MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

miércoles, 5 de septiembre de 2018

NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA: COMENTARIOS SOBRE EL EVANGELIO


Intentan despeñar a Jesús por decir que ha venido no solo para
el Pueblo Judío, pero también para el mundo entero



Este Evangelio de hoy, es una severa declaración de Jesús en contra de la mentalidad del Pueblo Judío de su época que era esencialmente nacionalista y en cierta manera racista.
No podían comprender que Dios que había escogido al Pueblo de Israel para ser su Pueblo elegido fuera ahora a ampliar su elección hacia los pueblos llamados paganos. Tampoco podían entender que los otros pueblos eran creados por Dios, y por consiguiente tenían un alma inmortal como ellos, con una noción de lo que es bueno y malo, grabado por Dios en su conciencia, y que en ellos a pesar de no conocer los mandamientos de Dios, los seguían a veces mejor que ellos, por ser también hijos de un mismo Dios.

Jesús, para dárselo a entender, les cita los sucesos de los grandes Profetas de Israel, Elías y Eliseo, que atendieron a gente hambrienta y enferma de otra cultura y religión, y no socorrieron a Judíos que pertenecían al Pueblo de Dios, y que estaban en las mismas condiciones que ellas. Esto le valió el odio y desprecio de sus compatriotas que querían despeñarlo por un barranco.

Este pasaje del Evangelio se aplica de una manera sorprendente a la mentalidad de mucha gente que no quiere saber nada de los intentos del Vaticano para acercarse a los creyentes de otra confesión para establecer un ecumenismo, que no tiene nada que ver con lo que afirman insistentemente: que se dice que todas las religiones tienen el mismo valor, no han llegado a comprender esta gente que su postura es un fanatismo a ultranza porque dicen que fuera de la Iglesia católica no hay salvación, y que todos los que no se han bautizado están condenados.

Es para ellos herético todo contacto con seres de otras religiones. Y aquí están reflejados los dos tipos de creyentes y de "Grandes" teólogos, muchos de ellos que se creen escogidos e iluminados por Dios para restablecer su "auténtica Doctrina", y esa mentalidad se observa no solo los laicos, pero desgraciadamente todo una serie de teólogos que se declaran en rebeldía abierta contra Roma, pero también Sacerdotes, y Obispos que están predicando y Doctrina intransigente, tanto del tipo rigorista, como de tipo progresista, los primeros dicen que se salvan solo los bautizados, y los segundos que todos, incluso los sádicos impíos son hijos de Dios. 

En esa dicotomía siempre está la mano de Satanás que siempre se puede observar cuando una persona es soberbia y como buen Fariseo, le gusta ser alabado y aplaudido en todos los lugares, suelen ser los que dicen que fuera de la Iglesia Católica, todos se condenan, y los relativistas que son casi siempre individuos de mala vida, y que por eso se han hecho una doctrina a su gusto y convivencia, diciendo que todos somos hijos de Dios, y que por eso no existe ni Infierno, ni Demonio, que es solo un símbolo. 

Curiosamente Satanás tiene para cada tipo de creyentes unas sugerencias  diametralmente opuestas y contradictorios, lo que prueba lo que dijo Jesús, que es mentiroso y padre de la mentira. A los creyentes rigoristas, les sopla al oído del alma que Dios es intransigente y que odia a los que no son fieles a la Religión, sin embargo a los relativistas les relata el Amor de Dios y su divina Misericordia, omitiéndoles que para que se cumpla, tiene que haber un arrepentimiento sincero proporcional a la culpa, y una lucha terrible contra el mal, como dijo Jesús afirmando que tenemos que estar dispuestos a arrancarnos un miembro o un ojo si son impedimentos para entrar en el Reino de los Cielos.

Ambos tipos de Personajes causan muchísimo mal a los fieles porque llevan muchas almas consigo a la perdición, y se podría citar aquí muchos Obispos y teólogos del tipo del Obispo de Amberes, o de Hans Küng. Para colmo oí un Sacerdote explicando el catecismo, que luego fue nombrado Obispo, que dijo que "¡el Sacerdote tiene que estar unido a su Obispo como Jesús a su Padre!"(sic), cuando Santo Tomás de Aquino dijo que la Jerarquía tiene que estar públicamente amonestada cuando hay peligro para la fe.




SANTO EVANGELIO 

Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. 
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: 
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. 
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. 

Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: "¿No es este el hijo de José?". 

Pero él les respondió: "Sin duda ustedes me citarán el refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo'. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún". Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra". 

Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio". 

Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. 
Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.




No hay comentarios: