MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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domingo, 29 de abril de 2012

DURÍSIMO ENFRENTAMIENTO DE JESÚS EN LA CASA DEL RESUCITADO DE NAÍM


La Resurrección del Hijo de la Viuda de Naím


           Maravilloso relato sobre uno de los más grandes milagros de Jesús;  descripción de la conversación de Jesús con los Fariseos y Doctores de la Ley, los cuales representan a todos los detractores actuales sobre la divinidad de Cristo Jesús. Vemos la gran paciencia de Jesús con sus detractores, y asistimos a un enfrentamiento abierto, cuando al final, quieren demostrar que todo es un complot entre el Pueblo de Naím; el resucitado y su familia para hacer creer un falso milagro. Jesús se llama Él mismo el Perseguido por los Escribas y Fariseos, a los cuales los compara con las hienas, que se regocijan en el olor de la carroña.

           Todos estas descripciones y palabras de Jesús están descritas en los Evangelios, y son fieles a todo lo que allí está escrito. Maravillosas descripciones de María Valtorta, que es una grandísima escritora, porque nos transporta de una manera increíble  a todos los acontecimientos relatados con más brevedad en los Evangelios. 



Del Poema del Hombre-Dios de Mª Valtorta.

Hay gran ambiente festivo en la ciudad de Naím: recibe a Jesús por primera vez después del milagro del joven Daniel resucitado de la muerte.
Precedido y seguido por un buen número de personas, Jesús atraviesa la ciudad bendiciendo. Además de los de Naím, hay personas de otros lugares, que vienen de Cafarnaúm adonde habían ido a buscarle y de donde los habían mandado a Caná, y de esta ciudad a Naím. (…)
Entre estas personas que han venido de otros lugares buscándole, no faltan fariseos y escribas, aparentemente respetuosos….

Jesús se hospeda en casa del joven resucitado, en la que han concurrido también las personas importantes de la ciudad; y la madre de Daniel, al ver a los escribas y fariseos – siete como los pecados capitales - , toda humilde, los invita disculpándose de no poder ofrecerles una morada más digna.
Está el Maestro, está el Maestro, mujer. Ello daría valor incluso a una cueva. Tu casa es mucho más que una cueva. Así que entramos y decimos: “Paz a ti y a tu casa”.

(…) Felices ellas (las que se cuidan del servicio). Felicísima la que, con la dueña de la casa ofrece las jofainas de las abluciones a los invitados importantes. Es una jovencita oscura de ojos y cabellos, pero de tez tenuamente sonrosada; más rosa cuando la dueña de la casa explica a Jesús que es la prometida de su hijo y que pronto se celebrarán las bodas. “Hemos esperado a que vinieras para celebrarlas, para que toda la casa quedara por Ti santificada. Ahora, bendícela para que sea una buena esposa en esta casa”.

Jesús la mira, y, dado que ella se inclina, le impone las manos diciendo: “Florezcan en ti las virtudes de Sara, Rebeca y Raquel; de ti nazcan verdaderos hijos de Dios, para su gloria y para alegría de esta morada”.

Ya Jesús y las personas importantes se han purificado y entran en la sala del banquete con el joven, dueño de la casa, mientras los Apóstoles, con otros hombres de Naím menos influyentes, entran en la habitación de enfrente. El banquete comienza.

Comprendo por lo que hablan que, antes de que empezase la visión, Jesús había predicado y curado en Naím. Pero los Fariseos y Escribas, poco se detienen en eso. En cambio llenan de preguntas a los de Naím para saber detalles sobre la enfermedad de que había muerto Daniel, sobre las horas que habían transcurrido entre la muerte y la resurrección, y sobre si había sido embalsamado completamente o no, etc, etc…

Jesús se abstrae de todas esas indagaciones hablando con el resucitado, que está magníficamente, y come con un apetito formidable. Pero un Fariseo llama a Jesús para preguntarle si había sabido antes sobre la enfermedad de Daniel.

“Venía de Endor por pura coincidencia, porqué había querido complacer a Judas de Keriot, como también había complacido a Juan de Zebedeo. Ni siquiera sabía que había de pasar por Naím cuando empecé el camino para el peregrinaje Pascual” responde Jesús.
“¡Ah!, ¿No habías ido premeditadamente a Endor?” pregunta asombrado un escriba.
“No. No tenía entonces, ni la más mínima intención de ir a Endor”.

“¿Y entonces, como es que fuiste?”.
“Lo acabo de decir: porqué Judas de Simón quería ir”.
“¿Y porqué ese capricho?”.
“Para ver la gruta de la maga”.
“Quizá es que Tú, habías hablado de eso…”.
“¡Jamás! No tenía motivo de hablar de eso…”.
“Lo que quiero decir es que… quizás habías explicado con ese episodio otros sortilegios, para incitar a tus discípulos en…”.
“¿En qué? Para iniciar en la santidad no se necesitan peregrinajes. Una celda o una landa desierta, un pico de montaña o una casa solitaria van bien igualmente. Basta, en quien enseña, autoridad y santidad, y, en quien escucha, voluntad de santificarse. Yo enseño esto, y no otras cosas”.

“Pero los milagros que hacen ellos, los discípulos, que son sino prodigios y…”
“Y voluntad de Dios. Solo eso. Y cuanto más santos vayan siendo, más harán. Con la oración, con el sacrificio y con su obediencia a Dios. No con otras cosas”.
“¿Estás seguro de eso?” pregunta un escriba, con la mano en el mentón y mirando de reojo, y de abajo arriba a Jesús, con tono discretamente irónico y no sin un sentido de conmiseración.

“Son las armas y la doctrina que les he dado. Si luego, alguno de ellos, y son muchos, se corrompe con innobles prácticas, por soberbia o por otra cosa, el consejo no habrá provenido de Mí. Puedo orar para tratar de redimir al culpable. Puedo imponerme duras penitencias expiatorias para obtener que Dios le ayude especialmente con luces de su sabiduría para que vean el error. Puedo arrojarme a sus pies para suplicarle que abandone el pecado, con todo mi amor de Hermano, Maestro y Amigo.

 Y no pensaría que me estaría rebajando al hacer eso, porque el precio de un alma es tal, que merece la pena sufrir cualquier humillación para ganarla. Pero no puedo hacer más. Si, a pesar de eso, continua el pecado, llanto y sangre rezumarán de los ojos y el corazón del traicionado e incomprendido Maestro y Amigo”. ¡Qué dulzura y qué tristeza en la voz y en la expresión de Jesús!

Los escribas y Fariseos se miran entre sí. Es todo un juego de miradas. Pero no hacen ningún comentario al respecto.
En cambio, eso si, hacen preguntas al joven Daniel: ¿se acuerda de qué es la muerte?; ¿qué sintió al volver a la vida?; ¿Qué vio en el espacio entre la muerte y la vida?
“Yo sé que estaba enfermo y que sufrí la agonía. ¡Oh, qué cosa tan tremenda!, ¡no me hagáis recordarlo!... Y, no obstante, llegará el día en que volveré a sufrirla. ¡Oh, Maestro!...”. Le mira aterrorizado, y empalidece ante el pensamiento que tendrá que volver a morir otra vez.
Jesús le consuela dulcemente diciendo: “La muerte es de por sí expiación. Tú, muriendo dos veces, quedarás purificado de toda mancha y gozarás enseguida del Cielo. Pero que este pensamiento te haga vivir una vida santa, de forma que solo haya en ti involuntarias y veniales culpas”.

Más los fariseos vuelven al ataque: “¿Pero que experimentaste al volver a la vida?”.
“Nada. Me he encontrado vivo y sano como si me hubiera despertado de un largo y pesado sueño”.
“¿Pero te acordabas de haber muerto?”.
“Me acordaba de que había estado muy mal, hasta la agonía y nada más”.
“¿Y que recuerdas del otro mundo?”.
“Nada, no hay nada. Un agujero negro, un espacio vacío en mi vida… Nada”.
“Entonces, ¿para ti, no hay Limbo, ni Purgatorio, ni Infierno?”.
“¿Quién ha dicho que no existen? Claro que existen. Pero yo no los recuerdo”.
“¿Pero estás seguro de haber estado muerto?”.

Reaccionan todos los que hay de Naím: “¿Qué si estaba muerto? ¿Qué más queréis? Cuando lo pusimos en la lechiga estaba casi empezando a oler. ¡Y además!... con todos esos bálsamos y vendas, habría muerto hasta un coloso”.

“¿Pero tú no te acuerdas de haber muerto?”.
“Os he dicho que no”. El joven se impacienta y añade: “¿Pero qué es lo que queréis establecer con estas lúgubres argumentaciones?: ¿Que un entero pueblo aparentara que me tenía muerto a mí, incluida mi madre, incluida mi mujer, que estaba en la cama muriendo de dolor, incluido yo, atado y embalsamado, y que no era verdad? ¿Qué estáis diciendo?: ¿Qué en Naím éramos todos niños o imbéciles con ganas de bromas? Mi madre se puso blanca en pocas horas, mi mujer tuvo que ser asistida porqué el dolor y la subsiguiente alegría la habían como enloquecido. ¿Y vosotros dudáis? ¿Y por qué lo íbamos a haber hecho?”.
“¿Por qué? ¡Es verdad! ¿Por qué lo íbamos a haber hecho?” dicen los de Naím.

Jesús no habla. Se entretiene con el mantel como si estuviera ausente. Los fariseos no saben que decir…
Pero Jesús, al improviso, cuando la conversación y el asunto parecían concluidos, abre su boca y dice: “El por qué es el siguiente. Ellos (y señala a los fariseos y escribas) quieren establecer que tu resurrección no fue sino una artimaña bien montada para aumentar mi estima ante las multitudes: Yo, el que la ideó; vosotros, cómplices para traicionar a Dios y al prójimo. No. Yo dejo las fullerías a los innobles. No necesito hechicerías, ni estratagemas, ni artimañas o complicidades, para ser lo que soy. ¿Por qué queréis negar a Dios el poder de devolver el alma a una carne? Si Él la da cuando la carne se forma, y crea una a una las almas, ¿no podrá restablecerla cuando, volviendo a la carne por la oración de su Mesías, puede ser incentivo para qué multitud de gente se acerca a la Verdad? ¿Podéis negar a Dios el poder del milagro? ¿Por qué lo queréis negar?

“¿Eres Tú Dios?”.
“Yo soy quien soy. Mis milagros y mis doctrinas dicen quién soy”.
“¿Y entonces por qué este no recuerda, mientras que los espíritus invocados saben decir lo que es el más allá?”.
“Porque esta alma, ya santificada por la penitencia de una primera muerte, habla la verdad; mientras que lo que sale de los labios de los nigromantes no es verdad”.
“Pero Samuel…”.
“Pero Samuel fue, por mandato de Dios y no de la maga, a llevar al desleal para con la Ley el veredicto del Señor cuyas disposiciones no se hacen objeto de burla”.

“¿Y entonces, por qué tus discípulos lo hacen?”:
La voz arrogante de un fariseo, que ha alzado el tono porqué se ha sentido tocado en la herida, llama la atención de los Apóstoles, que están en la habitación de enfrente, separados por un pasillo de poco más de un metro de ancho y sin separación de puertas o cortinas gruesas. Sintiendo que es algo que los atañe, se levantan y van al pasillo sin hacer ruido, y se ponen a escuchar.
“¿En qué lo hacen? Explícate. Si tu acusación es verdadera, les advertiré de que no vuelvan a obrar contra la Ley”.

“Yo sé en qué, y como yo otros muchos: Pero descúbrelo Tú por ti mismo. Tú, que resucitas a los muertos y te dices más que profeta. Nosotros, puedes estar seguro, no te lo vamos a decir. Además, tienes ojos para ver también muchas otras cosas cometidas por tus discípulos, hechas cuando no se debe o no hechas cuando se deben hacer. Y Tú no le das importancia a esto”.
“¿Queréis indicarme algunas de estas cosas?”.

“¿Por qué tus discípulos violan las tradiciones de los antepasados? Hoy los hemos observado. ¡Hoy otra vez! ¡No hace más de una hora! ¡Han entrado en su sala para comer y antes no se han purificado las manos!” (si los fariseos hubieran dicho: “Y antes han degollado a unos cuantos de la ciudad” no hubieran expresado un tono tan profundamente lleno de horror).

“Si, los habéis observado. Hay muchas cosas que ver. Cosas hermosas y buenas, cosas que mueven a bendecir al Señor por habernos dado la vida para que pudiéramos verlas, y por haberlas creado o consentido. Ésas no las veis. Y, como vosotros, otros muchos. Y la verdad, es  que perdéis el tiempo y la paz  yendo detrás de las cosas no buenas.

Parecéis chacales, o mejor, hienas que corren tras la estela de una pestilencia  y no se cuidan de la afluencia de perfumes que vienen en el viento desde jardines llenos de aromas. A las hienas, no les gustan las azucenas ni las rosas, jazmines ni alcanfores, cinamomos ni claveles. Para ellos, significan olores desagradables. Pero el hedor de un cuerpo en putrefacción en el fondo de un barranco, o en un camino, sepultado bajo los espinos a que le ha arrojado un asesino, o lanzado a una playa desierta por la tempestad, hinchado, cárdeno, agrietado, horrendo, ¡ah, ese hedor es perfume agradable para las hienas! 

          Olisquean el viento vespertino, que condensa y transporta consigo todos los olores que el sol destila de las cosas que ha calentado para sentir este vago, sugestivo olor; y, una vez descubierto, una vez captada su dirección, empiezan a correr, con el hocico alzado, los dientes descubiertos por la vibración – semejante a una risa histérica – de las mandíbulas, para ir al lugar de la podredumbre. Y, ya sea cadáver de hombre o de cuadrúpedo, o de culebra quebrantada por el campesino o garduña muerta a manos del ama de casa, o aunque fuera una simple rata… les gusta, sí, les gusta, les gusta. Y en ese hedor en fermentación hunden sus patas, comen, se relamen…

¿Qué hay hombres que día tras día se santifican¿ ¡Eso no les interesa! Pero basta con que uno sólo haga algún mal, basta con que algunos descuiden no ya un precepto divino sino una práctica humana – llamada tradición, precepto o como queráis… al fin y al cabo una cosa humana -, basta eso para ir allí, y acusar; aunque se trate solamente de una sospecha… cuando menos para darse la satisfacción de ver que la sospecha es una realidad.

Pues bien, responded ahora vosotros, vosotros que habéis venido aquí no por amor, sino con maligna intención, responded: ¿Por qué violáis el precepto de Dios por una tradición vuestra? ¡No me diréis ahora que una tradición es más que un mandamiento! Pues bien, Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y también: “Quien maldijere a su padre o a su madre, será reo de muerte”. Pero vosotros decís: “Aquel que dijere a su padre y a su madre. “Lo que debíais recibir de mí es korbán” no está obligado de usarlo para su padre o para su madre”. Por tanto, con vuestra tradición, habéis anulado el precepto de Dios.

¡Hipócritas! Bien profetizó de vosotros Isaías diciendo: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí; en vano me honran pues, enseñando doctrinas y preceptos de hombre”.

Estáis atentos a las tradiciones de los hombres, al lavado de ánforas y copas, de platos y manos, y otras cosas semejantes; pero, eso sí, descuidáis los preceptos de Dios. Os escandalizáis porque uno no se lave las manos; pero, eso sí, justificáis la ingratitud y la avaricia de un hijo ofreciéndole la escapatoria de la ofrenda sacrificial para no dar un pan a quien le engendró y ahora necesita ayuda, y él tiene la obligación de honrarle porqué es padre suyo. Alteráis y violáis la palabra de Dios por obedecer a palabras vuestras, elevadas por vosotros a precepto. Así, os proclamáis más justos que Dios. Os arrogáis el derecho de legisladores, siendo así que sólo Dios es Legislador en su pueblo. Vosotros…”.

Y seguiría, pero el grupo enemigo abandona la sala bajo la granizada de acusaciones, chocándose con los Apóstoles y con todas las otras personas que estaban en la casa, los cuales, atraídos por el tañido de la Voz de Jesús, se habían agrupado en el pasillo.

Jesús, que se había puesto de pié, se sienta de nuevo, e indica a todos los presentes que entren donde está Él. Les dice: “Escuchad todos, y comprended esta verdad. No hay nada, fuera del hombre, que entrando en él le pueda contaminar. Lo que sale del hombre, es lo que contamina. Quien tenga oídos para oír, que oiga y use la razón para comprender, y la voluntad para obrar. Y ahora, salgamos, vosotros, los de Naím, perseverad en el bien, y esté con vosotros siempre mi Paz”.

Se levanta, saluda en particular a los dueños de la casa y se encamina por el pasillo.

Pero ve a las mujeres amigas, que, recogidas en un ángulo lo miran embelesadas, y se dirige a ellas para decirles: “Paz a vosotras también. Que el Cielo os pague el haberme socorrido con un amor que no ha permitido echar de menos la mesa materna. He sentido vuestro amor de madres en cada miga de pan, en cada una de las viandas guisadas o asadas, en el dulce de miel, en el vino fresco y aromático. Amadme siempre así, buenas mujeres de Naím. Y la próxima vez, no trabajéis tanto para Mí. Es suficiente un pan, y un puñado de aceitunas condimentadas con vuestra sonrisa materna y vuestra mirada honesta y buena. Sed felices en vuestras casas, porqué tenéis el agradecimiento del Perseguido, que se pone en camino, consolado por vuestro amor”.

Las mujeres, todas, felices a pesar de estar llorando, se han arrodillado; y Él, al pasar, roza apenas, una a una, sus cabellos blancos o negros, como para bendecirlas. Luego sale, y reanuda su camino…
Las primeras sombras de la noche descienden y celan la palidez de Jesús, entristecido por demasiadas cosas.







sábado, 28 de abril de 2012

EL PROFETA JEREMÍAS SE DIRIGE AL PUEBLO CRISTIANO, LAMENTÁNDOSE DEL ABANDONO DE LA LEY DE JESÚS


LOS LAMENTOS DEL PROFETA JEREMÍAS

       

      
     Escucha, oh, Pueblo Cristiano las palabras de Dios que me dictó hace milenios, para el Pueblo Judío, pero que se aplica también a ti, que te has olvidado de los mandamientos de tu Dios, pero tú eres mucho más culpable, porque el Mesías que todos los Profetas anunciaron y que todos esperábamos ha venido ya.

           Se os ha manifestado, con todo su esplendor de Hijo de Dios, con su ejemplo, sus perfectas y maravillosas enseñanzas y sus portentosos milagros, ha dejado momentáneamente su gloria celestial para cumplir su Sagrada Misión, haciéndose Hombre pobre y humilde, y sufriendo todas  las incomodidades y desprecios desde su nacimiento en un establo, hasta su muerte, clavado en la Cruz, después de una terrible Pasión, Acontecimientos que fueron necesarios para arrancarnos de la esclavitud de Satán, en la cual habíamos caído como botín, por el pecado de nuestros primeros padres.

           Todos los Patriarcas, los Profetas, los Jueces y los Reyes de Israel, estaban esperando con ansiedad su venida, para ver y oír sus Enseñanzas, su Sabiduría, y sus Milagros, que eran necesarios para ser coherederos de su Reino por toda la eternidad.

           Y ante el asombro, la admiración y la aclamación de todos los moradores del Universo, se ha encarnado de la Virgen María, como estaba profetizado, ha vencido a Satán y a su ejército de hordas infernales, arrancándoles su presa, que era la Humanidad entera.

            Y para que quede afirmado, ha querido demostrar esta gran victoria con la Resurrección de su amigo Lázaro, que es la imagen de nuestra propia resurrección, y su esplendorosa Resurrección, ante el asombro y la admiración de todos los Ángeles y los santos que esperaban en el Limbo, y el terror y la desesperación de sus enemigos.




Del Profeta Jeremías (Jer 2-1,9)



El Señor me dijo:
Ve y proclama en Jerusalén:
Así dice el Señor:
Recuerdo tu amor de juventud.
Tu cariño de joven esposa, cuando me seguías en el desierto, por una tierra baldía.
Israel estaba consagrado al Señor, era la primicia de su cosecha: todo el que comía de ella, lo pagaba, la desgracia caía sobre él.
Oráculo del Señor.

Dios ordena y me dice: Ve y predica al Pueblo Cristiano: Así dice tu Dios: Recuerdo los tiempos antiguos, cuando me amabas como una joven esposa, cuando cumplías mis mandamientos con gran austeridad y entrega.
El Pueblo cristiano estaba consagrado a Dios, por eso, la Humanidad era su alegría: Todos los impíos, eran apartados, y la vergüenza caía sobre ellos.
Oráculo del Señor.


Escuchad la Palabra del Señor, estirpe de Jacob,
Y todas las familias de la estirpe de Israel.
Así dice el Señor: ¿Qué falta encontraron en Mí vuestros antepasados, para alejarse de mí?
Siguieron a dioses vanos y acabaron siendo vanidad.


A vosotros, que seguís la voz de vuestra conciencia, y a todo el pueblo Cristiano, a vosotros os pregunta el Señor:
¿Qué hay en mi Ley, para que empezarais a alejaros de Mí y para que la abandonaseis? Os entregasteis a vuestros deseos vanos, alejándoos de Mí y por eso, vosotros mismos os volvisteis soberbios y vanidosos.


No preguntaban: “¿Dónde está el Señor que nos sacó de Egipto,que nos condujo a través del desierto, tierra árida y agrietada, tierra de sequía y de tinieblas, tierra por donde nadie pasa, y en donde nadie vive?”
Se olvidaron de que el Señor los rescató del paganismo y de la idolatría; y que por eso los liberó de la esclavitud, apartándolos de las tentaciones del mundo, y encaminándolos a la tierra prometida, donde mana leche y miel, gracias a una vida de austeridad y de sacrificio.

Se guiaban por mi Santa Fe, que era la columna de fuego nocturna y la nube diurna, en el desierto. Para que no desfallecieran, los alimentaba con el maná, que simboliza el don supremo de Dios: La Santa Eucaristía, con el Arca de la Alianza que simboliza a mi Santa Iglesia Católica, camino que ya nadie escoge ni práctica.


Yo os traje a un vergel y os di a comer sus frutos y sus bienes.
Pero vosotros entrasteis y profanasteis mi tierra,
Convertisteis mi heredad en un lugar aborrecible.

Yo os conduje a una vida virtuosa y llena de alegrías, porqué mi yugo es suave y mi carga ligera, pero la probasteis y os olvidasteis de mis Mandamientos, os comportasteis como mi Pueblo Judío en el desierto, que añoraba las cebollas y los ajos que comía cuando era esclavo en Egipto. Y por eso, mi heredad se transformó para vosotros en una carga aborrecible, y me abandonasteis.


Los Sacerdotes no preguntaban: “¿Dónde está el Señor?”
Los guardianes de la Ley no me conocían.
Los pastores se rebelaron contra mí; Los profetas profetizaban
En nombre de Baal, siguiendo a dioses inútiles.


Los Sacerdotes son incapaces de ver la ausencia de Dios, los defensores de los valores cristianos, se olvidan de Mí.

Muchos de ellos se rebelan contra la ley de Dios; Los “progresistas” pregonan en nombre de Satán, dejándose guiar por ideales sórdidos e inútiles.


Por eso voy a seguir pleiteando contra vosotros, Oráculo del Señor, y pleitearé con los hijos de vuestros hijos.
Por estas razones, os seguiré interpelando, haciéndoos saber a vosotros, a vuestros hijos y hasta vuestros nietos, lo que os va a costar olvidaros de mis mandamientos, Oráculo del Señor. 
Id hasta las costas de Chipre a investigar, enviad observadores
a Cadar para informaros, a ver si ha sucedido algo semejante.
Investigad  y veréis como los pueblos que profesan otras religiones, como los musulmanes, los budistas o los hinduistas, y toda clase de variopinta religión, son fieles a sus enseñanzas, a sus creencias y a sus tradiciones.


¿Acaso algún pueblo cambia de dioses? y eso que no son dioses.
Pues mi Pueblo ha cambiado su gloria por dioses inútiles.
Pasmaos de ello, cielos, temblad llenos de terror.
Oráculo del Señor.


Mirad, y veréis como esos Pueblos creen en sus falsos dioses y como son fieles a sus mandamientos y a sus tradiciones.
Los Ángeles del Cielo están pasmados, y viendo mi ira, tiemblan de temor, todos los Patriarcas, los Profetas, los Santos, los Mártires, y la Santísima Virgen María, la Reina del Cielo están implorando a Dios, para detener su venganza.

ORÁCULO DEL SEÑOR DIOS TODOPODEROSO














jueves, 26 de abril de 2012

EL MUNDO EN CRISIS, LOS DIVERSOS TIPOS DE CREYENTES: EL HERMENEUTA EL TIPO IDEAL DE CREYENTE.










En la Facultad de Teología de Granada de los años 1,982 hasta 1.985, he asistido a unos cursos para ser profesor de Religión, reproduzco aquí un resumen del curso de Revelación y Fe, que me ha parecido interesante porque refleja perfectamente la mentalidad de los diversos tipos de creyentes, siendo el hermeneuta el creyente ideal, que por esa razón es el que será siempre atacado y despreciado por los otros tipos de creyentes como son los indiferentes, los fanáticos y los reformistas que suelen ser los imperturbrados y los escindidos. 




 FE EN UN MUNDO EN CRISIS

     Al decir que el mundo se encuentra en crisis cultural, tendríamos que empezar a definir la palabra cultura.
   Cultura parece ser todo el conjunto de productos de cualquier clase realizados por el hombre en la naturaleza.
          Toda cultura tiene ciertamente por base una interpretación de la realidad. Por esta razón ya que hay varias interpretaciones de esa realidad, existen varias culturas, y eso se ve claramente al comparar nuestra cultura por ejemplo, con la africana. Occidente ve la realidad a través del filtro científico; África lo descubre a través de un filtro animista.

       Para razonar y tratar de ver cuando entra en crisis una cultura, no hay que olvidar que dentro de una misma cultura, pueden existir, y existen sistemas que se combaten pero que no se destruyen. Lo que asienta y da unidad a una cultura es un presupuesto  base, el cual no nos atrevemos ni a discutir. Son las llamadas “ideas fuertes” o creencias, que son como el aire que respiramos, sin embargo, las ideas y los juicios que emitimos son ideas m”objeto”, que son diferentes a las creencias. La cultura solo entra en crisis cuando las ideas “fuertes” entran ellas mismas en crisis.

         La cultura de la Edad Media, basada en el geocentrismo era la idea “fuerte”, gracias a esa cultura nadie encontraba anormal torturar a un herético, ya que de esa manera podía , al arrepentirse y volver por el buen camino, alcanzar la Vida eterna.

          Tenemos que darnos cuenta, como así lo ha demostrado Thomas S. Kuhn en su escrito sobre las revoluciones científicas, que siempre creemos alcanzar la realidad, pero que esta es una cosa muy escurridiza, que se escabulle como una anguila, cuando intentamos atraparla, y que cada vez hay que profundizar más. Como ejemplo tenemos la rosa, y nos preguntamos: ¿A quien pertenece? ¿Al botánico, al jardinero, al poeta, al que la ofrece o al que la recibe?

      Ejemplo el sistema solar donde primero se quiso explicar el modelo de Ptolomeo, luego el de Copérnico, y a la vista de una multitud de objeciones, que no tienen explicación se introduce la teoría de la Relatividad. Y en los últimos 250 años, los avances de la técnica han sido tan numerosos y tan rápidos, que el modelo cultural ha saltado por los aires, esta nueva visión de la realidad, tiene que obligarnos a una nueva interpretación de la fe, pero en esencia, el mensaje evangélico no puede cambiar, por eso se necesita cada vez más, un gran esfuerzo hermenéutico en el mundo en que vivimos.

          En nuestra actitud con el pasado, tenemos que tratar de comprender las culturas anteriores, que permanecieron fieles al evangelio. De la misma manera tenemos que ser humildes con respeto al futuro: ¿Qué pensarán las nuevas generaciones de nuestras “ideas fuertes” o de nuestra cultura de la muerte (Aborto; Eutanasia; libertad sexual)? ¿No la verán quizás con los mismos ojos con los que vemos ahora la cultura Teocentrista de la Inquisición?


 REACCIONES DE LOS FIELES ANTE LA CRISIS ACTUAL DE LA FE:


          No todos los católicos reaccionan de la misma manera. Existen varios tipos de reacciones: reacciones individuales y reacciones de grupos e instituciones. Resumiendo, podemos admitir que esos individuos o grupos reaccionan en términos generales de dos formas bien distintas:

          1º/ La forma restauracionista:-

         Es la típica forma conservadora que quiere volver al antiguo modelo de cristiandad, y para algunos se debe volver a unir el poder político y el religioso (Nacional Catolicismo): parece ser el caso de Monseñor Lefebvre.

          2º/ La forma Reformista:-

      Parece ser la actitud actual de la Iglesia es el “Agiornamento” de Juan XXIII. Existe pues una interpretación de vuelta atrás y otra de progresismo, que quiere renovar la fe. El Vaticano intentó pues un nuevo estilo de interpretación de la fe y una nueva Evangelización, habrá que ver cuales serán los frutos futuros para saber si es la interpretación adecuada.


  REACCIONES DE TIPO INDIVIDUAL

          Existen varias categorías de individuos que se distinguen por sus reacciones ante los problemas de la fe y las nuevas medidas tomadas por la Jerarquía:

-El imperturbado
.El esfíngido
-El fanático

        Este primer grupo pertenece a la gente que no ha aún logrado una síntesis personal y una interpretación adecuada ante los problemas de la fe.

-El indiferente

          Este grupo parece el más peligroso porqué parece haber perdido la fe.


-El ecléctico
-El hermeneuta

          Este grupo es el que mejor interpreta la fe en este mundo, y es de lejos el más inteligente y profundo, parece ser el que está más en consonancia con la doctrina católica.

         Vamos a pasar rápidamente en revista cada uno de esos tipos de personas:



1º/El imperturbado:-

Es el ingenuo, al cual no le ha alcanzado aún la crisis, ni le alcanzará nunca sin embargo parece que conserva la fe y practica sin problemas.
No se puede ni criticar, ni confirmar, porque la fe tiene que profundizarse, y el que no adelanta, retrocede, por esa razón no es un modelo a imitar. Parece una persona que tiene falta de juicio, y es incapaz no solo de emitir un juicio sobre cualquier crisis por profunda que sea, pero parece que tampoco puede apreciar en su plenitud cualquier obra que requiera sacrificio, ni que tampoco se pueda sacrificar por nadie.

2º/ El escindido:-

Este ha sentido la crisis, porque no llegó nunca a asimilarla, no se inmuta por nada, vive la tradición religiosa, sin añorar ni querer modificar nada de la fe, se trata de un individuo anónimo, no extremista, que ha recibido su fe heredada. Pero está en peligro si se le presenta alguna desgracia, porque entonces, puede llegar a perder la fe


3º/ El fanático:-

Es el individuo agresivo, incapaz de dialogar, siente la crisis, pero reacciona golpe por golpe. Estas personas no suelen ocupar su postura partiendo de principios discutibles. Han vivido la fe con tanta claridad que no admiten dudas, sintiéndose iluminadas. Son una minoría. Su postura es una actitud de odio y desprecio hacia los que no piensan como ellos. Este proceder les puede acarrear muchos problemas, sobre todo si se encuentran con gente agresiva que no comparten su opinión.


4º/ El indiferente:--

Es el individuo que abandona la fe al primer desconcierto, o ante cualquier acontecimiento que le cause molestias o sacrificios, existen varias clases de tipos:

--Los que lo son por tendencia natural.
--Los que están presionados por la presión ambiental (está de moda no creer).
--Los que tienen impotencia natural para superar la crisis, (son los eunucos espirituales) son los ateos prácticos que ni creen ni dejan de creer, son los camaleones de la fe, que se adaptan al ambiente espiritual en que viven, y siempre están pendientes de lo que dirán.
--Los que se han vuelto así por acontecimientos ante medios religiosos extremistas, pueden recobrar la fe.


5º/ El ecléctico:-

Vive una religión personalista, suele ser un individuo muy inteligente, permanece creyente y practicante, pero desvinculándose del modelo oficial de la fe. Es de una religiosidad muy profunda, se apartan de los controles eclesiales, evitan los altercados con la jerarquía, y si se produce una discusión teológica, tienen argumentos convincentes que dejan sin argumentos  a sus oponentes.


6º/ El hermeneuta:-

Es el que consigue la mejor síntesis entre la cultura moderna y la tradición cristiana, no se separa de la Iglesia, pero tiene que realizar muchos equilibrios para ser fiel a las exigencias que le pide la Iglesia. Por esa razón vivirá en continua tensión, gracias a su postura crítica, denunciará hechos, pudiendo llegar raras veces a extremos conflictivos. Conoce a la perfección las escrituras, y sabe interpretarlas.


ESTE INDIVIDUO ES EL TIPO IDEAL.


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lunes, 23 de abril de 2012

RESUMEN DE LA DOCTRINA MÍSTICA DE SAN JUAN DE LA CRUZ



LAS ALMAS DE LOS SANTOS INOCENTES Y LOS ABORTADOS
SUBEN AL CIELO, Y ESTÁN ALABANDO A DIOS





LA ABSOLUTA NECESIDAD DE LA CRUZ PARA ALCANZAR LA VIDA ETERNA


Las insensatas palabras de S. Juan de la Cruz para los que no tiene fe, verdadera locura para el mundo, y sublime Sabiduría para el Creyente, como así lo dice San Pablo, las explica con toda claridad el místico Doctor, reformador del Carmelo, que ha dado tantos Santos a la Iglesia.

S. Juan de la Cruz, siempre me ha seducido no solo porque mi madre, que en paz descansa, ha sido terciaria de la orden del Carmen y toda mi juventud la oí hablar de él, con profunda sabiduría, siendo así que en la misa de su entierro en Francia, el Sacerdote explicó que todas sus lecturas consistían en las obras de San Juan de la Cruz, de Santa Teresa y de Santa Teresita, - tres sublimes doctores de la Iglesia - pero sobre todo porqué todas las afirmaciones de San Juan de la Cruz están siempre razonadas y demostradas, lo que se adapta perfectamente a cualquier espíritu cartesiano, que necesita explicaciones para entender los acontecimientos.

Para alcanzar la Vida Eterna que es la fusión y la transformación del alma con la Divinidad, cuya imagen es la unión de la esposa con el Esposo, reflejada en el Cantar de los Cantares, el alma tiene que depurarse completamente de todas sus imperfecciones, lo que tiene lugar en las noches de los Sentidos, y para desarraigar esas tendencias, tiene que pasar por la noche pasiva y activa del del Espíritu, horrenda noche, por la cual han caminado todos los Santos que  han conseguido unirse en esta tierra con la Divinidad siguiendo la doctrina de la Cruz.

Y tiene que depurarse de todas esas imperfecciones porqué, según lo explica el Santo, dos contrarios no pueden caber en un mismo sujeto, como así lo enseña la filosofía. Como Dios es la infinita Pureza y Perfección, a la fuerza, la impureza e imperfección tienen que quedar aniquiladas, entonces el alma libre de todas sus ataduras, se transforma en Dios, y es Dios por participación porqué se ha fundido en Él.

         Todos en más o menos grado somos imperfectos y tenemos tendencia a ir tras nuestros apetitos desordenados: apetitos materiales, que el Santo no describe porqué para él y para los que siguen sus enseñanzas, ya los supone superados, pero sobre todo apetitos e imperfecciones espirituales como son la pereza, la gula, la soberbia, la ira, la envidia, etc…, etc… En sus escritos de la Subida al Monte Carmelo van detallados todos esos defectos espirituales, de una manera tan clara que se ve uno reflejado en cada uno de ellos.

La alegoría del tronco de leña en el fuego, es la que elige S. Juan de la Cruz para explicar este proceso de unión mística con Dios: El alma imperfecta, para transformarse en ascuas ardientes, tiene que comenzar su proceso, desechando todas sus imperfecciones, lo que se traduce por el humo y el hervor de la humedad de la madera, que hasta huele mal, necesarios para que pueda transformarse en ascuas puras y relucientes, es decir en el fuego que es el mismo Dios.

Ese humo y hervor de la humedad de la madera significan la purificación del alma que es  el sufrimiento de la Cruz, verdadera espada flameante de los Querubines que guardan la Entrada del Paraíso.

Decía S. Juan de la Cruz a un hermano que le reprochaba su gran penitencia:

“Si en algún tiempo, hermano mío alguno, fuese Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni la abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino penitencia y más penitencia, y desasimiento de todas las cosas y jamás, si quiere llegar a la posesión de Cristo, lo busque sin la Cruz”.

Los que no han querido o no han podido pasar por esta purificación en esta tierra, si han de entrar en el Reino de los Cielos, tendrán que hacerlo en el Purgatorio. A este efecto, dice el Santo que se gana más aquí en una hora de sufrimiento que muchos años en el Purgatorio.

Recuerdo en el día de su fiesta, algunos pasajes de su vida que me impactaron de manera tal, que han quedado grabados en mi memoria:

-Su gran humildad que se encuentra siempre en todos los Santos, y está siempre ausente de los grandes pecadores: a este respeto el Santo afirmaba que el que tiene verdadera presencia de Dios, es de una humildad tal, que aunque la quiera disimular, no  puede hacerlo, por mucho que intente ocultarlo.

Recuerdo haber leído en su Vida, que al ser increpado con acritud en su convento, por un hermano, se puso de rodillas ante él, besando el suelo, lo que apagó la furia de su contrincante.

Como siempre, para que se entienda mejor, el Santo lo explica con la alegoría del rayo de sol que es la presencia de Dios, cuando penetra en una habitación oscura que es el alma: este rayo ilumina y pone en evidencia hasta las más insignificantes motas de polvo que flotan en el aire, las cuales representan las imperfecciones del hombre.

Fue el Alma del Reformador del Carmelo que ha dado tantos grandes Santos a la Iglesia, siendo Santa Teresa el Cuerpo que hizo posible las fundaciones y las reglas del Carmelo. Su sublime doctrina en donde relata lo que siente el Alma cuando poco a poco se va acercando a Dios, y la descripción de las sensaciones que experimenta en presencia de la Divina Majestad, no ha sido superada aún, ni creo que nunca lo será, por ningún ser humano.

Y así lo vemos, escondido y arrobado en una Ermita del Convento en Segovia, cuando era Prior, y llamado por un Hermano para atender a un asunto del mundo, tener que golpearse los nudillos de las manos en las paredes, para volver en sí, nudillos que tenía descalabrados de tanto golpearlos.

  Su amor a la Cruz: después de su estancia en la cárcel de nueve meses en Toledo, recluido por sus hermanos Carmelitas Calzados, en una estrecha habitación sacándolo todos los viernes a Capítulo para ser azotado públicamente, alimentado con unas pobres sardinas, y después de haberse escapado, se refugió en el Convento de las Carmelitas Descalzas, para esconderse de sus perseguidores, ahí, agarrado a las rejas, confesaba a las Hermanas, su alegría por haber sufrido ese prolongado calvario.

     Su continua penitencia, que le hizo azotarse por haber descansado más de la cuenta después de un largo viaje, que le hizo rechazar unas pequeñas truchas en una posada, diciendo a su compañero que eso no era manjar de un Descalzo, en sus caminatas por Andalucía cuando era Definidor del Carmelo.

Es famosa, y mundialmente conocida en el mundo de la mística, toda su doctrina, y la gran repercusión de sus obras y de su vida, no solo en el mundo católico, pero incluso en otras creencias cristianas, y hasta en otras religiones monoteístas. Quizá el hecho más sobresaliente de su vida, reflejado en famosos cuadros, es cuando Jesús se le apareció con la Cruz a cuestas, y le preguntó: “Juan, ¿que quieres por tus servicios?” a lo cual, el Santo le contestó: “Señor ¡Sufrir y ser despreciado por vuestro amor!”, petición que fue aceptada por Jesús, que le hizo partícipe de su Pasión en su vida y hasta su muerte en el convento de los Descalzos de Úbeda.

 Naturalmente, esa vida de éxtasis y de penitencias le acarreaba intensas persecuciones de parte de Satán. A este respeto, siendo confesor de las Carmelitas en una casa contigua al Carmelo de Ávila, en donde el Santo logró transformar una comunidad de más de 200 monjas relajadas en autenticas ascetas, cuentan que su compañero lo encontró tirado por el suelo, el cual le confesó que “No sabía como el demonio lo había dejado con vida.”

La causa de esos ataques de parte del demonio, y por qué Dios los permite, el Santo explica la causa en sus obras: de la misma manera que Dios se comunica con los Santos en sus visitas místicas, que le causan esos arrobamientos, y que le dejan completamente enajenado, levantándolos del suelo por la aspiración de la divinidad, que lo sustrae momentáneamente de este mundo, para asomarlo  al “tercer cielo”, de la misma manera, por razones de Justicia, da licencia al Demonio para sumergirlo en el Reino del terror.










domingo, 22 de abril de 2012

SOBRE EL DISCURSO DE JESÚS A NICODEMO: EL SEGUNDO RENACER DEL ALMA ES NECESARIO PARA ALCANZAR LA VIDA ETERNA.

                  
El segundo renacer del alma





Hojeando el libro del Ángel Azarías, ángel de la Guardia de María Valtorta (Arzayah: palabra que en hebreo significa: Dios socorre), he obtenido la confirmación de lo que había escrito acerca del "Renacer del alma", basándome en las palabras de Jesús-Dios a Nicodemo. Dios ha creado este mundo para que sea conocido y amado, todos hemos nacido con la semilla del mal, sembrada por Satanás, que es el pecado original, pero Dios ha sembrado el antídoto que es la Conciencia que permite a las personas de buena voluntad, arrancar las raíces del pecado, que es lo que se llama matar el hombre viejo y volver a renacer. 

Para conseguir esta transformación Dios da toda una vida, y ha bajado a la Tierra pata borrar el pecado Original, inmolándose, resucitando para demostrar su triunfo sobre Satanás, nos ha dejado en la Tierra los Sacramentos que se reparten a través la única Iglesia instituida por Él. 

Satanás el eterno enemigo de Dios lucha tenazmente para tratar de impedir esta transformación empleando la mentira y la seducción, predicando sin tregua que la felicidad solo se obtiene entregándose a todos los placeres del mundo, no ha arriesgado ni un "pelo de su rabo", para conseguirlo, sin embargo tiene más logros que Dios, ya que como lo dijo Jesús "Muchos son los llamados y pocos los elegidos" (Mat 16, 7).

Dice Azarías:

(...) "¿Cuál es la morada Santa de Dios? A esta pregunta responderán algunos: "El Cielo"; otros "la Iglesia", y otros: "El corazón del hombre". Y aún, no alcanzando la perfección en la respuesta, ninguno habrá errado, ya que Dios habita en el Cielo, en su Iglesia y en el corazón de los hombres que están en su gracia. 

Más, para ser exactos, Dios está en Sí mismo. El tiene la morada en su caridad infinita, única morada, que por su perfección e infinitud, puede contener al Perfecto y al Infinito. En la caridad, todo se opera, procede, se genera, se satisface, reposa y aplaca. La Caridad, esto es, el mismo, es la morada Santa de Dios."



 Y aquí son de recordar las poesías de San Juan de la Cruz, el cual describiendo el diálogo del alma con su Divino Esposo, En el Cántico Espiritual, dice: (Cant 1,5):

"Esto mismo quiso decir la esposa en los Cantares divinos, cuando deseando unirse con la divinidad del Verbo Esposo suyo, le pidió al Padre diciendo: "Muéstrame donde te apacientas y donde te recuestas al mediodía (1,6); porque al pedir le mostrase donde se apacentaba, era pedir le mostrase la esencia del verbo Divino, su Hijo porqué el Padre no se apacienta en otra cosa que en su divino Hijo, pues es la Gloria del Padre, y el pedir le mostrase el lugar donde se recostaba era pedirle lo mismo, porque el Hijo sólo es el deleite del Padre, el cual no se recuesta en otro lugar, ni cabe en otra cosa que en su amado Hijo, en el cual todo él se recuesta, comunicándole toda su esencia al mediodía, que es la eternidad, donde siempre le engendra y le tiene engendrado".



             Por eso, como lo dice Azarías, La verdadera morada de Dios Padre, se encuentra solo en la unión mística con Jesús, en el amor del Espíritu Santo, que es la Caridad indicada por el Ángel. y por eso, cuando el Sacerdote en la misa ofrece la víctima expiatoria, dice. "Con Él, por Él y en Él, en unión con el Espíritu Santo, te ofrecemos a ti Dios Padre, todo honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén". Es la única ofrenda digna de Dios Padre, su divino Hijo Jesús, en el cual lo engendra desde toda la Eternidad, por el amor del Espíritu Santo.

(…) La mujer es solo una criatura imperfecta, como imperfecta es igualmente su matriz. Más Dios no es imperfecto. Ponderad, por tanto, que grado de carácter y de semejanza imprimará en aquellos que salen de su seno. Todas las almas son creadas por Dios y toman del Padre una primera imagen y semejanza. Ahora bien, toda alma, por espontánea voluntad, puede, diré así, tornar al Padre y volver a nacer de Él. Es esta, la “recreación” del alma de la que han hablado los doctores de la Iglesia.

Después de estas mis palabras, aprecias todas las profundas verdades de las de San Juan: el que ama, nació de Dios y lo conoce. El que ama, puesto que si no amase a Dios, no haría por entrar en él ni en “renacer” en plena y propia voluntad de Dios. 

Vuestro primer nacimiento fue querido por quien os engendró y Dios lo sanciona y ennoblece al conceder a la materia el alma; más este nacimiento no depende de vuestra voluntad. La Iglesia, desposada con Dios, coopera a vuestro nacimiento fortificando a la criatura con la Gracia Bautismal y, consiguientemente con los otros sacramentos. 

Pero únicamente cuando la criatura llega a la edad de comprender y de querer, es cuando puede querer nacer de Dios, en un segundo y mas perfecto nacimiento que se realiza mediante el amor a Dios y al prójimo según los dispone la Ley.



         Y aquí viene toda la retahíla de “Maestros espirituales” que sin ningún temor a predicar en contra de la tradición de los Santos Padres, de la Iglesia, y de la doctrina de los Evangelios, se atreven a emitir juicios contrarios a las enseñanzas, por razones de "bonismo", de relativismo y de progresismo. Los mueve la soberbia y la ceguera espiritual debida a la ausencia de la Luz de Cristo, que no han querido recibir para que no sean manifiestas sus obras, como dice el Apóstol San Juan, y su falta de temor de Dios, no pudiendo dar a sus fieles algo que no tienen.

Con su razonamiento, que dice que todos somos hijos de Dios, llegan a la conclusión herética de que el Infierno está vacío, porque un Padre no puede mandar allí a un hijo suyo, haciendo pues innecesaria la cruenta pasión y muerte de Cristo, el martirio de todos los Santos y la Predicación de tantos misioneros, muchos de los cuales han dado su vida por la Fe. Y lo que es peor, petrifican las almas de los fieles, condenándoles al "Quietismo", yendo en contra de las recomendaciones de Jesús que dijo: “El que no está conmigo está contra Mí, y el que no amasa dispersa”.


(…) La Caridad, en fin, alma mía, es la que por si sola pone en fuga al demonio porque la Caridad es luz y el demonio ama a las tinieblas; porque la Caridad es Sabiduría y las palabras engañosas de Satanás son desmentidas por la Sabiduría; porque la Caridad es Verdad y el mal la odia; porque la Caridad es Dios y Satanás no soporta la vista de Dios.

Las turbaciones que el adversario pueda suscitar con el recuerdo de faltas pasadas y con sugestiones de tentaciones presentes, quedan anuladas mediante la Caridad que es misericordia y sobrepasa los méritos y deseos de las criaturas que le aman, otorgando, además de la liberación del Maligno y de sus artes turbadoras, lo que incluso la criatura humilde y amorosa no se atreve ni a imaginar siquiera que pueda obtener con su oración.

(…) El árbol de la Vida se cubre sin cesar de flores y de hojas y madura sus frutos para aquellos que aman, sirven y responden con buena voluntad a los deseos de la Gracia de Dios, la Gracia de Dios que está contigo, te protege y sostiene contra todos aquellos que desearían alegrarse con una caída tuya, para así acallar la voz de su conciencia que les reprocha muchas cosas, siendo las primeras de ellas sus falta de Caridad y después su modo de hacer fructificar el don de Dios. Más tú, ruega por ellos, por todos, para que tengan la caridad que es la fuente de toda virtud y salvación.


Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”.





jueves, 19 de abril de 2012

LA PRUDENCIA DE ALGUNOS CONSAGRADOS VERDADEROS EUNUCOS ESPIRITUALES


Un libro de Educación para la Ciudadanía 
se mofa de la Iglesia Católica



Ha aparecido en el programa "Religión en libertad" la noticia del enfrentamiento abierto en Uruguay, cuyos gobiernos han intentado eliminar la Religión de la Sociedad, entre el Cardenal Sturla y los actuales gobernantes. Hecho que denota la valentía del Cardenal, que a diferencia de muchos otros aplican la Prudencia, que creen necesaria para el gobierno de la Iglesia. Este hecho es calificado de acto de Cobardía por Jesús en este mensaje de Jesús a María Valtorta que transcribo a continuación. Jesús los llama "Eunucos espirituales".

https://www.religionenlibertad.com/sturla-cardenal-que-desafia-poderoso-laicismo-uruguay-liderando-64680.htm



De los cuadernos de Mª Valtorta 
(17 de Junio de 1.943)


Dice Jesús:
“Te quiero hablar de la prudencia humana.
La prudencia sobrenatural es una gran virtud. Pero la prudencia humana no es una virtud. Vosotros, hombres, habéis aplicado este nombre, como una falsa etiqueta, a sentimientos impropios y no virtuosos. Así como llamáis caridad, a la moneda que dais al pobre.

Pero si vosotros dais una limosna, incluso virtuosa, y la dais para ser vistos y aplaudidos por el mundo, ¿Creéis que hacéis un acto de caridad? No. Desengañaos. Caridad quiere decir: amor. Caridad es, por tanto, tener piedad y amor por todos los necesitados de la tierra. No hace falta dinero para hacer un acto de caridad. Una palabra de consejo, de consuelo, de dulzura, un acto de ayuda material, una oración, son caridad. Una limosna dada con grosería, humillando al pobre, en el que no sabéis verme, no es caridad.

Lo mismo ocurre con la prudencia. Vosotros llamáis prudencia a vuestra vileza, a vuestro anhelo de vivir tranquilos, a vuestro egoísmo. Tres cosas que ciertamente no son virtud.

También en vuestras relaciones con la Religión sois amantes del vivir tranquilos. Cuando sabéis que una franca profesión de fe, que una expresión, dicha como os la susurra el Espíritu de Verdad, pueden quitaros autoridad, dadores de trabajo, maridos, hijos, padres, de los que esperáis ayuda material, vuestra humana prudencia os hace encerraros en un silencio que no es prudente sino cobarde, cuando no culpable, porque llegáis a negar, a renegar, perjurando vuestros sentimientos más espirituales.

Pedro fue el primero que en la hora del peligro, por una prudencia humana, llegó a negar que me conociera. Yo lo permití, esto para que, arrepentido, pudiera después compadecer y perdonar a los hermanos pusilánimes. ¡Pero cuántos “Pedros” desde entonces hasta ahora! Tenéis siempre ante la mente, un interés mezquino, y lo anteponéis y tuteláis en perjuicio del interés eterno que os fructifica la Verdad valiente y valientemente profesada.

Ante ciertas manifestaciones de Dios, vosotros, pobres hombres, no tenéis ciertamente la valentía de Nicodemo y de José, que en una hora tremenda para el Nazareno y para sus seguidores supieron adelantarse para pensar en Mí contra la hostilidad de toda Jerusalén. Tu misma, a veces, te quedas un poco perpleja ante ciertas expresiones mías y las quisieras hacer menos tajantes.

La prudencia humana os guía. La lleváis a todas partes. Hasta en las obispalías, hasta en los conventos. ¡Cómo habéis cambiado en relación con los primeros cristianos que no tenían en cuenta nada de cuanto fuera humano y miraban solamente el Cielo!

Es verdad que yo he dicho que seáis prudentes como las serpientes, pero no con una prudencia humana. Os he dicho también que para seguirme, hay que ser audaces contra todos. Contra el amor a si mismos; contra el poder, cuando os persigue porque sois mis seguidores; contra el padre, la madre, la esposa, los hijos, cuando éstos quieren, por afecto humano y preocupación terrena, impediros que sigáis mi Camino, porque sólo una cosa es necesaria: salvar la propia alma incluso perdiendo la vida de la carne para obtener la Vida eterna”.


211. Regreso a Hebrón, patria del Bautista
(7-7- 1.945)

     [...] ¡No, no es lícito! Ninguna moneda puede comprar la conciencia, y menos aún la de los sacerdotes y los maestros. No es lícito encontrarse sumiso ante las cosas fuertes de la Tierra cuando quieren conducirnos a obrar en contra de lo que Dios ha establecido: esto no es sino impotencia espiritual, y está escrito: "El eunuco no entrará en la asamblea del Señor". Si, pues, no puede ser del Pueblo de Dios el impotente por naturaleza, ¿podrá ser su ministro el impotente de espíritu? En verdad os digo que muchos sacerdotes y maestros, habiendo perdido su virilidad espiritual, han venido a ser, culpablemente, eunucos espirituales. Muchos. ¡Demasiados!

    Meditad, observad, comparad, y os daréis cuenta que tenemos muchos ídolos y pocos ministros del Bien, que es Dios. Ahora se ve porque las ciudades-refugios no son ya tales. Ya no se respeta nada en Israel. Los santos mueren por el odio hacia ellos de los no santos.
    [...] ¡Venid!, es el Amor que pasa, quien quiera puede seguirle, porque para ser acogido por Él se requiere solamente buena voluntad".
     Jesús ha terminado en medio de un silencio atónito. Parece que muchos han sopesado las palabras que han escuchado., prueban su sabor; las degustan, las confrontan.

        Mientras esto sucede y Jesús, cansado y sudoroso, se sienta a hablar con Juan y Judas, he aquí que se alza un clamor al otro lado del muro: gritos confusos, luego más claros: "¿Está aquí el Mesías? ¿Está?". La respuesta es afirmativa. Entonces pasan adelante a un hombre contrahecho, que de tan torcido como está parece una "S".

        "¡Es Masala !".
       "¡Demasiado contrahecho! ¿Qué puede esperar?".
       "¡Ahí está su madre! ¡Pobrecilla!"
       "Maestro, su marido la rechaza por ese aborto de hombre de su hijo, así que vive aquí de la caridad pero ahora es ya anciana y le queda poca vida...".
         El aborto de hombre - realmente es así - está ante Jesús. No puede ni siquiera ver su rostro de lo encorvado y torcido que está. Parece una caricatura de hombre-chimpancé o de un camello humanizado.
        La madre anciana y mísera, ni siquiera habla, solo gime: "Señor... creo...".
         
         Jesús pone sus manos sobre los hombros sesgados del hombre, que apenas si le llega a la cintura; alza su rostro hacia el Cielo y dice con voz potente: "Enderézate y sigue los caminos del Señor". El hombre experimenta un brusco movimiento y, como impulsado por un resorte, queda derecho como el más recto de los hombres. El movimiento ha sido tan repentino, que parece como si se hubieran roto unos resortes que le hubieran contenido en esa posición anómala. Ahora le llega a Jesús a los hombros; le mira y cae de rodillas, con su madre, ante su Salvador, y ambos le besan los pies.
 Es indescriptible la reacción de la muchedumbre... A pesar de todas las resistencias, Jesús se ve obligado a permanecer en Hebrón, porque la gente está dispuesta a formar barreras en las salidas para impedirle marcharse.
 Así... entra en la casa del anciano arquisinagogo, que tan cambiado está respecto al año pasado...
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   Quiero aquí hablar de ciertos miembros de la Jerarquía Católica española, muy, pero que muy prudentes, que para no acarrearse problemas de ninguna índole, no solo no se enfrentan abiertamente con los lobos que dispersan y asesinan a las ovejas, es decir, en contra de los políticos actuales, promotores de la Cultura de la Muerte de los indefensos, de los blasfemadores y de los herejes como Massiá Clavel; Queiruga, Küng, y otros "teólogos" del tipo  José María Castillo" (también Satanás es un gran teólogo), y tantos renegados, que procuran por todos los medios desprestigiar a la Santa Iglesia Católica.

 Pero que además, no se atreven a criticarles abiertamente, ni a advertir a esas ovejas que les han sido entregadas por Jesús-Dios para custodiarlas, para librarlas de los lobos sanguinarios y de los falsos profetas, para así poder conducirlas a los Pastos Eternos, aún a riesgo de su bienestar, de lo que dirán, y enfrentándose con ellos hasta la entrega de su vida, si fuera necesario.

Y me disgusta y me escandaliza profundamente citar la conducta del Cardenal emérito de Sevilla, D. Carlos Amigo, que cuando estaba en funciones, declaró en el programa de Televisión, "Canal Sur" que "Tenemos que mimar a los representantes de los partidos políticos, sean del color político que sean" (sic). Disfrutaba además de varias condecoraciones del Gobierno socialista de Andalucía.

       Y recuerdo que los partidos políticos, han aplicado el Aborto libre y gratuito, bastaba solo la firma de un psiquiatra, diciendo que era un trauma para la madre, y las clínicas como la del siniestro Doctor Morín, afortunadamente condenado por la Ley, tenían preparados documentos firmados de antemano por Psiquiatras, por lo que venían de toda Europa las mujeres que no podían abortar en su país, con embarazos de hasta ocho meses .

         Este gobierno le quitó la autoridad sagrada de los padres sobre los hijos, al permitir a las niñas tener relaciones a partir de los trece años, con cualquier tipo de hombres, sin que los padres puedan impedirlo, podían igualmente abortar sin el consentimiento de sus padres; distribuyeron la píldora abortiva del día después; la Educación para la Ciudadanía, obligatoria en las escuelas, en donde se enseñaba a los niños como mantener relaciones sexuales satisfactorias, alabando el matrimonio homosexual, y denigrando las enseñanzas de la Iglesia.

Igualmente, hecho de una gravedad extrema: el Gobierno socialista de Zapatero resucitó el odio entre todos los españoles, que había quedado latente después de la terrible Guerra Civil, votando la Ley de la Memoria Histórica, recordando las atrocidades cometidas por la Dictadura franquista, y naturalmente, silenciando las atrocidades de la Izquierda.

          Y aquí aparece esa triste figura del Cardenal, dedicándose a alabar la labor de este Partido, por lo cual obtuvo varias condecoraciones, acto que se retransmitió en la T.V Pública andaluza. Este Pastor, verdadero lobo disfrazado de oveja, no solo no fue destituido pero aún, a pesar de estar retirado por razones de edad, sigue campando a sus anchas, y se veía en casi todas las reuniones de la Conferencia Episcopal Española.