserias del hombre.

Ha dejado el abrazo del Padre para hacerse embajador de mi Ley ante vosotros, y se ha inmolado a Sí mismo a una vida oscura y una trágica muerte, a fin de que fuera puesto un sello que ninguna fuerza puede quitar, el pacto de alianza entre la Humanidad y Dios: Su Sangre que está como espléndida firma al pie del tratado de perdón.

Ha utilizado su indestructible fuerza de Dios, no anulada por su nuevo aspecto de hombre, no para reinar sino para haceros reinar  sobre el mal, sobre las enfermedades, sobre la muerte. Ha utilizado su sabiduría no para aplastaros sino para elevaros. Ha hecho de Sí mismo, moneda de rescate, camino, puente para haceros superar los obstáculos que os cerraban el Cielo y conseguiros el Cielo.
Y Yo he tenido que hacer pesar sobre Él, el inocente, la mano, porque eran infinitas vuestras culpas pasadas, presentes y futuras, e infinito debía ser el sacrificio para anularlas. ¿Podéis medir esa masa de sacrificio? No, no lo podéis. Solo Yo, que soy Dios, puedo conocerla. Solo Yo conozco los sufrimientos de mi Divina Criatura.

No miréis el suplicio material que duró pocas horas. El Verbo no sufrió solo en aquel momento. Por los siglos de los siglos, se ha mezclado la indescriptible riada de angustia de su dolor en su beatitud de Dios. Dolor por las ofensas a su Padre amadísimo, dolor por los desprecios a la Luz del Paráclito, dolor por las ofensas al Verbo dado inútilmente a las gentes, dolor por las culpas futuras que habrían posado sus asquerosos pies por la santidad de su Yo santísimo, dolor por la inutilidad de su Sacrificio para una buena parte de los vivientes.

No miréis solo los flagelos, las espinas, los clavos con que fue martirizada la Carne por los ciegos de entonces. Mirad los tormentos espirituales que dais a mi Santo, con vuestras resistencias a su suplicar.
¿Quiénes son más sordos y ciegos que vosotros? Vosotros no tenéis rotos los tímpanos y las pupilas, sino roto el espíritu, por lo que la ley sublime que mi Hijo vino a traeros, y que aún os trae, no penetra en vosotros o si penetra, sale enseguida como una criba desfondada.
Por lo que, como fruto de vuestra deformidad espiritual de la que sois autores voluntarios, tenéis las guerras atroces en las cuales, además de la vida y las propiedades, cada vez más perdéis el Amor y por eso perdéis cada vez más a Dios.

Pero no todos vosotros sois leprosos y endemoniados. Entre vosotros, raros como perlas en el seno de las ostras están los fieles de mi Hijo y Míos, a ellos digo: “Permaneced fieles a Nosotros y Yo os juro que estaré con vosotros. Sed los pregoneros de mi Verbo y los testigos de nuestra Justicia, de nuestra Misericordia, de nuestra Santidad. En esta vida nos tendréis cercanos y en la otra estaréis cerca de Nosotros y veréis las obras de la Divinidad. Cuando Aquél a quien he deferido todo juicio venga a dividir la mies de la cizaña y a bendecir los corderos, maldiciendo las áspides y los carneros, vosotros estaréis a su alrededor, ruedas de luz festiva alrededor de la tremenda y real Luz de la Divinidad encarnada. Vosotros seréis el nuevo pueblo de Dios, el pueblo eterno sobre el que reinará mi bendito y santísimo Hijo, y anunciaréis las alabanzas a las estrellas y a los planetas, porque todo lo que ha sido hecho, fue hecho para hacer trono a la Víctima, al Héroe, al Santo sobre quien no hay mancha y sobre quien se posa la complacencia del Padre, y a quien los astros y planetas deben, en la hora de su triunfo, hacer una alfombra de piedras preciosas para el Rey del mundo, que pasa seguido por su cortejo de Santos para entrar en la Jerusalén eterna, cuando hayan finalizado las vicisitudes de la creación con la destrucción de la Tierra y el Juicio de las Gentes”.

Al principio de este dictado he escrito. “Dice Jesús”. Pero, como usted ve, quien aquí habla es el Padre Santísimo, celebrando al Hijo.







jueves, 16 de noviembre de 2017

SOLO DIOS TIENE EL DERECHO DE REVELARNOS LOS PODEROSOS MISTERIOS DE ULTRATUMBA, NOSOTROS SOMOS SOLO LOS HUÉSPEDES DE ESTA POBRE TIERRA







Las potencias del alma nunca se podrán llenar con
conocimientos que no sean la Palabra de Dios.



Hoy día está creciendo cada vez más el número de personas que se quieren asomar al mundo desconocido de ultratumba, lo que representa un peligro, ya que la adivinación y el conocimiento de todos esos misterios, es un campo vedado para los vivientes.

En este dictado de Jesús a María Valtorta, está muy bien aclarado, lo que dice el Eclesiástico: muchas almas se pierden por tratar de escrutar lo que excede sus fuerzas. Y si Dios en su infinita Sabiduría y bondad, no quiere que nos adentremos en ese conocimiento, es porque sabe que es un peligro para nuestra salvación. Por esa razón los que se entrometen en este mundo, al no tener la ayuda de Dios, terminarán siempre engañados porque tendrán que lidiar con fuerzas ocultas que los sobrepasan.
Es el caso de los espiritistas, de los que creen en la reencarnación y los que dicen leer el porvenir consultando los diversos augurios, como son los horóscopos, las líneas de las manos, los posos de café, o las cartas del tarot.



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(11 de septiembre de 1941)


Dice Jesús:
“Muchas almas se pierden por querer buscar lo que les sobrepasa, y tratar de escrutar lo que excede sus fuerzas” como dice el Eclesiástico: Cap. 3. v. 22.
Es el antiguo veneno. El hombre siempre ha tenido, y tiene, curiosidades malsanas y profanaciones sacrílegas. Quiere impulsar su investigación a regiones que la sabiduría divina tiene envueltas en el misterio, no por celoso poder, sino por amor providente. ¡Ay si el hombre lo conociera todo del futuro y de los secretos del universo! Ya no tendríais paz espiritual ni paz natural. Dejad el futuro a Dios, creador y dispensador del tiempo, y dejad vírgenes las zonas del universo cuya posesión os daría armas para turbar cada vez más vuestra existencia de individuos y de espíritus.

Yo he dicho que no soy contrario a las obras de la inteligencia humana. Si lo fuese debería decir que soy incoherente conmigo mismo que he dado al hombre la inteligencia para que la use y no para que la mantenga inerte. Pero, por boca de la Sabiduría, os digo: No queráis ser escudriñadores de las obras de Dios, no tratéis de ir más allá de los confines que Yo he puesto para separar vuestra potencia de  potencias más fuertes que la vuestra, de leyes del cosmos, de secretos de fuerzas naturales, y sobre todo de los misterios de ultratumba cuya verdad y cuya vida sólo Yo tengo el derecho de desvelaros, porque soy el Señor de todas las cosas, mientras que vosotros sólo sois los huéspedes de esta pobre Tierra y no sabéis lo que os está reservado más allá de la vida de la Tierra.

Creed en la otra vida: Basta con creer en esto. Creed que en ella existe un premio y un castigo, fruto de una Justicia santa, que espera ser aplicado a cada individuo. Esto lo he hecho conocer por vuestro bien. No hace falta que sepáis más.

No turbéis, con vuestras chismosas curiosidades, la paz sobrenatural de la otra vida. Aunque sea hacia los atormentados, o sea hacia aquellos que no tengan paz porque están separados de Mí, vuestra investigación trae siempre un aumento de turbación. ¿Por qué turbar con ecos de la  Tierra la serenidad de los cielos? ¿Por qué aumentar el tormento de los castigados con voces que les recuerdan el mundo en el que merecieron el castigo? Tened respeto de los primeros y piedad de los segundos.

Solo Yo, Señor del Cielo y de la Tierra, árbitro supremo de todas las cosas, Potencia perfecta de todas las cosas, puedo tomar tales iniciativas  y reanudar contactos del hombre con el misterio de la otra vida. Solo Yo. Entonces es cuando os mando mis mensajeros, y siempre para un buen fin, nunca para someterme a necias y profanadoras  investigaciones  humanas.

Bienaventurados los que creen sin haber visto, dije a Tomás y lo digo de nuevo a todos los curiosos y a los incrédulos de la Tierra. No hay necesidad de pruebas para creer en la segunda vida, que – entretanto sabedlo – no es como vosotros suponéis arbitrariamente, sino como Yo he dicho: una segunda vida, una, no más y más vidas. Sois hombres y no granos de trigo, que sembrados de nuevo germinan, una, dos, diez, cien veces cuando se vuelven a sembrar.






martes, 14 de noviembre de 2017

MUCHOS VERDADEROS SANTOS SON COMO LO DICE JESÚS GENTE HUMILDE Y DESCONOCIDOS DEL MUNDO, QUE HAN VIVIDO SIN ENVIDIAR NI ODIAR A NADIE.


LA SAGRADA FAMILIA ES EL EJEMPLO MÁS GRANDE
DE SANTIDAD, ERAN POBRES, HUMILDES
Y SERVIDORES DE LA HUMANIDAD


Extraordinarias palabras de Jesús que describe donde se encuentra la verdadera santidad, que es contraria a la de este mundo en donde se concibe con la inteligencia, los conocimientos escolásticos, la belleza física, el don de palabra y de cortesía muchas veces hipócrita, y siempre interesada y egoísta porque no viene de Dios.
Es lo que personalmente siempre pensé, que habrá una multitud innombrable de Santos, no canonizados por la Iglesia ni proclamados bienaventurados, personas de nuestra religión y de otras, que habrán sido hijos, padres, trabajadores humildes y cumplidores de su deber, proclamado por las Leyes de Dios, si viven en un País cristiano, o que siguen la voz de su conciencia, puesta por Él. Gente humilde, muchas veces despreciadas y explotadas por los poderosos, que no envidian ni odian a nadie y no engañan ni perjudican a su prójimo. Son gente a menudo materialmente pobres, que son mucho más caritativos que los ricos y viven a pesar de su pobreza mucho más felices que muchos multimillonarios. 



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
 (5 de agosto de 1943 en plena guerra mundial)

Dice Jesús:

“Esta ira de las naciones es el signo precursor de mi ira, porque así debe suceder. Hora penosa, pobres hijos míos que la padecéis, pero es inevitable que exista porque todo debe estar cumplido, de Bien y Mal, sobre la Tierra antes de que llegue mi hora. Entonces diré: “Basta” y vendré como Juez y Rey para asumir también el reino de la Tierra y juzgar los pecados y los méritos de los hombres.

Cuando leéis en el libro de Juan las palabras: “la hora de juzgar a los muertos” pensáis que se refiere a los que, incluso desde hace siglos, han cruzado a otras esferas del misterio que será conocido solo cuando uno será introducido. Sí. Muerte quiere decir transmigración del alma a otras zonas distintas de la Tierra. Pero hay un sentido más amplio en la palabra de Juan: los muertos de que habla pueden estar incluso vivos, según la carne, pero en verdad, ser a los ojos de quien ve, Muertos.

Son los grandes muertos porque no habrá ninguna resurrección para ellos. Muertos a Dios, no tendrán nunca más, para siempre el bien de poseer la Vida, es decir a Dios, ya que Dios es Vida eterna.
Igualmente, con sentido más amplio del que deben suscitar las simples palabras, los profetas, los siervos, los santos de que habla Juan, simbolizan bajo esas tres denominaciones, a todas las criaturas que han sabido vivir en el espíritu.

Cuántas humildes viejecitas, cuántos pobres niños, cuántos sencillos e incultos hombres, cuántas mujeres analfabetas, desconocidas por la muchedumbre, están escondidas y comprendidas en las palabras: profetas, siervos, santos. De señalarlas al mundo, este reiría. Pero en verdad, en verdad os digo que es más profeta, siervo y santo mío, uno de estos pobres, según la carne, que un docto soberbio, un gran presuntuoso, un mismo ministro mío, en los que falte aquello que os hace santos a mis ojos: saber vivir según mi Palabra y saber hacer mi Voluntad con fe, con caridad, con esperanza constantes.

Mi sonrisa a mis bienaventurados en la hora de mi venida como Rey y Juez encenderá un sol siete veces mayor que el sol común y resplandecerán mis cielos de él, mientras los coros angélicos cantarán mis alabanzas y las de mis siervos que tendrán en aquella hora proclamada por Mí, contra el mundo mudo y ciego, sus virtudes que los hacen hijos míos.

Pero para los que no son tales, y especialmente para los que con sus actuaciones han llevado su perdición a la Tierra y a los débiles de la Tierra, mi mirada será fulgor que precipita en el abismo, ya que es inevitable que exista el Mal, pero malditos para siempre los que se hacen siervos y administradores del Mal”.

(Este es el comentario a los versículos 17-18 del capítulo 11º del Apocalipsis, como me lo comenta Jesús.)




lunes, 13 de noviembre de 2017

JESÚS EL PRIMOGÉNITO SEGÚN EL ORDEN DIVINO Y EL PRIMOGÉNITO DE LOS MUERTOS, VENDRÁ CON SU CUERPO GLORIFICADO A DERROTAR DEFINITIVAMENTE A SATANÁS.



EL PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ALEMANA
QUE DIJO QUE JESÚS NO HA VENIDO A REDIMIRNOS,
SINO PARA APRENDERNOS A MORIR







En vista de la Crisis actual de fe en la Santa Iglesia Católica la única fundada por Cristo, Jesús se ha dirigido a la gran mística italiana María Valtorta, que era la lectura favorita de la Madre Teresa de Calcuta, y del Padre Pío de Pietrelcina, que le dijo a una penitente suya que le preguntaba si había que leerla, que no se le aconsejaba, pero que la obligaba a leerla, según relata la Asociación francesa de los amigos de María Valtorta que está promoviendo, y pidiendo al Vaticano que se den a conocer sus escritos, ya que  han convertido a mucha gente en el mundo entero.

Para aclarar cualquier duda que puede surgir en esta época de convulsión, en donde la gran mayoría de la población cristiana ha abandonado la religión, debido a Satanás que ha convertido a muchos seglares y eclesiásticos, con su eterna táctica explicada por San Juan de la Cruz: Sabiendo que el mal conocido nunca será admitido, para introducir la mentira, introduce primero la aguja de la verdad para que luego entre el hilo de la mentira. La verdad es que Dios es un Padre amoroso, y la mentira es que permite el pecado y la virtud, como muchos padres que dan todos los caprichos a sus hijos, y que se vuelven unos tiranos, llegando incluso a agredirlos si no les dan lo que ellos quieren.

Satanás sabe muy bien que el pueblo cristiano se convencerá mucho más fácilmente, si los Sacerdotes y la Jerarquía predican doctrina adulterada, y relativista, es como si en una lucha entre dos ejércitos, una de los contendientes comprara a los generales enemigos para que den órdenes de no actuar ante los ataques de su bando. Si la batalla contra la Iglesia Católica, nunca se podrá ganar, ya que Jesús la ha constituido invencible, muchos de sus miembros caerán, y la Sociedad se corromperá. Basta oír todos los telediarios para escuchar acontecimientos espantosos: maridos que asesinan a su compañera, y que matan a sus hijos, o que abusan de ellos, crímenes pasionales, hijos que agreden a sus padres, abuelos abandonados, esos seres han caído más bajo que animales repugnantes. 

Es en esos momentos, como lo explica Jesús en estos escritos, cuando Dios manda a través de almas humildes mensajes claros y precisos para confirmar si Inmutable Doctrina, que derrumba toda la falsa teología predicada por los abanderados como Hans Kung, Massía, el Arzobispo de la Conferencia Episcopal alemana que afirmó que ¡¡¡Jesús no vino a redimirnos, sino para aprendernos a morir!!!, y el Señor Arzobispo que nos dijo a mi mujer y a mí que todo los hombres son hijos de Dios y que un padre no puede mandar a sus hijos al Infierno, y que por eso está vacío (no dijo que no existe, porque es un Dogma de la Iglesia Católica).

Jesús explica de una manera sublime que la segunda venida de Jesús para juzgar a la humanidad, cuando venga con su Cuerpo Glorioso, no será como la primera venida, ya que cambiará su cayado de humilde Pastor por su cetro Real, con un grandísimo poder y Gloria.




De los Cuadernos de María Valtorta (16-8-1.943)

Dice Jesús:
“Soy el “Primogénito de entre los muertos” según el orden humano y divino.
Primogénito según el orden humano porque hijo, por parte de madre de Adán, soy el primer generado de la estirpe de Adán, que ha nacido como habrían debido nacer todos los hijos de los creados por mi Padre.
No abras tanto los ojos. María ha nacido por voluntad de Dios sin mancha y esta preservación ha sido querida justamente para preparar mi venida. Pero sin un especial querer, María, nacida de hombre y mujer unidos según la ley de la naturaleza, no habría sido distinta de todas las demás criaturas venidas de la raíz contaminada de Adán. Habría sido una gran “justa”, como muchos y muchas otras del tiempo antiguo, pero nada más. La Gracia, Vida del alma, habría sido destruida en Ella por el pecado original.

Soy Yo quien ha vencido a la muerte y a la Muerte. Yo que he vuelto a llamar a la Vida a los muertos del Limbo. Dormían. Como Lázaro, cuya resurrección simboliza ésta, más verdadera. Yo les he llamado. Y han resucitado. Yo, nacido de Mujer hija de Adán, pero sin pecado original, o sea como hubieran tenido que ser todos los hijos de Adán, soy por ello el Primogénito, según el orden natural, de Adán, nacido vivo en medio de los generados muertos de Adán.

Soy el “Primogénito” según el orden divino porque soy el Hijo del Padre, el Generado, no el creado por Él.
Generar quiere decir producir una vida. Crear quiere decir formar. Yo puedo crear una nueva flor. El artista puede crear una nueva obra. Pero solo un padre y una madre pueden generar una vida.
Soy por lo tanto el “Primogénito” porque, nacido de Dios estoy a la cabeza de todos los nacidos (según la Gracia) de Dios.
Cuando con mi muerte he sacudido las puertas del más allá y he sacado a los durmientes a la primera resurrección, he abierto también las cerradas de los lagos místicos en cuyo lavado se limpia el signo que mata, muere la Muerte del espíritu, la verdadera Muerte, y nace la Vida del espíritu, la verdadera Vida.

Soy en fin el “Primogénito” de entre los muertos porque mi carne fue la primera en entrar en el Cielo, donde entrarán en la Resurrección última de las carnes de los santos, cuyos espíritus esperan en la Luz la glorificación de su yo completo, como es justo que fuera porque se glorificaron  a sí mismos venciendo a la carne y martirizándola para llevarla a la Victoria, como es justo que fuera porque los discípulos son semejantes al Maestro, por amoroso querer del Maestro, y Yo, vuestro Maestro, he entrado en la Gloria con mi Carne que fue martirizada para la Gloria de Dios.
Más adelante te hablaré de las dos resurrecciones, vistas siempre por vosotros con referencias humanas, cuando deben verse con visión espiritual.

Mi Primogenitura divina y humana me da, en consecuencia, derechos soberanos, porque siempre es el Primogénito de un rey quien hereda la corona. ¿Y qué rey más Rey que mi Padre?
Rey eterno cuyo Reino no tiene principio ni fin y contra el cual ningún enemigo tiene poder. Rey único, sin rivales que me eleva al generarme a su misma soberanía porque Yo soy Uno con el Padre, consubstancial a  Él, inseparable de Él, parte viva, activa, perfecta de Él. Rey Santo, santo, santo, de una perfección tal que no es imaginable por ninguna mente humana, Resplandece en el Cielo, sobre la Tierra y en los abismos, se extiende sobre los montes, reviste de sí cuanto existe, la santidad gloriosa de mi Padre, santidad que nosotros adoramos porque es aquella de la cual estamos generados y de la que procedemos.

Gloria, gloria, gloria al padre, María, gloria siempre porque de Él viene todo bien. Y el primer Bien soy Yo, tu Salvador.
Mi reino no es de esta Tierra, según cuanto quiere decir reinar sobre la Tierra. Pero es Reino de la Tierra. Porque Yo tendré reino sobre la Tierra. Reino evidente y verdadero, no solo espiritual cual es ahora y de pocos. Llegará la hora en que seré único y verdadero Rey de esta Tierra que he comprado con mi Sangre, de la cual he sido creado Rey por mi Padre con todo poder sobre ella. ¿Cuándo vendré? ¿Qué es la hora respeto a la eternidad? Y ¿qué te importará la hora cuándo estés en la eternidad?

Vendré. No tendré nueva carne porque tengo ya una perfecta. Evangelizaré, no como evangelicé, sino con fuerza nueva, porque entonces los buenos serán no humanamente buenos como lo eran mis discípulos de mi primera venida, sino serán espiritualmente buenos, y los malvados serán espiritualmente malvados, satánicamente malvados, perfectamente malvados. Por ello la forma será conforme a las circunstancias, porque si usara la forma de hace 20 siglos, estaría superada por los perfectos en el Bien, y sería ofrecer ocasión a los satánicos para realizar una ofensa que no está permitida hacer al Verbo Glorificado. Como una red de malla fina arrastraré detrás de mi Luz a los que han alcanzado la sutileza espiritual, pero los pesados, por la unión de la carne con Satanás, los Muertos del espíritu que la podredumbre del alma tiene clavados en el fango, no entrarán en mi Luz y terminarán de pudrirse en la unión con el Mal y con la Tiniebla.

Por ahora preparo el tiempo futuro usando singularmente la Palabra que desciende de los Cielos y da Luz a las almas preparadas para recibirla. Hago de vosotros los radiotelefonistas atentos a oír la enseñanza que es perfecta y que ya había dado y que no cambia, porque Una es la Verdad, pero que ha sido olvidada y falsificada, demasiado olvidada y falsificada porque era cómodo olvidarla y falsificarla.
Hago esto porque tengo piedad de la Humanidad que muere sin el pan del Espíritu. Como me he dado a Mí por pan de vuestra alma, así ahora entrego mi Palabra para pan de vuestro espíritu. Y repito: “Bienaventurados aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la observan”.


Noche
Dice Jesús:
“He dicho que mi nueva venida tendrá forma y fuerza nueva según las circunstancias y te he explicado cómo serán entonces los hombres. El tiempo del espíritu debe venir.
El hombre ha partido de una tiniebla profunda y de un enorme peso de fango, después de haber perdido la Luz divina por su propia voluntad, obedeciendo a la seducción enemiga cuyo verdadero ser se simboliza en el fruto que enseña el Bien y el Mal, o sea que ha revelado al hombre cuanto, por su bien, Dios había escondido a la materia, a la mente, al corazón. ¡Habríais sido tan puros, tan pacíficos, tan honestos, tan píos si no hubierais mordido la triple concupiscencia que es dulce en la boca, pero amarga en el espíritu, más que el vinagre y la hiel que me fue dada sobre la Cruz!

Caído de la morada paradisíaca sobre la Tierra, aplastado por la revelación de su carne profanada por la lujuria, torturado por el remordimiento de haber causado su mal, angustiado por la persuasión de haber suscitado la ira punitiva de Dios Creador, el hombre que no era más que un pobre ser animal en el que se debatían y fermentaban todas las fuerzas inferiores.

Yo te he llamado la atención sobre la diferencia de los preceptos dados a Moisés respecto a los Míos, preceptos necesarios en su chocante crudeza, para frenar las tendencias del hombre, pedazo de carne apenas infuso por un movimiento anímico dado por un alma herida de muerte y desfallecida en un coma espiritual. El recuerdo de la Luz perdida, viviendo en lo profundo del alma empujaba los pasos a la luz. Un camino muy fatigosos porque la materia pesa más que el espíritu y arrastra hacia abajo. De vez en cuando, la Bondad del Eterno daba a la humanidad “faros” para la travesía tempestuosa  hacia la Luz verdadera. Los Patriarcas y los Profetas: he ahí los faros de la humanidad en busca del puerto de la Luz. Después ha venido Aquel que Juan, el Amado, llama “la Luz verdadera que ilumina a todo hombre”.

-Yo he venido, Luz del mundo y Verbo del Padre, y os he traído de nuevo la Paz con el Padre, el abrazo que os hace volver a ser hijos del Altísimo.

-Yo soy quien ha encendido de nuevo la vida desfalleciente de vuestro espíritu.

-Yo soy quien os ha enseñado la necesidad de nacer en el espíritu.

-Yo soy quien ha recogido en mi Persona toda la Luz, la Sabiduría, el Amor de la Trinidad y os la ha traído.

-Yo soy quien, con mi Sacrificio he unido la cadena, donde se había roto, uniéndoos nuevamente al Padre y al espíritu de Verdad.

-Yo soy quien, haciendo palanca con mi Patíbulo, he levantado vuestro espíritu yaciente en el fango y le he dado un potente impulso para alcanzar la Luz de Dios, hacia Mí mismo que os espera en el cielo.

Pero pocos en el mundo y en los siglos han disfrutado de ello porque el mundo ha preferido siempre las tinieblas a la Luz. Yo con mi muerte atroz os he obtenido la venida del Espíritu perfecto; pero, a lo largo de los siglos, la humanidad lo ha rechazado cada vez más, como me ha rechazado a Mí, como ha rechazado al Padre. Ha sucedido como un licor que se decanta, que lo más pesado ha precipitado en el fondo y las partes puras han flotado. Así ha sucedido con el hombre a lo largo de los siglos. Quien ha querido permanecer carne y sangre ha precipitado cada vez más al fondo, mientras que los que, aristocracia de mi Grey, han querido vivir en el espíritu se han vuelto cada vez más espirituales. En medio, los tibios sin nombre.

Son dos movimientos opuestos a la masa. Una parte, y desgraciadamente es la más amplia, absorbe cada vez más a Satanás, y desciende más abajo que los animales. La otra parte, la pequeña absorbe cada vez más a Cristo, nutriéndose de su Palabra, que no calla desde hace 20 siglos, y se hace cada vez más capaz de comprender el Espíritu.

Cuando Yo uso medios especiales, es para acelerar, porque los tiempos aprietan, la plenitud de la instrucción de la Palabra y la plenitud de la formación espiritual de los discípulos verdaderos, de los súbditos verdaderos del Rey Jesucristo. No Rey de los Judíos, como irónicamente dijo y escribió un hombre débil que se creía fuerte con un pobre poder, sino Rey del Mundo antes del juicio del Mundo.

El hombre, avanzando hacia la última hora, debe alcanzar la espiritualidad. Pero comprendedme. Dios es Espíritu. Satanás es espíritu. El primero es Espíritu de Perfección. El segundo es espíritu de pecado. La masa, dividida en dos por voluntad propia, que Dios respeta, sigue cada una con su parte que eligió. Los hijos del altísimo y hermanos míos, eligen la parte de Dios, y por amor nuestro, espiritualizan la carne. Los siervos de Satanás e hijos de la Bestia, la parte de Lucifer, y por esclavitud, querida por ellos mismos matan el espíritu bajo la carnalidad, hacen de su espíritu una carne y una sangre corrompidas y repugnantes.

Cuando reine sobre y en los espíritus llegados a aquella madurez que ahora es de algunos y que entonces será la masa de todos los verdaderos cristianos, Yo me dirigiré solamente a esta parte, perfeccionándola con la última instrucción, con una nueva evangelización, distinta, no en el sentido, que no puede cambiar, sino en la fuerza que entonces podrán entender y que hoy no entenderían. Prueba de ello es que debo elegir criaturas especiales dignas de tanto, por esfuerzo propio, o hechas dignas por milagro de Amor.

Hace veinte siglos que hable a todos. Cuando llegue el tiempo hablaré solo a estos, convencido de la inutilidad de hablar a los demás. Comenzará así la selección de los separados de los réprobos.
Tú, pobre María, eres de estas almas hechas dignas por voluntad Mía. Solo tienes una cosa buena: la buena voluntad de amor. Pero es lo que me basta. Sobre ella puedo poner mi cátedra de Maestro para hacer de la pequeña alma un pedestal, para decir, volver a decir, y decir aún, las palabras de amor y de invitación al Amor, que guía y salva.

Vendré con mi Carne Glorificada.
He despertado tu curiosidad diciendo esto. No serías mujer si no fueras curiosa. Pero Yo digo lo que creo útil decir para vuestro bien y no lo que sería pasto de vuestra curiosidad inútil. Si amo ser Maestro, sé elegir entre la verdad aquellas Verdades que os son útiles conocer y basta.
Conténtate por ello con saber que es justo que en el Reino del Espíritu, cuyos súbditos habrán espiritualizado la carne, sea Rey Aquel que revistió su Espíritu perfecto de carne para redimir a toda carne y santificarla, y santificó la suya con una doble santidad, porque es carne inocente, perfectamente inocente, y carne inmolada en el Sacrificio de Amor.

Vendré con mi Carne Glorificada a reunir a todas las criaturas para la última batalla contra el enemigo, juzgaré con mi aspecto resplandeciente de Carne glorificada a los cuerpos de los resucitados para el extremo Juicio, volveré para siempre al Cielo, después de haber condenado a la muerte eterna las carnes que no quisieron hacerse espíritu; y volveré, Rey fúlgido de un pueblo fúlgido en el que la Obra del Padre, del Hijo y del Espíritu, será glorificada con la creación del perfecto cuerpo humano tal cual el padre lo hizo con Adán, bello de indescriptible belleza, con la redención de la semilla de Adán por obra del Hijo, con la santificación obrada por el Espíritu”.















jueves, 9 de noviembre de 2017

COMO, CUANDO Y POR QUÉ JESÚS DICE “BASTA” PARA QUE EL ALMA SE PRESENTE ANTE ÉL PARA EL JUICIO PARTICULAR






Cristo Rey y supremo juez de toda la Humanidad




Explicación de por qué existen tanta diversidad de muertes en cuanto al modo, a la edad, y la manera de morir, ya que mueren tanto los viejos, como los jóvenes, los sanos y los enfermos, y por qué unos llevan una vida de padecimientos y de necesidades más elementales para poder sobrevivir, y otros viven en la abundancia y el derroche.
Dios no puede impedir el pecado y el egoísmo del hombre, que al no seguir sus mandamientos cae en manos de Satanás y así, como gracias al ejemplo y la oración de muchos Santos se salvan muchas almas, por los vicios y la crueldad de los hijos de Satanás, precipitan con ellos en el abismo toda una retahila de hombres-demonios que actúan muchas veces sin saberlo como sicarios del eterno enemigo de Dios.
Sin embargo, como dice San Juan de la Cruz, a pesar de que todo se desarrolla con plena libertad, Dios como Creador y Redentor de la Humanidad, puede cambiar el transcurso de los acontecimientos, cuando así lo estima oportuno. Es lo que ha ocurrido con los que construyeron la torre de Babel, cuando todos los Pueblos estaban reunidos, como está ocurriendo hoy día, para llegar a la altura de Dios, lo cual provocó su intervención, sembrando la confusión en sus dialectos para que no lleguen a un entendimiento. Es lo que ocurrió también en el diluvio y en Sodoma y Gomorra .
Es lo que ocurre también con todas las guerras, como  lo dijo la Santísima Virgen María a los pastorcillos de Fátima: la primera guerra mundial, se terminará pronto, pero si la gente no se arrepiente, vendrá otra peor.
Existe una simbiosis entre la paz en el mundo y la naturaleza, en la Vida del Santo Cura de Ars, se puede leer que cuando logró convertir todo el pueblo, no hubo ni una granizada, ni una inundación o sequía. Estamos viendo hoy día terremotos, maremotos, sequías e inundaciones, lo que es una señal inequívoca de que los creyentes se han apartado de las Leyes de Dios, gracias al relativismo que no ve diferencia alguna entre el pecado y la Virtud, lo que provoca el olvido de Dios, pecado gravísimo porque es el incumplimiento del primer mandamiento de la Ley. 

Aquí, al final de este relato, está muy bien aclarado por qué los antiguos israelitas creían que ver a Dios, significaba la muerte, pensaban que era un castigo, cuando en realidad, como tan bien lo explica San Juan de la Cruz, la vista de Dios es de un fulgor tan elevado, que el corazón del hombre estallaría de gozo. Dice el santo Doctor que solo dos criaturas han podido ver a Dios, en este mundo: son Moisés en el Sinaí, y San Pablo, cuando dijo que vio y oyó cosas en el tercer cielo, que son inenarrables. Ambos según el santo Doctor, tuvieron que ser "amparados" por el "brazo izquierdo" de Dios, para no perecer.



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA 9-8-1.943


Dice Jesús:
“Temen la muerte quienes no conocen el Amor y no tienen la conciencia tranquila. ¡Y son la mayoría! Estos, cuando por enfermedad o por edad o por cualquier otro hecho, se sienten amenazados por la muerte, temen, se afligen o se rebelan. Intentan también, con todas las fuerzas y medios, huir de ella. Inútilmente porque cuando la hora está señalada, ninguna precaución sirve para hacer retroceder la muerte.

La hora de la muerte siempre es justa porque es dada por Dios. Solo Yo soy el Dueño de la vida y de la muerte y si bien no son míos ciertos medios de muerte, usados por el hombre por incitación demoníaca, siempre son mías las sentencias de muerte, dadas para quitar a un alma de demasiado tormento terreno o para impedir mayores culpas de aquella alma.
Ahora, observa, el don de vida, de una larga vida, ¿por qué puede ser dado por Mí? Por dos motivos.

-El primero: porque la criatura que goza de él es un espíritu iluminado que tiene misión de faro para otros espíritus aún envueltos en las nieblas de la materialidad. Muchos de mis santos han llegado a la ancianidad precisamente por esto. Y solo Yo sé cómo anhelaban en cambio venir a Mí.
-El segundo: doy larga vida para proveer el medio, todos los medios, a una criatura informe para formarse. Estudios, amistades, encuentros santos, dolores, alegrías, lecturas, castigos de guerras o de enfermedades, todo viene dado por Mí para tratar que un alma crezca en mi Edad, que no es como la vuestra. Porque Yo quiero decir que crecer en mi Edad quiere decir crecer en mi Sabiduría, y se puede ser adultos en mi Edad, teniendo la edad de niños en la vuestra, o viceversa ser niños en mi Edad teniendo cien años en la vuestra. Yo no miro la edad de vuestra carne que muere: miro vuestro espíritu, ¡Y quisiera que fuerais espíritus que saben caminar, hablar, actuar seguros, y no balbucientes, tambaleantes e incapaces de hacer como niños!

Esto explica el porque Yo diga mi “Basta” muy rápidamente para criaturas que encuentro adultas en la Fe, en la Caridad, en la Vida. Un padre desea siempre reunirse con sus hijos y ¡Con cuanta alegría, terminada la educación o el servicio militar, les estrecha contra su corazón! ¿Hará de otro modo el Buen Padre que tenéis en los Cielos? No. Cuando ve que una criatura es adulta en el espíritu, arde en el deseo de tomarla consigo y si, por piedad del pueblo, deja algunas veces a sus siervos sobre la Tierra a fin de que sean imán y brújula para los demás, otras no resiste y se da la alegría de poner una nueva estrella en el Cielo con el alma de un santo.

Son dos atracciones y dos aspiraciones que vienen de un agente único: el Amor. El alma, aquí donde tú estás, atrae a sí a Dios, y Dios desciende a encontrar sus delicias junto a la criatura amante que vive de Él. El alma aspira a subir para estar eternamente y sin velos con su Dios. Dios, desde el centro de su ardor, atrae a Sí el alma, así como el sol atrae la gota de rocío, y aspira a tenerla junto a Sí, gema encerrada en su triple fuego que da la Bienaventuranza.

Los brazos levantados del alma encuentran los brazos tendidos de Dios, María. Y cuando se tocan, se rozan velozmente, es el éxtasis sobre la Tierra; cuando se aprietan de una manera duradera, es la Bienaventuranza sin fin en el Cielo, de mi Cielo que he creado para vosotros, amados míos, y que me dará un sobreabundar de alegría cuando esté colmado de todos mis dilectos.
¡Qué eterno día de inmensurable alegría, de nosotros que nos amamos: Nosotros, Dios uno y trino; y vosotros, los hijos de Dios!
Pero, los otros que para su desgracia no han entendido mi Amor, no me han dado su amor, no han entendido que solo una ciencia es útil: la del Amor, para aquellos, la muerte es temor. Tienen miedo. Más miedo tienen aún si sienten que han actuado poco bien o del todo mal.

La boca mentirosa del hombre - porque raramente la boca del hombre dice la verdad, tan bella y bendita, la Verdad que Yo, Hijo de Dios y palabra del Padre, os he enseñado a decir siempre – la boca mentirosa del hombre dice, para engañar y consolar a sí mismo y engañar a los demás. “Yo he actuado y actúo bien”. Pero la conciencia, que está como un espejo de dos caras bajo vuestro yo y bajo el ojo de Dios, acusa el hombre de no haber actuado, y de no actuar nada bien, como proclama.

Por lo tanto, un gran miedo les oprime: el miedo del Juicio de Aquel a quien los pensamientos, los actos, los afectos del hombre, no le están ocultos. Pero si me teméis tanto como Juez, oh desgraciados, ¿Por qué no evitáis tenerme como Juez? ¿Por qué no me hacéis vuestro Padre? Pero si me teméis, ¿por qué no actuáis según mis órdenes? ¿No me sabéis escuchar cuando os hablo con voz de Padre que os guía, hora tras hora, con mano de amor? Pero al menos obedecerme cuando os hablo con voz de Rey. Será obediencia menos premiada porque es menos espontanea y dulce a mi Corazón. Pero será siempre obediencia. Y ¿por qué entonces no la hacéis?

La muerte no se evita. Bienaventurados los que vendrán en esta hora con vestiduras de Amor al encuentro de aquel que llega. Plácida como el tránsito de mi padre de la Tierra, que no conoció sobresaltos porque fue un justo que no tenía en su vida ningún reproche, así será la muerte de éstos. Gozosa como el sueño de mi Madre que cerró los ojos en la tierra sobre una visión de Amor, ya que de amor fue toda su vida que no conoció pecado, y los abrió en el Cielo, despertándose en el corazón de Dios, así será el fin de los enamorados.

¿Sabes, alegría Mía, que bonito será también para ti? Esta mañana, cuando Yo-Eucaristía venía, tú has tenido un sobresalto  de éxtasis porque me has visto darte a Mí mismo. Pero esto no es nada. Un granito de éxtasis puesto en tu corazón. Uno solo, para no destruirte, porque lo has notado… has creído morir de la emoción. Pero cuando sea el momento, verteré un río de alegría, porque no será ya necesario mantener tu vida humana y nos iremos juntos.

Ánimo, aún un poco de dolor por amor de tu Jesús y después tu Jesús abolirá para ti el dolor para darte a Sí mismo, completamente a Sí mismo, alegría sin medida”.

En efecto, esta mañana he tenido una impresión tan viva que he estado a punto de gritar; porque se grita no solo por miedo o por dolor, sino también por demasiada alegría. He creído que el corazón cediera en la alegría y yo muriera así, con la hostia aún sobre la lengua.






domingo, 5 de noviembre de 2017

LECTURAS DE LA SAGRADA EUCARISTÍA DEL 4-11.2.017. PROFECÍAS DE SAN PABLO SOBRE EL FIN DE LOS TIEMPOS; EL VALOR DE LA HUMILDAD.

El alma del soberbio es incapaz de
recibir a Dios





San Pablo a los Romanos 11, 1-2


Entonces me pregunto: ¿Dios habrá rechazado a su Pueblo? ¡Nada de eso! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y miembro de la tribu de Benjamín. Dios no ha rechazado a su Pueblo, al que eligió de antemano. ¿Ustedes no saben acaso lo que dice la Escritura en la historia de Elías? El se quejó de Israel delante de Dios, diciendo: Yo me pregunto entonces: ¿El tropiezo de Israel significará su caída definitiva? De ninguna manera. Por el contrario, a raíz de su caída, la salvación llegó a los paganos, a fin de provocar los celos de Israel.
Esta opinión de San Pablo de que por la caída de Israel, al no reconocer a Jesús como el Mesías, creo que indica que los actuales Judíos, al seguir esperando otro Mesías, aseguran a los actuales cristianos que Jesús no es, como los fundadores de las innumerables sectas religiosas una persona surgida de entre la multitud, pero sí un Ser predicho y esperado por los Profetas desde Adán.

Ahora bien, si su caída enriqueció al mundo y su disminución a los paganos, ¿qué no conseguirá su conversión total? Hermanos, no quiero que ignoren este misterio, a fin de que no presuman de ustedes mismos: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la totalidad de los paganos.
Estas Palabras de San Pablo, son sin duda alguna una profecía para los últimos tiempos antes del fin del mundo: El Pueblo Judío se convertirá, reconociendo a Cristo Jesús como el auténtico Mesías, es entonces cuando Satanás, enviará al Anticristo para tratar de vengarse, lo que propiciará la intervención del Arcángel San Miguel, para derrotarlo definitivamente.  

Y entonces todo Israel será salvado, según lo que dice la Escritura: De Sión vendrá el Libertador. El apartará la impiedad de Jacob. Y esta será mi alianza con ellos, cuando los purifique de sus pecados. Ahora bien, en lo que se refiere a la Buena Noticia, ellos son enemigos de Dios, a causa de ustedes; pero desde el punto de vista de la elección divina, son amados en atención a sus padres. Porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables.



Salmo 94(93),12-13a.14-15.17-18.


Feliz el que es educado por ti, Señor,
aquel a quien instruyes con tu ley,
para darle un descanso
después de la adversidad,

mientras se cava una fosa para el malvado.
Porque el Señor no abandona a su pueblo
ni deja desamparada a su herencia:
la justicia volverá a los tribunales

y los rectos de corazón la seguirán.
Si el Señor no me hubiera ayudado,
ya estaría habitando en la región del silencio.
Cuando pienso que voy a resbalar,

tu misericordia, Señor, me sostiene;





Lucas 14,1.7-11.


Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: 
"Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: 'Déjale el sitio', y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. 

Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate más', y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".
Aquí aparece una vez más lo que Jesús, manso y humilde de corazón, siempre atacó con más fuerza llamando sepulcros blanqueados, muy limpios por fuera y llenos de podredumbre por dentro a los Fariseos. Son los típicos individuos que quieren aparecer a los ojos de su prójimo como seres perfectos para ser alabados, pero por dentro están llenos de pecados, que es una falta absoluta de amor a Dios y a sus semejantes.
Estos individuos quieren todas las alabanzas y la veneración para ellos, y nunca se la darán a Dios, ya que su soberbia les hace hijos de Satanás que quiso ser igual a Dios, cuando dijo: No serviré", lo que propició la intervención del Arcángel Miguel, la fuerza de Dios que dijo: "¿Quien como Dios?".








jueves, 2 de noviembre de 2017

EL VENENO DE LA SERPIENTE PARALIZA EL SISTEMA NERVIOSO Y EL ALMA MUERE POR INANICIÓN


SEÑOR DIOS TODOPODEROSO, NO PERMITAS QUE NOSOTROS QUE TE AMAMOS
A PESAR DE NUESTROS DEFECTOS, NOS LLEGUEMOS A CONDENAR
MEJOR ES MORIR  ESTANDO EN GRACIA QUE  VIVIR MÁS
SI NOS PODEMOS CONDENAR.






Está escrito que Dios hizo el mundo y a los hombres a su imagen y semejanza, y que vio en cada una de las seis etapas de la Creación que lo que hizo era bueno. Por culpa del pecado de Adán que obedeció a Satanás y desatendió las recomendaciones de Dios, que le prohibió comer de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal, para no morir, lo que le hizo adorar a las criaturas en vez del Creador, se produjo la simbiosis entre el alma inmortal y la Creación que es mortal, y sobrevino la muerte de la carne, y la muerte del alma, en vez de la simbiosis entre esa alma y Dios, que era la glorificación de esa carne, y la vida eterna.

Gracias a Jesús el sublime Redentor, que se apiadó del pecado del hombre que se transmitió a toda su descendencia, Dios nos ha dado una segunda oportunidad para recobrar la vida del cuerpo y la del alma, con su muerte en la Cruz, perdonó la falta de Adán y con su Gloriosa Resurrección triunfó de la muerte nos devolvió la posibilidad de ser Hijos de Dios, y de resucitar en la Gloria como Él.

Dios ha puesto en el mundo una nueva Eva, sin pecado original, la Inmaculada Virgen María, que no comió del fruto prohibido, pero engendró en su Ser Inmaculado el nuevo Adán, que es su divino Hijo Jesús que es Dios disfrazado de hombre, que se ofreció en la Cruz como fruto del árbol de la vida, para que con su sangre y el agua de su costado nos perdone y desarraigue las raíces del pecado original que Satanás había sembrado en la humanidad. 

Ese fruto comido, es decir asimilado por los hombres que siguen sus mandamientos, es el antídoto del veneno de la Serpiente, ya que ese alimento neutraliza su acción, y además transforma ese veneno en medicina para curar las enfermedades del alma, así como ciertos venenos de las serpientes sirven para curar enfermedades del cuerpo, o para matar las células cancerosas. 

Y así las almas, viendo las consecuencias del pecado, y la bienaventuranza de las virtudes, se apartan del mal para entregarse al bien. Es lo que ocurre a los Santos sacerdotes, que oyendo en confesión las consecuencias de los que se entregan al pecado, dan gracias a Dios por haberse apartado del mundo y de la carne, que son las dos armas más poderosas que utiliza Satanás para atraer las almas a sí y apartarlas de Dios. 




Sabiduría 3, 1-9.


Las almas de los justos están en las manos de Dios, y no los afectará ningún tormento. 
A los ojos de los insensatos parecían muertos; su partida de este mundo fue considerada una desgracia y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz. 
A los ojos de los hombres, ellos fueron castigados, pero su esperanza estaba colmada de inmortalidad. 
Por una leve corrección, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto. Por eso brillarán cuando Dios los visite, y se extenderán como chispas por los rastrojos. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre. 
Los que confían en él comprenderán la verdad y los que le son fieles permanecerán junto a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.
En esta enseñanza del Libro de la Sabiduría, está explicado de una manera clara la dicotomía que existe entre la mentalidad del mundo y la de Dios. Para el que no cree, y pone toda su fe, esperanza y amor en las cosas de este mundo, se ha perdido todo cuando esta fe está defraudada por la falta de estos elementos primordiales para ellos, que eran objetos puramente virtuales, verdadero espejismo que ha desaparecido. La vida para ellos ha sido como una película de cine en donde al terminarse, aparece en la pantalla la frase FIN .

Pero para los que han puesto su fe en las cosas de Dios, están iluminados por la Sabiduría de Dios, y saben que tiene que morir el hombre viejo para conseguir ser hijos de Dios para poder entrar en el Reino eterno de Dios, el Reino de la felicidad, de la Paz, del Amor, de la sublime belleza, de la salud, y de la eterna Juventud. Es el comienzo de una Vida que no tiene FIN, la Vida verdadera para la cual fuimos creados, y que muchos han perdido para su desgracia, cambiando su derecho de primogenitura por un plato de lentejas.


San Pablo a los Romanos 6, 3-9.

Hermanos: 
¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? 
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva. 
Porque si nos hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos identificaremos con él en la resurrección. 
Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él, para que fuera destruido este cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado. 
Porque el que está muerto, no debe nada al pecado. Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.
Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él. 
Palabras clarísimas del Apóstol San Pablo, que no necesitan mayor aclaración, salvo recriminar lo que dijo el famoso teólogo Jesuita Ricardo Franco (R.I.P.), que Dios le haya perdonado: "San Pablo tiene una visión vetero-testamentaria de la Ley de Dios"(sic), es decir una visión anticuada, le pedí unas aclaraciones a esta opinión, preguntándole: "¿Entre la visión de San Pablo, puesto por Dios como faro de la Iglesia pasada, presente y futura, y la interpretación suya, fruto de las modas relativistas actuales, en donde impera el Relativismo, como dijo S.S. Benedicto XVI ¿Con cual hay que quedarse?". Naturalmente no obtuve ninguna respuesta, creo que tendrá que dármela en el más allá.

Es verdaderamente increíble la labor incansable de Satanás, y su astucia, siempre utiliza el mismo cebo, y atrapa a muchísima gente: "Dios es Misericordia, el pecado es una consecuencia de una pobre alma descarriada, por eso te puedes permitir todos tus caprichos y vicios, que Dios es un Padre "perdonador", ¿Para qué arrepentirte si Dios conoce y comprende toas las debilidades del hombre?

Esta tentación es como el veneno de algunas serpientes que paralizan el sistema nervioso, parando la respiración y el corazón, lo que lleva irremisiblemente a la muerte.





Mateo 25,31-46.


Jesús dijo a sus discípulos: 
"Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. 
Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. 
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'. 
Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? 
¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? 
¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'. 
Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'. 

Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'. Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'. Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'.
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
Siempre me he preguntado ¿Cómo es posible que haya sacerdotes y hasta Obispos que lean esas palabras del Evangelio, y que vayan predicando que el Infierno está vacío, como me dijo cierto Arzobispo, o que Dios va a proclamar un perdón para todos los condenados, siendo hombres o demonios, como lo dicen algunos predicadores como Hans Kung. Aquí está demostrado como la arrogancia y la soberbia ciegan a las almas que no son de Dios. 

Dios en su infinita paciencia y Misericordia perdona todos los pecados a los humildes que se arrepienten, pero no lo puede hacer con los soberbios que al ser impíos y ciegos, tomándose por enviados e iluminados, nunca podrán arrepentirse, es el pecado contra el Espíritu Santo que no podrá nunca perdonarse.

He conocido muchos individuos de esa calaña como el Fundador de una secta, y sus seguidores actuales, que como los Fariseos se creen defensores de la Ortodoxía católica, y que adoran tomar "baños de masa", en donde sus seguidores gritan alabanzas. Al final al no tener presencia de Dios, ya que Él se retira siempre de los Soberbios, hicieron y siguen haciendo el ridículo, anunciando que el Fundador había nacido sin pecado Original, profetizando el fin del mundo, y que el Fundador iba a resucitar para, con los ángeles a su servicio, eliminar de la faz de la Tierra a todos los progresistas.