El Rey está prendado de la hermosura de María, es la Reina del Cielo y de la Tierra |
Este precioso Salmo, que va dirigido a la Reina, será el mayor disgusto de todos los desgraciados que no quieren reconocer la virginidad de la Santísima Virgen María, ni el Dogma de la Inmaculada Concepción, son individuos que tienen una noción pésima de la sublime naturaleza divina de Jesús.
Para colmo, guardan un desprecio absoluto para los que no piensan como ellos, eso me ocurrió en una comunidad Cristiana en donde publiqué una opinión mía y de la Santa Iglesia Católica, sobre la grandeza de María, y me salió un Pastor diciéndome que en el otro mundo, la Virgen María, me iba a romper la cabeza con un bate de beisbol, por publicar esas cosas, le dije que tenía una gran soberbia y que le tenía el mismo odio a la Virgen María que Satanás, como buen hijo suyo que era.
Salmo 45(44),11-12.14-15.16-17.
Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el Rey se prenderá de tu hermosura.
Él es tu Señor: inclínate ante él.
Es la Profecía del Salmo atribuido a David, sobre la que sería la Reina del Cielo y de la Tierra, se refiere a la Madre de Dios, ya que al haber nacido sin pecado original, no tenía que haber nacido, sino haber subido al Cielo, por eso le dicen que olvide su pueblo y su casa paterna, porque al ser inmaculada, Dios, el Rey se ha prendido de su hermosura, que es lo que le dijo el arcángel Gabriel en la Anunciación:
Y presentándose a ella, le dijo: "Salve, llena de Gracia, el Señor es contigo". El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante Dios".(Luc 1,28; 1- 30)
Embellecida con corales engarzados en oro
y vestida de brocado, es llevada hasta el rey.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían.
Los corales que son organismos que crecen en el mar, que simboliza este mundo, donde coexisten la verdad y la mentira, por eso dice el Apocalipsis que en la nueva Creación, el mar ya no existirá, están engarzados de oro, que simboliza el Cielo, al ser vestida de brocado, que es un vestido que simboliza la virtud y la pureza, es llevada ante el Rey, con la venida en su Seno de Jesús, el Rey del Universo, siendo María la Reina de las vírgenes, ya que está acompañada por las otras vírgenes, que van detrás de ella.
Con gozo y alegría entran al palacio real.
Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres,
y los pondrás como príncipes por toda la tierra.
Siendo la Virgen de Dios inmaculada desde su nacimiento, Jesús entra en el Palacio Real que es su mismo seno, es el sitio más perfecto e inmaculado que hay en la Tierra, para que el Todopoderoso se encarne en este mundo.
Los hijos de María, que son todos los que son hermanos espirituales de Jesús, que han conseguido volver a renacer en este mundo por sus enseñanzas, venido gracias a la mediación de la Virgen, ocuparán el sitio de los hijos de David, antecesor de Jesús y María, que son los hijos de la Promesa.
Serán príncipes por toda la Tierra, son los Santos de Dios que son su espejo en esta Tierra, donde están entremezcladas la Verdad y la mentira, y en el Cielo como dice San Pablo, juzgarán a las tríbus de Israel, y hasta los mismos ángeles, que han seguido a Lucifer.
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