Jesús ha venido para salvar a todos los hombres de buena voluntad, por eso solo van tras Él los que han recibido del Padre el don de la Santa Fé. |
La Santa Fe es un don de Dios; la Esperanza se obtiene por el cumplimiento de la Ley, los que la incumplen son como la flor central de la imagen, que mira a la Izquierda, es decir que no quiere seguir su Doctrina.
Solo el cumplimiento de la Ley, gracias a Cristo y a la Iglesia Católica, fundada por Él, nos dará el Espíritu Santo, que es el descanso en Dios para toda la Eternidad.
Dios Padre da la Fé:
Mateo 16: 13 – 20
13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»
20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.
******************************************************
Dios Hijo es la Esperanza
Cristo Jesús es el camino para alcanzar la Vida eterna, el Reino deseado por la humanidad, que tiene solo un camino y un modelo para alcanzarlo: el que siguió Jesús.
Lucas 9, 23-24
"Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome cada día su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien perdiere su vida por amor a Mí, la salvará".
Dios Hijo es la esperanza, como dice la imagen de las flores, ya que por Él, y gracias a Él, recibimos el Espíritu Santo, que es el séptimo día de la creación material y espiritual: El descanso de Dios, día en el que la Iglesia militante se transforma en Iglesia triunfante.
******************************************************
Dios Hijo es la esperanza, como dice la imagen de las flores, ya que por Él, y gracias a Él, recibimos el Espíritu Santo, que es el séptimo día de la creación material y espiritual: El descanso de Dios, día en el que la Iglesia militante se transforma en Iglesia triunfante.
Jn 16, 5-11
"Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Dónde vas?"
Sino que por haberos dicho esto, vuestros corazones se han llenado de tristeza.
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré..."
******************************************************
EL ESPÍRITU SANTO ES LA META
El Espíritu Santo es el que produce la unión mística, es decir por amor, entre la esposa que es el alma, y el Divino Esposo que es Cristo Jesús, con el visto bueno de Dios Padre, que es el que ha propiciado esa unión, entregando al alma el precioso don de la fe, que esta ha sabido hacer fructificar, como está relatado en la Parábola de las minas, gracias a la acción de la sublime Redención, y el renacimiento del alma que ha tomado por modelo a Jesús.
Esa unión mística del alma con Dios, es el que produce su fusión con la Divinidad, que se transforma en el mismo Dios, volviéndose a entregar a su Creador, gracias a la divina Gracia, que la purificó en esta tierra, saliendo vencedora de todas las pruebas y de las emboscadas que el enemigo de Dios y del alma le ha presentado. Jesús, con su muerte en la Cruz ha venido para entregar su vida, y volverla a tomar con su Gloriosa Resurrección, la ha entregado y vuelto a tomar, no solo su Vida, pero también los elegidos que son una parte suya, como así lo dice por S. Juan.
S. Juan (10, 17-18)
10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
S. Juan (10, 17-18)
10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre in Saecula Saeculorum. Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario