MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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domingo, 14 de diciembre de 2025

14 DE DICIEMBRE FIESTA DE SAN JUAN DE LA CRUZ, DOCTOR MÍSTICO DE LA IGLESIA CATÓLICA


Preguntó Jesús desde un cuadro a San Juan de la Cruz
"Juan ¿Qué quieres por tus servicios?" El Santo le contestó: 
"Señor, padecer y ser despreciado por vuestro Amor". 


Y es que pedirle a Dios ser despreciado, es asegurarse el Cielo, ya que el demonio siempre atrapa las almas por la soberbia, le es imposible hacerlo con los humildes, ya que no tiene por donde agarrarlos. En la enciclopedia Wikipedia, se puede leer que S, Juan de la Cruz es venerado por los Luteranos y los Anglicanos. En un curso para la formación de los profesores de Religión, un profesor de teología estaba predicando doctrina contraria a las enseñanzas de ese gran Santo, se lo dije en plena audiencia, me contestó ¡que eso eran cosas de la Edad Media! 

En este retrato anónimo de San Juan de la Cruz, se ve reflejada la mirada fija hacia Dios, que fue el lema de su Vida, que consistió siempre en contemplar y fusionarse con Amor con la Divinidad, hecho que no solo supo adoctrinar, pero sobre todo aplicar en su vida de una manera plena y continua. Por esa razón, su mensaje es en nuestra época más vigente que nunca, época en la cual el proceso de secularización, que se dedica insistentemente a predicar una doctrina "relativista", con unos sacrificios "lights", que anestesian a las almas, y las apartan del Santo temor de Dios.

Cuentan en el libro de su vida que, estaba tan absorto en la contemplación mística, cuando era Prior del convento de Segovia, donde está enterrado, que cuando lo venían a buscar, estando apartado en una ermita en el jardín del convento, para atender y resolver un asunto del mundo, tenía que golpearse los nudillos de las manos, contra una pared para volver en sí, por esa razón tenía los nudillos de las manos  "descalabrados".

Santa Teresita del Niño Jesús, monja carmelita de estrecha clausura, por su amor y sus sacrificios a favor de los misioneros, mereció el título de “Patrona de las misiones” que le otorgó el Papa Pío XI.
María Valtorta, seglar, encerrada en su cuartito de enferma y clavada a su lecho desde el año 1.933 al 1.961, trató de imitarla en la oración, en el celo y en los sufrimientos, siendo escuchada. Y así, por diversas cartas de Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas misioneras, hemos llegado a saber de un modo continuo que los escritos valtortianos  van esparciendo abundante Luz y provocando un gran fervor en las tierras de misión.

Tanto es así, que la primera traducción parcial (Vida de Jesús extractada de los diez volúmenes de “Il Poema del Huomo-Dio”) fue hecha en Japonés y publicada en Tokio en la Navidad de 1.971 (381 páginas) a cargo del Padre Juan Escobar O.F.M.




DEL LIBRO DE AZARÍAS
Dictado a María Valtorta del 24/11/1.946


            Dice Azarías, su ángel de la Guardia:

En la oración de la Misa propia de San Juan de la Cruz, aparece compendiada en pocas palabras la doctrina precisa para ser perfectos cristianos: negarse a si mismos y amar la Cruz. El santo Doctor y Reformador del Carmelo, es grande en el Cielo por haber sabido hacer estas dos cosas de un modo perfecto.

Bien poco hubiera sido el haber reformado las antiguas constituciones. También los jefes de las Naciones reforman las constituciones de sus Estados, más pocos de ellos son santos. Como también los dueños de una hacienda reforman los usos y costumbres del trabajo, pero pocos de ellos son santos.

E igualmente poco, o bien menos que nada, y más aún motivo de condena hubiera sido para San Juan de la Cruz el haber escrito tratados de mística, si a las palabras no hubieran correspondido sus actos. También los escritores llenan páginas morales para abrillantar la figura del personaje o personajes de sus libros, pero después, en su vida diaria, llevan una vida que es el polo opuesto de la tesis moral que mantuvieron en su libro. No fue el suyo el perfume de su vida, que exhala con palabras la convicción de la mente que se fija en el papel, sino tan solo una obra maestra escrita para obtener de ella aplauso y ganancia. Son, por lo tanto, histriones y nada más.

Si San Juan de la Cruz hubiera escrito aquellos tratados de mística únicamente para demostrar su capacidad de escritor y después hubiera sido un tibio, un tibio nada más, habría firmado de su mano la propia condena a una pena más o menos larga, ya que la Justicia habríale preguntado: “¿Por qué has sido hipócrita? A ti no te vale la excusa de falta de conocimiento que disculpa a los ignorantes. Has conocido el Amor y lo has descrito sin que después te hayas abrasado en él. Ve, por tanto, a aprender a amar y a ser sincero”.

Pero San Juan de la Cruz se reformó heroicamente a si mismo antes que a los demás y practicó la perfección que describía para legar un código de perfección a las almas. Por esto es grande y por esto es Santo.

Y, por lo mismo, cada uno de los cristianos puede llegar a ser santo, negándose a si mismo, es decir, cambiando el yo humano a un yo espiritual perfecto y amando la Cruz. Sin la imitación del Divino Crucificado, no es posible la reforma de uno mismo y sin el amor a la Cruz no se puede llegar a término la transformación del yo, por cuanto, reformar el yo equivale a laborar la planta rebelde de la humanidad a base de cortes y cauteríos, y no una, sino cien y mil veces, ya que ella es planta rebelde que de los mismos puntos de las amputaciones echa nuevos retoños o rechaza los injertos que la fuerzan a cambiar su naturaleza y a estar sujeta al querer del más alto, esto es: el espíritu.

En cuanto acabo de decirte referente al Santo conmemorado hoy, ¿acaso no está tratado ya en lo que dice la Epístola? Esta Epístola escrita muchos siglos antes de la venida de San Juan de la Cruz, ilustra las virtudes del cristiano, e indica las vías a seguir para alcanzar las virtudes siempre conforme a una línea, puesto que la Verdad no cambia. Ella es lo que es hoy, como lo fue hace veinte siglos y lo será en el último día. Tan solo existe un camino para llegar al Cielo: el del vencimiento de si mismos y el del amor a la cruz. Camino que es, como dice Pablo: sabiduría e inteligencia espiritual, junto con el conocimiento de la voluntad de Dios.

Conocimiento de esta divina Voluntad que os propone e, incluso, os impone a fin de poderos dar gloria y gozo, sabiduría e inteligencia espirituales que se desarrollan vigorosas con la renuncia de todo aquello que desagrada al espíritu y con la meditación amorosa del Modelo Divino que se negó a Si mismo hasta la muerte de Cruz y que se os permite “conduciros de la manera digna de Dios”, hasta el punto de agradarle en todo haciendo actos que tienen como fruto la vida eterna más allá de la vida y, como sello y sostén la virtud. ¡Oh vida gozosa y activa de quienes saben negarse a si mismos y amar la cruz!

Es semejante a un fecundo día de primavera en que todo contribuye a que se abran las flores en las plantas y a fecundarlas para que no resulte baldía la floración. Una acción da paso a otra y de un sacrificio redunda un perfeccionamiento. De un latido de amor nace un amor al sacrificio. De un amor al sacrificio, un acto de amor. De un acto de amor, un impulso a la mayor renuncia y a una más grande imitación al Divino Crucificado. Es toda una cadena en la que los eslabones se sueldan unos con otros cada vez más robustos, cada vez más en la luz, en el alto, hacia Dios, hacia la Patria y hacia el gozo. Y el artífice de su perfección da gracias a Dios Padre por “haberle hecho digno de participar en la suerte de los santos” que aquí viven en la Luz y gozan de ella en el Cielo, libres de las seducciones de las Tinieblas, ya que estas no encuentran donde afianzarse para dañar en el corazón, que amputó en si todos los puntos de los que pudiera valerse el Gran Enemigo para penetrar y demoler.

¡Ánimo María, hasta el aniquilamiento absoluto de la criatura afín de que triunfe la causa de Dios y aumente su Gloria con otros muchos espíritus sobre los que la Sangre de Cristo aguarda a caer para redimir y perdonar!

Ten presente que las pequeñas voces, que son siempre almas víctimas, son al mismo tiempo pequeños Moisés. Y el destino de los Moisés es orar sobre el monte al tiempo que los atletas de Dios combaten contra los enemigos del Señor por su Gloria.

La Gloria de Dios deriva del conocimiento del mismo. Donde hay ignorancia de Dios, no puede estar su Gloria, ya que la ignorancia combate al Señor ya que no lo conoce y al no conocerlo, no le ama ni le importan sus palabras. Vive por tanto en el pecado más por ignorancia que por voluntad de pecar. Ayuda con cuanto eres a los atletas que combaten a Satanás, a la ignorancia, las herejías y la tibieza. Jesús Santísimo, que es tu Amor, está esperando de ti una ofrenda de almas.

Pequeña voz, pequeña hostia, sé también una pequeña misionera, sosteniendo a los misioneros con tus sacrificios. A la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.






viernes, 12 de diciembre de 2025

MARGARITA MARÍA ALACOQUE , CON EL ENCARGO DE JESÚS DE HACER QUE EL MUNDO LE AME

IMÁGENES DE SANTA MARGARITA MARÍA 
DEFENSORA DE LA DEVOCIÓN AL
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 Madera del avellano de las apariciones
El divino Corazón solo pide vuestra confianza 
para haceros descubrir la fuerza de su  socorro








En el reverso: Sello del Monasterio de la
 Visitación de Paray-le Monial.
 Paño tocado a los huesos de 
Bienaventurada Margarita María


Visión de Santa Margarita María Alacoque.
De los cuadernos de María Valtorta (2-6-1.944)

[...] Pues bien, creo que estoy en una Iglesia en el interior de un monasterio de rigurosa clausura. Veo un amplio arco, muy alto, que da luz a la Iglesia. En realidad, dar luz o es la expresión más adecuada porque su vano está ocupado por una tupida reja, que lo hace aún más impenetrable porque está cubierta por una pesada cortina de paño muy oscuro, que baja desde lo alto hasta más o menos un metro y medio del suelo, o sea, hasta el punto en que termina el muro que sostiene la reja. [...]

Entra una monja alta y, sin dudas, delgada porque, a pesar del amplio hábito, se nota un cuerpo esbelto. Se dirige al banco y se arrodilla. Se alza el velo que cubría el rostro y veo que este es joven, no tan bello pero gracioso, sumiso, suavemente pálido. Veo dos ojos claros - me parecen de un color castaño-verdoso - que brillan suavemente cuando los alza para mirar el tabernáculo, mientras los finos labios se entreabren con una suave sonrisa. El óvalo del rostro se afila entre las blancas vendas, algo más blancas que su tez. El velo negro desciende hasta la túnica de igual color, de modo que en la figura arrodillada, lo único claro son su gentil rostro, las manos afiladas y bien formadas, unidas en la plegaria, y una cruz de plata que brilla sobre el pecho, más abajo del amplio griñón. Con los ojos fijos en el tabernáculo reza fervorosamente.

Y aquí llega lo bello de la visión. La reja, toda la reja resplandece como si un fuego vivísimo se hubiera encendido más allá de la cortina. la lámpara que antes parecía una estrella reluciente, ahora queda anulada en la luz que va aumentando y cobra cada vez más un tono de plata vivísima, tan vivo que los ojos distinguen solo eso, pues también la reja resplandece en el fortísimo resplandor. Y en ese resplandor aparece Jesús, de pie, erguido, con su cándida túnica y su manto rojo, sonriente, bellísimo.
Exclama: "¡Margarita!" para sacudir a la monja que se ha quedado inmóvil, mirándolo. La llama tres veces, cada vez más dulcemente y sonriéndole cada vez con mayor intensidad. Avanza caminando sin apoyarse en el suelo, sobre el tapiz de luz que se extiende debajo de Él. "Soy Yo, Jesús, a quien amas, no temas".
Margarita María le mira con beatitud y le dice entre lágrimas: "Señor, ¿qué quieres de mí? ¿Por qué te apareces a mí?.
"Soy Jesús, que te ama, Margarita: quiero que tu hagas que me amen".
"¿Como puedo hacerlo, Señor?"
"Observa y lo podrás todo porque lo que verás te dará fuerzas y voz para sacudir al mundo y traerlo a Mí. He aquí mi Corazón.  Míralo. Es el que amó tanto a los hombres y deseó que lo amasen. Pero los hombres no le aman, a pesar de que en ese amor estaría la salvación del género humano. Margarita, di al mundo que Yo quiero que mi Corazón sea amado, ¡Tengo sed! Dame de beber. ¡Tengo hambre! Dame de comer. ¡Sufro! Consuélame. Esta misión será tu júbilo y tu dolor, pero te pido que no la rechaces. Ven, ven a Mí. Acércate a Mí. Besa mi Corazón. ya no tendrás miedo a nada...".

Margarita María se levanta y camina como en éxtasis hacia Jesús. la enorme claridad hace aún más blanco su rostro. se postra a los pies de Jesús.
Más Él la alza y, sosteniéndola con la mano izquierda, se abre la túnica en su pecho - y al hacerlo parece que se desgarra la carne - y aparece el divino Corazón vivo, palpitante, entre torrentes de luz que iluminan el modesto coro, que hace resplandecer el cuerpo material de la discípula dilecta como si fuera un cuerpo ya espiritualizado. Jesús atrae a sí a su amada y con amorosa violencia le acerca el rostro a la altura de su Corazón, lo estrecha contra él y sostiene a la discípula arrobada pues, de lo contrario, se desplomaría de júbilo. por eso, cuando la separa de Sí, sigue sosteniéndola con dulce cuidado y la apoya en el suelo - pues hasta ese momento Margarita ha caminado en la estela de luz para llegar hasta Jesús - y no la abandona hasta que no la ve firme en su lugar. Entonces dice: "Volveré para hacerte  saber mi voluntad. Ámame cada vez más. Ve en paz".
La luz le envuelve como una nube y va atenuándose cada vez más hasta desaparecer, en el coro, de nuevo sumido en la oscuridad, brilla solamente la estrellita amarilla de la lámpara.
Esto es lo que vi. Y Jesús me dice: "Has cumplido la adoración del Jueves, vísperas del primer viernes. ¿Podrías desear algo mejor?". Sonríe y me deja.


Lucas 7,11-17.

Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. 
Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: "No llores". Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: "Joven, yo te lo ordeno, levántate". 
El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. 
Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo". 
El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.

¿Cómo puede ser posible que haya tanta gente que no ame a Jesús?, cuando pasó su vida en la Tierra haciendo el bien, resucitando a muertos, curando enfermos, ciegos sordos y leprosos y exorcizando a los posesos.
Para colmo, se ofreció como Víctima expiatoria, murió para darnos la Vida, por lo que, como lo dice San Juan de la Cruz, si teníamos que agradecerle por habernos dado la vida material, le debemos amor eterno por habernos dado la Vida espiritual eterna, que tuvo que pagar con su tremenda Pasión, y su agonía en la Cruz.









martes, 11 de noviembre de 2025

DURÍSIMA REPRIMENDA DE DIOS SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA IGLESIA, POR CULPA DEL HEDONISMO QUE PREDICA LA HUIDA DE TODO SACRIFICIO, Y BUSCA SOLO LA FELICIDAD MATERIAL



LA ADORACIÓN DEL BECERRO DE ORO



Los escritos de María Valtorta según lo explica la Asociación francesa "Les amis de Maria Valtorta", eran la lectura favorita de la Madre Teresa de Calcuta, y cuenta que San Pío de Pietrelcina le contestó a un penitente suyo que le preguntaba si podía leer sus obras, que no solo se las recomendaba, pero que le obligaba a leerlas.

María Valtorta, recibe una amiga que ha leído unos escritos suyos, pero esa amiga no sabe que fue ella quien las escribió, comenta que son muy sublimes, pero que atemorizan porque no dejan ver la Misericordia de Dios, ya que hacen ver solo su Justicia, mientras que otra vidente de la época, una tal Marina estaba como en trance, es decir iluminada. 

-Y esta es la expresión de María Valtorta que es la exclamación de todos los Santos:
"¡Dios!..¡Dios!...Éste es mi dolor: Tener como único fin servirle y hacerle amar y temer que Él me aborrezca. Pero es tiempo de Pasión…¡Oh! Ayúdeme porque bajo la calma aparente, soy una doliente herida”.

-Decía San Juan de la Cruz: “Nadie puede saber si es digno de Amor o de aborrecimiento a los ojos de Dios”.

-Decía San Pío de Pietrelcina. “Preferiría llevar mil cruces y hasta me sería dulce y llevadera toda cruz, si no tuviese esta prueba de sentirme siempre en la duda de si agrado o no al Señor en mis obras”.

-El Santo cura de Ars, patrono de los sacerdotes del mundo entero, se veía tan pecador que pidió varias veces a su Obispo que lo destituyera de su cargo, ¡Para entrar en la Trapa y poder llorar sus pecados! 

-Le preguntaba Santa Teresita de Lisieux a la Rvda Madre Ana de Jesús, compañera de Santa Teresa de Jesús, fundadora del Carmelo en Francia y en Bélgica, que se le había aparecido en Lisieux: "¡Dígame por lo menos si Dios está contenta conmigo!"

Y este escrito es para los de la “moderna” teología, que han borrado de un plumazo el don del Espíritu Santo que es el santo Temor de Dios, que es temor a ofenderle y a que esté descontento con nuestra manera de ser, y que siempre predican insistentemente al dios que te quiere “tal como eres”, para los que han modificado la doctrina tradicional de la Santa Iglesia a su gusto, y que no saben que los que han recibido el don de la Fe, también reciben el don de la Esperanza y de la Caridad, que les ayuda a llevar la Cruz que les acompaña siempre, porque ven sus imperfecciones que descubre la presencia de Dios y que siempre acompaña a todos los verdaderos creyentes. 

También es para los abanderados de la Doctrina “light”, los que han borrado de su discurso la palabra "Infierno", Satanás", perdición. muerte del alma, porque les molesta a su vida de relativismo, he aquí las terribles palabras de Dios Padre del 20 de Marzo de 1.945, cuando aún no estaba tan extendido como en nuestros días, y cada vez más, el relajamiento, el relativismo y la traición espiritual de tantos fieles de la Iglesia.

¡Y encima quieren iniciar con esa mentalidad la "Nueva Evangelización" promovida por el Sínodo!



De los cuadernos de María Valtorta 
(19 de Marzo de 1.945)

          
           Habla María Valtorta:
          [...] Hoy he visto a una persona que me conoce desde niña y que me ha dado su amistad materna desde hace muchos años; luego por una voluntad ajena a la mía, tuve que abandonarla y ahora, por fin he podido volver a acercarme a ella. La señora me ha hablado de una tal Marina...y de mis dictados, de los que ha leído algunos fascículos. Como si yo no supiera nada, le he preguntado que diferencia nota entre las dos personas, de la cual una es conocida y la otra casi anónima, porque se la cree una de la congregación Servita o una señorita enferma, etc...

           Me ha respondido que, según ella los de la tal Marina están escritos en trance, mientras que los otros son sublimes, pero atemorizan porque en lugar de hacer sentir la Misericordia de Dios hacen sentir su Justicia. Pero reconoce que encierran palabras de luminosa claridad y de una elevación espiritual que impresiona. Hay una maravillosa oración a la Virgen". Y ha terminado diciendo: "Haz que te los den para leerlos. No pude obtener otros pero, te digo la verdad, deseo obtenerlos".

          No puedo decirle si cree que se trata de mí o si cree que no conozco los dictados: Pero para mí ha sido como una gota de miel porque es una mujer religiosa y culta, que siempre me ha parecido muy equilibrada. Por eso, su juicio y su deseo me han confirmado que en los dictados las almas sienten a Dios.

-¡Dios!..¡Dios!...Éste es mi dolor: Tener como único fin servirle y hacerle amar y temer que Él me aborrezca. Pero es tiempo de Pasión…¡Oh! Ayúdeme porque bajo la calma aparente, soy una doliente herida”.




De los Cuadernos de María Valtorta 
(20 de Marzo de 1.945)


 Habla el Padre Santísimo:

“Os parece dura la palabra que expresa la verdad. Querríais solamente palabras misericordiosas. ¿Podéis reconocer que merecéis misericordia? ¿Acaso no es misericordia también la Voz severa que os habla de castigo y os invita a arrepentiros? ¿Acaso os arrepentís?

Este deseo de oír solamente promesas de bondad, esta manía de recibir de Dios solo caricias, es la desviación de la Religión. Habéis convertido en epicureísmo también este principio sublime que es la Religión referida al Dios verdadero. Pretendéis deleite de ella pero no queréis dedicarle esfuerzo. Queréis descansar en la cómoda transición entre lo que os ordena la Religión y lo que os place. Y pretendéis que Dios se avenga a esta adaptación.

En otras épocas, este vicio espiritual se llamaba “quietismo” y aún así lo llaman los Doctores del espíritu. Yo soy más severo y lo llamo epicureísmo del espíritu.

Querríais recibir de la Religión, de Dios, de su Palabra, solo lo que acaricia los sentidos, porque os habéis rebajado tanto que habéis convertido en sensual hasta el espíritu. Por eso queréis ofrecerle sensaciones y estremecimientos puramente humanos. Parecéis los enajenados de otras religiones que, con oportunas ceremonias provocan un estado psíquico anormal para gozar de los falsos éxtasis de sus paraísos.

Ya no comprendéis la grande, la mayor misericordia de Dios. Y llamáis dureza, espanto, amenaza lo que es amor, consejo, invitación al arrepentimiento para obtener gracias. Queréis palabras misericordiosas. ¿Decís que las queréis para que os den las fuerzas para resurgir? No mintáis. Os gustarían porque son dulces. Pero igualmente, para los labios de Dios, vuestro sabor sería amargo como el veneno.

¿De que sirven las palabras misericordiosas, las visiones plenas de Amor que se os brindan desde hace un año como última prueba de elevación hacia Dios de vuestras almas paganizantes? A muchos les sirve para deleite, a algunos para su ruina y a un pequeño número tremendamente exiguo para la santificación. De este modo continua el destino de Cristo: el de ser un signo de contradicción para muchos.

Hoy hablo Yo ¡Oh culpables, más culpables que los sodomitas! (Gen 19, 24-25), hablo para demostrar que mi misericordia aún es infinita, visto que no os sepulto bajo una granizada de fuego.

Se ha dicho “Castigas a los descarriados pocos por vez, les reprendes por sus faltas y les amonestas para que se aparten de la perfidia y crean en Ti” (Sab 12, 1-2) ¿No han ido aumentando poco a poco estos periodos tremendos ? ¿Os he dejado azotar de un modo infernal una sola vez? No es así. Hace decenas y decenas de años que el castigo va aumentando en cuanto al modo y la duración, dándoos de tanto en tanto una milagrosa ayuda que os liberaba de él y que usabais para preparar, por vuestra misma voluntad, un flagelo aún más cruel.

No mejorasteis nunca. ¡Oh, vosotros que escarnecéis a Dios!, siempre ha aumentado vuestra maldad y vuestra falta de fe. ¿Y ahora, que he de hacer? Si no supiera como os he creado, ahora me preguntaría si tenéis un alma, porque vuestras obras son peores que las de seres bestiales. ¿Os disgusta oíroslo decir? ¡Pues no obréis de modo tal de merecer estas palabras!

En el libro de la Sabiduría se leen estas palabras dirigidas a los Cananeos: “Aborrecías a los antiguos habitantes de tu Tierra Santa, porque sus obras cumplidas con prácticas mágicas y ritos sacrílegos eran abominables ante Ti. Mataban sin piedad a sus pequeños, comían las entrañas de los hombres y bebían la sangre en tu sacra tierra. Quisiste destruir a esos padres, verdugos de almas indefensas…”(Sab 12, 3-7)

¡Oh, generaciones de hombres de esta época!, ¿no os reconocéis en estos antepasados vuestros? Yo sí que os reconozco. Respecto a ellos vuestra perfidia ha aumentado, se ha hecha más satánica. Pero seguís perteneciendo a esta ralea que detesto. El satanismo se ha difundido tanto hasta convertirse casi en la religión de los estados. Ya sea entre los grandes y entre los modestos, entre los cultos y entre los ignorantes, y hasta en la casa de los ministros de Dios, se quiere conocer y se cree conocer a través de magias que tienen un sello inconfundible: el sello de Satanás.

¿No realizáis los sacrificios de los Cananeos? ¡Los hacéis aún peores! No inmoláis las carnes sino vuestras almas y la de vuestros semejantes, conculcando el derecho de Dios y de la libertad del hombre. En efecto, habéis llagado hasta tal punto que, con la burla o con la fuerza, quebrantáis las conciencias de los que aún saben mantenerse fieles, las arrojáis del trono de su fe, que las eleva a Mí, y las corrompéis con doctrinas malditas o las matáis, porque haciéndolo creéis despojarlas de la fe. No; por el contrario, de este modo las ataviáis con una fe incorruptible. Más, que la maldición recaiga sobre vosotros porque sembráis la corrupción para arrebatar fieles a Dios.

 ¿Y no os reconocéis en esos antepasados, vosotras, generaciones de padres que sin piedad matáis moralmente a vuestros hijos al comunicar a esos inocentes vuestra incredulidad, vuestra sensualidad, toda la cohorte de racionalismo y de bestialidad de que estáis saturados y que ahora, ahora, ahora que estos hijos ya no están sostenidos por ninguna columna espiritual, termináis de matarlos en lo que les queda, es decir en la carne, pues permitís que de esa carne hagan mercancía como bestias lujuriosas, y es más, aprobáis satisfechos porque ese mercado os permite satisfaceros y gozar con el sacrificio de vuestros hijos?

  ¡No, no exagera el Libro de la Sabiduría cuando os llama verdugos de almas indefensas! Cuidáis más a la bestia que criáis para venderla y a la planta que cultiváis para obtener los frutos, que a vuestros hijos. Ellos son débiles más no los fortificáis, pues no les dais la Religión de Dios ni, al menos, la de la honestidad cívica y la del amor familiar.

 Padres, ya no sois tutores de los menores. Madres, para vuestras criaturas, no sois ángeles, sois ídolos. No cumplís el fin para el que os he destinado. Abdicáis de vuestros derechos y de vuestras obligaciones. Me causáis horror: sois ídolos idólatras: sois ídolos porque carecéis de espíritu. 

         Sois idólatras, porque adoráis lo que es todo menos el espíritu. Habéis adorado al hombre, habéis permitido que se llegara al culto del cuerpo, que se volviera al culto del cuerpo, tal como lo practicaban los paganos cuando Cristo los encontró, o los neo paganos que son doblemente culpables del paganismo, porque lo eran y siguieron siéndolo aún después de haber recibido la verdadera Religión.

 Y además en los lutos y las alegrías, ¿que hacéis? Practicáis la idolatría. Veneráis, adoráis lo que es perecedero. No pensáis en el Espíritu y en el que lo creó. Y eso “es un engaño para la vida humana, pues los hombres, segundando la afición o la tiranía, dan a la piedra o al leño o a la tela pintada el Nombre incomunicable”(Sab 14, 21) Yo, solo Yo soy Dios.

¿Os parece que os fustigo? Pues entonces oíd: “Ni les bastó haber errado en el conocimiento de Dios sino que, viviendo en la dura guerra de la ignorancia, llaman paz a tan grandes males. Ya inmolan a los hijos, ya hacen misteriosos sacrificios, ya transcurren las noches en infames orgías. No conservan puros ni la vida ni los matrimonios. Por el contrario, uno mata al otro por envidia o le humilla con adulterios. 

        Todo es un cáos de sangre, homicidios, robos, fraudes corrupción, deslealtad, desorden, perjurio, vejación de los buenos, olvido de Dios, contaminación de las almas, inversión de los sexos, inconstancia en los matrimonios, adulterios, libertinaje, porque el abominable culto a los ídolos es causa, principio y fin de todos los males. O se dan a frenéticas juergas o vaticinan falsedades o viven en la injusticia y perjuran sin vacilar pues, dado que confían en ídolos inanimados, no temen que el jurar en falso pueda perjudicarles” (Sab. 14, 22-29).

Mas ¿se trata de la Sabiduría dictada un siglo antes de Cristo o de algo dictado en los momentos actuales? ¿Y aún pretendéis palabras de misericordia?

¿No habéis visto nunca a un pueblo que huye bajo una colosal granizada? Huye veloz pero el granizo le sigue azotando porque los gruesos granos los persiguen por doquier. Si tuviera que hablar según lo merecéis, y os hablara como quien soy, como Dios Padre, seríais como esas gentes azotadas por una colosal granizada.

          Habla la Bondad y no entendéis, habla la Justicia y la consideráis injusta. Tenéis miedo y no os corregís. ¿Sois tontos o criminales? ¿Sois locos o endemoniados? Que cada uno se examine ¿Y por gentes como estas se mandó a la muerte el Hijo del Padre?

           En verdad, si fuera posible encontrar un error en Dios, se diría que ese Sacrificio fue un error, porque su infinito valor es nulo para demasiada gente. Sí, digo que fue un error. Un error que es testimonio de mi naturaleza. Sí, ¡oh, hombres que, a pesar de ser tan culpables, juzgáis que Yo no os trato con misericordia! 


          Porque si Yo no fuera Amor, no os habría concedido la Redención. Sí, porque si en verdad hubiera tenido que obrar como vosotros, que pretendéis el 100 por 100 y hasta el 1000 por cien cuando hacéis aún el mínimo bien, Yo no tendría que haberos concedido la Gracia jamás. Porque desatendéis, burláis, convertís en desgracias todas las formas de gracia, empezando por la de la Sangre derramada para vosotros.


            Hoy Jesús no habla y el pequeño Juan no ve. Hoy hablo Yo para deciros que si callo es porque sé que hablar es inútil; para deciros que la palabra es amor, que el silencio es amor, que la severidad es amor. Solo vosotros sois desamor, en medio del Amor soberano que conforma todo lo que proviene de Dios. Y esta es vuestra condena".

Me faltaba solo este severo dictado para terminar de abrumarme..

 Nota: mi pequeño Juan: nombre dado por Jesús a María Valtorta.





sábado, 18 de octubre de 2025

¡AY DE MÍ! ¿QUIEN PODRÁ LIBRARME DE ESTE CUERPO QUE ME LLEVA A LA MUERTE?


Vale la pena abandonar este mundo temporal para ganar la felicidad eterna
HAY QUE APOSTAR TODO LO QUE TENEMOS
PARA ALCANZAR LA FELICIDAD ETERNA




San Pablo a los Romanos 7,18-25.

Porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo. Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí. De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me presenta el mal. 
Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios, pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros. 
¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte? 
¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi razón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado. 
Solo el Hijo de Dios, puede librarnos de nuestro cuerpo que conduce a la muerte, esa ha sido su misión en la Tierra, para eso ha venido al mundo, ha sufrido, se ha dejado prender, torturar y matar, para que con su ejemplo, podamos destruir el hombre viejo, que por culpa de Adán, propiciado por Satanás, ha quedado marcado con su pecado. Mucha gente se cree que el Bautismo borra el pecado original, es verdad si se cumple con sus obligaciones, pero una cosa es obtener el perdón, y otra cosa desarraigar las malas obligaciones, que solo se cumple a través de una profunda conversión que San Juan de la Cruz explica tan bien cuando el alma entra en las noches activas y pasivas del sentido, que son las fases en las cuales el hombre se deshace de sus malas inclinaciones con su ayuda y la ayuda de Dios. 

Es lo que dice Jesús en el Evangelio hablando con Nicodemo. el hombre tiene que volver a nacer para poder entrar en el Reino de los Cielos. Si en esta vida mortal no lo consigue plenamente, se terminará de completarlo en el Purgatorio, y si se rechaza de pleno, el alma será excluida para siempre de la Salvación. 





Salmo 119


Enséñame la discreción y la sabiduría, 
porque confío en tus mandamientos.
Tú eres bueno y haces el bien: 
enséñame tus mandamientos.


Que tu misericordia me consuele, 
de acuerdo con la promesa que me hiciste.
Que llegue hasta mí tu compasión, y viviré, 
porque tu ley es toda mi alegría.



Nunca me olvidaré de tus preceptos: 
por medio de ellos, me has dado la vida.
Sálvame, porque yo te pertenezco 
y busco tus preceptos.








Lucas 12, 54-59.


Jesús dijo a la multitud
"Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. 
Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede. 
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? 
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. 
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo." 
Jesús clama aquí contra los Científicos y los Teólogos que ignoran las leyes de Dios, que encajan con la voz de su conciencia, leyes que dicen que tiene que haber un Dios que ha creado el Universo visible e invisible, que es de una grandeza y de una sabiduría infinita, y que dará a cada cual un premio o un castigo proporcional a su grado de Virtud o de pecado. 





jueves, 2 de octubre de 2025

FIESTA DE LOS ÁNGELES CUSTODIOS. EXTRAORDINARIA EXPLICACIÓN DE SU COMPORTAMIENTO EN LAS ALMAS DE LOS JUSTOS Y EN LA DE LOS PECADORES.

 


Extraordinaria lección  de Teología, que enseña de una manera magistral cual es la misión del ángel de la guardia, que Dios ha puesto para guiar a cada persona por el camino que lleva a la Vida eterna. He comprendido como es la presencia del Ángel, y como se comporta con las almas justas que tienen a Dios escondido en el Sagrario de su ser, que es su corazón y también como se comporta con las almas que han rechazado a Dios por su pecado.
Jesús explica de una manera magistral, la trascendencia de las almas que son holocaustos, parecidas a Él, y como en los momentos de gran sufrimiento, el alma llega a perder la virtud de la Esperanza, pensando que Dios la ha abandonado, la misión del Ángel es entonces de tratar de restablecer esa esperanza perdida. Es lo que hizo el Ángel de la Misericordia de Jesús en el Jardín de los olivos y en la Cruz, cuando el Sublime Redentor dijo a su Padre ¿Padre por qué me has abandonado?



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(25 de Junio de 1.944)

Dice Jesús:

[...] Los ángeles no pueden sufrir por su Dios para aumentar su Gloria, ni tampoco sufrir por su prójimo para obtener el bien del mismo. En cambio los hombres pueden hacerlo. Para los ángeles, cumplir la voluntad de Dios, es crear júbilo. Para los hombres, cumplir la voluntad de Dios es crear dolor, es hacer lo que Yo hice. En efecto cuando el dolor se llama holocausto y no es solo resignación, sino unión con la voluntad de Dios - del mismo modo que mi cuerpo estaba unido a la Cruz mediante el amor, la generosidad y la paciencia (los tres clavos que clavan a las víctimas en su santo patíbulo) -, vosotros hacéis lo mismo que Yo.

No te preocupes si lloras, Yo también lloré. También Yo gemí. Con disgusto en el cuerpo y en la mente, dije: "Que tu voluntad sea la mía" (Luc 2, 41-42). Lo dije con renuncia, pero lo dije. El Espíritu solo tuvo el coraje de repetirlo, pero lo dije. Que tu espíritu cante, en medio del disgusto y los temores de tu cuerpo y de tu mente, mientras la cruel operación se cumple sin ayuda alguna: "Señor, que tu voluntad sea la mía".

Cree que el premio será dos, tres, diez veces mayor que el que te abrían dado si ya hubieras obtenido dones de misericordia en el curso de tus sufrimientos. Dios es justo. Da un premio doble al mérito doble. Da un premio total al mérito total. No temas. Ve en paz".

El buen Dios me concede la sonrisa de mi ángel para confortarme por el penoso regreso del dolor.

Debo de haber sufrido y llorado abundantemente. Lo comprendo porque me siento destrozada y que los ojos me arden por las lágrimas que se han secado en las pestañas. Recuerdo que, después de haber vivido mi cotidiana hora de tristeza mortal y de llanto que solo Dios ve, me subí en el consabido sopor. Luego no recuerdo nada más. Pero todo me dice sin temor a equivocarme que cuando no era dueña de mi misma, he llorado desenfrenadamente y sin consideración por mis numerosísimas adherencias, que los sollozos incontenibles sacuden y luego duelen mucho más. Me lo dice el cuerpo, que está todo dolorido; me lo dicen el corazón y los pulmones, que parecen desgarrados y traspasados por cuchillas; me lo dicen los ojos, más nublados que nunca.
Le he preguntado a María, me ha dicho que he llorado y he reído, pero lo que es seguro es que he llorado y que he llorado mucho.

Pues bien, mientras estoy abandonada, sin fuerzas para moverme, y rezo mirando a mi ángel, que está arrodillado al pie de la cama, hacia la derecha, y parece rezar conmigo (y, a todo esto, me pregunto porque se encuentra en esa actitud y vestido de esa manera), oigo que mi invisible Maestro me dice:

"El ángel custodio de cada criatura adora en dicha criatura a Dios, que habita en ella mientras esté en la Gracia del Señor.
Vosotros sois templos vivos en los que habita Dios. Cada espíritu humano es un tabernáculo encerrado en el templo de vuestro cuerpo consagrado por los Sacramentos, en el que, por la unión indisoluble de las tres Personas, están el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y solo la culpa expulsa al divino Huésped. Cuando la criatura ya no está en estado de gracia, el ángel custodio venera llorando la obra de su Creador, que es lo único que puede venerar. Pero sigue venerándola porque es obra de su Dios, del mismo modo que vosotros veneráis un lugar que otrora habité y que mis enemigos profanaron, pero que sigue siendo digno de veneración, no porque me contiene sino porque me contuvo, para entender, recuerda el santo Cenáculo.

He aquí el motivo por el cual cada ángel permanece con sumo respeto junto al que está bajo su custodia. ¡Feliz ese ángel que, estando junto a una criatura, puede decir: "Señor mío, encerrado en esa criatura, Te adoro" y no necesita volar al cielo para encontrar la mirada de Dios!

Y aquí se comprenden mucho mejor las palabras del Evangelio de San Mateo 17, 10: "Mirad que no despreciéis a uno de esos pequeños, porque en verdad os digo que sus ángeles ven de continuo en el cielo la faz de mi Padre que está en los cielos".

Las vestiduras del tuyo te indican el carácter de su misión junto a ti: es la de infundirte esperanza. De las tres virtudes, es la que más hay que infundirte porque tu cruz te la tritura y destruye a cada momento. Y, por lo tanto, es necesario que a cada momento descienda a nutrirte desde el Cielo. La fe es segura, es fuerte como las alas de tu custodio. El amor es vivo como el manto que adorna sus espaldas. Más, sobre todo, el ropaje es amplio y resplandeciente, y dice: "¡Espera!"

¿Ves que nunca estas sola? Ya le veías en los momentos en que tenías gran seguridad en tu condición espiritual y en los momentos de gran júbilo. Y también lo ves ahora, cuando los acontecimientos te llevan a dudar completamente de tu misión y te abate la tristeza de la soledad espiritual. Lo ves porque está allí. Está allí siempre. Es el ángel de tu Getsemaní. Ámale como a un glorioso hermano que te ama".




martes, 16 de septiembre de 2025

LA MEJOR EXPLICACIÓN QUE SE LE PUEDE DAR A UNOS NIÑOS DE EN QUÉ CONSISTE LA FE EN JESUCRISTO




DISCURSO DEL NIÑO JESÚS A SUS OVEJAS:



Yo soy el Buen Pastor que os conducirá a los Prados Eternos. Os doy toda una vida para ello. Para lograr ese Premio, tendréis que ser niños como Yo, y andar por el camino, siguiendo mi bandera donde está pintada la Cruz que os ha rescatado del poder del lobo.


Esta paloma es el Espíritu Santo, que como en el tiempo de Moisés conducía al Pueblo de Dios a la Tierra Prometida, con una columna de humo de día y de fuego por la noche. Ella os guiará por el camino que lleva al Cielo, y os avisará de todos los peligros, para que nadie se desvíe del camino recto, donde estaréis protegidos por mis ángeles.

Yo os espero al final del camino con los laureles de la Victoria, que llevo en la mano, si os apartáis de mi camino, encontraréis el Lobo. Sois libres, podéis escoger entre su Reino y el Mío. 



sábado, 23 de agosto de 2025

LLEGARÁ UN DÍA EN QUE YO, QUIEN OS ESTÁ HABLANDO, TRAS HABER SIDO PASTOR, SERÉ JUEZ. NO OS CONFIÉIS ILUSAMENTE EN MI ASPECTO ACTUAL. AHORA MI CAYADO CONGREGA A TODAS LAS ALMAS DISPERSAS Y SE MUESTRA DULCE PARA CONDUCIROS A LOS PASTOS DE LA VERDAD; ENTONCES, EL CAYADO SERÁ SUSTITUIDO POR EL CETRO DEL JUEZ REY, Y MUY DISTINTA SERÁ MI POTENCIA. ENTONCES SEPARARÉ, NO CON DULZURA SINO CON JUSTICIA INEXORABLE, LAS OVEJAS QUE SE ALIMENTAN DE VERDAD DE AQUELLAS OTRAS QUE MEZCLARON VERDAD Y ERROR O SE NUTRIERON SOLO DE ERROR. UNA PRIMERA VEZ Y LUEGO OTRA HARÉ ESTO.


Jesús cambiará su cayado de Pastor por el cetro de Juez y Rey Todopoderoso



Tremendas palabras de Jesús, que se aplican hoy más que nunca, por tantos predicadores que ocultan o mutilan el Evangelio, predicando solo lo que les gusta, evitando a toda costa de hablar del Infierno, de Satanás, y del Juicio de Dios que aquí explica muy bien el mismo Jesús, que tendrá dos fases, como así lo explica la Santa Iglesia Católica: el Juicio particular de cada alma que tendrá lugar a la hora de la muerte, y el Juicio final que tendrá lugar al fin del Mundo, y que reunirá a toda la humanidad en el valle de Josafat.

Observación de Jesús explicando que se puede orar en todos los sitios, no solo en las Iglesias: el mundo entero, obra de Dios es un lugar de oración, oraron los Santos mártires en las Cárceles, Noé en el arca, Jonás en el vientre de la ballena, y tantos otros en todos los sitios donde se hallaban por sus ocupaciones o por su trabajo. No hay nadie como los grandes místicos y ermitaños para comprender y poner en práctica esas recomendaciones de Jesús.


En la Vida de San Juan de la Cruz, leemos que cuando era Prior en el Convento de los mártires de Granada, repartía a sus frailes en varios lugares del campo, en donde se dominaba toda la Vega de Granada y la imponente mole de Sierra Nevada, y los dejaba solos diciéndoles. "Quedaros aquí, dando alabanzas a Dios, que está presente en toda la Creación".



Del Evangelio tal como me ha sido revelado de María Valtorta


            (…) Justo es santificar las fiestas y alabar al Señor en los lugares de oración, más toda la creación puede ser un lugar de oración si la criatura sabe convertirla en eso con su elevación hacia el Padre. Lugar de oración fue el arca de Noé, a la deriva sobre las olas; y el vientre de la ballena de Jonás; lugar de oración fue la casa del Faraón cuando José vivió en ella; y la tienda de Holofernes para la casta Judith.

             ¿Y no era, acaso, sagrado para el Señor el lugar corrompido en que, esclavo vivía el Profeta Daniel; sagrado por la santidad de su siervo, que santificaba el lugar, hasta el punto de merecer las altas profecías de Cristo y el Antecristo, clave de estos momentos y de los últimos tiempos? Pues con mayor razón será santo este lugar que, con los colores, los perfumes, la pureza del aire, la riqueza de los cereales, las perlas del rocío, habla de Dios Padre y Creador y dice: “Creo; quered creer vosotros, pues de Dios damos testimonio”. Sea, por tanto, la sinagoga de este sábado; leamos en ellas las páginas eternas escritas sobre las corlas y las espigas, teniendo como sagrada lámpara el Sol.

    He nombrado a Daniel. Os he dicho: “sea este lugar nuestra Sinagoga”. Esto trae a la memoria el gozoso “Benedicite” de los tres santos jóvenes entre las llamas del horno: “Cielos y aguas, rocío y escarcha, hielos y nieves, fuegos y colores, luces y tinieblas, relámpagos y nubes, montes y colinas, todo vegetal nacido, pájaros, peces, animales todos, alabad y bendecid al Señor, junto con los hombres de humilde y santo corazón”. Este es el resumen de este canto santo que tanto enseña a los humildes y santos. Podemos orar y merecer el Cielo en cualquier lugar. Lo merecemos cuando hacemos la voluntad del Padre.

            Hoy al amanecer se me ha hecho la observación de que, si todo viene de voluntad divina, también esta quiere el error de los hombres. Es un error, un error además muy difundido. ¿Puede, acaso, un Padre querer que el hijo se haga merecedor de condena? No, no puede. Y, a pesar de ello, vemos en las familias que algunos hijos se hacen tales. Incluso teniendo un padre justo que les señala el bien que hay que hacer y el mal que hay que evitar: ninguna persona recta acusará a ese padre de haber estimulado al hijo al mal.

         Dios es el padre, los hombres son los hijos. Dios señala el bien, y dice: “Mira, te pongo en esta circunstancia para tu bien”; o también, cuando el Maligno y los hombres que le siguen procuran desgracias a los hombres, Dios dice: “Mira, en esta hora penosa, actúa así, de forma que este mal sirva para eterno bien”. Os aconseja, pero no os fuerza. Pues bien, entonces, si uno, aun conociendo lo que sería la voluntad de Dios, prefiere hacer todo lo contrario, ¿se puede decir que tal cosa contraria es voluntad de Dios? No, no se puede.

          Amad la voluntad de Dios, amadla más que a la vuestra, y seguidla contra las seducciones y los poderes de las fuerzas del mundo, de la carne y del demonio. También estas cosas tienen su voluntad, más en verdad os digo que bien infeliz es quien ante ellas se doblega.

         Me llamáis Mesías y Señor. Decís que me amáis y me entonáis alabanzas. Me seguís, y tal cosa parece amor. Y, sin embargo, en verdad os digo que no todos de entre vosotros entrarán conmigo en el Reino de los Cielos. Incluso entre mis más próximos y antiguos discípulos habrá quien no entre, porque muchos harán su voluntad o de la carne, el mundo o el demonio; no la de mi Padre. No quien me dice: “¡Señor!, ¡Señor! Entrará en el reino de los Cielos, sino aquellos que hacen la voluntad del Padre mío; solo éstos entrarán en el Reino de Dios.

           LLEGARÁ UN DÍA EN QUE YO, QUIEN OS ESTÁ HABLANDO, TRAS HABER SIDO PASTOR, SERÉ JUEZ. NO OS CONFIÉIS ILUSAMENTE EN MI ASPECTO ACTUAL. AHORA MI CAYADO CONGREGA A TODAS LAS ALMAS DISPERSAS Y SE MUESTRA DULCE PARA CONDUCIROS A LOS PASTOS DE LA VERDAD;  ENTONCES, EL CAYADO SERÁ SUSTITUIDO POR EL CETRO DEL JUEZ REY, Y MUY DISTINTA SERÁ MI POTENCIA. ENTONCES SEPARARÉ, NO CON DULZURA SINO CON JUSTICIA INEXORABLE, LAS OVEJAS QUE SE ALIMENTAN DE VERDAD DE AQUELLAS OTRAS QUE MEZCLARON VERDAD Y ERROR O SE NUTRIERON SOLO DE ERROR. UNA PRIMERA VEZ Y LUEGO OTRA HARÉ ESTO. 

     ¡AY DE AQUELLOS QUE ENTRE LA PRIMERA Y LA SEGUNDA COMPARECENCIA ANTE EL JUEZ NO SE HAYAN PURGADO, NO PUEDAN PURGARSE DE LOS VENENOS! LA TERCERA CATEGORÍA NO SE PURGARÁ. NINGUNA PENA PODRÍA PURGARLA. HA QUERIDO SOLO EL ERROR, EN EL ERROR PERMANEZCA.

     Pues en ese momento habrá incluso, entre estos, quien gima: “¿Cómo es esto, Señor? ¿No hemos profetizado en tu nombre, no hemos arrojado demonios y realizado muchos prodigios en tu nombre?”. Pero Yo, en ese momento, muy claramente les diré: “Sí, habéis osado revestiros de mi Nombre para aparecer como no erais; habéis querido hacer pasar por vida en Jesús vuestro satanismo. El fruto de vuestras obras os acusa.         

       ¿Dónde están los salvados por vosotros? ¿Dónde se cumplieron vuestras profecías? ¿A que llevaron vuestros exorcismos? ¿Quién fue el cómplice de vuestros prodigios? ¡Oh, si muy potente es mi enemigo, pero no está por encima de Mí, Os ayudó, sí, para aumentar su botín; por obra vuestra se ensanchó el círculo de los que fueron arrastrados a la herejía. 

         Realizasteis prodigios, sí, incluso aparentemente mayores que los de los verdaderos siervos de Dios, que no son histriones que dejan estupefactos a las muchedumbres, sino que son humildad y obediencia que dejan estupefactos a los ángeles.

    Mis siervos verdaderos, con sus inmolaciones, no crean fantasmas, sino que los cancelan de los corazones; ellos, mis verdaderos siervos, no se imponen a los hombres, sino que muestran a Dios a los corazones de los hombres; lo único que hacen es cumplir la voluntad del Padre y llevan a otros a cumplirla (de la misma forma que una ola impulsa a la que precede y atrae a la que la sigue), sin colocarse en un trono para decir: “Mirad”. 

Ellos, mis siervos verdaderos hacen lo que Yo digo, sin pensar sino en hacerlo, y sus obras llevan ese signo mío de paz inconfundible, de mansedumbre, de orden. Por tanto, puedo deciros: “Estos son mis siervos, a vosotros no os conozco, alejaos de Mí, vosotros, obradores de iniquidad”.

    "Esto diré entonces. Tremenda palabra será. Estad atentos a no merecérosla. Id por el camino seguro de la obediencia – aunque sea penoso – hacia la gloria del Reino de los Cielos.
Ahora gozáos vuestro reposo del sábado alabando a Dios con todo vuestro ser. La paz sea con todos vosotros”.

   Y Jesús bendice a la muchedumbre antes de que esta se disperse en busca de sombra, hablando en grupos, comentando las palabras oídas. Con Jesús se quedan los Apóstoles y el escriba Juan, que no habla, pero medita profundamente, escudriñando todos los gestos de Jesús.


    Concluye así el ciclo del monte.