Esaú vendió a Jacob su primogenitura por un plato de lentejas |
En este discurso del Padre Willie de la Parroquia de Santa Bernardita de San Juan en Puerto Rico, está descrita de una manera magistral la mentalidad del mundo actual que ha abandonado a Dios, para sumergirse en todos los atractivos del mundo.
Antiguamente hace unos años, en los países de tradición Católica, la Semana Santa estaba relacionada con la Pasión de Jesucristo, y era una ocasión para arrepentirse de los pecados, acordándose de lo que le costó al Redentor la salvación de las almas, lo que era una ocasión para una meditación profunda y sincera, y el deseo de cambiar nuestra vida de pecado para poder alcanzar la posibilidad de volver a renacer, como lo dijo Jesús a Nicodemo, para así poder alcanzar la dignidad de Hijos de Dios.
Con la mentalidad actual de un mundo relativista, como así lo bautizó Benedicto XVI, esa importante reflexión se ha olvidado, y lo que prima es el disfrute inmediato, por eso la Salvación ha pasado a un segundo plano, o se ha apartado completamente de las inquietudes de las almas de los fieles, ya que como me lo dijo el Señor Arzobispo, todos somos hijos de Dios, y un Padre no puede mandar a un hijo suyo al Infierno. Doctrina herética que está difundiéndose en todas partes, para el gran regocijo del ángel tenebroso, que ha logrado lo que él deseaba: que el mundo se olvide de Dios.
Y ahora la Semana Santa se desarrolla con el olvido de la Ley de Dios, y es una ocasión para la mayoría de la gente, para irse de vacaciones, llenando las playas, los cruceros, los hoteles, para el disfrute de la vida terrena, olvidándose de lo que costó a Jesús la Redención de las almas, para que podamos alcanzar los bienes celestiales. Es lo que le pasó a Esaú, que vendió a Jacob su derecho de primogenitura por un plato de lentejas.
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