MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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martes, 1 de abril de 2014

REFLEXIONES SOBRE EL SAGRADO SACRAMENTO DEL MATRIMONIO


La vida es corta. Dejad de perder el tiempo con malas personas que no os dejan vivir felices.
Si alguien os quiere tener en su vida, os acogerá, no tendréis que luchar para conseguirlo
No permanezcáis con la gente que os desprecia, aprender a apreciar a las personas

  que solo os acompañan en los momentos de felicidad, pero sobre todo
 a las que os acompañan en los peores momentos.

    
       El Santo cura de Ars solía decir que el Sacramento del Matrimonio era un grandísimo Sacramento. Este Sacramento, que es un don de Dios a los hombres tiene, como todos los Sacramentos unas normas que si no se cumplen, anulan todas las gracias que son necesarias para que sea eficaz, y pueda contribuir a la santificación de las almas, de los esposos y de los hijos, para así poder alcanzar la Vida eterna, que es la dicha y el triunfo más importante en la vida de todo ser humano.

     Y esto, como lo hemos dicho, es común a todos los Sacramentos, el Sacramento del Bautismo, a pesar de que nos limpia del pecado Original, y nos predispone para la santidad, es ineficaz si el alma no cumple los mandamientos de la Ley de Dios, y lo mismo ocurre con el Sacramento de la Confirmación, que no sirve para nada, si el alma rechaza todos los consejos que le inspira el Espíritu Santo, o el Orden Sacerdotal, si el Sacerdote no sigue las normas que le exige su Sagrado Ministerio, o las Constituciones del Fundador de la Orden si el Consagrado pertenece a una asociación Religiosa.


          Lo mismo ocurre con el Sacramento de la Penitencia, si un pecador se confiesa, pero no tiene ni arrepentimiento, ni voluntad alguna de enmienda, la absolución del Sacerdote no sirve para nada. Igualmente, el Sacramento de la Extrema Unción, no surtirá efecto si el que va a comparecer en el Juicio de Dios, es un individuo que no cree en la vida eterna.

               Y esto hoy día, es muy importante porque se repite incansablemente, como un “mantra”, "Dios te perdona siempre", pero no se habla del arrepentimiento, que es condición necesaria y suficiente para que se produzca el perdón de Dios y la absolución de los pecados.

                En lo que se refiere al sacramento del Matrimonio, es un asunto mucho más grave, porque como lo vemos en este escrito del Evangelio como me ha sido revelado de María Valtorta, el matrimonio implica a varias personas, y también a los posibles hijos, y tiene unas normas muy estrictas, que si no se cumplen, conllevan unas consecuencias dramáticas, y un pecado mortal de Adulterio. Otra cosa importantísima en lo que se refiere a las injusticias provocadas por el Divorcio, que hoy día está aprobado por los gobiernos, y visto completamente normal por mucha gente, y que es una fuente inagotable de un sinfín de injusticias, depravaciones y pecados.

        Y es porque en la mayoría de los casos, los divorcios ocurren por una falta absoluta de espíritu de sacrificio, es decir por hedonismo. La mayoría de los gobiernos actuales, cuyos dirigentes sólo buscan votos para mantenerse en el poder, lo aplican en las leyes para contentar al rebaño de los electores, que solo buscan vida fácil y placer, leyes que siempre aprovecha a los poderosos y van en contra de los pobres y los humildes, en el caso de los divorcios, los sufrimientos mayores son siempre para el cónyuge más pobre y sobre todo para los hijos, que no tienen ninguna culpa.

          Y un abismo del vicio, llamando a otro abismo de pecado, como dice la Biblia, hace que crezca cada vez más la corrupción: después de los divorcios, vienen los abortos; los matrimonios de homosexuales, con los mismos derechos que los matrimonios tradicionales, la eutanasia, la libertad sexual hasta para los niños, el intento de destrucción de la Religión, porque es contraria al hedonismo y predica el sacrificio y la Cruz para alcanzar la Vida eterna, y por esa razón, todos los gobiernos modernos atacan incansablemente a la Religión, ridiculizándola y tratando por todos los medios de acallarla, para intentar apagar la verdadera fe de los creyentes, directamente, o corrompiendo la Jerarquía, labor que lideran las hordas satánicas y toda la clase política atea y llamada “progresista” . 

          Además, el apóstol San Pablo compara el amor de los esposos, que en la unión material para la procreación, se transforman en una misma carne, con la unión mística y espiritual entre Jesús-Dios y su Iglesia, que se transforman en un mismo Espíritu, es la fusión del alma de los Santos en el Cielo con su Creador, que serán dioses, no por naturaleza, pero si por Amor.
     




SEXTO DISCURSO DE LA MONTAÑA DE JESÚS
LA ELECCIÓN ENTRE EL BIEN Y EL MAL:
EL ADULTERIO; EL DIVORCIO



        
[…] Jesús sonríe y empieza a hablar:

“Habéis oído que fue dicho antiguamente: “No cometerás adulterio”. Los que, de vosotros ya me han oído en otro lugar saben que en otras ocasiones he hablado de este pecado. Pues bien, fijaos para Mí se trata de un pecado que no toca solo a una persona sino a dos y tres. Me explico. El adúltero peca respeto a sí mismo, peca respecto a su cómplice, peca al llevar a su mujer al pecado, o el marido traicionado, el cual o la cual pueden llevar a su vez desesperarse o cometer un delito. Esto por lo que se refiere al pecado ya consumado. Pero digo más: digo que no solo el pecado consumado, sino el deseo de consumarlo es ya pecado.

¿Qué es el adulterio? Es desear febrilmente aquel que no es nuestro, o a aquella que no es nuestra, se empieza a pecar con el deseo, se sigue con la seducción, se completa con la persuasión, y se corona con el acto.

¿Cómo se empieza? Generalmente con una mirada impura. Esto se enlaza con lo que antes decía. El ojo impuro ve lo que a los puros les está celado, por el ojo entra la sed en la garganta, el hambre en el cuerpo, la fiebre en la sangre. Ahora bien, el que padece este delirio, si el otro – la persona objeto de la mirada – es honesto, se queda solo, revolcándose en sus carbones encendidos, o termina difamando, para vengarse, pero si el otro es deshonesto responderá a la mirada, empezando así el descenso hacia el pecado.

Por tanto, os digo: “El que haya mirado a una mujer con concupiscencia ha cometido ya adulterio con ella, porque su pensamiento ha cometido ya el acto de su deseo”. Antes que esto, si tu ojo derecho te ha sido motivo de escándolo, sácatelo y arrójalo lejos de ti. Más te vale quedarte tuerto que hundirte en las tinieblas infernales para siempre. Y si tu mano derecha ha pecado, ampútala y arrójala. Más te vale tener un miembro menos que pertenecer entero al infierno. Es verdad que he dicho que los deformes no podrán seguir sirviendo a Dios en el Templo, pero pasada esta vida, los deformes de nacimiento santos, o los deformes por virtud, serán más hermosos que los ángeles y servirán a Dios, amándole en el gozo del Cielo.

Se os dijo también: “Quienquiera que repudie a su mujer le dará libelo de divorcio”. Pues bien, esto debe de ser reprobado. No viene de Dios. Dios dijo a Adán: “Esta es la compañera que te he formado. Creced y multiplicaos sobre la Tierra, llenadla y dominadla”. Y Adán, lleno de inteligencia superior porque el pecado no había todavía ofuscado su razón – que había salido de Dios perfecta - , exclamó: “ ¡Por fin, hueso de mis huesos y carne de mi carne! Esta se llamará Varona, o sea, otro yo, porque fue sacada del hombre.

Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y serán los dos una sola carne”. Y la eterna Luz, en su creciente esplendor de luces, aprobó con una sonrisa lo que había dicho Adán, lo cual vino a ser la primera, imborrable Ley. Pues bien, el hecho de que, por la versatilidad cada vez mayor del hombre, tuviera que poner un freno y decir: “Pero si la has repudiado no puedes volver a tomarla”; ello no cancela la primera, genuina ley, nacida en el Paraíso terrenal y aprobada por Dios.

Os digo: “Quienquiera que repudie a su propia mujer, excepto el caso de probada fornicación, la expone al adulterio”. Porque, efectivamente, ¿qué hará en el noventa por cien de los casos la mujer repudiada? Se casará de nuevo. ¿Con qué consecuencias? ¡Mucho habría que decir acerca de esto! ¿No sabéis que podéis provocar con este sistema incestos involuntarios? ¡Cuántas lágrimas derramadas por la lujuria! Sí, lujuria. No tiene otro nombre. Sed francos. Todo se puede superar cuando el espíritu es recto, más todo se presta a ser motivo de satisfacción de la carnalidad cuando el espíritu es lujurioso.

La frigidez femenina, la pesadez de ella, la falta de habilidad respecto a las labores de la casa, la lengua criticona, el amor al lujo… todo se supera, incluso las enfermedades e incluso la irascibilidad, si se ama santamente. Pero dado que después de un tiempo, no se ama como el primer día, lo que es más que posible, se ve imposible, y se pone en la calle a una pobre mujer, abocada a la perdición. Comete adulterio quien la rechaza. Comete adulterio quien se casa con ella después del repudio.

Solo la muerte rompe el matrimonio. Recordad esto. Y, si vuestra elección ha sido desafortunada, cargad con las consecuencias como cruz, siendo dos infelices, pero santos, y sin hacer de los hijos – que, siendo inocentes, son los que más sufren por estas situaciones desgraciadas – unos infelices aún mayores que vosotros. El amor a los hijos debería haceros meditar muchas veces, muchas, incluso en el caso de la muerte del cónyuge. ¡Oh, si supierais contentaros con aquel que habéis tenido y al que Dios ha dicho: “Basta”! ¡Oh, si supierais vosotros, viudos, vosotras viudas, ver en la muerte no una mengua sino una elevación a mayor perfección como procreadores! Ser padre o madre – además de lo que ya se es – en lugar del padre o la madre muertos. Ser dos almas en una. Recoger el amor hacia los hijos del labio helado del cónyuge agonizante y decir: “Ve en paz. No temas por los que de ti vinieron. Yo los seguiré amando por ti y por mí, amándoles doblemente. Seré padre y madre. No se sentirán infelices bajo el peso de su orfandad, ni sentirán los innatos celos de los hijos de cónyuges unidos en segundas nupcias respecto a aquel, o a aquella, que ocupa el sagrado lugar de la madre, o del padre, que Dios llamó a otra morada.

[…] No tengáis anticaridad, pero tampoco imprudencia. Os acabo de decir: “Extended vuestra mano a los que están cansados, a los que no saben, a los que se encuentran en las redes de las súbitas desilusiones”. Más, si es caridad enseñar a los que no saben, infundir ánimo a los que están cansados, dar nuevas alas a aquellos que por muchas causas las han quebrantado, es imprudencia revelar verdades eternas a los que están infectados de satanismo, que se apoderan de ellas para pasarse por profetas, infiltrarse entre las personas sencillas, corromper, descarriar, ensuciar sacrílegamente las cosas de Dios. Respeto absoluto, saber hablar y callar, saber reflexionar y actuar: estas son las virtudes del verdadero discípulo para hacer prosélitos y servir a Dios. Tenéis una razón. Si sois justos, Dios os dará todas sus luces para guiar aún mejor vuestra razón.

Pensad que las verdades eternas son semejantes a perlas y nunca se ha visto arrojar perlas a los cerdos, que prefieren las bellotas y una papilla fétida antes que las perlas preciosas: las pisotearán sin piedad, para después, con la furia propia de quien habría sido objeto de burla, revolveros contra vosotros para despedazaros. No deis las cosas santas a los perros. Esto vale para ahora y para el futuro.

Muchas cosas os he dicho, hijos míos. Escuchad mis palabras: quien las escucha y las pone en práctica es semejante a un hombre reflexivo que, queriendo construir una casa, eligió un lugar rocoso. Sin duda le costó construir los cimientos. Tuvo que trabajar a base de pico y cincel, hacerse callos en las manos, cansar sus lomos. Pero luego pudo colar su argamasa en los huecos abiertos en la roca, y meter en ella los ladrillos bien apretados, como una muralla de baluarte, y así la casa se fue alzando sólida como un monte. Vinieron las inclemencias del tiempo, los turbiones; las lluvias desbordaron los ríos, silbaron los vientos, azotaron las olas… y la casa resistió todo. Así es el hombre que tiene una fe bien cimentada. Sin embargo, quien escucha con superficialidad y no se esfuerza en guardar en su corazón mis palabras – porque sabe que para hacerlo debería esforzarse, padecer dolor, extirpar demasiadas cosas – es semejante a aquel hombre que por pereza y necedad edifica su casa sobre la arena. En cuanto llegan las inclemencias, la casa, pronto construida, cae pronto, y el necio se queda mirando, desolado, sus ruinas y la pérdida de su capital. Pues bien, en nuestro caso es peor que un derrumbamiento – que se podría, no sin gastos y esfuerzos, reparar todavía - ; en este caso una vez derrumbado el edificio mal construido de un espíritu, nada queda para volver a edificarlo.

En la otra vida, no se construye ¡Ay del que se presente allí con escombros!


He terminado. Me encamino hacia abajo, hacia el lago. Os bendigo en nombre de Dios uno y trino. Mi paz descienda sobre vosotros”. Pero la muchedumbre grita: “Vamos también nosotros. ¡Déjanos ir contigo! ¡nadie habla como Tú!”. Y se encamina también la gente siguiendo a Jesús, que baja no por la parte por la que ha subido, sino por la opuesta, que va en línea recta hacia Cafarnaúm.

La bajada es muy inclinada, pero se recorre muy rápidamente, y pronto llega a los pies del monte, que se extiende sobre una pradera verde y florida.

jueves, 27 de marzo de 2014

DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO: DIFERENCIA ENTRE CIENCIA Y SABIDURÍA, COMO ALCANZAR LA SABIDURÍA

Retrato de San Pablo, que con San Pedro,
 son los dos Pilares de la iglesia Católica





(Eclesiástico 51- 13, 30)



Desde joven antes de dedicarme a viajar,
busqué francamente la sabiduría en la oración;
delante del templo la pedí,
y hasta el último día la busqué. 
Cuando floreció, como un racimo que madura,
Mi corazón se recreaba en ella.
Mi pié se adentró por el camino recto,
Desde mi juventud seguí sus huellas.
Apenas presté oído, y ya la alcancé, 
me encontré lleno de Doctrina;
y gracias a ella he progresado mucho:
al que me ha dado la Sabiduría glorificaré.


          Desde joven, cuando escuchas hablar de las Escrituras, y cuando oyes interpretaciones extraordinarias sobre las mismas, cuando aún vives en casa de tus padres, y aún no te has dedicado a viajar, es decir a salir de la compañía de tu familia, y cuando siempre piensas: ¡Como me gustaría poder interpretar las Escrituras, y aprender su significado místico!, y si para eso, permaneces oculto a los atractivos materiales del mundo, ya que el que busca la Sabiduría es el místico, es decir el enamorado de Dios, por eso eres siempre un personaje alejado y escondido de todos los atractivos del mundo, ya que pueden ser un peligro o una distracción, para poder encontrar a tu Amado.


        Y es que como lo dice San Juan de la Cruz, Dios es un Dios escondido, y cuando por fin, después de mucho buscar y de muchos impedimentos puestos por el demonio, tienes la dicha de encontrarlo, y de dar con su escondite, entonces, por esa razón, tienes que estar necesariamente también tú también escondido. Y cuando localizas ese sitio, que estaba oculto en lo más recóndito de tu corazón, obtienes de Dios lo que tanto habías deseado en la oración: el tesoro de la Sabiduría, ya que Jesús ha dicho: “Pedid y se os dará, buscar y encontraréis, llamar y se os abrirá”.

          Y es que la sabiduría es muchísimo más importante que la Ciencia porque esta última solo enseña las leyes matemáticas y físicas de la materia, pero no entra ni quiere entrar en el conocimiento de Dios; y ese conocimiento humano, es un aprendizaje del mundo que nos ha tocado vivir, pero todos los científicos están de acuerdo en que este mundo tiene un tiempo limitado, y que algún día el universo entero se apagará.

        Mientras que, muy al contrario, la Sabiduría es el conocimiento de los misterios de Dios, que aunque sea siempre limitado, por la inmensidad infinita de Dios, - ya que como lo dice San Juan de la Cruz: "Los Ángeles más subidos que son los Serafines y los Querubines, son los que mejor se dan cuenta de la inmensidad que les falta por conocer a Dios" - ,como proviene directamente del Espíritu Santo, es una Ciencia que nos servirá para alcanzar la Vida Eterna.

            Por esa razón la diferencia que existe entre la ciencia humana, - que es un conocimiento de una realidad virtual, engañosa, y embustera porque te dice aquí estoy, y luego como un espejismo se esfumará, ya que está llamada a desaparecer -  y la Sabiduría, que es un conocimiento real porqué trata de una realidad verdadera y eterna,  es tan inmensa que es así como matemáticamente, comparar un número cualquiera con el infinito, que siempre será como una gota de agua en todos los mares y ríos del Universo.



Pues me he propuesto practicarla,
he buscado con ardor el bien,
 y no quedaré defraudado.
He luchado para alcanzarla,
he sido puntual en practicar la Ley;
he tendido mis manos hacia el cielo,
 deplorando lo que ignoraba de ella.
Hacia ella he encaminado mi vida,
y la encontré en toda su pureza;
desde el principio me he aplicado a ella,
por eso nunca quedaré abandonado.
La he buscado apasionadamente,
por eso he hecho una buena adquisición.
En recompensa, el Señor me ha dado una lengua
con la cual lo alabaré.



        El que quiera poseer la Sabiduría, tiene pues que proponerse practicarla, Pues a Dios no le gusta los que ponen la mano en la azada, y luego se vuelven para atrás, los que enseñan una doctrina y luego llevan una vida completamente opuesta a lo que predican, son los Fariseos, por eso dijo Jesús: “Escuchar lo que os dicen, pero no los imitéis”.

           Son los que querían apedrear a la mujer adúltera, pero que de una manera oculta eran también ellos adúlteros de obra o de deseo. Jesús el manso cordero de Dios, era inexorable con ese tipo de personas, a las que llamaba, y sigue llamando “Sepulcros blanqueados”.

          Y en estas estrofas, está perfectamente reflejado como tenemos que comportarnos y luchar para poseer la Sabiduría, practicando los mandamientos, fortalecidos por los Sacramentos, profundizando cada vez más en la inmensidad de la Majestad de Dios.

         Entonces es cuando nos damos cuenta de que Dios nunca nos abandonará, recordando las palabras de Jesús cuando dijo: “Buscar primero el Reino de Dios, y todo lo demás se os dará por añadidura”.

          Y al sentir el Amor de Dios, que crecerá cada vez más en nosotros, crecerá también nuestra alabanza, porque descubriremos entonces el don tan grande que nos ha dado para conocer esa Sabiduría que Dios que nos ha infundido en el corazón, y entonces nuestra alegría se transformará en gratitud, y alabaremos a Dios con la lengua que Él nos ha dado.


Acercaos a Mí, los ignorantes,
y establecéos en mi escuela
¿Por qué estáis privados de todo esto,
si estáis tan sedientos de ello?
He abierto la boca para deciros:
“Adquirirla sin dinero”;
poned vuestro cuello bajo su yugo y
 recibid la doctrina, pues está cerca
 y podéis alcanzarla.







         Jesús el Maestro, llama ignorantes a los que no quieren acercarse a su escuela, y que por eso no quieren seguir sus mandamientos, se trata de los soberbios como algunos grandes científicos e investigadores, que pasan su existencia en la Tierra para adquirir ciencia humana, pero que no quieren ver a Dios en todas sus Obras. Es lo contrario de los humildes, que son como niños y que están atentos a las palabras de Dios, que oyen y ven en todo lo creado. 



          Al ser creada por Dios el alma inmortal, Él ha dejado en ella una huella imborrable, y siempre tendremos sed del conocimiento de nuestro Creador, que vemos por sus dos testigos: nuestra razón, que nos hace creer en Dios en todas sus obras, y que nos hace ver su poder, su inteligencia, su inmensidad, su belleza, su Amor en todas las cosas creadas, y nuestra conciencia puesta por Él, que al contrario de los animales que solo obedecen a su instinto, nos grita: “¡No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti!”. 



          Por eso dice: “He abierto la boca para deciros: “Adquirirla sin dinero”, para eso tenemos que seguir las leyes de Dios y de nuestra Conciencia, que es poner nuestro cuello, que es nuestra fortaleza y nuestros deseos en el yugo de nuestro Creador, para recibir y seguir su Doctrina, y así poder alcanzarla gratuitamente. Entonces nos sentiremos colmados y plenamente satisfechos, porqué "las cavernas infinitas de nuestros sentidos", como así lo afirma San Juan de la Cruz, solo se pueden colmar con Dios, y es cuando lo hemos encontrado que descansaremos en la felicidad eterna, como así lo dice también San Agustín.





Ved con vuestros ojos que poco he trabajado yo,
y que gran descanso he encontrado.
No escatiméis dinero en adquirir instrucción,
Pues en ella encontraréis oro en abundancia.
Alegraos por la Misericordia del Señor
y no os avergoncéis de alabarle.
Realizad a tiempo vuestra tarea,
Y a su hora Él os dará la recompensa.




         Siendo el tiempo relativo, al alma, después de haber pasado por rudos y penosos trabajos, le parece que no ha pasado el tiempo, y eso es por dos razones:

         La primera razón es porque el alma, cuando ha alcanzado la Sabiduría de Dios, que ha adquirido gracias al Amor, que entonces está muy desarrollado en el alma, tiene ya el Espíritu Santo, cuya misión es precisamente  infundirte además del Amor, también la Fortaleza, y aquí el alma dotada de esa tremenda fuerza de Dios, tiene todos sus duros trabajos por muy cortos.

         La segunda razón es porque, como lo explica tan bien San Juan de la Cruz, el alma, que es eterna, tiene la sensación de creer que en el estado en el que ahora se encuentra, nunca se mudará de esa situación, y ahora que ha alcanzado la cumbre, le parece que siempre ha estado allí. El alma pues, ha alcanzado su meta y ante un tan fabuloso tesoro, le parece poquísimo el trabajo que ha empleado para conseguirlo, y disfruta con descanso inefable de tu eterno Tesoro.

         Y como el Amor de Dios, que el Espíritu Santo le ha infundido, gracias a Jesús, está muy desarrollado, por eso se acuerda de su prójimo, ya que el verdadero Amor de Dios si es auténtico, tiene que ir siempre acompañado por ese amor, por eso se acuerda de él y dice a los que quieran oírte, que no escatimen esfuerzos, lo que está simbolizado por el dinero, para alcanzar lo que has encontrado: La Sabiduría que es el oro en abundancia, que se obtiene por la Misericordia de Dios, cuando no se avergüenza en alabarle públicamente. 

          También se descubre que hay que realizar esa obra cuanto antes, porque el tiempo es corto, y los peligros son muchos, porque así Él nos dará la eterna recompensa en abundancia, y el alma tiene temor de que en el momento de acercarse el Juicio de Dios, no haya tenido tiempo en hacer todas las cosas, y entonces le pesará el no haberlas hecho a su debido tiempo, y temerá de que el Altísimo pueda estar enojado por su conducta insensata. Eso es lo que se llama el Santo Temor de Dios, que es un don del Espíritu Santo.





     

lunes, 24 de marzo de 2014

LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y DE LA RECREACIÓN DEL ALMA; LOS "GENES ESPIRITUALES" DE DIOS EN LAS ALMAS

MAPA DE LA RADIACIÓN DE FONDO DEL UNIVERSO
OCASIONADA POR EL BIG BANG





   EVANGELIO 



Juan 10, 31-42.

Los judíos tomaron piedras para apedrearlo. Entonces Jesús dijo: "Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?". Los judíos le respondieron: "No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios". Jesús les respondió: "¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes son dioses? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada- ¿Cómo dicen: 'Tú blasfemas', a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: "Yo soy Hijo de Dios"?   

     En el Evangelio de hoy, Jesús llama dioses a los que siguen los mandamientos de Dios, es también lo que dice San Juan, que seremos como dioses porque veremos a Jesús tal cual es. En estos escritos de los Cuadernos de María Valtorta, Jesús explica como y por qué, las almas serán dioses, si cumplen la orden de Dios: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial".
         

     Está escrito que Dios creó el Universo y el hombre a imagen y semejanza Suya. En este momento, se ha visto en el telescopio de microondas del Polo Sur, el eco del "Big Bang" que es el nacimiento del Universo, que provenía de un flujo que suministraba todos los elementos necesarios para la futura creación de todas las galaxias; su equilibro en el Universo infinito, gracias a los agujeros negros, que son la tremenda fuerza, que los mantiene y dirige, como ocurre con el motor de cualquier elemento en movimiento.

          Se sabe sin lugar a dudas, que todo proviene de una fuente extraordinaria, inexplicable del punto de vista científico, situada en un punto concentrado, que, a una velocidad muy superior a la Luz, suministró en una pequeñísima cantidad de tiempo una cantidad prácticamente ilimitada de partículas atómicas, para que se unieran entre sí, en miles de millones de año, y formaran todo el Universo conocido y desconocido.

          Sabemos que el alma humana, es inmortal, lo que la diferencia de los animales, y de toda la Creación material que tuvo su origen en el “Big Bang”; también está dotada con todos los elementos necesarios para su desarrollo espiritual, son la Gracia de Dios necesaria y suficiente para recrearla, que se suministra a las almas con los Sacramentos en donde existen, o directamente por Dios en los Países paganos, ya que si el alma en sus inicios, tiene grabado el sello del Creador en su conciencia, que es como se explica tan bien en este relato, tiene que formarse y prepararse para su destino, ello es lo que le permite alcanzar la Vida eterna, y ser coheredera del Reino de Dios, es su libre albedrío, que es quien admite o rechaza la Gracia para poder ser Hijo de Dios, o hijo de las Tinieblas.

         El hombre, dotado de alma espiritual, se diferencia de la creación animal y material, que solo obedecen por instinto y sin ningún mérito propio a las leyes impuestas por Dios, ya que no tienen ese libre albedrío, por eso esa creación material está abocada a su desaparición dentro de miles de millones de año.

         *Acabo de ver por la Televisión un programa científico en el cual se explica que el "Big Bang", se produjo en millonésimos de segundos con velocidades muy superiores a las de la luz, es decir con medios que escapan completamente a todas las leyes físicas y matemáticas, eso se llama "Milagro"; ¡Pero ningún científico quiere hablar de Dios!




De los cuadernos de María Valtorta (28-1-1.947)


            Dice Jesús:

           Volver al Origen, presentarse ante el Juez Jesús, no significa ir a un lugar determinado ni tampoco ir al pie del trono eterno. En realidad, estas son formas para ayudar vuestro pensamiento. El alma que abandona la carne que ha animado, se encuentra inmediatamente frente a la Divinidad que la juzga, sin necesidad de ascender y presentarse en los umbrales del Reino bienaventurado. Es verdad fundamental que Dios está en el Cielo, en la Tierra y en todo lugar. Y, por lo tanto, el encuentro se produce en cualquier lugar. La Divinidad colma de Sí todo lo Creado. Por lo tanto está presente en todo lugar de la Creación. Quien juzga soy Yo, más siendo inseparable del Padre y del Espíritu Santo, omnipresentes en todo lugar.

          El juicio es rápido, así como fue rápida toda la Creación, que ocupó solo un milésimo de la más pequeña de vuestras unidades de tiempo. Más en el átomo del instante creativo, el alma tiene tiempo de entrever el Santísimo origen que la crea y de llevarse el recuerdo de Él para que sea instintiva religión y guía en la busca de la fe, de la esperanza, de la caridad que, si observáis bien, son confusamente como germenes informes también en las religiones menos perfectas (la fe en una divinidad, la esperanza de un premio otorgado por dicha divinidad, el amor hacia ella). 

          Y esta última observación de Jesús, da a entender el por qué todos los pueblos de todas las civilizaciones, y de los salvajes, tienen en sí la noción de que existe una o varias divinidades, al ser un germen informe, que es como un gen implantado por Dios en el alma en el instante de su creación.

     Por eso también la gran mayoría de los científicos y paleontólogos, "ateos como cabras", se permiten decir que nuestra Religión Católica fue copiada de una religión anterior, ya que son incapaces de pensar que el Creador ha puesto ese germen en todas las almas, son pues como lo dice el refrán, como el Maestro Ciruela, "que no sabía leer y fundó una escuela".
       
      Del mismo modo, en el átomo del juicio particular, el espíritu tiene tiempo de comprender lo que no quiso comprender en la vida terrenal, lo que odió como enemigo o burló o negó como vana mentira, o al que sirvió con un desapego que exige reparación, y tiene tiempo de llevar consigo el recuerdo, al lugar de expiación o de condena eterna, para suscitar llamas de amor por la eterna Belleza, o torturas punitivas debidas a la desazón por el Bien perdido, un Bien que la conciencia inteligente les reprochará haber querido perder voluntariamente. Y junto con sus pecados, lo recordará, pero será terrible, porque no podrán contemplarlo.



     La creación del alma y el juicio particular son los dos átomos de instantes en la que el alma de los hijos del hombre, conocen intelectualmente a Dios en la medida que es justo y suficiente darles un agente para tender al propio Bien, que han entrevisto apenas, pero que ha quedado impreso en la substancia que, por ser inteligente, libre, simple, espiritual, comprende prontamente, tiene libre voluntad, deseos simples y movimientos o inclinación, o apetito si preferís, para reunirse con medio del Amor con Aquel de donde proviene, y para lograr su fin, cuya Belleza ya intuye, o para separarse de Él, con odio perfecto y alcanzar al que es su infame rey, conservando en el recuerdo de ese odio un tormento, el mayor de los tormentos infernales, una desesperación, una maldición indescriptibles .


      […] He dicho "sed perfectos” para liberar el espíritu de los antiguos de esa sensación de temor que les impedía acariciar la idea de ser dignos de semejar al Padre, a su Padre. Hacía demasiados siglos que el Altísimo era para ellos el Dios terrible y, ante la tremenda Inmensidad de Dios, el amor, la esperanza y la fe quedaban sobrecogidas. Más ya había llegado el tiempo de la Misericordia, del Perdón, de la Paz, de la Amistad, del vínculo filial con Dios. Por lo tanto, he ahí la orden de perfección ilimitada: “Sed perfectos como el Padre”. Y con tal orden, también la implícita seguridad que impulsa a osar “porque, con tal que lo deseéis, podéis llegar a serlo”.



         […] Y el hecho de que la mayor parte de las almas vive de un modo tal que parece desmentir mi afirmación, no niega lo que Yo digo, sino que es la demostración de la enorme perversión del hombre en sus afectos y deseos, debida a sus alianzas con el Mal. En verdad son muchos los que sofocan con el dogal de los vicios y los pecados la propia alma, tras haberla hecho esclava de Satanás, de quien se han vuelto aliados. La ahorcan definitivamente para no seguir oyéndola gritar y llorar al recordar que el Mal no es lícito y que existe el castigo para quien lo practica. 

       Estos son los que, de hijos de Dios, se vuelven criaturas-hombre por la pérdida de la Gracia y que luego de hombre pasan a ser demonios, pues el hombre, apartado del Bien, es como una enredadera que se trepa al Mal para sostenerse. Donde no existe la Ley sobrenatural, difícilmente existe la ley moral y si existe es siempre imperfecta. Y donde la Ley moral es imperfecta o está ausente, vive de modo total o parcial la triple concupiscencia.

          Más si parece que la mayor parte de las almas cambia con su modo de actuar el natural recuerdo y deseo de Dios y la propia voluntad de tender hacia un fin gozoso, hay que recordar que en el hombre existe la criatura carnal y la espiritual y que el hombre posee el libre albedrío que siempre está al servicio de la parte más fuerte. Ahora bien, si uno va debilitando las almas por culpa de los vicios y los pecados, es seguro que el alma se volverá débil y que, al mismo tiempo, se fortificará la parte animal, que avasallará la más débil hasta matarla. Más no por ello podrá negarse que el alma ha sido creada con capacidad para recordar y desear naturalmente su fin.



DIFERENCIA ENTRE LAS CRIATURAS TOCADAS POR

LA GRACIA DE DIOS Y LAS PAGANAS


La índole del alma es la índole espiritual. Por eso el alma tiene deseos espirituales, aunque en los que no están regenerados por el Bautismo y que, por lo tanto están privados de la Gracia, tiene solo deseos conforme al reino espiritual de donde proviene y en donde siente que instintivamente que está el espíritu Supremo. En cambio en las almas vueltas a la Gracia por la regeneración del Bautismo y mantenidas y robustecidas en dicha Gracia por los demás Sacramentos, la atracción del alma a su fin se produce divinamente, pues la Gracia – es decir, nuevamente Dios - atrae hacia sí a los hijos dilectos, se los acerca cada vez más, los coloca cada vez más en la Luz a medida que van ascendiendo gradualmente, en la espiritualidad, de modo que la separación disminuye y la vista es cada vez más intensa, el conocimiento más vasto, la comprensión más amplia, el amor más perfecto, hasta llegar a la contemplación, que es ya unión y fusión de la criatura con su Creador, un acto temporáneo e imborrable y transformador, porque el abrazo del Fuego de la Divinidad que encierra a su criatura extasiada imprime un carácter nuevo a estos seres vivientes, que ya están separados de su condición humana y espiritualizados en Serafines, y que son doctos en la Sabiduría que Dios les otorga al darse a ellos como ellos a Él.

          […] Las almas recuerdan ¿Por qué lo hacen? Porque Dios, así como le dio a Adán la esperanza de una Redención, de esa Redención, a fin de mitigar contemporáneamente el rigor de la condena, del mismo modo le dejó el recuerdo del tiempo feliz para que le confortara en el dolor del exilio y para que fuera para los hijos de Adán el estímulo santo de amar al que para ellos era el Desconocido.

        Y no solo eso, pues, al crear las almas, Dios no privó a los hijos de los hombres de esa natural inclinación hacia la Divinidad que, por si sola puede ayudar a alcanzar el fin por el cual ha sido creado el hombre: amar al Señor, al Dios Omnipotente y Omnipresente, cuyo Todo incorpóreo colma el infinito y a quien el hombre siente, más o menos exactamente, y ve en todo lo que le rodea, le penetra y le asombra. En los salvajes se tratará del fragor del rayo o del duradero esplendor de la aurora boreal; para los idólatras consistirá en la potencia del león o en la vida anfibia del caimán; para los creyentes en las religiones reveladas, aunque no perfectas, en las manifestaciones naturales consideradas como acciones o manifestaciones de cada dios.

         En el ciudadano pensador o científico, en los fenómenos celestes o en el admirable organismo de los cuerpos; en el creyente, además que en la Doctrina, en la vida misma del alma, que se manifiesta con sus luces y con los latidos que corresponden a otros latidos, aún más ardientes, de un Amor eterno que la ama; en la maravilla del nacimiento y en el misterio de la muerte de una parte de lo humano mientras que la otra vive una vida más verdadera.

     Pero en todos los casos y en todas las cosas, el hombre siente una Presencia invisible y potente, tanto si la niega – y al negarla ya admite su existencia, pues se niega sólo lo que existe y que sabe que otros muchos creen – como si la odia y con su odio confiesa que Ella existe, como si la ama y con su amor proclama que la cree real y que un día espera no ya creer (en Ella) sino gozar en Ella.

          Dios hizo lo siguiente: dejó en el hombre la inclinación hacia el Bien supremo. ¿Y no es esto recuerdo? ¿Os parece que no podía hacerlo justamente Él, que es Omnipotente y que desde hace milenios gobierna la Creación sin esfuerzo ni cansancios y que sin un instante de pausa, crea almas, juzga almas, conoce al instante todas las acciones de las mismas, o mejor, las pre-conoce, pues el Pasado, el Presente y Futuro son un existir único ante su Pensamiento, las sigue en su desarrollo, las juzga sin confusiones ni errores y juzga las almas, que tras su orden, abandonan la carne a la que se las había mandado y vuelven al mundo ultraterrenal ya supercreadas, recreadas o, quizás deba decir, destruidas por la libre voluntad del albedrío?

          Pero a vosotros, que cogéis siempre el sentido material de las palabras y no el sentido de las mismas, esta expresión os haría reaccionar como ante un anatema. Entonces diré: almas feas, deformes, mutiladas y desviadas porque han borrado voluntariamente el recuerdo del Divino. Porque, más que cualquier lección que se pueda aprender en todo tipo de escuelas, precisamente es este recuerdo el que le enseña al alma a perseverar en las virtudes, por amor del propio Dios y por la esperanza de llegar a poseerle un día, más allá de la vida, en la Vida sin fin.

    Y aquí me permito recordar una conversación que quedó grabada en mi mente y que recordaré hasta el último instante de mi vida terrena, son las palabras del Arzobispo, que no niega el Dogma de la Iglesia sobre la existencia del Infierno, pero que según él, "está vacío”, me dijo: ¿Ud., que es padre, condenaría a un hijo suyo al Infierno? ¿Cómo este individuo no sabe que ser hijos de Dios depende únicamente de nuestra voluntad de ser fieles a la Gracia, y que el alma, como lo dijo Jesús a Nicodemo, tiene que volver a nacer es decir recrearse, para poder entrar en el Reino de Dios? 

¿Como no entiende que ser hijo de Dios significa seguir sus mandamientos?, y que el que no los sigue, y no se arrepiente, se transforme en hijo del padre de las tinieblas, que le dijo a Dios: "No serviré" ya que como lo dijo Jesús: "Yo soy la Luz del mundo el que me sigue no andará en las tinieblas".

     ¿Cómo puede ser, que al recordarle la Parábola del Evangelio del rico Epulón y del pobre Lázaro, y al hablarle de los pederastas que abusan de los niños, los torturan y los matan, e incluso llegan a colgar esas imágenes en la red, este me contestó: “¡Eso son interpretaciones suyas!”?

          […] Amadme a Mí más que a la ciencia. Bendecidme a Mí y no a vuestro saber. Y amad también al “niño” que tomé para colocarlo entre vosotros. Y, junto conmigo, bendecid al Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque una vez más se ha revelado a un ser pequeño en vez de haberse revelado a los sabios.   
                                                   
      […] Yo os lo digo: El Señor no muestra su Reino a los doctos sino a los que están iluminados por la Gracia y viven en el amor; y solo Dios elige, coge y posa en la cumbre del monte, donde el Cielo está tan cerca que el espíritu puede gritar, ardiendo, las palabras que debían ser el grito de todos los hombres: “He aquí a mi Dios. ¡Le veo! ¡Le siento! ¡Le conozco! Estoy devorado y recreado por el Amor".
     
        Pequeño Juan (se refiere Jesús a Mª Valtorta), también puedes recordarles que el hombre tiene un ángel como custodio y que este espíritu no está inerte junto al hombre sobre el cual refleja las luces que él mismo, por ser ángel, reverbera al adorar la infinita Luz. Quédate en paz, alma mía”.









martes, 11 de marzo de 2014

DIÁLOGO DE YAHVEH CON JOB: EL SUFRIMIENTO DE LA HUMANIDAD


En el libro de Job, Nehemot el hipopótamo simboliza a Lucifer, entonces el Elefante simboliza  
al Arcángel San Miguel.




          Contestación de Dios a los que critican su divina Providencia. Descripción de las fuerzas del mal, que por razones de Justicia, ya que en este mundo están mezclados el Bien y el Mal, tienen que subsistir, como subsisten mezclados y aparentemente iguales en sus inicios en los campos, el trigo y la cizaña. En la Parábola del trigo y la cizaña, a la petición de arrancarla antes de su maduración, el Dueño de la mies dice: "No, porque arrancaréis también el trigo", y es que la imagen de la parábola tiene un significado muy profundo.

              El alma está en este mundo en estado de gestación, y ante el sufrimiento y la dicha, que son para la planta como la lluvia y el sol, estas almas se van transformando en hijas de Dios o en hijas de las Tinieblas, igual que la cizaña que al principio es como el trigo, pero a la hora de la cosecha, se han diferenciado ya ambas, y los segadores pueden distinguirla fácilmente, mientras que al principio, al ser iguales,  era imposible hacerlo. 

         Explicación de como Dios actúa para vencer a las fuerzas del mal, sin quebrantar en modo alguno la libertad del hombre, ya que la libertad que para que sea verdadera, tiene que coexistir el bien con las fuerzas del mal, y su Príncipe tenebroso Satanás, tiene que poder tentar para adueñarse de las almas que le son afines, así como también las almas tienen el poder de escoger el Bien, cuyo Príncipe Luminoso es Cristo Jesús. 

        Satanás, para llevar sus afines a su maldito reino, movido por el odio y la envidia, no ha arriesgado absolutamente nada, Jesús muy al contrario, movido por el amor verdadero, ha arriesgado y perdido absolutamente todo, se ha entregado voluntariamente en manos de sus verdugos, que, después de torturarlo, le quitaron hasta la Vida, clavándole en la Cruz.

          Y es que las armas de Satanás son la soberbia,  el egoísmo y el odio: "Lo bueno para mí, y lo malo para ti"; y el arma de Jesús es la humildad, la misericordia y el amor: "Lo bueno para ti, y lo malo para Mí".Y Lucifer el que era el Arcángel más subido del Cielo, no puede vencer a las almas que están bajo la protección de Dios Todopoderoso.


            En la Vida del Santo cura de Ars, se oyó al Demonio, el "Grappin", como así lo llamaba, dirigirse al Santo al que apodaba "mangeur de truffes" (comedor de patatas), porque el Santo se alimentaba de patatas hervidas.

      Declararó que era imposible vencerlo, debido a la protección de la Virgen María y por la acción del "Dragón", que para Satanás era el Arcángel San Miguel. 




Del libro del Santo Job.


El Señor respondió a Job desde la tormenta y dijo: 
¿Quien es el que enturbia mi consejo con palabras sin sentido? 
Si eres valiente, prepárate yo te preguntare y tu me responderás.


          Yahveh habla desde su omnipotencia a los incrédulos, y a los que quieren cuestionar su divina Providencia, por culpa de los sufrimientos y de las desgracias de la humanidad, y que se creen más sabios que Dios. Un día se le preguntó a un famoso misionero, un ex-jesuita casado, que trabaja en la India a favor de los pobres, que le parecía el mundo en que vivía, dijo que "¡Si fuera Dios, yo lo hubiera hecho de otra manera!". Es increíble, la soberbia que tiene este individuo, que como Satán, no solo quiere ponerse a la altura de Dios, pero encima, para colmo, quiere ser superior a Él. 


¿Donde estabas tú cuando afiancé la Tierra. 
Habla, si es que sabes tanto. 
Sabes tú quien fijó su tamaño y midió sus dimensiones? 
¿En que se apoyaron sus columnas, quien asentó
su piedra angular mientras cantaban a coro 
las estrellas del alba, y exultaron todos los seres celestes?



         Aquí, pregunta Dios sobre los misterios de la Creación, sobre las fuerzas que rigen su rumbo, sobre su afianzamiento, la energía que la sostiene, y las leyes que la rigen. No solo se trata de la creación de la Tierra, cuya duración en el tiempo es limitada y por lo tanto es una ilusión, pero también trata de la recreación del alma, desfigurada por el pecado original, creación eterna, que igualmente está sujeta a unas leyes que rigen sus dimensiones espirituales, y que se apoya en unas bases cuya piedra angular es Cristo Jesús, y que tiene por columnas la razón y la conciencia, puestas por Dios, que son los dos olivos que vio el Profeta Zacarías en la visión de las siete lámparas, que representan a los siete Espíritus de Dios en misión por toda la Tierra, revelados en el Apocalipsis. 

          Ante el canto de asombro y de admiración de los Ángeles del Cielo, y de los coros angélicos, que desde el alba de su Creación, están alabando y exultando de alegría por las maravillas de la Creación de Dios, cuya imagen terrena son las estrellas multicolores y de múltiples dimensiones, que nos anuncian el alba del mundo celestial, y que también a su manera, obedeciendo las leyes del Cosmos, alaban a Dios. 




¿Quien encerró con doble puerta al mar, 
cuando salía a borbotones del seno de la tierra, 
cuando le puse las nubes por vestido, 
y los nubarrones por pañales; cuando le señalé 
un límite, le fijé puertas y cerrojos y le dije:
No pasarás de aquí, aquí se romperá la soberbia de tus olas? 



        Limitando las fuerzas del mar, que intentan anegar a borbotones a la Tierra, que simbolizan la mentira, que quiere destruir a la Verdad, mentira y maldad de Satán, a las cuales se le ha puesto doble puerta: La de la Justicia divina y la de las leyes de los hombres, que impiden toda la acción de esas fuerzas infernales, tapando Dios su horror con las nubes, y limitando su poder, que es imponiéndole un limite a la soberbia de las olas. De sobra sabemos lo que ocurre con los tsunámis, cuando las olas rompen los límites impuestos por Dios. Es cuando el mar inunda a la Tierra y lo destruye todo a su paso, causando muerte y dolor.


¿Has mandado en tu vida a la mañana, 
o has asignado su puesto a la aurora, 
para que agarre a la tierra por sus bordes,
y sacuda de ella a los malvados?



       Dios es el que envía la esplendorosa luz de la aurora, vencedora de las tinieblas, que simboliza su Espíritu de verdad, siempre vencedor de la mentira. La Virgen María, ya presente en la mente de Dios desde toda la eternidad, representada aquí por la Aurora de la mañana, es la que vence a las fuerzas infernales, sacudiendo y expulsando su acción, con la ayuda del Arcángel San Miguel, y poniéndolas en fuga. 

         En la naturaleza, vemos como las madres de todos los seres creados por Dios, defienden por intuición a sus crías, arriesgando hasta su vida para protegerlas. De la misma manera, y aún con mucho más intensidad, porque su fuerza está otorgada por el Todopoderoso, movida por el Amor, y no por instinto, la Santísima Virgen María, Madre de la Humanidad, protege a las almas que se acogen a ella, contra el gran depredador de esas almas: Satanás.

        



El da forma a la Tierra, como el sello a la arcilla, 
y se tiñe de color como un vestido; 
pero niega la Luz a los malvados 
y el brazo altanero queda roto.



       La Gracia de Dios, es la que transforma poco a poco a las almas, en la vida terrena de cada ser humano, como así lo hace el alfarero y las va tiñendo de color, mudando su paganismo, y transformándola poco a poco en un hombre nuevo, gracias a un nuevo renacer, como así lo explico Jesús a Nicodemo, va derrotando a los impíos, negando el entendimiento a los malvados, y rompiendo su acción altanera y perversa.

         El hecho de negar la Luz a los malvados está muy bien explicado en las Escrituras con San Pablo, cuando dice: "Las cosas de Dios, cuando más sublimes, más absurdas son para el mundo, y al revés, las cosas del mundo cuando más sublimes son para el mundo, más absurdas son para Dios".

 



¿Has llegado hasta la fuente de los mares. 
has pisado en las honduras del abismo, 
te han mostrado las puertas de la muerte?
¿Has visto los umbrales de las sombras, 
has abarcado la anchura de la tierra? 
Habla si es que lo sabes todo...




          ¿Acaso conoces tú el origen del mal, y las consecuencias del pecado, que intenta arrastrar a las almas al abismo infernal, ya que según la Escritura divina, un abismo de pecado llama a otro abismo, puedes tú ni siquiera entrever a donde van a parar los merecedores de la segunda muerte?       

        ¿Acaso sabes como y por qué empiezan a caer los pecadores, acaso conoces la multitud de las tentaciones del orbe?         

       ¡Contesta a estas preguntas si puedes, tú que crees que todo lo sabes! 




Si eres valiente, prepárate Yo te preguntaré
y tu me responderás, ¿Intentas decir que soy injusto,
vas a condenarme a mí, para darte la razón, 
eres tan fuerte como Dios truenas con voz como la suya? 
¡Vamos, adórnate de Grandeza y Majestad,
revístete de gloria y esplendor; 
da rienda suelta a tu ira, 
y con una mirada humilla al soberbio; 
derriba de una mirada al altanero, 
aplasta en su sitio a los malvados; 
húndelos juntos en el polvo, enciérralos en la mazmorra;
y Yo mismo cantaré tu alabanza:
¡Tu diestra te ha dado la victoria!




        ¿Como te puedes poner a la altura de Dios, tú que ignoras el origen y las leyes que rigen el mecanismo del Cosmos y que además, desconoces todo sobre el poder de las fuerzas infernales, que te sobrepasan ampliamente?, ya que solo Yo, con mi fuerza, mi poder, mi Grandeza y Majestad, mi Gloria y Esplendor infinitos, puedo abatir a los soberbios y derrotarlos, hundiéndolos en el polvo. ¡Tendrías que alabarme y proclamar mi victoria! 

          ¿No te das cuenta que es tu soberbia, al igual que Lucifer, que te hace rebelarte contra Mí?, ¿como puedes creer que un ser de una capacidad limitada, puede enfrentarse a un ser Infinito?, ¿Como es que no te das cuenta de que la diferencia que hay entre la inteligencia de un insecto y tú, es mucho menor de la que existe entre tú y Yo?




Mira a Beemot, lo creé Yo, igual que a ti;
come hierba como un buey. 
Mira que fuerza hay en sus lomos. 
Que vigor en los músculos del vientre.
Yergue su cola como un cedro, 
los nervios de sus muslos están entrelazados;
sus huesos son tubos de bronce.
Sus vértebras como barras de hierro.
Es la obra maestra de Dios, 
solo su autor puede derrotarla,
le ofrecen su tributo los montes, 
y las bestias salvajes que viven en ellos. 
Se acuesta bajo el loto, 
se oculta entre las cañas del pantano;
la sombra de los lotos lo recubre, 
lo envuelven los sauces del torrente. 
Si el río crece, no se inquieta, 
está tranquilo aunque el Jordán le llegue al hocico. 
¿Quien podrá apresarlo de frente, 
o ponerle una argolla en el hocico?




         Descripción de Beemot, el hipopótamo, imagen de Lucifer, la bestia mas poderosa de la Tierra, la obra maestra de Dios, que es inteligentísimo e imbatible en su medio natural que es el río, y que en África, mata a más gente que las fieras como los leones.      

       Vive en los lugares húmedos, que simbolizan el hedonismo actual, y está escondido al acecho en los juncos, con apariencia de flores de loto, quiere arrastrar a las almas a su maldito reino, no teme enfrentarse a las aguas del Jordán, que son los elegidos, que reciben la Divina Gracias que Yo les mando, nadie puede apresarlo ni amansarlo. Puede con sus imponentes fauces derrotar hasta los demonios de menor rango, como los cocodrilos, partiéndolos por la mitad, por eso todos le temen y le obedecen. 



¿Puedes pescar a Leviatán con anzuelo,
o sujetar con un anzuelo su lengua?
¿Clavarás un junco en sus narices,
taladrarás con un gancho sus fauces? 
¿Te hará acaso largas suplicas, o te dirá cosas tiernas? 
¿Hará contigo el pacto, de ser tu siervo para siempre? 
¿Jugaras con él como con un pájaro, 
o lo atarás como juguete de tus niñas? 
¿Traficarán con el los pescadores?
¿Lo venderán en publica subasta?
¿Acribillarás su piel con dardos?
¿Taladrarás su cabeza con arpón? 
Atrévete con él. Te acordarás y no volverás a hacerlo.
(.....)
Su corazón es duro como roca, 
duro como piedra de molino. 
Cuando se yergue, se asustan los valientes.
El terror los hace retroceder. 
La espada que le alcanza no se clava,
ni tampoco lanza, dardo o jabalina;
paja es el hierro para él, 
y el bronce, cual madera carcomida;
no lo pone en fuga la saeta, 
polvo son para el las piedras de la honda; 
como golpe de caña le resulta la maza,
se ríe del silbido del dardo.
Tiene bajo el vientre tejuelas puntiagudas,
que arañan el fango como un trillo.
Hace hervir el abismo como una olla, 
hace del mar un pebetero; 
deja detrás de si una estela brillante, 
y el mar parece una estela blanca. 
No tiene igual en la tierra, es una criatura sin miedo;
hasta a los más arrogantes hace frente.
¡Es el rey de todas las fieras!


        Descripción de Leviatán, el Cocodrilo, invencible también sin la ayuda de Dios, imagen de la jerarquía demoníaca de rango menor que Lucifer, y de "los malos espíritus, que andan dispersos por el mundo, para la perdición de las almas". Aquí están descritas de una manera alegórica, pero perfecta, toda su crueldad: su corazón es duro como roca, es decir que no tiene ningún sentimiento de compasión, ejerce el mal y practica la mentira y no teme a nadie, nada más que a Dios.  




Job respondió al Señor y dijo: 
Sé que todo lo puedes, que ningún acontecimiento 
esta fuera de tu alcance. 
(....)Me he atrevido a hablar insensatamente,
de acontecimientos extraños, que no comprendía
y que ignoraba. Escucha - me dijiste -, 
déjame hablar; Yo te preguntare y tu me responderás. 
Te conocía solo de oídos, pero ahora te han visto mis ojos.
Por eso me retracto, y me arrepiento, 
cubierto de polvo y ceniza.


      Respuesta de Job, que ha comprendido que todos los padecimientos de su destino, eran necesarios para derrotar a las fuerzas del mal con la ayuda de Dios, y así, poder entrar en el Reino de los Cielos. Profundo arrepentimiento de Job que se cubre de polvo y ceniza que simbolizan el dolor y la pena de haber dudado de la acción de la Providencia divina.

      Reconoce humildemente, que las obras de Dios en su creación, son comportamientos extraños que no comprendía, al contrario de los soberbios, que quieren enmendar lo hecho por Dios, poniéndose a su altura y opinando sobre asuntos que no pueden comprender.


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REFLEXIÓN PERSONAL

       ¡Oh, Señor, veo tu mano en todos los acontecimientos de mi vida, veo como todos mis sufrimientos, me los has mandado para el bien de mi alma. Veo que se han cumplido todos tus designios a lo largo de mi largo recorrido en este mundo!

        Veo con meridiana claridad, como me has llevado por la senda estrecha que conduce al Cielo, y como, a pesar de mi rebeldía, me has apartado del camino de perdición, que me llevaba derecho al precipicio.

       Te doy infinitas gracias, por haberte acordado de mí, cuando yo había olvidado tus mandamientos, cegado por Satanás que me enseñaba atractivos ilícitos, para así apoderarse de mi alma, que has rescatado con Tu Sangre, Sudor y Lágrimas.

      Te doy gracias por haberme dado una madre de la Tierra, que me enseñó por sus palabras y sobre todo por su ejemplo, cual era el camino del Cielo, y la Madre del Cielo, la Santísima Virgen María, medianera de todas las gracias de Dios, ya que además de ser mi madre, asumió la maternidad espiritual de toda la Humanidad, por eso, todo el que confía en ella, nunca se verá defraudado, y quedará bajo la protección de su manto, como el "polluelo" bajo las alas de su madre.

         Por todo eso, como lo dice San Juan de la Cruz, te debo además de agradecimiento, por haberme creado, Amor ilimitado, con todas mis fuerzas, por haberme redimido, con el precio infinito de Tu Vida, Pasión y Muerte, de lo cual soy en alguna medida, responsable por mis pecados, pero profundamente arrepentido.