EL PATRÓN DE LOS SACERDOTES DEL MUNDO ENTERO |
Del extenso volumen sobre la vida del Santo cura de Ars, Patrón de todos los sacerdotes del mundo entero, escrito magistralmente por Monseñor Francis Trochú, y que consta de 664 páginas, se me quedaron grabadas varios pasajes que me impactaron sobre manera, pasajes que voy a intentar rememorar.
Lo que más me llamó la atención es como, por la acción del Espíritu Santo, un personaje de una inteligencia mediocre, ya que era prácticamente el último de la clase del Seminario, del cual se llegó a expulsar por su incapacidad de aprender latín, se llegó a transformar en un Santo de una capacidad teológica tal, que algunas personas lo quieren comparar con el mismísimo San Juan de la Cruz, brillante estudiante de la Universidad de Salamanca.
Y digo que esa transformación, que solo se puede explicar por la acción del Espíritu Santo., viene a contradecir lo que muchos piensan, los cuales poniendo la Teología al nivel de cualquier otra ciencia creen que se puede acceder a conocer mejor a Dios a través de conocimientos intelectuales como cualquier otra ciencia como la Medicina o la Ingeniería.
Y aquí me vienen a la mente las palabras de Nuestro Salvador, el cual afirmó: "Te doy gracias Padre, porqué has querido revelar estas cosas a los humildes y las has ocultado a los sabios". Y esa manera de proceder del Padre de las lumbres es para mí algo maravilloso porqué si no fuera así, solo entrarían en el Reino los inteligentes y los cultos, cualidades que la mayoría de las veces, solo se obtienen gracias al nivel social, y quedan vedadas a los pobres y a los indigentes.
Recuerdo también que S. Juan de la Cruz afirmó que el que se une a Dios místicamente, recibe la Ciencia infusa del conocimiento de las cosas de Dios, por esa razón, el Cántico Espiritual, obra maestra de la Mística, la dedicó el Santo Doctor a Sor Ana de Jesús, -fundadora del Carmelo de Granada con San Juan de la Cruz, estando santa Teresa enferma, y que luego fundó el Carmelo en Francia y en Bélgica -, diciéndole: Aúnque carezca Ud. de conocimientos escolásticos, esta obra la entenderá Ud., por su experiencia mística y por su unión con la Divinidad.
Pero volviendo al Santo cura de Ars: una de las virtudes que más destacan es su grandísima humildad, condición necesaria y suficiente para obtener la gracia de Dios, ya que su Majestad no puede comunicarse con los soberbios.
Pero volviendo al Santo cura de Ars: una de las virtudes que más destacan es su grandísima humildad, condición necesaria y suficiente para obtener la gracia de Dios, ya que su Majestad no puede comunicarse con los soberbios.
Cuando su fama
comenzaba a extenderse por las parroquias vecinas, empujados por la envidia,
los otros párrocos se reunieron para mandar una carta al obispo del lugar
diciendo que por su gran ignorancia y falta de preparación teológica, el cura
de Ars tenía que ser cesado, ya que podía inducir a sus parroquianos a
practicar una doctrina contraria a la moral cristiana. Esa carta, con las
firmas de los párrocos, cayó en manos del Santo. Este, como se reconocía
indigno de su ministerio, apoyó con su misma firma la solicitud, ¡diciendo que
quería ir a llorar su pobre vida en un monasterio trapense!
En otra ocasión recibió
una carta anónima de otro párroco, en la cual se le indicaba su incapacidad,
debida a su bajo nivel teológico, para desempeñar su cargo, el Santo reconoció
la letra del párroco, y le escribió diciéndole que solo él lo había entendido,
y que le ayudara para convencer al Obispo que lo trasladara a la trapa. Naturalmente,
el sacerdote al ver esa humildad que no podía ser fingida, vino a pedirle
perdón y se convirtió en uno de sus más firmes defensores.
Cuando su fama empezó a
extenderse, el Obispo lo quiso nombrar canónigo, y vino a imponerle la
sobrepelliz, pero parecía un condenado con ella, de lo molesto que estaba. Al
final, la vendió para dar de comer a los pobres del Pueblo.
Igualmente, el gobierno
francés le concedió la famosa condecoración de la Legión de Honor, cuando ya
iban diligencias desde París para ir a visitarle, preguntó si esa condecoración
traía con ella alguna remuneración dineraria que quería para sus pobres, al
decirle que no, la rechazó, diciendo: “No la quiero, el día del Juicio Dios me
dirá: ¡Vete, ya has tenido tu premio con la Legión de Honor!”
Otra cosa que llama la
atención era su grado de Penitencia: en cierta ocasión fue a predicar un retiro
en un pueblo vecino y se alojó en casa de una anciana viuda, al final del
retiro, el obispo fue a visitar a la viuda para pagarle los gastos de
manutención del sacerdote, la viuda dijo que no había hecho ningún gasto, y que
no se le debía nada, Todos se preguntaron cómo había sobrevivido estos días,
hasta que la criada declaró que al llegar, le había pedido que le preparara una
olla de patatas hervidas, de las cuales se había alimentado durante su
estancia.
Los religiosos
trapenses que lo conocieron dijeron en cierta ocasión que les era imposible llegar
a ese grado tan grande de sacrificio.
A un Sacerdote de una
parroquia vecina que se quejaba de la falta de devoción de sus fieles, el Santo
le preguntó: "¿hace Ud. penitencia y ofrece esos sacrificios para sus
feligreses?".
Para una alma
espiritual, la santidad de una persona se descubre, como lo dice San Juan de la
Cruz, por sus actitudes, sus ademanes y sus gestos, y la verdadera humildad,
aunque se quiera, no se puede disimular. Esto es lo que ocurría con el Santo
cura de Ars.
Vemos que muchas almas
se convertían solo al contemplarlo: en cierta ocasión, un ateo asistió a una
misa celebrada por el santo: al observarlo celebrar con el rito lionés, con las
manos levantadas mucho tiempo al cielo, después de la consagración, al verlo,
en la acción de gracias después de la misa, arrodillado un largo rato en el
suelo ante el altar, ajeno a todo lo que le rodeaba, le causó tal impresión que
se convirtió en el acto.
En otra ocasión, un
ateo empedernido, que vino a Ars solo a acompañar una devota, tuvo la ocasión
de hablar con el santo, éste le enseñó un crucifijo vertiendo abundantes
lágrimas, lo que provocó una conversión inmediata.
Por fin terminaré
citando otras dos anécdotas importantísimas:
-Contra la mentalidad
relativista que impera hoy día: la del “dios-merengue”, que predican muchos
consagrados: que por la gran misericordia de Dios, el infierno está vacío: el Santo
cura pasaba noches enteras delante del Santísimo para que no se condenara
ninguno de sus feligreses.
-Contra la indiferencia
que predican es decir el relativismo de Dios ante el pecado: en cierta ocasión
un joven confesó todos sus pecados de juventud, el Santo cura, después de oírlo
pasó un largo rato llorando, este le preguntó: "¿Padre, porqué llora Ud.?,
a lo cual le contestó: "¡hijo mío lloro por todos los pecados que has cometido
y que tú no has sabido llorar!".
1 comentario:
Impresionante Testimonio de Vida Humilde y Austera... el Espìritu Santo lo hizo crecer en Su AMOR!!! Y en Gracia ante Sus Ojos.. Gracias, San Juan Marìa Vianey, intercede por Santas Vocaciones Sacerdotales, tù que fuiste Ejemplo para todos los Consagrados..
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