Estamos asistiendo a una crisis económica del todos los Países, incluso lo que parecía imposible: la economía de los Países más desarrollados.
Para una persona que haya leído la Biblia, en el libro de los reyes, en donde se describen la historia de los reyes de Israel, el juicio de Dios es siempre el mismo:
Los reyes que eran fieles a los mandamientos de Yahvé, gozaban con su Pueblo de una prosperidad y de una paz absolutas, los reyes que se apartaban de esos mandamientos, se veían sometidos a grandes sufrimientos, provocados por la invasión de los enemigos, la esclavitud y las deportaciones.
Lo mismo en cierta medida, es lo que está ocurriendo actualmente, para la gran mayoría de la sociedad actual, no solo se olvidan de los mandamientos de la Ley de Dios, grabados en la conciencia de cada ser, y recordados por su Santa Iglesia, pero además legislan y se burlan de dichos mandamientos.
Y a este respeto, basta recordar la monstruosa ley del aborto que está vigente en casi todos los estados actuales, en donde se desmiembra a un ser vivo en las entrañas de su madre, lo que provoca una cantidad de muertes inocentes, que en comparación de del holocausto judío, este último parece una menudez.
Luego está lo peor: La mofa y la persecución amplificada por todos los medios mediáticos de las Leyes de Dios, la ridiculización de todo lo que huele a sus mandamientos, la exaltación de las aberraciones morales, que antes ocurrían ocultas en las alcantarillas como las ratas.
Una cosa es segura con un gobierno así, lo que causa un disgusto no solo a la más elemental ética natural, pero que sobre todo es una ofensa gravísima a la ley de Cristo, hechos desgraciadamente silenciados o por lo menos relativizados por una gran parte de la Jerarquía Religiosa de tendencia quietista y relativista, por eso es imposible que haya paz en el mundo.
Sin ser pájaro de mal agüero, veremos no una guerra mundial, pero terrorismo, paro, miseria y hambre, sublevaciones de la Sociedad contra la pobreza, y todo ello por el abandono de los mandamientos de Dios.
Desgraciadamente, siempre pagan justos por inocentes, la única solución sería tener la valentía suficiente para enfrentarse por lo menos pacificamente, contra las leyes inmorales de los gobiernos, no solo del Pueblo pero sobre todo la Jerarquía, aunque cueste sufrimientos e incomodidades.
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