TODOS LOS QUE MIRAN PARA ATRÁS SE TRANSFORMARÁN EN ESTATUAS DE SAL |
Se repite este comentario de la misa anterior ya que estas reflexiones son más necesarias que nunca, ya que explican de una manera meridianamente clara como tiene que ser el comportamiento de los creyentes que aman de verdad a Dios.
Isaías 55,6-9.
¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca! Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva el Señor, y él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar.
Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos -oráculo del Señor-.
Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes.
Apremiante llamada de Dios al genero humano, para que vuelva por el camino recto, porque en este mundo, si hay arrepentimiento, aún se puede conseguir, ya que se puede implorar a Dios, y Él siempre viene en auxilio del que le pide amparo, lo que en el otro mundo ya no será posible, estando la espiga madura y segada, ya no puede volver a madurar.
En este pasaje del libro del Profeta Isaías, vemos claramente la diferencia tan grande que existe entre la mentalidad de Dios, opuesta completamente a la mentalidad del mundo. por eso está escrito: Mi camino no es vuestro camino y mis acciones no son vuestras acciones.
Salmo 145(144),2-3.8-9.17-18.
Señor, día tras día te bendeciré,
y alabaré tu Nombre sin cesar.
¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza:
su grandeza es insondable!
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas.
El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus acciones;
está cerca de aquellos que lo invocan,
de aquellos que lo invocan de verdad.
Estremecedoras alabanzas de Amor a Dios, sublime Majestad Todopoderosa y eterna, que en este mundo trata a los justos y a los pecadores con el mismo cariño, para que los primeros perseveren en la fe y los segundos que tienen el alma enferma, se sanen, acción que solo se puede realizar como así se hace con un enfermo del cuerpo: cuidados y cariño para que recobre la salud.
Pablo a los Filipenses 1,20 c - 24.27 a.
Así lo espero ansiosamente, y no seré defraudado. Al contrario, estoy completamente seguro de que ahora, como siempre, sea que viva, sea que muera, Cristo será glorificado en mi cuerpo.
Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si la vida en este cuerpo me permite seguir trabajando fructuosamente, ya no sé qué elegir.
Me siento urgido de ambas partes: deseo irme para estar con Cristo, porque es mucho mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que permanezca en este cuerpo.
Solamente les pido que se comporten como dignos seguidores del Evangelio de Cristo. De esa manera, sea que yo vaya a verlos o que oiga hablar de ustedes estando ausente, sabré que perseveran en un mismo espíritu, luchando de común acuerdo y con un solo corazón por la fe del Evangelio,
Esta actitud de San Pablo es común a todos los Santos, su única preocupación en este mundo es alabar y reverenciar a Dios por todos los dones recibidos, pero además existe en ellos unos sentimientos que no tienen los creyentes: están deseosos de unirse con Dios, porque el Amor está ya muy crecido al ser muy probado, pero además por otro lado no quiere marcharse, por el amor que tiene a sus hermanos de fe, que le causan una continua preocupación porque teme que esas almas se desvíen de la verdadera Doctrina y lleguen a perder el tesoro de la Fe y se condenen.
Esa preocupación por la Salvación la tienen también los padres cristianos cuando ven que sus hijos pierden la fe, o que viven apartados de los Sacramentos de la Iglesia, sabiendo que el camino a la Vida eterna es angosto, y la entrada muy estrecha, y que el camino que lleva a la perdición es ancho, y conduce hacia la perdición eterna. Solo en el otro mundo veremos como la preocupación de esos padres, los llevaron a implorar con mucho sentimiento la misericordia de Dios para que les devuelva la fe, y cuantos se salvaron por sus oraciones angustiosas e incesantes.
Esa preocupación por la Salvación la tienen también los padres cristianos cuando ven que sus hijos pierden la fe, o que viven apartados de los Sacramentos de la Iglesia, sabiendo que el camino a la Vida eterna es angosto, y la entrada muy estrecha, y que el camino que lleva a la perdición es ancho, y conduce hacia la perdición eterna. Solo en el otro mundo veremos como la preocupación de esos padres, los llevaron a implorar con mucho sentimiento la misericordia de Dios para que les devuelva la fe, y cuantos se salvaron por sus oraciones angustiosas e incesantes.
Evangelio según San Mateo 20, 1-16 a.
Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña.
Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña.
Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo'.
Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: '¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?'.
Ellos les respondieron: 'Nadie nos ha contratado'. Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.
Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros'. Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario.
Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'. El propietario respondió a uno de ellos: 'Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'.Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos ».
El mundo paga al trabajador por hora trabajada, porque el hombre busca solo su provecho, Dios no necesita ningún provecho porque no necesita nada ya que lo tiene todo. Aquí en este mundo, el juez humano juzga a los sospechosos por sus acciones, Dios mira los corazones y los juzga por sus deseos. El mundo admira a los ricos y a los poderosos, Dios admira a los pobres de Espíritu, a los indefensos, que son los que gozarán de las mejores estancias en su Santo Reino.
¡Bendito sea Dios por sus increíbles Juicios, y por esa defensa a ultranza de los desgraciados, los rechazados y los que sufren, por esa razón para poder entrar en su Gloria, tenemos que alejarnos de la mentalidad usurera y egoísta del mundo y volver a nacer a la nueva mentalidad caritativa y desprendida de los hijos de Dios!