JESÚS EL CENTRO DE LA HUMANIDAD EN LAS BODAS DE CANÁ |
En el Evangelio de las bodas de Caná, está espiritualmente concentrado todo lo referente al Matrimonio Católico.
Evangelio del 17/01/2.016
Juan 2,1-11.
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la Madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino". Jesús le respondió: "Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía".
Jesús como Dios, y María como Madre de la Humanidad, están presentes en todas las bodas que se celebran en el mundo. Todos sabemos que el Amor humano es un estado, creado por Dios, que permite a la pareja, en un primer momento, verse virtualmente perfectos, y gozar de una enorme felicidad, este estado es parecido al de una persona embriagada, que bajo los efectos del alcohol, ve la "Vie en rose", como dice la célebre canción francesa cantada por la gran cantante Edith Piaf.
Pero al cabo de un cierto tiempo, es lo que pasó en las bodas de Caná, es decir cuando falta el vino, desaparecen los efectos del alcohol, y cesa la euforia, se acaba la fiesta. Las palabras de Jesús a su madre, "Mi hora no ha llagado todavía", quieren decir: Aún no he establecido el Matrimonio como un Sacramento: es aún un simple contrato entre un hombre y una mujer.
Pero su madre dijo a los sirvientes: "Hagan todo lo que él les diga".
Cuando María está invitada a la boda, es decir, cuando está presente en las familias cristianes, ella que es medianera de todas las gracias, interviene para remediar la situación:
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una.
Jesús dijo a los sirvientes: "Llenen de agua estas tinajas". Y las llenaron hasta el borde. "Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete". Así lo hicieron.
Entonces Jesús, llena las 3 potencias del alma de cada esposo, Que son la memoria, el entendimiento y la voluntad que dice San Juan de la Cruz, es decir las 6 tinajas de piedra del agua de su divina Gracia, la cual las transforma en vino, para alegrar y embriagar al matrimonio.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: "Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento".
Y ese vino que llenó las potencias del alma de los esposos es más bueno que el vino primero, es decir que hay matrimonios que cumplen con los mandamientos de Dios y los de su conciencia, y que alcanzan por eso, una felicidad mayor que en los primeros tiempos.
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Entonces Jesús, llena las 3 potencias del alma de cada esposo, Que son la memoria, el entendimiento y la voluntad que dice San Juan de la Cruz, es decir las 6 tinajas de piedra del agua de su divina Gracia, la cual las transforma en vino, para alegrar y embriagar al matrimonio.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: "Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento".
Y ese vino que llenó las potencias del alma de los esposos es más bueno que el vino primero, es decir que hay matrimonios que cumplen con los mandamientos de Dios y los de su conciencia, y que alcanzan por eso, una felicidad mayor que en los primeros tiempos.
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Del poema del Hombre-Dios de Mª Valtorta
Dice Jesús:
[...] Acto serio y santo son las nupcias. Y para mostrar esto estuve en una boda, y allí realicé el primer milagro. Pero ¡Ay si degeneran en libídine y capricho! El matrimonio, contrato natural entre el hombre y la mujer, que se eleve de ahora en adelante en contrato espiritual por el cual, las almas de dos que se amen juren servir al Señor en un amor recíproco ofrecido a Él, en obediencia a su imperativo de procreación, para dar hijos al Señor.
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