A un querido amigo que se ha apartado de la Iglesia Católica:
Me has remitido imágenes verdaderamente impactantes, terribles y pareciendo salidas de una horrible pesadilla. Me refiero a las escenas del hambre y de la miseria de los niños del Sahel y de la India. Sería largo comentar las causas de ese estado de cosas, pero estoy seguro de que llegaríamos a la conclusión de que provienen siempre del egoísmo humano, o lo que es lo mismo, de la falta absoluta de caridad. Por esa razón, son completamente absurdas las reflexiones de algunos, que quieren culpar a Dios de este estado de cosas, olvidando que muy a pesar suyo, Dios no puede intervenir, ya que tiene las manos y los pies clavados en la Cruz y que de otra manera, sería coartar el libre albedrío, que es la ley que impera en el mundo en que vivimos.
Como lo sabemos por las Escrituras, el egoísmo humano es la consecuencia del pecado Original, cuyo instigador es Satán, que transmitió a Adán y Eva el veneno de la soberbia al querer ser semejantes a Dios, es decir estar por encima de los demás y por eso, aprovecharse de los pobres e inocentes. Y los hombres actuales siguen comiendo del fruto del árbol maldito y olvidan el fruto del árbol de la Vida que es Jesús.
Pero el colmo de ese estado de cosas, son los que saben que todas las desgracias son debidas al egoísmo humano, creado por Satán y sus ángeles tenebrosos, que también están viviendo entre nosotros: son los que dicen que Satán no existe y no lo ven porqué lo tienen tras la retina muy dentro de ellos.
También preguntan ¿Porqué Dios no interviene? :No lo hace por la sencilla razón de que a pesar de que es Dueño y Señor del mundo, tiene que respetar ciertas reglas, y tiene que dejar que el bien y el mal se manifiesten con todo su “esplendor” y su “horror”, para así dar a cada cual en el día del Juicio su merecido, y para que la gente vea cuales son las consecuencias que tienen los que practican el bien: la ley de Dios y de los que practican el mal: la ley de Satán. Y para avisar al mundo de las desgracias que les van a sobrevenir si no quieren convertirse, lo que es una realidad ocultada por los que predican una doctrina “descafeinada”, y al dios “caramelo”.
Esto es lo que dijo Jesús en Lucas 13-1,5:
En aquel momento llegaron unos a contarle lo de aquellos galileos, a quienes Pilatos había hecho matar, mezclando su sangre con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les dijo:
-"¿Creéis que aquellos galileos murieron así por ser más pecadores que los demás? Os digo que no; más aún, si no os convertís, también vosotros pereceréis del mismo modo. Y aquellos dieciocho que murieron al desplomarse sobre ellos la torre de Siloé, ¿creéis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis igualmente".
Naturalmente, para los Hijos de Dios, los que honran a su Padre y le piden sus gracias existe la providencia divina, por eso para los católicos, la oración es y seguirá siendo la fuente de todas las gracias, porqué los acontecimientos suelen discurrir por sus cauces legales, pero en cualquier momento, cuando él quiere, el sumo Creador, Dueño y Señor, puede intervenir e interviene, para arrancar de las garras de Satanás a los que le imploran arrepentidos, porque los ha rescatado con su muerte en la Cruz, y el Señor da su vida y la toma cuando quiere, como así está escrito en el Evangelio, y aquí están los poderes instituidos por Él a su Iglesia que son los santos Sacramentos, que pueden hacer que una alma quede poseída por Dios, o liberada por el exorcismo del poder de Satán.
Igualmente, por razones de Justicia, los que invocan a Satanás, y siguen sus mandamientos quedan poseídos por el maligno, y no me refiero solo a los que se contorsionan y echan espumarajos por la boca, pero también los hijos suyos que siguen sus mandamientos e incansablemente “tienen piel de cordero, pero son lobos rapaces”.
Pero permíteme hacer algunas consideraciones sobre las referidas imágenes: Lo primero te diré que es absolutamente seguro que a la muerte de esos niños desgraciados, estos serán llevados por los Ángeles al seno de Abrahán, como ocurrió con el pobre Lázaro. También es absolutamente seguro que los culpables de esa situación, serán sepultados en el Infierno, como el desalmado Epulón. Y ahora, dime ¿Quién es el más desgraciado, los que han sufrido en una corta vida, o los que sufrirán de una manera atroz, día y noche por toda la eternidad?
Por esa razón, me he dado cuenta de que hay que rezar por los grandes pecadores ya que esos son los verdaderos miserables, mucho más dignos de compasión que esos pobres niños de las fotografías.
Déjame sin embargo comentar esas imágenes de una manera espiritual.
En la primera imagen, se ve a un pobre niño revolviendo en unos desperdicios para poder comer algo, ya que carece absolutamente de todo. Pues esta imagen me recuerda los que están completamente sumidos en el vicio, cuya alma completamente desnutrida está hambrienta de las cosas de Dios para las cuales fue creada y al no tener el verdadero alimento: el Cuerpo de Cristo, se dedican a comer las basuras de este mundo para poder subsistir, pero su fin es la muerte, porque su alma no es capaz de nutrirse con ese inmundo alimento.
La segunda imagen muestra otra fotografía horrible: un niño tratando, con relamidos de que la vaca le suministre leche, es verdaderamente aterrador. Pero es igual o mucho más aterrador, ver como los drogadictos, los borrachos, los lujuriosos y un largo sinfín de humanos entregados a sus apetitos desordenados, intentan buscar cada vez más satisfacción de las cosas que no les pueden colmar, y no teniendo la libertad de los Hijos de Dios, son esclavos de sus pecados, como así lo dijo Jesús.
La tercera imagen es la terrorífica escena de un niño que, al no tener agua, recoge la orina que expele la vaca. Igual ocurre con los que han despreciado las aguas vivas que nacen del costado del Salvador, su alma bebe de las deposiciones de lo que le aporta el mundo en que vivimos: todos los vicios y las aberraciones tanto materiales como espirituales con las cuales quieren saciarse y no pueden, ya que como lo enseña San Juan de la Cruz , el vicio es como el fuego que cuanto más leña se le echa, más arde, y aún peor que el fuego ya que, como él también dice, el fuego cuando se deja de alimentar, se extingue mientras que el apetito, cuando no se le alimenta, crece aún más.
Por fin, quiero comentar la última imagen, que es la más aterradora, y es la que ha obtenido el Premio Publisher: es la de un niño abandonado arrastrándose por un lodazal, y un buitre esperando su muerte para comerse el cadáver. ¿Cómo el fotógrafo grabó la imagen, se fue y no lo socorrió? ¡No me extraña que se haya suicidado!
Imagen terrible, pero mucho más terrible sería si pudiésemos ver el alma de muchos que no carecen materialmente de nada, pero que están completamente desnutridos y desfallecidos por la falta absoluta de la Gracia de Dios que ellos rechazaron y que están agonizando, arrastrándose por los lodazales del vicio y de la corrupción. Satanás los está observando como un buitre, para apoderarse de ellos a su muerte y llevarlos a su espantoso reino.
Quiero también lamentarme de lo que enseñan otras religiones: Que ese estado de cosas son debidas a una herencia pasada, es decir que en una vida anterior, habían sido grandes pecadores y que por esa razón, debido a su Karma, ahora están expiando sus culpas. Son los que desprecian a su prójimo y veneran a las vacas y a las ratas.
Gloria al Padre; al Hijo y al Espíritu Santo
Gloria a la excelsa Madre de Dios María Santísima
Gloria a San José su castísimo esposo.
ET EXPECTO RESURRECTIONEM MORTUORUM ET VITAM VENTURI SAECULI, AMEN.
1 comentario:
Qué reflexión tan llena de verdad.
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