MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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viernes, 17 de abril de 2015

ESCRITO SOBRE UNA OPINIÓN QUE ME HAN PEDIDO EN 2.008 SOBRE EL PAPA BENEDICTO XVI



Su Santidad Benedicto XVI, una Verdadera Alma Mística




Me preguntas acerca del Papa actual y de su viaje a Estados Unidos, te diré dos cosas sencillas, para poder juzgar a una persona, la primera y la más importante de esas cosas, es obrar de acuerdo con la recomendación de Jesús, que dijo: “A sus frutos los reconoceréis”. 

Tarea harto difícil, porque los frutos son también algunas veces difíciles de distinguir, ya que hay frutos, como los del árbol del bien y del mal, que parecen apetecibles porque así los pinta Satán, que siempre tienta bajo el aspecto del bien, ya que sabe de sobra que el mal conocido nadie lo cogerá, como así lo dice San Juan de la Cruz, pero son frutos que entrañan la muerte del alma y del cuerpo.

Hay otro medio para distinguir si una persona va por buen camino, y es la opinión que tienen de ella los eternos enemigos de Dios y de su Iglesia: Los Abortistas, los partidarios de la Teología de la “liberación”, las hordas de los progresistas que quieren que la Iglesia predique una doctrina de total relajación moral y espiritual, y que son partidarios de anular la Jerarquía, puesta por Dios en el Universo; la Sociedad y la familia. Pues bien, el Papa actual es odiado por todo ese tipo de gente que deseaban el nombramiento de un personaje como el Cardenal Martíni, Obispo emérito de Milán, el cual era partidario de muchas de sus pretensiones.

En mi opinión, el Papa actual, tiene una tarea dificilísima, porque la mentalidad que impera en todos los medios mediáticos y desgraciadamente, también en muchos miembros de la Iglesia, es la que pregona el hedonismo, la libertad absoluta para todos los desmanes, la desobediencia, la prevalencia de la opinión del Pueblo, el cual es partidario de todas esas situaciones y de otras aberraciones, la crítica acérrima hacia toda autoridad, y queriendo transformar a la Iglesia de una Jerarquía en una Democracia, fruto todo ello de la libre y falsa interpretación del Concilio que han creído erróneamente que era la llave para todos esos desmanes.

El Papa actual ha sido escogido por Dios para que cumpla con su santa voluntad y combata todas esa aberraciones, y eso lo hace insoportable por la mentalidad satánica de los personajes que están descritos en el párrafo anterior, por eso es un buen Papa, que tiene una tarea harto difícil y que necesita nuestras oraciones y nuestros sacrificios, sus enemigos están observándole con atención con la intención de encontrar en él un fallo para lanzarle una andanada de críticas, y aquí se repite lo que le ocurría a Jesús en su vida, donde los fariseos y los enemigos de Dios, le observaban y le preguntaban para ver en Él un fallo y así poder atacarlo y destruirlo, para intentar quitarle el cariño y la estima de la gente y condenarlo.

El viaje a los Estados Unidos ha sido un pleno acierto. Ese País, de lejos la mayor potencia económica y militar del mundo, le pasa lo que al Imperio Romano en la época de su esplendor, a pesar de sus defectos, San Juan de la Cruz escribió que Dios le dio la supremacía sobre los demás pueblos porqué tenían leyes más justas. Y aquí también podemos aplicar el segundo criterio de Juicio expuesto anteriormente. Esta Nación está odiada por toda la clase de personajes descritos anteriormente, porqué ahí los gobernantes no tienen reparo alguno en hablar de Dios y no se avergüenzan de ello, ¿Quien se puede imaginar en Europa y sobre todo en España a Zapatero decir: “¡que Dios os bendiga!”, o en Francia a Sarkozy decir:”que Dieu vous benisse !”, sin embargo Bush dice: ”God bless you”

Es gracias a Estados Unidos que el satánico Hitler y sus secuaces fueron derrotados, es también en parte gracias a ese País, que la ideología comunista ha prácticamente desaparecido en el mundo, ideología que hemos conocido por las horribles secuelas que dejó en todos los Países donde gobernó. Por todas esas razones, ese gran País está odiado por tanta gente. 

Nuestro presidente Zapatero, hecho insólito, se quedó sentado al paso de la bandera de ese País, pero se hubiera sin duda alguna levantado al paso de la bandera de Cuba si hubiera desfilado. El Presidente de la Junta de Andalucía cuando viajó a Cuba, dijo que ¡Se quedó deslumbrado ante Fidel Castro!, el dictador que tiene las cárceles repletas de paisanos, en condiciones deplorables, porque no están de acuerdo con sus ideas, sin embargo desprecia a Estados Unidos por la cárcel de Guantánamo.

El Papa actual tuvo el valor y la humildad de pedir perdón por los horribles y desastrosos casos de pederastia, que otras personas de nuestra Iglesia, anteriores a él, habían intentado ocultar trasladado a los culpables de Parroquia en Parroquia y para colmo, ¡Prohibiendo que se hablara de ello bajo pena de excomunión! Él, sin embargo ha dado la orden acertada de destituir inmediatamente a los culpables de esos horrores. Lo único que lamento profundamente es que no haga lo mismo con los que ordenaron el traslado de los pederastas de Parroquia en Parroquia.

El Papa ha criticado el relativismo actual del mundo en que vivimos, ha hablado muy claro y defendido con valentía el derecho a la vida y el valor de la familia tradicional, lo que sin duda alguna, ha desatado las iras de Satanás y de sus secuaces. También ha hablado de la unión de los cristianos y de la tolerancia, criticando el fanatismo y los asesinatos en nombre de Dios.

Su labor, bajo mi punto de vista es más eficaz, y hablo del punto de vista espiritual, que la de sus predecesores, porqué la Religión nada tiene que ver con la política, en donde son necesarios los baños de multitudes para ganar votos. Aquí no se trata de ganar votos, pero si de derrotar a Satán, y eso se consigue sobre todo con la oración y los sacrificios. Santa Teresita, patrona de las Misiones con San Francisco Javier, hizo más que cien misioneros, y no digo que las misiones y las palabras sean malas, pero si lo son, cuando no van acompañadas de una profunda fe y de una vida ejemplar. 

Doy pues gracias a Dios por el Papa actual, por sus actuaciones y rezo por él. Pido a Dios que lo mantenga por muchos años y que pueda erradicar toda la basura que se amontona en su Iglesia, cada vez más oscurecida por el humo de Satanás.


Gloria al Padre; al Hijo y al Espíritu Santo
Gloria a su Inmaculada Madre, la Virgen María
Gloria a  San José su Castísimo Esposo




miércoles, 15 de abril de 2015

LA ESTREMECEDORA VISIÓN DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS, RELATADA POR Mª VALTORTA

















              Me he quedado sorprendido al leer el relato de la Resurrección de Jesús, en el Evangelio tal como me ha sido revelado de María Valtorta, al analizar este icono pintado por un Cristiano Copto, he observado todas las flores y el resplandor de todo el cuerpo que emana una fulgurante luz, como así está relatado en la visión. Llama igualmente la atención la concordancia entre la visión y la imagen de la actitud de Jesús que sale del sepulcro con un fulgor resplandeciente que emana de las heridas de su Pasión, y de todo su Cuerpo, con la mano levantada bendiciendo.

                Este relato del Evangelio como me ha sido revelado de Mª Valtorta, es una maravillosa descripción literaria, en donde se ve como un meteoro paradisíaco, y refulgente, que provocó un terremoto,  transportó el Espíritu de Jesús al Sepulcro, rompiendo la puerta sellada, y aterrorizando y paralizando  a los soldados que vigilaban la entrada del mismo.




Tomo 10. capítulo 617 La Resurrección


            (...) Los soldados deben haber encendido un pequeño fuego durante la noche, porque hay en el suelo ceniza y tizones mal quemados; y deben de haber jugado y comido, porque hay todavía restos de comida diseminados, y pequeños huesos limpios, usados, sin duda para algún juego semejante a nuestro dominó, o nuestro infantil juego con canicas, jugados sobre un rudimentario trazado dibujado en el sendero. Luego se han cansado y han abandonado todo para buscar posturas más o menos cómodas, según fuera para dormir o para velar.

          En el cielo que ahora presenta en el Oriente un área enteramente rosada, que se va extendiendo cada vez más por el cielo sereno - donde todavía no hay rayos de sol - , aparece procedente de profundidades desconocidas, un meteoro lleno de resplandor. Y el meteoro baja - bola de fuego de irresistible resplandor - seguido de una estela rutilante, que quizás no es más que el recuerdo de su fulgor en nuestra retina. 

          Baja velocísimo hacia la Tierra, esparciendo una luz tan intensa, fantasmagórica, aterradora dentro de su belleza, que la rosada de la aurora queda anulada, superada por esa incandescencia blanca. Los soldados alzan, estupefactos, la cabeza (porque con la luz llega un estampido potente, armónico, solemne, que llena con su sonido toda la Creación). Viene de profundidades paradisiacas. Es el aleluya, el gloria angélico, que sigue al Espíritu del Cristo en su regreso a su Carne gloriosa.

          El meteoro se abate sobre la piedra que inútilmente cierra el Sepulcro. La arranca de cuajo, la echa al suelo. Paraliza, por el terror y el fragor a los soldados puestos como carceleros del Dueño del Universo. Y, a su regreso a la Tierra, al igual que había producido un terremoto cuando huyó de la Tierra, el Espíritu del Señor produce un nuevo terremoto. Entra en el oscuro Sepulcro, el cual, con esta indescriptible Luz, se llena de claridad; y, mientras la Luz queda suspendida en el aire inmóvil, el Espíritu se reinfunde en el inmóvil cuerpo bajo la mortaja.

           (...) El "Quiero" del Divino Espíritu a su fría Carne, no tiene sonido. Lo dice la Esencia a la Materia inmóvil. pero ningún oído humano percibe esa palabra. La Carne recibe ese imperativo y obedece con un profundo respiro... Durante unos momentos, nada más. Debajo del sudario y de la sábana, la Carne Gloriosa se recompone vestida de eterna belleza, se despierta del sueño de la muerte, regresa de la "nada" en que estaba, vive después de haber estado muerta. Ciertamente, el corazón se despierta y da su primer latido, impulsa en las venas helada sangre que quedaba e, inmediatamente, crea la medida total de sangre que quedaba en las arteras vaciadas, en los pulmones inmóviles, en el cerebro entenebrecido, y aporta nuevo calor, salud, fuerza, pensamiento. 

            Otro instante, y se produce un repentino movimiento bajo la pesada sábana. Tan repentino que, desde el instante en que Él mueve las manos cruzadas, hasta el momento en que aparece, majestuoso, en pie, lleno de resplendor con su vestido de inmaterial materia, sobrenaturalmente  bello y majestuoso, con una gravedad que le transforma y le eleva sin anular su identidad, la vista casi no tiene tiempo de captar los momentos sucesivos. Y ahora la vista le admira. ¡Qué distinto de como la mente recuerda! Pulcro, sin heridas de Sangre; solo resplandeciente, con el resplandor de la Luz que mana a chorros de las cinco llagas y rezuma por todos los poros de su epidermis.

               Cuando da el primer paso -  y, al moverse, los rayos que irradian las Manos y los Pies, le aureolan de rayos de Luz, desde la Cabeza, nimbada con un halo constituido por las innumerables pequeñas heridas de la corona, que ya no manan sangre sino solo fulgor, hasta el borde del vestido -, cuando, abriendo los brazos que tenía juntos en el pecho, descubre la zona de luminosidad vivísima que pasa a través del vestido encendiéndolo con un sol a la altura del Corazón, entonces realmente, es la "Luz" que ha tomado cuerpo.

               No la pobre luz de la Tierra, no la pobre luz de los astros, no la pobre luz del Sol. Es la Luz de Dios: todo el fulgor paradisíaco reunido en un solo Ser, un fulgor que le da sus inconcebibles azules como pupilas, sus fuegos de oro como cabellos, sus candores angélicos como vestido y colorido, y todo lo que constituye - y no es descriptible con palabra humana - el supraeminente ardor de la Santísima Trinidad, que anula con su potencia ardiente todo fuego del Paraíso, absorbiéndolo en sí para generarlo nuevamente en cada momento del tiempo eterno, Corazón del Cielo que atrae y difunde su Sangre, las innumerables gotas de su Sangre incorpórea: los bienaventurados, los ángeles, todo lo que constituye el Paraíso: el amor de Dios, el amor a Dios; todo esto es la Luz que es el Cristo Resucitado, que constituye el Cristo Resucitado.

               Cuando se mueve, viniendo hacia la salida, y el ojo puede ver más allá del fulgor, entonces aparecen ante mi vista dos luminosidades hermosísimas  (solo como estrellas comparadas con el sol); una hacia adentro y otra hacia afuera de la puerta, postradas en acto de adoración a su Dios que pasa envuelto en su Luz, espirando beatitud con su sonrisa; y sale. Abandona la fúnebre gruta y vuelve a pisar la tierra, la cual se despierta de alegría y resplandece toda en su rocío, en los colores de las hierbas y los rosales, en las infinitas corolas de los manzanos, que se abren por un prodigio al recibir los primeros rayos del Sol, que las besan, y ante la presencia del Sol eterno que bajo ellas domina.

               Los soldados se han quedado paralizados donde estaban... Las fuerzas corrompidas del hombre no ven a Dios, mientras que las fuerzas puras del Universo - las flores, las hierbas, los pájaros  - admiran y veneran al Todopoderoso, que pasa nimbado con su propia Luz y rodeado de un nimbo de luz solar. 

                Su sonrisa, la mirada que deposita en las flores, en las frondas, o que se alza al cielo sereno, hace aumentar la belleza de todo: y más suaves y teñido de un esfumado, sedoso colorido rosáceo, aparecen los millones de  pétalos que forman una espuma florecida sobre la cabeza del Vencedor; y más vivos aparecen los diamantes del rocío; y más azul el cielo, que refleja sus ojos refulgentes; y más festivo el Sol, que pone pinceladas de alegría en una nubecita movida por una brisa ligera que viene a besar a su Rey con fragancias arrebatadas a los jardines y caricias de pétalos sedosos.

               Jesús alza la Mano y bendice. Luego, mientras cantan más fuerte los pájaros, y más intensamente el viento perfuma, desaparece de mi vista, dejándome en un gozo que borra hasta los más leves recuerdos de tristezas y sufrimientos y las más leves vacilaciones sobre el mañana... 







domingo, 12 de abril de 2015

¡AY DE LOS QUE DICEN CREER EN JESUCRISTO Y NO CREEN EN SU EMBAJADA EN LA TIERRA: LA IGLESIA CATÓLICA FUNDADA POR ÉL!


LUTERO Y SU "ESPOSA", LOS PADRES DE TODOS LOS HERÉTICOS


          Es inaudito lo que creen las sectas escindidas y renegadas de la Iglesia Católica, toda la retahíla de religiones del tipo Luteranas, Calvinistas, Testigos de Jehová, Anglicanos, Metodistas, Pentecostales, Mormones, y un sinfín de agrupaciones religiosas fundadas por los iluminados de turno, algunas inauditas y ridículas como en España la Iglesia Palmariana, el Santón de Baza, y tantos otros como la Iglesia Unificada Moon.

            ¿Como es posible que haya gente, que sabiendo todo lo que le costó a Jesús el rescate de la Humanidad: Sangre, sudor y lágrimas y lo que le costó a la Santísima virgen María, y a todos los santos y mártires, que se crea ahora que Jesús vaya a permitir que la Iglesia por Él fundada, vaya a ser vencida por Satanás y gobernada por un iluminado de turno del tipo John Smith, el cual vaya a reformar a su Santa  Iglesia, con individuos que se creen enviados por Dios para refundar lo que que tiene la Promesa de Dios: "Las puertas del Infierno no prevalecerán en mi Iglesia".

              En mi larga vida he encontrado fieles católicos y hasta algunas almas consagradas, afirmando verdaderas atrocidades dogmáticas: del tipo: "¡La misa es un crimen porque se vuelve a sacrificar otra vez a Cristo!", o otra persona decir: "¡La misa no es válida porque el Sacerdote, cuando predica abandona el altar!". Y la Jerarquía de la Conferencia episcopal alemana, rebelándose directamente contra Roma, o el Arzobispo de Friburgo, y otro Obispo belga de Amberes, opuestos abiertamente al Papa.



Dictado a María Valtorta del 29/12/1.946
Dice el Ángel Azarías:

         
“La palabra de Dios es siempre Juicio y está puesta permanentemente como piedra de contraste ante los hombres. Según sea su metal, así son diversas las reacciones y según sean las reacciones, así es también el Juicio de Dios. y por segunda vez, a media noche, en el tiempo de la misericordia para ser potentísimo Amor salvífico, continua siendo a través de los siglos, juicio y piedra de contraste de los hombres.


La palabra de Dios, que bajó por primera vez a medianoche en tiempo de la ira para ser castigo inexorable contra los conculcadores de los siervos de Dios. Castigo inexorable para quienes se burlan de ella y por su causa persiguen a los que permanecen fieles a la misma. Y por lo contrario, Amor potentísimo que salva y amaestra para los que, con buena voluntad, van en busca de esta palabra y la aman como a esposa muy querida de su espíritu, de la que jamás se apartan por encontrar en ella todas sus delicias. El descenso de la Palabra sobreviene generalmente en el silencio de las horas íntimas, cuando el hombre se encuentra dentro de si mismo, recordando sus actos, estos actos que realizó durante el día con el deseo humilde de obedecer al Señor en sus preceptos de santidad y de doble amor, o con descarado desprecio de Dios, de la moral y del Amor.

Con dulce y prolongado coloquio del Espíritu Divino con el espíritu del hombre, o con un fulgurante grito de Dios al pecador, la Palabra de Dios, desciende a las horas más impensables eligiendo el momento en que el yo se encuentra solo consigo mismo. Y canta el Amor o ruge la ira, dulce como caricia o temerosa cual chasquido de saeta, promesa de una más grande beatitud o advertencia de un rayo tremendo de Dios, Y, por más que amenace, por más que aterre, es siempre misericordia. Aterra queriendo levantar de nuevo. Fulmina para purificar y ciega para dar visión. Los caminos de Damasco se repiten para infinidad de criaturas. Y dichosos aquellos que supieron alzarse sobre si mismos con la materia reducida a cenizas por la misericordia de Dios, con sus ojos cerrados a las vanidades del mundo, dispuesto a transformarse de enemigos en siervos de Dios y tanto más dispuestos cuanto más les hace Dios ver lo que han de sufrir por su Nombre. Y dichosos igualmente aquellos que, habiendo sido siempre amigos de Dios, no se ensoberbecen por la palabra que les ama, antes, con humildad, la obedecen en cuanto les ordena y aconseja y, sin cálculo alguno ni avaricia, la ponen en práctica y la difunden movidos únicamente por el amor, el honor y la gloria de Dios.


Son dichosos todos ellos, los mismos que caminan hacia la perfección siguiendo la marcha constante de su buena voluntad que aquellos que lo hacen mediante una intervención milagrosa de Dios que les anonada, cuando van por el camino del mal a fin de hacerlos retornar por el camino del Bien, mediante la Palabra, cambiándoles de niños que eran a adultos, dispuestos a recibir la herencia paterna cual corresponde a hijos inteligentes, dignos de llevar tal nombre. La Santa Iglesia, Esposa de Cristo y Madre por tanto, Madre fecunda de sus nacidos, vela y administra los tesoros de su Esposo. Los infinitos tesoros que Cristo acumuló y que con su sacrificio hízolos fuente perenne de Gracia y de Salvación. Y, de esta suerte, las almas pueden crecer y nutrirse, crecer y robustecerse, crecer y alcanzar la edad adulta en la que, de niños que aún no pueden hacerse cargo de la herencia paterna, llegan a ser herederos que toman posesión de los Bienes del Padre.

La Iglesia ofrece al lactante y al chiquitín el alimento que debe tomar. Ahora bien, si este lo rechaza o lo recibe con náuseas, si prefiere mezclarlo con otros alimentos o sustituirlo sin más, en vano la Madre Iglesia, le ofrecerá los alimentos que hacen del chiquitín un adulto espiritual, uno que “vive y que ve”, ya que tiene en si la Vida y la Luz como amigas. El niño en tal caso no crecerá sino que morirá o, cuanto menos, quedará estancado en el infantilismo que, si bien no es culpa, tampoco es santidad heroica y así, mediante una larga expiación, deberá alcanzar la edad perfecta en medio de los fuegos purgativos y misericordiosos. El niño, entonces, el espíritu perezoso, apático y desganado no pasará, a la hora de su muerte, de niño a heredero sino que deberá sufrir por largo tiempo para reparar sus tibiezas, egoísmos y ligerezas hasta alcanzar la edad perfecta.


“En tanto que el heredero es niño, por más que sea dueño de todo, en nada difiere del siervo y permanece bajo tutores y cuidadores hasta el tiempo fijado por el Padre”. He aquí contenida en las palabras precedentes la advertencia de que el hombre, siempre niño en la perfección, respeto a la Infinita Perfección, está obligado a permanecer en la tutela y en la obediencia de su Madre la Santa Iglesia, la cual como es, perfecta en las cosas del Espíritu, sabe como conducirle, con que alimentos nutrirle y con que medicamentos curarle para defenderlo de los venenos del pecado original, de la carne, del Mundo y de Satanás. Por más que se borre la mancha, el fomes no desaparece y resopla en el fuego rastrero del fomes para que, además de serpentear causando quemaduras molestas, se avive produciendo llama que abrase y destruya. La Santa Iglesia esparce sus bálsamos, sus crismas, sus aguas y la Sangre Divina de Cristo para calmar las tempestades, apagar las llamas, medicinar las quemaduras, hacer incombustible el espíritu para que no sea pasto de las llamas y reconforta con el Cuerpo y la Sangre vivificantes de Jesús Santísimo, al que se ve exhausto de fuerzas por su lucha contra los repetidos asaltos de Satanás y de la carne.


Por eso, al tomar el alimento que ofrece la Santa Iglesia Romana. Única, Católica y Universal, es, si se quiere vivir y llegar a ser herederos del Reino del Padre, un deber más que una necesidad. Por lo que así no lo hace, acudiendo de continuo a sus tesoros, se expone imprudentemente a los desfallecimientos y a la muerte. Y, asimismo el que asegura no ser necesario todo esto y que la Santa Iglesia es una institución inútil de la que no necesitaron las almas que supieron hacerse espirituales, se expresa de un modo satánico y por su boca habla aquel que odia a la Iglesia en la misma medida que a Cristo, al que, aún antes de que existiese el hombre, se negó a rendirle adoración.

No podéis, os es imposible llegar a ser espirituales sin los auxilios del Espíritu de Dios que os vienen a través de los Sacramentos de la Iglesia. No podéis, no podéis en manera alguna conservaros espirituales, si es que por la Gracia de Dios y mediante los alimentos que la Madre Iglesia os ofrece llegasteis a serlo, si no continuáis viviendo en Ella, con Ella y de lo que la misma os proporciona. ¡Ojala pudieseis permanecer sumergidos como están los peces en la pecera, en la fuente de siete brazos, sin jamás salir de ella, para que así os vierais libres del mordisco de Satanás! Aquel que dice: “Dios está conmigo y, por tanto, ya no tengo necesidad de la Iglesia”, por este solo pensamiento soberbio, se aparta de la Iglesia y de la Vida y a los ojos de Dios aparece manchado con la baba de la infernal Serpiente.


Tanto más creceréis en Sabiduría y en Gracia, cuanto más viváis obedeciendo y amando a la Santa Iglesia de Cristo. Tanta mayor robustez viril de los fuertes alcanzaréis cuanto más succionéis la Vida de sus santos pechos. Y tanto más estaréis en Dios y con Dios, y tanto más estará Dios con vosotros, cuanto más estéis en la Santa Iglesia Romana, Católica y Apostólica por cuyo cuerpo circula la Sangre Santísima de Jesús, Señor mío y vuestro. ¡Ay de quien de Ella se aparta! ¡Ay, tres veces Ay, de quien hace que otros se aparten de la Iglesia! ¡Ay de quien, poniendo a prueba las almas o seduciéndolas, las tienta para que se aparten o relajen sus contactos con ella diciendo: “No acudáis a la fuente ni al granero porque, si es verdad que estáis con Dios y Dios con vosotras, nada importa que dejéis de nutriros con los alimentos eclesiásticos”; o bien: “Mientras Dios esté con vosotras, podéis muy bien dejar de hacer eso”!

Tras la oscuridad viene la Luz. Siempre es así: en la creación del mundo, en el despuntar del día, pasada la noche, y en el sucederse de las épocas y de las eras. La propia corrupción produce de la muerte elementos de vida. De las oscuras fosas de los comentarios se desprenden llamitas danzantes, recogidas, pudiendo suministrar luz y calor. Hasta en los periodos espirituales más tristes en los que, al parecer, la muerte haya de apagar la Vida, las Tinieblas vencer a la Luz y la materia aniquilar al espíritu, la Vida, la Luz y el Espíritu vienen a quedar vencedores. Resultan atropellados y quedan ocultos, como sucede con el grano lanzado al surco y cubierto de estiércol durante los tristes meses del invierno. Parece quedar despreciado ese grano sepultado bajo capas de polvo y entre el hedor del estiércol. Parece perdido para el sol y el sol para él.


Más, precisamente por estar allá abajo mortificado, apretado y oprimido por el polvo, puede echar raíces y no ser ya granito ligero que el viandante puede triturar con el pie, el viento desplazar a cualquier lugar y el pajarillo engullir, antes llegar a ser una planta estable, galana, útil, prospera, multiplicada de valor y de poder, benéfica y triunfante, bajo el sol de los meses más bellos. La Luz parece oscurecerse y llegar la Muerte. La corrupción inunda y anega con sus densas ondas. No temáis. Es lo que se necesita para despertar a los adormecidos y desear las voces de lo alto. La lucha es útil para mantener fuerte el atleta. Las náuseas de la corrupción hacen desear lo que es puro. Las tinieblas impelen a buscar la Luz y el materialismo, llevado a límites pavorosos, engendra impulsos hacia la espiritualidad.

La Humanidad, prendida como una pelota por Satanás, pues habíase adormilado en la neblina de épocas sin luchas religiosas y lanzada con escarnio al fango, por la propia reacción del golpe saldrá rebotada a lo alto. Llegará la era del Espíritu tras esta de materialismo. La era de la Luz retornará después del materialismo actual. La era de la Vida retornará después del oscurantismo actual. La era de la Vida sucederá a la casi mortal agonía. Surgirá la era de Dios para prestar fortaleza en la lucha postrera. Y, por último, la era de Dios reinará después de la de Satanás.

¡En pié, Cristianos, con la plenitud de vuestra caridad por Dios, por la Iglesia, por el prójimo y por vosotros! Dios Padre os envió a su Hijo, y Hermano vuestro por la Madre, a fin de que fuera vuestro Maestro y Redentor y vosotros fueseis hijos de Dios. Y, al ser hijos, Dios infundió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones y así El grita por vosotros:” ¡Abba! ¡Padre! El hombre, aún el más perfecto, nunca sabría rogar con esa amorosa violencia que obtiene el milagro, todos los milagros. Y entonces, he aquí que el Espíritu de Dios ruega en vosotros para vosotros a fin de obtener cuanto os es útil y necesario, y que por santo, sirve para santificaros. Es siempre el Espíritu del Señor el que, encerrado en los corazones de los fieles, suplica y grita con gemidos inenarrables: “¡Abba! ¡Padre!”. Y lo dice por vosotros: ¿De que teméis, pues, cuando podéis llamar “Padre” a Dios? ¿Cuándo el mismo espíritu de Dios lo dice por vosotros, confesando que podéis llamaros hijos del Padre y que sois hijos de Dios? ¿Cuándo el mismo Espíritu al que Dios ama infinitamente, siendo una misma cosa con Él, ruega y clama por vosotros?

¡Arriba, pues!, y no temáis por las cosas que suceden. No temáis. No sois siervos que pueden ser desposeídos de un momento a otro y carecen del derecho a los bienes del Padre de familia sino que sois hijos, nacidos a la verdadera Vida por los méritos de Cristo y conservados en ella por estos mismos méritos que la Esposa de Cristo maternalmente os ofrece. Sois hijos, y por ello, no puede seros arrebatada la herencia paterna que, igualmente tampoco puede ser desbaratada, ya que el Reino de Los Cielos es intangible a los elementos disgregadores que en la Tierra, a falta de coraza, dañan y menoscaban.

Los rayos de Satanás y las desencadenadas hordas de los ensatanados, las lúgubres hordas del negro Príncipe rebelde, no alcanzan las luminosas playas en las que es completo el gozo de los Santos, donde la Paz se perfecciona y donde es tan sublime la Caridad que solo más allá de la Vida conoceréis su magnitud y su súper beatífica dulzura. Este gozar, este permanecer en paz, esta posesión de la Caridad es ya dicha de los verdaderos siervos de Dios aquí donde os encontráis y que yo, Ángel del Señor, os la auguro cada vez más perfecta; dicha que allí os aguarda. Vuestra es. Es de quienes, contra todo y contra todos, saben llegar a ser y continuar siendo hijos de Dios. 


Gloria al Padre; al Hijo y al Espíritu Santo”.






viernes, 10 de abril de 2015

EL CAYADO DE MOISÉS ES LA CRUZ DE CRISTO; MOISÉS Y AARÓN SIMBOLIZAN LA NATURALEZA DIVINA Y HUMANA DE JESÚS


EL CAYADO QUE ABRE LAS AGUAS, SIMBOLIZA LA CRUZ DE CRISTO QUE
ABRE LA VÍA ESPIRITUAL AL ALMA, APARTANDOLA DE
 LAS MENTIRAS DEL MUNDO, QUE ES EL MAR ROJO


            Entonces dijo Yahveh a Moisés: “Mira, te he constituido como un Dios respeto a Faraón, y Aarón, tu hermano será tu profeta. Tú le expresarás cuanto te ordene, y Aarón, tu hermano, hablará a Faraón para que deje salir de su País a los hijos de Israel". (Ex. 7-1,2) 

            Toda la Historia del Éxodo es una imagen profética que anuncia la futura Salvación del Género Humano por el Mesías Jesús-Dios. Y así como Moisés, el símbolo de la naturaleza Divina de Cristo, no podía expresarse al Faraón, por su dificultad para hablar (Mira, te he constituido como un Dios respeto a Faráon), tuvo que asociarse con su hermano Aarón (tu hermano será tu profeta), símbolo de su naturaleza Humana. 

       Ambos tuvieron que enfrentarse al Faraón para liberar al Pueblo Judío de la esclavitud, Jesús-Dios tuvo que enfrentarse a Satán y a sus secuaces, para liberar a la Humanidad, esclava del pecado, con sus dos naturalezas: La Humana y la Divina. 

          Y de la misma manera que Yahveh dotó a Moisés de su cayado, el arma adecuada para derrotar al Faraón, Dios Padre dotó a Jesús de una arma aún más poderosa: La Cruz, en donde rescató a la humanidad entera, y digo más poderosa porqué el cayado solo rescató al Pueblo Judío, mientras que el rescate de Jesús es un rescate a nivel Universal. 


PRIMERA PROFECÍA
el cayado transformado en serpiente

            Luego habló Yahveh a Moisés y Aarón, diciendo: “Cuando Faraón os hable de este modo: “¡Presentad en vuestro favor un portento!” diréis a Aarón: “Toma tu cayado y arrójalo ante Faraón”, y se convertirá en serpiente.” 

          Llegaron, pues, Moisés y Aarón a Faraón y obraron conforme había ordenado Yahveh. Aarón arrojó su cayado ante Faraón y sus servidores y se trocó en serpiente. Entonces, Faraón convocó también a los sabios y magos, y también ellos, los adivinos de Egipto, hicieron lo mismo mediante sus sortilegios. Cada uno arrojó su cayado, los cuales se convirtieron en serpientes; pero el cayado de Aarón se tragó los cayados de ellos. (Ex. 7-8,12) 

          El cayado de Moisés-Aarón se transforma en serpiente, y los magos del Faraón hacen lo mismo con sus bastones, pero la serpiente de Moisés-Aarón devora a las serpientes de los magos. 

        El significado profético dice que la Cruz y Cristo es, al igual que el árbol del jardín del Edén, el reclamo para atraer a los hombres a la salvación, pero los enemigos del alma, a su vez, con el permiso de Dios, por razones de equidad, son capaces ellos también de presentar a los ojos de los hombres, otros atractivos para apartarlos de Dios. 

         Pero el Hijo de Dios vencerá todas las seducciones del mundo que se ofrecen a sus elegidos, eso es lo que está simbolizado por la serpiente de Moisés-Aarón, que se enfrenta a las de los magos y acaba tragándoselas.



SEGUNDA PROFECÍA: la travesía del mar rojo 

         El Ángel de Elohim que marchaba delante del ejército de Israel movióse y pasó detrás de ellos. También la columna de nube se retiró de delante y se colocó detrás de aquellos. Metiose, pues, entre el real de Egipto y el real de Israel. Ahora bien, resultó que la nube vino a oscurecer y a iluminar la noche, de suerte que no se acercó el uno del otro de los ejércitos durante la noche. (Ex. 14-19, 20) 

        Esto es precisamente lo que ocurre al alma que ha sido rescatada y que toma el camino de la Salvación: El enemigo trata por todos los medios a su alcance de que no se le escape, atravesando el mayor obstáculo que encuentra hacia la tierra prometida que es la Vida Eterna: la frontera entre el hombre-animal y el hombre-ángel: el infranqueable mar Rojo. 

          El Ángel del Señor que guiaba el alma, es el que se interpone entre ella y Satán; y la columna de humo que es la Santa fe que la guía, se interpone para oscurecer es decir, apagar el atractivo del mundo, y al mismo tiempo iluminar, enseñándole al alma todas las mentiras y los peligros del mundo, impidiendo que el enemigo muy superior al alma, pueda volver a esclavizarla. 

          Dijo entonces Yahveh a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? ¡Dí a los hijos de Israel que emprendan la marcha! Tú alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar e hiéndelo para que los hijos de Israel penetren en medio del mar a pie enjuto. (Ex. 14-15,16) 

           Entonces, Cristo ruega al Padre Eterno, que indica que, al estar alzado el cayado, que es la Cruz con su sacrificio, y con su mano, es decir con su ejemplo y su doctrina, hendirán el mar, lo que significa apartar todas las mentiras y las seducciones que obstaculizan al alma, para permitirle tomar el camino de la tierra prometida, aniquilando por completo el poderoso ejército enemigo. 

       El alma, victoriosa de sus enemigos, puede entonces emprender su camino hacia la tierra prometida, dándose cuenta del poder de su Dios, y recobrando fuerzas para el largo camino que aún le espera, e ignorando las dificultades y las trabas que aún tendrá que vencer para alcanzar la tierra prometida. 

          Aquí hay que anotar el canto de la profetisa María, que la Escritura identifica como hermana de Aarón, es la viva imágen de la Stma. Virgen María, hermana de Aaron, que era la naturaleza humana de Jesús, la que le comunicó al Redentor esa naturaleza humana, curiosamente es también hermana de Moisés, pero no lo menciona la Escritura para querer afirmar que La Virgen María es la que comunicó a Jesús su naturaleza humana: 

          Entonces María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó el adufe en su mano y todas las mujeres salieron tras ella con adufes y en coros. María les entonaba: 

“¡Cantad a Yahveh, pues se ha henchido de gloria, 
Al caballo y su jinete ha sumido en la mar!” (Ex.15-20,21) 

TERCERA PROFECÍA: El agua amarga de Mará. 

         Llegaron a Mará, mas no pudieron beber las aguas de Mará porque eran amargas. Por eso se le llamó con el nombre de Mará (=amargura). El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: “¿Qué vamos a beber?” Moisés clamó a Yahveh, y Yahveh le señaló un madero para que lo lanzara al agua, y las aguas se tornaron dulces. Allí Yahveh le impuso al pueblo ley y derecho, y allí le puso a prueba. 
       Dijo: “Si escuchas atentamente la voz de Yahveh, tu Dios, obras lo recto a sus ojos, das oído a sus mandatos y observas todas sus leyes, no te impondré ninguna de las dolencias que impuse a los egipcios, porque yo soy Yahveh que te curo.” 

      Luego llegaron a Elim, donde había doce fuentes y setenta palmeras, y acamparon allí junto al agua. (Ex. 15-23, 27) 


       Todas las pruebas y dificultades de la vida, con sus sufrimientos correspondientes, simbolizadas por las aguas amargas de Mará, quedan aliviados por el madero que simboliza la Cruz de Jesús-Dios, la cual quita el amargor de todas las cruces de este mundo, y las vuelve dulces, al compararlas por la Santa Cruz y los sufrimientos tan atroces del Sublime Redentor. 

      Y aquí, Yahveh advierte que todas las pruebas son consecuencia de no escuchar su voz, no cometer lo recto a sus ojos, no oír sus mandatos y no observar sus leyes, en caso contrario, nos castigará con las plagas de Egipto, que nos mandará para curarnos. 


CUARTA PROFECÍA: La institución de la Eucaristía 

         Entonces dijo Yahveh a Moisés: “He aquí que os voy a hacer llover pan desde el cielo y saldrá el pueblo y recogerá la ración diaria cada día, afín de que yo lo ponga a prueba, examinando si camina según mi Ley o no. (Ex.16-4) 

        Y sucedió que mientras hablaba Aarón a la comunidad de los israelitas, volvieron la cara hacia el desierto y he aquí que la Gloria de Yahveh se apareció en la nube. Entonces habló Yahveh a Moisés diciendo: “He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales de este modo: “Al atardecer comeréis carne y a la mañana os saciaréis de pan. “¡Conoceréis pues que soy Yahveh, vuestro Dios!”. (Ex.16-10, 12) 

             Extraordinaria profecía sobre el alimento espiritual del alma que es el cuerpo de Jesús, el pan del cielo. La gloria de Yahveh en la nube es Jesús oculto en la Eucaristía, en donde aparece oculto su cuerpo (verdadera carne) y su sangre, verdadera bebida, como así dice Jesús por el apóstol S. Juan

              (…) Replicóles entonces Jesús: “En verdad, en verdad os digo: No os ha dado Moisés el pan del cielo, antes bien, mi Padre os da el verdadero pan celestial; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo”. Dijéronle entonces: “Señor, danos perpetuamente ese pan.” Díjoles entonces Jesús: “Yo soy el pan de vida; y el que viniere a mí, no tendrá de cierto hambre, y el que creyere en mí, no sentirá de cierto sed. (Juan 6-32) 



QUINTA PROFECÍA: El agua viva de la roca de Horeb 


Así, pues, el pueblo sintió allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: “¿A que fin nos has sacado de Egipto, para matar de sed a mí, a mis hijos y mis ganados?” Entonces, clamó Moisés a Yahveh, diciendo: “¿Qué haré a ese pueblo? ¡Por poco me apedrean!” Dijo Yahveh a Moisés: “Pasa al frente del pueblo y toma contigo a alguno de los ancianos de Israel. Coge con tu mano al cayado, con que golpeaste al Nilo, y marcha. He aquí que yo me mantendré contra ti, allá sobre la roca en Horeb: golpearás en la roca y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.” Hízolo así Moisés ante los ancianos de Israel. (Ex. 17-4,6) 

          El significado de esta profecía de la roca, golpeada por el cayado de Moisés, de la cual salió el agua, es decir hablando espiritualmente: Jesús la roca rechazada, atravesado con la lanza, vierte su Divina Sangre, precio del rescate, y también el agua que apaga la sed de su Pueblo, se cumple con las palabras de Jesús a los Fariseos: 

        “¿Ni habéis leído aquella escritura: la piedra que rechazaron los constructores vino a ponerse en el vértice del ángulo de parte del Señor, se hizo esto y es admirable a nuestros ojos” (Marc.12-10,11) 

            Y en las palabras de Jesús a la Samaritana: 

          “(…) Contestóle Jesús diciendo: “Si supieras el don de Dios y quien es que te dice: “dame de beber”, tú le implorarías a él, y te daría agua viva.” (Juan 3-10)

            Y la visión del Paraíso por S. Juan en el Apocalipsis: 

            “Y me mostró un río de agua de vida brillante como cristal, que venía del trono de Dios y del Cordero. En mitad de la plaza y de un lado al otro del río se da el árbol de la vida, que produce doce frutos, rindiendo cada mes el suyo; y las hojas del árbol sirven para curación de las gentes. 

          Y no habrá ya nada maldito, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y los siervos de aquel le adorarán, y verán su Faz, y el nombre de él estará en la frente de ellos. Y no habrá más noche y no tendrán necesidad de luz de lámpara, ni de luz de sol, porque el señor Dios dará luz sobre ellos y ellos reinarán por los siglos de los siglos". (Ap. 22-1,5) 


SEXTA PROFECÍA: La serpiente de bronce 


       "Desde Hor, la montaña, partieron camino del Mar Rojo, contorneando el País de Edom, pero en el camino se desalentó el pueblo. Habló, pues, el pueblo contra Elohim y contra Moisés: "¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto, para morir en el desierto, pues no hay ni pan ni agua, y nuestra alma está hastiada de este alimento miserable? 

        Yahveh mandó entonces contra el pueblo a las serpientes abrasadoras, que mordieron al pueblo muriendo mucha gente de Israel. El pueblo acudió a Moisés y dijeron: "¡Hemos pecado, pues hemos hablado contra Yahveh y contra ti; ruega pues a Yahveh, para que aparte de sobre nosotros a las serpientes!" Moisés rogó, en efecto, por el pueblo, y Yahveh dijo a Moisés: "hazte una serpiente abrasadora y colócala sobre una pértiga y acaecerá que todo el que hubiere sido mordido y la mire, vivirá" 

         Moisés, fabricó efectivamente, una serpiente de bronce y la colocó sobre la pértiga; ahora bien, si mordía una serpiente a un individuo, y este miraba a la serpiente de bronce, conservaba la vida. (Num. 21-4,9) 

         Aquí está sin duda alguna, una de las mayores profecías sobre Jesús-Redentor: El que mira a la Serpiente de bronce, elevada sobre la pértiga, es decir el que mira (mirar en el sentido espiritual, significa hacer suyo a Jesús), verdadero Dios y verdadero Hombre (El bronce es la aleación de dos metales: el cobre y el aluminio), elevado en la cruz, se queda liberado de la muerte ocasionada por el veneno inoculado por Satán, que representa el que se entrega al pecado mortal, y se arrepiente al "mirar" a la Cruz. 






LA LIBRE INTERPRETACIÓN EN LAS ESCRITURAS, SEGÚN LOS PROTESTANTES, SE ADAPTARÁ SIEMPRE A LA MENTALIDAD DE CADA PERSONA


ES UNA VERDAD DE FE, QUE LA VIRGEN MARÍA ES TAMBIÉN
  NUESTRA MADRE, COMO ASÍ LO QUISO JESÚS EN LA CRUZ



          En la época actual que nos ha tocado vivir, y en nombre de la "libertad", y me refiero a la libre interpretación de la Palabra de Dios, han surgido cada vez más, sobre todo de parte de los Protestantes, un sinfín de interpretaciones acerca de la Doctrina que se encuentra en la Biblia.

       No hablo solo de lo que se refiere a todas de sectas Religiosas, de lo más variopintas, que presentan toda clase de interpretaciones de la palabra de Dios, que se traducen por enseñanzas de lo más increíbles, como la fecha exacta del fin del mundo, la venida de extraterrestres que nos han creado y que volverán a salvarnos de un cataclismo. 

        Otros proclaman la negación de la Divinidad de Cristo, incluso de su muerte en la cruz, y aquí me acuerdo en especial de una secta que afirma que en la oración de Cristo a su Padre, cuando dijo: "Aparta de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya", obligaba al Padre a impedir la muerte de Cristo en la Cruz, y que por esa razón, está enterrado en un lugar de la India, en donde lo veneran sus seguidores. 

      Otros niegan la Virginidad de María, porqué son de una espiritualidad tan pobre, que no pueden concebir que existan seres distintos a su manera de ser. "Se cree el ladrón que todos son de su condición", y por eso el lujurioso se cree que todo el mundo lo es, y el embustero, que todo el mundo miente, y el glotón que todo el mundo traga. 

         Y esto, desgraciadamente, también ocurre no solo en las sectas religiosas, o en otras religiosas como el Budismo o el Hinduismo, donde existen en este último una multitud innombrable de dioses de lo más inaudito, como dioses con cabezas de monos o de elefante y además, ambas creen en la reencarnación y en el famoso "Karma", en donde todo lo que nos ocurre, tanto castigos como premios son la consecuencia de una vida pasada, pero también, hay muchos errores en el seno de la Iglesia católica, incluso en su Jerarquía. 

       La pregunta es ¿A que se deben todos esos pareceres tan disparatados y tan alejados de la verdad que es solo única? Sin duda alguna, estos errores provienen, sobre todo, a pecados de sus miembros, y en toda la retahíla de sectas Protestantes, al hecho de que no están amparadas por la palabra de Dios, que dijo: "Las puertas del Infierno no prevalecerán contra mi Iglesia" y todo esto se pueden resumir en las palabras de Jesús-Dios: 

        La Luz vino en el mundo, pero las tinieblas no la quisieron recibir Y esa luz, palabra de Cristo, confirmada por su vida, sus milagros y su entrega total hasta la muerte más cruenta, es la llave que abre la cerradura de nuestra conciencia que está puesta por Dios en todas las personas. 

        Las personas que viven una vida con la busca desenfrenada del hedonismo, se crearán una doctrina acorde con su manera de vivir, para así acallar su conciencia, las personas que carecen de humildad, se crearán una doctrina acorde con sus vicios y su relajación, y predicarán una Doctrina "descaféinada", imaginando un Dios "merengue", que perdonará, aunque no se arrepienten, todos sus pecados, a pesar de que esta doctrina vaya en contra de la Doctrina de los Santos Padres y del Catecismo, como el Arzobispo de Friburgo que niega la Redención del Género Humano por Cristo, diciendo que Jesús murió en la Cruz ¡Para aprendernos a morir!, o que pintan un Infierno completamente vacío, como otro Arzobispo con el cual tuve el honor de conversar. 

      El Santo Cura de Ars, Patrón mundial de todos los Sacerdotes, como lo cuenta Monseñor Trochú en su famoso libro sobre su vida, dice que pasaba muchas noches delante del Santísimo, llorando para que no se condenara ninguno de sus feligreses. Hablando de las sectas protestantes, decía: "Fíjate si son pobres, que hasta los nombres que se ponen son nombres de Santos Católicos".


jueves, 9 de abril de 2015

EL AMOR INFINITO DE JESÚS Y MARÍA SANTÍSIMA


Jesús y la Virgen María, quieren protegernos en sus brazos
como la gallina a sus polluelos bajo sus alas




             Hace algún tiempo, en los medios de comunicación, ha aparecido un suceso estremecedor: en un accidente de tráfico, un automóvil cayó en un barranco contiguo a la carretera.

             Este vehículo permaneció oculto con sus dos ocupantes en el interior; al cabo de mucho tiempo, el padre apareció muerto abrazado a su hijo de tres años, que permaneció vivo porqué su padre lo protegió de la muerte con su cuerpo, y según parece, se abrazó a él antes de morir. 

            Enseguida me vino a la mente la figura de Jesús, nuestro Salvador, que gracias a su tremendo sacrificio, nos rescató de la muerte eterna, ya que por culpa del pecado de Adán, el vehículo en el cual estamos todos subidos, que es la Tierra en que vivimos, se había precipitado en el barranco de la perdición, que es la trampa urdida por Satanás a Adán y Eva y a todos  sus descendientes.

            Y también me acordé de la señal de los Cristianos, que es la Cruz, en donde el Salvador, y su Santa Madre la Virgen María, están con los brazos abiertos para abrazar a la humanidad que quiera buscar refugio en ellos, y para eso, como el padre del accidente, Jesús nos da su vida para protegernos de la "caída" de Adán y que tengamos la Vida Eterna. Este sublime Sacrificio abarca a la Humanidad entera, porque el que lo realiza, ofrece al Padre-Dios la única ofrenda que es de un valor infinito en cuanto a su precio y su universalidad. 

         Solo esta Víctima Perfecta, ha podido redimir el tremendo pecado de Adán, que quedó para siempre marcado en los "genes" de la humanidad, para todos los que quieran acogerse al perdón divino. Y así en el abrazo de Jesús, volver a renacer comiendo del fruto del árbol de la vida que es la Cruz, el antídoto del árbol del conocimiento del bien y del mal, que es el árbol de la muerte. 

         Y podemos oír la voz de Jesús, que clama y retumba en la conciencia de todos los hombres de bien: "Jerusalén, Jerusalén, que matas a los Profetas y apedreas a los que Dios te envía!, cuantas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de las alas, y no habéis querido. Pues bien, vuestra casa se os quedará desierta. Y os digo que ya no me veréis más hasta que llegue el día en que digáis: "Bendito el que viene en el nombre del señor". (Lc 13-34,35)







martes, 7 de abril de 2015

PALABRAS DE CONSUELO A LOS FAMILIARES, DE LAS ALMAS QUE HAN MUERTO EN GRACIA DE DIOS

SAN AGUSTÍN DOCTOR DE LA IGLESIA






ORACIÓN COMPUESTA POR SAN AGUSTÍN



No llores por mi, si me quieres. 
¡Si tu conocieras el
 don de Dios y como es el Cielo! 

¡Si pudieses oír desde donde estás, el canto de los 
Bienaventurados, y verme en medio de ellos! 

¡Si fueras capaz de ver con tus ojos el panorama 
de los horizontes infinitos, y de los senderos 
por donde camino! 

¡Si solo por un momento, pudieras contemplar
 como lo estoy haciendo yo, la Sublime Belleza 
ante la cual todas las bellezas se marchitan! 

Créeme, cuando la muerte venga a romper 
tus ataduras, como ya rompió las 
que me tenían encadenado, 

y cuando un día, solo conocido por Dios,
 tu alma entre en ese Cielo en donde yo te precedí... 

Ese día, purificado, me volverás a ver y volverás 
a encontrarte con todo mi cariño. 

¡No quiera Dios, que al entrar en ese mundo
 de felicidad, yo sea infiel a los recuerdos 
y a las verdaderas alegrías de mi vida pasada, 
y que yo te quiera menos! 

¡Me volverás pues a ver, transfigurado en el éxtasis
 y la felicidad, no esperando ya la muerte, pero
 caminando de trecho en trecho, contigo,
 en los nuevos senderos de la Luz y de la Vida! 


Entonces... enjuga tus lágrimas, y no llores más.
..Si me quieres!..."





lunes, 6 de abril de 2015

SI CONOCIÉRAMOS EL ÉXTASIS PARADISÍACO Y LA ANGUSTIA DEL INFIERNO, MORIRÍAMOS DE AMOR O DE TERROR



         Todos los hombres de buena voluntad, y que aman y ayudan a sus semejantes, y que buscan la Verdad, es decir al Dios verdadero, sin saberlo, pertenecen a la verdadera Religión, la auténtica imagen son los Reyes Magos, que vinieron desde Países lejanos, en donde no conocían la verdadera Religión.

               Pero como muy bien lo dice San Juan de la Cruz, el hombre que busca a Dios, tiene que saber que mucho más lo busca Dios a él, por eso los Reyes Magos recibieron y siguieron la estrella, mandada por el Todopoderoso, que los llevó al Portal de Belén. Y ahora sus cuerpos descansan en la Catedral de Colonia, cuyas torres son las más altas de la Cristiandad.

Dice San. Pablo al final de este dictado:

"Para Dios no hay acepción de personas. Él juzgará por los actos realizados, no por el origen humano de los hombres. Y habrá muchos que, creyéndose elegidos por ser Católicos, se verán precedidos por otros muchos que, al practicar justicia, sirvieron al Dios Verdadero en el suyo desconocido”.



Dictado de San Pablo a María Valtorta


       Dice el Autor Santísimo:

“La tribulación y la angustia son siempre las compañeras del alma del hombre que obra mal por más que no aparezca así a los ojos de los hombres.

El que es culpable no goza de esa paz que es fruto de la buena conciencia. Las satisfacciones de la vida, cualesquiera que sean, no son bastantes a dar paz. El monstruo del remordimiento acomete a los culpables con asaltos imprevistos, a horas que menos lo esperan y les tortura. A veces sirve para hacerles arrepentirse, otras para hacerles mayormente culpables moviéndoles a desconfiar de Dios y a arrojarlo totalmente de sí. Porque el remordimiento viene de Dios y de Satanás. El primero les estimula a salvarse. El segundo a terminar de perderse, por odio, por desprecio.

Ahora bien, el hombre culpable, que es ya pertenencia de Satanás, no considera que sea su tenebroso rey el que le tortura tras haberle seducido para que fuera su esclavo. Y culpa a Dios únicamente del remordimiento que siente agitarse dentro de sí e intenta demostrar que no teme a Dios, que lo da por inexistente al aumentar sus culpas sin temor alguno, con la misma avidez malsana con que el bebedor, aún sabiendo que le perjudica el vino, bebe más y más; con el mismo frenesí con que el lujurioso no acaba de saciarse del sórdido placer; y el que se habitúa a drogas tóxicas aumenta las dosis de las mismas a fin de gozar aún más de la carne y de las drogas estupefacientes.

Todo ello con la intención de aturdirse, de embriagarse de vino, de drogas, de lujuria, hasta el extremo de idiotizarse y no sentir ya el remordimiento ni la culpabilidad de querer ahogar en sí la voz que le hablaba de triunfos más o menos grandes y temporales.

Pero, queda la angustia, queda la tribulación. Son estas las confesiones que ni a si mismo se hace un culpable o espera a hacerlas en el último momento, cuando, caídas las bambalinas del escenario, el hombre se ve desnudo, solo ante el misterio de la muerte y de su encuentro con Dios. Y estos últimos son ya los casos buenos, los que alcanzan la paz más allá de la vida tras la justa expiación. Y a veces, como en el caso del buen ladrón, junto a la contrición perfecta está la paz inmediata.

Más es harto difícil que los grandes ladrones – todo gran culpable es un gran ladrón puesto que le roba a Dios un alma: la suya de culpable, y otras muchas más: las arrastradas a la culpa por el gran culpable que será llamado a responder de estas almas, buenas, tal vez e inocentes antes de su encuentro con el culpable y por él hechas pecadoras, con mucha mayor severidad que la suya; y es un gran ladrón así mismo por robar al alma propia su bien eterno y a la vez que a la suya, a las almas de aquellos a quien indujo al mal – es difícil, digo, que un ladrón grande y obstinado alcance en su último momento el arrepentimiento perfecto.

De ordinario no alcanza ni el arrepentimiento parcial, bien porque la muerte lo cogió de improviso o porqué rechazó hasta el último instante su salvación.

Más la tribulación y la angustia de esta vida, apenas si son una muestra insignificante de la tribulación y de la angustia de la otra vida, ya que el infierno y la condenación son horrores cuya exacta descripción dada por el mismo Dios es siempre inferior a lo que en si son. No podéis vosotros, ni aún a través de una descripción divina, concebir exactamente que son la condenación y el infierno. Porque, del mismo modo que la visión y descripción divina de lo que es Dios no puede proporcionaros aún el gozo infinito del exacto conocimiento del día eterno de los justos en el Paraíso, así tampoco la visión y descripción divina del infierno puede daros una idea de aquel horror infinito.

Vosotros, vivientes, tenéis establecidas fronteras en el conocimiento del éxtasis Paradisíaco, lo mismo que de la angustia del infierno, porque si los conocieseis tal cual son, moriríais de amor o de horror.

Y castigo y premio se darán con justa medida tanto al judío como al griego, es decir, tanto al que cree en el verdadero Dios como al que es Cristiano pero está desgajado del tronco de la eterna Vid, como al hereje, como al que siga otras religiones reveladas o la suya propia si se trata de persona que ignora toda religión.

Premio a quien siga la Justicia. Castigo a quien hace el mal. Porque todo hombre hallase dotado de alma y de razón y con ellas tiene en si lo bastante para exigirle norma y ley. Y Dios, en su Justicia, premiará o castigará en la medida que el espíritu fue consciente, mas severamente, por tanto, en la medida que el espíritu y la razón son de individuos civilizados en contacto con Sacerdotes o ministros cristianos o de religiones reveladas y según la fe de cada espíritu.

Porque si uno, aunque de iglesia cismática o separada tal vez, cree firmemente hallarse en la verdadera fe, su fe le justifica, y si obra el bien para conseguir a Dios, Bien supremo, recibirá un día el premio de su fe y de la rectitud de sus obras con mayor benignidad divina que la concedida a los católicos. Porque Dios ponderará cuánto mayor esfuerzo habrán tenido que realizar para ser justos los separados del Cuerpo Místico, los mahometanos, brahmánicos, budistas, paganos, esos en los que no se hayan la Gracia ni la Vida y con ellas mis dones y las virtudes que de dichos dones se derivan.

Para Dios no hay acepción de personas. Él juzgará por los actos realizados, no por el origen humano de los hombres. Y habrá muchos que, cr
eyéndose elegidos por ser Católicos, se verán precedidos por otros muchos que, al practicar justicia, sirvieron al Dios Verdadero en el suyo desconocido”.