Jesús, María y José, os doy mi corazón,
os entrego mi vida.
Estos tres corazones, representan los tres amores que toda alma cristiana tiene que considerar:
-El Sagrado Corazón de Jesús, al que le debemos todo lo que tenemos: nuestra Vida material que por culpa del pecado original, estaba destinado a vivir con el alma sumida en el pecado, y que por la Redención ha sido rescatado.
-El Sagrado corazón de María, nuestra Madre que es la Corredentora y medianera de las Gracias de Dios.
El Castísimo Corazón de San José, ejemplo de humildad, y ejemplo de como tendría que ser toda la humanidad, que ha acatado siempre las órdenes de Dios, y que siempre ha sido fiel a la Gracia y a la misión que Dios le había encomendado en esta Tierra.
Estos tres seres sobrenaturales, son la "trinidad" terrestre que representan una imagen humana de la Santísima Trinidad, que nuestro cuerpo mortal no puede acceder a contemplar en este mundo por su infinita sublimidad que es inaccesible a nuestras capacidades materiales, y que solo podemos contemplar en nuestra alma con la ayuda de Dios que es el que nos da la fe y la capacidad de mantenerla e incrementarla con la ayuda divina de los Sacramentos distribuidos por la Santa Iglesia Católica.
Jesús es Dios, que no tiene forma ni figura y que ha tenido que encarnarse en una mujer Inmaculada para que nuestros ojos humanos pudieran verlo.
María que es nuestra Madre espiritual, al haber nacido sin pecado original, no tenía por que haberse encarnarse en un ser humano, tenía que haber sido el ángel más excelso del Paraíso de Dios.
San José, exento de toda concupiscencia humana, que lleva a la humanidad a pecar, es el ejemplo de como tendrían que ser los hombres y las mujeres, ya que hoy día la mayoría se mueven solo por la sensualidad y el interés.
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