MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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jueves, 22 de octubre de 2020

JESÚS HA VENIDO A TRAER EN ESTE MUNDO UN ENFRENTAMIENTO ENTRE EL BIEN Y EL MAL, CONTRARIO AL RELATIVISMO Y AL QUIETISMO DE HOY.



Yo he venido a traer fuego sobre la tierra






Lucas 12,49-53.

Jesús dijo a sus discípulos: 

"Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. 

De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".

Si estas palabras que dijo Jesús no estuvieran escritas en los Evangelios, y si hoy día, con la mentalidad quietista y relativista que impera en el mundo, algún creyente las pronunciara, sería recriminado por toda la jerarquía Católica, tratándole de hereje y fanático.

En un sermón un sacerdote, en una misa se aventuró a decir que antiguamente, Yahvé había grabado en la Piedra, y entregado a Moisés las tablas de la Ley, llenas de deberes y de obligaciones, pero que ahora ha venido Jesucristo, y ha predicado bendiciones en el sermón de la montaña. Al final de la misa, entré a hablar con él y le recordé que, además de las bienaventuranzas, Jesús  había pronunciado también las terribles imprecaciones, que en lengua española dicen ¡Ay de vosotros!, que parece una leve reprimenda, pero ese ¡Ay!, en lengua francesa se dice: "Malheur a vous!", que traducido literalmente quiere decir: ¡Que la desgracia caiga sobre vosotros!, es decir que es una maldición.

El Antiguo Testamento tenía unas leyes que no podían predicar el comportamiento que tenían que tener los hijos de Dios por la sencilla razón de que la perfección que quiere Dios, no se podía predicar con palabras, ya que el día del Juicio, una persona le podía objetar a Dios: "No sabes lo que es vivir en un mundo en donde existe una lucha tremenda para poder sobrevivir". Por eso, Dios mandó a su único Hijo Jesucristo, para demostrar como tiene que ser el comportamiento de las almas, en las situaciones más difíciles, para alcanzar la perfección.

El Mesías tan prometido, ha dado sus frutos, lo proclaman toda la legión de Mártires y Santos que han seguido las enseñanzas de Jesús, y que han logrado transformar un mundo pagano en un mundo Cristiano, consiguiéndolo pagando muchas veces con su sacrificio y martirio, que es la guerra a los cuales se refiere Jesús en el Evangelio.

Esa división que ha venido a desear Jesús, que es el fuego que ha venido a traer, es la condición necesaria y suficiente que tiene que tener cada creyente, que es la lucha entre la Luz y las Tinieblas, entre la virtud y el pecado, y la del hombre viejo, que tiene que morir para que pueda renacer a la Vida del Espíritu, siendo con la medida y posibilidad de cada uno, verdaderos imitadores de Cristo, es decir entregándole todo su amor y el sacrificio de su vida, que es llevar la cruz que Dios nos manda a cada uno. 

El alma que ha apostado todo para seguir a Jesús, y así poder alcanzar la Vida eterna, tendrá que enfrentarse siempre a Satanás que le saldrá al encuentro, ya que habiendo recibido la maldición de Dios, no soporta que haya gente que consiga el fabuloso premio que ha perdido. Por esa razón todos los que dicen que el demonio no existe y que es una invención para dominar a los fieles, demuestran que son unos relativistas que no quieren luchar para alcanzar la salvación.




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