Cuadro de la visión de San Juan, en done Jesús le preguntó: "Juan ,¿Que quieres por tus Servicios? a lo cual el Santo le contestó: "Señor ser despreciado de todos por vuestro amor" |
En este retrato anónimo de San Juan de la Cruz, se ve reflejada la mirada fija hacia Dios que fue el lema de su Vida, que consistió siempre en contemplar y fusionarse con la Divinidad, hecho que no solo supo adoctrinar, pero sobre todo aplicar a su vida de una manera plena y continua. Por esa razón, su mensaje es en nuestra época más vigente que nunca, época en la cual el proceso de secularización, que se dedica insistentemente a predicar una doctrina "descafeinada", con unos sacrificios "lights", y ahuyentando de las almas el Santo temor de Dios.
Cuentan en el libro de su vida que, estaba tan absorto en Dios, cuando era Prior del Convento de Segovia, donde está enterrado, que cuando lo venían a buscar, estando recluido en una ermita en el jardín del convento, para atender y resolver un asunto del mundo, tenía que golpearse los nudillos de las manos, contra una pared para volver en sí, por esa razón tenía los nudillos "descalabrados".
Santa Teresa del Niño Jesús, monja carmelita de estrecha clausura, por su amor y sus sacrificios a favor de los misioneros, mereció el título de “Patrona de las misiones” que le otorgó el Papa Pío XI.
María Valtorta, seglar, encerrada en su cuartito de enferma y clavada a su lecho desde el año 1.933 al 1.961, trató de imitarla en la oración, en el celo y en los sufrimientos, siendo escuchada. Y así, por diversas cartas de Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas misioneras, hemos llegado a saber de un modo continuo que los escritos valtortianos van esparciendo abundante Luz y provocando un gran fervor en las tierras de misión.
Tanto es así, que la primera traducción parcial (Vida de Jesús extractada de los diez volúmenes de “Il Poema del” Huomo-Dio”) fue hecha en Japonés y publicada en Tokio enla Navidad de 1.971 (381 páginas) a cargo del P. Juan Escobar O.F.M.
Tanto es así, que la primera traducción parcial (Vida de Jesús extractada de los diez volúmenes de “Il Poema del” Huomo-Dio”) fue hecha en Japonés y publicada en Tokio en
DEL LIBRO DEL ÁNGEL AZARÍAS
Dictado a Mª Valtorta del 24/11/1.946
Dice Azarías:
En la oración
de la Misa
propia de San Juan de la Cruz ,
aparece compendiada en pocas palabras la doctrina precisa para ser perfectos
cristianos: negarse a si mismos y amar la Cruz.
El santo Doctor y Reformador del Carmelo, es grande en el Cielo
por haber sabido hacer estas dos cosas de un modo perfecto.
Bien poco
hubiera sido el haber reformado las antiguas constituciones. También los jefes
de las Naciones reforman las constituciones de sus Estados, más pocos de ellos
son santos. Como también los dueños de una hacienda reforman los usos y
costumbres del trabajo, pero pocos de ellos son santos.
E igualmente
poco, o bien menos que nada, y más aún motivo de condena hubiera sido para San
Juan de la Cruz
el haber escrito tratados de mística, si a las palabras no hubieran
correspondido sus actos. También los escritores llenan páginas morales para
abrillantar la figura del personaje o personajes de sus libros, pero después,
en su vida diaria, llevan una vida que es el polo opuesto de la tesis moral que
mantuvieron en su libro. No fue el suyo el perfume de su vida, que exhala con
palabras la convicción de la mente que se fija en el papel, sino tan solo una obra maestra escrita para obtener de ella aplauso y ganancia. Son, por lo
tanto, histriones y nada más.
Si San Juan de
la Cruz hubiera
escrito aquellos tratados de mística únicamente para demostrar su capacidad de
escritor y después hubiera sido un tibio, un tibio nada más, habría firmado de
su mano la propia condena a una pena más o menos larga, ya que la Justicia habríale
preguntado: “¿Por qué has sido hipócrita? A ti no te vale la excusa de falta de
conocimiento que disculpa a los ignorantes. Has conocido el Amor y lo has
descrito sin que después te hayas abrasado en él. Ve, por tanto, a aprender a
amar y a ser sincero”.
Pero San Juan
de la Cruz se
reformó heroicamente a si mismo antes que a los demás y practicó la perfección
que describía para legar un código de perfección a las almas. Por esto es
grande y por esto es Santo.
Y, por lo
mismo, cada uno de los cristianos puede llegar a ser santo, negándose a si
mismo, es decir, cambiando el yo humano a un yo espiritual perfecto y amando la
Cruz. Sin la imitación del Divino
Crucificado, no es posible la reforma de uno mismo y sin el amor a la Cruz no se
puede llegar a termino la transformación del yo, por cuanto, reformar el yo
equivale a laborar la planta rebelde de la humanidad a base de cortes y
cauteríos, y no una, sino cien y mil veces, ya que ella es planta rebelde que de
los mismos puntos de las amputaciones echa nuevos retoños o rechaza los
injertos que la fuerzan a cambiar su naturaleza y a estar sujeta al querer del
más alto, esto es: el espíritu.
En cuanto
acabo de decirte referente al Santo conmemorado hoy, ¿acaso no está tratado ya en lo que dice la Epístola ? Esta Epístola
escrita muchos siglos antes de la venida de San Juan de la Cruz , ilustra las virtudes
del cristiano, e indica las vías a seguir para alcanzar las virtudes siempre
conforme a una línea, puesto que la
Verdad no cambia. Ella es lo que es hoy, como lo fue hace
veinte siglos y lo será en el último día. Tan solo existe un camino para llegar
al Cielo: el del vencimiento de si mismos y el del amor a la cruz. Camino que
es, como dice Pablo: sabiduría e inteligencia espiritual, junto con el
conocimiento de la voluntad de Dios.
Conocimiento
de esta divina Voluntad que os propone e, incluso, os impone a fin de poderos
dar gloria y gozo, sabiduría e inteligencia espirituales que se desarrollan
vigorosas con la renuncia de todo aquello que desagrada al espíritu y con la
meditación amorosa del Modelo Divino que se negó a Si mismo hasta la muerte de
Cruz y que se os permite “conduciros de la manera digna de Dios”, hasta el punto
de agradarle en todo haciendo actos que tienen como fruto la vida eterna más
allá de la vida y, como sello y sostén la virtud. ¡Oh vida gozosa y activa de
quienes saben negarse a si mismos y amar la cruz!
Es semejante a
un fecundo día de primavera en que todo contribuye a que se abran las flores en
las plantas y a fecundarlas para que no resulte baldía la floración. Una acción
da paso a otra y de un sacrificio redunda un perfeccionamiento. De un latido de
amor nace un amor al sacrificio. De un amor al sacrificio, un acto de amor. De
un acto de amor, un impulso a la mayor renuncia y a una más grande imitación al
Divino Crucificado. Es toda una cadena en la que los eslabones se sueldan unos
con otros cada vez más robustos, cada vez más en la luz, en el alto, hacia Dios,
hacia la Patria
y hacia el gozo. Y el artífice de su perfección da gracias a Dios Padre por
“haberle hecho digno de participar en la suerte de los santos” que aquí viven
en la Luz y gozan
de ella en el Cielo, libres de las seducciones de las Tinieblas, ya que estas
no encuentran donde afianzarse para dañar en el corazón, que amputó en si todos
los puntos de los que pudiera valerse el Gran Enemigo para penetrar y demoler.
¡Ánimo María,
hasta el aniquilamiento absoluto de la criatura a fin de que triunfe la causa
de Dios y aumente su Gloria con otros muchos espíritus sobre los que la Sangre de Cristo aguarda a
caer para redimir y perdonar!
Ten presente
que las pequeñas voces, que son siempre almas víctimas, son al mismo tiempo
pequeños Moisés. Y el destino de los Moisés es orar sobre el monte al tiempo
que los atletas de Dios combaten contra los enemigos del Señor por su Gloria.
Ayuda con
cuanto eres a los atletas que combaten a Satanás, a la ignorancia, las herejías
y la tibieza. Jesús Santísimo, que es tu Amor, está esperando de ti una ofrenda
de almas.
Pequeña voz,
pequeña hostia, sé también una pequeña misionera, sosteniendo a los misioneros
con tus sacrificios. A Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario