MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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viernes, 18 de julio de 2014

EL ALMA PUEDE MORIR Y RESUCITAR, EL TEMOR PRECEDE SIEMPRE AL AMOR.

EL HOMBRE TIENE QUE ESCOGER ENTRE EL AMOR Y EL ODIO
Bella imagen del ángel tenebroso, teniendo en sus manos un dragón,
que es el odio; y el ángel de Dios, teniendo en su mano
 una preciosa ave, que es el Amor



         Este discurso del Ángel Azarías es para mí - aparte de la Biblia, y sobre todo de las Palabras de Jesús en el Evangelio, con las Epístolas de los Apóstoles -, el más sublime de los que se han pronunciado, y que han sido oídos por un ser humano. Estas palabras son una verdad que "muerde" a toda la retahíla de progresistas que predican insistentemente la Doctrina "descafeínada" de los teólogos progresistas tipo Hans Kung, Massiá, Queiruga y tantos otros que son los abanderados de la teología de la secularización, del relativismo, y del inmovilismo con sus discursos anestesistas: "Dios te quiere como eres, hagas lo que hagas, Dios siempre te querrá, ¡hay que estar a gusto con sus pecados!".

          El Ángel explica claramente que cuando se odia, se corta como con un cuchillo la unión con Dios, y el alma muere y se vuelve putrefacta, solo el arrepentimiento profundo y sincero opera el Milagro de Dios, que resucita el alma, hecho que solo es posible en esta Tierra cuando el trigo aún no ha madurado y está mezclado con la cizaña sembrada por Satanás, como lo dice el Evangelio.

PALABRAS DEL ÁNGEL AZARÍAS

A MARÍA VALTORTA (23-6-1.946)


           [...] El temor de Dios preserva de las culpas y dota de vista segura al espíritu del hombre, y el espíritu que "ve" no puede dejar de creer en Dios y en sus Palabras y, de esta suerte salvarse de la muerte espiritual. Juan, el Precursor, predicaba el temor de Dios para descombrar los caminos al Cristo que venía a salvar a su pueblo. Jesús, el Salvador, predicó el amor por los caminos de la Salvación.

             El temor precede siempre al amor; y diré así, la incubación del amor es la metamorfosis del sentimiento en un grado más elevado. El temor es todavía del hombre mientras que el amor es ya del espíritu. El hombre que teme a Dios se halla, a no dudar en el buen camino siempre que su temor a Dios sea justo, es decir, que no sea un ignorante e irracional miedo de Dios, más con todo, es siempre un camino trillado por quien no han desplegado las alas para volar a un desconocimiento más alto de lo que es Dios, esto es: Misericordia y Amor. El hombre que teme sigue sintiéndose el castigado por la culpa antigua y las suyas actuales. En cambio el hombre que ama, se siente el "perdonado" por los méritos de Cristo y revestido con ellos, de modo que el Padre ya no lo ve como súbdito, sino como hijo. El temor es bueno para tener sofrenada con las riendas a la materia; más el Amor es óptimo para dotar de calor de santidad al espíritu.

       Con solo el temor, el culpable se arrepiente; más su arrepentimiento es todavía mudo y oscuro al estar sofocado, cual llama bajo el celemín, por el temor al Dios Juez. El culpable que al temor añade el Amor, suspira y su alma se encuentra ya en una luz que le ayuda a hablar al Padre y a ver su estado espiritual porque, no ya las culpas graves, pero también las veniales e imperfecciones se le presentan cual pobre capa de hierba bajo árboles altísimos y, a su vista, puede, no solo talar los árboles, más también arrancar los brotes, limpiando así el terreno para sembrar en él las virtudes gratas a Dios.

               Por tanto el culpable cuya fortaleza estriba en el amor, no solo posee el arrepentimiento perfecto - porque se arrepiente, no ya por temor al castigo, pero por la pena de haber causado pena a su Dios amado - sino que en el mismo amor tiene su absolución primera. Y en verdad, pocas veces aquel que ama con todo lo que esto es, llega a las culpas mortales. Solo un asalto imprevisto y feroz de Satanás y de la carne podrán abatirle momentáneamente. Más en general, el amor preserva de caer y cuanto más fuerte es, tanto más débil será el pecar, lo mismo en número que en gravedad, hasta ir menguando el pecado, quedan solo imperfecciones apenas aparentes en aquellos que alcanzaron el perfecto amor, es decir la Santidad.

               El Apóstol Juan, el bendito y amoroso Juan, os da en la Epístola la medida de lo que puede la caridad y las cumbres que alcanza. Y, en contraposición, os hace ver el abismo en que se precipita quien no tiene la caridad:

"Nosotros sabemos haber sido transportados de la muerte a la Vida porque amamos a los hermanos"-

                ¡De la muerte a la Vida! María, ¡que frase tan lapidaria!  El hombre, si no ama, ha muerto, es un muerto. Y si ama, el hombre, tras haber sido muerto, resucita y adquiere la Vida. ¿Como puede ser? ¡Esto es un verdadero milagro! Los pobres, los verdaderos pobres del mundo, es decir aquellos que no conocen a Dios, no pueden asimilar esa verdad y se ríen de ella, como palabras de locos. Más el que cree, el que realmente cree la comprende perfectamente.

              Dios es caridad, por eso el que ama está en Dios ¿Quien es el que da y devuelve la vida? Dios. Sea que traiga al hombre del barro y lo vivifique con el aliento divino espirando sobre la forma de creta, sea que coopere a la formación de los hombres creando un alma para el embrión animal que fue concebido en un seno, el alma: la vida del hombre que no es un bruto y que, sin esta vida de su existencia, no estaría ni materialmente vivo porque a él para estarlo, no le basta tener como los animales, la respiración en las narices sino que debe poseer esta alhaja espiritual, esta vena espiritual que le mantiene unido al Seno Santísimo de su Creador y nutrido por el que es Espíritu, Luz, Sabiduría y Amor. Y sea por fin a aquel que entregó su alma, el que la vuelva a infundir resucitándolo, es siempre el "Quiero" Divino el que hace vivir a la criatura.

    Y quiero aquí añadir unas observaciones personal: efectivamente el mono dicen que comparte el 99% de los genes del ser humano, pero el mono al no tener alma es un ser virtual, es decir un espejismo, porque para Dios que es eterno, solo lo importante es lo que es también eterno, ya que está escrito que Dios hizo el hombre a su imagen y semejanza, naturalmente la mayoría de los antropólogos obcecados y soberbios, que siendo finitos quieren explicar la Creación que es infinita, consideran el mono como un ser humano y algunos están empeñados en clasificarlos en esa categoría.

           El alma humana puede por el pecado morir, pero en este mundo gracias a la Comunión de los Santos, gracias a las oraciones de los hermanos, puede lograr en esa alma abrir un resquicio para que penetre en ella la Luz divina, y lograr el arrepentimiento que es la sublimidad del amor, en ese caso Dios puede resucitar al alma muerta y devolverle la Vida, hecho que será imposible a la muerte de la persona, porque la mies estando segada no puede volver a crecer, y el trigo irá en los graneros de Dios y la cizaña al fuego eterno, como así lo explica Jesús.

           Mas la criatura  tiene una vida en su vida: su alma, y esta que, al ser inmortal, no muere por la muerte física, puede muy bien morir si, como antes he dicho, se separa del seno de su Señor. El odio, cualquiera que sea su forma y testimonio, es el cuchillo que corta la ligadura que une el Señor con el alma, una vez separada del Señor, muere.

            Por eso únicamente la caridad es la que de los muertos hace vivos. Porque sin Caridad estáis muertos. Y muertos estaban muchos, y más antes que la Caridad hecha Carne viniera a enseñar el Amor como Salud.

        Por eso puede muy bien decir el Apóstol Juan, que los verdaderos cristianos han sido trasladados de la muerte a la Vida por la Caridad que tiene su mandamiento de amar a los hermanos hasta el holocausto, dando así el ejemplo del Amor perfecto. El mandamiento del Amor, que los buenos acogen, es como el soplo de Vida inspirado al barro para hacer de él a Adán, o el Fiat que se repite en cada infusión del alma en un germen de hombre y, sobre todo, como el grito del Resucitador: "¡Yo te lo digo: levántate!" y el "¡Lázaro, ven afuera!" a los resucitados de Palestina.

              Dios, que vuelve a entrar con el Amor, devuelve la Vida a los muertos mediante el Amor. Más el que no ama continúa en la muerte, esto es en el pecado, porque el pecado en todas sus formas es odio. El hijo que no respeta a sus padres y los oprime con exigencias y egoísmos, el que daña a su prójimo con la violencia, el hurto, la calumnia y el adulterio es un homicida. Lo es igualmente al que hace morir de vergüenza o de dolor, lo mismo que quien lleva las almas a la desesperación con actos que le arrebatan la paz, la fe, el honor, la estima y el medio de trabajar, de vivir y de procurar la vida a sus familiares, como también el que con su ferocidad sanguinaria o sutiles persecuciones morales lleva a hacer desesperar de Dios y a morir odiándole, son homicidas de sus hermanos y es como si tratasen de matar a Dios en una nueva crucifixión, porque Dios está en vuestros hermanos y vuestros hermanos en Dios del que son hijos, y el homicida de sus hermanos, aquel que, material, moral o espiritualmente odia a sus hermanos, no hiere tan solo a estos sino que, a través de ellos, hiere también a Dios y, como todos los deicidas, está muerto. 

               En el Reino de Dios, no entran los muertos. El Reino de Dios se inicia en el espíritu del hombre sobre la Tierra mediante la unión de Dios y se completa en el Cielo con su plena posesión. Aquí en la Tierra, Dios en vosotros; y en el Cielo vosotros en Dios. Más Dios no entra en la putrefacción de muerte y la putrefacción de muerte no entra en el Cielo.

 En la Jerusalén Eterna, como no habrá Templos "Porque su Templo es el Señor en el que todos estaremos"; como no habrá necesidad de sol ni de luna porque su esplendor es Dios y su luminaria el Cordero; como no habrá puertas por no ser necesarias para Ella, ni Tiniebla para odiarla; así tampoco habrá en ella nada impuro y corrompido, nada muerto sino que tan solo estarán quienes hayan escrito sus nombres en el libro de la Vida, o sea en la Caridad que es la Vida. "En eso conocemos la Caridad de Dios: en que dio su Vida por nosotros".

               

               



martes, 15 de julio de 2014

EL ESPÍRITU SANTO ES EL MOTOR OMNIPRESENTE QUE ILUMINA Y VIVIFICA LAS ALMAS

 
EL ESPÍRITU SANTO ES EL QUE ILUMINA LOS SANTOS,
EL PUEBLO Y TODA LA NATURALEZA





Recuerdo que cuando era joven, tenía verdadero pánico al Espíritu Santo, y a las estatuas de la Santísima Virgen y de los Santos, para mí, que no había profundizado en la fe y en todos los asuntos religiosos, todo era un misterio impenetrable que me causaba pavor, por no decir terror.

Leyendo las obras de María Valtorta, me he quedado sorprendido como ella también, sentía pavor ante el fenómeno religioso, y cuenta que una vez se quedó encerrada en una Iglesia, y llena de espanto, tuvo que clamar con griteríos estridentes para que le abrieran. 

El Espíritu Santo simboliza la fuerza infinita de Dios que está producida por el Amor que es la fuente que produce esta fabulosa potencia, ya que es la que da vida y rige toda la Creación. Y en estas explicaciones del Espíritu Santo a María Valtorta, he hallado respuesta a una pregunta que siempre me ha preocupado: ¿Cómo ha podido sufrir Jesús el Sublime Redentor, sin desfallecer y morir en cuanto verdadero hombre, cargado con la inmensa cantidad de los horribles pecados de toda la Humanidad pasada, presente y futura? 

Cuando Jesús dijo en la Cruz: "¿Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado?", solo en ese momento, fue posible la Redención de la Humanidad, ya que fue entonces cuando Jesús abandonó momentáneamente su condición de verdadero Dios, y entonces apareciendo solo con su naturaleza humana.

Solo entonces se pudo entonces realizar la Redención, ya que Jesús en ese momento, al ser abandonado por su Padre, era solo verdadero hombre, ayudado solo por el Espíritu Santo, que es el amor, lo que le ocurrió a Eva y como le sigue ocurriendo a todos los seres humanos, y es que el pecado original, cometido por un ser humano, solo podía ser redimido por otro ser humano, y no por Dios, es por eso que Dios Padre abandonó a Jesús para que esa Redención fuera posible. 

Creo que esto fue, como he leído en El Poema del Hombre Dios, lo que hizo perder toda esperanza de Salvación a los condenados, y que produzco en el Reino de Satanás un grito de desesperación, ya que Satanás esperaba que en ese momento, sin el apoyo del Padre, Jesús sería incapaz de asumir el terrible sufrimiento de expiar por todos los pecados de la Humanidad pasada, presente y futura, y que la redención no podía realizarse sin el apoyo del Padre, además si un hombre como Adán pecó, la Redención tenía que hacerse por otro hombre. 

El fin del mundo ocurrirá cuando el Espíritu Santo - por la desidia de la Humanidad pecadora, liderada por el Anticristo, al estar apartada de Dios - retirará su Acción Vivificadora, lo que acarreará la muerte del Universo y de toda la Humanidad. 



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(3-5-1.946)


Dice la muy beatificadora voz del Espíritu Santo:


"Porque estoy sobre ti, estás en el haz de mis rayos. Soy Yo toda la luz que recibes. Soy Yo toda la Paz de que gozas. Soy Yo todo el júbilo que experimentas. Estoy sobre ti, no visible pero presente. Aunque creas que estás sola, estás protegida. Porque el Amor no falta nunca junto a las agonías y los sacrificios de los que trabajan por la Gloria de Dios y la redención de las almas. 

Aunque nada parece demostrarlo, Yo estaba junto al Verbo inmolado. Él clamaba por el Padre y lo consideró ausente. Pero no fue así en cuanto a Mí. Yo estaba en Él cuando sublimaba el Amor elevándolo a la potencia del Sacrificio. Yo estaba en Él y le daba la fuerza de sufrir el infinito dolor del mundo, de todo el mundo y por el mundo. Yo había formado el Santísimo Cuerpo. Era justo que Yo estuviera en el Corazón de la Víctima para recoger sus infinitos medios y entregarlos al Padre. Yo fui el Sacerdote del Calvario. El que alza la Víctima y la ofrece. Yo fui el Sacerdote porque el Amor siempre es Sacerdote en el Sacrificio, es su indispensable Sacerdote. 

Estoy sobre ti, en ti, contigo. Te doy fuerzas para sufrir ofrezco al Padre tu sufrimiento. Déjate inmolar por el Amor que te ama. Quédate en Mí como Yo estoy en ti. Que la paz del Amor esté contigo".

Este dictado del Espíritu Santo, breve pero portador de tanta leticia, responde en estas horas del primer viernes de mayo, fiesta de la invención de la Santa Cruz, a una pregunta íntima que me he hecho mientras rezaba y sufría muchísimo por una violenta crisis cardíaca.

Me decía: "¿Cómo puede ser que una criatura sufra contemporáneamente tanto dolor material y moral hasta alcanzar la agonía, y junto a ello experimente un gozo tan intenso que parece consumir aún más la enfermedad pero que, al mismo tiempo, resulta más eficaz que las medicinas? ¿ Por qué me siento tan feliz yo, que estoy tan enferma y que, hecho aún más importante, estoy tan afligida por el Padre Migliorini por lo que se refiere a los escritos venidos del Cielo que, a pesar de la diversa opinión del Padre, advierto que están sometidos a juicio, y sobre todo a un juicio severo y mal dispuesto?" 

El Espíritu Santo, con su voz inmaterial que con solo acercarse eleva al éxtasis, me dice lo que acabo de escribir...

Mientras el Espíritu Santo me saluda antes de callar, viene el Padre Mariano con el Santísimo Sacramento. El Padre Mariano me encuentra abatida... Creo que mis sensaciones - lo creo sin temor a equivocarme - son semejantes a los de los mártires agonizantes, o sea, debilidad física y sufrimiento físico total, pero en cambio, júbilo y paz espiritual llevadas al máximo límite de lo que pueda gozar una criatura aún en la Tierra...




San Juan de la Cruz da la explicación a María Valtorta sobre el agridulce del dolor y del gozo, en su famoso escrito



LA LLAMA DE AMOR VIVA


[...] Porque Dios ordinariamente ninguna merced hace al cuerpo que primero y principalmente no la haga en el alma; y entonces, cuando mayor es el deleite y fuerza de amor que causa la llaga dentro del alma, tanto mayor es la fuerza en la llaga del cuerpo, y creciendo lo uno, crece lo otro. Lo cual acaece así porque estando estas almas purificadas y puestas en Dios, lo que a su corruptible carne es causa de dolor y tormento, en el espíritu fuerte y sano, le es dulce y sabroso; y así, es cosa maravillosa sentir crecer el dolor en el amor.

La cual maravilla echó bien de ver Job en sus llagas cuando dijo a Dios: "Volviéndote a mí, maravillosamente me atormentas" (10, 16), porque maravilla grande es y cosa digna de la abundancia de la suavidad y dulzura que tiene Dios escondida para los que le temen (Ps 30, 20) hacer gozar tanto más sabor y deleite cuánto más dolor y tormento se siente. Pero cuando el llagar es solamente en el alma sin que se comunique fuera, puede ser el deleite mas intenso y más subido porque, como la carne tenga enfrenado el espíritu, cuando los bienes espirituales de él se comunican también a ella, tira él la rienda y enfrena la boca a ese ligero caballo del espíritu y apágale su gran brío, porque si él usa de su fuerza la rienda se ha de romper; pero hasta que ella se rompa, no deja de tenerle oprimido de su libertad porque como el Sabio dice: 

El cuerpo corruptible agrava el alma, y la terrena habitación oprime el sentido espiritual que de suyo comprende muchas cosas (Sap 9, 15)


      

miércoles, 9 de julio de 2014

COMENTARIOS SOBRE EL DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA PEDERASTIA


 EL GRAVÍSIMO PECADO DE PEDERASTIA.
(Publicado el 9-7-2.014)



Completamente de acuerdo con el Papa; que no pide perdón por toda la Iglesia, está claro que pide perdón por los culpables: los que han cometido el delito, y sobre todo cierta Jerarquía que los ha encubierto.

Estoy completamente de acuerdo con él cuando dijo que "El pecado de pederastia es más grave que las misas negras" (Sic).

Los delitos de los miembros de las corporaciones como cuerpos de policía, abogados, u otros organismos son muchísimo menos graves que los de los miembros de la Iglesia, porque estos representan a Cristo, y con su conducta están blasfemando contra Dios, contra su Esposa la Iglesia, contra los mandamientos de la Ley de Dios, y contra la dignidad de unos niños que son los que más quiere Jesús, porque son humildes e inocentes.

Además apartan de la Salvación a muchas almas, lo que es un pecado mortal, ya que la gente dice: ´´Si éstos que predican la Doctrina son así, esto significa que todo lo que predican es un cuento", y por eso, dejan de creer.

El asunto más grave es el del encubrimiento por parte de los Superiores, porque tienen doble pecado, y todo esto viene por la mentalidad actual, la predicación de la Doctrina ´´descafeínada´´ o ´´light´´: Dios te quiere como eres, todo el mundo es bueno, y el demonio es un cuento, y un dios ´´papaíto´´ no puede mandar a sus ´´hijos´´ al Infierno, por eso ese lugar está vacío.

El demonio ha sido astuto, con su Inteligencia angelical, ha hecho creer de la mano de los Progresistas y relativistas, que él no existe, ni el pecado tampoco. Me alegro de que el Papa actual no haya caído en la trampa como muchos eclesiásticos.

Me he permitido reproducir en este Blog un artículo de Religión en Libertad del Papa Francisco, he borrado el comentario de cierto siniestro individuo que criticaba el Papa por su discurso.



ARTÍCULO PUBLICADO EN RELIGIÓN EN LIBERTAD




Francisco pidió perdón por los miembros de la Iglesia implicados en abusos sexuales o en la omisión de ayuda a las víctimas. 

El Papa este lunes ha orado y ha hablado con detenimiento con seis personas, dos británicos, dos alemanes y dos irlandeses que sufrieron abusos sexuales por parte de clérigos y fueron invitados a Roma por el cardenal Sean O´Malley, el arzobispo de Boston que supervisa el acompañamiento a las víctimas y la mejora de la protección a los feligreses respecto a estos abusos.

Estas 6 personas ya estaban en la residencia Santa Marta, donde el Papa se hospeda y cena, el domingo por la noche, "lo que dio ocasión al Papa para saludarles después de la cena” indicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

A primera hora de la mañana del lunes, el Papa celebró la misa en Santa Marta, con la participación de las víctimas. 

Francisco hizo su homilía en español, “con palabras particularmente significativas, un mensaje muy denso y muy fuerte”, “ha tratado el tema de una manera más directa y amplia” dijo el Director Lombardi.

Acabada la eucaristía, a la salida saludó uno a uno a los participantes como lo hace siempre después de la misa en Santa Marta.

A continuación desayunaron en el comedor de la residencia. A las 9 de la mañana cada uno de los seis participantes se encontró con el Santo Padre, acompañado por una persona que le ayudaba en la traducción. “Los coloquios duraron hasta las 12,20, o sea una media hora con cada uno de ellos” indicó.

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede habló con ellos y pudo constatar “la profunda gratitud que tenían hacia el Santo Padre”. 

En particular por haber “sido escuchados con mucha atención y disponibilidad”. Precisó que “cada uno se manifestó según su sensibilidad y sus sentimientos eran serenos y positivos”. Y añadió que “eran personas que se sentían gratas de haber vivido este encuentro”.

"El Papa -indicó el portavoz- estuvo mucho tiempo con ellos, lo que demuestra la intención de escuchar y entender”. Añadió que el Santo Padre “estaba también muy tocado por este encuentro”.

Y consideró “que esto no es un punto final, sino un camino que se abre hacia el futuro, de sanación y de construcción”.

El cardenal Sean O´Malley por su parte consideró que “el número limitado de personas permitió un diálogo muy profundo”.

Texto íntegro de la homilía del Papa en presencia de las víctimas de abusos:

La imagen de Pedro viendo salir a Jesús de esa sesión de terrible interrogatorio, de Pedro que se cruza la mirada con Jesús y llora. Me viene hoy al corazón en la mirada de ustedes, de tantos hombres y mujeres, niños y niñas, siento la mirada de Jesús y pido la gracia de su orar.

La gracia de que la Iglesia llore y repare por sus hijos e hijas que han traicionado su misión, que han abusado de personas inocentes. Y hoy estoy agradecido a ustedes por haber venido hasta aquí.

Desde hace tiempo siento en el corazón el profundo dolor, sufrimiento, tanto tiempo oculto, tanto tiempo disimulado con una complicidad que no, no tiene explicación, hasta que alguien sintió que Jesús miraba, y otro lo mismo y otro lo mismo… y se animaron a sostener esa mirada.

Y esos pocos que comenzaron a llorar nos contagiaron la conciencia de este crimen y grave pecado. Esta es mi angustia y el dolor por el hecho de que algunos Sacerdotes y Obispos hayan violado la inocencia de menores y su propia vocación sacerdotal al abusar sexualmente de ellos.

Es algo más que actos reprobables. Es como un culto sacrílego porque esos chicos y esas chicas le fueron confiados al carisma sacerdotal para llevarlos a Dios, y ellos los sacrificaron al ídolo de su concupiscencia.

Profanan la imagen misma de Dios a cuya imagen hemos sido creados. La infancia, sabemos todos es un tesoro.

El corazón joven, tan abierto de esperanza contempla los misterios del amor de Dios y se muestra dispuesto de una forma única a ser alimentado en la fe.

Hoy el corazón de la Iglesia mira los ojos de Jesús en esos niños y niñas y quiere llorar. Pide la gracia de llorar ante los execrables actos de abuso perpetrados contra menores. Actos que han dejado cicatrices para toda la vida.

Sé que esas heridas son fuente de profunda y a menudo implacable angustia emocional y espiritual. Incluso de desesperación. Muchos de los que han sufrido esta experiencia han buscado paliativos por el camino de la adicción. Otros han experimentado trastornos en las relaciones con padres, cónyuges e hijos. El sufrimiento de las familias ha sido especialmente grave, ya que el daño provocado por el abuso, afecta a estas relaciones vitales de la familia.

Algunos han sufrido incluso la terrible tragedia del suicido de un ser querido. Las muertes de estos hijos tan amados de Dios pesan en el corazón y en la conciencia mía y de toda la Iglesia. Para estas familias ofrezco mis sentimientos de amor y de dolor. Jesús torturado e interrogado con la pasión del odio es llevado a otro lugar, y mira. Mira a uno de los suyos, el que lo negó, y lo hace llorar. Pedimos esa gracia junto a la de la reparación.

Los pecados de abuso sexual contra menores por parte del clero tienen un efecto virulento en la fe y en la esperanza en Dios. Algunos se han aferrado a la fe mientras que en otros la traición y el abandono han erosionado su fe en Dios.

La presencia de ustedes, aquí, habla del milagro de la esperanza que prevalece contra la más profunda oscuridad. Sin duda es un signo de la misericordia de Dios el que hoy tengamos esta oportunidad de encontrarnos, adorar a Dios, mirarnos a los ojos y buscar la gracia de la reconciliación.

Ante Dios y su pueblo expreso mi dolor por los pecados y crímenes graves de abusos sexuales cometidos por el clero contra ustedes y humildemente pido perdón.

También les pido perdón por los pecados de omisión por parte de líderes de la Iglesia que no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso, esto lleva todavía a un sufrimiento adicional a quienes habían sido abusados y puso en peligro a otros menores que estaban en situación de riesgo.

Por otro lado la valentía que ustedes y otros han mostrado al exponer la verdad fue un servicio de amor al habernos traído luz sobre una terrible oscuridad en la vida de la Iglesia. No hay lugar en el ministerio de la Iglesia para aquellos que cometen estos abusos, y me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor por parte de nadie, independientemente de su estado clerical.

Todos los Obispos deben ejercer sus oficios de pastores con sumo cuidado para salvaguardar la protección de menores y rendirán cuentas de esta responsabilidad.

Para todos nosotros tiene vigencia el consejo que Jesús da a los que dan escándalos: la piedra de molino y el mar (cf. Mat 18,6).

Por otra parte vamos a seguir vigilantes en la preparación para el sacerdocio. Cuento con los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, todos los menores, sean de la religión que sean, son retoños que Dios mira con amor.

Pido esta ayuda para que me ayuden a asegurar de que disponemos de las mejores políticas y procedimientos en la Iglesia Universal para la protección de menores y para la capacitación de personal de la Iglesia en la implementación de dichas políticas y procedimientos. Hemos de hacer todo lo que sea posible para asegurar que tales pecados no vuelvan a ocurrir en la Iglesia.

Hermanos y hermanas, siendo todos miembros de la Familia de Dios, estamos llamados a entrar en la dinámica de la misericordia. El Señor Jesús nuestro salvador es el ejemplo supremo el inocente que tomó nuestros pecados en la Cruz, reconciliarnos es la esencia misma de nuestra identidad común como seguidores de Jesucristo. Volviéndonos a El, acompañados de nuestra Madre Santísima a los Pies de la Cruz buscamos la gracia de la reconciliación con todo el Pueblo de Dios. La suave intercesión de nuestra Señora de la Tierna Misericordia es una fuente inagotable de ayuda en nuestro viaje de sanación.

Ustedes y todos aquellos que sufrieron abusos por parte del clero son amados por Dios. Rezo para que los restos de la oscuridad que les tocó sean sanados por el abrazo del Niño Jesús, y que al daño hecho a ustedes le suceda una fe y alegría restaurada.

Agradezco este encuentro. Y por favor, recen por mí para que los ojos de mi corazón siempre vean claramente el camino del amor misericordioso, y que Dios me conceda la valentía de seguir ese camino por el bien de los menores.

Jesús sale de un juicio injusto, de un interrogatorio cruel y mira a los ojos de Pedro, y Pedro llora. Nosotros pedimos que nos mire, que nos dejemos mirar, que lloremos, y que nos dé la gracia de la vergüenza para que como Pedro, cuarenta días después podamos responderle: "Tú sabes que te amamos" y escuchar su voz "Vuelve por tu camino y apacienta a mis ovejas" y añado: no permitan que ningún lobo se meta en el rebaño".Para todos nosotros tiene vigencia el consejo que Jesús da a los que dan escándalos: la piedra de molino y el mar (cf. Mat 18,6). 





















sábado, 5 de julio de 2014

¿QUE ES EL MISTERIO DE INIQUIDAD? ¿COMO DIOS SIGUE HABLANDO A LAS ALMAS?









COMO DIOS SIGUE HABLANDO A LOS HOMBRES
EN SU CONCIENCIA Y EN SUS OBRAS
El misterio de Iniquidad



¿Adónde se esconde Dios? A esta pregunta, que todos los seres humanos se han hecho antes y después de la Revelación, desde que han sido dotados de un alma racional e inmortal, desde que el mundo es mundo, siempre se han ofrecido para resolverla toda una serie de individuos, que haciéndose pasar por enviados de Dios; Profetas, o simples Gurús, han aportado unas respuestas de lo más variables y variopintas.

Los primitivos habitantes, han creído ver toda una serie de dioses, dotados de poderes diversos, ya que para ellos era imposible que un solo dios pudiera crear y dirigir todos los fenómenos de la Creación; y así nacieron en su imaginación, el dios de la lluvia, el dios del sol, el dios de los vientos, el de la guerra, el de la paz, el de los muertos, y de todo asunto que les pudiera intrigarles.

Absolutamente todos los pueblos y las civilizaciones, sin excepción alguna, han tenido sus creencias en el más allá, con veneración a los muertos, y con unas leyes que estaban adaptadas a sus creencias, nadie absolutamente se declaraba ateo o agnóstico, ya que la Sociedad en que vivía, tenía tan arraigado este concepto que hubiera sido inmediatamente rechazado por todos. 

La razón de todo ello, es que Dios, al crear el alma que es imperecedera, dejó en cada persona su huella, que está grabada en su conciencia, que no solo le da a entender la noción del bien y del mal, pero que además le habla, reprochándole su conducta cuando obra el mal, y dándole satisfacción y alegría cuando comete una buena acción. 

Y este es el lenguaje de Dios para la Humanidad en la Tierra: es un lenguaje sin palabras, pero hecho de sentimientos. Y ese lenguaje es un mensaje espiritual, que siempre deja una sensación de Paz y de Amor, porque está dicho por la fuente de la Paz y del Amor. Al contrario el mensaje de Satanás es un lenguaje de odio, que siempre deja turbación; odio, pena y amargor en el alma.

Pero en nuestros días ha triunfado una nueva mentalidad, que para mí y creo que, para cualquier persona normal, es un hecho sorprendente y anormal: mucha gente se declara atea o agnóstica, para estar más a la moda, Esto está profetizado en el libro del Apocalipsis: Son los dos testigos puestos por Dios en cada persona: la Razón que nos dice que todo lo creado tiene que tener un Creador, y la Conciencia que nos remuerde y alaba cuando hacemos una mala acción, y nos alegra cuando cumplimos con la misericordia de Dios. Está escrito que esos dos testigos se matarán por los impíos, que se alegrarán, es lo que estamos viendo en nuestros días, pero volverán a resucitar y subir a la eternidad de Dios al final de los tiempos, ante el terror de esos impíos.

Y digo que es un hecho curioso porque en la antigüedad, el mundo era apenas conocido: se creía que la Tierra era plana y el centro del Universo, que el sol era una pequeña lumbrera que giraba alrededor de la tierra, y que las estrellas eran un polvo que se extendía como una nube por todo el firmamento. 

Sin embargo, hoy día La Ciencia ha avanzado de tal modo, que muchos misterios han quedado desvelados, pero además la Ciencia ha descubierto como la Creación es muchísimo más compleja, grande, y por eso, se han presentado otros misterios de una complejidad tal, que es y será siempre imposible de desvelar.

Y así hoy día, gracias a la Ciencia, se ha comprobado que el mundo es infinito, tanto en las cosas grandes como en lo microscópico, se ha descubierto una Creación no solo ilimitada en cuanto a dimensiones, pero de una complejidad y de una perfección en todas las leyes y los mecanismos que la controlan y las dirigen, en absolutamente todo, pero que además es de una precisión, que sobrepasa todo entendimiento, y que hace imposible comprender cual es ese mecanismo que sujeta y dirige todos sus movimientos.

Y aquí aparece un hecho insólito: La Ciencia, en vez de admirar aún más el Sublime Creador de todas las cosas, no solo no lo hace pero, increíblemente reniega del Creador, y lleva el Orgullo y la Soberbia, a pesar de no poder científicamente explicar ese mecanismo, ya que solo se dedica a observar y clasificar todo lo creado, pero sin entender cómo funciona.

Y el razonamiento matemático es simple: como el Universo está hecho por Dios, un ser Infinito en todos sus atributos, porque la Creación está hecha a semejanza del Creador, nunca se podrá entender el mecanismo que mueve todo el Universo, y es porqué el hombre es un ser limitado, y un ser limitado nunca podrá acceder en este mundo y comprender un ser ilimitado e infinito en cuanto a Sabiduría, Inteligencia, y sublimidad. 

Eso es lo que dice San Juan de la Cruz cuando afirma que los Querubines y los Serafines, que son los Ángeles que están más cerca de la Divinidad, son los que mejor se dan cuenta de la distancia tan grande que les queda para llegar al pleno conocimiento de Dios. Y por eso mismo son los más grandes y aman más que los otros, porque al darse cuenta de ello son también los más humildes.

Y eso es lo que no comprendo de Lucifer: Sabía que Dios es Infinito porque era el ángel más subido en cuanto a belleza y conocimiento, y sin embargo, quiso desplazar a Dios para colocarse en su sitio. Sabía que él era una Criatura muy inferior a Dios, y sin embargo se rebeló. Es el gran misterio de Iniquidad, que solo comprenderemos en el otro mundo.

Y la única explicación lógica que veo es el hecho siguiente: para llegar a comprender a Dios, y obtener la Sabiduría que nos hace entrever el “teorema” del Reino de Dios, es necesario y suficiente tener humildad. La humildad es la llave que abre ese Reino, esas dos condiciones son imprescindibles: sin ellas, el alma cae en el abismo, que es la morada de Satanás, es la otra cara. 

Y es que para comprender la Luz tienen que existir las Tinieblas, y para ver el Esplendor del Bien, tiene que existir el horror del mal. Y la adoración que le debemos a Dios, solo será verdadera si comprendemos la distancia infinita que existe entre el Bien y el Mal.



DICE SAN JUAN DE LA CRUZ
(Dichos de Luz y Amor)

“No sabe el hombre gozarse bien ni dolerse bien, porque no entiende la distancia entre el bien y el mal”.

“Eso que pretendes y lo que más deseas no lo hallarás por esa vía tuya ni por la alta contemplación, sino por la mucha humildad y rendimiento de corazón”.



             

                 


               

domingo, 29 de junio de 2014

ES MAS IMPORTANTE HABLAR EN NOMBRE DE DIOS QUE HACER MILAGROS, Y QUE HABLAR UN LENGUAJE MISTERIOSO


SANTO DOMINGO, EL PREDICADOR QUE HABLABA
EN NOMBRE DE DIOS




    En una de mis visitas al Padre Fortea, que era entonces Exorcista y Párroco en Santa María de Zulema, un pueblo de Alcalá de Henares, al cual ayudé con mis oraciones en muchos exorcismos, y que me dio a conocer las obras de la gran mística italiana María Valtorta, nos impuso las manos a mis hijos y a mí, y empezó a hablar perfectamente, sin titubeos en un lenguaje misterioso, que solo entendía una persona, un tal Juan, que iba traduciendo y que se iba escribiendo.

       Como lo que dijo aquel verano de 2.005, dirigiéndose a mí persona, fue completamente acertado, no tengo ningún reparo en transcribirlo aquí. El Problema que tenía, y que hace ya tiempo ha cesado, es que me venía acosando durante muchísimos años, era que mientras dormía notaba a menudo la presencia clarísima del demonio, que no veía, pero estando seguro de que me quería agredir, provocando en mi persona un terror indescriptible, que aumentaba exponencialmente cuando daba alabanzas a Dios.

El Padre Fortea, experto en los temas del demonio, no dudó en calificar este estado de cosas de un fenómeno místico llamado "circumdatio", que leí explicado por Jesús en el Evangelio como me ha sido revelado de María Valtorta: "El demonio no puede hacer nada a los que me aman, solo puede aterrorizar a las voces de Dios".  



"Tu coraje y espíritu paternal te honran,
debes seguir luchando por tus hijos,
debes seguir luchando por tus hijos.
Evita el mal genio, sino no les ayudas
Cariño, amor, bienestar
oriéntales con tu experiencia
no debes enfadarte con tanta facilidad
porque sino los pasos van hacia atrás".




EPÍSTOLA DE SAN  PABLO

           “En cuanto a los dones del Espíritu, no quiero, hermanos que sigáis en la ignorancia. Como sabéis, cuando no erais Cristianos, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. Por eso os hago saber, que nadie que hable movido por el Espíritu de Dios puede decir: “maldito sea Jesús”, como tampoco puede decir: "Jesús es el Señor”, si no está movido por el Espíritu Santo.

           Hay diversidad de carismas, pero el espíritu es el mismo. Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Hay diversidad de actividades, pero uno mismo es el Dios que activa todas las cosas en todos. A cada cual se le concede la manifestación del Espíritu para el bien de todos. Porque a uno el Espíritu lo capacita para hablar con sabiduría, mientras a otro el mismo Espíritu le otorga un profundo conocimiento. Este mismo Espíritu concede a uno el don de la fe, a otro el carisma de curar enfermedades, a otro el poder de realizar milagros, a otro el poder de hablar en nombre de Dios, a otro el distinguir entre espíritus falsos y verdaderos, a otro el poder hablar en un lenguaje misterioso, y a otro en fin, el don de interpretar ese lenguaje. Todo esto lo hace el mismo y único Espíritu, que reparte a cada uno dones como él quiere.”





LOS DONES DE DIOS MÁS IMPORTANTES 
SEGÚN  SAN PABLO



-El don de los Apóstoles

-El don de hablar en nombre de Dios
-El don de los encargados de enseñar
-El don de hacer milagros
-El don de curar enfermedades
-El don de asistir a los necesitados
-El don de dirigir a la Comunidad
-El don de hablar un lenguaje misterioso
sabiendo interpretarlo
-El don de hablar ese lenguaje misterioso
sin saber interpretarlo




LA IMPORTANCIA DE LOS DONES
 (1 Cor 13-27, 30)

          Ahora bien, vosotros formáis el Cuerpo de Cristo y cada uno por su parte es un miembro. Y Dios ha asignado a cada uno un puesto en la Iglesia: primero están los Apóstoles, después los que hablan en nombre de Dios, a continuación los encargados de enseñar, luego vienen los que tienen el don de hacer milagros, de curar enfermedades, de asistir a los necesitados, de dirigir la Comunidad, de hablar un lenguaje misterioso.

         ¿Son todos Apóstoles? ¿Hablan todos en nombre de Dios? ¿Enseñan todos? ¿Tienen todos el poder de hacer milagros, o el don de curar enfermedades? ¿Hablan todos un lenguaje misterioso o pueden todos  interpretar ese lenguaje?

          En todo caso, aspirad a los carismas más valiosos. Pero aún os voy a mostrar un camino que los supera a todos.


EL LENGUAJE DE DIOS

           Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor soy como campana que suena o címbalo que retiñe. Y aunque tuviera el don de hablar en nombre de Dios y conociera todos los misterios y toda la Ciencia y aunque mi fe fuera tan grande como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Y aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregase mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me sirve.

El amor es paciente y bondadoso
No tiene envidia
No orgullo, ni jactancia.
No es grosero ni egoísta;
No se irrita ni lleva cuentas del mal;
No se alegra de la injusticia,
Sino que encuentra su alegría en la verdad.
Todo lo excusa, todo lo cree,
Todo lo espera, todo lo aguanta.

           El amor no pasa jamás. Desaparecerá el don de hablar en nombre de Dios, cesará el don de hablar en un lenguaje misterioso, y desaparecerá también el don del conocimiento profundo. Porque ahora nuestro saber es imperfecto, como también es imperfecta nuestra capacidad de hablar en nombre de Dios; pero cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto. Cuando yo era niño, hablaba como niño, razonaba como niño; al hacerme hombre, he dejado las cosas de niño. Ahora vemos por medio de un espejo y oscuramente, entonces veremos cara a cara. Ahora conozco imperfectamente, entonces conoceré como Dios mismo me conoce.

         Ahora subsisten esas tres cosas : la fe, la esperanza, el amor, pero la más excelente de todas es el amor.




LA EXCELENCIA DEL QUE HABLA EN 
NOMBRE DE DIOS
(1 Cor 14-1, 25)

           Buscad pues el amor. En cuanto a los demás dones, aspirad sobre todo al de hablar en nombre de Dios. Y es que quien posee el don de expresarse en un lenguaje misterioso no habla a los hombres, sino a Dios, pues movido por el Espíritu dice cosas misteriosas que nadie entiende. Pero el que habla en nombre de Dios, habla a los hombres, los ayuda espiritualmente, los anima y los consuela. El que se expresa en lenguaje misterioso se ayuda a si mismo; en cambio, el que habla en nombre de Dios, contribuye al bien de la Iglesia.

           Desearía que todos vosotros tuvieseis el don de expresaros en ese lenguaje misterioso, pero prefiero que tengáis el don de hablar en nombre de Dios, pues para el bien de la Iglesia es más útil el que transmite mensajes en nombre de Dios, que quien habla un lenguaje misterioso, a no ser que también interprete ese mensaje.

          Supongamos por ejemplo, hermanos que yo fuera a vosotros hablándoos en un lenguaje misterioso, ¿De qué os aprovecharía si mi lenguaje no os proporcionase alguna revelación, algún conocimiento, algún mensaje o alguna enseñanza?(…)

           Así también vosotros, si habláis un mensaje misterioso y no pronunciáis palabras inteligibles, ¿Cómo se entenderá lo que decís? ¡Estaréis hablando a las paredes! (…)

         Yo doy gracias a Dios porque hablo ese lenguaje misterioso más y mejor que todos vosotros. Pero en la asamblea prefiero hablar cinco palabras inteligibles e instructivas, a diez mil en un lenguaje ininteligible. (…)

             Así pues, el don de expresarse en un lenguaje misterioso tiene carácter de signo, no para los creyentes, sino para los que no creen. En cambio el don de hablar en nombre de Dios no es para los que no creen sino para los creyentes. Por tanto, si reunida la asamblea, entra un iniciado o uno que no cree y todos se están expresando en ese lenguaje misterioso ¿No dirán que estáis locos? Pero si todos están hablando en nombre de Dios y entra ese iniciado y ese que no cree, entre todos les harán recapacitar y reconocer sus pecados, quedando de manifiesto los secretos de su corazón. Caerá entonces de rodillas, adorará a Dios y proclamará que Dios está realmente entre vosotros.”

           Y aquí están las palabras irrefutables de San Pablo, el gran Apóstol que es el faro de la Iglesia de Dios. Según San Juan de la Cruz, San Pablo y Moisés son los únicos que han tenido el privilegio de ver a Dios con sus ojos mortales, a pesar de lo que afirmaba el Antiguo testamento: "No puede verme ser humano sin morir”, ya que la visión inefable de la Divinidad es de un esplendor y de un fulgor tal que el cuerpo material se “fundiría”, por eso, dice San Juan de la Cruz, que para entrever esa visión, Dios tuvo que amparar con su izquierda la debilidad del cuerpo material.





jueves, 26 de junio de 2014

LA IGLESIA NO ES SOLO PEREGRINA ES SOBRE TODO MILITANTE


 LA TERRIBLE LUCHA CONTRA SATANÁS



Dice S. Juan de la Cruz: "Como Dios está escondido, para que lo encuentres
tendrás que estar  también tu escondido" (del mundo y de sus atractivos)





           Cuando en la Edad Media, las fuerzas enemigas intentaban tomar una fortaleza, defendida por unos imponentes muros de piedra con almenas, los defensores intentaban rechazarlos con las flechas de los arcos y las ballestas, y derramando aceite hirviendo para abrasar a los enemigos que intentaban forzar las puertas de entrada con arietes.

               Con ese tipo de ataques, la toma de esta fortaleza era prácticamente imposible, entonces se imponía un sitio por un largo periodo de tiempo, para tratar de rendir por el hambre y la sed, los habitantes del castillo, para así lograr su rendición. Esta estratagema daba sus frutos cuando la fortaleza no estaba suficientemente abastecida con reservas de comida y de bebida.

                    Desde la fundación de la Iglesia Católica, esos han sido todos los asaltos a los cuales han tenido que enfrentarse la Santa Iglesia, que es la fortaleza contra la cual se abaten sus sempiternos enemigos: Satanás, y sus secuaces, que quieren derribar a toda costa los muros de la fortaleza, que simbolizan la fe y los mandamientos de la Ley de Dios, para apoderarse de las almas de los fieles, en el primer tipo de ataque, se ha usado la fuerza, han sido en los albores de la Iglesia todos los ataques, que han costado la vida a tantos mártires con la persecución del Imperio Romano, y las innumerables sectas  que han surgido como enemigos infiltrados en el seno de esta Iglesia.

                  En el segundo tipo de ataque, se ha usado la táctica de apartar de la Sociedad la influencia que le es debida por sus valores morales y espirituales, es lo que ha ocurrido con las Revoluciones en donde se han masacrado a tantos religiosos y Sacerdotes: Las Revoluciones; el Comunismo y ahora, de una manera más velada todos los partidos de la Izquierda, con su odio hacia la Iglesia, que es la encargada de transmitir a la sociedad actual la palabra de Dios.  

         En todos los tipos de ataques, nunca ocurre que una fortaleza sitiada caiga en poder del enemigo, siempre que los defensores estén alertas y bien armados para prever una posible infiltración, en el caso del intento de asalto, o que tengan las provisiones necesarias para poder evitar la hambruna que conseguiría debilitar a los sitiados tanto por la debilidad física como la debilidad moral.

                Del punto de vista espiritual, ocurre exactamente lo mismo: Satanás nunca podrá apoderarse de un alma que esté vigilante ante sus emboscadas, bien armada en sus defensas que son los muros de su conciencia de hijos de Dios, debidamente fortalecidos por los Sacramentos como son el Bautismo, la Confirmación, y el Sacramento de la Penitencia, que son las murallas y las armas para rechazar el enemigo.

           También en caso de que el alma esté sitiada por el enemigo, que es la táctica preferida por Satanás para las más santas, le decía el Demonio -le grappin, como lo llamaba él- al Santo cura de Ars: "¡Aún no te has muerto, ya te cogeré!", nunca esa alma podrá sucumbir por hambruna, sed o desesperación, para esto está el maravilloso maná del alma que es el Cuerpo y la sangre de Cristo, que la alimenta y la fortalece para resistir a todos esos ataques.

                  Pero puede ocurrir, por las circunstancias de la Vida que un alma esté sitiada de tal manera, que sea prácticamente imposible que pueda salir victoriosa de los enemigos que son de una multitud y unas fuerzas muy superiores. Es el caso de lo que le ocurrió a un Santo Rey de Israel, cuyo nombre no recuerdo ahora, el cual estaba dentro de Jerusalén, sitiado por un ejército Asirio, de un poderío muy superior en número y perfectamente abastecido en provisiones, cuando estaba ya prácticamente derrotado por el hambre, y con fuerzas muy debilitadas para intentar una salida con un ataque por sorpresa. 

             Entonces dijo estas palabras "Después de haber cumplido con nuestros deberes y obligaciones, y después de ver que es imposible derrotar al enemigo, solo nos queda volver nuestro rostro a Yahveh, e implorar su ayuda". Cuenta el libro de los Reyes, que a la mañana siguiente, los Asirios tuvieron que levantar el campo, por una epidemia de Peste que les causó una terrible mortandad.

               Y esto demuestra la importancia de la Oración, cuando el alma ha cumplido con sus deberes y obligaciones, y cuando a pesar de ello, la victoria es imposible, no hay enemigo que pueda apoderarse del alma por muy potente que sea: Nadie se puede oponer al Poder de Dios. 





Descripción de la Fuerza de Satanás
Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz
(Canción 3-9)

Y pasaré los fuertes y fronteras


            A los demonios, que es el segundo enemigo, llama "fuertes", porque ellos con gran fuerza procuran tomar el paso de este camino, y porque también sus tentaciones y astucias son más fuertes y duras de vencer y más dificultosas de entender que las del mundo y carne, y porque también se fortalecen de estos dos enemigos, mundo y carne, para hacer al alma fuerte guerra. 

             Y por tanto hablando David de ellos, los llama "fuertes" diciendo: "Los fuertes pretendieron mi alma" (Ps 53,5). De cuya fortaleza también dice el Profeta Job: (41, 24) "Que no hay poder sobre la Tierra que se pueda comparar a este del Demonio, que fue hecho de suerte que no temiera a nadie"; esto es, ningún poder humano se podrá comparar con el suyo, y así, solo el poder divino basta para poder vencerlo, y solo la Luz divina para poder entender sus ardides; por lo cual el alma que tenga que vencer su fortaleza, no lo podrá sin oración, y tampoco podrá entender sus artimañas sin humildad y mortificación, por eso dice San Pablo (Eph 6, 11-12) avisando a los fieles estas palabras, diciendo: "Vestíos las armas de Dios, para que podáis resistir contra las astucias del enemigo, porque esta lucha no es como la carne y la sangre", entendiendo por la sangre el mundo y por las armas de Dios la oración y la Cruz de Cristo, en que está la humildad y mortificación que hemos dicho.