MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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martes, 17 de enero de 2017

LOS DOS LIBROS DE JESÚS SON LA POBREZA DE BELÉN Y LA MISERICORDIA REDENTORA DE LA CRUZ


El primer libro de Jesús es el espíritu de Pobreza en este mundo
y es necesario para poseer la verdadera riqueza en el Cielo




Este comentario sobre las palabras de Jesús a María Valtorta, están relacionados sobre los siete Espíritus o acciones de Dios en misión sobre toda la Tierra, tal como se puede leer en el Apocalipsis.

El primer Espíritu de Jesús proviene por el Espíritu de Pureza y el de Verdad del Padre, y simboliza las infinitas riquezas, tanto materiales, que se ven en toda la Creación, y las maravillas espirituales de Dios, las cuales para poseerlas desde esta Tierra necesitan la pobreza de Belén, pobreza no solo material pero sobre todo espiritual, ya que no es pobre el egoísta, el lujurioso el soberbio, el glotón, así como todos los que se entregan a sus vicios, bajo sus variopintas formas.

El segundo Espíritu, proviene del Espíritu de Justicia y de Bondad de Dios Padre, atributos que Cristo Jesús, se traduce en su Misericordia, que culmina en la Cruz, ya que dijo Jesús que no hay mayor Amor que el que da su Vida por los demás, como Él lo hizo para redimirnos del poder de Satanás; y además, rogó por los que le torturaron diciendo "Perdónales Padre, porque no saben lo que hacen".

Aplicando estos Espíritus, o maneras de ser de Dios, se obtiene la promesa de Jesús, que es la posesión del Espíritu Santo, y se puede poseer el séptimo Espíritu de Dios, que es el descanso de Dios en el séptimo día de la Creación: el fin de la transformación espiritual del alma, que permite alcanzar la metamorfosis al transformarnos de hijos de la carne en Hijos de Dios, es el séptimo día de la Creación: el Descanso de Dios, que es la Vida Eterna.

Es la meta soñada por toda la Humanidad desde el principio de su existencia: la inmortalidad y la dicha eternas, un lugar en donde no existe el odio, las envidias, los vicios, y donde reina solo el amor, la verdadera riqueza, la salud, la eterna juventud, y la satisfacción infinita del alma en la contemplación del Dios, siempre nuevo, e inaccesible en todas sus obras porque es infinito en sabiduría, esplendor, gloria, poder, belleza, inteligencia, justicia, bondad, y tantos otros atributos conocidos y desconocidos, que nos asombrarán a lo largo de la Eternidad, y que nos parecerá por eso paradojicamente corta.


  El segundo libro de Jesús es la Cruz, y la Misericordia
necesarias para obtener la Vida Eterna



De los cuadernos de María Valtorta
25 de Diciembre de 1.946


    Dice Jesús:

    "Vengo y os tiendo mis brazos como a mis pastores, que fueron los primeros a quien amé en la Tierra y que seguí amando, porque ellos siguieron amándome con el corazón sencillo de aquella noche. 

      Os les doy como modelo porque quiero que me améis siguiendo el camino más fácil y seguro, el camino de la sencillez. Es también el camino de "nuestra" Teresa del Niño Jesús. Es el camino de quienes, dado que poseen la Sabiduría, intuyen que los caminos abruptos son peligrosos aún para los fuertes, mientras que los caminos sencillos son los más seguros. Nunca debe el hombre fiarse de sus fuerzas.

       Hoy puede ser muy fuerte; mañana más frágil que un junco, y hasta más frágil que un junco quebrado. El peso que puede quebrarle es precisamente el deseo de cosas grandes, complicadas, llenas de fórmulas y de programas, los métodos hiperbólicos de una escalada difícil que el hombre, por si mismo no puede emprender.

    No, este no es el modo para salvarse fácilmente. Para lograrlo, hay que tener simplemente la voluntad de amar. Es lo que sabe hacer hasta un niño. Es lo que sabe hacer hasta un pastor. Es muy fácil para Mí precipitarme y apresar a uno que me ama de modo simple, elevándole a las vertiginosas alturas de maravillosos heroísmos. Mas, ¿creéis que el júbilo de este, el paradisíaco júbilo de poseerme en el Cielo, es mayor del júbilo del que se ha santificado humildemente en la sencillez de las acciones realizadas totalmente por amor a Mí?



    ¿Creéis acaso que mis humildes pastores, aún los que murieron antes de que Yo fuera el Maestro - y que, por lo tanto, solo me adoraron en esta noche en que todos ellos estaban arrodillados ante mi pesebre, ante mi cuna, y que siguieron haciéndolo con todo su espíritu por pocos días, o quizás por años, hasta la muerte después que la saña de Herodes me separó de ellos, creéis, os digo, que mis humildes pastores, que todos ellos, tienen gloria en el Cielo y dichas menores de la que tienen los tres Sabios de Oriente, arquetipo de los sabios y de los potentes, que luego, a lo largo de los siglos, me iban a amar con ciencia? No es así. 

        Es más, os digo que, mientras muchos doctos, tras haberme amado, se perdieron por haber querido conocerme con demasiada ciencia o están purgando aún en el fuego purgativo (que les enseña a amar sin pretender analizar el amor y el Objeto del Amor) su científico y complicado culto de Mí, ese culto investido por las gélidas ráfagas de la ciencia, de todos mis pastores, los que me sirvieron como discípulos pasaron de la muerte a la Vida, y los que se extinguieron antes de que Yo subiera al Padre, pasaron de la muerte a una serena espera de Mí en el Limbo.

       Es más, os digo que, mientras entre los doce Apóstoles se perdió uno, entre los doce pastores ni siquiera uno fue privado de la aureola de los Bienaventurados. Y fue así porque, siendo simples, se saciaron y se compenetraron de mi simplicidad de Niño. Vieron y amaron solo al Hijo que le había nacido al Pueblo de Israel, amaron solo al Niño Salvador, envuelto en pañales y puesto en un pesebre; el Niño que luego vieron mamar y crecer, semejante a todos los niños, y ni la pobreza, ni las limitaciones de la infancia hicieron vacilar la fe de ellos acerca del origen divino de la Criaturita nacida en Belén de Judea, ni tampoco calcularon los beneficios que habrían podido obtener de Él, a quien la mayoría en Israel soñaba como rey y vengador en lugar de espiritual Salvador de su pueblo y del mundo. 

Amaron siempre. Amaron también a los que luego me vieron y sirvieron en medio de las aclamaciones de la multitud. Supieron amar únicamente al Salvador, Supieron seguir únicamente al Salvador. Supieron seguir a Jesús únicamente para poseer el Reino de los Cielos. No soñaron ni se desilusionaron, ni cayeron en la incredulidad, en el odio, en la venganza, como Judas de Keriot que, decepcionado en su sueño de poder, llegó al deicidio.

Sed simples. Hay dos libros que puede leer y entender todo el mundo que tenga buena voluntad, aunque sea analfabeto. Es suficiente que tenga los ojos simples de mis pastores. El pesebre de Belén, la Cruz del Gólgota: esos dos libros hablan. Dicen palabras eternas. Expresan enseñanzas frente a las cuales son algo muy limitado la sabiduría de los sabios, desde Salomón hasta el último que llegue.

Es mi nacimiento en la miseria para enseñaros el desinterés por la riqueza y los honores, para apagar en vosotros la sed de esos honores humanos tan inútiles; es mi Muerte en el dolor para enseñaros que con ello se conquista mi Reino para sí y para el prójimo y que se debe amar siempre.

Amaos y amadme y que mi Paz sea con vosotros.







JESUCRISTO REY Y SACERDOTE ETERNO, SEGÚN EL RITO DE MELQUISEDEC


 Melquisedec, Sacerdote y Rey, prefigura de Jesús 



Estas Palabras de Jesús en el Templo, solo pueden haber sido pronunciadas por Dios, es imposible para un humano, por Santo que sea, como San Pablo o San Juan de la Cruz, que estuvieron en contacto íntimo con la Divinidad, pronunciar unas palabras tan sublimes.

No llego a comprender, como hay gente que duda de la autenticidad de estas palabras, la única explicación que vislumbro, es que al no ser ovejas del rebaño de Jesús, no conocen su voz y son incapaces de saborear intelectualmente este discurso teológico, que nunca había escuchado aún ningún oído humano.

Este Discurso de Jesús, que no modifica en nada las Escrituras, confirma plenamente toda la Revelación, es como un zoom que permite observar de más cerca los Evangelios, nos permite admirar de cerca y con más detalles al Redentor, y confirmar todo lo que la Santa Iglesia Católica habí­a afirmado desde siempre, por enseñanzas de la Tradición y de la Doctrina de los Santos Padres.

Espiritualmente hablando, se explica de la gran diferencia que existe entre crear y engendrar: la creación es imperfecta porque es incompleta, y necesita una recreación, que es el volver a nacer otra vez, como lo dijo Jesús a Nicodemo, y el engendrar es crear sin la necesidad de esa nueva creación, ¿Acaso podemos decir que la Virgen María, el tabernáculo de Dios, fue “engendrada” ya que nació y vivió sin pecado?

"Tú eres mi Hijo, y Hoy te he engendrado", estas palabras del Padre, están intrínsecamente ligadas a la definición que hizo Dios a Moisés en la zarza ardiente: "Yo soy el que soy", teniendo tanto la palabra "Hoy", como la frase "Yo Soy el que soy", el mismo significado, que quiere decir: "YO SOY EL ETERNO".




DISCURSO DE JESÚS EN EL TEMPLO

SUBLIME EXPLICACIÓN DE SU DIVINIDAD

(DEL POEMA DEL HOMBRE-DIOS DE MARÍA VALTORTA)




Dice Jesús:

Los Ángeles, criaturas espirituales siervas del Altísimo y mensajeras suyos, han sido creados por Él como el hombre, como los animales, como todo lo que fue creado. Pero no han sido engendrados por Él. Porque Dios engendra únicamente a otro Sí­ mismo, pues no puede el Perfecto engendrar sino a un Perfecto, a otro Ser parecido a Sí­ mismo, para no rebajar su perfección engendrando a una criatura inferior a Él. Ahora bien, Dios no puede engendrar a los Ángeles, y ni siquiera elevarlos a la dignidad de Hijos suyos, ¿cómo será el Hijo al que dice: “Tú eres mi Hijo. Hoy te he engendrado? 

¿Y de que naturaleza será, si engendrándole, y señalándole a sus Ángeles, dice: “Y le adoren todos los Ángeles de Dios”? Y como será ese Hijo, para merecer oír que el Padre – Aquel a cuya gracia se debe a que los hombres le puedan nombrar con el corazón anonadado en adoración – le dice: “Siéntate a mi derecha hasta que haga de tus enemigos escabel de tus pies”? Ese Hijo no podrá ser sino Dios como el Padre, con quien comparte atributos y poderes y con quien goza de la Caridad que los letifica en los inefables e incognoscibles amores de la Perfección hacia sí­ misma.

Pero, si Dios no ha juzgado conveniente elevar al grado de Hijo a un Ángel, ¿habría podido decir a un hombre lo que al final de este hará tres años, dijo a quién os habla en el valle de Betabara? (y muchos de vosotros que os oponéis a Mí, estabais presentes cuando lo dijo). Vosotros lo oísteis y temblasteis. Porque la Voz de Dios es inconfundible, y sin una especial gracia suya abate a quien la oye, y estremece su corazón.

¿Quién es entonces el Hombre que os habla? ¿Es acaso uno que ha nacido de origen y de voluntad de hombre, como todos vosotros? ¿Habrá podido poner el Altí­simo a su Espí­ritu a vivir en una carne carente de Gracia, como es la de los hombres nacidos de por voluntad carnal? ¿Y podrá el Altí­simo, como satisfacción de la gran Culpa, aplacarse con el sacrificio de un hombre?

Pensad. ¿Podrá entonces designar a un hombre para serlo? ¿Y podrá el Redentor ser solo Hijo del Padre, sin asumir naturaleza humana; ser el Redentor con medios y poderes que superaran las humanas deducciones? ¿Y el Primogénito de Dios, podrá acaso tener padres, si es el Primogénito eterno? ¿No se os trastoca el soberbio pensamiento ante estos interrogantes, que suben hasta los reinos de la Verdad, acercándose cada vez más a ella, y que hayan solo respuestas en un corazón humilde y lleno de fe?

¿Quién debe ser el Cristo? ¿Un Ángel? Más que un Ángel. ¿Un hombre? Más que un hombre. ¿Un Dios? Si, un Dios, pero con una carne unida a Él, para que ésta pueda cumplir la expiación de la carne culpable. Todas las cosas pueden ser redimidas a través de la materia con que pecaron. Dios, por tanto habrí­a debido enviar a un Ángel para expiar la culpa de los Ángeles caí­dos, y que expiara por Lucifer y sus Ángeles caí­dos.

Porque ya sabéis que Lucifer también pecó. Pero Dios no envía a un espí­ritu angélico a redimir a los Ángeles tenebrosos. Ellos no han adorado al Hijo de Dios, y Dios no perdona el pecado contra su Verbo engendrado por su Amor. Pero Dios ama al hombre y enví­a al Hombre, al único Perfecto, a redimir al hombre y obtener Paz con Dios. Y es justo que solo un Hombre-Dios pueda cumplir la Redención del hombre y aplacar a Dios.

El Padre y el Hijo se han amado y se han comprendido. Y el Padre ha dicho: “Quiero”. Y el Hijo ha dicho: “Quiero”. Y luego el Hijo ha dicho: “Dame”. Y el Padre ha dicho: “Toma”, y el Verbo tuvo una Carne, cuya formación es misteriosa, y esta carne se llama Jesucristo, Mesí­as, aquel que debe redimir a los hombres, llevarlos al Reino, vencer al Demonio, quebrar las esclavitudes.

¡Vencer al Demonio! No podí­a un Ángel, no puede cumplir lo que el Hijo del hombre puede. Y por esto, Dios no llama a los Ángeles a la gran obra, sino al Hombre. Aquí tenéis el Hombre cuyo origen os parece incierto, o es negado por vosotros u os pone pensativos. 

Aquí­ tenéis al Hombre. Al Hombre aceptable para Dios. Al Hombre representante de todos sus hermanos. Al Hombre que es como vosotros en la semejanza; al Hombre superior y distinto de vosotros por la proveniencia; el cual – que no por un hombre sino por Dios ha sido engendrado y consagrado para su Ministerio – está ante el excelso altar para ser Sacerdote y Víctima por los pecados del Mundo, eterno y supremo Pontí­fice, sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.

¡No temáis! No tiendo mis manos hacia la tiara pontifical. Otra corona me espera. ¡No temáis! No os voy a quitar el racional. Otro está ya preparado para Mí­. Temed solo, más bien, el que para vosotros no sirva al sacrificio del Hombre y la Misericordia de Cristo.

Os he amado tanto, tanto os amo, que he pedido asimilar todo el dolor del mundo para daros la salud eterna.

¿Por qué no me queréis creer? ¿No podéis creer todavía? ¿No está escrito de Cristo: “Tú eres Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”? ¿Y cuándo empezó el Sacerdocio? ¿Quizás en tiempo de Abraham? No. Y vosotros lo sabéis. El rey de Justicia y de Paz que viene a anunciarme, con figura profética, en la aurora de nuestro pueblo, ¿No os apercibe acerca de la existencia de un Sacerdocio más perfecto, que viene directamente de Dios?; como Melquisedec, de quien nadie pudo jamás señalar sus orí­genes y que es llamado “el Sacerdote” y Sacerdote será para siempre

¿No creéis ya en las palabras inspiradas? Y si creéis, ¿Cómo es que vosotros, doctores, no sabéis dar una explicación aceptable a las palabras que dicen – y de Mí­ hablan - : “Tú eres Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”? Hay pues, otro sacerdocio más allá, antes del de Aarón. Y de este está escrito: “eres”; no “fuiste” no “serás”. Eres Sacerdote para siempre. He aquí­ pues que esta frase anticipa que el eterno Sacerdote no será de la estirpe, conocida, de Aarón, no será de ninguna estirpe sacerdotal. No; será de proveniencia nueva, misteriosa, como Melquisedec. Es de esta proveniencia. Y si el Poder de Dios la manda, es señal de que quiere renovar el Sacerdocio y el rito para que sea provechoso.

¿Conocéis vosotros mi origen? No. ¿Conocéis mis obras? No. Intuí­s mis frutos? No. Nada sabéis de Mí­. Podéis ver, pues, que también en esto soy el “Cristo”, cuyo origen y naturaleza y misión deben permanecer desconocidos hasta que a Dios le plazca revelarlos a los hombres. Bienaventurados los que sepan, los que saben creer antes de que la tremenda Revelación de Dios los aplaste contra el suelo con su peso y ahí­ los clave y triture bajo la fulgurante, poderosa verdad pronunciada: como trueno desde los Cielos; como grito desde la Tierra: “Este era el Cristo de Dios”.

Vosotros decís “Es de Nazaret. Su padre era José. Su Madre es María”. No. Yo no tengo padre que me haya engendrado hombre; no tengo Madre que me haya engendrado Dios. Y, no obstante, tengo una carne, y la he asumido por misteriosa obra del Espíritu, y he venido a vosotros pasando por un tabernáculo Santo. Y os salvaré después de haberme formado a Mí mismo por voluntad de Dios; os salvaré haciendo salir a mi verdadero Yo mismo del tabernáculo de mi Cuerpo, para consumar el gran Sacrificio de un Dios que se inmola para la salvación del hombre ¡Padre! ¡Padre mío! Te lo dije al principio de los días: “Aquí­ estoy, para hacer tu voluntad”.

 Te lo dije en la hora de gracia antes de dejarte para revestirme de carne, y así­ padecer: “Aquí­ estoy, para hacer tu voluntad”. Te lo digo una vez más para santificar a aquellos por quien he venido: “Aquí­ estoy para hacer tu voluntad”. Te lo digo una vez más, para santificar a aquellos por quienes he venido: “Aquí­ estoy para hacer Tu voluntad”. 

Y volveré a decírtelo, siempre te lo diré, hasta que Tu voluntad sea cumplida…”

Jesús baja los brazos - los tenía levantados hasta el Cielo, orando - , los recoge en su pecho y agacha la cabeza, cierra los ojos y se sume en una oración secreta.

La gente bisbisea. No todos han comprendido, o no han querido comprender, sonriendo malévolamente dicen. "¡Este delira!”. Pero no se atreven a decir más y se apartan o se encaminan hacia las puertas meneando la cabeza. Tanta prudencia creo que es fruto de las dagas y las lanzas de los romanos que brillan al sol contra la muralla externa.






sábado, 14 de enero de 2017

LA CLASICA PREGUNTA DE LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS, ES LA QUE LE HIZO JUDAS A JESÚS, ES LA DE LOS QUE NO CREEN NI EN EL DEMONIO NI EN EL INFIERNO


La clásica pregunta de los hijos
 de las tinieblas




       En el Evangelio como me ha sido revelado de Mª Valtorta, aparece una pregunta similar a esta de Judas de Keriot a Jesús, el Apóstol traidor le decía también que, por esa razón no creía en el Demonio ni en el Infierno, porque todo obedecía a los designios de Dios. Jesús lo tomo aparte para que los otros Apóstoles no lo oyeran, y le dijo: "No ves ni sientes a Satanás porque lo tienes dentro".

        La explicación a estas afirmaciones es muy sencilla, y si no fuera porque esas objeciones, las han leído personas que pueden tener alguna duda sobre la Doctrina de la Santa Iglesia Católica no valdría la pena ni rebatirlas, ya que la persona que las emite, es una criatura que, como a Judas, solo le interesa el pecado y odia a la Virtud, como Judas que era ladrón, como lo dice el Evangelio, y que además fue el que vendió a Jesús por 30 monedas y lo traicionó con un beso para señalarlo a sus verdugos. Conocemos su final: Se ahorcó.


Cuando vinieron a prender a Jesus, dijo: "Mi Reino no es de este mundo, si lo fuera, mi Padre mandaría una legión de Ángeles para protegerme".

El mundo es pues un campo de batalla donde impera la libertad absoluta del ser humano, pudiendo escoger entre las dos opciones: El bien que es la Luz de Dios, y el mal que son las tinieblas de Satanás.

Es la única manera que existe para separar los dos componentes Bien-Mal, para eso ni Dios ni Satanás pueden imponer sus criterios. Se puede luego decir que de la misma manera que Satán tienta el alma para inducirla al pecado que la llevará a su maldito reino del horror, Dios tienta al alma para llevarla a su Santo y bienaventurado Reino de la Paz y de la felicidad.


Naturalmente, estas circunstancias hacen pensar a la gente que se deja inducir por Satanás, que Dios no puede acabar con él, y lo ponen en cuanto a poder a la altura de Dios, tremendo error porque Dios es Infinito en cuanto a poder y gloria, y Satanás es un ser creado por él, por orgullo queriéndose poner a su altura, que como Judas se ha rebelado contra su Dios.


Lo que diferencia un tentador de otro, es que Satanás tienta al hombre invitándole al hedonismo, al poder y la riqueza en este mundo que es una ilusión, porque está y ya no estará. para eso utiliza toda su astucia y su labor incansable, la fuerza que le mueve es el odio hacia Dios, que lo ha maldecido. Dios tienta al hombre por todo lo opuesto: la renuncia al mundo, la pobreza espiritual, para alcanzar el reino Eterno de la paz y felicidad, que no está en la Tierra, pero que estará para siempre: La felicidad eterna, Dios para atraernos solo lo mueve la infinita fuerza del Espíritu Santo: el Amor, un Amor tan grande que ha entregado su Vida después de una dolorosa Pasión.


El Juicio está dictado en las Escrituras, y avalado por los dos testigos que están en presencia de Dios: La Razón y la Conciencia puestas por Dios en cada hombre, que se representan en la visión de Dios del Profeta Ezequiel, y relatados por Juan en el Apocalipsis. El Juicio es el Siguiente: Cristo, la Luz ha venido al mundo creado por Él, y los suyos no han querido recibirlo para que no sean manifiestas sus malas obras.


Y el Juicio es severo: La Vida o la muerte eternas, un Juicio justo, porque el pecado es un daño a nuestro Prójimo y un daño a Dios que lo ha creado, y ese Dios, Dueño, y Creador de todo, no puede admitir en su casa la Soberbia y el vicio, que se ha forjado el pecador empedernido que ha escogido libremente su camino.




Del Evangelio como me ha sido revelado 

de María Valtorta


          Diálogo con Jesús:



        [...] “¿Pero existe verdaderamente el Infierno?” pregunta Judas Iscariote.
“¿Pero que dices?” le preguntan escandalizados los compañeros.
“Digo: ¿existe verdaderamente? Yo – y hay otros, no soy sólo yo – no lo creo”.
“¡Pagano!”, gritan con horror.
“No. Israelita. Somos muchos en Israel los que no creemos en ciertas patrañas”.
“¿Pero entonces, ¿Cómo puedes creer en el Paraíso?, ¿y en la Justicia de Dios?, ¿Dónde metes a los pecadores?, como explicas a Satanás?” gritan muchos.
“Digo lo que pienso. Se me ha echado en cara hace poco que soy un embustero. Os demuestro que soy sincero, aunque esto os haga escandalizaros de mí y me haga odioso ante vuestros ojos. Además no soy el único en Israel que cree esto, desde que Israel ha progresado en el saber, en contacto con helenistas y romanos. Y el Maestro, el único cuyo juicio respeto, y que protege a los griegos y es visiblemente amigo de los romanos, no puede censurarnos ni a mí ni a Israel…

Yo parto de este concepto filosófico: si Dios controla todo, todo lo que hacemos es por su voluntad; por tanto, nos debe premiar a todos de una única forma, porque no somos sino autómatas, movidos por Él. Somos seres desprovistos de voluntad. Lo dice también el Maestro. Dice: “La voluntad del Altísimo. La voluntad del Padre”. Esa es la única voluntad. 

Y es tan infinita que aplasta y anula la voluntad limitada de los humanos. Por tanto, Dios hace tanto el Bien como el Mal, porqué nos los impone, aunque parezcan hechos por nosotros. Y, por tanto, no nos castigará por el mal, y así quedará su justicia, porqué nuestras culpas no serán voluntarias, sino impuestas por quien quiere que las hagamos para que en la Tierra haya bien y mal. 

El malo es el medio de expiación de los menos malos. Y él sufre el no poder ser considerado bueno, expiando así su parte de culpa. Jesús ha dicho que el infierno está sobre la tierra y en el corazón de los hombres. Yo no pienso en Satanás. No existe. Tiempo ha, lo creía. Pero ya, desde hace algún tiempo estoy seguro de que todo es una patraña. Y creer de esta forma es llegar a la paz”.

Judas exhibe estas… teorías con un engreimiento tan formidable, que los otros se quedan atónitos…
Jesús guarda silencio. Y Judas le incita: “¿No tengo razón, Maestro?”.

“No”. El “no” es tan seco, que parece un estallido.

“Pues a pesar de todo, yo… no siento a Satanás y no admito el libre albedrío, el Mal. Y todos los Saduceos están conmigo y, muchos otros en Israel o de fuera de Israel. No. Satanás no existe”.

Jesús le mira. Una mirada tan compleja, que no se puede analizar: de Juez, de Médico, de persona afligida, asombrada… hay de todo en esa mirada…

Judas, ya lanzado, termina: “Será que he superado el terror de los hombres hacia Satanás porque soy mejor que los demás, más perfecto”.
Y Jesús guarda silencio. Y él le pincha: “¡Pero habla! ¿Porqué no siento terror de él?”. Jesús calla. “¿No respondes, Maestro? ¿Por qué? ¿Tienes miedo?”.

“No. Soy la Caridad. Y la Caridad retiene su Juicio hasta que no se ve obligada a emitirlo… Déjame y retírate” dice, terminando, porqué Judas intenta abrazarle; y termina, susurrando, estrechado a la fuerza entre los brazos del blasfemo: “¡Me horrorizas! ¡No ves ni sientes a Satanás porque forma unidad contigo! ¡Márchate, diablo!”.

Judas, con verdadero descaro, le besa y ríe, como si el Maestro le hubiera hecho en secreto algún elogio.
Vuelve donde los otros, que se han detenido horrorizados, y dice: “¿Os dais cuenta? Yo sé abrir el corazón al Maestro. Y le hago feliz porqué me abro a Él y de Él recibo la lección correspondiente. ¡Vosotros, por el contrario!... Jamás os atrevéis a hablar. Porqué sois soberbios. ¡Oh, yo seré el que sepa más de Él! Y podré hablar…”.





Del Evangelio como me ha sido revelado 
de María Valtorta


Dice Jesús:


“La figura de Judas ha sido demasiado alterada durante siglos; y últimamente, del todo desfigurada. Ciertas escuelas han hecho de él casi una apoteosis; la del segundo e indispensable artífice de la Redención. Y otros muchos piensan que cedió ante un imprevisto, feroz asalto del tentador. No. Toda caída tiene premisas en el tiempo. Cuanto más grave es la caí­da, más preparación tiene. Los preliminares explican el hecho. Uno no se hunde, ni asciende, al improviso. Ni en el bien ni en el mal. Largos e insidiosos son los factores que cooperan a los descensos; pacientes y santos, los que cooperan a subir. Y el desventurado drama de Judas os puede proporcionar muchas enseñanzas para salvaros y conocer todo de Dios y sus misericordias, para salvar y perdonar a aquellos que bajan al Abismo.



No se llega al delirio satánico, en que has visto que se debatí­a Judas después del delito, si uno no está enteramente corrompido por hálitos infernales, interiorizados voluptuosamente durante años. Cuando uno lleva a cabo incluso un delito, pero ha sido arrastrado a él por un imprevisto acontecimiento que obnubila la razón, sufre, pero sabe expiar; porque aún algunas partes del corazón están inmunes al veneno infernal.

El mundo que niega a Satanás, porque lo tiene tan dentro de sí­ que ya no se da cuenta de su presencia, que le ha interiorizado de forma que ha venido a ser parte del yo, a ese mundo le muestro que Satanás existe. Eterno e inmutable en el método usado para hacer de vosotros sus víctimas. Basta ahora. Tú permanece con mi Paz”.




viernes, 13 de enero de 2017

CONTESTACIÓN A LA CLÁSICA PREGUNTA DE UN PROTESTANTE: ¿DONDE PONE ESO EN LA BIBLIA?


La Jerarquía angelical es la encargada
de llevar nuestras oraciones a Dios,
y entregar las gracias a las almas



LA JERARQUÍA ANGELICAL



Los Ángeles de la Guardia, llevan nuestras alabanzas y nuestras oraciones a Dios, a través de la escala Jerárquica de los Ángeles, suben a la Santisima Virgen María, la Reina de los Ángeles y nuestra Madre, para presentarlas a Dios.

Cuando Dios concede una Gracia, esta sigue el recorrido inverso, y en última estancia, es nuestro Ángel, el que nos infunde las Gracias en nuestras almas.

Esta es la imagen y el texto que publiqué en varias Comunidades Religiosas, en uno de ellas, creo que fue la del Papa Francisco, una persona preguntó: ¿En qué lugar de la Biblia pone eso?
Esta es la típica pregunta de algunos Protestantes, que se dedican a leer la Biblia, y que, al no tener la Gracia de Dios, nunca llegarán a comprender el significado espiritual de la Revelación.
Y es que esas soberbias personas, quieren "enmendar la plana" a la Iglesia Católica, de donde ellos, o sus ancestros salieron, renegando de sus creencias.


LA ESCALA DE JACOB
(Gen 28, 12)


Tuve un sueño en el que veía una escala que, apoyándose sobre la tierra, tocaba con la cabeza en los Cielos, y que por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.

Este pasaje de la Escritura del Génesis, muestra que los ángeles de Dios, suben desde la Tierra, donde está apoyada la escala, y que llega hasta los Cielos, la morada de Dios, de donde también bajan.

Está claro que esos ángeles no se dedican a subir y bajar por ella por pura diversión, son los ángeles custodios, que suben a Dios con las plegarias de las almas, y bajan con las gracias de Dios; al llegar arriba, la Jerarquía de la Realeza Divina, exige que se entreguen esas peticiones a los ángeles más subidos, y a la Santísima. Virgen María, su Reina, y que además es Tesorera y Medianera de todas las Gracias de Dios, ya que Jesús en la Cruz la nombró Madre de la Humanidad.


LIBRO DE TOBÍAS (12, 15)

Yo soy Rafael, uno de los siete santos ángeles que presentan las oraciones de los justos y tienen entrada ante la Majestad del Santo.

Este pasaje del Libro de Tobías, demuestra claramente, que la alta Jerarquía angélica, es la que se pone en contacto con Dios Todopoderoso, para presentarle  las peticiones de los hombres.


LIBRO DE DANIEL (9, 23)

Dijo Gabriel: cuando comenzaste tu plegaria, fue dada la orden y vengo para dártela a conocer, porque eres el Predilecto.

Estas palabras del Ángel Gabriel, que fue el que anunció a la Virgen María, que sería la Madre de Dios, parece indicar que, él es el encargado de anunciar las Gracias de Dios a las almas predilectas, y del libro de Tobías parece deducirse, que es el Ángel Rafael, es el encargado de presentar a Dios las peticiones de las almas.


LIBRO DEL APOCALIPSIS

El Arcángel Miguel es el que proclama "¿Quien como Dios?", él es el encargado de restablecer la Justicia, y derrotar a los Renegados como Lucifer, y todas las siniestras hordas de sus tenebrosos ministros, que quieren enmendar y corregir a Dios, que aquí en este mundo está representado por su Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, por Él fundada, cuando le dio las llaves del Reino a Pedro y a sus sucesores, como Embajadores suyos en la Tierra, hasta su próxima Venida, cuando este mundo desaparecerá y cuando Pedro le devolverá las llaves de su  Reino Eterno








martes, 10 de enero de 2017

EL LABRADOR, EL MENDIGO Y EL REY


EL ALMA QUE QUIERE QUE DIOS SE LE ENTREGUE TODO, SE HA DE ENTREGAR TODA,
SIN DEJAR NADA PARA SÍ . (S. Juan de la Cruz: Dichos de Luz y amor)






             Hace ya muchos años, en la predicación de la Santa Misa, el Sacerdote de nuestra Parroquia, ya muerto hace unos 5 años, que era un alma muy espiritual y ejemplar, nos relató esta historia, que nos emocionó en extremo a toda mi familia y a mí, y que aquí reproduzco con alguna modificación.

            Había un Gran Rey que buscaba a un Ministro, para ocupar un alto cargo. Como era muy piadoso, quería que cumpliese a rajatabla el primer Mandamiento, que era el tema del Evangelio de la Misa: "Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a si mismo"

           Convocó pues a todos sus súbditos, para que acudieran al Palacio Real y poder así escoger el mismo a la persona más adecuada para ese puesto.

            Acudieron al Palacio, con sus espléndidas carrozas, todos los grandes Duques, Marqueses, Condes y ricos terratenientes, ataviados con sus mejores galas.

       Un humilde labrador, se dijo: "Yo no tengo ninguna posibilidad de acceder a ese puesto tan importante, no obstante, venderé mis pocos ahorros que he acumulado en toda mi vida de duro trabajo, y de esa manera, podré comprar una vestimenta adecuada para asistir a tan grandiosa Ceremonia, y admirar la Majestad del gran Rey y de los nobles Pretendientes.

           Al llegar al Castillo, que estaba asentado en lo alto de un monte, se hallaba al borde del camino, un pobre mendigo, que pedía limosna, pero todos los pretendientes pasaron ante él, haciendo caso omiso a sus súplicas.

           El mendigo estaba tiritando, por el frío tan grande que hacía, y el labrador, al verlo, sintió compasión de él, y se dijo: "Como a mi no me escogerán, le daré a ese pobre mendigo mi ropa, y yo me vestiré con sus andrajos, y si me dejan entrar, me pondré en el Palacio en un sitio en donde nadie me vea, para poder admirar la espléndida Ceremonia”.

         El labrador llegó al Palacio así vestido, temiendo que no lo dejaran entrar, pero muy extrañado, vio que los guardias no le impidieron el paso, sino, muy al contrario, le dejaron entrar, con incluso más reverencia que a los demás ricos convidados.

          CUAL NO FUE LA SORPRESA DEL LABRADOR AL RECONOCER AL MENDIGO EN EL REY, CON LOS MISMOS VESTIDOS QUE LE HABÍA REGALADO AL BORDE DEL CAMINO.

      MUCHO MAYOR FUE SU SORPRESA AL SENTIRSE LLAMADO, LLENO DE CONFUSIÓN, POR EL MISMO REY, CON TODOS LOS HONORES, DELANTE DE TODA LA CORTE Y LOS PRETENDIENTES, PARA OCUPAR EL CARGO DE MINISTRO DEL  REY.

INTERPRETACIÓN:

           Este relato recuerda de una manera muy concreta lo que va a suceder a toda la Humanidad en el Juicio final. El cargo de Ministro simboliza la Salvación Eterna, y los pretendientes son todos los seres humanos. Aquí vemos que no entrarán ni los más nobles, ni los más ricos, que simbolizan a los soberbios, sin embargo vemos que los más humildes, los que tienen la virtud de la caridad, que nunca tienen los soberbios, serán los herederos del Reino, en donde ocuparán los cargos más relevantes. 

          Otra cosa importantísima es cuando recordamos las palabras del Juicio final, en donde Jesús-Dios y supremo Juez se encarna en los pobres y desheredados, lo que se descubre de una manera muy sorprendente en la transformación del mendigo en el Rey. También este relato nos recuerda la Parábola del buen samaritano, y la de los invitados a la cena, en donde se recomienda que nos coloquemos en las últimas plazas, para ser ascendidos a los primeros puestos.

¡Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porqué suyo es el Reino de los Cielos! (Mt - 5,3) 



CONDICIONES PARA ACCEDER AL REINO DE DIOS:

         1º/ Hay que tener una humildad tal, que evite sentirse siempre superior a los demás (Los últimos serán los primeros, y los primeros los últimos), y eso es siempre la actitud de todos los Santos.

      2º/ Hay que tener una compasión tal, que el amor nos haga decir a la vista de los necesitados: "Quiero lo Bueno para ti que sufres, y lo malo para mí", lo contrario del egoísmo que dice: "Quiero lo bueno para mí y lo malo para ti", porqué obrando así, mi Señor siempre me amparará y le agradaré, porque estaré obrando de acuerdo con su condición y sus mandamientos.

      3º/ Hay que admirar a nuestro Señor Jesús, y amarlo, sin ningún interés, temiendo en todo momento de desagradarle, lo que ayudará a mantenernos siempre precavidos, para no pecar y no ofenderle, este es uno de los dones del Espíritu Santo: El Santo temor de Dios,  el que han tenido todos los Grandes Santos, y así el Santo franciscano Padre Pío, decía que soportaría con agrado todas las grandes cruces que el Señor le mandaba, si pudiera prescindir de la mayor cruz, que para él era saber si su conducta agradaba o no a Dios. 

          4º/ También, no hay nunca que envidiar ni odiar a los demás, dejando la Justicia en manos de Dios, que vendrá a dar a cada cual su merecido y en este mundo, mientras vivamos este comportamiento es uno de los más difíciles, por la sencilla razón de que el demonio, siempre nos presentará enemigos de lo más difícil de perdonar a causa de todas las injusticias y maldades que por su culpa nos acosarán.


GLORIA PATRIS ET FILIO ET SPIRITU SANCTO. SICUT ERAT 
IN PRINCIPIO ET NUNC ET SEMPER ET IN 
SAECULA SAECULORUM
AMEN

lunes, 9 de enero de 2017

PRIÈRE POUR LES PRÊTRES (ORACIÓN PARA LOS SACERDOTES)


Temed a Dios para no recular amadlo para avanzar
(San Agustín)

Oraison écrite par ma mère, tertiaire du Carmel, trouvée dans un livre.



PRIÈRE POUR LES PRÊTRES


Mon Dieu, je vous prie pour vos Prêtres, pour tous vos Prêtres - Je vous demande pour eux la Sainteté – Je vous demande qu´ils aiment profondément leur Sacrifice, et qu´ils le vivent avec amour – Je vous demande pour eux l´obéissance, l´esprit de détachement, une inaltérable et limpide chasteté et aussi l´abnégation et 
l´humilité, la douceur, le zèle, le dévouement.

Je Vous demande qu´aucune âme ne les approche sans vous aimer  d´avantage. Je vous demande, mon Dieu, de semer par eux, dans le monde, des grâces mariales qui révèlent à quel point Marie est notre Mère. Et pour qu´il en soit ainsi, pour que votre Règne 
s´etende et s´affermisse par eux sur la Terre, je vous promets, ô Jésus, de m´immoler avec Vous de tout mon coeur.
Ainsi - soit - il. 





Tacere et Pati

“Ce n´est pas un esprit de crainte que Dieu nous a donné, mais un esprit de force” (2 Thim 1,8)” Ne craignons pas les souffrances et restons fidèles jusqu´à la mort.” (Ap 2, 10)



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Traducción
Oración escrita por mi madre, terciaria del Carmen, encontrada en un libro.



Oración para los Sacerdotes

Dios mío, os rezo para vuestros Sacerdotes, para todos vuestros Sacerdotes - Os pido para ellos la Santidad - Os pido que amen profundamente su sacrificio, y que vivan con Amor - Os pido para ellos la obediencia, el espíritu de renuncia, una inalterable y limpia castidad, y también la abnegación y la humildad, la dulzura, el celo y la entrega.

Os pido que ninguna alma se acerque a ellos, sin amaros aún más, os pido Dios mío de sembrar por ellos en el mundo, las gracias marianas, que revelan hasta que punto María es nuestra Madre. Y que así sea, para que vuestro Reino se extienda y se consolide por ellos en toda la Tierra, os prometo, Oh, Jesús de inmolarme con Vos con todo mi corazón.
Amén.

Tacere et Pati

"No es un espíritu de temor que Dios nos ha dado, pero un espíritu de fortaleza" (2 Tim 1, 8). "No temamos los sufrimientos y sigamos fieles hasta la muerte" (Ap 2, 10)









domingo, 8 de enero de 2017

PALABRAS HOMENAJE A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, LA REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA.


El Cantar de los Cantares que es la relación mística entre el alma purificada, y su divino esposo Jesús, se puede aplicar a la relación entre la Virgen María, Madre del divino Redentor. El coro serían los fieles, la Esposa la Virgen María y el Esposo su Hijo Jesús.



DEL CANTAR DE LOS CANTARES


Coro
¿En qué se distingue tu Amado, oh, la más hermosa de las mujeres? ¿En que se distingue tu Amado, que así nos conjuras?

La Esposa
Mi Amado es fresco y colorado, se distingue entre millares. Su cabeza es oro puro, sus rizos son racimos de dátiles, negros como el cuervo.
Sus ojos son palomas posadas al borde de las aguas, que se han bañado en leche y descansan a la orilla del arroyo [...]

Coro
¿Adonde fue tu Amado, oh, tú, la más hermosa de las mujeres? ¿Qué dirección ha tomado tu amado, para ir contigo en busca de Él?

La Esposa
Bajó mi Amado a su jardín, a los macizos de las balsameras, para apacentar su rebaño en los vergeles y coger azucenas.
Yo soy para mi amado y mi Amado para mí, el que pastorea entre azucenas.
Jesús sería aquí el Pastor de su Pueblo, y las azucenas a las almas santas.

El Esposo

Eres, Amada mía, hermosa como Tirsa, encantadora como Jerusalén, terrible como escuadrón ordenado en batalla.
Aparta de Mí tus ojos, que me fascina. Es tu cabellera rebañito de cabras que ondulan por las pendientes de Galaad. [...]
Pero es única mi paloma, mi Inmaculada; es la única hija de su madre, la predilecta de quien la engendró.



De la llama de amor Viva de
 San Juan de la Cruz

  Y allí las vestiduras reales y fragancias de ellas, que son las virtudes admirables de Dios, allí el resplandor del oro, que es la Caridad; allí lucir las piedras preciosas de las noticias de las sustancias superiores e inferiores; allí el Rostro del Verbo lleno de gracias, que embisten y visten a la Reina del alma, de manera que, transformada ella en estas virtudes del Rey del Cielo, se vea hecha Reina, y que se pueda con verdad decir de ella lo que dice David de ella en el Salmo, es a saber: "Hijas de reyes vienen a tu encuentro, y a tu diestra está la Reina vestida con oro de Ofir." (45, 10) 




sábado, 7 de enero de 2017

PARÁBOLA DE LA CURACIÓN DE LOS 10 LEPROSOS; JESÚS HA VENIDO PARA REDIMIR Y SALVAR AL MUNDO ENTERO









Evangelio de la curación de los 10 leprosos



Yendo hacia Jerusalén atravesaba por entre la Samaría y la Galilea, y entrando en una aldea, le vinieron al encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos, y levantando la voz decían: Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros. Viéndoles les dijo: Id a mostraros a los Sacerdotes. En el camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, volvió glorificando a Dios a grandes voces, y cayendo a sus pi
és, rostro a tierra, le daba las gracias, era un Samaritano. Después Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?» 
Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.» (Lc 17,11-19)


   Una de las más grandes virtudes del alma humana es el agradecimiento, esto se debe sobre todo a Dios, al cual le debemos absolutamente todo, incluso el aire que respiramos.

    Por habernos creado de la nada, y sobre todo por habernos redimido de la esclavitud de Satán con el inmenso sacrificio de la Pasión y muerte de Jesús en la Cruz, le debemos como lo dice San Juan de la Cruz, agradecimiento y sobre todo amor eterno, no solo por habernos dado la vida del cuerpo material, pero sobre todo la vida del alma, que ha sido redimida y debe renacer, como lo explicó Jesús a Nicodemo, renovada por el tremendo Sacrificio del sublime Salvador.

    En el relato de María Valtorta sobre el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, Jesús  se quejó amargamente de que nadie, ni siquiera los Apóstoles, se acordaron de la acción de gracias, solo Jesús se retiró en el monte para darle gracias a Dios.

    Y lo mismo ocurrió con los diez leprosos curados por Jesús, solo uno, un Samaritano, volvió para agradecer a Dios el milagro, y se tiró a sus pies, mereciendo de Jesús el mayor regalo: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado!", que es la seguridad de poseer la Vida Eterna, regalo fabuloso, que personalmente, me llena de admiración, y me hace envidiar la suerte de ese leproso, ya que a pesar de lo que dicen los progresistas, abanderados del Dios "caramelo", nadie en este mundo tiene la seguridad absoluta ni de la Salvación, ni de la condenación eternas, por eso "El Grappin", como llamaba así el Santo Cura de Ars a Satanás, no paraba de repetirle: "Aún no estás muerto; aún te puedo atrapar"

El agradecimiento a Dios es pues la expresión del amor, es la palabra que fluye del alma humilde y enamorada, en donde la Santísima Trinidad ha hecho su morada en su corazón. Porque solo un alma en esta situación puede darse cuenta de su destino final: y es cuando Dios le ha infundido la realidad y el valor de lo que está en juego: La felicidad, o el castigo eternos, felicidad que si la pudiésemos ver, pasaríamos por mil agonías para poder verla otra vez, y castigo que nos haría morir de horror, si pudiésemos verlo, como así lo afirma San Juan de la Cruz.

Aquí, otra vez aparece la demostración de que Jesús no ha venido solo para el Pueblo elegido, como así lo esperaban los Fariseos, que creían que el Mesías había de ser el caudillo del Pueblo de Israel, para liberarlo del yugo de los romanos. Desde sus primeras predicaciones, Jesús proclama que ha venido para toda la Humanidad, es lo que predicó en la Sinagoga de Nazaret, su pueblo, en donde dijo que había muchos leprosos en Israel del tiempo del Profeta Eliseo, pero que solo Yahveh curó a Naaman el Sirio, lo que le valió el rechazo de todos los asistentes, que querían despeñarlo por un barranco.

De la misma manera en el Evangelio de la curación de los 10 leprosos, solo vino un Samaritano, a agradecerle el milagro, un extranjero, odiado por el Pueblo Judío, que no quería tener trato con ellos por herejes.




jueves, 5 de enero de 2017

EL TRIUNFO DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA: NO SON TODOS LOS QUE ESTÁN NI ESTÁN TODOS LOS QUE SON.


LA VERDADERA CASA DE DIOS ES LA SANTA IGLESIA CATÓLICA 




Estamos bombardeados constantemente por unas hordas de individuos, que se dedican a analizar los defectos de algunos miembros consagrados de la Iglesia Católica, en los casos de Pederastia, para darnos a entender que toda la Iglesia está contaminada, lo que es como decir que porque Judas era un traidor y un ladrón, todos los Apóstoles lo eran.


Este razonamiento equivale también a afirmar que porque existen en las profesiones de Arquitectos, Ingenieros, Médicos, o cualquier otro oficio, individuos pederastas, todos los integrantes de esas profesiones lo son. Su odio a la Religión católica, los vuelve ciegos y fanáticos, nunca llegarán por eso a reconocer todos los actos de caridad, de ayuda a los necesitados, que la Iglesia ha hecho en el curso de la historia, con la fundación de hospitales, hospederías y hasta universidades, y todo lo que la Iglesia está haciendo en nuestros días en los Países pobres, y en los países desarrollados dando de comer, entregando ropa y dinero en la medida de sus posibilidades. 

El caso más notable en nuestros días, es el de Santa Teresa de Calcuta, que entregó su vida para aliviar los sufrimientos de los más pobres y abandonados, en un País, de mayoría hinduísta, que creen que esas criaturas están pagando las consecuencias de lo que llaman "Karma", los pecados de una vida anterior, ya que creen en la reencarnación.


En ninguna profesión liberal, o manual, si se elimina de su seno a uno de sus miembros por ser pederasta,  nadie se atreve a decir que todos sus miembros lo son, sin embargo, el odio satánico de ciertos individuos, les empuja a afirmar que todos los miembros de la Iglesia Católica sí lo son. Ni los partidos de Izquierda, de ideología marxista, que dicen tanto defender a los marginados, ni los Sindicatos, se dedican a dar de comer a los pobres y también los ricos que han venido a menos por culpa de la crisis económica.

Hay una sencilla razón para decir que solo la Iglesia Católica, y según mi opinión, la Iglesia Ortodoxa, son Iglesias Santas: No fueron fundadas por ningún hombre, mientras que en las otras Iglesias, solo intervinieron unos individuos que se creían "Iluminados", y escogidos por Dios, y que decidieron en un momento determinado, renegar de la verdadera Iglesia por lo que consideraban ciertos abusos.


Lo que creyeron ser una llamada de Dios para restablecer la verdadera Doctrina, y fundar una nueva Iglesia, fue en realidad una acción fomentada por Satanás, el cual, como lo explica tan bien San Juan de la Cruz, nunca tienta bajo el aspecto del mal,ya que sabe que el mal conocido nunca será admitido, sinó, apoyándose en una verdad, inocula la falsa Doctrina, como la aguja que simboliza la verdad, para luego hacer pasar el hilo de la mentira. 


La Iglesia le costó a Cristo, y a su Santa Madre, la Corredentora, Sangre, Sudor y Lágrimas, por eso la hizo invencible (Las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella), y por eso también la dotó de plenos poderes: Jesús le dijo a Pedro: "Lo que atares en la Tierra será atado en el Cielo, y lo que desataras en la tierra será desatado en el Cielo".


¡Cuanta gente, con poco sentido común, y sin ninguna humildad, creen que la Iglesia de Cristo, después de estar fundada por Él, y después de todo lo que le costó, va a permitir que sucumba bajo Satanás y sus hordas, y que creen que vaya a refundarse gracias a ellos, unos individuos llenos de soberbia, de odio y de imprecaciones hacia los herederos de San Pedro. Eso es lo que ocurrió con el iracundo y lujurioso Lutero, el padre de todas las variopintas sectas protestantes actuales, que sería larguísimo enumerar, el sanguinario asesino Enrique VIII, que mató con su hija Elisabeth a más católicos que la Inquisición española en toda su historia, y el cruel y sádico Calvino, que mandó quemar vivo a Miguel Servet por su visión particular sobre la Santísima Trinidad.


Si algo en común tienen todas las religiones, y las sectas, que no han sido fundadas por Dios, sino inducidas por Satanás para combatir la verdadera Iglesia, a lo largo de los tiempos, es que siempre terminan desvelando a su fundador: el padre de la mentira. Es el caso del "matrimonio" homosexual, la ordenación de mujeres, y Obispas, incluso declarados homosexuales, la objeción sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía, la no existencia del Purgatorio, la predestinación y tantas otras cosas más, debidas a una interpretación falsa de las Escrituras. 


Recuerdo que el Papa actual, celebra el Sacrificio Eucarístico en el Vaticano, encima de la tumba de San Pedro, Jefe en la Tierra de la Iglesia fundada por Cristo, nombrado por Él, para él y también para sus legítimos sucesores.


Esto no quiere decir que los miembros de la Iglesia estén libres de pecados, como hombres que son, pero están en camino de alcanzar la santidad unos, y otros, aún que lleven el hábito talar, están descartados, si están en pecado mortal, por eso decimos que la Iglesia es Santa, porque los que aún no lo son están en camino de serlo, y los que no están en el camino de serlo ni lo serán, no pertenecen a la Iglesia de Cristo.

En este mundo, en donde Dios da toda una vida para santificarse, podemos decir que las almas son como el lienzo de un pintor, que está trabajando en su obra, no se le puede decir al pintor antes de terminar el cuadro: "¡Qué obra tan fea!", ya que dirá: "¡Espera a que lo termine para opinar!". El cuadro es el alma, el Pintor es Dios, y a la hora de la muerte, si el cuadro no está aún terminado, le dará los últimos retoques en el Purgatorio.

Muchos que no son Católicos, obedeciendo a la voz de su conciencia que está puesta por Dios, con más dificultad que los Católicos, por carecer de los Sacramentos, se salvarán y pertenecen a la Iglesia de Cristo. Otros muchos que van a misa, que comulgan, y cumplen con las obligaciones exteriores, incumpliendo los deberes que le exigen los Sacramentos, no pertenecen a la Iglesia Católica, y se condenarán, como les ocurrió a los Fariseos, y hasta el sumo Sacerdote que condenó a Jesús.


Gloria Patris et Filio et Spiritui Sancto, sicut era
in principio et nunc et semper, et
 in saecula saeculorum. Amen.