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| LA SANTA FE ES UN DON DE DIOS, QUE ES EL TESORO ESCONDIDO E INACCESIBLE PARA LOS QUE HUYEN DE LOS SACRIFICIOS |
Isaías 22, 19-23.
Yo te derribaré de tu sitial y te destituiré de tu cargo. Y aquel día, llamaré a mi servidor Eliaquím, hijo de Jilquías; lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu faja, pondré tus poderes en su mano, y él será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá.
Lo clavaré como una estaca en un sitio firme, y será un trono de gloria para la casa de su padre.
Todos los Profetas de la Biblia en el Antiguo Testamento, anunciaron siempre el acontecimiento más importante de la Historia de la Humanidad: La venida del Mesías, cuyo advenimiento ha sido para la mayoría de los creyentes antiguos, la venida de un Ser Supremo que restablecería el Poder de Israel, haciendo de esta Nación la más importante de la Humanidad, como en el Tiempo de Salomón.
Los mismos Judíos lo creyeron después de la Resurrección de Jesús cuando iban a Emaús y le preguntaron: ¿Es ahora Señor cuando vas a restablecer el Reino de Israel?
El Primer discurso de Jesús, en la Sinagoga de Nazaret, fue para proclamar que el Mesías no iba a ser solo el Rey de Israel, sino el Rey Universal, para eso les recordó un hecho histórico ocurrido hace siglos: "Del tiempo de Eliseo, había muchos leprosos en Israel, Pero el Profeta no curó a un israelita, sino a Naamán el Sirio", lo que le valió el rechazo de sus paisanos que lo llevaron a un barranco para intentar despeñarlo.
Lo mismo ocurrió con la mujer cananea, que a pesar de estar tratada por Israel como un perro, obtuvo el milagro de la liberación de la posesión de Satanás a su hijo, y la persona que encontró a Jesús en Israel con más fe, no fue ningún Fariseo, Rabí, o estudioso de las Escrituras y de los Profetas, como un docto Escriba, sino un Centurión romano de estirpe pagana, que dijo unas palabras cuyo eco se está oyendo diariamente en todas las misas que se celebran en todo el Orbe: "Señor yo no soy digno que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme".
Estas palabras de la lectura del Profeta Isaías, se refieren sin duda alguna a Jesús, clavado en una estaca que es la Santa Cruz, que glorificará a Jesús y a todos sus seguidores, cuyo Juicio y poder será eterno, ya que a su Gloriosa Resurrección delegará sus poderes a su Santa Iglesia fundada por Él sobre Pedro y sus sucesores.
Salmo 138 (137)
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
te cantaré en presencia de los ángeles.
Me postraré ante tu santo Templo.
y daré gracias a tu Nombre
por tu amor y tu fidelidad.
Me respondiste cada vez que te invoqué
y aumentaste la fuerza de mi alma.
El Señor está en las alturas,
pero se fija en el humilde
y reconoce al orgulloso desde lejos.
Tu amor es eterno, Señor,
¡no abandones la obra de tus manos.
En este Salmo del Real Profeta David, precursor de Cristo Jesús, se hace referencia a su glorificación, que ha traído consigo para los que creen y practican sus enseñanzas, la Vida Eterna, que consistirá en las alabanzas a Dios, el reconocimiento de su Gloria su Majestad y su Poder, no solo en el Cielo pero ya en esta Tierra para los que le imploran.
Dios se fija solo en los humildes y reconoce a los soberbios desde lejos, es decir que Dios ama el perfume del humilde y se acerca a él, y mira el soberbio de lejos, ya que su hedor lo aleja de él.
San Pablo a los Romanos 11,33-36.
¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos! ¿Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido?
Porque todo viene de él, ha sido hecho por él, y es para él. ¡A él sea la gloria eternamente! Amén.
El que penetró el pensamiento de Dios, y su consejero solo puede ser su Divino Hijo Jesús, y solo Él que es la Víctima perfecta y sin tacha fue la oferta perfecta para poder ser retribuido para pagar el pecado de la Humanidad transmitido por Adán y Eva a toda la Humanidad, pasada, presente y futura, de la cual fué exenta solo la Santísima Virgen Maria, su Madre, la Corredentora.
Mateo 16,13-20.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".
"Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
Aquí está confirmada de una manera clara ye irrefutable, que la fe es un don de Dios, que solo puede ser transmitida por Él a los que son dignos de recibirla que son los mansos y los humildes y obedientes, nunca la recibirán los soberbios que se toman por iluminados y escogidos, que son los "gurús" de todas las sectas, o de los que se llaman y creen ser católicos, aunque vayan a misa y asistan y reciban los Sacramentos, de los cuales se aleja Dios por su soberbia, como lo dice el Salmo.
Aquí con estas palabras de Jesús quedan desacreditadas las miles de sectas protestantes, o los grandes teólogos reformadores que quieren cambiar la Tradición, y que desean que Dios se adapte a esta Sociedad cada vez más corrupta, poniendo en igualdad de condiciones el más sádico pecador con el más Santo de los ascetas. Es la misma táctica de Satanás: querer ser semejante a Dios, se llama "relativismo", y está de moda en nuestros días.
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