MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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miércoles, 21 de diciembre de 2022

EN EL MUNDO RELATIVISTA DE HOY, MUY POCA GENTE CONOCE LA FUERZA TAN GRANDE QUE EXISTE EN LA ORACIÓN ENAMORADA HACIA EL PECADOR

La fuerza del Amor de Dios, tiene tal poder que una alma enamorada puede cambiar el curso natural de las cosas, y
  convertir el ateo y pecador más empedernido.





           Todos los seres humanos, salvo la Santísima Virgen María que nació sin pecado original, son pecadores en más o menos cuantía, es decir que aunque hayan sido bautizados, la herencia de Adán resurge como una planta a la cual no le han arrancado todas las raíces.
           Eso quiere decir que por pensamiento, obra y omisión, todos somos pecadores. san Juan de la Cruz explica en la noche oscura del alma, como algunos pocos logran arrancar esas profundas raíces, a través de las noches activas y pasivas del sentido y del espíritu, terribles noches que son largas y penosísimas, ya que son el Purgatorio en la Tierra, en las cuales el alma recobra la inocencia perdida, y es entonces apta para la unión mística con Dios, verdadera fusión con la divinidad por toda la eternidad.

                 Si Jesús ya no podrá sufrir más en su Naturaleza divina, como en su terrible Pasión, sigue sufriendo en su Naturaleza humana por los pecados de la Humanidad, ya que cada pecado es una ofensa a esa Naturaleza. Todos esos pecados son por la desobediencia a las Leyes de Dios, y al olvido de su predicación, de su Pasión, y de su muerte en la Cruz, que habrá sido inútil para mucha gente, en resumen es por una falta de Amor hacia su Persona.

         Ese Amor, cuando ha alcanzado su plenitud, como así lo expresa el Primer mandamiento de la Ley de Dios, es de una importancia tal, que tiene la facultad de limpiar totalmente el alma de sus pecados, por graves que hayan sido, como fue en el caso de María Magdalena, de ahí su Importancia y está clasificado en el primer lugar de la Ley, ya que cuando se logra tener, se cumple a la fuerza todos los otros mandamientos.

            De ahí la importancia de la Vida contemplativa que es lo que explica San Juan de la Cruz en todas sus Obras místicas, y que muy poca gente comprende, incluso "grandes teólogos" y grandes  Jerarcas católicos, creyendo firmemente que el alma apartada del mundo se aparta de la convivencia con sus hermanos, cuando en realidad es cuando más se acerca, por eso dijo el Santo Doctor en sus dichos de Luz y Amor: "Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de conciencia, que todas esas obras que quieres hacer". Y ya hemos visto que esa pureza se alcanza con el verdadero Amor a Dios.

      Y si un alma tiene la desgracia de comparecer ante Dios sin poco amor unitivo de parte de sus prójimos, tendrá que completarlo en el Purgatorio, y si en su lugar tiene desprecio y odio, ya que al no tener a Dios, ocupa su puesto el enemigo, esa alma tendrá la peor desgracia que le pueda ocurrir: la condenación eterna. Si un alma está en pecado mortal, Dios la puede perdonar si algún ser llegó a amarlo y a rezar por él  para su conversión, Dios verá el amor de su prójimo, que es la fuerza infinita del Espíritu Santo, que ha borrado el pecado, y el alma ha podido arrepentirse antes del Juicio de Dios. Es por eso que la Stma. Virgen María le dijo a los pastorcillos de Fátima: "Cuanta gente se condena porque no hay nadie que rece por ellos".  


San Juan de la Cruz: Llama de amor viva Canción 1,2


        “Y esta es la operación del Espíritu Santo, en el alma transformada en amor, que los actos que hace interiores es llamear, que son inflamaciones de amor, en que, unida la voluntad del alma, ama subidísimamente, hecha un amor con aquella llama.

         Y así estos actos de amor del alma son preciosísimos, y merece más en uno y vale más que cuanto había hecho en toda su vida sin esta transformación por más que ella fuese, etc".






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