MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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martes, 24 de mayo de 2016

MOISÉS ES EL MAYOR PROFETA DE NUESTRO SALVADOR: REPRESENTA LA NATURALEZA DIVINA DE JESÚS, Y SU HERMANO AARÓN, SU NATURALEZA HUMANA


EL CAYADO QUE ABRE LAS AGUAS, SIMBOLIZA LA CRUZ DE CRISTO QUE
ABRE LA VÍA ESPIRITUAL AL ALMA, APARTANDOLA DE
 LAS MENTIRAS DEL MUNDO, QUE ES EL MAR ROJO


            Entonces dijo Yahveh a Moisés: “Mira, te he constituido como un Dios respeto a Faraón, y Aarón, tu hermano será tu profeta. Tú le expresarás cuanto te ordene, y Aarón, tu hermano, hablará a Faraón para que deje salir de su País a los hijos de Israel". (Ex. 7-1,2) 

            Toda la Historia del Éxodo es una imagen profética que anuncia la futura Salvación del Género Humano por el Mesías Jesús-Dios. Y así como Moisés, el símbolo de la naturaleza Divina de Cristo, no podía expresarse al Faraón, por su dificultad para hablar (Mira, te he constituido como un Dios respeto a Faráon), tuvo que asociarse con su hermano Aarón (tu hermano será tu profeta), símbolo de su naturaleza Humana. 

       Ambos tuvieron que enfrentarse al Faraón para liberar al Pueblo Judío de la esclavitud, Jesús-Dios tuvo que enfrentarse a Satán y a sus secuaces, para liberar a la Humanidad, esclava del pecado, con sus dos naturalezas: La Humana y la Divina. 

          Y de la misma manera que Yahveh dotó a Moisés de su cayado, el arma adecuada para derrotar al Faraón, Dios Padre dotó a Jesús de una arma aún más poderosa: La Cruz, en donde rescató a la humanidad entera, y digo más poderosa porqué el cayado solo rescató al Pueblo Judío, mientras que el rescate de Jesús es un rescate a nivel Universal. 


PRIMERA PROFECÍA
el cayado transformado en serpiente

            Luego habló Yahveh a Moisés y Aarón, diciendo: “Cuando Faraón os hable de este modo: “¡Presentad en vuestro favor un portento!” diréis a Aarón: “Toma tu cayado y arrójalo ante Faraón”, y se convertirá en serpiente.” 

          Llegaron, pues, Moisés y Aarón a Faraón y obraron conforme había ordenado Yahveh. Aarón arrojó su cayado ante Faraón y sus servidores y se trocó en serpiente. Entonces, Faraón convocó también a los sabios y magos, y también ellos, los adivinos de Egipto, hicieron lo mismo mediante sus sortilegios. Cada uno arrojó su cayado, los cuales se convirtieron en serpientes; pero el cayado de Aarón se tragó los cayados de ellos. (Ex. 7-8,12) 

          El cayado de Moisés-Aarón se transforma en serpiente, y los magos del Faraón hacen lo mismo con sus bastones, pero la serpiente de Moisés-Aarón devora a las serpientes de los magos. 

        El significado profético dice que la Cruz y Cristo es, al igual que el árbol del jardín del Edén, el reclamo para atraer a los hombres a la salvación, pero los enemigos del alma, a su vez, con el permiso de Dios, por razones de equidad, son capaces ellos también de presentar a los ojos de los hombres, otros atractivos para apartarlos de Dios. 

         Pero el Hijo de Dios vencerá todas las seducciones del mundo que se ofrecen a sus elegidos, eso es lo que está simbolizado por la serpiente de Moisés-Aarón, que se enfrenta a las de los magos y acaba tragándoselas.



SEGUNDA PROFECÍA: la travesía del mar rojo 

         El Ángel de Elohim que marchaba delante del ejército de Israel movióse y pasó detrás de ellos. También la columna de nube se retiró de delante y se colocó detrás de aquellos. Metiose, pues, entre el real de Egipto y el real de Israel. Ahora bien, resultó que la nube vino a oscurecer y a iluminar la noche, de suerte que no se acercó el uno del otro de los ejércitos durante la noche. (Ex. 14-19, 20) 

        Esto es precisamente lo que ocurre al alma que ha sido rescatada y que toma el camino de la Salvación: El enemigo trata por todos los medios a su alcance de que no se le escape, atravesando el mayor obstáculo que encuentra hacia la tierra prometida que es la Vida Eterna: la frontera entre el hombre-animal y el hombre-ángel: el infranqueable mar Rojo. 

          El Ángel del Señor que guiaba el alma, es el que se interpone entre ella y Satán; y la columna de humo que es la Santa fe que la guía, se interpone para oscurecer es decir, apagar el atractivo del mundo, y al mismo tiempo iluminar, enseñándole al alma todas las mentiras y los peligros del mundo, impidiendo que el enemigo muy superior al alma, pueda volver a esclavizarla. 

          Dijo entonces Yahveh a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? ¡Dí a los hijos de Israel que emprendan la marcha! Tú alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar e hiéndelo para que los hijos de Israel penetren en medio del mar a pie enjuto. (Ex. 14-15,16) 

           Entonces, Cristo ruega al Padre Eterno, que indica que, al estar alzado el cayado, que es la Cruz con su sacrificio, y con su mano, es decir con su ejemplo y su doctrina, hendirán el mar, lo que significa apartar todas las mentiras y las seducciones que obstaculizan al alma, para permitirle tomar el camino de la tierra prometida, aniquilando por completo el poderoso ejército enemigo. 

       El alma, victoriosa de sus enemigos, puede entonces emprender su camino hacia la tierra prometida, dándose cuenta del poder de su Dios, y recobrando fuerzas para el largo camino que aún le espera, e ignorando las dificultades y las trabas que aún tendrá que vencer para alcanzar la tierra prometida. 

          Aquí hay que anotar el canto de la profetisa María, que la Escritura identifica como hermana de Aarón, es la viva imágen de la Stma. Virgen María, hermana de Aaron, que era la naturaleza humana de Jesús, la que le comunicó al Redentor esa naturaleza humana, curiosamente es también hermana de Moisés, pero no lo menciona la Escritura para querer afirmar que La Virgen María es la que comunicó a Jesús su naturaleza humana: 

          Entonces María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó el adufe en su mano y todas las mujeres salieron tras ella con adufes y en coros. María les entonaba: 

“¡Cantad a Yahveh, pues se ha henchido de gloria, 
Al caballo y su jinete ha sumido en la mar!” (Ex.15-20,21) 

TERCERA PROFECÍA: El agua amarga de Mará. 

         Llegaron a Mará, mas no pudieron beber las aguas de Mará porque eran amargas. Por eso se le llamó con el nombre de Mará (=amargura). El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: “¿Qué vamos a beber?” Moisés clamó a Yahveh, y Yahveh le señaló un madero para que lo lanzara al agua, y las aguas se tornaron dulces. Allí Yahveh le impuso al pueblo ley y derecho, y allí le puso a prueba. 
       Dijo: “Si escuchas atentamente la voz de Yahveh, tu Dios, obras lo recto a sus ojos, das oído a sus mandatos y observas todas sus leyes, no te impondré ninguna de las dolencias que impuse a los egipcios, porque yo soy Yahveh que te curo.” 

      Luego llegaron a Elim, donde había doce fuentes y setenta palmeras, y acamparon allí junto al agua. (Ex. 15-23, 27) 


       Todas las pruebas y dificultades de la vida, con sus sufrimientos correspondientes, simbolizadas por las aguas amargas de Mará, quedan aliviados por el madero que simboliza la Cruz de Jesús-Dios, la cual quita el amargor de todas las cruces de este mundo, y las vuelve dulces, al compararlas por la Santa Cruz y los sufrimientos tan atroces del Sublime Redentor. 

      Y aquí, Yahveh advierte que todas las pruebas son consecuencia de no escuchar su voz, no cometer lo recto a sus ojos, no oír sus mandatos y no observar sus leyes, en caso contrario, nos castigará con las plagas de Egipto, que nos mandará para curarnos. 


CUARTA PROFECÍA: La institución de la Eucaristía 

         Entonces dijo Yahveh a Moisés: “He aquí que os voy a hacer llover pan desde el cielo y saldrá el pueblo y recogerá la ración diaria cada día, afín de que yo lo ponga a prueba, examinando si camina según mi Ley o no. (Ex.16-4) 

        Y sucedió que mientras hablaba Aarón a la comunidad de los israelitas, volvieron la cara hacia el desierto y he aquí que la Gloria de Yahveh se apareció en la nube. Entonces habló Yahveh a Moisés diciendo: “He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales de este modo: “Al atardecer comeréis carne y a la mañana os saciaréis de pan. “¡Conoceréis pues que soy Yahveh, vuestro Dios!”. (Ex.16-10, 12) 

             Extraordinaria profecía sobre el alimento espiritual del alma que es el cuerpo de Jesús, el pan del cielo. La gloria de Yahveh en la nube es Jesús oculto en la Eucaristía, en donde aparece oculto su cuerpo (verdadera carne) y su sangre, verdadera bebida, como así dice Jesús por el apóstol S. Juan

              (…) Replicóles entonces Jesús: “En verdad, en verdad os digo: No os ha dado Moisés el pan del cielo, antes bien, mi Padre os da el verdadero pan celestial; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo”. Dijéronle entonces: “Señor, danos perpetuamente ese pan.” Díjoles entonces Jesús: “Yo soy el pan de vida; y el que viniere a mí, no tendrá de cierto hambre, y el que creyere en mí, no sentirá de cierto sed. (Juan 6-32) 



QUINTA PROFECÍA: El agua viva de la roca de Horeb 


Así, pues, el pueblo sintió allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: “¿A que fin nos has sacado de Egipto, para matar de sed a mí, a mis hijos y mis ganados?” Entonces, clamó Moisés a Yahveh, diciendo: “¿Qué haré a ese pueblo? ¡Por poco me apedrean!” Dijo Yahveh a Moisés: “Pasa al frente del pueblo y toma contigo a alguno de los ancianos de Israel. Coge con tu mano al cayado, con que golpeaste al Nilo, y marcha. He aquí que yo me mantendré contra ti, allá sobre la roca en Horeb: golpearás en la roca y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.” Hízolo así Moisés ante los ancianos de Israel. (Ex. 17-4,6) 

          El significado de esta profecía de la roca, golpeada por el cayado de Moisés, de la cual salió el agua, es decir hablando espiritualmente: Jesús la roca rechazada, atravesado con la lanza, vierte su Divina Sangre, precio del rescate, y también el agua que apaga la sed de su Pueblo, se cumple con las palabras de Jesús a los Fariseos: 

        “¿Ni habéis leído aquella escritura: la piedra que rechazaron los constructores vino a ponerse en el vértice del ángulo de parte del Señor, se hizo esto y es admirable a nuestros ojos” (Marc.12-10,11) 

            Y en las palabras de Jesús a la Samaritana: 

          “(…) Contestóle Jesús diciendo: “Si supieras el don de Dios y quien es que te dice: “dame de beber”, tú le implorarías a él, y te daría agua viva.” (Juan 3-10)

            Y la visión del Paraíso por S. Juan en el Apocalipsis: 

            “Y me mostró un río de agua de vida brillante como cristal, que venía del trono de Dios y del Cordero. En mitad de la plaza y de un lado al otro del río se da el árbol de la vida, que produce doce frutos, rindiendo cada mes el suyo; y las hojas del árbol sirven para curación de las gentes. 

          Y no habrá ya nada maldito, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y los siervos de aquel le adorarán, y verán su Faz, y el nombre de él estará en la frente de ellos. Y no habrá más noche y no tendrán necesidad de luz de lámpara, ni de luz de sol, porque el señor Dios dará luz sobre ellos y ellos reinarán por los siglos de los siglos". (Ap. 22-1,5) 


SEXTA PROFECÍA: La serpiente de bronce 


       "Desde Hor, la montaña, partieron camino del Mar Rojo, contorneando el País de Edom, pero en el camino se desalentó el pueblo. Habló, pues, el pueblo contra Elohim y contra Moisés: "¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto, para morir en el desierto, pues no hay ni pan ni agua, y nuestra alma está hastiada de este alimento miserable? 

        Yahveh mandó entonces contra el pueblo a las serpientes abrasadoras, que mordieron al pueblo muriendo mucha gente de Israel. El pueblo acudió a Moisés y dijeron: "¡Hemos pecado, pues hemos hablado contra Yahveh y contra ti; ruega pues a Yahveh, para que aparte de sobre nosotros a las serpientes!" Moisés rogó, en efecto, por el pueblo, y Yahveh dijo a Moisés: "hazte una serpiente abrasadora y colócala sobre una pértiga y acaecerá que todo el que hubiere sido mordido y la mire, vivirá" 

         Moisés, fabricó efectivamente, una serpiente de bronce y la colocó sobre la pértiga; ahora bien, si mordía una serpiente a un individuo, y este miraba a la serpiente de bronce, conservaba la vida. (Num. 21-4,9) 



Aquí está sin duda alguna, una de las mayores profecías sobre Jesús-Redentor: El que mira a la Serpiente de bronce, elevada sobre la pértiga, es decir el que mira (mirar en el sentido espiritual, significa hacer suyo a Jesús), verdadero Dios y verdadero Hombre (El bronce es la aleación de dos metales: el cobre y el aluminio), elevado en la cruz, se queda liberado de la muerte ocasionada por el veneno inoculado por Satán, que representa el que se entrega al pecado mortal, y se arrepiente al "mirar" a la Cruz.

domingo, 22 de mayo de 2016

LA UNIDAD DE LA IGLESIA CATÓLICA ES SOLO POSIBLE CON LA IGLESIA ORTODOXA, QUE VENERA LA Stma. VIRGEN MARÍA COMO LA IGLESIA CATÓLICA.


Hermosa imagen Copta Ortodoxa del Sublime Redentor y de su Madre
y Madre Nuestra, Corredentora de la Humanidad




          Post publicado en el 2.013, que tiene hoy más vigencia que nunca por la entrevista del Papa Francisco con S. S. Kirilio en la Habana en el día 12-02-2.016, y cuyo mérito me atrevo a atribuir a la Santísima Virgen María, que dijo en Fátima al final de la primera guerra mundial: Si se consagra Rusia a mi Inmaculado Corazón, "Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará". 

         La Iglesia Ortodoxa tuvo que soportar muy a pesar suyo, la presencia de Satanás: la doctrina comunista, que persiguiendo a los creyentes, y prohibiendo toda manifestación religiosa, con horribles persecuciones, no solo no logró sus propósitos, pero además hizo revivir la fe de un modo imparable en la Iglesia Ortodoxa. Deseo ardientemente que esta Iglesia se esté acercando a la Iglesia Católica Romana, y me alegro de que rompiendo la tradición de hace más de 1.000 años, el Patriarca Ortodoxo haya asistido a la ceremonia de entronización del nuevo Papa Francisco.

        Lo que es importante es que la Iglesia Ortodoxa no fue fundada  por ningún hombre del tipo del renegado Lutero, que se casó con una monja renegada, de Calvino que mandó quemar vivo a Miguel Servet por su particular visión sobre la Santísima Trinidad, del sanguinario Enrique VIII, o de otra multitud de sectas fundadas por "iluminados" que se creían enviados por Dios, y estaban solo movidos por Satanás con su odio, su interés y su orgullo, y que repitieron las palabras del Príncipe negro: "No serviré".

       La Iglesia Ortodoxa y la Romana, fueron ambas fundadas no por un hombre pero sí por un Hombre-Dios: Jesucristo, Rey de Reyes y Señor del Universo, hubo una separación desde el Imperio romano, cuando se escindió en dos por la Invasión de Roma por los Bárbaros, y luego vino la Invasión de Constantinopla por los Turcos, pero ambas sobrevivieron, y tienen cada una los mismos Sacramentos, no veo objeción alguna para que ambas Iglesias se unifiquen, las Iglesias Católicas Romana y  Ortodoxa. 



Las dos interpretaciones de la Trinidad
que son perfectamente compatibles.

     Focio entonces, remueve la vieja rivalidad Roma-Constantinopla, la cual reviste convenientemente con el vistoso ropaje dogmático. 

        Esta vez el debate se cierne sobre el “filioque” (literalmente “y el hijo”) con el que, al añadirlo al Credo, el Papa habría incurrido, según Focio, en herejía. 

       La cuestión del “filioque” es una vieja cuestión suscitada, en una nueva manifestación de Cesaropapismo, por el Emperador Carlomagno, según la cual, el Espíritu Santo procede del Padre filioque, esto es “y” del Hijo, según sostiene Roma; en tanto que Constantinopla sostiene que el Espíritu Santo procede “ex Patre per Filium”, esto es, del Padre “por” el Hijo.

        Creo sinceramente que estas dos interpretaciones del Credo, están perfectamente justificadas.

       En cuanto a las acción del Santo Espíritu sobre las almas de los Hijos de Dios, está clarísimo que el Espíritu Santo interviene "Ex Patre per Filium", ya que es Cristo el que por su predicación, por su ejemplo y por su doloroso Rescate del Género Humano, es el que permite su acción que se produjo en el Cenáculo, estando ya Jesús muerto en la Cruz; por eso dijo algo así cómo: "Os conviene que yo me vaya, porque entonces, vendrá el Espíritu de la Verdad, que os iluminará y os hará comprender el significado de mi vida y de mi muerte".

       En cuanto a la esencia de la Santísima Trinidad, ya que cada una de las tres personas son absolutamente iguales, se puede decir que el Espíritu Santo procede del Padre filioque (y del hijo), de la misma manera se puede decir que El Padre procede del Espíritu Santo filioque o que el Hijo procede del Espíritu Santo "Patriloque".

         Quiera Dios que esa señal de esperanza del Patriarca en su visita a Roma se transforme en un acuerdo que llegue a restablecer el Cristianismo como a sus orígenes.

        En cuanto a toda la variopinta de sectas Protestantes, no veo cómo puede acontecer una unión con individuos que han renegado de su fe por la acción de la soberbia y del orgullo, es decir de Satanás, sectas que con su odio al Papa, nombrado por Jesús su legítimo representante en la Tierra, y con su menosprecio a la Santísima Virgen María, tesorera y medianera de todas las Gracias, Corredentora y Madre de Dios y de toda la Humanidad, causa un impedimento insuperable para que exista una comunión plena.





jueves, 19 de mayo de 2016

EL ESPÍRITU FARISEAICO AÚN HOY EXISTE, COMO EN EL TIEMPO DE JESÚS, SON LOS QUE CONDENAN A LOS QUE AMAN A TODOS LOS SERES CREADOS POR DIOS




Contestación a cada una de las objeciones contra el Papa Francisco, aparecida en una Comunidad religiosa, calificándolo nada menos que de hereje, Anticristo y masón, por tratar de defender el ecumenismo actual, con infundadas acusaciones. 

Guardo el anonimato sobre el autor, que bajo mi punto de vista está en pecado, cuya gravedad dejo al juicio de Dios y a la opinión del lector, ya que transmite públicamente tremendas acusaciones en contra del Embajador plenipotenciario de Jesús en la Tierra, El Papa Francisco.

Jesús en su vida y en el Evangelio, ha luchado y predicado en contra de esos tipos de personas, que son los Escribas y los Fariseos, fue en la prédica en la Sinagoga de su Pueblo, cuando afirmó que había muchos leprosos en Israel en el tiempo de Eliseo, y que el Profeta curó al sirio Naamán, lo que le valió el odio de sus paisanos que quisieron despeñarlo por un barranco.

Otro pasaje transcendental está en la famosa Parábola del buen Samaritano, que cayó en manos del bandido que le dejó medio muerto, pasó un Sacerdote de la Antigua y verdadera Ley y un Escriba que es un letrado en Teología, y dieron un rodeo para no socorrerlo, sólo un Samaritano, que para los Judíos era un proscrito, y no pertenecía ni obedecía a la Ley del Templo de Jerusalén, el que lo socorrió, y que fue puesto de ejemplo por Jesús, cuando le preguntaron ¿Quién es mi prójimo? 

Tampoco hay que olvidar la Parábola del fariseo y el publicano, el primero le daba gracias a Dios porque no era como ese publicano, ya que cumplía con todos los preceptos de la Ley, pagando el impuesto de la menta y del comino, asistiendo a todas las ceremonias del culto, ayunando, cumpliendo con todos los ritos impuestos por la Ley de Yahvé que era la auténtica Ley en aquella época, como ahora lo es la Iglesia Católica, el segundo la del publicano que incumplía todos esos preceptos, sabemos que el primero no fue justificado ante Dios porque despreciaba a su prójimo, y el segundo si lo fue porque se veía pecador y miserable.   




TREMENDA ACUSACIÓN FARISAICA CONTRA 
EL PAPA FRANCISCO



“La tolerancia igualitaria de todas las religiones es lo mismo que el ateísmo”, Papa León XIII.
El Papa Francisco nunca ha dicho que todas las religiones son igualitarias.

Aún no he salido de mi asombro. He tenido que ver el vídeo de intenciones de oración del Papa Francisco un par de veces, les puedo asegurar que la primera vez que lo vi pensé que era un burdo montaje, pero no, señores, es absolutamente verídico.
Efectivamente, es verídico.

¿Qué mensaje se está transmitiendo en él? Creo que es evidentísimo y requiere poca explicación: todos somos Hijos de Dios, y pues todas las religiones no son más que expresiones “diversas” mediante las cuales los hijos se comunican con el Padre, cada una con su forma y modo, pero igualmente válidas. La supuesta realidad de que el Padre nos escucha a todos, independiente de la religión que profesemos, debe ser un punto común de unión entre todo el género humano para obtener la paz y el amor universal soslayando lo que nos separa. En la práctica, como conclusión del mensaje, todas las religiones, en tanto que tales, se convierten en medios válidos para llegar a Dios, lo cual se escenifica con las imágenes del niño Jesús junto a Buda y similares.
Efectivamente, todos los hombres, al ser creados por Dios, tienen grabado en sus genes espirituales la huella del Creador, por esa razón todos, incluso los más aislados que viven en la selva, veneran a unos seres superiores, y tienen grabado en su conciencia puesta por Dios, la noción del bien y del mal, que se traduce por: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”, también saben que tienen un alma inmortal, ya que  veneran a sus ancestros. 
Dijo, creo que es San Pablo, que los que no hayan recibido el Evangelio, serán juzgados de acuerdo con su Conciencia.
Por eso, esas personas que no han recibido la Revelación, si cumplen con su conciencia, o los que viven en otra Religión, y permanecen en ella, porque es lo que les han enseñado sus padres, también en cierta manera son hijos de Dios.
Por esa razón, Dios Padre escucha a todos sus hijos, y además dialoga con ellos, ya que cuando hacen una acción perversa, sienten remordimiento, y cuando hacen una acción buena, sienten alegría, como nosotros los católicos: Es Dios que se expresa no con palabras pero con sentimientos.

Cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios (Pío XI)
¿Es esto nuevo? No, venimos soportando este discurso sincrético-indiferentista desde el Vaticano II y se ha explicitado en múltiples documentos y actos públicos (Asís), pero al menos, a donde me llega la memoria, la doctrina subyacente a todo esto no se había explicitado de una forma tan expresiva como en este vídeo. ¿Es esto católico? Digámoslo sin bagatelas: rotundamente NO. Seguro que muchos se sorprenderán por esta afirmación, pues el conocimiento del catecismo y la doctrina católica ha caído a unos límites glaciales. Algunos recordatorios. Partiendo de la base de que la filiación divina no se consigue sino por el Bautismo [1], nadie va al Padre sino por Jesucristo y su única Iglesia, la Iglesia Católica.
Razonamientos de una falta absoluta de caridad, y completamente ilógicos: según lo que se dice aquí, todos los que no están bautizados por la Iglesia Católica se condenan, ya que la filiación divina solo se consigue por el Bautismo, esto me recuerda cierta secta, cuando uno de sus miembros me decía que por el pecado de Enrique VIII, todos los anglicanos estaban condenados. También me decía que su fundador había asistido a las Reuniones del Concilio Vaticano II, y que al tener discernimiento de los Espíritus, al cruzarse con Pablo VI, ¡Vio al mirarle, en los ojos que estaba poseído por Satanás!

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie va al Padre, sino por Mí” (Juan 14, 6).
El significado espiritual de estas palabras de Jesús es que cualquier persona de la religión que sea, o incluso, si no sigue ninguna religión, si sigue su conciencia, que le dice que hay que adorar a su Creador sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo, practicando el bien con su semejante, siendo honrado, buen hijo, buen padre o madre, sigue a Jesús, ya que va por su camino y practica la verdad que Jesús enseñó con su ejemplo y su Doctrina. Estas personas tienen incluso más mérito que los bautizados y de misa diaria, que al salir de la Iglesia incumplen los mandamientos de la Ley, poniendo los cuernos a su pareja, o explotando a sus trabajadores. 

“El que no está conmigo está contra mí, y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mt 12, 30).
Esto es repetir el mismo argumento: quiere decir que el que no cumple los mandamientos de amor a Dios y a su prójimo, en cualquier religión, incluso los fieles y los consagrados católicos, están contra Jesús.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, se salvará, más el que no creyere se condenará” (Mc 16, 15-16).
Una persona de otra religión puede estar impedido en creer en Jesús por muchas circunstancias: Por el medio en que vive, por el ejemplo de ciertos católicos, que practican, van a misa y comulgan y a pesar de ello, explotan a sus semejantes, eso es lo que dijo Gandi.

Interpretado al pie de la letra, como lo hacen los Protestantes, esto significa que, el que es bueno, ama a su prójimo, es honrado, trabaja, da cariño a su familia, socorre a los necesitados, a los abandonados, a los enfermos, en los cuales está Jesús, se condenará, cuando en realidad, tiene más mérito que un católico, porque a pesar de ir a misa, a retiros espirituales, y cumplir con todos los preceptos, si no tiene caridad con los demás,  incumple los mandamientos.

Recordemos las palabras de Jesús a los Fariseos, los cuales habían nacido en la religión verdadera, y cumplían con todos los preceptos: “Las prostitutas os precederán en el Reino de los Cielos”.

“El que me odia a mí, odia también a mi Padre” (Jn 15, 23).
El que odia a Jesús, es el que incumple sus mandamientos, aunque vaya a Misa y comulgue todos los días.

“Si no hubiera venido y les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado” (Jn 15, 22).
Eso es lo que le pasa a algunos que se dicen católicos, que a pesar de cumplir con todos los preceptos, explotan a sus empleados, o le "ponen los cuernos" a su pareja:

Recuerdo que en la hermosa Basílica de San Juan de Dios de Granada, oyendo misa en una boda, mi mujer y yo, quedamos desagradablemente sorprendidos, por no decir escandalizados, cuando el Párroco, hermano de la Orden de San Juan de Dios, en su sermón, le dijo a la novia: “¡Tienes que estar preparada para perdonar, incluso cuando tu marido te ponga los cuernos!”.(Sic)

“Vosotros (judíos) tenéis por padre al diablo, y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él es homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad porque la verdad no estaba en él” (Jn 8, 44).
Estas palabras se las aplicó Jesús a los que no admiten que los milagros que realizaba fueran obra de Dios, y los atribuían al poder de Belcebú, hay cierta similitud entre esos judíos, y ciertos individuos que se llaman católicos y  desprecian a los que practican otra religión que hacen el bien, y afirman que se condenarán porque no están ni bautizados ni pertenecen a la Religión Católica.

“El que es de Dios oye las palabras de Dios; por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios” (Jn 8, 47)
No se trata solo de oír la palabra de Dios, pero hay que ponerla en Práctica, como dice el Proverbio: “Una cosa es predicar y otra dar trigo”. Desgraciadamente, muchos Católicos bautizados no la ponen en Práctica, se imaginan que la Religión consiste en cumplir, asistiendo a ceremonias religiosas.

“No todo el que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos” (Mt 7, 21).
Estas palabras de Jesús, vienen a confirmar todos mis razonamientos anteriores. Y habrá muchos, como dice Jesús, que preguntarán: “¿No hemos predicado en las plazas, no hemos echado demonios en tu nombre?"  y se les contestará: “No os conozco, retiraros de Mí, obradores de maldad”.

¿Les queda alguna duda?
¡Eso pregunto yo!

En Mortalium Animos [2], el papa Pío XI parecería haber visto el triste vídeo y anticipadamente nos advertía sobre aquellos que “convencidos de que son rarísimos los hombres privados de todo sentimiento religioso, parecen haber visto en ello esperanza de que no será difícil que los pueblos, aunque disientan unos de otros en materia de religión, convengan fraternalmente en la profesión de algunas doctrinas que sean como fundamento común de la vida espiritual. Con tal fin suelen estos mismos organizar congresos, reuniones y conferencias, con no escaso número de oyentes e invitar a discutir allí promiscuamente a todos, a infieles de todo género, de cristianos y hasta a aquellos que apostataron miserablemente de Cristo o con obstinada pertinacia niegan la divinidad de su Persona o misión”.
Los apóstatas son los que reniegan de Jesús, o que no renegando, no cumplen con su voluntad, y no se arrepienten, son por eso, menos culpables, los que no pertenecen a la Iglesia, que los que siguen en ella, y no hacen la voluntad de Dios, porque con su mal ejemplo hacen más daño a los infieles que los que se han apartado de la Iglesia. Es lo que pasa con los pederastas, y los consagrados o incluso sacerdotes que predican doctrina adulterada hecha a su medida y conveniencia. 

Y, continúa el Santo Padre Pío XI:
Tales tentativas no pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el ingénito y nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos obedientemente su imperio”.
Pero es que, a la hora del Juicio, las almas no serán nunca juzgadas por su Religión, eso es lo que piensan las sectas y los iluminados, conocí a un Testigo de Jehovah, que al hablar con otra persona, que decía que iba a haber un castigo a la Humanidad por los pecados, le contestó. “¡Eso es imposible, Dios nos tiene que  avisar a nosotros primero!”(sic)

San Juan de la Cruz, decía: “A la tarde, te examinarán en el Amor, aprende a amar como Dios quiere ser amado, y deja tu condición”.


Me pregunto, ¿alguien con dos dedos de luces y que no haya renunciado por completo al razonamiento puede pensar que lo que se expresa en este vídeo no es EXACTAMENTE lo que Pío XI considera como que “no puede, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos”. No se trata de mi juicio, de mis consideraciones, es la propia Iglesia la que ha condenado anticipadamente lo que aquí se está haciendo y diciendo.
Pero no termina aquí, dejemos seguir a Pío XI:
Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios”.
Los que se creen Católicos, pero que no cumplen con los mandamientos de la Ley de Dios, aunque vayan a misa, comulguen y se confiesen todos los días, incluso si están consagrados, son Sacerdotes u Obispos, si no cumplen con los preceptos del Evangelio, se apartan totalmente de la Religión revelada por Dios, y dejan de ser Católicos, sean laicos o lleven el hábito talar. Los de otra religión, si cumplen con los mandamientos del Amor no se apartan de la religión revelada por Dios, y por eso pertenecen a veces sin saberlo a su Iglesia.

No estamos ante un tema baladí, estamos, digámoslo sin contemplaciones, ante pura apostasía y herejía. Es absolutamente escandaloso como en el vídeo se iguala al Niño Dios en el pesebre con Buda y otros fetiches idolátricos. Pura blasfemia.
Nunca dijo el Papa Francisco en ningún momento que se iguala al Niño Dios en el pesebre con Buda, y otros fetiches idólatras. Blasfemar es denigrar y decir falsedades sobre el representante de Jesús en la Tierra, plenipotenciario de Dios en el Mundo entero. 

Sinceramente parece que vamos cuesta abajo y sin frenos. Espero de corazón que algunos se decidan de una vez por todas a hablar con todas las letras, esto es gravísimo y no es admisible en modo alguno ya contemporizaciones, diplomacias ni miedos. O con Cristo, o contra Él, no hay punto intermedio.
“¡Ojala fueras frío o caliente! Así, porque eres tibio, y ni caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca” (Apocalipsis 3, 16).

Espiritualmente hablando, el frío es el que no tiene ni amor ni misericordia hacia sus semejantes, el tibio es el indiferente, y el caliente es el que arde en amor a Jesús, y pregunto:
¿Es que no te das cuenta que estás helado?

En realidad, según lo afirman todos los Doctores de la Iglesia, todos somos hijos de Dios, sean de la Religión que sean, solo no lo son los que están en PECADO MORTAL, SEAN DE LA RELIGIÓN QUE SEAN.

Naturalmente, solo Dios puede conocer los que están en pecado mortal, pero una de las señales de perdición, están en todos los que se creen escogidos, enviados o iluminados, y que se dedican incansablemente a querer enderezar lo que ya está en materia de Doctrina protegido por Jesús: Su Santa Iglesia Católica y Apostólica.

El Infierno está lleno de soberbios de ese tipo, en el Cielo solo están los humildes y obedientes. Dijo un penitente que se confesaba con el Santo Cura de Ars. "Padre todos mis pecados los hice con buenas intenciones, a lo que el Santo le replicó: "¡Hijo mío, el Infierno está lleno de buenas intenciones!".






lunes, 16 de mayo de 2016

PALABRAS DE AZARÍAS, ÁNGEL DE LA GUARDIA DE MARÍA VALTORTA: ¿QUÉ ES LA MUERTE DEL ALMA?

EL HOMBRE TIENE QUE ESCOGER
 ENTRE EL AMOR Y EL ODIO



         Este discurso del Ángel Azarías es para mí - aparte de la Biblia, y sobre todo de las Palabras de Jesús en el Evangelio, con las Epístolas de los Apóstoles -, el más sublime de los que se han pronunciado, y que han sido oídos por un ser humano. Estas palabras son una verdad que "muerde" a toda la retahila de Progresistas que predican insistentemente la Doctrina "descafeínada" de los teólogos progresistas tipo Hans Kung, Massiá, Queiruga y tantos otros que son los abanderados de la teología de la secularización, del Relativismo, con sus discursos: "Dios te quiere como eres, hagas lo que hagas, Dios siempre te querrá, ¡hay que estar a gusto con sus pecados!".

          El Ángel explica claramente que cuando se odia, se corta como con un cuchillo la unión con Dios, y el alma muere y se vuelve putrefacta, solo el arrepentimiento profundo y sincero opera el Milagro de Dios que resucita el alma, hecho que solo es posible en esta Tierra cuando el trigo aún no ha madurado y está mezclado con la cizaña sembrada por Satanás, como lo dice el Evangelio de hoy.




PALABRAS DEL ÁNGEL AZARÍAS
 A MARÍA VALTORTA (23-6-1.946)


           [...] El temor de Dios preserva de las culpas y dota de vista segura al espíritu del hombre, y el espíritu que "ve" no puede dejar de creer en Dios y en sus Palabras y, de esta suerte salvarse de la muerte espiritual. Juan, el Precursor, predicaba el temor de Dios para descombrar los caminos al Cristo que venía a salvar a su pueblo. Jesús, el Salvador, predicó el amor por los caminos de la Salvación.

             El temor precede siempre al amor; y, diré así, la incubación del amor es la metamorfosis del sentimiento en un grado más elevado. El temor es todavía del hombre mientras que el amor es ya del espíritu. El hombre que teme a Dios se halla, a no dudar en el buen camino siempre que su temor a Dios sea justo, es decir, que no sea un ignorante e irracional miedo de Dios, más con todo, es siempre un camino trillado por quien no han desplegado las alas para volar a un desconocimiento más alto de lo que es Dios, esto es: Misericordia y Amor. El hombre que teme sigue sintiéndose el castigado por la culpa antigua y las suyas actuales. En cambio el hombre que ama, se siente el "perdonado" por los méritos de Cristo y revestido con ellos, de modo que el Padre ya no lo ve como súbdito, sino como hijo. El temor es bueno para tener sofrenada con las riendas a la materia; más el Amor es óptimo para dotar de calor de santidad al espíritu.

Con solo el temor, el culpable se arrepiente; más su arrepentimiento es todavía mudo y oscuro al estar sofocado, cual llama bajo el celemín, por el temor al Dios Juez. El culpable que al temor añade el Amor, suspira y su alma se encuentra ya en una luz que le ayuda a hablar al Padre y a ver su estado espiritual porque, no ya las culpas graves, pero también las veniales e imperfecciones se le presentan cual pobre capa de hierba bajo árboles altísimos y, a su vista, puede, no solo talar los árboles, más también arrancar los brotes, limpiando así el terreno para sembrar en él las virtudes gratas a Dios.

               Por tanto el culpable cuya fortaleza estriba en el amor, no solo posee el arrepentimiento perfecto - porque se arrepiente no ya por temor al castigo, pero por la pena de haber causado pena a su Dios amado - sino que en el mismo amor tiene su absolución primera. Y en verdad, pocas veces aquel que ama con todo lo que esto es, llega a las culpas mortales. Solo un asalto imprevisto y feroz de Satanás y de la carne podrán abatirle momentáneamente. Más en general, el amor preserva de caer y cuanto más fuerte es, tanto más débil será el pecar, lo mismo en número que en gravedad, hasta ir menguando el pecado, quedan solo imperfecciones a penas aparentes en aquellos que alcanzaron el perfecto amor, es decir la Santidad.

               El Apóstol Juan, el bendito y amoroso Juan, os da en la Epístola la medida de lo que puede la caridad y las cumbres que alcanza. Y, en contraposición, os hace ver el abismo en que se precipita quien no tiene la caridad:

"Nosotros sabemos haber sido transportados de la muerte a la Vida porque amamos a los hermanos".

           ¡De la muerte a la Vida! María, ¡que frase tan lapidaria!  el hombre, si no ama, ha muerto, es un muerto. Y si ama, el hombre, tras haber sido muerto, resucita y adquiere la Vida. ¿Como puede ser? ¡Esto es un verdadero milagro! Los pobres, los verdaderos pobres del mundo, es decir aquellos que no conocen a Dios, no pueden asimilar esa verdad y se ríen de ella, como palabras de locos. Más el que cree, el que realmente cree la comprende perfectamente.

              Dios es caridad, por eso el que ama está en Dios ¿Quien es el que da y devuelve la vida? Dios. Sea que traiga al hombre del barro y lo vivifique con el aliento divino espirando sobre la forma de creta, sea que coopere a la formación de los hombres creando un alma para el embrión animal que fue concebido en un seno, el alma: la vida del hombre que no es un bruto y que, sin esta vida de su existencia, no estaría ni materialmente vivo porque a él para estarlo , no le basta tener como los animales, la respiración en las narices sino que debe poseer esta alhaja espiritual, esta vena espiritual que le mantiene unido al Seno Santísimo de su Creador y nutrido por el que es Espíritu, Luz, Sabiduría y Amor. Y sea por fin a aquel que entregó su alma, el que la vuelva a infundir resucitándolo, es siempre el "Quiero" Divino el que hace vivir a la criatura.

               Y quiero aquí añadir unas observaciones personal: efectivamente el mono dicen que comparte el 99% de los genes del ser humano, pero el mono al no tener alma es un ser virtual, es decir un espejismo, porque para Dios que es eterno, solo lo importante es lo que es también eterno, ya que está escrito que Dios hizo el hombre a su imagen y semejanza, naturalmente la mayoría de los antropólogos obcecados y soberbios, que siendo finitos quieren explicar la Creación que es infinita, consideran el mono como un ser humano y algunos están empeñados en clasificarlos en esa categoría.

                      El alma humana puede por el pecado morir, pero en este mundo gracias a la Comunión de los Santos, gracias a las oraciones de los hermanos, puede lograr en esa alma abrir un resquicio para que penetre en ella la Luz divina, y lograr el arrepentimiento que es la sublimidad del amor, en ese caso Dios puede resucitar al alma muerta y devolverle la Vida, hecho que será imposible a la muerte de la persona, porque la mies estando segada no puede volver a crecer, y el trigo irá en los graneros de Dios y la cizaña al fuego eterno, como así o explica Jesús.


               Mas la criatura  tiene una vida en su vida: su alma y esta que, al ser inmortal, no muere por la muerte física, puede muy bien morir si, como antes he dicho, se separa del seno de su Señor. El odio, cualquiera que sea su forma y testimonio, es el cuchillo que corta la ligadura que une el Señor con el alma, una vez separada del Señor, muere.

                Por eso únicamente la caridad es la que de los muertos hace vivos. Porque sin Caridad estáis muertos. Y muertos estaban muchos, y más antes que la Caridad hecha Carne viniera a enseñar el Amor como Salud.

               Por eso puede muy bien decir el apóstol Juan que los verdaderos cristianos han sido trasladados de la muerte a la Vida por la Caridad que tiene su mandamiento de amar a los hermanos hasta el holocausto, dando así el ejemplo del Amor perfecto. El mandamiento del Amor, que los buenos acogen, es como el soplo de Vida inspirado al barro para hacer de él a Adán o el Fiat que se repite en cada infusión del alma en un germen de hombre y, sobre todo, como el grito del Resucitador: "¡Yo te lo digo: levántate!" y el "¡Lázaro, ven afuera!" a los resucitados de Palestina.

               Dios, que vuelve a entrar con el Amor, devuelve la Vida a los muertos mediante el Amor. Más el que no ama continúa en la muerte, esto es, en el pecado, porque el pecado en todas sus formas es odio. El hijo que no respeta a sus padres y los oprime con exigencias y egoísmos, el que daña a su prójimo con la violencia, el hurto, la calumnia y el adulterio es un homicida. Lo es igualmente al que hace morir de vergüenza o de dolor, lo mismo que quien lleva las almas a la desesperación con actos que le arrebatan la paz, la fe, el honor, la estima y el medio de trabajar, de vivir y de procurar la vida a sus familiares, como también el que con su ferocidad sanguinaria o sutiles persecuciones morales lleva a hacer desesperar de Dios y a morir odiándole, son homicidas de sus hermanos y es como si tratasen de matar a Dios en una nueva crucifixión, porque Dios está en vuestros hermanos y vuestros hermanos en Dios del que son hijos, y el homicida de sus hermanos, aquel que, material, moral o espiritualmente odia a sus hermanos, no hiere tan solo a estos sino que, a través de ellos, hiere también a Dios y, como todos los deicidas, está muerto. 

               En el Reino de Dios, no entran los muertos. El Reino de Dios se inicia en el espíritu del hombre sobre la Tierra mediante la unión de Dios y se completa en el Cielo con su plena posesión. Aquí en la Tierra, Dios en vosotros; y en el Cielo vosotros en Dios. Más Dios no entra en la putrefacción de muerte y la putrefacción de muerte no entra en el Cielo. En la Jerusalén Eterna, como no habrá Templos "Porque su Templo es el Señor en el que todos estaremos"; como no habrá necesidad de sol ni de luna porque su esplendor es Dios y su luminaria el Cordero; como no habrá puertas por no ser necesarias para Ella, ni Tiniebla para odiarla; así tampoco habrá en ella nada impuro y corrompido, nada muerto sino que tan solo estarán quienes hayan escrito sus nombres en el libro de la Vida, o sea en la Caridad que es la Vida. "En eso conocemos la Caridad de Dios: en que dio su Vida por nosotros".







LOS NOVÍSIMOS EXPLICAN EL SENTIDO DE LA VIDA, SIN ESE CONOCIMIENTO LA VIDA ES UN SIN SENTIDO







A un alumno, cuando empieza su formación escolar, el sabe, porqué se lo han explicado sus padres, sus profesores, o sus compañeros, lo que le espera, si se esfuerza o no, para proseguir en su formación. 

De su esfuerzo personal depende en cierto modo su porvenir: Si llega a terminar con éxito sus estudios, puede asegurar su futuro y obtener una profesión que le permita desenvolverse holgadamente en su vida. Y para ese cometido, hay personas que se dedican a estudiar hasta la extenuación, preparando concursos muy difíciles, en donde se presentan a unas oposiciones miles de pretendientes para unas cuantas plazas. 

Pero desde el punto de vista material, esto no se cumple siempre, ya que debido a varias circunstancias como por ejemplo la crisis económica, la enfermedad o la suerte, su porvenir puede verse defraudado, e incluso hay quienes no han logrado ningún título académico, y por circunstancias varias, pueden triunfar y hacer fortuna, a este respecto recuerdo que cuando vivía en Francia, había un emigrante italiano que había hecho fortuna en la construcción y que no sabía ni leer ni escribir, y recuerdo igualmente que una persona dijo al respecto: "Pero tenía que saber contar". 

Sin embargo desde el punto de vista espiritual, hoy día, a los fieles no se les quiere inculcar la idea del más allá, que es mucho más importante que la idea del porvenir para un estudiante, porque se trata en este caso de la vida Eterna y no de una vida pasajera. Eso no se comprende hoy día, pero si se entendía unos siglos atrás, en donde para asegurarse la vida eterna, estaban los monasterios repletos de almas, que se preparaban para ser felices para toda la eternidad. 

Por cobardía, por lo que dirán, ya que estamos en un mundo donde impera el ateísmo, el hedonismo y donde la religión, cuando se trata del Cielo o del Infierno, es un tema "tabú", muchos Pastores no hablan del asunto, o incluso, llegan a negarlo, contradiciendo de una manera flagrante y herética la verdadera Doctrina, llegando a crear y predicar unas enseñanzas que están en contradicción flagrante con la tradición y los Santos Padres, cogiendo de las escrituras lo que les agrada, y mutilando lo que no le gusta, sobre todo lo que trata de la Justicia de Dios, lo que es la prueba de su soberbia, ya que se creen más iluminados que ellos, y quieren una doctrina en acorde con las modas cambiantes, que hoy día están a favor de relativismo. 

Una vez más, estos individuos se sitúan por encima de la Ley Divina, de la tradición de siglos, de la doctrina de los Padres de la Iglesia y de las Escrituras. 

La Stma. Virgen de Fátima, no tuvo reparo alguno en enseñar el Infierno a unos niños pequeños, que quedaron tan impresionados que hasta el fin de sus vidas no pararon de repetir: "¿Porqué Dios no enseña el Infierno a los pecadores?". 

Esta vista del Infierno se asemeja a la descripción del mismo, relatada por Jesús a María Valtorta, descripción larga y detallada, que calificó de impactante cierto sacerdote que predicaba que para un condenado "¡Era mejor la existencia en el Infierno que la no existencia!"(sic). 

SE HABLA DE LA RENOVACIÓN DE LA IGLESIA, DE LA REEVANGELIZACIÓN DE EUROPA, DE LA CRISIS MORAL, DEL RELATIVISMO, PREDICANDO EL DIOS MERENGUE, QUE ES INCAPAZ DE MANDAR A NADIE AL INFIERNO, PERO NUNCA SE PODRÁ LLEVAR A CABO SIN EL RETORNO A LAS FUENTES: AL RECONOCIMIENTO Y A LA PREDICACIÓN DEL DESTINO FINAL DEL HOMBRE: LOS NOVÍSIMOS.




sábado, 14 de mayo de 2016

DURÍSIMO ENFRENTAMIENTO ENTRE JESÚS, LOS FARISEOS Y LOS ESCRIBAS EN CASA DEL RESUCITADO DEL HIJO DE LA VIUDA DE NAÍM


La Resurrección del Hijo de la Viuda de Naím


           Maravilloso relato sobre uno de los más grandes milagros de Jesús;  descripción de la conversación de Jesús con los Fariseos y Doctores de la Ley, los cuales representan a todos los detractores actuales sobre la divinidad de Cristo Jesús. Vemos la gran paciencia de Jesús con sus detractores, y asistimos a un enfrentamiento abierto, cuando al final, quieren demostrar que todo es un complot entre el Pueblo de Naím; el resucitado y su familia para hacer creer un falso milagro. Jesús se llama Él mismo el Perseguido por los Escribas y Fariseos, a los cuales los compara con las hienas, que se regocijan en el olor de la carroña.

           Todos estas descripciones y palabras de Jesús están relatadas en los Evangelios, y son fieles en todo lo que allí está escrito. Maravillosas descripciones de María Valtorta, que es una grandísima escritora, porque nos transporta de una manera increíble, como si estuviéramos allí presentes, a todos los acontecimientos relatados con más brevedad en los Evangelios. 



Del Poema del Hombre-Dios de Mª Valtorta.

Hay gran ambiente festivo en la ciudad de Naím: recibe a Jesús por primera vez después del milagro del joven Daniel resucitado de la muerte.
Precedido y seguido por un buen número de personas, Jesús atraviesa la ciudad bendiciendo. Además de los de Naím, hay personas de otros lugares, que vienen de Cafarnaúm adonde habían ido a buscarle y de donde los habían mandado a Caná, y de esta ciudad a Naím. (…)
Entre estas personas que han venido de otros lugares buscándole, no faltan fariseos y escribas, aparentemente respetuosos….

Jesús se hospeda en casa del joven resucitado, en la que han concurrido también las personas importantes de la ciudad; y la madre de Daniel, al ver a los escribas y fariseos – siete como los pecados capitales - , toda humilde, los invita disculpándose de no poder ofrecerles una morada más digna.
Está el Maestro, está el Maestro, mujer. Ello daría valor incluso a una cueva. Tu casa es mucho más que una cueva. Así que entramos y decimos: “Paz a ti y a tu casa”.

(…) Felices ellas (las que se cuidan del servicio). Felicísima la que, con la dueña de la casa ofrece las jofainas de las abluciones a los invitados importantes. Es una jovencita oscura de ojos y cabellos, pero de tez tenuamente sonrosada; más rosa cuando la dueña de la casa explica a Jesús que es la prometida de su hijo y que pronto se celebrarán las bodas. “Hemos esperado a que vinieras para celebrarlas, para que toda la casa quedara por Ti santificada. Ahora, bendícela para que sea una buena esposa en esta casa”.

Jesús la mira, y, dado que ella se inclina, le impone las manos diciendo: “Florezcan en ti las virtudes de Sara, Rebeca y Raquel; de ti nazcan verdaderos hijos de Dios, para su gloria y para alegría de esta morada”.

Ya Jesús y las personas importantes se han purificado y entran en la sala del banquete con el joven, dueño de la casa, mientras los Apóstoles, con otros hombres de Naím menos influyentes, entran en la habitación de enfrente. El banquete comienza.

Comprendo por lo que hablan que, antes de que empezase la visión, Jesús había predicado y curado en Naím. Pero los Fariseos y Escribas, poco se detienen en eso. En cambio llenan de preguntas a los de Naím para saber detalles sobre la enfermedad de que había muerto Daniel, sobre las horas que habían transcurrido entre la muerte y la resurrección, y sobre si había sido embalsamado completamente o no, etc, etc…

Jesús se abstrae de todas esas indagaciones hablando con el resucitado, que está magníficamente, y come con un apetito formidable. Pero un Fariseo llama a Jesús para preguntarle si había sabido antes sobre la enfermedad de Daniel.

“Venía de Endor por pura coincidencia, porqué había querido complacer a Judas de Keriot, como también había complacido a Juan de Zebedeo. Ni siquiera sabía que había de pasar por Naím cuando empecé el camino para el peregrinaje Pascual” responde Jesús.
“¡Ah!, ¿No habías ido premeditadamente a Endor?” pregunta asombrado un escriba.
“No. No tenía entonces, ni la más mínima intención de ir a Endor”.

“¿Y entonces, como es que fuiste?”.
“Lo acabo de decir: porqué Judas de Simón quería ir”.
“¿Y porqué ese capricho?”.
“Para ver la gruta de la maga”.
“Quizá es que Tú, habías hablado de eso…”.
“¡Jamás! No tenía motivo de hablar de eso…”.
“Lo que quiero decir es que… quizás habías explicado con ese episodio otros sortilegios, para incitar a tus discípulos en…”.
“¿En qué? Para iniciar en la santidad no se necesitan peregrinajes. Una celda o una landa desierta, un pico de montaña o una casa solitaria van bien igualmente. Basta, en quien enseña, autoridad y santidad, y, en quien escucha, voluntad de santificarse. Yo enseño esto, y no otras cosas”.

“Pero los milagros que hacen ellos, los discípulos, que son sino prodigios y…”
“Y voluntad de Dios. Solo eso. Y cuanto más santos vayan siendo, más harán. Con la oración, con el sacrificio y con su obediencia a Dios. No con otras cosas”.
“¿Estás seguro de eso?” pregunta un escriba, con la mano en el mentón y mirando de reojo, y de abajo arriba a Jesús, con tono discretamente irónico y no sin un sentido de conmiseración.

“Son las armas y la doctrina que les he dado. Si luego, alguno de ellos, y son muchos, se corrompe con innobles prácticas, por soberbia o por otra cosa, el consejo no habrá provenido de Mí. Puedo orar para tratar de redimir al culpable. Puedo imponerme duras penitencias expiatorias para obtener que Dios le ayude especialmente con luces de su sabiduría para que vean el error. Puedo arrojarme a sus pies para suplicarle que abandone el pecado, con todo mi amor de Hermano, Maestro y Amigo.

 Y no pensaría que me estaría rebajando al hacer eso, porque el precio de un alma es tal, que merece la pena sufrir cualquier humillación para ganarla. Pero no puedo hacer más. Si, a pesar de eso, continua el pecado, llanto y sangre rezumarán de los ojos y el corazón del traicionado e incomprendido Maestro y Amigo”. ¡Qué dulzura y qué tristeza en la voz y en la expresión de Jesús!

Los escribas y Fariseos se miran entre sí. Es todo un juego de miradas. Pero no hacen ningún comentario al respecto.
En cambio, eso si, hacen preguntas al joven Daniel: ¿se acuerda de qué es la muerte?; ¿qué sintió al volver a la vida?; ¿Qué vio en el espacio entre la muerte y la vida?
“Yo sé que estaba enfermo y que sufrí la agonía. ¡Oh, qué cosa tan tremenda!, ¡no me hagáis recordarlo!... Y, no obstante, llegará el día en que volveré a sufrirla. ¡Oh, Maestro!...”. Le mira aterrorizado, y empalidece ante el pensamiento que tendrá que volver a morir otra vez.
Jesús le consuela dulcemente diciendo: “La muerte es de por sí expiación. Tú, muriendo dos veces, quedarás purificado de toda mancha y gozarás enseguida del Cielo. Pero que este pensamiento te haga vivir una vida santa, de forma que solo haya en ti involuntarias y veniales culpas”.

Más los fariseos vuelven al ataque: “¿Pero que experimentaste al volver a la vida?”.
“Nada. Me he encontrado vivo y sano como si me hubiera despertado de un largo y pesado sueño”.
“¿Pero te acordabas de haber muerto?”.
“Me acordaba de que había estado muy mal, hasta la agonía y nada más”.
“¿Y que recuerdas del otro mundo?”.
“Nada, no hay nada. Un agujero negro, un espacio vacío en mi vida… Nada”.
“Entonces, ¿para ti, no hay Limbo, ni Purgatorio, ni Infierno?”.
“¿Quién ha dicho que no existen? Claro que existen. Pero yo no los recuerdo”.
“¿Pero estás seguro de haber estado muerto?”.

Reaccionan todos los que hay de Naím: “¿Qué si estaba muerto? ¿Qué más queréis? Cuando lo pusimos en la lechiga estaba casi empezando a oler. ¡Y además!... con todos esos bálsamos y vendas, habría muerto hasta un coloso”.

“¿Pero tú no te acuerdas de haber muerto?”.
“Os he dicho que no”. El joven se impacienta y añade: “¿Pero qué es lo que queréis establecer con estas lúgubres argumentaciones?: ¿Que un entero pueblo aparentara que me tenía muerto a mí, incluida mi madre, incluida mi mujer, que estaba en la cama muriendo de dolor, incluido yo, atado y embalsamado, y que no era verdad? ¿Qué estáis diciendo?: ¿Qué en Naím éramos todos niños o imbéciles con ganas de bromas? Mi madre se puso blanca en pocas horas, mi mujer tuvo que ser asistida porqué el dolor y la subsiguiente alegría la habían como enloquecido. ¿Y vosotros dudáis? ¿Y por qué lo íbamos a haber hecho?”.
“¿Por qué? ¡Es verdad! ¿Por qué lo íbamos a haber hecho?” dicen los de Naím.

Jesús no habla. Se entretiene con el mantel como si estuviera ausente. Los fariseos no saben que decir…
Pero Jesús, al improviso, cuando la conversación y el asunto parecían concluidos, abre su boca y dice: “El por qué es el siguiente. Ellos (y señala a los fariseos y escribas) quieren establecer que tu resurrección no fue sino una artimaña bien montada para aumentar mi estima ante las multitudes: Yo, el que la ideó; vosotros, cómplices para traicionar a Dios y al prójimo. No. Yo dejo las fullerías a los innobles. No necesito hechicerías, ni estratagemas, ni artimañas o complicidades, para ser lo que soy. ¿Por qué queréis negar a Dios el poder de devolver el alma a una carne? Si Él la da cuando la carne se forma, y crea una a una las almas, ¿no podrá restablecerla cuando, volviendo a la carne por la oración de su Mesías, puede ser incentivo para qué multitud de gente se acerca a la Verdad? ¿Podéis negar a Dios el poder del milagro? ¿Por qué lo queréis negar?

“¿Eres Tú Dios?”.
“Yo soy quien soy. Mis milagros y mis doctrinas dicen quién soy”.
“¿Y entonces por qué este no recuerda, mientras que los espíritus invocados saben decir lo que es el más allá?”.
“Porque esta alma, ya santificada por la penitencia de una primera muerte, habla la verdad; mientras que lo que sale de los labios de los nigromantes no es verdad”.
“Pero Samuel…”.
“Pero Samuel fue, por mandato de Dios y no de la maga, a llevar al desleal para con la Ley el veredicto del Señor cuyas disposiciones no se hacen objeto de burla”.

“¿Y entonces, por qué tus discípulos lo hacen?”:
La voz arrogante de un fariseo, que ha alzado el tono porqué se ha sentido tocado en la herida, llama la atención de los Apóstoles, que están en la habitación de enfrente, separados por un pasillo de poco más de un metro de ancho y sin separación de puertas o cortinas gruesas. Sintiendo que es algo que los atañe, se levantan y van al pasillo sin hacer ruido, y se ponen a escuchar.
“¿En qué lo hacen? Explícate. Si tu acusación es verdadera, les advertiré de que no vuelvan a obrar contra la Ley”.

“Yo sé en qué, y como yo otros muchos: Pero descúbrelo Tú por ti mismo. Tú, que resucitas a los muertos y te dices más que profeta. Nosotros, puedes estar seguro, no te lo vamos a decir. Además, tienes ojos para ver también muchas otras cosas cometidas por tus discípulos, hechas cuando no se debe o no hechas cuando se deben hacer. Y Tú no le das importancia a esto”.
“¿Queréis indicarme algunas de estas cosas?”.

“¿Por qué tus discípulos violan las tradiciones de los antepasados? Hoy los hemos observado. ¡Hoy otra vez! ¡No hace más de una hora! ¡Han entrado en su sala para comer y antes no se han purificado las manos!” (si los fariseos hubieran dicho: “Y antes han degollado a unos cuantos de la ciudad” no hubieran expresado un tono tan profundamente lleno de horror).

“Si, los habéis observado. Hay muchas cosas que ver. Cosas hermosas y buenas, cosas que mueven a bendecir al Señor por habernos dado la vida para que pudiéramos verlas, y por haberlas creado o consentido. Ésas no las veis. Y, como vosotros, otros muchos. Y la verdad, es  que perdéis el tiempo y la paz  yendo detrás de las cosas no buenas.

Parecéis chacales, o mejor, hienas que corren tras la estela de una pestilencia  y no se cuidan de la afluencia de perfumes que vienen en el viento desde jardines llenos de aromas. A las hienas, no les gustan las azucenas ni las rosas, jazmines ni alcanfores, cinamomos ni claveles. Para ellos, significan olores desagradables. Pero el hedor de un cuerpo en putrefacción en el fondo de un barranco, o en un camino, sepultado bajo los espinos a que le ha arrojado un asesino, o lanzado a una playa desierta por la tempestad, hinchado, cárdeno, agrietado, horrendo, ¡ah, ese hedor es perfume agradable para las hienas! 

          Olisquean el viento vespertino, que condensa y transporta consigo todos los olores que el sol destila de las cosas que ha calentado para sentir este vago, sugestivo olor; y, una vez descubierto, una vez captada su dirección, empiezan a correr, con el hocico alzado, los dientes descubiertos por la vibración – semejante a una risa histérica – de las mandíbulas, para ir al lugar de la podredumbre. Y, ya sea cadáver de hombre o de cuadrúpedo, o de culebra quebrantada por el campesino o garduña muerta a manos del ama de casa, o aunque fuera una simple rata… les gusta, sí, les gusta, les gusta. Y en ese hedor en fermentación hunden sus patas, comen, se relamen…

¿Qué hay hombres que día tras día se santifican¿ ¡Eso no les interesa! Pero basta con que uno sólo haga algún mal, basta con que algunos descuiden no ya un precepto divino sino una práctica humana – llamada tradición, precepto o como queráis… al fin y al cabo una cosa humana -, basta eso para ir allí, y acusar; aunque se trate solamente de una sospecha… cuando menos para darse la satisfacción de ver que la sospecha es una realidad.

Pues bien, responded ahora vosotros, vosotros que habéis venido aquí no por amor, sino con maligna intención, responded: ¿Por qué violáis el precepto de Dios por una tradición vuestra? ¡No me diréis ahora que una tradición es más que un mandamiento! Pues bien, Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y también: “Quien maldijere a su padre o a su madre, será reo de muerte”. Pero vosotros decís: “Aquel que dijere a su padre y a su madre. “Lo que debíais recibir de mí es korbán” no está obligado de usarlo para su padre o para su madre”. Por tanto, con vuestra tradición, habéis anulado el precepto de Dios.

¡Hipócritas! Bien profetizó de vosotros Isaías diciendo: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí; en vano me honran pues, enseñando doctrinas y preceptos de hombre”.

Estáis atentos a las tradiciones de los hombres, al lavado de ánforas y copas, de platos y manos, y otras cosas semejantes; pero, eso sí, descuidáis los preceptos de Dios. Os escandalizáis porque uno no se lave las manos; pero, eso sí, justificáis la ingratitud y la avaricia de un hijo ofreciéndole la escapatoria de la ofrenda sacrificial para no dar un pan a quien le engendró y ahora necesita ayuda, y él tiene la obligación de honrarle porqué es padre suyo. Alteráis y violáis la palabra de Dios por obedecer a palabras vuestras, elevadas por vosotros a precepto. Así, os proclamáis más justos que Dios. Os arrogáis el derecho de legisladores, siendo así que sólo Dios es Legislador en su pueblo. Vosotros…”.

Y seguiría, pero el grupo enemigo abandona la sala bajo la granizada de acusaciones, chocándose con los Apóstoles y con todas las otras personas que estaban en la casa, los cuales, atraídos por el tañido de la Voz de Jesús, se habían agrupado en el pasillo.

Jesús, que se había puesto de pié, se sienta de nuevo, e indica a todos los presentes que entren donde está Él. Les dice: “Escuchad todos, y comprended esta verdad. No hay nada, fuera del hombre, que entrando en él le pueda contaminar. Lo que sale del hombre, es lo que contamina. Quien tenga oídos para oír, que oiga y use la razón para comprender, y la voluntad para obrar. Y ahora, salgamos, vosotros, los de Naím, perseverad en el bien, y esté con vosotros siempre mi Paz”.

Se levanta, saluda en particular a los dueños de la casa y se encamina por el pasillo.

Pero ve a las mujeres amigas, que, recogidas en un ángulo lo miran embelesadas, y se dirige a ellas para decirles: “Paz a vosotras también. Que el Cielo os pague el haberme socorrido con un amor que no ha permitido echar de menos la mesa materna. He sentido vuestro amor de madres en cada miga de pan, en cada una de las viandas guisadas o asadas, en el dulce de miel, en el vino fresco y aromático. Amadme siempre así, buenas mujeres de Naím. Y la próxima vez, no trabajéis tanto para Mí. Es suficiente un pan, y un puñado de aceitunas condimentadas con vuestra sonrisa materna y vuestra mirada honesta y buena. Sed felices en vuestras casas, porqué tenéis el agradecimiento del Perseguido, que se pone en camino, consolado por vuestro amor”.

Las mujeres, todas, felices a pesar de estar llorando, se han arrodillado; y Él, al pasar, roza apenas, una a una, sus cabellos blancos o negros, como para bendecirlas. Luego sale, y reanuda su camino…
Las primeras sombras de la noche descienden y celan la palidez de Jesús, entristecido por demasiadas cosas.