MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

lunes, 28 de agosto de 2017

HOY 28-8-2.017 FIESTA DE SAN AGUSTÍN EL GRAN APÓSTOL DE LA IGLESIA CATÓLICA

¡Oh, belleza antigua y siempre nueva, me habéis dado
 a gustar vuestra inefable dulzura! (S. Agustín)

Para el alma que empieza a llegar a la unión mística con Dios, le parece que el mundo que lo rodea es siempre nuevo, y ve a Dios en toda la Creación, ya está gustando lo que dice Dios en el Apocalipsis: "He aquí que hago nuevas todas las cosas", es lo que corrobora San Agustín en esta frase escrita en esta antigua imagen francesa. Existe por esta razón una dicotomía entre esta alma apartada del mundo, y la que se ha entregado a él. 

Es por esta razón que el alma del espiritual está satisfecha, y llega un momento que ya no pide favores para ella, ya que de sobra se da cuenta que Dios le tiene ya concedido muchísimas cosas, sobre todo la más importante que es el don de la Santa Fe. Es entonces cuando el alma es capaz de dar gracias a Dios en cada momento de su vida, cuando duerme, cuando come, cuando vela, cuando trabaja y cuando descansa, es entonces cuando consigue ser verdaderamente libre. 

Es lo contrario de lo que le ocurre al que se ha entregado al mundo, que es esclavo de sus apetitos, que es como el fuego, que cuando más se le echa combustible, más arde, y aún, como lo dice San Juan de la Cruz, es peor que el fuego, ya que el pecador si se le quita el alimento, en vez de apagarse, crece cada vez más y más, es lo que le ocurre al drogadicto, al lujurioso o al borracho. Es la esclavitud del Pecado, por eso vino Jesús, para darnos la libertad de los hijos de Dios.


"NINGUNA DE LAS COSAS GRAVES Y PESADAS LAS HA HECHO EL AMOR"



Esta otra frase muy profunda de San Agustín, que cita San Juan de la Cruz en sus obras místicas, quiere  decir que el Amor de Dios que es el Espíritu Santo, es su infinita  Fuerza, ese Amor es el que ha creado el Universo, que tiene millones de planetas habitados, que nunca llegaremos a conocer en este mundo, por las distancias inconmensurables que nos separan de ellos. 
Esa Fuerza de Dios es la que ha infundido el valor a los mártires que murieron de forma cruenta, y a los que han llevado toda una vida de sacrificios, de sufrimientos y de privaciones, lo que muchas veces por su larga duración, como lo dice Jesús a María Valtorta, tiene más mérito que el sacrificio cruento.







No hay comentarios: