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Desde el punto de vista espiritual, la Tierra es un espejismo porque está, pero ya no estará. |
Escrito está que Dios creó el ser humado a su imagen y semejanza, declaración que a primera vista parece completamente absurda, ya que Dios es un ser espiritual infinito, inmaterial y que no tiene dimensión, y que además existe de toda eternidad.
La santa fe católica nos enseña además que hay un solo Dios y es al mismo tiempo trinitario, ya que forma una sola unidad con el Hijo y el Espíritu Santo.
Razonando desde el punto espiritual, se puede demostrar que esa similitud entre el ser humano y Dios, no tiene absolutamente nada que ver con la imagen material del ser humano, pero si es similar del punto de vista espiritual, ya que el alma humana es también una trinidad ya que está constituida por lo que San Juan de la Cruz llama las tres potencias del alma que son Memoria (Dios Padre); Entendimiento (Jesucristo) y Voluntad (Espíritu Santo) y es indiscutible que de la misma manera que las tres Potencias del alma forman un mismo ser, las tres Personas de la Santísima Trinidad forman un solo Dios.
Todos los científicos están de acuerdo en que la Creación material de Dios es un espejismo ya que tuvo un inicio y tendrá un final, porque toda la inmensa energía que mueve el mundo necesita un combustible. Nuestro sistema solar, que solo es un grano de arena en la inmensidad del cosmos, produce su energía con el Sol a través de la fusión atómica del hidrógeno del astro que se convierte en helio.
Pero el sol tiene que consumir enormes cantidades de este gas, lo que implica que llegará un momento en que se agotará y morirá, transformándose en una gigante roja después de haber aumentado su volumen hasta engullir la órbita terrestre, hecho que ya se ha observado en otras estrellas de la galaxia, y que nadie pone en duda. Naturalmente esto se calcula que se producirá dentro de millones de años, según dicen, a no ser que se produzca antes una explosión, que transforme el sol en una Super Nova.
Estos millones de años parecen tranquilizar a todo el mundo, sin embargo esa cantidad fabulosa es insignificante comparada con la eternidad, representa mucho menos que una gota de agua en todos los mares de la Tierra. Y para Dios que es Eterno, la creación material es insignificante, es un trampolín para llegar a lo más importante que es la creación eterna, y lo escrito en la Biblia en el Libro del Génesis tiene, para el que sabe verlo, un significado espiritual místico, que explica la verdadera creación: La Creación eterna, que solo se puede producir por la acción de Jesús-Dios, cuando el alma sigue su Doctrina y renace para la Vida Eterna como así lo explicó el Salvador a Nicodemo.
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