EL CÁNCER DEL RELATIVISMO NACE DE LA
PREDICACIÓN "DESCAFEÍNADA"
Recuerdo que en mi juventud, hace más de medio siglo, asistiendo en una misa dominical en Francia, el predicador advirtió que por culpa de la decristianización, debida a la falta de sacerdotes, en ciertas parroquias de Francia, la gente se estaba comportando peor que animales. Actualmente, la situación se ha degradado de tal manera que se está cumpliendo lo que dijo San Agustín, se encuentra normal las situaciones más pecaminosas y que van en contra de las Leyes y de los Mandamientos de Dios.
Dios no habla con palabras pero si con hechos, estamos asistiendo a una crisis económica, que es sin duda alguna, consecuencia de la crisis moral, ya que ambas están estrechamente interelacionadas entre ellas, y cuando decae una, la otra ha entrado en crisis. Este mecanismo que ha existido desde siempre en todas las Civilizaciones, es el que ha propiciado el auge y la decadencia de todos los Imperios.
Cuando el Pueblo se ha regido por normas morales adecuadas, es decir, por los mandamientos de la Ley de Dios, que además están grabados en nuestra conciencia, que están representadas por el sacrificio, el trabajo y la honradez, este no solo se mantiene en su riqueza económica, pero además verá incrementado su poder, y cuando esas virtudes morales han superado a las de los otros pueblos, llegará a incrementar su poderío a costa de los Pueblos de menor valía moral y espiritual.
Esto es precisamente lo que ha ocurrido con el Imperio romano, en su época de mayor esplendor, adquirió toda su grandeza, como así lo afirma San Juan de la Cruz, porqué tenía leyes más justas que las de los pueblos llamados "Bárbaros".
La crisis actual que asola a los países de Civilización cristiana, por esta razón es, sin duda alguna, debida al abandono de los valores de esa cultura, que exigía sacrificio, entrega y honradez, y es consecuencia de la cultura materialista, de la busca desenfrenada de la comodidad y del hedonismo.
Y así, estamos contemplando a los abanderados de esta cultura, predicando con insistencia los valores que atentan contra la tradición cristiana: la entrega y sumisión a todos los apetitos del hombre, lo que se realiza siempre a costa de los más débiles: el aborto, la eutanasia, el divorcio, la promiscuidad sexual, la huida de todo sacrificio, y lo que es peor: la equiparación del pecado con la virtud, y el relativismo que llega a poner en un mismo plan de igualdad, al más virtuoso de todos los hombres con el más sádico.
Y así dice el Señor por el Profeta Ageo:
"¿Pensáis acaso que si es tiempo de que vosotros habitéis en casas confortables, mientras la casa del Señor está en ruinas? pues ahora así dice el Señor Todopoderoso: fijaos bien en vuestra situación: subid al monte a buscar madera, reconstruid mi Templo, y yo me complaceré en él y en él manifestaré mi gloria, dice el Señor.
Esperabais abundancia y resultó escasez; lo que llevasteis a casa yo os lo he aventado con mi soplo ¿Por qué? oráculo del Señor Todopoderoso, porque mi casa está aún en ruinas, mientras cada uno de vosotros se preocupa de la suya. Por eso los cielos han retenido la lluvia, y la tierra no ha dado sus frutos, yo he mandado la sequía a la tierra, a los montes, al trigo, al mosto, al aceite, a todo lo que produce la tierra; la he enviado sobre hombres y bestias, y sobre todas vuestras labores".
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