MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 12 de diciembre de 2015

¿COMO ASEGURARSE LA VIDA ETERNA? LA SANTA IGLESIA CATÓLICA Y APOSTÓLICA ES EL MEDIO DISPUESTO POR DIOS PARA PODER LOGRARLO


la Basílica de la Virgen de las Angustias
Patrona de Granada


 Muchas veces, he visto por televisión, o en al transcurso de mi vida a mucha gente con grandes muestras de alegría: Gente que le ha tocado el premio gordo de la lotería, gente que después de largos estudios, ha aprobado una carrera que le ha dado una titulación para toda su vida, lo que le puede permitir ocupar un cargo importante y bien remunerado. También he visto la emoción de los políticos cuando salen elegidos, llorando de alegría y abrazándose, sabiendo que van a llevar una vida repleta de honores, en donde van a ser respetados, admirados y hasta temidos porque pueden  manejar a su antojo los hilos del poder, pudiendo ejercer autoridad. Y además, lo más importante: favorecerse discretamente a ellos mismos; a sus familiares y amigos. ¿Qué tendrá el poder que es tan deseado por los políticos, y porqué es tan grande su tristeza cuando pierden las elecciones y tienen que dejar su puesto?

“¡Dígale a uno que está acostumbrado a desplazarse a caballo, que de ahora en adelante tendrá que ir a pié!”, me comentaba hace ya muchos años un taxista de Madrid, cuando comentaba con él ese asunto.

Pues bien, todas esas alegrías por grandes que sean, no pueden dar nunca la felicidad plena, porque el ser humano, cuanto más tiene, no solo quiere más, pero sobre todo, está siempre intranquilo porque teme perderlas.

Y esa pérdida puede ser por múltiples razones: una enfermedad incurable que lleva a la muerte, la seguridad absoluta de que incluso disfrutando de buena salud, todos estamos subidos en un tren cuyo destino es la muerte, lugar a donde no se pueden llevar las riquezas materiales, y una muerte próxima, ya que la vida pasa volando: “¡Mi vida ha pasado como una película!”, me refería mi madre cuando era ya anciana, después de una vida larga, azarosa y llena de pruebas que siempre supo afrontar con una fe profunda y verdadera.

La vejez cuando llega, y es ya avanzada, transforma el ser humano en otro niño incapaz de valerse por si mismo y casi siempre lleno de achaques y de “goteras” que le obligan a depender de los demás. Para el que no tiene fe, y que se cree que después de esta vida, ya no hay nada, al verse incapacitado por la vejez, se llega a suicidar, es lo que oí que hicieron el Matrimonio descendiente del famoso almirante Norteaméricano Nimitz, héroe de la Guerra contra el Japón.

¿Cómo será La Vida Eterna?, muchas veces al contemplar la vida de los agraciados de esta tierra, que van con tanto anhelo y trabajo detrás de los bienes, que a pesar de ser siempre perecederos, les produce tanta satisfacción pienso ¿Cuál será entonces la dicha de los elegidos, cuya felicidad será eterna e imperecedera, en donde no existirá ya ni la enfermedad ni la vejez y que disfrutarán por toda la Eternidad con una gloria y alegría que solo los grandes Santos, han tenido la dicha de catarla por la gracia de Dios, y digo catarla, porque esa felicidad es imposible poder disfrutarla plenamente con nuestro cuerpo mortal, ya que este sería incapaz de aguantar esas sensaciones tan transcendentales.

Sensaciones tan subidas que los grandes místicos, para poder probarlas, han tenido que pasar por el éxtasis que no es otra cosa que la separación momentánea del alma del cuerpo, propiciada por la Divinidad para que Esta pueda comunicarse con su alma, sin que su cuerpo material llegue a sufrir detrimento a causa de su debilidad.

Sensaciones tan maravillosas que han hecho decir a San Juan de La Cruz, que si cualquier ser humano pudiese ver, aunque sea por unos segundos lo que es el Cielo, pasarían por mil horribles agonías no para ir a ese Cielo, pero solo para poder volver a ver el Reino de Dios, aunque sea por otros breves segundos.

¡Alegría tan grande, que le hizo decir que cuando Dios ama a una alma, le parece a esta, que Dios la trata como si fuera la única criatura de la Creación, y como si no tuviera otra cosa que hacer que ocuparse de ella!

La locura, necedad e insensatez es pues darle tanta importancia a esta vida material y descuidar la Vida Eterna, sobre todo sabiendo a ciencia cierta que además del premio eterno existe un suplicio eterno, que es la mayor desgracia que le puede ocurrir a un ser humano cuando éste no cumple con los mandamientos de Dios y no se arrepiente, y más bien disfruta en el vicio, hecho evidente que niegan los famosos “relativistas” y “quietistas”.

A este respecto, la Stma Virgen de Fátima, recomendó que en el rezo del Santo. Rosario, se añadiera siempre al final de cada misterio: “¡Oh, Jesús, perdónanos nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno, llevad al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra Misericordia”, y también añadió: “¡Cuantas almas se condenan porque no hay nadie que rece por ellas!”

Y San Juan de la Cruz dice, que en el día del juicio, Dios reprochará con severidad a algunas almas, incluso a las pocas que han tenido trato directo con Él, un defecto que han tenido y del cual no se han corregido, defecto del cual Dios no les avisó, porque lo tenían que haber advertido con su razón natural.

Pero Dios en su misericordia y para evitar los eternos chaqueteros y los soberbios, ha puesto unos medios muy fáciles para salvarnos, pero exigen de nosotros humildad y ser depositarios del maravilloso don de la fe, actitudes que no tienen los soberbios y los entregados al vicio y a la depravación.

Dios ha trasmitido a su Santa Iglesia unos poderes sobrenaturales que son los Sacramentos y las indulgencias, medios eficaces para asegurar nuestra Salvación, existe otro medio que es La caridad o el Amor a Dios, o lo que es lo mismo, el amor al prójimo ya que como está escrito, el que dice que ama a Dios que no ve, y no ama al prójimo que ve, es un embustero, e inversamente el que dice que no ama al prójimo que ve, tampoco puede amar a Dios.

Oremos pues por la conversión de los pecadores, para evitarles los horrores del Infierno y que por ese medio alcancen la Gloria Eterna.

¡Gloria a la Santa Iglesia de Dios, el medio más seguro para alcanzar la Salvación, porque está puesta por Jesús, y tiene los medios para lograrlo!


¡Gloria al Padre; al Hijo y el Espíritu Santo!
¡Gloria a la Stma Virgen María la madre de Dios!
¡Gloria a S. José su castísimo Esposo!





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