MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

martes, 28 de agosto de 2018

ACERCA DEL ESPANTOSO PECADO DE PEDERASTIA EN LA IGLESIA CATÓLICA, PRELUDIO DEL FIN DEL MUNDO.





Que el Señor Todopoderoso cure a las víctimas de los abusos
y perdone a los pederastas.





Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 


Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos, que no se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen, sea por anuncios proféticos, o por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que hacen creer que el Día del Señor ya ha llegado.
Que nadie los engañe de ninguna manera. Porque antes tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el Ser condenado a la perdición, El los llamó, por medio de nuestro Evangelio, para que posean la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven fielmente las tradiciones que aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta.
Que nuestro Señor Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena. 

En esta Epístola de San Pablo del Evangelio de hoy, se puede leer que antes de la Parusía, vendrá la abominación de los hombres impíos que están condenados a la Perdición, es lo que estamos viendo con los casos de corrupción en miembros de la Iglesia en la mayoría de los Países como EE.UU, Australia, Chile, y últimamente el País más católico de Europa, Irlanda. Es el preludio de la venida del Anticristo que precede la acción directa de Dios para el fin del mundo, y el establecimiento definitivo del Reino de Dios. 

En una misa oída ayer por Internet, en un País del Caribe, el predicador intentó quitarle importancia al asunto, diciendo que la Iglesia seguía evangelizando, cuidando enfermos en hospitales y predicando el Evangelio, ese consagrado no llegó, o no quiso darse cuenta de la gravedad del asunto. Leo hoy en Internet en Religión y Libertad las palabras del Papa Francisco en Irlanda, que dicen:

Acto penitencial del Papa: «Que Dios mantenga y acreciente este estado de vergüenza y compunción».

Estas palabras del Papa son exactamente lo contrario de lo que predica este Padre, que quiere quitarle importancia al asunto, y que en una prédica anterior proclamaba en reiteradas ocasiones desde el Púlpito: "¡Por grave que sea el pecado, Dios te amó eternamente y te seguirá amando!"(sic) Sin explicar que antes del perdón, tiene que haber un arrepentimiento amargo y saludable proporcional a la culpa, una penitencia y un profundo deseo de enmienda, y que como lo dijo Jesús, el pecado contra el Espíritu Santo no tiene perdón ni en esta Tierra ni en el Cielo. 

El pecado de Pederastia, es el más terrible de todos los que pueden existir sobre la faz de la Tierra, pero cuando es cometido por un consagrado o un sacerdote, el pecado es aún más horrible, ya que ocasiona en la víctima una degradación tal, que la deja marcada para toda su vida, así lo ha considerado el Papa Francisco, que ha intervenido directamente en el último asunto que ha sido descubierto en Irlanda.

Se ha insistido en el sufrimiento imborrable que el niño va a tener a lo largo de su Vida, que le dejará marcado para siempre, pero creo personalmente, que el Señor Todopoderoso, ayudará a soportar esta pesadísima Cruz, mitigando la pena tan atroz, pero teniendo el ser humano libertad absoluta, el peligro es que esta alma se aparte de Dios por culpa del Pederasta cuando este es un religioso, ya que esta acción equivale a decir que no existe Justicia ni castigo, ni condena para una acción tan degradante.

El pecado del que comete este acto más que satánico, ya que he leído en alguna parte que ¡los mismos demonios sienten repugnancia por estas acciones tan degradantes!, es de una gravedad tal que no solo envilece mortalmente al que lo comete, pero también al que lo oculta, y sobre todo para el que para colmo, cambia el Sacerdote de Parroquia en Parroquia, cada vez que se cometen nuevos abusos. Siempre me he preguntado cómo puede ser que un Obispo o un Cardenal, se preste a esos traslados, sabiendo que estas personas son reincidentes en la mayoría de los casos, lo que multiplica el pecado y el horror de una manera indefinida. 

Pero conociendo la mentalidad actual, que predomina en la gran mayoría de la Jerarquía, que es el quietismo en su estado más crudo, la predicación relativista, en donde se pinta a un dios hecho a medida de la Sociedad actual, barriendo de un plumazo toda la Tradición, la Doctrina de los Santos Padres, y sobre todo las Palabras del Evangelio, en donde Jesús describe de una manera irrefutable y no sujeta a interpretaciones el Juicio final, todo tiene su explicación; agradezco a Dios que el Papa Benedicto y el Papa Francisco hayan obrado de una manera perfecta en esos casos.

En lo que se refiere a cierto Arzobispo, me entrevisté con él porque cierto conocido mío sufría él y sus familiares ciertas influencias satánicas, como me lo confirmó el mismo exorcista Padre Fortea en Nuestra Señora de Zulema, Parroquia de Alcalá de Henares.

Le llevé entonces el famoso libro del Padre Fortea Summa Daemoniaca, donde están relatados varios exorcismos, y todas las astucias de Satanás para atacar a las almas. Me dijo que era innecesario, me rechazó el libro que había traído para entregarle, y me dijo que no se podía asustar a la gente con esas historias, la conversación derivó sobre los novísimos: Cielo e Infierno, y me dijo que el Infierno está vacío, diciéndome que todos somos Hijos de Dios, y se entabló la conversación siguiente:

-¿Ud. Tiene hijos? 
- Sí, tengo seis.
- ¿A Ud le gustaría que a un hijo suyo le mandaran al Infierno por toda la Eternidad?
-Claro que no!

Pues para Dios, es lo mismo, Él no puede mandar a un hijo suyo al Infierno, ¡por eso está vacío! Le cité entonces la Parábola del rico Epulón, y le comenté, cuando aún no se habían descubierto los numerosos casos de abusos de Pederastia, que había algunos que violaban y a veces asesinaban a niños, e incluso grababan esas acciones, y las difundían por Internet, me contestó:

¡¡¡¡ESO SON INTERPRETACIONES SUYAS!!!!

Estas Palabras del Sr. Arzobispo se han quedado marcadas en mi memoria para toda la Vida, creo que las recordaré a la hora de mi muerte.

Se ha hablado del horrible pecado del pederasta, del espantoso sufrimiento de las pobres víctimas inocentes, de la gravedad del pecado de los encubridores, pero no se ha hablado del sufrimiento ocasionado directamente a Cristo y a la Virgen María, Padre y Madre de la Humanidad, que están padeciendo por esos abusos muchos sufrimientos, porque si Jesús es Verdadero Dios y verdadero Hombre, y como Dios no puede sufrir, Él y la Virgen María por su naturaleza humana están sufriendo una nueva pasión, y eso es lo más grave por atentar no solo contra un niño inocente, pero también por atentar contra la Iglesia y su cabeza que es Cristo Jesús.
Pero no habrá una nueva Redención, ni una nueva Resurrección, que ya no se producirá nunca más, estas calamidades son los preludios de la venida del anticristo. 





No hay comentarios: