MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 13 de enero de 2018

COMENTARIOS DEL ÁNGEL DE LA GUARDIA AZARÍAS SOBRE LA MENTALIDAD DE MUCHOS CREYENTES


RETRATO DE LA GRAN MÍSTICA ITALIANA MARÍA VALTORTA





En este extraordinario comentario del Ángel de la Guardia de María Valtorta, están retratados muchos creyentes que se imaginan que la Religión consiste únicamente en prácticas religiosas, creyendo erróneamente que en la vida corriente y en los negocios, es lícito comportarse como auténticos depredadores, olvidándose por completo de los mandamientos de Dios. 

Lo más grave es que muchos "creyentes" y directores espirituales, se creen que la vida religiosa consiste solo en esas prácticas, asistir a misa los domingos y los días de precepto, confesarse una vez al año como mínimo, y apoyan incondicionalmente esta opinión, son los quietistas que predican el relativismo, que al no tener la verdadera caridad, se creen que todo el mundo tiene que ser como ellos, ya que no pueden dar lo que no tienen.

El verdadero amor a Dios, siempre va ligado con el amor al prójimo necesitado y pide a todas los verdaderos creyentes, la desaparición del hombre viejo, volver a renacer a una vida nueva, para poder ser dignos moradores de la Jerusalén celestial, en donde no entra ninguna alma imperfecta y egoísta.

He conocido a muchos fieles, que se imaginan que la Religión consiste solo en eso, y siguen con una vida impía, creyendo que la religión se practica solo dentro de las Iglesias, y fuera de ella, se comportan como verdaderos ateos, hablo de ciertos empresarios que se dicen católicos, que tienen personal a su servicio, y que los explotan de mala manera. Hacen muchísimo daño a la Santa Iglesia, ya que la gente al verlos, dicen: “Esos comportamientos son el fruto de lo que se les enseña”, y algunos pueden perder la fe por su culpa, por lo cual tendrán que rendir cuentas a Dios.




REFLEXIONES DEL LIBRO DEL AZARÍAS, EL ÁNGEL
 DE LA GUARDIA DE MARÍA VALTORTA


[…] ¡Oh!, no es frecuentando los lugares de oración cómo el hombre se santifica sino con toda la vida. Vosotros llamáis impropiamente “practicar” a lo que tan solo es “frecuentar”. Frecuenta quien marcha corrientemente a un lugar, y practica el que pone por obra lo que en aquel lugar se le enseñó o aprendió. Más, ¡cuántos escribas o fariseos ven los ángeles desde el altar entre los que van una o más veces al día en los lugares de oración! ¡Cuántos!

Es preciso poner en práctica las enseñanzas, y hacer que estas y los Sacramentos fructifiquen, no por ser alabados en la Tierra y ocupar un buen puesto en el Cielo, sino por el súper espiritual deseo de honrar de este modo al Señor y de no gozar imperfectamente del alimento que Él suministra a vuestro espíritu. Es entonces cuando, verdaderamente, con la humildad y caridad de vuestras intenciones, la leche espiritual que es sinceridad, puede obrar en vosotros haciéndoos crecer en robustez.

Cualquiera meneará la cabeza diciendo: “El que es asiduo a las prácticas de piedad no puede pecar”.

¡Oh Las fornicaciones de la falsa piedad son más numerosas de lo que se cree! Muchas almas, parecidas a muchos conyugues libidinosos, hacen una doble vida, cesando una de ellas en el dintel de la Iglesia. Una vez fuera de ella, marchan a los amores adúlteros con la carne, el egoísmo y las concupiscencias. Después de alimentarse con el Bondadoso, son crueles con sus hermanos: tras purificarse con la Sangre caritativa derramada por todos, son anti caritativos mostrando sus egoísmos feroces; y habiéndose instruido con la palabra, realizan actos contrarios a las enseñanzas de la misma. 

Y, ¿no cabe llamarlos adúlteros a estos tales? ¿No se les puede llamar embusteros? Cuando menos: mariposas disfructuosas o bien ociosos y zumbadores moscones, que pierden el tiempo en curiosidades vanas y en vagabundeos de sensualidad espiritual; mientras que el verdadero enamorado de la leche espiritual permanece unido a este alimento, no queriendo cosa que le distraiga de él, antes va en su busca y, cual abeja laboriosa, produce después dulces licores con el. 





viernes, 12 de enero de 2018

ESTREMECEDOR RELATO DE LA DESCRIPCIÓN Y CONVERSIÓN DE UN HIJO REBELDE GRACIAS A LA FE DE SU MADRE EN JESÚS.




Pintura de Giacometti, madre con 3 hijos



Maravillosa predicación de Jesús sobre el mandamiento de la Ley: honrarás a tu padre y a tu madre, explicación de como influye el comportamiento de los padres sobre el futuro desarrollo espiritual de los hijos: de la misma manera que los padres transmiten a sus hijos a través de sus genes, ciertas cualidades morales, artísticas o enfermedades, también, salvo excepciones, existe una transmisión de sus malos o buenos hábitos espirituales.

Esto es una explicación de como al ser hijos de Adán y Eva, estos nos han transmitidos los "genes espirituales" del pecado original, nadie llama misterio a que un hijo tenga una enfermedad hereditaria transmitida por sus padres, sin embargo muchos teólogos llaman misterio a la transmisión del pecado original. 

Ser hijos de Adán y Eva significa que en su lugar, hubiéramos comido también del fruto prohibido, el único ser humano que no ha recibido ese gen de la muerte,  es la santísima Virgen María, y eso porque estaba destinada de todo eternidad a ser la Madre de Dios, y la Corredentora del género humano, y está claro que fue Jesús como nuevo Adán y María, como nueva Eva, los que han transmitido también a sus hijos espirituales los antídotos necesarios  para borrar los genes transmitidos por Adán y Eva.

Aquí vemos como la fe profunda en Jesús de una madre con el corazón dolorido y con lágrimas de dolor, puede transformar el comportamiento de un hijo rebelde, es lo que ocurre muchas veces con la Santísima Virgen María, la cual  como Madre de la Humanidad, con su corazón dolorido e Inmaculado, puede retener el brazo del castigo de Dios, y alguna vez lograr su conversión. 

Y es que una madre que ha dado a un hijo suyo la vida material, puede también darle la Vida espiritual, si como en el parto, cuando sufre materialmente de dolor para conseguir dar la primera vida,  sufre espiritualmente  luego para también dar a su hijo la segunda Vida que es la Vida eterna. Por eso creo que una madre que ora y sufre para la conversión de su hijo pecador y rebelde, e implora al Hijo de Dios, obtendrá tarde o temprano la Salvación de su hijo, algunas veces solo un momento antes de comparecer ante el Juicio de Dios.




DEL EVANGELIO COMO ME HA SIDO REVELADO DE 
MARÍA VALTORTA


Dice Jesús:

(...) Pero, para no ser malvados hermanos siempre, y adúlteros esposos un día, hay que aprender ya desde la primera edad el respeto hacia la familia, que es el más pequeño y a la vez el más grande organismo del mundo: el más pequeño respeto al organismo de una ciudad, de una región, de una nación, de un continente, pero el mayor porqué es el más antiguo, porqué lo puso Dios cuando aún el concepto de Patria, de País no existía, viviendo sin embargo ya y siendo activo el núcleo familiar, manantial de la raza humana y de las distintas razas, pequeño reino en el que el hombre es rey, la mujer reina, súbditos los hijos. ¿Puede acaso un reino dividido, en que sus habitantes entre sí son enemigos, puede subsistir? No puede. Pues así, en verdad, una familia no subsiste si no hay obediencia, respeto, economía, buena voluntad, laboriosidad, amor.

“Honra al padre y a la madre” dice el decálogo. ¿Cómo se honra? ¿Por qué se deben honrar?

Se honran con verdadera obediencia, con exacto amor, con confidente respeto, con un temor reverencial que no cierra las puertas a la confidencia, como tampoco nos hace tratar a nuestros mayores como si fuéramos siervos o inferiores. Se les debe honrar porqué, después de Dios, quienes dan la vida y proveen a todas las necesidades materiales de la vida, los primeros maestros, los primeros amigos del joven ser nacido a este mundo, son el padre y la madre.

Se dice: “Que Dios te bendiga”; se dice: “Gracias” a aquel que recoge un objeto que se nos ha caído, o nos da un trozo de pan. Pues entonces, ¿no vamos a decir, con amor, “Que Dios te bendiga”, y “gracias”, a quienes se matan trabajando para darnos de comer, o tejiendo nuestros vestidos y manteniéndolos limpios, a quienes se levantan para escrutar nuestro sueño, se niegan al descanso para cuidarnos, o nos hacen de su seno lecho en nuestros momentos más dolorosos de cansancio?

(...) Son nuestros amigos. Mas, ¿qué amigo puede ser más amigo que un padre, o más amiga que una madre? ¿Podéis tener miedo de ellos? ¿Podéis decir que él o ella van a traicionar? Bueno, pues ved como ese joven necio o esa muchacha aún más necia se buscan amigos entre los extraños, y cierran el corazón al padre y a la madre, y corrompen su mente y su corazón con contactos al menos imprudentes, si es que no son incluso culpables, motivo de lágrimas paternas y maternas, que hienden, como gotas de plomo fundido, el corazón de los padres. 

Pero Yo os digo que esas lágrimas no caen en el polvo y en el olvido; Dios las recoge y las cuenta. El martirio de una madre o de un padre pisoteados recibirá premio del Señor. Así como tampoco será olvidado el acto de un hijo que somete a suplicio a su padre y a su madre, aunque estos, en su doliente amor, supliquen piedad de Dios para su hijo culpable.

“Honra a tu padre y a tu madre si quieres vivir largamente sobre la Tierra” está escrito; “Y eternamente en el Cielo”, añado ¡Demasiado poco castigo sería el vivir poco aquí por haber ofendido a los padres! El más allá no es un cuento, y en el más allá se recibirá premio o castigo, según hayamos vivido. Quien ofende a un padre y una madre, ofende a Dios, porque Dios ha mandado amarlos, y quien no ama peca; pierde por tanto así, más que la vida material, la verdadera vida de que os he hablado, le espera la muerte (es más, ya está en él, habiendo caído su alma en desgracia de su Señor); tiene ya en sí el delito porque hiere el amor más santo después de Dios; tiene ya en sí los gérmenes de los futuros adulterios, porqué de un mal hijo, viene un pérfido esposo; tiene ya en sí los estímulos de la corrupción social, porque de un mal hijo nace el futuro ladrón, el torvo y violento asesino, el frío usurero, el libertino seductor, el vividor cínico, el repugnante traidor de la Patria, de los amigos, de los hijos, de la esposa, de todos. ¿Podéis acaso nutrir estima y confianza hacia quien ha sido capaz de traicionar el amor de una madre y burlarse de las canas de un padre?

Escuchad, no obstante también esto: el deber de los hijos se corresponde con un parejo deber de los padres. ¡Maldición al hijo culpable…más también para el culpable progenitor! Haced que los hijos no puedan criticaros y copiaros en el mal. Haceos amar por haber dado amor con justicia y misericordia. Dios es Misericordia. Los padres, que van solo después de Dios, sean misericordia. Sed ejemplo y consuelo de los hijos. Sed paz y guía. 

Sed el primer amor de vuestros hijos. Una madre es siempre la primera imagen de la esposa que querríamos. Un padre, para las hijas jovencitas, tiene el rostro que sueñan para el esposo. Haced que, sobre todo, vuestros hijos e hijas elijan con sabia mano sus recíprocos consortes, pensando en la madre, en el padre, y deseando en el consorte lo que hay en el padre, en la madre: una virtud veraz.

Si tuviera que hablar hasta agotar el tema, no serían suficientes el día y la noche. Por ello, en atención a vosotros, concluyo. El resto, que os lo manifieste el Espíritu Eterno. Yo echo la simiente y sigo caminando. En los buenos, la semilla echará raíz y dará espiga. Marchad. La paz sea con vosotros”.

Quien se marcha se va raudo, quien se queda entra en la tercera pieza y come su pan, o el que le ofrecen los discípulos en nombre de Dios. Sobre rústicos apoyos han sido colocados unos tablones y paja donde pueden dormir los peregrinos.

La mujer velada se marcha con paso ágil; la otra, la que ya estaba llorando desde el principio, y ha seguido llorando sin interrupción mientras Jesús hablaba, se mueve incierta y luego se decide a marcharse.

Jesús entra en la cocina para tomar alimento; pero apenas acaba de empezar a comer, ya tocan a la puerta. Se levanta Andrés que está más cerca, y sale al patio. Habla y luego vuelve: “Maestro, una mujer, la que lloraba, pregunta por Ti. Dice que tiene que marcharse y debe hablarte”.

“Pero en este plan ¿Cómo y cuándo come el Maestro?” exclama Pedro.

“Debías haberle dicho que viniera más tarde”, le dice Felipe.

“Silencio. Luego como. Seguid vosotros”.

Jesús sale, la mujer está afuera.

“Maestro…una palabra…Tu has dicho…¡Oh…, ven detrás de la casa! ¡Es penoso manifestar mi dolor!”. Jesús condesciende, sin decir palabra; se limita una vez detrás de la casa a preguntar: “¿Que quieres de Mí?”.

“Maestro…te he oído antes, cuando hablabas entre nosotros…y luego te he oído mientras predicabas. Parece como si hubieses hablado para mí. Has dicho que en toda enfermedad física o moral está Satanás…yo tengo un hijo enfermo en su corazón

¡Ojalá te hubiera oído cuando hablabas de los padres! Es mi tormento, se ha desviado con malos compañeros y es…es exactamente como Tú dices…ladrón (por ahora en casa, pero...) Es un pendenciero…un avasallador…Siendo como es, joven, se destruye con la lujuria y la crápula. 

Mi marido quiere echarle de casa. Yo…yo soy su madre…y muero de dolor. ¿Ves como jadea mi pecho? Es el corazón que se me parte de tanto dolor. Desde ayer, deseaba hablarte, porque…espero en Ti, Dios mío; pero no me atrevía a decir nada. ¡Es tan doloroso para una madre decir: “Tengo un hijo cruel”!...”. La mujer llora, curvada y doliente, ante Jesús.

“No llores más. Quedará curado de su mal”.

“Si pudiera oírte, sí; pero no quiere oírte. ¡Oh…, nunca sanará!”

“¿Tienes fe tú por él? ¿Tienes voluntad tú por él?”

“¿Y me lo preguntas? Vengo de la Alta Perea para rogarte por él..."
“Pues entonces, ve. Cuando llegues a tu casa, tu hijo te saldrá al encuentro arrepentido”.
“Pero, ¿cómo?"

“¿Cómo? ¿Crees que Dios no puede hacer lo que Yo pido? Tu hijo está allí, Yo estoy aquí, pero Dios está en todas partes…Y Yo le digo a Dios: “Padre, piedad por esta madre”. Y Dios hará tronar su llamada en el corazón de tu hijo. Ve, mujer. Un día pasaré por las calles de tu ciudad y tú, orgullosa de tu hijo, saldrás a recibirme con él. 

Y, cuando él llore sobre tus rodillas, pidiéndote perdón y contándote su misteriosa lucha, de la que salió con alma nueva, y te pregunte como sucedió, dile: “Por Jesús has nacido de nuevo al Bien”. Háblale de Mí. Si has venido a Mí, es señal de que conoces; haz que él conozca y me lleve en su pensamiento para tener consigo la fuerza salvadora. Adiós. La paz a la madre que ha tenido fe, al hijo que vuelve, al padre contento, a la familia restaurada. Ve”. La mujer se va en dirección al pueblo y todo termina. 






jueves, 11 de enero de 2018

DEDICADO A TODOS LOS ILUMINADOS Y QUE SE CREEN ESCOGIDOS POR DIOS PARA CAMBIAR LA TRADICIÓN EN REBELDÍA CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA FUNDADA POR JESÚS



Recuerdo de Retiro espiritual 
Temed a Dios para no retroceder.
Para avanzar, amadlo (S. Agustín)


        En el Post anterior explicaba Jesús que había dos clases de personas: Las que habían recibido poca educación Religiosa, por su alejamiento de la Iglesia, o por la doctrina y el mal ejemplo de algunos pastores mediocres, que recibirán de parte de Jesús en el Juicio particular su merecido, y las que habían recibido una buena enseñanza religiosa, pero que a pesar de eso se habían alejado de Dios, porque como lo dijo San Juan en su Evangelio, habían preferido las tinieblas a la Luz, para que sus malas obras no fueran manifiestas. 

             Estas últimas personas son las que pecan contra el Espíritu Santo, y no tendrán perdón ni en este mundo, ni en el otro, son los hijos de las tinieblas, discípulos de Satanás.

        Este punto de vista de Jesús, y no me canso nunca de repetirlo, es completamente opuesto a la mentalidad actual, que predica el relativismo, y que quiere modificar, o volver a reinterpretar el Evangelio, quiere una doctrina "descafeínada", en donde no se quiere ver la diferencia abismal que existe entre el pecado y la Virtud; y en donde no se habla ni se quiere hablar, por miedo o cobardía, del Juicio final, del Cielo, del Infierno, del Reino de Satanás, e incluso se critica y se odia a los que predican la verdadera doctrina, llegando a tratarlos de retrógrados, o fanáticos de la Edad Media.
      
       Esta doctrina, tradicional, que es la que vivieron y practicaron todos los grandes Santos, los Apóstoles, los  Doctores de la Iglesia y los Mártires, así como los Profetas del Antiguo Testamento, ocasionaron en todos los tiempos, de parte del Pueblo que se había desentendido de la Verdadera Doctrina, una verdadera persecución, y un gran odio hacia ellos, de parte de esos rebeldes a la Ley de Dios.

       Conozco a cierta persona, un Catequista, que había mantenido una reunión mensual con el grupo de la Parroquia, presidida por el cura, y con la presencia de los otros catequistas, se había atrevido a comentar que no se podía amar a Dios de la misma manera que a un sádico pecador. Doctrina pura y verdadera, porque a Dios hay que amarlo con todas nuestras fuerzas, todo nuestro ser, y anteponerlo a todo. Y al prójimo, hay que amarlo como a si mismo, según está indicado en los Evangelios y el Catecismo.
         
          Pues, bien la reacción del Sacerdote y de una catequista, sobrina del Arzobispo; ¡licenciada en teología!, fue inmediata: "Es falso, ¡Hay que amarlos a los dos de la misma manera!, y aquí está reflejado en ese hecho la mentalidad herética actual: poner el hombre a la misma altura de Dios, y esto es un pecado aún más grave que el pecado de Lucifer: porque al fin y al cabo, él era el ángel más subido que había creado Dios, y la distancia entre él y Dios, aunque era infinita, era mucho menor que la distancia que existe entre el ser humano y Dios.

           Es el gran triunfo de Satanás, que se transformó de Ángel en Demonio, y que sigue arrastrando con él después de una gran multitud de ángeles del Cielo, a otra gran multitud de hombres, que ellos también se transformarán en réprobos, si no rectifican a tiempo.
           
          Solo me queda rezar con fervor todos los días de mi vida por todos mis familiares y conocidos que han abandonado a Dios, para que Dios no los abandone a ellos.

           He abierto el libro de los Cuadernos de María Valtorta al azar, y he caído en el texto siguiente de fecha del 28 de Marzo de 1.944:



            Dice Jesús:

        "Por leer el Evangelio tan distraídamente como hacéis, se os escapan demasiado verdades. Y tampoco asimiláis las grandes enseñanzas, que adaptáis a vuestro modo de ver actual.

        En tanto, debéis saber que el Evangelio no debe adaptarse a vosotros, sino que vosotros debéis adaptaros al Evangelio. El Evangelio es como es. Su enseñanza es igual en su primer siglo de vida y será igual también el el último, aún cuando ese último siglo llegase dentro de miles de millones de años. Por entonces, no sabréis vivir según el Evangelio - y en verdad, ya sabéis hacerlo muy poco - pero no por eso el Evangelio cambiará. Él os dirá siempre las mismas verdades vitales.

           Ese deseo vuestro de adaptar el Evangelio a vuestro modo de vivir es una confesión de vuestra miseria espiritual. Si tuvierais fe en las verdades eternas y en Mí, que las proclamé, os esforzaríais por vivir de modo integral el Evangelio, tal como lo hacían los primeros cristianos. Y no digáis: "Pero la vida de hoy es tal que no podemos vivir esas enseñanzas. Las admiramos pero somos demasiado deferentes de ellas como para poder seguirlas".

       También los paganos de los primeros tiempos eran diferentes, demasiado diferentes del Evangelio y, sin embargo, supieron seguirlo. Eran lujuriosos, ávidos, crápulos, crueles, escépticos, viciosos, pero supieron arrancar de si mismos todas estas mezquindades, supieron dejar al desnudo su alma, hacerla sangrar para arrancarla a los tentáculos de la vida pagana y, heridos de este modo por las ideas, en los afectos, en sus costumbres, supieron venir a Mí a decirme: "Señor, si Tú quieres puedes sanarme". Y Yo les sané. Yo cicatricé sus heroicas heridas.

             Ya que es heroísmo saber arrancar de si el mal por amor de una ley que se ha aceptado totalmente. Es heroísmo mutilarse de todo lo que es un obstáculo para seguirme. Es el heroísmo que Yo he indicado: "En verdad os digo que, para seguirme, hay que dejar la casa, los campos, las riquezas, los afectos. Más el que sepa dejar todo para venir a Mí, por el amor a mi Nombre, le será dado cien veces más en esta vida. En verdad os digo que el que se regenere al seguirme poseerá el Reino y el último día vendrá conmigo a juzgar a los hombres".
          ¡Oh, verdaderos fieles míos! Estaréis conmigo, conmigo, como una multitud fulgida y refulgente en la hora de mi triunfo, de vuestro triunfo, pues todo lo que es mío es vuestro, es de mis hijos, es de mis amados amantes, de mis bienaventurados, de mi júbilo.

         Más, ¡Oh, hombres! , hay que "regenerarse" para ser míos. Hay que regenerarse. Citando mis palabras también lo dice Juan, mi predilecto al hablar de Nicodemo, como lo dice Mateo al hablar del hombre rico. Hay que renacer. Hay que regenerarse. Hay que hacerse un alma nueva, ¡Oh, nuevos gentiles del siglo XX! Hay que hacerse un alma nueva despojándose de los compromisos y de las ideas del mundo, para abrazar mi Idea y vivirla, vivirla verdaderamente, integralmente.

    Así lo hicieron los gentiles de los primeros siglos y se convirtieron en los gloriosos Santos del Cielo y dieron civilización a la Tierra. Así tenéis que hacer vosotros si es verdad que me amáis, si es verdad que anheláis la otra Vida, si es verdad que trabajáis para civilizar la Tierra. ¡Esta Tierra que ahora es más incivil que una tribu sepultada en las florestas tierras vírgenes! ¿Por qué lo es? Porque me rechazó. El llamarse cristianos no quiere decir ser cristianos. El haber recibido un bautismo pro forma no lo significa. Ser cristianos quiere decir ser como Cristo dijo que hay que ser, como lo repite el Evangelio.

              Más vosotros leéis poco el Evangelio, lo leéis mal, le quitáis todo lo que os molesta en las grandes enseñanzas. Y ni siquiera notáis las enseñanzas más delicadas. [...]

          ¿Qué creéis, que Yo, que era tan contrario a los discursos, agregué palabras por solo el gusto de decirlo? No; Yo dije lo absolutamente necesario para llevaros a la perfección. Y si en la enseñanza evangélica está lo que puede dar la salvación a vuestra alma, en los toques más menudos está lo que puede llevaros a la perfección.

              El primer toque se refiere a los mandos; desobedecerlos significa morir para la Vida. El segundo, a los consejos; obedecerlos significa alcanzar una santidad cada vez más solícita y acercarse cada vez más a la perfección del Padre.

          En el Evangelio de Mateo está dicho: "Al multiplicarse la iniquidad, la caridad de muchos se enfriará". ¡Oh, hijos!, he aquí una verdad que se medita muy poco.

         ¿De qué sufrís ahora?: sufrís de falta de amor. En el fondo, ¿Qué son las guerras? Son odio. Y, ¿qué es el odio? Es la antítesis del amor. Lo demás: Las razones políticas, el espacio vital, las fronteras injustas, una afrenta política, son excusas, solamente excusas.
       No os amáis. No os sentís hermanos. No os acordáis que provenís todos de una misma sangre, que nacéis todos del mismo modo, que morís todos del mismo modo, que todos tenéis hambre, sed, frío, sueño, del mismo modo; que todos necesitáis pan, vestidos, un techo, calor, del mismo modo. No os acordáis que Yo he dicho: "Amaos. Por el modo en que os amaréis, se comprenderá si sois mis discípulos. Amad el prójimo como a vosotros mismos".

       Creéis que estas palabras son embustes. Creéis que mi Doctrina es la de un loco. La sustituís con muchas doctrinas humanas, doctrinas pobres o malvadas según quien las creó. Más aún las más perfectas de ellas son imperfectas,  si son diferentes de las mías. Buena parte de ellas será de metal preciado, como la mítica estatua (Dan. 2, 31-45); pero la base será de fango y, al final, causará el derrumbe de toda la doctrina. Y, con el derrumbe causará la ruina de los que se habían apoyado en ella. Mi Doctrina no se derrumba. Quien se apoya en ella no se arruina; por el contrario asciende a una seguridad cada vez mayor: sube al Cielo, a la alianza de Dios en la Tierra, al goce de Dios más allá de la Tierra.

          Más la caridad no puede existir donde existe la iniquidad, porque la caridad es Dios y Dios no convive con el Mal. Por eso, el que ama el Mal odia a Dios y, al odiar a Dios, aumenta sus iniquidades y se separa cada vez más de Dios-Caridad. Este es el círculo del que no se sale y que se estrecha para torturaros.

      Los potentes y los humildes, todos habéis aumentado vuestras culpas, habéis desatendido el Evangelio, habéis escarnecido los Mandamientos, os habéis olvidado de Dios - pues no puede afirmar recordarle el que vive siguiendo la carne, el que vive siguiendo la soberbia de la mente, el que vive siguiendo los consejos de Satanás -; habéis pisoteado la familia, habéis robado, blasfemado, asesinado, dado falso testimonio, mentido, fornicado. Habéis hecho lícito lo ilícito robando aquí un puesto, una esposa, un patrimonio; robando allí, aún más arriba, el poder o la libertad nacional y habéis aumentado vuestro latrocinio con la culpa de la mentira, para justificar ante el Pueblo vuestras acciones que lo envían a la muerte. 

        ¡Habéis engañado a esas pobres gentes que no piden más que vivir tranquilas!  Y que en cambio, vosotros incitáis, con venenosas mentiras, las unas contra las otras para aseguraros un bienestar que no es lícito conseguir con el precio de la sangre, de las lágrimas, del sacrificio de Naciones enteras.

           Y aquí quedan perfectamente reflejados todos los Partidos Políticos actuales, que con el pretexto de defender al Pueblo que les ha votado, o a los cuales dicen representar, les roban y los exprimen para asegurar su bienestar personal, la de sus familiares, correligionarios y amigos, con mentiras y falsas promesas, amparándose en la autoridad, o comprando las conciencias, y a los que podrían denunciar sus hazañas y tropelías.





UN DÍA TRANSMITE AL OTRO ESTE MENSAJE Y LAS NOCHES SE VAN DANDO LAS NOTICIAS SIN QUE SE ESCUCHE SU VOZ (SAL 19)

DIOS HABLA AL MUNDO, SIN PALABRAS, LO PUEDE OÍR EL QUE CONTEMPLA
LA NATURALEZA Y OYE LA VOZ DE SU CONCIENCIA








San Pablo a los Romanos 1, 16-25.

Yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos en primer lugar, y después de los que no lo son. 
En el Evangelio se revela la justicia de Dios, por la fe y para la fe, conforme a lo que dice la Escritura: El justo vivirá por la fe. 
En efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo contra la impiedad y la injusticia de los hombres, que por su injusticia retienen prisionera la verdad. 
Esta palabra que habla de la ira de Dios, si fuera pronunciada por un creyente de hoy día, atraería hacia él el desprecio y el ostracismo de toda la comunidad católica, que en su gran mayoría es relativista, y predica como un mantra el dios "merengue".
Porque todo cuanto de se puede conocer acerca de Dios está patente ante ellos: Dios mismo se lo dio a conocer, ya que sus atributos invisibles -su poder eterno y su divinidad- se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras. Por lo tanto, aquellos no tienen ninguna excusa: en efecto, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron ni le dieron gracias como corresponde. Por el contrario, se extraviaron en vanos razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad. 
Es lo que justificará a los hijos de la Luz de los hijos de las tinieblas: como dice el Evangelio de San Juan, la Luz ha venido al mundo, pero las tinieblas no han querido recibirla para que no sus obras no sean manifiestas.
Toda la Creación canta y testifica la Gloria de Dios, hoy es más manifiesta que antiguamente, cuando se creía que la Tierra era el centro del mundo y que el sol, la luna y las estrellas eran simples luminarias. Hoy día con los observatorios, se sabe que hay miles de millones de galaxias y de estrellas, y Jesús dijo a María Valtorta, que hay millones de mundos habitados más grandes y mejores que el nuestro.

Haciendo alarde de sabios se convirtieron en necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes que representan a hombres corruptibles, aves, cuadrúpedos y reptiles. 
Hoy día al conocer la inmensidad de todo lo creado, se advierte un hecho inaudito: la mayoría de la gente, en vez de ser aún más creyente, se ha olvidado de Dios, a pesar de conocer la inmensa complejidad de todo el universo tanto sideral como microscópico,  y animal, que obedecen a leyes impuestas por el Creador para asegurar su supervivencia, y que son de una complejidad y de una sabiduría que escapa a nuestros conocimientos.

Por eso, dejándolos abandonados a los deseos de su corazón, Dios los entregó a una impureza que deshonraba sus propios cuerpos, ya que han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a las criaturas en lugar del Creador, que es bendito eternamente. Amén. 
Dios deja libertad absoluta al género humano, cuando Dios ya no manda su Gracia lo que ocurre cuando se ha abandonado las Leyes de Dios, vienen las aberraciones increíbles: y se promulgan leyes que permiten el matrimonio entre tres hombres o mujeres, y hasta entre un ser humano y un animal, lo que hace que hasta los demonios están horrorizados.




Salmo 19(18),2-3.4-5.

El cielo proclama la gloria de Dios 
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje 

y las noches se van dando la noticia. 
Sin hablar, sin pronunciar palabras, 
sin que se escuche su voz, 

resuena su eco por toda la tierra 
y su lenguaje, hasta los confines del mundo. 
Allí puso una carpa para el sol.



El día transmite este mensaje, significa que toda la Creación demuestra la existencia de Dios, y las noches se van dando las noticias indica que nuestra inteligencia y sentido común, grabados en la Conciencia por Dios al crear cada alma, nos dicen que está presente. Dios se comunica a todos los hombres sin palabras, solo con sentimientos: es la alegría que nos inunda cuando cometemos una buena acción, y el pesar cuando hemos pecado contra la Ley de Dios. 




Lucas 11, 37-41.



Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer. 
Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.
El Fariseo en nuestros días es el que cumple con las obligaciones de la Iglesia, es el que frecuenta los templos y asiste a las ceremonias religiosas, pero no tiene caridad con sus semejantes, se cree que Dios solo quiere que asistamos a las ceremonias, pero que no exige ningún cambio de conducta, siguen egoístas, explotadores con los que tienen a su servicio, y se toman por el centro del mundo, y que todos tienen que rendirles pleitesía, porque son egoístas y soberbios.





martes, 9 de enero de 2018

EL ALMA QUE HA PROBADO LA DULZURA DE LA CARICIA DE DIOS, ESTÁ PERDIDA PARA SATANÁS, POR ESO ESTE REDOBLA SUS FUERZAS PARA APARTARLE DE ÉL.


Dios da a sus amadas criaturas, esa sublime
caricia, que nunca recibimos sin que nos
 volvamos más hermosos y mejores.



Bienaventurado el que ve a Dios en todas las cosas, ya que esto quiere decir que esta persona ha pasado de ser un hombre animal, que solo busca los bienes de la Tierra, a ser un hombre nuevo nacido a la Gracia que, al tener la presencia de Dios en su alma, se ha vuelto espiritual y ha probado la dulzura y saboreado la esencia de Dios, e impulsado por el Espíritu Santo, busca a Dios en toda la Creación. Satanás sabe muy bien que el que ha recibido esa caricia de Dios, la tiene casi siempre perdida, por eso intenta por todos los medios a su alcance impedirle que siga adelante y redobla sus esfuerzos para hacerla caer.

Como lo dice San Juan de la Cruz en su explicación de la escala mística para ir a Dios, el amor del alma que crece de peldaño en peldaño, le hace desear cada vez más a Dios, ya que su única obsesión es descubrirlo en cualquier parte, todo le recuerda a su amado, y su desengaño es constante, cree ver a Dios en sus obras, pero se desespera siempre, ya que está deseando tener un encuentro directo con su amado, y aún no lo tiene, tendrá que esperar aún un largo periodo de tiempo de purificación para ser digna de tener una comunicación directa con Dios.

Muy poca gente ha llegado a ello, pero muchos Santos conocidos y desconocidos lo han conseguido, para ello han tenido que superar muchas dificultades, muchos sacrificios y salir triunfantes con la ayuda de Dios y de los Sacramentos de los tres potentes enemigos del alma: el mundo y la carne, dirigidos por Satanás.

La Santísima Virgen de Lourdes se apareció a Santa Bernardita en el lugar donde se quemaban todas las vendas que habían servido para curar las enfermedades del cuerpo, que el padre de la santa traía desde el Hospital.

Ahora, como Reina de los ángeles del Cielo y de las almas de la Tierra y medianera de todas las Gracias de Dios, los que se acogen a ella, pueden curar sus enfermedades espirituales, que son los pecados que pueden llevar a la muerte del alma si no se curan a tiempo.

Los millones de peregrinos que acuden a Lourdes buscan la sanación de los cuerpos, el desfile de los enfermos en sillas de ruedas es incesante. Hay pocas curaciones, algunas son verdaderamente impresionantes, pero no vemos las curaciones de las enfermedades del alma, que se traducen en conversiones, solo las veremos en el otro mundo.


Dios, en su infinita bondad y misericordia, no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y alcance la Vida eterna. Ha enviado a su Madre la Santísima Virgen María para cuidar de las almas, y para eso nos la ha entregado en la Cruz por Madre, el que la ame y se encomiende a ella, y es persona de buena voluntad, tiene la Salvación asegurada.

Los siete Espíritus de Dios enviados en misión por toda la Tierra, como así lo relata el Apocalipsis, corresponden a todo lo que existe en la Creación, puesto por Dios para recordarnos constantemente su presencia.



Del Evangelio como me ha sido revelado
 de María Valtorta:


La primera palabra del Padre y Señor es esta: “Yo soy el Señor, Dios tuyo”.

En cada instante del día, la Voz de Dios pronuncia esta palabra y su dedo la escribe. ¿Dónde? Por todas partes. Todo lo dice continuamente: desde la hierba a la estrella, desde el agua al fuego, desde la lana al alimento, desde la luz a las tinieblas, desde el estar sano, hasta la enfermedad, desde la riqueza hasta la pobreza.”

Todo dice : “Yo soy el Señor. Por Mí, tienes esto. Un pensamiento Mío te lo da, otro te lo quita y no hay fuerza de ejercito ni de defensas que te pueda preservar de Mi voluntad”. Grita en la voz del viento, canta en la risa del agua, perfuma en la fragancia de la flor, se incide sobre las cúspides montanas, y susurra, habla, llama, grita en las conciencias: Yo soy el Señor Dios tuyo”.






lunes, 8 de enero de 2018

JESÚS PERDONA TODO A QUIEN LE AMA CON TODO SU CORAZÓN, ÉL NO ES COMO EL HOMBRE QUE PERDONA Y NO OLVIDA


Las lágrimas de arrepentimiento, son  el detergente perfecto
para borrar todos los pecados, es producido
por el amor  que exprime el corazón.

San Juan de la Cruz dice que el perdón de Dios hacia los pecadores es de tal magnitud, que solo en el Cielo nos daremos cuenta de como Dios se ha olvidado para siempre de todos los pecados cometidos en nuestra vida. Todas nuestras faltas estarán completamente borradas, y nunca más recordadas, por graves que hayan sido. 
Satanás trata insistentemente por todos los medios que pensemos todo lo contrario, para evitar la unión mística del alma con la Divinidad, intenta persuadirnos de que nunca se nos perdonarán las faltas más graves y trae a la mente el recuerdo de ellas, diciéndonos: "Esto, y aquello que hicistes, te hace despreciable a los ojos de Dios, nunca podrá llegar a perdonarte esos pecados tan graves".
Como este siniestro ángel tenebroso es un envidioso embustero, a la hora de cometer esos pecados, nos decía todo lo contrario: "Eso que vas a hacer, no tiene importancia, Dios es un Padre amable y comprensible, y como eres su hijo, no te lo tendrá en cuenta".


Dice Jesús:

“Esto, María es para ti. Y para las almas enamoradas como tú. Lucas, narrando el banquete en casa de Simón, cuenta lo que utilizó la redimida enamorada para mostrarme su amor. Las lágrimas, los cabellos, el perfume.

Simón se escandaliza porque ella me tocaba. Pero podía escandalizarse quien era escándalo y esparcía su sombrío interior sobre todo lo que veía. Una persona pura no vería una acción digna de escándalo.

No el agua, sino las lágrimas, gotas de corazón, líquido no contaminado por gérmenes impuros, sino filtrado por el amor y el arrepentimiento, hecho digno de Dios y considerado precioso por Dios, porque era signo de un espíritu que había comprendido la Verdad. No los linos, sino los cabellos, seda viva que la mujer convierte en seducción y culto, y que la regenerada por la Gracia, humilla haciéndola toalla para los pies del Salvador. El perfume: uno de los instrumentos enseñados por Satanás a la mujer, y que la mujer vuelta a Dios destruye, haciendo bálsamo para el Señor.

Yo miraba y callaba, y ni siquiera una de esas lágrimas ardientes y arrepentidas, ni siquiera una de las caricias de los mechones que no ponían en contacto la carne  aún impura, con la Carne que no había conocido mancha, sino que ponían entre una y otra un velo que no podía ser despreciado por Dios, y ni siquiera una de esas gotas de nardo, menos, mucho menos perfumadas que el amor de quien las esparcía, pasaban desapercibidas, Y cada una, porque cada una era una profesión de amor y confesión de error, recibía perdón y bendición.

Y mientras que la sorpresa indignaba al Fariseo, a quien habría que tener mucho a reprochar, mortificaba a la arrepentida con palabras  de una escandalizada y falsa especulación sobre su voluntaria, valiente, humilde profesión de arrepentimiento y de amor, Yo le daba total absolución de todo el pasado.

Estaba lavado por su llanto. Sus tinieblas eran vencidas por la Luz del Amor y vencido era su hielo. María era la amada por su generosidad y confianza. Su corazón había sido su instrumento del mal, pero en su propio corazón había encontrado el camino del Bien. Y el corazón había sido su maestro para encontrar un lugar en la Vida y en el Corazón del Maestro.

La he amado mucho porque ha amado mucho; me ha amado mucho porque se lo he perdonado todo. Todo, María. Yo le perdono todo a quien me ama con todo su corazón.




DE LOS CUADERNOS DE Mª VALTORTA (21 de Noviembre de 1.943) Isaías 38. 67-15-16-17-18-19)



Los enfermos de Lourdes vienen al Snatuario para obtener la curación física
pero es más importante la curación espiritual 


El racionalismo, doctrina arraigada por el eterno enemigo de Dios, y sus tenebrosos ministros, intenta por todos los medios aclarar todos los acontecimientos con explicaciones científicas, sin tener en cuenta para nada el hecho más importante, que es la razón que explica la causa de todo. Esa razón de por qué existen los sufrimientos y las desgracias de la humanidad como son las miserias, las guerras, las enfermedades, y lo más importante por qué hemos nacido en este mundo, y a donde vamos después de la muerte.
Jesús dijo que todo lo que ocurre en este mundo, es porque Dios lo permite, y que el 99% de la causa de todas las enfermedades y desgracias, están ahí para hacernos meditar que estamos en este mundo de paso y que tenemos que prepararnos cumpliendo sus mandamientos para ser más felices en esta Tierra, y alcanzar la felicidad eterna en el Cielo.
Ese racionalismo instigado por Satanás, es el que hace olvidar la acción de Dios en el mundo, sus mandamientos, e implanta en toda la Sociedad un relativismo, que consiste en poner en plan de igualdad el pecado y la Virtud, es decir a Dios y Satanás, es una Doctrina muy sutil, como lo explica Jesús porque pone en plan de igualdad el bien y el mal, e incluso presenta el pecado como la panacea de nuestra existencia para alcanzar la felicidad material, haciendo olvidar a Dios.
Es el triunfo de Satanás que quería ser como Dios, y que dijo "No serviré", el cual expulsado del Cielo, ha impuesto esa doctrina perniciosa en la Tierra: son las personas que se dicen ateas o agnósticas y son las responsables de todas las desgracias, ya que al ser el lujo un bien escaso, le quitan lo necesario a los pobres y a los más débiles para su exclusivo disfrute.   



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
  (21 de Noviembre de 1.943)


Dice Jesús:

Vosotros, hombres que reconquistáis la salud después de enfermedades de muerte, sólo os ocupáis, cuando os dais cuenta, de agradecerme por la salud física recuperada. Nunca pensáis que Yo os he mandado esa prueba para haceros considerar que os espera un final tras el cual hay un inicio, así como el sol, poniéndose por la tarde, señala, que comienza el ciclo por lo cual habrá una nueva aurora. Pero vuestra aurora en el más allá, no es el comienzo de un día de pocas horas. Es el comienzo de un día eterno.

La enfermedad quiere haceros reflexionar sobre esto, y a este fin deberíais dirigir la salud recuperada para proveer a alcanzar ese día de paz.

Si supierais pensar sobre esto, ¡cuántas presas perdería el Infierno! Pero a menudo empleáis mal la salud que os concedo y los años que añado a vuestra existencia para esa finalidad. Os impacientáis en la enfermedad, os desalentáis, muchas veces dejáis de rezar diciendo: “Es inútil que lo haga. Si ha sido Dios quien me la ha mandado, ¿para qué le pido que me la quite?" Curados, no dirigís un pensamiento a Aquel que os ha devuelto la salud. Con vuestra incongruencia y vuestra irrespetuosa ingratitud dais a Dios la culpa de enviaros la enfermedad, pero no le dais el mérito de quitárosla.

Si pensáis que Él os da el mal, ¿por qué no pensáis que debe poder daros el bien? Es justamente lo contrario, hijos. El mal, sea cual sea, tiene en un 99% origen en vosotros mismos, y el bien tiene una única fuente: Dios. Dios que inspira e ilumina a quien os cuida, Dios que os alarga los días para dar tiempo a las medicinas para actuar y aumenta las resistencias para dar al cuerpo  la posibilidad de reaccionar, Dios, que con su voluntad instantánea puede haceros resurgir sanos, contra toda esperanza y fuera de cualquier otra ayuda, por un inescrutable motivo suyo.

Pero antes de alegrarse por el gozo de estar curados, deberíais  alegraros por la posibilidad que Dios os concede de reparar los errores precedentes a la enfermedad y trabajar para merecer la Vida eterna.

Yo obro para librar a vuestra alma de la perdición y cancelo con mi Amor vuestros pecados, esperando siempre en vosotros.
Vosotros… ¿qué hacéis? Devolved amor por el Amor que recibís y haceros “vivos”.

Ser “vivos”, no quiere decir ser de este mundo: quiere decir estar en el Señor. Quiere decir poseer la Gracia y tener derecho al Cielo. Vivo no es quien respira come y duerme con el alma muerta: este es despojo ya podrido a punto de caer, como el higo podrido en la rama, en la fosa que tiene por fondo el infierno. Vivo es quien, aunque agonice en la carne, posee la “Vida”, y aún más, a medida que cese la vitalidad de aquí, se acerca y crece en él la “Vida verdadera”. Vivo, es quien, mientras respira, ya está cantando las alabanzas que cantará eternamente al Señor y, mientras que las tinieblas descienden sobre sus pupilas, ve cada vez más claro, con los ojos del espíritu, el rostro del Padre.

Vivo es quien al ser sanado de una enfermedad humana se siente rescatado por el Señor y a Él dedica cada pensamiento.
Vivo es quien conoce la Verdad y quiere esta Alegría y esta Riqueza: la Verdad, por encima de todas las alegrías y las riquezas humanas. Y durante todos sus días se dedica a poseerla, porque el conocerla ha puesto en él la santa sed de conquistarla”.




domingo, 7 de enero de 2018

ORACIÓN DE LA VIRGEN AL VERBO, DEL POEMA DEL HOMBRE DIOS DE LA GRAN MÍSTICA MARÍA VALTORTA








ORACIÓN DE LA VIRGEN AL VERBO

¡Oh santa Palabra! Don entregado a los predilectos de Dios, vestidura de fuego que ciñes de esplendores, vida que te haces Vida de aquellos a quienes te das, que Tú seas cada vez más amada con ardor y humildad.

Obra en estos hijos tuyos y de María, a los que ella tomó por suyos al pie de la Cruz para consuelo de su Corazón de Madre a la que le mataron su Hijo adorado, y para gloria de tu divino Corazón ¡oh, Palabra santísima de mi Dios y Señor!

Condúcelos hasta tu Corazón y hasta el Corazón Inmaculado de tu Madre, en el que Tú dormiste de Niño y te posaste después de muerto, en el que aún quedan gotitas de tu Sangre y de su llanto materno, para que, a su contacto, desaparezca cuanto les queda de humano y, resplandecientes con tu Luz, entren contigo en la Ciudad en la que todo es eterna perfección y donde Tú reinas y reinarás, Hijo santo de Dios, encarnada Palabra del Padre.



Fiesta del Baustismo del Señor -Domingo 7 de enero de 2018



EMOCIONANTE DISCURSO DEL PADRE WILLIE EN LA PARROQUIA SANTA BERNARDITA DE PUERTO RICO, INSPIRADO POR EL ESPÍRITU SANTO, DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE NUESTRA RELIGIÓN, QUE SE HA INSTALADO EN EL CONFORMISMO Y EN EL QUIETISMO.
ESTA SITUACIÓN ES LA CAUSA DE TODAS LAS DESGRACIAS Y SUFRIMIENTOS QUE ASEDIAN CADA VEZ MÁS A LA HUMANIDAD POR HABERSE OLVIDADO DE DIOS



¡AY DE MÍ! ¿QUIEN PODRÁ LIBRARME DE ESTE CUERPO QUE ME LLEVA A LA MUERTE?


Vale la pena abandonar este mundo temporal para ganar la felicidad eterna
HAY QUE APOSTAR TODO LO QUE TENEMOS
PARA ALCANZAR LA FELICIDAD ETERNA




San Pablo a los Romanos 7,18-25.

Porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo. Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí. De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me presenta el mal. 
Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios, pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros. 
¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte? 
¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi razón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado. 
Solo el Hijo de Dios, puede librarnos de nuestro cuerpo que conduce a la muerte, esa ha sido su misión en la Tierra, para eso ha venido al mundo, ha sufrido, se ha dejado prender, torturar y matar, para que con su ejemplo, podamos destruir el hombre viejo, que por culpa de Adán, propiciado por Satanás, ha quedado marcado con su pecado. Mucha gente se cree que el Bautismo borra el pecado original, es verdad si se cumple con sus obligaciones, pero una cosa es obtener el perdón, y otra cosa desarraigar las malas obligaciones, que solo se cumple a través de una profunda conversión que San Juan de la Cruz explica tan bien cuando el alma entra en las noches activas y pasivas del sentido, que son las fases en las cuales el hombre se deshace de sus malas inclinaciones con su ayuda y la ayuda de Dios. 

Es lo que dice Jesús en el Evangelio hablando con Nicodemo. el hombre tiene que volver a nacer para poder entrar en el Reino de los Cielos. Si en esta vida mortal no lo consigue plenamente, se terminará de completarlo en el Purgatorio, y si se rechaza de pleno, el alma será excluida para siempre de la Salvación. 





Salmo 119


Enséñame la discreción y la sabiduría, 
porque confío en tus mandamientos.
Tú eres bueno y haces el bien: 
enséñame tus mandamientos.


Que tu misericordia me consuele, 
de acuerdo con la promesa que me hiciste.
Que llegue hasta mí tu compasión, y viviré, 
porque tu ley es toda mi alegría.



Nunca me olvidaré de tus preceptos: 
por medio de ellos, me has dado la vida.
Sálvame, porque yo te pertenezco 
y busco tus preceptos.








Lucas 12, 54-59.


Jesús dijo a la multitud
"Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. 
Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede. 
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? 
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. 
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo." 
Jesús clama aquí contra los Científicos y los Teólogos que ignoran las leyes de Dios, que encajan con la voz de su conciencia, leyes que dicen que tiene que haber un Dios que ha creado el Universo visible e invisible, que es de una grandeza y de una sabiduría infinita, y que dará a cada cual un premio o un castigo proporcional a su grado de Virtud o de pecado.