MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 9 de enero de 2021

EL CIELO ES DE LOS QUE SON COMO NIÑOS, QUE ACARICIABAN CON SUS MANOS A JESÚS.







Los ojos de esta niña, que son las ventanas de su alma, reflejan pureza,
 humildad, dulzura y bondad, tenemos que lograr ser como ella,
 para poder entrar en el Reino de los Cielos.




Quiero aquí abrir un breve comentario sobre ciertos individuos, de una radicalidad extrema, que se creen enviados por Dios Todopoderoso para reformar las costumbres. En mi larga vida he encontrado todo tipo de comentarios de ese tipo, emitidos por personas soberbias, que son los abanderados de una ideología, que va en contra de lo que la Santa Iglesia Católica permite y autoriza.

-He oído un individuo que afirmaba que la Santa Misa era un Sacrilegio porque se volvía a matar a Jesucristo, cuando la misa es una conmemoración de su Pasión y muerte.

-He oído a una mujer que afirmaba que la misa no tenía validez porque el sacerdote se alejaba del altar para predicar.

-Cuando cambiaron la misa para introducir las lenguas vernáculas, salió toda una jauría de iluminados afirmando que la misa no era válida, parece que se evitó el cisma con los Lefrebvianos y el Papa Benedicto XVI suprimió la excomunión, proclamada por el Papa anterior.

-Actualmente existe toda una jauría de excéntricos personajes que están clamando contra el "Sacrilegio" de comulgar en la mano, práctica autorizada por Roma, plenipotenciaria de Dios en la Tierra, que tiene la promesa de que las Puertas del Infierno no prevalecerán. Personalmente tengo la gran alegría de comulgar en la mano, lo que me permite admirar y venerar a Jesús y darle un beso de agradecimiento. El día que la Santa Iglesia lo prohíba (cosa que creo que no ocurrirá nunca), dejaré de hacerlo.

El razonamiento es sencillo: la lengua es el lugar de donde salen todas las maldiciones, imprecaciones, injurias, y han sido la causa de tantas desgracias y pecados como la gula y la incitación a la violencia. La mano, es la herramienta que Dios nos ha dado para comer, Jesús en la Sagrada Eucaristía no entregó a sus discípulos el pan y el vino en la boca, pero se los dio en la mano.

Esto de querer enmendar a la Santa Iglesia por sus enseñanzas, es la prueba fehaciente e irrefutable de un gran orgullo, recuerdo lo que le ocurrió a María, la hermana de Moisés por querer ponerse a su altura: fue la primera leprosa de la historia.

En este pasaje del poema del hombre Dios de María Valtorta, vemos como Jesús le deja tocar y venerar su mano milagrosa, y como Él le explica de donde viene su fuerza para hacer milagros: El Amor.


En Yuttá, con los niños. La mano de Jesús obradora de curaciones
(Del Evangelio como me ha sido revelado de María Valtorta.)


Veo un lugar de montaña, no se donde está. Hay una angostura formada por montes que entran y salen con sus ramales en un valle por cuyo lecho corre un riachuelo torrentoso lleno de saltos y espumas. Es estrecho, pero como todos los cursos de agua de montaña es rápido, con el sonar de sus cascaditas.

(...) Por el sendero sube Jesús junto con los discípulos. No todos. Veo a Pedro y Andrés, a Juan y a Judas Iscariote. No veo a los otros. Jesús está vestido de blanco, y envuelto en un manto azul oscuro, más azul marino que azul. Va con la cabeza descubierta y sube ágilmente solo. Detrás, en grupo los cuatro Apóstoles, hablando entre ellos y Jesús les precede unos metros y no habla. Piensa. Mira en torno a Él pero no habla nunca.

(...) Luego una vez juntos, les dice unas palabras que no capto. Le veo inclinarse ligeramente para hablar, porque es mucho más alto que ellos. No comprendo las palabras, pero intuyo su significado, porque veo a Judas Iscariote dirigirse con buen paso hacia una casa que se alza al final del murete.

(...) Judas entra libremente en la casa, como si conociera muy bien a sus moradores. Y sale enseguida una lozana madre rodeada con tres niños y con el más pequeño en brazos. Se dirige sonriendo hacia Jesús, que entre tanto, se ha acercado hasta el pozo.

(...) Su atuendo me hace pensar que no es Galilea, porque los caracteres somáticos y el vestido son distintos a los de las mujeres galileas.

El pequeñuelo que está en brazos de la mujer, morenito como ella, tendrá dos años como mucho. Es un niño lindo, vestido con una especie de camiseta de lana blanca. Los otros niños son: una niñita, de unos seis años, de pelo muy rizado rubio castaño, vestida de color rosa pálido; y dos chiquillos, más pequeños, que llevan también dos tuniquitas de lana color azul claro, como su mamá. Deben conocer muy bien a Jesús, porque se arremolinan risueños alrededor de Él.

La joven madre le saluda: “Entra, Maestro, que mi casa es tuya” y sonríe.

Jesús le responde: “El Señor te recompense”, y luego alarga el brazo derecho – el derecho lo tiene doblado en el pecho, y tiene recogido con la mano un extremo del manto – para acariciar al pequeñuelo. Veo la bonita mano de mi Jesús acariciando la frente del pequeñuelo, que se pone mimoso y esconde su cabecita riendo, contra el cuello de su mamá, y desde ese nido mira a Jesús, y ríe, ríe para invitarle a repetir la caricia.

Cerca del pozo, bajo un manzano, cargado de fruta que ya empieza a madurar, hay un banco de piedra, un lugar para sentarse. Jesús se sienta allí, mientras la mujer entra en casa y vuelve con una ánfora. Jesús le pide que le deje el niñito, y lo sienta en sus piernas mientras la mujer saca el agua y luego viene con una copa colmada de agua y otra de leche, y se las da a Jesús, y elige para Él manzanas maduras (entre otras agrias), y se las ofrece también, disponiendo todo en una bandeja colocada encima del banco, al lado de Jesús. Se comprende que ya otras veces lo ha hecho así. Sabe lo que le gusta a Jesús.

Los Apóstoles han seguido a Judas y también beben bajo el pórtico.

Jesús bebe primero el agua; sigue teniendo el pequeñuelo en sus piernas, y ríe, porque el niño le coge el pelo y la barba. Los otros tres están alrededor de Jesús. Jesús coge las manzanas y da, una a una, a los tres más grandes, y por último, toma Él también una y se la come. Al pequeño, sin embargo, le da de beber de la leche que hay en la copa y luego, bebe Él también. Jesús está contento. Ríe como nunca le he visto reír.

La niña se echa contra sus rodillas y, al mismo tiempo, descansa su cabecita en sus piernas. Jesús le acaricia los rizos. Los dos chiquitos, que se habían alejado corriendo, vuelven: uno con una palomita sobre su pecho; el otro arrastrando, cogido de una oreja a un corderito de pocos días, que bala lamentándose. Muestran a Jesús sus tesoros.

Jesús se interesa, pero compasivo con la condición de los dos animalitos, pide que le den la palomita y, después de admirarla, la deja volar a su nido, luego sube el corderito al banco, lo acaricia y lo custodia hasta que la mamá de los niños vuelve y lo lleva de nuevo a su sitio.

La niña, al no tener otra cosa, se agacha, hace un ramito de flores y se lo da a Jesús.

El Maestro, es también maestro con esos pequeñuelos, y habla de las flores a los más grandes, mientras sigue teniendo en sus brazos al más pequeño, de las flores “hechas tan bonitas por el Padre Celestial, desde las más grandes a las más pequeñas; las flores, que son a los ojos de Dios bonitas como los niños, cuando son buenos. Y para ser buenos, hay que ser como las flores que no hacen daño a nadie sino que, por el contrario, dan perfume y alegría a todos y hacen siempre la voluntad del Señor, naciendo donde Él quiere, floreciendo cuando Él quiere, dejándose arrancar si le place a Él”. 

Habla de las palomas, “tan fieles a su nido y tan limpias, que no se posan nunca encima de las cosas feas, y que recuerdan siempre su casa, y son amadas por Dios por su fidelidad y pureza. También los Hijos de Dios tienen que ser así: como tortolitas que aman la casa del Señor y en ella hacen su nido de amor y que, para ser dignos de ella, saben conservarse puros”.

Habla de los corderitos “tan mansos, tan pacientes, tan resignados, que dan lana y leche, y carne y se dejan inmolar para bien nuestro, dándonos un gran ejemplo de amor y de mansedumbre; los corderitos, tan amados de Dios, que Dios llamará “Cordero” a su Hijo. El buen Dios ama, como a hijos predilectos, aquellos que saben conservar su alma de cordero hasta la muerte”.

Mientras Jesús habla, otros niños entran en el recinto y se arremolinan alrededor suyo. Y no solo niños. También hay adultos escuchando. Hay otras madres que ofrecen a los más pequeños y algunos que están enfermos a Jesús para que los acaricie, los suba un momento a sus piernas. Los más grandecitos se las arreglan solos.

Jesús está rodeado de un enjambre de niños. Tiene niños delante, a los lados, detrás, entre las piernas. No puede moverse. Pero ríe en medio de esta barrera agitada y también un poco reñidora. Todos querrían el primer puesto y los amitos de casa no tienen intención de cederlo, cosa que aprovecha Jesús para ser una vez más Maestro: “No hay que ser egoístas ni siquiera en el bien. Sé que me queréis, y me alegro por ello.Yo también os quiero, pero os querré más si ahora dejáis a los otros venir a Mí. Un poco para cada uno. Como buenos hermanos. Sois todos hermanos e iguales ante los ojos de Dios y ante los míos. Todos iguales. Es más, los que son obedientes y amorosos con sus compañeros, son los más amados por Mí y por Dios”.

El enjambre, para mostrar que… es obediente y amoroso, se aleja de golpe. ¡Son todos buenos! Jesús ríe.

Pero vuelve otra vez el enjambre inocente; vuelve a pesar de las mamás, que no querrían tanta extralimitación atrevida, y a despecho sobre todo, de los discípulos. Judas Iscariote es el más intransigente, Juan el menos (se ha sentado en la hierba y ríe él también, rodeado de niños). Pero Judas pone ojos amenazadores y gruñe. También Pedro se queja.

Pero los niños, apiñados en torno a Jesús, no hacen caso. Miran desafiantes a los rezongadores y solo el respeto a Jesús les retiene de hacer alguna mueca contra los dos. Se sienten protegidos por Jesús, que ha abierto los brazos y ha arrimado hacia sí a la mayor cantidad de niños que ha podido: un ramo de flores vivas.

Hay algunos niños que enseñan a Jesús unos juguetes…rotos. Y Jesús, con un trocito de rama, pone de nuevo el eje a las ruedas de un carrito, y arregla (con una cuerdecita y el refuerzo de un palo) la pierna a un caballito de madera que le enseña un niño morenito. Hay unos pastorcitos, que dejando un momento el rebaño en el camino – ya cae la tarde - , se acercan a Jesús, que los acaricia y bendice. Uno le trae una corderita herida, y Jesús, que no quiere que el patrón regañe a su pequeño amigo, detiene la sangre de la corderita y la devuelve.

Entra una madre y se abre paso. Lleva en brazos a un niño céreo, enfermo. Está muy enfermo. Totalmente sin fuerzas sobre el pecho de su madre. Jesús, que ya ha tocado a otros niños enfermizos, que le habían presentado las madres, abre los brazos y toma en sus piernas al niño muertecito. La madre implora llorando.

Jesús la escucha y la mira. Luego mira a la pobre criaturita flaca y pálida. La acaricia y la besa, y la acuna un poco porque llora. El niño o niña – no distingo lo que es, porque tiene el pelito largo hasta las orejas – abre los ojos y mira a Jesús con una triste sonrisa. Jesús le habla en voz baja. No entiendo lo que dice, porque lo dice susurrando. El enfermito sonríe otra vez.

Jesús se lo devuelve a su mamá, que está llorando, y la mira fijamente con sus ojos dominadores: “Mujer, ten fe. Mañana por la mañana, tu niño jugará con estos. Ve en paz”. Y traza una señal de bendición en la carita de cera.

Y aquí, ¡oh, Padre! Y aquí tengo la impresión de acercarme a mi Jesús y decirle. “Maestro, ¿Qué hay en tu mano, que todo lo arregla, y se cura, o cambia de aspecto, cuando uno la toca?”.

Una pregunta muy tonta, verdaderamente. Pero a ella, mi Jesús responde con divina bondad: “Nada, hija, aparte del fluido de mi inmenso amor. Mira mi mano, obsérvala”. Y me ofrece la derecha.

La tomo con veneración, con la punta de los dedos, por la punta de los dedos. No me atrevo a más, mientras el corazón me late muy fuerte. No he tocado nunca a Jesús. Él me ha tocado, pero yo no me había atrevido nunca. Ahora le toco. Siento el leve calor de sus dedos. Siento su epidermis lisa, las uñas muy largas (no salientes, sino largas de forma en la última falange). Veo los largos dedos delgados, la palma marcadamente cóncava, noto que el metacarpo es mucho más corto que los dedos; observo, en donde empieza la muñeca, el recamo de las venas.

Jesús me deja su mano benignamente. Ahora se ha puesto de pié y yo estoy de rodillas. Por eso no veo su cara, pero siento que sonríe, porque su voz porta la sonrisa:

“Como puedes ver, alma amada, no hay nada. Mis años de trabajo me han proporcionado la habilidad de arreglar los juguetes de los niños, y uso esta habilidad mía porque sirve también para atraer hacia mí a las criaturas que prefiero: los niños. Mi humanidad, que se acuerda de haber sido obrera, obra en esto. Mi divinidad obra en esto otro de curar a los niños enfermos, de la misma forma que curo los juguetes enfermos y los corderitos.

No tengo nada aparte de mi amor y mi poder de Dios. Y no lo derramo sobre nadie con tanta alegría, como sobre estos inocentes que os doy por modelo para entrar en el Reino de los Cielos. Y yo, que seré abandonado por quienes, con reflexión de adulto, piensen en ponerse a salvo en horas de borrasca, hallo consuelo junto a estos que creen en mí, sin pensar si su fe puede acarrearles un bien o un mal; creen porque me aman. Sé tú también una niña. Como una de estas, y tuyo será el reino de los Cielos, que se abre con el empuje impaciente de Jesús, que arde en deseos de tener a su lado a aquellos a quienes más ha amado, porque le han amado más. Puedes ir en paz ahora. Te acaricio como a uno de esos pequeñuelos para hacerte feliz. Ve en paz”.

Observo que la visión ha venido mientras, con el sinsabor de una respuesta desconsiderada – que no es la primera de hoy – lloraba desconsolada y desolada y llena de nostalgia y sinsabor por las cosas que constato del corazón de otros. La visión me ha tranquilizado desde que empezó, y luego me ha dado alegría. Y cuando luego he podido experimentar la alegría de sentir los dedos de Jesús, he sentido la dulzura del éxtasis sobrepujando todas las armaduras.

Miro mi mano, que escribe y conserva la sensación de haber tocado la mano de Jesús, y me parece santa como una cosa que ha tocado una reliquia. ¡Bendito sea mi Jesús!




miércoles, 6 de enero de 2021

NTERPRETACIÓN MÍSTICA DE LA CANCIÓN: UN HOMBRE LLAMADO JESÚS

El ser más transcendental de la historia
 de la Humanidad





UN HOMBRE LLAMADO JESÚS 







Cuenta la historia que un hombre llamado Jesús, decía ser Hijo de Dios.

Esa es la historia pasada, presente y futura más grande jamás contada, porque todas las historias humanas pasarán y desaparecerán, como les ha ocurrido a todos los imperios y a los grandes hombres, hoy día se hallan restos de civilizaciones antiquísimas que han alzado monumentos increíbles, de las cuales se ignora absolutamente todo. Aquí se trata de la historia del Dios eterno, Creador de todo el Universo visible e invisible, que será recordado por toda la eternidad.


Nadie creía, "está loco", decían, no daban ni un peso por Él.

Y es que lo finito que es la humanidad, nunca llegará a comprender lo infinito, San Juan de la Cruz dice que los ángeles más subidos, que son los Serafines y Querubines, que están por encima de los Tronos y Dominaciones, son los que mejor se dan cuenta de todo lo que les falta para conocer la infinitud de Dios y que miran a la Divinidad con un serio respeto por su gran Majestad y Gloria.


Luego lo vieron crecer, predicar y enseñar a una corta edad se sorprendían, pero aún no lo creían.

Las escrituras hablan poco de la Vida oculta de Jesús, se menciona su Nacimiento, la adoración de los pastores y de los magos, su presentación en el Templo, con la Santísima Virgen María y San José; la huida con el niño a Egipto, el niño Jesús con 12 años perdido y hallado en el Templo, conversando con los Rabís y los sacerdotes, solo la Biblia dice que crecía en edad y Sabiduría.

Pero nadie, salvo la Virgen María, llena del Espíritu Santo, podía sospechar que era Dios, ya que Jesús no se manifestó en su Gloria, como así se lo pedía Satanás en las tentaciones del desierto, porque el mérito está en descubrirlo por una gracia directa de Dios Padre, nadie va a Jesús, si el Padre no lo envía.


Se juntaba con mujeres y además multiplicaba peces y pan, sanaba a los enfermos.

Esos eran los signos que Dios no podía ocultar, y que tendrían que haber convencido a los escépticos, desgraciadamente, los Fariseos no podían creer porque Dios Padre no les había dado el maravilloso don de la Fe, porque eran soberbios, y Dios se comunica solo con los humildes, que son como niños.

Comía con hombres ricos y pobres, hablaba de un mundo ideal donde todos reunidos tendríamos Paz, predicaba el Amor. Sembraba esperanza, ofreciendo nada más que su corazón.

La acción de Dios era convertir con su ejemplo y su predicación, confirmado por sus asombrosos milagros, predicaba una doctrina basada en el Amor, y tratando de explicar que los hermanos se convierten mucho mejor con amor verdadero, que con odio, que Dios no se manifiesta sólo al Pueblo Judío, pero a todos los hombres, como ocurrió con los reyes magos, que simbolizan a todas las personas de buena fe, de otras culturas y religiones, que también son hijos de Dios.

Y lo mismo ocurre con los ricos y los pobres: Dios mira la intención, puede haber un rico multimillonario que sea juzgado como Pobre, si se ha comportado con misericordia hacia sus semejantes, y al revés un pobre que sea juzgado como rico, aunque haya sido un miserable, por envidiar a los ricos, y ser ricos de deseo, según así lo explica S. juan de la Cruz.

Cuentan también, que a orillas del mar fue a buscar a quien le quisiera acompañar. Él invitaba, y pescadores aceptaban dejar sus hogares, ir con Él.

En el segundo día de la Creación, Dios hizo aparecer en el agua lo seco, que llamó Tierra y a las aguas que llamó mar. El hombre está simbolizado en la visión apocalíptica de San Juan, como un ángel que tiene un pie en el mar y otro en tierra, con un librito abierto, que al comerlo tiene un sabor dulce, pero que luego amarga las entrañas. esto simboliza a las almas, de este mundo que están entre el abismo que es el mar, y la salvación, que es la Tierra, y que tienen libertad para entregarse al pecado, que es el conocimiento del bien y del mal del librito. El pecado tiene primero un sabor dulce al paladar, pero amarga las entrañas del alma, que puede llevar a la muerte.

Luego leprosos curó y lo acusaron de ser del demonio sucesor.

El pecado contra el Espíritu Santo, es el que nunca podrá ser perdonado como así lo afirmó Jesús, es no creer en Él, a pesar de todas las muestras que ha dado en su vida terrena, sobre su comportamiento libre de pecado alguno, y sobre todo por sus obras de caridad como son todos sus milagros: resurrecciones de muertos, devolverle la vista a los ciegos, el oído a los sordos, el movimiento a los paralíticos, la sanación de los leprosos, que son imágenes de otras curaciones más importantes pero invisibles a los ojos humanos: la curación de las enfermedades de las almas.

Como lo dijo Jesús, si no creéis en mí, creed por lo menos en las obras que yo hago, decir que Jesús obra con el poder de Belcebú, no tendrá nunca perdón, porque Satanás siempre ha sembrado el mal y la desgracia, al contrario de Jesús. 


Él compartía la palabra y la alegría de Dios porque estaba en su interior. Sin embargo, esto a la muerte lo llevó. Llamaba a todos hermanos, con niños jugaba, sin miedo de nada...
Hablaba de un mundo ideal donde todos reunidos tendríamos Paz. Predicaba el Amor, sembrando esperanza, ofreciendo nada más que su corazón.

La Paz que predicaba Jesús era el mundo ideal, que había que comenzar a construir en la Tierra volviendo a renacer, para poder alcanzarla. El medio de obtener esa Paz era con la fuerza de Dios, que es el Amor, simbolizado por el Espíritu Santo, para obtenerlo predicaba con su ejemplo y con sus increíbles milagros, que se obtenían tratando de conseguir un corazón semejante al suyo, el Divino Maestro.


Lo crucificaron un Viernes, más Él ya sabía que vería la muerte. Tenía 33 años, amigos cercanos y un plan de Salvación.

Jesús había nacido, como lo anunciaron todos los Profetas para redimir a toda la Humanidad, esclava de Satán por su triunfo sobre Adán y Eva, y sobre su descendencia, que era el botín de su victoria, sus amigos fueron todos los que creyeron en Él, lo inaudito es que toda la gente que había estado con Él, y que habían conocido su vida de asceta, y presenciado sus milagros, salvo María preservada del Pecado Original, tenían aún la duda porque creían que su misión era liberar a Israel de la ocupación romana.
Lo inaudito es que solo San Dimas, el buen ladrón, comprendió su plan de salvación, y fué uno de sus pocos amigos en el momento de su muerte. Fué cuando le dijo: "Acuérdate de mi, cuando estés en tu Reino", lo que le valió la promesa de Jesús de estar enseguida en su Santo Reino.

Ahora me pregunto yo, ¿Cuál fué el mal que causó?. Fué su misión dar la Vida por Amor, dar la vida por todos, por mí.
Es este hombre llamado Jesús, mi canción, y mi gran motivación. Él es mi Dios. es la Paz y el Amor, es la entrega, es la Vida mejor, nuestro Rey, es el Señor.

Jesús es el tesoro escondido, el que cree en Él, es semejante al que ha encontrado un tesoro en un campo que simboliza el mundo, y lleno de alegría, porque sabe que su posesión le asegura la plena felicidad y la alegría para toda su vida, vende todo lo que tiene para comprar ese campo fabuloso que le dará posesión de ese tesoro, es decir que vende sus posesiones materiales, que son la soberbia, que se pierde haciéndose pobre de espíritu, apagando el  deseo de todos sus apetitos de este mundo, que son necesarios vender para comprar ese Fabuloso Tesoro.

Por eso se puede decir que Jesús es mi canción, mi gran motivación, ya que es mi Dios, es la Paz eterna, la entrega total de los tesoros divinos, que proporcionan ya en este mundo, y plenamente en la eternidad, la Vida mejor, de parte de nuestro Rey, nuestro Señor.



domingo, 3 de enero de 2021

OBSERVACIONES DE JESÚS PARA PIO XII Y LOS SUCESORES DE PEDRO


                                   Fotografía del Papa Pio XII


Este mensaje ha sido transmitido por Jesús a María Valtorta en plena segunda Guerra Mundial bajo el Pontificado de Pio XII, con el sanguinario Hitler y el fascista Mussolini, en el poder. 

Hoy día estamos asistiendo a una falta de práctica religiosa en Europa, y un auge en otros Países. El caso verdaderamente grave se produce en la Santa Iglesia Católica, que se traduce en una falta de vocaciones, fruto de una grave caída del fervor religioso de los fieles, cuya causa tiene su origen en un grave enfriamiento de la fe de los creyentes, debido al auge del relativismo, que hace creer que el pecado es un hecho irrelevante, que deja indiferente a Dios, cuando en realidad es una nueva herida y un nuevo padecimiento a la naturaleza Humana de Jesús, y un desagravio a su Esposa: La Santa Iglesia Católica.

Y es que el pecado, al ser visto y predicado como relativo, carece entonces de importancia, lo que es una mancha que desacredita las palabras de Jesús a los ojos del Pueblo y de Dios, y tiene como consecuencia una falsa prudencia del Episcopado, que es incapaz de denunciar las leyes permisivas, como la del Aborto que es considerado por los políticos como un derecho de la mujer, el adoctrinamiento de la juventud en las escuelas, con la asignatura de la Educación para la Ciudadanía, en donde se denigra a la Doctrina de la Iglesia, y se ensalzan las leyes criminales, de los Gobiernos, como la cultura de la muerte, que se aplican en los países llamados "Democráticos".

Hechos que para mí, que he vivido en mi juventud todo lo contrario, lo considero como un verdadero drama: ha desaparecido la gravedad del pecado, que trae consigo el riesgo de la condenación eterna, por eso están los seminarios vacíos, los confesionarios "llenos de telarañas", el esplendor de los ritos Religiosos apagado, la caída de la práctica religiosa, y la falta de respeto y de obediencia a la Jerarquía, de parte de algunos Sacerdotes y del pueblo Cristiano. Como el sentido del pecado ha desaparecido en la mente de la Sociedad atea, por eso se considera el pecado como una invención de la Edad Media.

Solo importa ahora el hedonismo y la huida de todo sacrificio, y lo que es peor, esa idea ha calado también en mucha gente creyente, y por eso, son incapaces de denunciar las leyes actuales de la cultura de la muerte, y de las costumbres lujuriosas vigentes en Europa, Países de raíces Cristianas, que han renegado de ellas, lo que es un acto de cobardía, como así lo denuncia amargamente Jesús a María Valtorta

Amargo reproche de Dios al Pontífice Pio XII, el cual en 1.943, en plena segunda guerra mundial, no se involucró lo suficiente para denunciar los crímenes, y los abusos secesionistas de Alemania, y de Italia, que originaron la horrible matanza del sangriento conflicto, iniciado por el sanguinario Hitler y apoyado por Mussolini, que reinaba entonces en Italia, Patria de María Valtorta.

Terrible profecía sobre la decadencia de la Iglesia en su alta Jerarquía, que por dejadez y comodidad, no se atreve a enfrentarse a los legisladores actuales con la suficiente valentía, denunciando las leyes criminales a favor del Aborto, y otras horribles leyes que ponen en plan de igualdad e incluso de superioridad a los vicios más horrendos con la Virtud, como dar los mismos derechos a las parejas de homosexuales, que a las parejas normales, o la aprobación de la Eutanasia asistida, lo que es uno de los preludios de la venida del Anticristo.

Es el caso del horrible crimen del Aborto, se tendría que recordar en la misa todos los Domingos en todas las Iglesias, para pedir perdón a Dios, con oraciones de desagravio y concienciar a todos los fieles de la extrema gravedad de ese pecado. 




DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
9 de Diciembre de 1.943


Zacarías 11, 4-7-10-13-14-15-17.

Dice Jesús:

“Nunca como en este momento debo repetir a quien me representa: “Apacienta mis corderos”.
Muchos de ellos se han vuelto salvajes. Pero toda la culpa no es de ellos, por eso me producen lástima.
Los había confiado a los poderosos para que los cuidasen. Había ya dado tanto a los poderosos para que no quisieran aún más y fueran buenos con los súbditos, porque son potentes solo por mandato de Dios. En realidad son grey de Dios, son hijos de Dios y deberían ser cuidados con respeto pensando en el Dios verdadero: el Eterno de quien son su pueblo.

En cambio los han usado como rebaño sin amo. Los han empujado donde han querido, los han alimentado con la comida que les ha parecido, con tal de nublarles el pensamiento y hacerles olvidar el Bien, corrompiendolos con doctrinas que Yo maldigo, se han hecho esclavos de los que les niega hasta la libertad de pensamiento, y como ovejas, las han empujado hasta el matadero para sus fines delictivos hacia toda la Humanidad. Toda. La que para ellos es “Patria” y la que es “Patria de los demás”. Se han hecho ricos explotando el sacrificio de los sujetos, ladrones de los bienes de Dios y del hombre que son Alma y existencia, asesinos de la una y de la otra.

Pues bien: desde lo alto del Cielo, por toda la amargura que han dado como alimento a las gentes, y que les lleva a desesperar hasta de Dios, por todo el hambre que sufren los cuerpos y las almas de mis hijos, por aquellos que en esta ruina permanecen siendo los corderos de Dios y sin ninguna pasión transforma en rebeldes a Dios, como sus seductores y jefes, hijos del mal y precursores del Anticristo, Yo vengo con mi Palabra y mi Amor para apacentar a los pobres de mi rebaño y te repito a ti que eres mi Vicario:

“Apacienta a mis corderos dándoles la incansable palabra y la bendición de la que he colmado tu alma inocente, que no conoce otra sangre fuera de mi Sangre que elevas en el altar como rito de propiciación, y otro gesto aparte del que fue mío, de bendecir aquellos de los que tú, como Yo, tienes piedad.

He dado dos varas a tu mano, y te aprecio porque usaste la del amor, pero el amor que es potente también sobre la Potencia de Dios, cae como piedrecita lanzada sobre la roca cuando se dirige a unos que tienen la apariencia de hombre, pero son demonios con el corazón de piedra. Golpea pues, con la otra vara, y que sepan los fieles que no eres cómplice de la culpa de los grandes. 

Uno se hace también cómplice cuando no osa bramar contra sus infamias. A tu Maestro, no le gustan las maldiciones y los fulgores. Pero hay momentos que hay que saberlos usar para persuadir no a los poderosos cuyo ánimo poseído por Satanás es incapaz de persuasión, sino a los pobres del mundo de que Dios y los justos de Dios, no comparten ni apoyan los métodos y la prepotencia de quien ha superado toda medida y se cree un dios, mientras que es solo una fiera inmunda.

Habla en nombre de la Justicia que representas. Es la hora. Y que las multitudes sepan que Mi Doctrina no ha cambiado, y que una es la Ley, que existe un solo Dios, que su primer mandamiento es el Amor, que Él, aún como en los siglos de los siglos precedentes a mi venida, en la que he confirmado la Ley, ordena no robar, no fornicar, no matar, no coger las cosas de los demás. 

Dilo a los ladrones de ahora, que no se conforman con una bolsa, sino que roban almas a Dios, y tierras a los pueblos; dilo a los fornicadores, a los grandes fornicadores de ahora, cuya fornicación no es la animal con una hembra, sino la demoníaca con la potencia política; dilo a los asesinos de ahora, que se arrogan el derecho a matar a pueblos enteros después de haber matado a otros pueblos – los suyos – la fe en Dios, cualquier forma de honestidad, el amor al bien; dilo a los insaciables de ahora que, ávidos como chacales, asaltan donde está lo que les gusta y se permiten cualquier delito con tal de coger lo que no les pertenece.

Hablar, quiere decir “Dolor”, y a veces “Muerte”. Pero, acuérdate de Mí. Yo soy más precioso que la “alegría” y que la “vida”, porque me doy a quien me es fiel, con una alegría y una vida que no conoce ni fin ni medida. Acuérdate de Mí, que supe purificar mi Casa de las suciedades y seguir de frente un solo fin: “La Gloria de mi Padre” Esto me consiguió el odio, la venganza, la muerte, porque los que fueran tocados por mi furor encontraron un vendido que por treinta denarios me entregó a su poder.

Siempre, entre los más fiables, tenemos un enemigo, un vendido. Pero no importa. El discípulo no es más que el Maestro. Y Yo, sabiendo que el látigo de mis palabras, más que el látigo de cuerdas – medio simbólico, más que real – me procuraba la muerte, he hablado, habla. Y si por amor hacia los hombres, y hacia ti, Yo he soportado un enemigo y un vendido, y el horror de un beso de traición, tú, mi primero entre los hijos de ahora, no debes retraerte ante lo que ha sufrido el Maestro antes que tú. 

Que si después, a pesar de todos los medios, la Justicia tuviera que perecer y, arrastrados cada vez más por Satanás, los dominadores y los dominados, por un mimetismo maléfico, se separaran cada vez más de Dios, entonces quitaré la Luz y la Verdad.

Y esto sucederá también cuando en mi morada – La Iglesia – haya demasiados que, por intereses humanos y por indigna debilidad, estén entre los dominados por los sembradores del Mal en sus distintas doctrinas. Entonces conoceréis al Pastor que no se cuida de las ovejas abandonadas, al Pastor inútil del que habla Zacarías.

Recuerda el Apocalipsis de Juan. Recuerda el dragón: el mal generador del Antecristo futuro, que le prepara el reino no solo desconcentrando las conciencias, sino envolviendo en sus espirales la tercera parte de las estrellas y convirtiendo a los astros en fango. 

Cuando esta demoníaca vendimia se produzca en la Corte de Cristo, entre los grandes de su Iglesia, entonces, en la luz reducida apenas a resplandor y conservada como única lámpara en el corazón de los fieles a Cristo – porque la Luz no puede morir, Yo lo he prometido, y la Iglesia, incluso en los periodos de horror, conservará cuanto es necesario para volverse resplandor tras la prueba – entonces vendrá el pastor ídolo, que será y estará donde quieran sus dueños.
Quien tenga oídos para entender, entienda. Para los vivos de aquel tiempo, la muerte será un bien.”
           


    


miércoles, 30 de diciembre de 2020

LECCIONES SOBRE LA EPÍSTOLA DE SAN PABLO A LOS ROMANOS: LA ACCIÓN DE LAS VOCES DE DIOS, LLAMADAS EN EL SALMO "MILICIA NUMEROSA"

Solo los que son como niños entrarán en el Reino 
de los Cielos, ¡no hay sitio para los soberbios!


              La dolorosa Pasión y muerte de Jesús, para restablecer de una manera perfecta la voluntad de Dios en el mundo, acompañada por el martirio, los sufrimientos de todos los santos hasta el día de hoy, santos canonizados, e infinidad de santos que vivieron de una manera anónima, pero que, como la materia oscura del universo, son los más numerosos y de mayor peso para la Iglesia, según creo, hace que el mensaje transmitido por el Hijo de Dios, no pueda nunca apagarse completamente, a pesar de todos los esfuerzos de Satanás y de sus tenebrosos ministros. 

             Durísima crítica de San Pablo a muchos ministros que visten hábito Talar, en 1.948, y que hoy día se han intensificado de una manera significativa, y que escandalizan cada vez más al Pueblo de Dios con sus prédicas relativistas y su desprecio a los que no comparten sus ideas.

         Estando en Granada en la Adoración nocturna, vino un nuevo Sacerdote, que me mandó leer cierto escrito, para entablar diálogo, saliendo a relucir el tema de los novísimos: el Juicio final, con Jesús Juez Supremo, separando a las ovejas de los cabritos, me dijo tajantemente que el Infierno está vacío por la gran misericordia de Dios, a pesar de conocer las palabras de Jesús del Evangelio sobre el Juicio final, mandando los Justos al Cielo, y los que llama malditos, al Infierno preparado para el demonio y sus ángeles.

       Le dije que no estaba de acuerdo con él, pero que respetaba sus ideas, me contestó con acritud ¡que él no respetaba las mías! le mandé una carta en la cual me contestó con una diminuta tarjeta felicitándome la Navidad, invitándome a la reconciliación y que él no era depositario de la Verdad, le dije que yo estaba reconciliado, y que yo tampoco era depositario de la Verdad, pero que si que lo es la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, de la cual él era ministro, por la promesa de Jesús a Pedro, diciéndole que las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella. 


Dictado de S. Pablo a Mª Valtorta (17/1/1.948)
(San Pablo a los Romanos, cap.2º, del v. 17 al 29)

       

Dice el Autor Santísimo:

    “La observancia de los preceptos de la Ley es verdadera circuncisión hasta para los incircuncisos y en el tiempo actual absolución aún para los que no son de la Ley. Dice Pablo: “No es verdadero judío el que permanece como tal, ni es circuncisión la que se manifiesta en la carne, sino que es judío aquel que lo es en su interior, y es circuncisión la de su corazón, la que es según el espíritu y no según la letra, siendo esta la que recibirá premio de Dios”.

    “Circuncidad vuestro corazón” es palabra muy antigua. Es el precepto divino. Porque es en vano conocer la Ley según la palabra si después no se la conoce y practica consecuentemente según el espíritu. Esta es la única circuncisión verdadera.

   ¿Qué hace llevar vestido talar – digo talar para identificar el de los hijos de la Ley – si después el que los lleva no es hijo de la Ley sino esclavo del sentido, del mundo y del demonio? También los mimos y comediantes se ponen vestidos de rey, de sacerdote, de guerrero, de menestral o de campesino sin que por eso lleguen a ser reyes, sacerdotes, guerreros, menestrales o campesinos. Terminada la escena, echado el telón, se despojan de los vestidos tomados para la representación y se ponen los suyos. Su corazón no cambia de lo que es, por haber representado la magnanimidad de un rey, la santidad de un sacerdote, el valor de un guerrero, los sentimientos de un menestral o de un campesino. Ellos continúan siendo lo que son: justos si justos, por más que hayan representado a la perfección el papel de malvados, y monstruos de maldad por más que hayan representado perfectamente a un santo.

      Muchos, demasiados por más que por la ley que aparentan servir, parecen a los ojos del mundo circuncisos – o decapitados más bien por la triple concupiscencia – a los ojos de Dios y de los habitantes del Cielo aparecen con sus serpientes vivas en el corazón. Estos no, no pueden decirse circuncidados en el corazón, antes a su naturaleza no mutilada por la triple concupiscencia, patrimonio del pecado heredado de Adán por todos los hombres, añaden otra serpiente más: la de la hipocresía, la de la traición que hacen a sus semejantes mostrándose ante ellos como en verdad no son y creyendo hacerlo igualmente con Dios, como si pudieran engañar a Dios con el polvo dorado que lanzan al aire para que el mundo les admire.

     Polvo. Dios no acepta polvo de oro. Lo que acepta es oro puro, macizo, precioso. La verdadera caridad. La verdadera caridad que es obediencia a la Ley, y por ello, circuncisión del corazón que se desprende de la triple concupiscencia para ser realmente hijo de la Ley y por tanto, hijo de Dios.
   
 Y Yo os digo que si el Padre Santísimo sabe aún ser todo misericordia para los de buena voluntad sobyugados traidoramente por Satanás, por la carne y por el mundo, sin su consentimiento y sin buscar ellos voluntariamente la tentación, es en cambio, todo rigor para los hipócritas, y tanto más lo es cuando más uno, bien por ser Sacerdote, Religioso o Profeta de Dios, Voz de Dios, discípulo de Dios, se halla en condición, ya por gracia de estado o por don sapiencial extraordinario, de ser más perfecto que la masa, tiene el deber de ser perfecto, no solo por reconocimiento a Dios que le eligió Sacerdote, Religioso o Profeta suyo (voz), más también para no ser escándalo para los pequeños de la grey.

       Digo escándalo. Muchos son los escándalos que se dan en el mundo y la masa apenas si se conmueve un instante por ellos mientras dura el rumor del escándalo. A veces, sobre todo en momentos de general relajación de los valores morales – no hablo ya de los espirituales sino simplemente de los morales – ni siquiera se conmueve por ellos…

       Más danse escándalos que hieren la emoción sincera de los justos y hasta la de los indiferentes, haciendo a veces a los justos disgustados y escarnecedores de los indiferentes. No hay para qué decir lo que son ciertos escándalos, en manos de los enemigos de Dios y de su Iglesia. Son como palanca aplicada a un bloque, como mina bajo un edificio, como agujero en una barca. Estos escándalos ponen en serio peligro a la Fe y a la Iglesia. Muere por ello la Fe en muchos corazones y la Iglesia sufre rudos golpes de importancia incalculable.

      Así, pues cuando se suceden los escándalos, viene a ser como un alargarse de círculos nudosos en un lago turbado por un lanzamiento de piedras. Una sola piedra provoca una serie de círculos que al fin se extinguen muriendo en la arena. Más si las piedras se suceden y estas son cada vez mayores hasta llegar a ser el desplome completo de la ladera de un monte, los círculos entonces se cambian a olas encontradas y estas en acometidas de agua contra las riberas produciendo estragos.

     Así es con los escándalos de quienes “llevan nombres de Judíos, descansan en la Ley y se glorían en Dios”… y sobre todo, de ser “ministros de Dios”, no siendo lámparas para los que buscan la luz, guías para los que están ciegos, ni maestros verdaderos para los pequeños de la grey, antes, confusión, crepúsculo, desorden y negación. Si, Negación, porque enseñan a los demás pero no a si mismos”, porque su vida está llena de las culpas o debilidades que reprochan a sus corderos. Ellos con su vida de pastores-ídolos, de pastores mercenarios, deshonran a Dios conculcando la Ley que conocen y predican.

    “Y por su culpa, el nombre de Dios es vituperado entre las gentes”. Si. Vituperado. Porque los enemigos de Dios presentan al desprecio de los pueblos a los siervos de Dios, harto pecadores o también demasiado imperfectos, perezosos, tibios, desprovistos de fe verdadera. Ciertamente, hay más fe en los corderos que en la mayoría de los pastores que de su ministerio han hecho un oficio, más que una misión regia. Si. Vituperado. Porque, invirtiendo la observación que los gentiles de los primeros siglos hacían sobre los Sacerdotes Católicos y que motivó su conversión a Cristo: “Mirad como se aman entre si y que perfectos son sus Sacerdotes”, ahora los más, aún entre los Católicos fervorosos, dicen, o se lo dicen a sí mismos dentro de su corazón: “¡Mira como son los Sacerdotes! peores que nosotros. 

     Si de verdad fueran ministros de Dios, Dios no permitiría esos escándalos”. Y concluyen: “Por eso creo, (o comienzo a creer) que no existe ese Dios que predican, que no hay una segunda vida, que no existen los Sacramentos…”. Y ya tenemos aquí la muerte de la Fe, de la Gracia y de la Vida.     
   
    Pero existe Dios que toma a los gentiles, a esos a quien los orgullosos ministros de Dios– orgullosos y pecadores, escándalo para sus pequeños corderos– desprecian, combaten y persiguen porque no les parece a ellos, orgullosos e imperfectos pastores-ídolos que un cordero haya de saber lo que ellos no saben y que lo halla de saber directamente de Dios, cuya Voz Santísima esos pastores-ídolos no merecen oír; porque no les parece justo así mismo que un cordero pueda ser “Voz de Dios” y continuar así la Revelación.

      Toma a los gentiles. Llamemos así a quienes no son ministros de Dios, no son los “depositarios de la Revelación y de la Sabiduría”, no son aquellos que “cierran la puerta del Reino a los pequeños, no entran ellos ni dejan entrar a los demás”. A estos, a quienes los doctos desprecian, persiguen y condenan, los toma y los pone en medio de las turbas que no ven, no saben y no creen muy distintamente, y los hace “nuncios” suyos, del modo como aparece expresado en el salmo profético sobre el cual tan inútilmente se cansan los doctores : “Tiene la palabra mi Señor. Afortunados anunciadores (los profetas y los ángeles) gritan: “milicia numerosa”. S, 67.

    Esta “milicia numerosa” prometida por Dios a través de los profetas y de los espíritus a los asediados por los enemigos de Dios y sus hijos, semejante a “lluvia benéfica sobre la heredad del Señor” – lluvia que restaura, voz que fortalece, palabra de buena nueva que consuela – es el de las “voces”. De las “voces” que siempre hablarán en nombre de Dios, de ese Dios que – lo prometió y no falta a su palabra – dará su Palabra, su siempre Buena Nueva a los continuadores de Cristo, Verbo y Maestro eterno.

      Las voces: las que están sobre el monte, sobre el monte de Dios, monte pingüe, el de las múltiples cimas, sobre el que el Señor se complace en estar rodeado de sus siervos ocultos, solo por Él conocidos en lo que son y amado por ellos del modo como solo ellos, llenos de Él, saben amar. Las voces. Los que forman el cortejo triunfal de Dios, esplendente de Caridad.

Y ¿os sorprendéis de que existan Voces” y que ellas sean numerosas? ¿Acaso no lo dice el Salmo, oscuro para los doctos, aunque no para Mí? ¿No dice tal vez, que “son millares los exultantes y el Señor está en medio de ellos”? Son las voces de los profetas de todos los tiempos; son esas almas que son voces de Dios, sino con la palabra, si con su ejemplo; son los Santos, los elegidos de la Tierra; almas ya paradisíacas esparcidas por la Tierra para dar testimonio de Dios; son los “pequeños Benjamines en el éxtasis del alma”. En vano los atropellan las fieras del cañal y las manadas de toros querrían quitar de en medio a estos que se hallan probados como la plata.








      

lunes, 28 de diciembre de 2020

LA MASACRE DE LOS SANTOS INOCENTES ES MENOS GRAVE QUE EL ABORTO PERMITIDO HOY DÍA



Los antiguos habitantes de Palestina, como los Amorreos,
 Jebuseos. o adoradores del dios Moloch, sacrificaban
a sus hijos en el fuego. 





       Me he enterado, oyendo los comentarios del Padre Willie Peña en la misa de esta semana en Puerto Rico, que en Nueva York, los padres pueden abortar unos minutos antes de dar a luz a su hijo, y en el estado de Virginia, un niño recién nacido puede ser matado antes de un breve tiempo, si sus padres así lo desean. El mundo que ha abandonado a Dios, ha llegado a un estado de salvajismo, como ocurría en los Pueblos de Palestina antes de la entrada del Pueblo Judío: los Amorreos y Jebuseos, y los que tenían por Dios a Moloch, que ofrecían en sacrificio a su Dios a sus hijos. inmolándolos para obtener riqueza y felicidad. Dios los eliminó de la faz de la Tierra como también eliminó a los Incas que inmolaban seres humanos, arrancándoles el corazón estando aún vivos, para satisfacer a su Dios, solo un puñado de españoles eliminaron a todo un Imperio, porque Dios Todopoderoso lo quiso así. 
Por esa razón podemos decir que el mundo actual, que comete un pecado aún mayor, porque Jesucristo con su venida nos ha enseñado que para entrar en el Cielo, se debe seguir sus Leyes, el mundo está en el preludio del fin, y como no puede haber una segunda Redención ya que Jesús vivió y murió para redimirnos

Todo el mundo sabe lo de la matanza de los Santos Inocentes: El rey Herodes, avisado por los  tres Reyes Magos del nacimiento inminente del Futuro Rey de Israel, se apresuró a aconsejarles que siguieran la estrella para ir a adorarle y luego, volver para decirle el lugar exacto de su nacimiento para ir el también a adorarle.

Pero su verdadera intención era otra: exterminarlo para poner a salvo su reinado y el de sus descendientes, ya que creía que Cristo sería un futuro rey que iba a usurpar su trono. Nunca le podía pasar por la mente ni a el, ni a los futuros discípulos de Cristo, que su Reino no era de este mundo.

La matanza que ordenó en Belén de los niños que según creía, podían ser los usurpadores de su reino, según las revelaciones de Dios a María Valtorta, se limitaron a varios niños y por error a unas pocas niñas. También se relata que su actuación fue criticada duramente por muchos de sus súbditos e incluso por Roma, cuando tuvo conocimiento de los acontecimientos.

Pues bien, hagamos una analogía con lo que está ocurriendo en nuestros días: la matanza de los santos inocentes en los abortos, no criticado por ninguna autoridad sino alentado por los gobiernos para así recabar los votos de los hedonistas. Herodes tenía miedo de perder su Reino, los abortistas tienen miedo de perder el suyo: el reino de la comodidad, de la libertad y de la falta absoluta de preocupaciones inherentes a la labor y a la responsabilidad de cuidar, criar, sacar adelante a sus hijos, lo que les coarta la libertad y la comodidad y les exige sacrificios.

Herodes se quería enterar donde se encontraba el niño, los abortistas lo saben muy bien porqué el niño fue procreado por sus padres, y está en el vientre de la madre. Los secuaces de Herodes obedecieron a las órdenes de su rey. Ciertos médicos obedecen las órdenes de los padres, haciendo de su profesión un medio lucrativo, demostrando una vez más que el dinero, el dios de este mundo, es capaz de acallar las conciencias, pero nunca ahogarla, porque está puesta por Dios, y clamará en su conciencia día y noche hasta el Juicio Final, como también clamará de la misma manera en la conciencia de los padres.

Personalmente, creo que Herodes tenía menos culpa que los abortistas, no conocía el mensaje de Jesús: El sacrificio, la entrega a los demás, y creía que iba a perder su reino. Los Abortistas conocen el mensaje de Jesús, saben que la Vida eterna se consigue con la obediencia a la Ley divina y el sacrificio. Saben de sobra que si no pueden cuidar de sus hijos, porque no tienen los recursos necesarios o porque el niño puede nacer con deformidades, hay mucha gente que está dispuesta a adoptar a esos hijos, y me pregunto entonces. ¿Por qué los  matan?

 Los gobiernos están pendientes de las encuestas y hacen leyes que les reporten votos para perpetuarse en el poder. Si mañana, las encuestas indicaran que hay que eliminar a los viejos o a los discapacitados, no tendrían ningún reparo en promulgar las leyes pertinentes que les darían esos votos. Si las encuestas reflejaran que la mayoría estaba disconforme con el aborto, el matrimonio homosexual, o el ostracismo de los homosexuales, las leyes estarían adecuadas a los deseos de la mayoría.
Convocada la Madre Teresa de Calcuta a la O.N.U., para dar un discurso de Paz al mundo, dijo que no lo podía dar, mientras había tantos abortos en el mundo, recibió aplausos en el auditorio, pero no logró evitar o condenar ese crimen tan atroz.

Y lo que es peor, si la mayoría dijera que hay que eliminar a los discapacitados físicos o mentales, se aplicaría sin reparo ese crimen abyecto, eso es lo que ocurría en la Alemania Nazi, que además tenía todos los Medias para adoctrinar a las masas.

Existe otro razonamiento absurdo de los partidarios del aborto, dicen a los que no comparten sus ideas: ¿Cómo es que sois partidarios de la pena de muerte, y estáis en contra del aborto?, ¡Queriendo llegar a la aberración de igualar por ejemplo a un violador que luego tortura y asesina a un niño, y que para colmo lo publica en Internet, con un pobre abortado inocente que está libre de toda culpa!

En otras palabras, no quieren hacer ninguna diferencia entre el vicioso y el virtuoso, entre el ladrón y el honrado, entre el borracho y el continente, entre el criminal y el inocente (Como así pasa con las víctimas del terrorismo), o entre el trabajador y el holgazán. Tampoco ven diferencia alguna entre Abel y Caín, y creen que tiene el mismo valor, o aún más para ellos, el pecado que la virtud. Es el razonamiento de Satán, que ha instigado o creado todo el mal del mundo, consecuencia del pecado, y muchos culpan a Dios porque no interviene ante las injusticias y las desgracias del mundo.

¡¡¡¡Se calcula que hay  más de 120.000 abortos al año en España, y desde la ley de despenalización del aborto se han eliminado más de 1.200.000 criaturas inocentes descuartizándolas vivas en el vientre de su madre!!!!

En una entrevista en televisión, el Presidente de los médicos católicos de Europa, un español, dijo que esas cifras son las declaradas, pero que en realidad son más del doble ya que la mayoría abortan de una manera anónima, para que nadie se entere del asunto.

No podrá nunca haber paz en el mundo, mientras sigan esas leyes perversas, antinaturales y contrarias a la Ley de Dios, por eso seguirán habiendo atentados, habrán catástrofes climáticas, sequías (atribuidas al cambio climático), nuevas epidemias, matrimonios rotos, con cada vez más asesinatos de mujeres por sus compañeros, aumentará la pederastia, verdadera bestialidad infernal, habrá crisis económica con sus secuelas: paro y miseria. Se destruirá cada vez más la familia, que al final será tutelada por un estado ateo, para imponerle sus leyes, perdiendo toda autoridad los padres, consecuencia todo ello del espantoso pecado del aborto, y del abandono de las leyes eternas promulgadas por Dios a Moisés en el Sinaí, y reafirmadas y perfeccionadas por Jesús en su Pasión y muerte en la Cruz.

Bienaventurados los que tengan hambre de sed y Justicia, porque ellos serán hartos.

GLORIA PATER; ET FILIO ET SPIRITU SANCTI, SICUT ERAT IN PRINCIPIO  ET  NUNC ET SEMPER ET IN SAECULA SAECULORUM. AMEN






sábado, 26 de diciembre de 2020

27 DE DICIEMBRE DE 2.020, FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA. EN LA BATALLA FINAL CONTRA EL ANTICRISTO, MARÍA REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA, CON LA AYUDA DE SU HIJO JESÚS DERROTARÁN PARA SIEMPRE A LUCIFER Y A SU HIJO EL ANTICRISTO

IMAGEN COPTA ORTODOXA LA SAGRADA FAMILIA



Esta preciosa imagen de la Sagrada Familia, con la Santísima Virgen María y San José, rodeando a Jesús el Hijo de Dios, delante de la Cruz, y la corona de espinas, todo coronado por el Espíritu Santo, simboliza todas las enseñanzas de las Escrituras.

Todos los Profetas anunciaban la venía del Mesías, que iba a devolver a la humanidad degradada por culpa del pecado original, la inocencia perdida, pecado que trajo toda su retahíla de secuelas, que son los sufrimientos y la muerte, se transmitió primero a Eva y Adán, que se rebelaron contra Dios, al decir "Non serviam", como Lucifer que quiso ser semejante a Dios, y luego a toda su descendencia, fue pues una derrota de Dios, que destruía todo lo que Él había creado para poder ser hijos y herederos suyos, ya que en un Reino puro y perfecto, no puede entrar nada impuro o imperfecto, es lo que Jesús afirmó en la Parábola de los invitados a la Boda, de la cual se expulsó el que no tenía una vestidura adecuada. 

Pero el Espíritu Santo, corazón de la Santísima Trinidad, Amor y fuerza de la misma, ya sabía como tenía que actuar para transformar esa primera derrota en una Victoria definitiva contra los rebeldes. Fue la Creación de la Criatura más perfecta de la Creación, que es la Virgen María, la Inmaculada, cuya fiesta la Santa Iglesia Católica celebra el primer día del año. Fue un instrumento perfecto, ya que además de Inmaculada, era humilde y obediente, se hizo la Esclava del Señor, cuando Eva se quiso hacer semejante a Dios.

En el Apocalipsis está relatada como el Dragón infernal quiso arrastrarla con un río de agua, que salió de su boca, que simboliza la mentira para tratar de vencerla, pero la tierra, que simboliza la verdad, se abrió y hundió ese río en el abismo. La mujer, vestida de Luz, símbolo de la Pureza y la verdad, es Madre de toda la humanidad, ya que estaba coronada con 12 estrellas, que son las 12 tríbus de Israel, y los doce Apóstoles de la nueva alianza, se retiró al desierto, por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo (Ap 12, 16).
Creo sinceramente que ese último medio tiempo ha pasado ya, y la Santísima Virgen María está actuando para la batalla final contra Satanás, al que va a  derrotar definitivamente. 




DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(Diciembre de 1.950)

Dice el Espíritu Santo:

[...] Y la infinita Misericordia, por piedad hacia los míseros hombres, arrasados por la tormenta de sangre, de fuego, de persecución, de muerte, hará resplandecer sobre el mar de sangre y de horror, la Pura estrella del Mar, o sea María, que será la precursora de Cristo en su última venida. Por eso estos nuevos evangelizadores, evangelizarán a María, que en verdad, fue dejada demasiado en la sombra por los Evangelistas y por todos los Apóstoles y Discípulos, mientras que un conocimiento más amplio acerca de Ella, habría instruido a muchos y evitado muchas caídas, porque Ella es Corredentora y Maestra. Es Maestra de vida pura, humilde, fiel, prudente, piadosa, pía, en la casa y entre las gentes de su tiempo. Ha sido Maestra siempre, en los siglos, digna de ser conocida cuanto más el mundo desciende hacia el lodo y las tinieblas, para que, imitándola cada vez más, se pueda volver a conducir el mundo hacia lo que no es lodo y tinieblas.

Los tiempos que avanzan serán tiempos no solo de guerra material, pero sobre todo de guerra entre la materialidad y el espíritu. El  Anticristo intentará arrastrar a las criaturas racionales hacia el pantano de una vida bestial. Cristo intentará impedir esta abjuración no solo de la religión, sino hasta de la misma razón, abriendo horizontes nuevos y vías iluminadas por luces espirituales, suscitando en todo aquel que no lo rechace abiertamente un potente despertar del espíritu, despertar ayudado por estos nuevos evangelizadores no solo de Cristo sino también de la Madre de Dios.

Alzarán el estandarte de María. llevarán a María. Y María que ya una vez fue causa y fuente - indirecta pero siempre potente - de la redención del hombre, lo será nuevamente, porque ella es la santa Adversaria del pérfido adversario, y su talón está destinado a aplastar perpetuamente el dragón infernal, así como la Sabiduría, que ha establecido su sede en Ella, está destinada a vencer las herejías que corrompen las almas y los intelectos.

En este tiempo, cuya venida es inevitable, las tinieblas lucharán contra la Luz, la bestialidad con el espíritu, el satanismo contra los hijos supervivientes de Dios, Babilonia contra la Jerusalén celestial; en ese tiempo, las lujurias de Babilonia, las triples lujurias, desbordarán como aguas fétidas e incontenibles, y se infiltrarán por doquier, hasta en la casa de Dios, como ocurrió y como está dicho que ocurrirá de nuevo; en ese tiempo de abierta separación entre los hijos de Dios, y los hijos de Satanás, en que los hijos de Dios alcanzarán una potencia espiritual nunca alcanzada hasta entonces, y los de Satanás una potencia maligna tan vasta que ninguna mente puede imaginar como será en realidad, vendrá la nueva evangelización, la nueva evangelización total que, por ahora, manifiesta sus primeros y contrarios albores.

Esta evangelización obrará grandes milagros de conversión y de perfección y también grandes conatos de odio satánico contra Cristo y la Mujer. Más ambos, no podrán ser alcanzados por sus enemigos. No sería conveniente ni útil que lo fuera. No se puede causar una ofensa suprema a Dios, hiriendo a los dos que le son más queridos: el Hijo y la Madre, que ya en su tiempo sufrieron todas las ofensas más dolorosas y odiosas pero que ahora, ya glorificados desde hace siglos, no podrían ser ofendidos sin que cayera el inmediato y horrendo castigo divino sobre los ofensores.

Por eso, en el momento justo y de la manera justa se realizará la extrema evangelización con medios nuevos y los que estén ansiosos de Luz y de Vida las tendrán de modo pleno, perfecto, otorgadas con un medio conocido solo por los donadores, por Jesús y María. Solo los que hayan elegido para si mismos fango y tinieblas, herejía y odio hacia Dios y María, es decir, los que estén muertos ya antes de ser muertos, los espíritus podridos, los espíritus vendidos a Satanás y a sus siervos, o sea los precursores del Anticristo y éste mismo, tendrán fango y tinieblas, tormento y odio eternos, como es justo que sea, cuando venga el que debe venir.