Derrota de Lucifer en el Cielo (Ap 12-13,18)
(…) Al verse precipitado a la tierra, el dragón comenzó a perseguir a la mujer que había dado a luz al Hijo varón. Pero a la mujer le fueron dado alas de águila real para que volara a su lugar en el desierto y fuera allí alimentada durante tres tiempos y medio. Lanzó entonces la serpiente de sus fauces un torrente de agua para ahogar en él a la mujer. Pero la tierra socorrió a la mujer: abrió su boca y absorbió el torrente que el dragón había lanzado de sus fauces.
Irritado el dragón por su fracaso con la mujer, se fue a hacer la guerra al resto de su linaje, a los que observan los mandamientos de Dios y dan testimonio de Jesús.
Y el dragón se quedó al acecho junto a la orilla del mar.
Parece claro que, tras la derrota de Lucifer en el Cielo por el Arcángel Miguel, y después de ser precipitado a la Tierra, aquí intenta destruir la Creación de Dios, consiguiendo hacer pecar a Adán y Eva, nuestros primeros padres, inoculándoles la atracción por todos los pecados, que es una adoración de la materia, para así apartarlos de la adoración debida a Dios.
Pero en la Tierra se tuvo que enfrentar a la llena de Gracia, Ave María, la nueva Eva, la Madre espiritual de la Humanidad. La única Criatura que podía vencerlo, ya que su triunfo sobre Eva, exigía, por razones de justicia su derrota por otra Mujer, sabiéndolo, quiso destruir a la Inmaculada Virgen María.
Una gran señal apareció en el Cielo: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. (Ap-12-1)
Y esta es la imagen de la Virgen María, la Reina del Cielo y de la Tierra, revestida con la Luz de Dios, vencedora de las Tinieblas de Satanás, y con la corona de Reina.
Las armas de Satanás son siempre las mismas: el torrente de agua es el que simboliza la inmersión en el pecado, por esa razón, el hipopótamo, al que le molesta el sol, y el cocodrilo, son las imágenes de Lucifer y de Satanás, en el libro de Job, residen casi siempre en el agua. La Virgen María, que es invencible, ante estos atractivos, porque es la Inmaculada, voló con alas de águila real al desierto, que simboliza la austeridad y la sublime belleza de la Virtud.
Eres bella, amada mía, como Tirsá
Hermosa como Jerusalén,
Imponente como ejército desplegado (Cant 6-4)
Y esta es la fuerza que vence a Satanás, una fuerza divina imponente, como un ejército desplegado en orden de batalla, que pone en fuga a los ejércitos de los espíritus tenebrosos, y a su jefe: el Príncipe negro, que quedan cegados con el fulgor de la llama de amor del Inmaculado Corazón de María.
Visión de Satanás en la tierra (Ap 13-1,18)
Y vi subir del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas, con una diadema en cada cuerno y un título blasfemo en cada cabeza, la bestia que vi, se parecía a una pantera, tenía patas como de oso y fauces como de león. El dragón le dio su fuerza, su trono y si inmenso poder. Una de sus cabezas parecía haber sido herida de muerte, pero su herida mortal estaba ya curada. La tierra entera corría fascinada tras la bestia. Entonces adoraron al dragón, porque había dado su poder a la bestia y adoraron también a la bestia diciendo:
¿Quién hay como la bestia? ¿Quién es capaz de luchar contra ella?
Nos encontramos aquí con Lucifer, el cual trató de derrotar a la Invencible y Todopoderosa Virgen María, y vencido, esperó a la orilla del mar. Cuando llegó su momento, que fue tras la muerte y resurrección de Jesús, que testificó su derrota y por eso redimió a los elegidos que escogieron y practicaron la Doctrina del Evangelio, salió del mar donde estaba escondido, con todas la fuerza de una fiera poderosa.
El dragón, que es Lucifer le comunicó toda su fuerza, su trono de rey del pecado y del vicio, con el poder del hedonismo y del disfrute inmediato. Las siete cabezas representan los siete enemigos que combaten los siete Espíritus de Dios en misión por toda la Tierra.
Contra el Espíritu de Pureza: el espíritu de fornicación.
Contra el Espíritu de Verdad: el espíritu de mentira.
Contra el Espíritu de Justicia: el espíritu de prevaricación.
Contra el espíritu de Bondad: el Espíritu de perversión y maldad.
Contra el Espíritu de Pobreza: el espíritu de orgía y derroche.
Contra el Espíritu de Misericordia: el espíritu de impiedad
Contra el Espíritu de Amor: el espíritu de odio.
La cabeza que había sido herida de muerte y que parecía curada, parece ser el espíritu de fornicación, porque antiguamente, la pureza era una virtud respetada y seguida por la mayoría de la gente, ahora con el relativismo, ocurre todo lo contrario. Y la mayoría de la Humanidad parece fascinada por las siete cabezas de esta bestia, por eso lleva cada una la diadema de un rey.
Los diez cuernos parecen representar el reinado de esos siete espíritus, con los otros tres cuernos que son las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad, que han sido sometidas al reinado de la Bestia. Se adora pues la bestia y el dragón, que había dado su poder a la Bestia infernal.
Se le dio autorización para proferir palabras orgullosas y blasfemas y poder actuar durante cuarenta y dos meses. Y así lo hizo. Profirió blasfemias contra Dios, contra su nombre, contra su santuario y contra los que habitan en el Cielo. También se le concedió hacer la guerra a los creyentes y vencerlos; y se le otorgó poder sobre las gentes de toda raza, pueblo, lengua y nación. Y todos los habitantes de la tierra a excepción de aquellos que desde la creación del mundo están escritos en el libro de la vida del Cordero degollado, le rendirán pleitesía. Quien tenga oídos que escuche esto:
El que está destinado al cautiverio, al cautiverio irá. El que haya de morir a filo de espada, a filo de espada morirá.
¡Ha llegado la hora de poner a prueba la paciencia y la fe de los creyentes!
Esta autorización dada a la bestia, para blasfemar y hacer la guerra a los creyentes de toda raza, pueblo, lengua y nación, se dio por razones de Justicia de Dios, ya que este mundo es un campo neutral, donde actúan en igualdad de condiciones tanto el Bien como el Mal, pudiendo el hombre escoger libremente lo que más le agrade. Si el hombre en su libertad escoge el mal, entonces la bestia tiene libertad para actuar. Por esa misma razón los elegidos, cuyo nombre está escrito en el libro de la Vida, nunca rendirán pleitesía a la bestia inmunda.
Todo esto contribuye a poner a prueba la paciencia y la fe de los creyentes, y sirve para separar el trigo de la cizaña.
Visión del Anticristo
Vi otra bestia que surgía de la tierra; tenía dos cuernos como de carnero y hablaba como un dragón. Ejercía todo el poder de la primera bestia en favor de ella, haciendo que toda la tierra y sus habitantes adorasen a la primera bestia, aquella cuya herida mortal había sido curada. Hacía grandes prodigios, hasta el punto de hacer bajar fuego del cielo sobre la tierra a la vista de los hombres. Seducía también a los habitantes de la tierra con los prodigios que se la había otorgado realizar en favor de la primera bestia, y los incitaba a erigir una estatua en favor de la bestia que sobrevivió a la herida de la espada. Se le concedió dar vida a la estatua de la bestia, de modo que incluso pudiese hablar, y se le dio poder para hacer morir a cuantos no adorasen la estatua de la bestia. Hizo también que todos, chicos y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos llevasen tatuada una marca en la mano derecha o en la frente. Y solo el que llevaba tatuado el nombre de la bestia o la cifra de su nombre podía comprar o vender.
¿Quién alardea de sabio? El que presuma de inteligencia pruebe a descifrar el número de la bestia, que es número humano. El seiscientos sesenta y seis es su cifra.
Esta bestia que surge de la tierra y no del mar, es el Anticristo, aparece como un carnero con sus dos cuernos que son las dos armas que tiene para combatir a los dos Espíritus de Cristo: Pobreza en la Tierra, y Misericordia (Su nacimiento en un establo, y su muerte perdonando a sus verdugos), dirá como los políticos de ahora, que hay que proteger a los pobres y desamparados, será el disfraz del cordero divino que predicará con la envida y la palabra a los ricos para seducir a los necesitados, pero será un individuo rico en dinero y poder e inmisericorde y de una crueldad inmensa, lo contrario de Jesucristo, suprimiendo el Sacrificio perpetuo, que es la Sagrada Eucaristía, como lo han anunciado los Profetas, serán días de terror y espanto.
Está aquí perfectamente reflejado lo que ocurrirá con la venida del Anticristo, con la persecución y el odio atroz a todos los creyentes. Estamos asistiendo hoy día a los preludios de la venida del Anticristo. Hoy día en muchos lugares, para poder vivir hay que compartir la doctrina atea de adoración a la bestia, desprecio a la Iglesia de Cristo, segundar la doctrina de la cultura de la muerte: Aborto, eliminación de los deficientes, persecución cada vez mayor contra todos los seguidores del Evangelio.
Admiración y seguimiento de la Doctrina hedonista completamente opuesta a la doctrina de Jesús, adoración hacia el dinero, el lujo y el placer, abandono de la caridad hacia los necesitados. Estamos asistiendo igualmente a lo que hemos leído que ocurrirá al final de los tiempos: La naturaleza se está rebelando en todos los sitios, contra la humanidad que no solo no rinde culto a su Creador, pero que además legisla y vive en contra de sus mandamientos.
Inundaciones, tsunámis catastróficos, cambios de clima adversos, sequías, plagas y epidemias, en otros lugares que ocasionan hambrunas y exilios; guerras y atentados en casi todo el mundo, todo ello consecuencias del clima de odio y de rencor pregonado por la bestia y asumido por gran parte de la humanidad.
Otra enseñanza no menos perniciosa, pero que ha logrado introducirse hasta en muchos eclesiásticos: El Relativismo, que no ve diferencia alguna entre el pecado y la Virtud, es decir entre Satanás y Jesús. La desobediencia, contraria a una de las virtudes más grandes, ya que está escrito: más quiere Dios la obediencia que los sacrificios, la secularización de la Sociedad, que no es otra cosa que dejar de adorar a Dios, para idolatrar a otros ídolos: como son los científicos, deportistas y artistas ateos.
Del Poema del Hombre-Dios de Mª Valtorta
La carestía y la mortandad de las epidemias serán uno de los signos precursores de mi segunda venida. Los castigos creados para corregiros y volver a llamaros a Dios causarán, con dolorosa potencia, una de las selecciones entre los hijos de Dios y de Satanás. El hambre producido por los robos y las malditas guerras, queridas sin justificación de independencias nacionales, sino sólo por la ambición del poder y la soberbia de los demonios con apariencia de hombres, producido por el detenerse de las leyes cósmicas, por voluntad de Dios, por lo qué el hielo será áspero, y prolongado, por la qué el calor quemará y no será mitigado por las lluvias, por lo qué las estaciones serán invertidas y tendréis sequedad en las estaciones de las lluvias y lluvias en el tiempo de la maduración de las mieses, así qué engañadas por la templanza repentina o el frescor insólito, las plantas florecerán fuera de estación y los árboles se recubrirán, después de haber generado, de nuevas flores inútiles, que aprisionan sin fruto la planta – porque todo desorden es nocivo y conduce a la muerte, recordarlo, hombres – el hambre atormentará cruelmente esta raza perversa y enemiga de Dios.
Los animales, privados de forraje y pienso, de grano y semilla, morirán de hambre y, por el hambre del hombre, serán destruidos sin darles tiempo de procrear. Los pájaros del cielo y los peces de las aguas, piaras y rebaños, serán asaltados por todas partes para dar a vuestros vientres el alimento que la tierra solo producirá escasamente. La mortalidad, creada por las guerras y las pestes, los terremotos y los naufragios, precipitará en el más allá a los buenos y a los malos. Los primeros para vuestro castigo – porque privados de los mejores, empeoraréis cada vez más – los segundos para su castigo, porque tendrán el Infierno por morada antes de la hora prevista.
Interpretación de la cifra de la bestia: 6 6 6.
Se repite tres veces el número 6 porque está aplicado a las tres potencias del alma: Memoria, Entendimiento y Voluntad. Y como Lucifer es el simio de Dios, tiene los seis espíritus opuestos a los Espíritus de Dios en misión por toda la tierra. Naturalmente, la bestia no tiene el séptimo Espíritu de Dios que es el Espíritu Santo, porqué representa el Amor y la fuerza, y es porque el pecado y el vicio están fundamentados en el odio y la debilidad.
1- Espíritu de impureza.
2- Espíritu de la mentira.
3- Espíritu de la prevaricación o injusticia.
4- Espíritu de maldad.
5-Espíritu de corrupción (que proviene de la impureza y la mentira).
6- Espíritu de venganza (que proviene de la injusticia y la maldad).
Los cuatro primeros espíritus pertenecen a Lucifer; (representan la fe de los hijos de Satanás), los otros dos que provienen de él pertenecen al Anticristo (representan la esperanza de los hijos de las tinieblas). Y aquí está otra vez la similitud (que recuerda el simio) con Dios: los cuatro Espíritus del Padre vistos por Ezequiel que simbolizan la Fe, y los dos Espíritus de Cristo que simbolizan la Esperanza de la eterna felicidad de los Hijos de Dios.
Pero los 6 primeros Espíritus de Dios desembocan en el Espíritu Santo, que es el descanso de Dios: la Vida y la felicidad Eternas, mientras que los 6 espíritus de Satanás desembocan en la Muerte y el tormento Eternos.
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Me mostró entonces el ángel un río de agua viva, trasparente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la plaza de la Ciudad, a uno y otro lado del río, había un árbol de vida que daba doce cosechas, uno cada mes, cuyas hojas servían de medicina a las Naciones.
Ya no habrá nada maldito. Será la Ciudad del trono de Dios y del Cordero, en la que sus servidores le rendirán culto, contemplarán su rostro y llevarán su nombre escrito en la frente. Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámparas, ni la luz del sol; el Señor Dios alumbrará a sus moradores, que reinarán por los siglos de los siglos. (Ap 22-1,5)
¡VEN PRONTO, SEÑOR JESÚS!
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