La desgracia de los Réprobos: Han rechazado a Jesús ofrecido por la Stma. Virgen María, el único que podía salvarlos.
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En el mundo en que vivimos, existe una cantidad nada despreciable de almas que se llaman ateas, y otras que se creen aún más listas y se proclaman agnósticas, ambas están ya juzgadas y halladas culpables, porque niegan un axioma tan evidente, que el que no lo admite, se aparta automáticamente de la irrefutable verdad: cada cosa que existe tiene que tener a un Creador. Esta realidad solo se ve en los seres humanos, en todas las regiones del globo, incluso en los salvajes, se venera siempre a un ser o varios seres superiores que han creado el mundo.
Nunca se ha visto al chimpancé - que es la criatura que genéticamente es la más parecida a los humanos hasta el punto que algunos "científicos" quieren incluirla en esa categoría - adorar a un ser superior
Nunca se ha visto al chimpancé - que es la criatura que genéticamente es la más parecida a los humanos hasta el punto que algunos "científicos" quieren incluirla en esa categoría - adorar a un ser superior
A la luz de las Escrituras, palabra de Dios, podemos ver claramente la causa de estas actitudes de los seres humanos, y sobre todo cual es el juicio de Dios sobre estas desgraciadas criaturas. Y las llamo desgraciadas porque, como dice Jesús han venido a este mundo y "...son como esos muchachos que, sentados en la plaza, cantan a los otros esta copla:
"Os hemos tocado la flauta y no habéis danzado, hemos entonado lamentos y no habéis hecho duelo" (Mat. 11, 16).
Y lo más grave: para ellos, la terrible Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesús-Dios habrá sido en vano, lo que fue la más terrible de las amarguras que le recordó Satanás al Redentor a la hora de su Pasión, y que solo fue aliviada por el cáliz ofrecido por el Ángel de la compasión, en Getsemaní, cáliz que contenía a todos los creyentes que iban a ser redimidos, y eternamente agradecidos, gracias a su sublime Sacrificio. El juicio es el siguiente:
"Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Todas las cosas eran hechas por Él, y sin él no se ha hecho nada de cuanto ha sido hecho. Y la vida era la Luz de los hombres. Y la Luz brilla en las tinieblas, pero las tinieblas no le acogieron" (Juan 1, 1-5)
Este juicio está también muy bien aclarado en la parábola de los invitados a la boda, en donde unos se excusaron por no poder asistir: "El Reino de los Cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas a su hijo. Envió a sus criados a llamar a los invitados a las bodas, pero esos no quisieron venir. De nuevo envió a otros siervos, ordenándoles: Decid a los invitados: Mi comida está preparada; los becerros y cebones muertos; todo está listo, venid a las bodas. Pero ellos, desdeñosos se fueron, quien a su campo, quien a su negocio. Otros agarrando a los Siervos, los ultrajaron y les dieron muerte."(Mat 22, 2-6)
Otro Evangelista (Lucas 14 - 15, 24), relata con más detalle: se excusaban porque tenían que ir a comprar un campo y tenían que ir a verlo, lo que simboliza la Fe en las cosas terrenas. Otros se excusaron porqué habían ido a comprar cinco pares de bueyes, y tenían que ir a probarlos, lo que simboliza su Esperanza en las cosas de este mundo (los cinco sentidos corporales: vista, oído, tacto, gusto y olfato, están simbolizados por los cinco bueyes). Y los últimos porque iban a casarse, lo que simboliza su Amor al mundo.
Terminaremos con las palabras del Apóstol San Juan que dice:
"No améis al mundo ni las cosas de este mundo. Si alguno ama el mundo, no está en él la caridad del Padre, porque todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre, sino que proviene del mundo. Y el mundo con sus concupiscencias pasa; pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre." (1 San Juan 2, 15-17)
Y también con las palabras de Jesús-Dios:
"El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la conservará." (Mat 10, 38)
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