MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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martes, 19 de junio de 2012

DIÁLOGO ENTRE DIOS Y JOB: SUBLIME EXPLICACIÓN DE LAS FUERZAS DEL MAL; CAUSA DE TODOS LOS SUFRIMIENTOS



El Profeta Job simboliza el alma cubierta de pecados que le hace reconocer que los sufrimientos son para el bien de su alma.





Contestación de Dios a los que critican su divina Providencia. Descripción de las fuerzas del mal, que por razones de Justicia, ya que en este mundo están mezclados el Bien y el Mal, tienen que subsistir, como subsisten mezclados y aparentemente iguales en sus inicios en los campos, el trigo y la cizaña.

En la Parábola del trigo y la cizaña, a la petición de arrancar la cizaña  antes de su maduración, el Dueño de la mies dice: “No, porque arrancaréis también el trigo”, y es que la imagen de la parábola tiene un significado muy profundo: El alma está en este mundo en estado de gestación, y ante el sufrimiento y la dicha, que son para la planta como la lluvia y el sol, las almas se van transformando en hijas de Dios y en hijas de las Tinieblas, igual que la cizaña que al principio era igual al trigo, pero a la hora de la cosecha, se ha diferenciado ya del trigo, y los segadores pueden separarla adecuadamente, mientra que al principio, al ser iguales, era imposible hacerlo.

 Explicación de cómo Dios actúa para vencer a las fuerzas del mal, sin quebrantar en modo alguno la libertad del hombre, libertad que para que sea verdadera, tienen que existir las fuerzas del mal, y su Príncipe tenebroso Satanás, con poder para tentar y para adueñarse de las almas que le son afines, así como también esas almas tienen el poder de escoger el Bien, cuyo Príncipe Luminoso es Cristo Jesús.




DE LIBRO DE JOB

El Señor respondió a Job desde la tormenta y dijo:
¿Quién es el que enturbia mi consejo
Con palabras sin sentido?
Si eres valiente, prepárate
Yo te preguntaré y tú me responderás.

Yahveh habla desde la tormenta, que es la alegoría de su omnipotencia, a los incrédulos, y a los que quieren cuestionar su divina Providencia, por culpa de los sufrimientos y de las desgracias de este mundo.


¿Dónde estabas tú cuando afiancé la Tierra?
Habla, si es que sabes tanto.
¿Sabes tú quien fijó su tamaño
Y midió sus dimensiones?
¿En qué se apoyaron sus columnas?
¿Quién asentó su piedra angular?


Aquí, pregunta Dios sobre los misterios de la Creación, sobre las leyes que rigen su rumbo, sobre su afianzamiento y la energía que la sostiene y las leyes que la rigen. No solo se trata de la Creación de la Tierra, cuya duración en el tiempo es limitada y por eso es una ilusión, pero también trata de la Creación del alma que es eterna, y que igualmente está sujeta a unas leyes que rigen sus dimensiones espirituales, y que se apoya en unas bases cuya piedra angular es Cristo Jesús.


Mientras cantaban a coro las estrellas del alba,
y exultaron todos los seres celestes?

Ante el canto de asombro, de alegría y de admiración de los Ángeles del Cielo, y de los coros angélicos que desde el alba de su creación, están alabando y exultando de alegría por las maravillas de la Creación de Dios, cuya imagen terrena son las estrellas multicolores y de múltiples dimensiones y que nos anuncian el alba del mundo celestial.


¿Quién encerró con doble puerta al mar
Cuando salía a borbotones del seno de la tierra,
Cuando le puse las nubes por vestido,
                  y los nubarrones por pañales;
cuando le señalé un límite,
le fijé puertas y cerrojos
y le dije: “No pasarás de aquí,
aquí se romperá la soberbia de tus olas”?


Limitando las fuerzas del mal que están simbolizadas por el mar, que intentan anegar a borbotones a la Tierra, que simboliza la Verdad y a las cuales se le ha puesto doble puerta: La de la Justicia divina y la de las leyes de los hombres, que impiden la acción de esas fuerzas infernales, tapando Dios su horror con las nubes e  imponiéndoles un límite, sin el cual Satán destruiría la humanidad entera porque es la Obra de Dios, que él odia infinitamente,  por eso Dios pone un límite a la soberbia de las olas.



¿Has mandado en tu vida a la mañana
O has asignado su puesto a la aurora,
Para que agarre a la tierra por sus bordes,
Y sacuda de ella a los malvados?



Dios es el que envía la esplendorosa luz de la aurora, vencedora de las tinieblas, que simboliza su espíritu de verdad, siempre vencedor de la mentira.
La Virgen María, ya presente en la mente de Dios desde toda la eternidad, representada aquí por la Aurora de la mañana, es la que vence a las fuerzas infernales, espirituales y materiales, que es sacudirlas, para ponerlas en fuga. 


Él da forma a la Tierra, como el sello a la arcilla,
Y se tiñe de color como un vestido;
Pero niega la Luz a los malvados
Y el brazo altanero queda roto


La Gracia de Dios, es la que transforma poco a poco a las almas, en la vida terrena de cada ser humano, como así lo hace el alfarero y las va tiñendo de color, mudando su paganismo, y transformándolo poco a poco en un hombre nuevo, gracias a un nuevo renacer, como así lo explicó Jesús a Nicodemo, va derrotando a los impíos, negando el entendimiento a los malvados, y rompiendo su acción altanera y perversa. Ese divino entendimiento que está negado a los impíos es lo que dijo el Apóstol San Pablo, cuando explicó como las cosas de Dios cuanto más subidas son mayor insensatez para el mundo, y al revés.



¿Has llegado hasta la fuente de los mares?
¿Has pisado en las honduras del abismo?
¿Te han mostrado las puertas de la muerte?
¿Has visto los umbrales de las sombras?
¿Has abarcado la anchura de la tierra?
Habla si es que lo sabes todo.
(…)

¿Acaso conoces tú el origen del mal, y las consecuencias del pecado,que va a acabar en el abismo infernal, ya que según la escritura divina, un abismo de pecado llama a otro abismo, puedes ni siquiera entrever las puertas de la muerte, a donde van a parar los de la segunda muerte, que son los umbrales de las sombras; acaso conoces la grandeza y el esplendor de la Virtud, que está simbolizado por la anchura de la Tierra?

¿Acaso sabes como empiezan a caer los pecadores? 
¿Acaso conoces la multitud y la sutileza de las tentaciones del orbe?
¡Contesta a estas preguntas si puedes, tu que crees que lo                 sabes todo!


Si eres valiente, prepárate
Yo te preguntaré y tú me responderás
¿Intentas decir que soy injusto?
¿Vas a condenarme a mí, para darte la razón?
¿Eres tan fuerte como Dios?
¿Truenas con voz como la suya?
Vamos, adórnate de Grandeza y Majestad,
Revístete de gloria y esplendor;
Da rienda suelta a tu ira,
Y con una mirada humilla al soberbio;
Derriba de una mirada al altanero,
Aplasta en su sitio a los malvados;
Húndelos justos en el polvo,
Enciérralos en la mazmorra;
Y Yo  mismo cantaré tu alabanza:
“¡Tu diestra te ha dado la victoria!”.



¿Cómo te puedes poner a la altura de Dios, tu que ignoras el origen y las leyes que rigen la marcha del Cosmos y que además desconoces todo sobre el poder de las fuerzas infernales, que te sobrepasan ampliamente, no te das cuenta que te es imposible enfrentarte solo a Beemot y al Leviatán?
Ya que solo Yo, con mi fuerza, mi poder, mi grandeza y majestad, mi gloria y esplendor infinitos, puedo abatir a Satanás y a los soberbios y derrotarlos, hundiéndolos en el polvo. ¡Tendrías que alabarme y proclamar mi victoria!



Mira a Beemot, lo creé Yo, igual que a ti;
Come hierba como un buey.
Mira que fuerza hay en sus lomos.
Que vigor en los músculos del vientre.
Yergue su cola como un cedro,
Los nervios de sus muslos están entrelazados;
Sus huesos son tubos de bronce.
Sus vértebras como barras de hierro.
Es la obra maestra de Dios,
Solo su autor puede derrotarla
Le ofrecen su tributo los montes
Y las bestias salvajes que viven en ellos.
Se acuesta bajo el loto,
Se oculta entre las cañas del pantano;
La sombra de los lotos lo recubre,
Lo envuelven los sauces del torrente.
Si el río crece, no se inquieta,
Está tranquilo aunque el Jordán le llegue al hocico.
¿Quién podrá apresarlo de frente,
O ponerle una argolla en el hocico?


Descripción del hipopótamo, imagen de Lucifer, la bestia más poderosa de la Tierra, la obra maestra de Dios, que es inteligentísimo e imbatible sin su ayuda.

Vive en los lugares húmedos que simbolizan el hedonismo actual y está escondido en las cañas, con apariencia de flores de loto, quiere arrastrar a las almas a su maldito reino, no teme enfrentarse a las aguas del Jordán, que son mis elegidos, no se puede apresar ni amansar. 

Puede  con su imponente fuerza dominar hasta los demonios de menor rango, partiéndolos por la mitad, con sus inmensas fauces armadas con dientes en forma de sable, por eso todos lo temen y le obedecen.



¿Puedes pescar a Leviatán con anzuelo
O sujetar con un anzuelo su lengua?
¿Clavarás un junco en sus narices?
¿Taladrarás con un gancho sus fauces?
¿Te hará acaso largas súplicas
O te dirá cosas tiernas?
¿Hará con tigo el pacto,
De ser tu siervo para siempre?
¿Jugarás con él como con un pájaro,
o lo atarás como juguete de tus niñas?
¿Traficarán con él los pescadores?
¿Lo venderán en pública subasta?
¿Acribillarás su piel con dardos?
¿Taladrarás su cabeza con arpón?
Atrévete con él.
Te acordarás y no volverás a hacerlo.
(…)
Su corazón es duro como roca,
Duro como piedra de molino.
Cuando se yergue, se asustan los valientes.
El terror los hace retroceder.
La espada que le alcanza no se clava,
Ni tampoco lanza, dardo o jabalina;
Paja es el hierro para él
Y el bronce, cual madera carcomida;
No lo pone en fuga la saeta,
Polvo son para él las piedras de la honda;
Como golpe de caña le resulta la maza,
Se ríe del silbido del dardo.
Tiene bajo el vientre tejuelas puntiagudas
Que arañan el fango como un trillo.
Hace hervir el abismo como una olla,
Hace del mar un pebetero;
Deja detrás de sí una estela brillante,
Y el mar parece una estela blanca.
No tiene igual en la tierra,
Es una criatura sin miedo;
Hasta a los más arrogantes hace frente.
¡Es el rey de todas las fieras!



Descripción del Cocodrilo, invencible también sin la ayuda de Dios, imagen de la jerarquía demoníaca de rango menor que Lucifer, y de los “malos espíritus, que andan dispersos por el mundo, para la perdición de las almas”. Aquí están descritas de una manera alegórica, pero perfecta, toda la crueldad.

Su corazón es duro como roca, es decir que no tiene ningún sentimiento de compasión,  ejerce el mal y practica la mentira de una forma sistemática, sin otorgarse descanso alguno y no teme a nadie, nada más que a Dios.




Job respondió al Señor y dijo:
Sé que todo lo puedes,
Que ningún acontecimiento está fuera de tu alcance.
(…)
Me he atrevido a hablar insensatamente,
De acontecimientos extraños que no comprendía
 y que ignoraba.
“Escucha - me dijiste -, déjame hablar;
Yo te preguntaré y tú me responderás”.
Te conocía solo de oídas,
Pero ahora te han visto mis ojos.
Por eso me retracto, y me arrepiento
Cubierto de polvo y ceniza.

               

Respuesta de Job, que ha comprendido que todos los padecimientos de su destino eran necesarios para derrotar a las fuerzas  del mal con la ayuda de Dios, y así, poder entrar en el Reino de los Cielos. Profundo arrepentimiento de Job que se cubre de polvo y ceniza que simbolizan el dolor de haber dudado de la acción de la Providencia divina.


















miércoles, 13 de junio de 2012

LA MISERICORDIA Y EL PERDÓN DE DIOS: DE QUE MANERA DIOS PERDONA NUESTROS PECADOS


EL RETORNO DEL ALMA A DIOS


Cuentan que una persona decía que se le aparecía el Sagrado Corazón de Jesús, otra persona, que era muy creyente, enterada del asunto y algo escéptica, quiso averiguar si era verdad.

Le dijo: "Vamos a ver si dices la verdad, ayer confesé al sacerdote un pecado muy grave, pregúntale al Sagrado Corazón, y entonces, yo te creeré si aciertas a decirme que pecado era", la vidente le contestó: "Se lo preguntaré".

Pasados unos días, esa persona le preguntó: "¿Te ha dicho el Sagrado Corazón que pecado era?", ella le contestó: "Se lo pregunté, pero me ha dicho: ¡Ya no me acuerdo!" 

Este relato, estremecedor, que cuando lo recuerdo, me inspira una profunda confianza en Dios, demuestra como Jesús perdona y olvida por completo los pecados, por muy graves que sean, siempre que haya verdadero arrepentimiento, y deseo de enmienda.

A ese respeto, recuerdo haber leído en las obras de San Juan de la Cruz, que en el Cielo, el alma se dará entonces cuenta, como Dios la ha perdonado y olvidado por completo todos los pecados que cometió en su vida terrena. También cuenta como es el amor de Dios: es un intercambio místico, cuando el alma está ya purificada, le parece entonces que es amada como si fuera la única criatura de la Creación, y le parece Dios no tiene otra cosa que hacer, que entregarse solo a ella.

Satanás, el maldito y eterno enemigo de Dios y del alma, trata de infundir en las almas todo lo contrario: "Dios no te perdonará nunca los pecados tan grandes que has cometido, acuérdate de ese pecado, y de este otro", para así infundir el desánimo y la desesperación y intentar anestesiar el alma, para que no se acerque nunca más a Dios, ya que sabe que cuando el alma ha gustado la dulzura del contacto místico con Dios, que es cuando el alma se acerca a la Santidad, la tiene entonces para siempre perdida.







domingo, 10 de junio de 2012

ENTREVISTA CON GABRIELE AMORTH EXORCISTA OFICIAL DEL VATICANO: El Padre Gabriel Amorth, famoso exorcista: "El demonio hace creer que no existe; que no existe el pecado"

El padre Gabriele Amorth es un respetado exorcista de Roma.




En esta entrevista está fielmente reflejada la Crisis actual que atraviesa la Iglesia católica en Europa: Se trata de lo que venimos denunciando incansablemente en este Blog: Predicación de una doctrina descafeinada, insistiendo en la mentalidad del dios "caramelo", y en donde se quiere transmitir la idea de un relativismo absoluto de parte del Dios verdadero, doctrina completamente opuesta a la tradición Cristiana, transmitida por los Santos Padres de la Iglesia, y por las inmutables Santas Escrituras, grabadas por Yahvé sobre la piedra del monte Sinaí, y en la conciencia y la razón de cada persona.

Se niega igualmente la existencia del demonio, del Infierno y naturalmente, se cree en la falsedad de los exorcismos, y de las posesiones diabólicas, que la mayoría de estos eclesiásticos atribuyen a enfermedades mentales, y que explican los fenómenos producidos en los exorcismos por consecuencias del "efecto placebo", eso me decía hace algún tiempo un sacerdote en un pueblo de Andalucía.

Esta mentalidad, que el Padre Amorth atribuye al desconocimiento de los hechos, es sumamente dañina, porqué los pastores tienen que estar preparados para conocer su ministerio, como cualquier profesional en el ejercicio de su profesión. Se trata bajo mi punto de vista de una falta muy grave, porque contribuye a dejar bajo el poder de Satanás a unas almas, a las cuales Jesús en la Tierra liberó con esplendor, majestad y sumo sacrificio, que le costó sangre, sudor y lágrimas, rompiendo las cadenas de la esclavitud del dragón infernal. Todos estos hechos son la prueba irrefutable de que Satán, después de haber puesto cerco a la Ciudad de Dios, ha introducido ya a sus huestes en los lugares sagrados, y esto es una premonición del final de los tiempos, ya que Jesús dijo: "Cuando veáis la abominación en los lugares sagrados, pensad que el fin está ya próximo."



A continuación, se edita una entrevista que el Padre Amorth concedió al periódico italiano 30 Giorni.


- Padre Amorth, por fin está lista la traducción italiana del nuevo Ritual para los exorcistas.
-Sí, está lista. El año pasado la CEI (Conferencia Episcopal Italiana) se negó a aprobarla porque había errores de traducción del latín al italiano. Y los exorcistas, que tenemos que utilizarla, aprovechamos para señalar, una vez más, que no estamos de acuerdo con muchos puntos del nuevo Ritual. El texto latino sigue siendo el mismo en esta traducción. Un Ritual tan esperado, al final, se ha transformado en una farsa. Un increíble obstáculo que podría impedirnos actuar contra el demonio.

-Es una acusación dura. ¿A qué se refiere?
Le doy sólo dos ejemplos, ambos increíbles. En el punto 15 se habla de los maleficios y de cómo comportarse al enfrentarlos. El maleficio es un mal causado a una persona recurriendo al diablo. Se puede hacer de varias formas, como hechizos, maldiciones, mal de ojo, vudú, macumba. El Ritual romano antiguo explicaba cómo había que afrontar esto. El nuevo Ritual, en cambio, declara, categóricamente, que está totalmente prohibido hacer exorcismos en estos casos. Absurdo. Los maleficios son, por mucho, la causa más frecuente de posesiones y de males causados por el demonio, por lo menos el 90 por ciento de los casos. Esto es como decirles a los exorcistas que dejen de llevar a cabo exorcismos.

El punto 16 declara, solemnemente, que no se deben de hacer exorcismos si no se tiene la certeza de la presencia del diablo. Esto es una obra maestra de incompetencia: la certeza de que el diablo está presente en una persona, se tiene sólo haciendo el exorcismo. Más aún, los redactores del Ritual no se dieron cuenta de que, en ambos puntos, contradicen el Catecismo de la Iglesia Católica, que indica que hay que hacer exorcismos, tanto en el caso de posesiones diabólicas, como en los casos de males causados por el demonio. Y dice, además, que hay que hacerlo tanto, sobre las personas, como sobre las cosas. Y en las cosas nunca está presente el demonio, sólo su influencia. Las declaraciones contenidas en el nuevo Ritual son gravísimas y muy perjudiciales, fruto de la ignorancia e inexperiencia.

-¿Pero no lo habían preparado expertos?
¡En absoluto! En estos diez años, dos comisiones han trabajado en el Ritual: una compuesta por cardenales, que se ocupó de la Prenotanda, es decir, las disposiciones iniciales, y otra que se ocupó de las oraciones. Yo puedo afirmar, con certeza, que ninguno de los miembros de las dos comisiones ha hecho nunca un exorcismo, ni ha estado presente en exorcismos, ni tiene la menor idea de qué es un exorcismo. Este es el error, el pecado original, de este Ritual. Ninguno de los que colaboraron en él es un experto en exorcismos.

-¿Cómo es posible?
No me lo pregunte a mí. Durante el Concilio Ecuménico Vaticano II, en todas las comisiones había un grupo de expertos que ayudaban a los obispos. Esta costumbre se ha mantenido después del Concilio, cada vez que se han modificado partes del Ritual. Pero no fue así en este caso. Y si había un tema en el que eran necesarios los expertos, era éste.

-¿Y qué es lo que ha pasado?
Pues que los exorcistas nunca fuimos consultados. Y, además, las comisiones han recibido con desdén las sugerencias que hemos dado. Todo este asunto es perverso. ¿Quiere que le cuente lo que pasó?

-Por supuesto.
Como había pedido el Concilio Vaticano II, las diferentes partes del Ritual romano fueron, paulatinamente, revisadas y modificadas. Los exorcistas esperábamos que se tocara el título XII, es decir, el Ritual del Exorcismo. Pero, aparentemente, éste no se consideraba un tema relevante, dado que transcurrieron los años y no pasaba nada. Luego, de repente, el 4 de junio de 1990, se publicó el Ritual provisional, de prueba. Esto fue una verdadera sorpresa para nosotros, ya que no habíamos sido consultados antes. 

Y, sin embargo, habíamos preparado toda una serie de solicitudes, en vista de la revisión del Ritual. Entre otras cosas, pedíamos que las oraciones se modificaran, introduciendo invocaciones a la Virgen, las cuales no existían, y que se aumentaran el número de oraciones específicamente dirigidas al exorcismo en sí. Pero no se dio la oportunidad de hacer ningún tipo de contribución. Sin embargo, no nos dimos por vencidos: después de todo, era por nosotros, que el texto se había redactado. 

Y ya que en la carta de presentación del entonces Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el Cardenal Eduardo Martínez Somalo, les pedía a las conferencias episcopales que le hicieran llegar, durante los dos años siguientes: "consejos y sugerencias de los sacerdotes que lo habrían de utilizar", nos pusimos a trabajar. Reuní a dieciocho exorcistas, elegidos de entre los más expertos del planeta. Examinamos, con gran atención, el texto. Lo utilizamos.

Inmediatamente, elogiamos la primera parte, en la que se resumían los fundamentos evangélicos del exorcismo. Esta parte es el aspecto bíblico-teológico del tema, sobre el que no era aparente, incompetencia alguna. Es una nueva sección, que no se encontraba en el Ritual de 1614, compuesto bajo el pontificado de Pablo VI: además, en aquella época, no era necesario recordar estos principios, ya que todo el mundo los conocía y aceptaba. Hoy, en cambio, es indispensable.

Pero cuando pasamos a examinar la parte práctica, que exige un conocimiento especifico del tema, advertimos la total inexperiencia de los redactores. Hicimos numerosas observaciones, artículo por artículo, y se las hicimos llegar a todas las partes interesadas: Congregación para el Culto Divino, Congregación para la Doctrina de la Fe, y las conferencias episcopales. Una copia fue entregada directamente al Papa.

-¿Cómo fueron recibidas sus observaciones?
Muy mal, y no consiguieron nada. Nos habíamos inspirado en la constitución dogmática Lumen gentium, en la que la Iglesia es descrita como el "Pueblo de Dios". En el número 28, se habla de la colaboración de los sacerdotes con los obispos, y en el número 37, se dice, con claridad, incluso refiriéndose a los laicos, que "debido al conocimiento, competencia y preeminencia que poseen, tienen la facultad, más aún, a veces el deber, de exponer su opinión acerca de los asuntos concernientes al bien de la Iglesia". Esto es exactamente lo que hicimos.

Pero fuimos demasiado ingenuos, al pensar que las disposiciones del Vaticano II habían llegado a las Congregaciones Romanas. En cambio, chocamos con un muro de rechazo y de escarnio. El Secretario de la Congregación para el Culto Divino presentó un informe, a la Comisión de Cardenales, en la que decía que aquellos que lo habían contactado, eran obispos, y no los sacerdotes y exorcistas. Y respecto a nuestro humilde intento de ofrecer ayuda como expertos, añadía, textualmente: "También se debe de notar el hecho de que un grupo de exorcistas y demonólogos, los cuales, posteriormente, crearon una Asociación internacional, estaban orquestando una campaña contra el rito".

Una acusación indecente: ¡Nosotros nunca hemos orquestado una campaña! El Ritual iba dirigido a nosotros, y, sin embargo, las comisiones no habían convocado a ninguna persona competente. Por esto, era más que lógico que tratáramos de dar nuestra opinión.

-Entonces, ¿quiere eso decir que el nuevo Ritual es inutilizable en su lucha contra el demonio?
Sí. Querían darnos un arma sin filo. Se han eliminado las oraciones eficaces, oraciones que tenían doce siglos de existencia fueron substituidas por nuevas oraciones ineficaces.
Pero, por suerte, en el último momento, nos dieron un salvavidas.

-¿Cuál?
El nuevo Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el Cardenal Jorge Medina, añadió una notificación, al Ritual, en la que se especifica que los exorcistas no están obligados a usar este Ritual, y que, si así lo desean, pueden pedir la autorización de sus obispos, para seguir usando el antiguo Ritual. Los obispos, a su vez, deben pedir autorización a la Congregación, la cual, como escribe el Cardenal, "la concede gustosamente".

-¿La concede gustosamente?. Esa es una concesión muy rara.
¿Quiere saber de donde proviene?. De un intento del Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y del propio Cardenal Medina, para introducir, en el Ritual, un artículo - entonces era el artículo 38 - por el que se autorizaba a los exorcistas a usar el Ritual anterior. Indudablemente, era una maniobra extrema para defendernos de los grandes errores contenidos en el Ritual definitivo. Pero el intento de los dos cardenales no tuvieron éxito. El Cardenal Medina, que había comprendido lo que estaba en riesgo, decidió darnos esta tabla de salvación, añadiendo una Notificación por separado.

-¿Cómo son vistos ustedes, los exorcistas, dentro de la iglesia?
Somos muy mal tratados. Nuestros hermanos sacerdotes, a cargo de esta delicadísima tarea, son vistos como locos, como fanáticos. Por lo general, ni siquiera son tolerados por los mismos obispos que los nombraron.

-¿Cuál ha sido el hecho más llamativo de esta hostilidad?
Celebramos un convenio internacional de exorcistas, cerca de Roma, y pedimos que el Papa nos recibiera. Para no presionarlo, y evitar añadir otra audiencia a las muchas que ya tiene, simplemente, pedimos que se nos recibiera en audiencia pública, la del miércoles en la Plaza de San Pedro. 
Ni siquiera pedimos que nos nombrara en sus saludos personales. Hicimos la petición, en la manera en que lo ordenan los cánones, como recordará, perfectamente, Monseñor Paolo De Nicolo, de la Prefectura de la Casa Pontificia, quien recibió de buena gana nuestra petición. Sin embargo, el día antes de la audiencia, el propio Monseñor Nicolo nos dijo - con pena, esa es la verdad, por lo que estaba claro que la decisión no la había tomado él - que no asistiéramos a la audiencia, y que no habíamos sido admitidos.

¡Increíble: 150 exorcistas procedentes de los cinco continentes, sacerdotes nombrados por sus obispos de conformidad con las normas del derecho canónico, que exigen sacerdotes de oración, de ciencia y de buena reputación - es decir, de alguna forma, la flor y nata del clero, sacerdotes que piden participar en una audiencia pública del Papa y se les echa a patadas!. Monseñor Nicolo me dijo: "Le prometo que, inmediatamente, le enviaré una carta explicando la situación". Han pasado cinco años y, todavía, estoy esperando esa carta. Desde luego, no fue Juan Pablo II quien nos excluyó. Pero el hecho de que a 150 sacerdotes se les prohíba participar en una audiencia pública del Papa en la Plaza de San Pedro, explica la clase de obstáculos a los que se enfrentan los exorcistas, aún dentro de su propia Iglesia, y hasta que punto, son mal vistos por un gran número de autoridades eclesiásticas.

-Usted combate, diariamente, con el demonio. ¿Cuál es el mayor éxito de satanás?
Que consigue hacer creer que no existe. Y casi lo ha conseguido. Incluso dentro de la Iglesia. Tenemos un clero y un episcopado que han dejado de creer en el demonio, en los exorcismos, en los males extraordinarios que puede causar el diablo, y ni siquiera en el poder, que nos ha dado Jesús, de expulsar a los demonios.

Desde hace tres siglos, la Iglesia Latina - al contrario de la Ortodoxa y de varias denominaciones Protestantes - ha abandonado casi, completamente, el ministerio del exorcismo -. Al no practicar los exorcismos, al no estudiarlos y no haberlos visto nunca, el clero ya no cree en ellos. Pero, ni siquiera, cree en el diablo. Tenemos episcopados enteros que se muestran hostiles a los exorcismos. Hay países en los que no existe ni siquiera un solo exorcista, como Alemania, Suiza, España y Portugal. Una carencia aterradora.

-No mencionó a Francia. ¿Allí la situación es diferente?
Hay un libro escrito por el más conocido exorcista francés, Isidoro Froc, titulado Los Exorcistas, quiénes son y qué hacen. Este libro,se ha traducido, al italiano, a petición de la Conferencia Episcopal francesa. En ninguna parte del libro se dice que los exorcistas, en algunos casos, hacen exorcismos. El autor ha declarado, repetidamente, a la televisión francesa que nunca ha hecho exorcismos y que nunca los hará. 

De un centenar de exorcistas franceses, sólo cinco creen en el demonio y hacen exorcismos. El resto mandan al psiquiatra a la gente que se dirige a ellos. Y los obispos son las primeras víctimas de esta situación de la Iglesia Católica, en la que la creencia en la existencia del demonio está en proceso de desaparecer. Antes de que saliera este nuevo Ritual, el Episcopado alemán escribió una carta, al Cardenal Ratzinger, en la que afirmaba que no era necesario hacer un nuevo Ritual, porque los exorcismos ya no deben de ser practicados.

-¿Son los obispos quienes tienen que nombrar a los exorcista. Sí. Cuando un sacerdote es nombrado obispo, se encuentra con un artículo del Código de Derecho Canónico, que le autoriza, completamente, a nombrar exorcistas. Lo mínimo que se le puede pedir a un obispo es que haya asistido, por lo menos, a un exorcismo, dado que debe tomar una decisión tan importante. Por desgracia, esto no ocurre casi nunca. Pero si a un obispo recibe una petición seria de exorcismo - es decir, no hecha por alguien enajenado - y no actúa en consecuencia, comete pecado mortal. Será responsable de todos los terribles sufrimientos de esa persona, que a veces duran años o toda una vida, cuando podría haberlos evitado.

-¿Está diciendo que la mayor parte de los obispos de la iglesia católica están en pecado mortal?
Cuando era niño, mi viejo párroco me enseñaba que hay ocho sacramentos: el octavo es la ignorancia. El octavo sacramento salva a más gente que los otro siete juntos. Para cometer pecado mortal, debe haber una causa seria, pero también, es necesario el pleno conocimiento y el consentimiento deliberado. Esta omisión de ayuda por parte de muchos obispos es una causa seria. Pero estos obispos son ignorantes: no hay, pues, pleno conocimiento, ni consentimiento deliberado.

-¿Pero si uno no cree en la existencia de satanás, la fe sigue intacta, es decir, sigue siendo fe católica?
No. Le voy a contar una historia. Cuando conocí al Padre Pellegrino Ernetti, un célebre exorcista, que ejerció durante cuarenta años en Venecia, le dije: "Si pudiera hablar con el Papa, le diría que encuentro demasiados obispos que no creen en el demonio". La tarde siguiente, el Padre Ernetti vino a decirme que aquella mañana le había recibido Juan Pablo II. "Su Santidad", le había dicho, "hay, aquí en Roma, un exorcista, el Padre Amorth, que si pudiera hablar con usted le diría que encuentra demasiados obispos que no creen en el demonio". El Papa le respondió brevemente: "Aquel que no cree en el demonio, no cree en el Evangelio". Esta es la respuesta que dio él y que yo repito.

-Explíqueme, por favor. ¿Esto significa que hay muchos obispos y sacerdotes que ya no son católicos?
Digamos que no creen en una verdad evangélica. Así que, probablemente, los acusaría de estar propagando una herejía. Pero seamos claros: alguien es formalmente hereje, si se le acusa de cometer un error, y persiste en él. Pero, debido a la situación que existe en la Iglesia, hoy en día, nadie, jamás, acusaría a ningún obispo de no creer en el diablo, ni en las posesiones demoníacas, ni de no nombrar exorcistas porque no cree en estas cosas. 

Podría mencionar un gran número de obispos y cardenales, que en cuanto fueron nombrados para una diócesis, lo primero que hicieron fue quitarles a todos los exorcistas la facultad de ejercer. O bien, obispos que afirman, abiertamente: "Yo no creo en eso. Son cosas del pasado". ¿Por qué pasa esto? Porque, por desgracia, ha habido una perniciosa influencia de ciertos estudiosos de la Biblia, y podría darle los nombres de mucha gente muy conocida. Nosotros que, diariamente, estamos en contacto con el mundo del más allá, sabemos que esta influencia ha afectado muchas reformas litúrgicas.

-¿Por ejemplo?
El Concilio Vaticano II habla pedido que se revisaran algunos textos. Esta orden fue desobedecida, ya que había un deseo de rehacerlos completamente, sin pensar que se podían empeorar las cosas, en vez de mejorarlas. Muchos ritos se han empeorado por esa manía de querer deshacerse de todo lo pasado, para rehacerlo de nuevo, como si la Iglesia, hasta el día de hoy, lo único que hubiera hecho es engañarnos y mentirnos, y como si sólo hasta ahora, tuviera grandes genios, súper teólogos, súper estudiosos de la Biblia, súper liturgos, que saben darle a la Iglesia lo que es bueno. Esto es una mentira: el último Concilio, simplemente, pidió que se revisaran los textos, no que se destruyeran.

El Ritual Exorcista, por ejemplo, debía de ser revisado, no escrito nuevamente. En él, había oraciones que se han usado durante doce siglos. Antes de eliminar oraciones tan antiguas, que han resultado muy eficaces, había que pensarlo con cuidado. ¡Pero no!. Todos los exorcistas hemos utilizado las oraciones del Ritual de prueba, y nos hemos dado cuenta de que son absolutamente ineficaces. Pero también el rito del bautismo de los niños ha sido arruinado. Fue renovado, de tal forma, que el exorcismo contra Satanás, ha sido casi eliminado. El bautismo siempre tuvo enorme importancia para la Iglesia, hasta el punto que se le llamaba exorcismo menor. Pablo VI protestó, públicamente, contra ese nuevo rito.

Encontramos esta misma degeneración del rito, en el nuevo bendicionario. He leído, minuciosamente, las 1200 páginas del mismo. ¡Pues bien, se han eliminado, sistemáticamente, todas y cada una de las referencias al hecho que el Señor nos protege contra Satanás, y que los ángeles nos protegen de los ataques del demonio. Todas las oraciones para la bendición de las casas y las escuelas han sido eliminadas. Todo debe ser bendecido y protegido, pero, hoy, ya no hay ninguna protección contra el demonio. Ya no existe ninguna defensa, ni oraciones contra él. El propio Jesús nos enseñó una oración de liberación en el Padre Nuestro: "Líbranos del Maligno. Líbranos de la persona de Satanás". Esta oración fue traducida mal, y hoy la gente ora, diciendo: "Líbranos del Mal". Se habla de un mal general, cuyo origen, en el fondo, no se conoce. Sin embargo, el mal contra el que nuestro Señor Jesucristo nos enseño a luchar, es una persona concreta: Satanás.

-Desde su posición privilegiada para observar las cosas: ¿tiene la impresión de que el satanismo se está difundiendo?
Sí, enormemente. Cuando disminuye la fe, aumenta la superstición. En el lenguaje bíblico, puedo decir que la gente está abandonando a Dios, y entregándose al ocultismo. La terrible desaparición de la fe en toda la Europa Católica, hace que la gente se ponga en manos de hechiceros y adivinos, y así, las sectas satánicas prosperan. Se hace fuerte propaganda del culto al demonio, a las masas, mediante el rock satánico, y personajes como Marilyn Manson. Los niños también están siendo atacados: hay revistas e historietas que enseñan la hechicería y el satanismo.

Las sesiones de espiritismo, en las que se evocan a los muertos para conseguir respuestas, están muy difundidas. Ahora se enseña a efectuar sesiones de espiritismo a través de computadoras, teléfonos, televisores, y video grabadoras, pero sobre todo, con la escritura automática. Ya ni siquiera se necesita un medium: es un espiritismo que cada quien puede hacer por sí mismo. De acuerdo con las encuestas, el 37 por ciento de los estudiantes han hecho, por lo menos una vez, el juego de las letras y el vaso, una verdadera sesión de espiritismo. En una escuela a la que me invitaron a hablar, los chicos me dijeron que jugaban este juego durante la clase de religión, ante los ojos complacidos del maestro.

-¿Y esto funciona?
No existe diferencia entre magia blanca y magia negra. Cuando la magia funciona, siempre es obra del demonio. Todas las formas de ocultismo, como esta huida hacia las religiones de Oriente, con sus sugestiones esotéricas, son puertas abiertas para el demonio. Y el diablo entra. Inmediatamente.

En el caso de la monja que fue asesinada, en Chiavenna, y el caso de Erika y Omar, los dos adolescentes de Novi Ligure, que mataron a la mamá y al hermano pequeño de Erika, no dudé, en afirmar, que la intervención diabólica formó parte de esto, porque esos chicos practicaban el satanismo. La policía descubrió, que en ambos casos, los chicos seguían a Satanás, y tenían libros satánicos.

-¿Qué hace el demonio para seducir al hombre?
Su estrategia es siempre la misma. Ya se lo he dicho, y él lo reconoce. Hace creer que el infierno no existe, que el pecado no existe, y que él es solamente una experiencia más que hay que vivir. Concupiscencia, éxito y poder, son las tres grandes pasiones en las que Satanás se fía.

-¿Cuántos casos de posesión demoníaca ha encontrado?
No más de cien. Ya dejé de contarlos.
-¿Cien? es un número muy alto. En su libro, usted dice que los casos de posesión son raros. 

Y lo son, realmente. Muchos exorcistas han encontrado sólo casos de males diabólicos. Pero yo heredé la "clientela" de un conocido exorcista, el Padre Cándido, y, por consiguiente, los casos que aún no había resuelto. Además, los otros exorcistas me mandan a mí los casos más resistentes.

-¿Cuál ha sido el caso más difícil que ha tenido que afrontar?
Es el que estoy tratando ahora, desde hace dos años. Es la misma chica que fue bendecida - no fue un exorcismo verdadero - por el Papa, en octubre, en el Vaticano, y que tanto dio que hablar en los periódicos. Ella es golpeada las veinticuatro horas del día, y es víctima de tormentos inimaginables. Ni los médicos, ni los psiquiatras, consiguen entender lo qué pasa. Ella está completamente lúcida, y es muy inteligente. Es un caso realmente triste.

-¿Cómo es que uno se convierte en víctima del demonio?
Uno puede ser objeto de los ataques del demonio, en cuatro casos. Bien porque esto es una bendición para la persona (como en el caso de muchos santos), bien por la persistencia irreversible, en el pecado, bien por una maldición que alguien hace invocando el nombre del demonio, o bien, cuando uno se dedica a practicar el ocultismo.

-Durante el exorcismo de los poseídos, ¿qué tipo de fenómenos ocurren?
Recuerdo un campesino analfabeto que, durante el exorcismo, me hablaba sólo en inglés, por lo que yo necesitaba un intérprete. Hay quien demuestra una fuerza sobrehumana, quien se eleva, totalmente, del suelo, siendo imposible, aún para varias personas, mantenerlo sentado en la silla. Pero hablamos de presencia demoníaca, sólo por el contexto en que se desarrollan estos fenómenos.

-¿Alguna vez lo ha lastimado el demonio?
Cuando el Cardenal Poletti me pidió que me dedicara al exorcismo, me encomendé a la Virgen: "Envuélveme en Tu Manto, y yo estaré seguro". El demonio me ha amenazado, muchas veces, pero nunca me ha hecho daño.

-¿Nunca siente miedo del demonio?
¿Yo miedo de ese animal? Es él quien tiene que tener miedo de mí: yo actúo en nombre del Señor del mundo, mientras que él, es sólo el simio de Dios.

-Padre Amorth, el satanismo se difunde cada vez más. En realidad, el nuevo Ritual hace difícil la práctica de los exorcismos. A los exorcistas se les impide que participen en una audiencia con el Papa en la Plaza de San Pedro. Dígame, sinceramente: ¿qué es lo que está pasando?

El humo de Satanás ha entrado a todas partes. ¡A todas partes! Quizá fuimos excluidos de la audiencia del Papa, porque tenían miedo de que tantos exorcistas consiguieran expulsar a las legiones de demonios que se han instalado en el Vaticano.

-Está bromeando, ¿verdad?
Le podrá parecer una broma, pero yo creo que es verdad. No tengo ninguna duda de que el demonio tienta, sobre todo, a las autoridades de la Iglesia, así como a cualquier otra autoridad, en la política y la industria.

-¿Está diciendo, entonces, que en ésta, como en todas las guerras, Satanás quiere conquistar los altos mandos, para tomar prisioneros a los generales del adversario?

Es una estrategia victoriosa. Siempre se intenta ponerla en práctica. Sobre todo cuando las defensas del adversario son débiles. Satanás también lo intenta. Pero, gracias al Cielo, es el Espíritu Santo quien dirige a la Iglesia: "Las puertas del infierno no prevalecerán". A pesar de las defecciones, y a pesar de las traiciones, que no deben causar asombro. El primer traidor fue uno de los apóstoles más cercanos a Jesús: Judas Iscariote.

Pero, a pesar de esto, la Iglesia sigue su camino. El Espíritu Santo la mantiene, y por lo tanto, los ataques de Satanás sólo pueden ser parcialmente exitosos. Naturalmente, el demonio puede ganar batallas, incluso batallas importantes. Pero nunca ganará la guerra.


jueves, 7 de junio de 2012

LA PREDICACION DE LA DOCTRINA CATÓLICA ADULTERADA LLEVA A LA MUERTE ESPIRITUAL DEL ALMA


EXTRAÑA E INQUIETANTE FLOR




I/ El mecanismo de involución

La Doctrina progresista, es el mayor peligro propiciado por Satanás, que, como lo indica S. Juan de la Cruz, siempre actúa de la misma manera. Según lo explica él, sabiendo que el mal conocido nunca será aceptado, siempre engaña bajo el aspecto del Bien, para acto seguido, poco a poco, ir introduciendo el error, como se hace con la aguja que simboliza la Verdad, que ayuda introducir del hilo que simboliza la mentira.

Con esta táctica, poco a poco se consigue el gran triunfo de las fuerzas del mal, y así se hace caer en el error, a la Jerarquía primero, para que ayude en la predicación para luego convencer a la masa de los fieles.

Pero toda caída en el error, sobre todo por parte de esa Jerarquía y también con menos culpa, por parte de los fieles, tiene como premisa una falta, y esa falta es siempre fruto de una desobediencia a la Ley de Dios, Ley de Dios, grabada en las Tablas de piedra del Sinaí; en las Sagradas Escrituras, cuya doctrina es infalible, porqué está dictada por el Paráclito, el Espíritu de la Verdad, también por esa razón y porqué esa Ley es inamovible, toda Doctrina tiene que estar respaldada por la Tradición de los Santos Padres, y nadie, ni el mismo Papa tiene derecho a cambiarla, por esa razón, las escrituras que son la última Revelación de Dios, terminan en el Apocalipsis con la advertencia siguiente:

Solemnemente advierto a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro, que si añade algo, Dios hará caer sobre él las plagas descritas en este libro. Si suprime alguna de las palabras proféticas de este libro, Dios le quitará la parte que le corresponde en el árbol de la Vida y en la Ciudad Santa, descritos en este libro.
Dice el que atestigua todo esto:
Sí, estoy a punto de llegar.
¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
Que la Gracia de Jesús, el Señor, esté  con todos.

Ese procedimiento de involución se produce de la manera siguiente: ¿Cómo un Dios Padre, puede mandar a un hijo suyo al Infierno? ¿Ud. que es padre, me dijo hace ya mucho tiempo cierto Obispo, mandaría a su hijo al infierno?

Con esa aguja de la verdad, que pocos saben rebatir, diciendo simplemente que en este mundo estamos en estado de gestación, para ser Hijos de Dios o hijos de las tinieblas, según nos hayamos decantado libremente por la Doctrina de Jesús o de Satanás, se introduce la gran mentira de que no existe el Infierno, y por consiguiente la Redención de Jesús ya no tiene sentido, ya que, como lo dijo el Presidente de la Conferencia Episcopal  Alemana:

¡¡Jesús no ha muerto para redimirnos, sino para mostrarnos como debemos comportarnos ante el problema del sufrimiento!!



II/ Consecuencias de este Cisma.

Una vez resuelto el Problema del Infierno, Satán sumerge a los pastores y a los fieles, en un estado de LETARGIA ESPIRITUAL, en donde todo el mundo es un buen hijo de Dios, y todo es relativo, en donde hasta los más sádicos pecadores tienen que ser  amados y queridos, puestos a la misma altura que el más virtuoso de todos los Santos.

Entonces, es cuando Satán ha cumplido sus objetivos:

-Relativismo absoluto: Tiene el mismo valor el pecado y la Virtud.
-El nuevo rostro de Dios: El dios caramelo
-La Vida es bella, a disfrutar que son dos días
-El abandono del sacrificio y del esfuerzo.
-La impasibilidad ante el hedonismo
-Petición de ordenación de sacerdotisas y obispas
-Apoyo al matrimonio homosexual con  adopción.
-Mutilación de las escrituras.

Y de allí se derivan una multitud de nuevas doctrinas, con la aparición de nuevas sectas, con sus abanderados que predican una nueva doctrina tipo Queiruga, Hans Küng o Massiá, que reniegan de su primitiva fe, y como se toman por elegidos e iluminados, han encontrando nuevas interpretaciones a las escrituras.Y un sin fin de recomendaciones y de consejos espirituales en donde está recomendada una vida de “Bonheur”, y de felicidad material, lo que trae consigo la perdida absoluta del Santo temor de ofender a Dios, que han tenido y tienen todos los santos.

- “Hay que estar a gusto con sus pecados, decía cierto eclesiástico”.

- “Os tenemos que pedir perdón porque el Infierno lo hemos inventado nosotros los curas, decía cierto sacerdote desde el altar, en una solemne misa de Navidad”.

¿Como no se puede comprender una cosa tan sencilla, que es que Jesús es un Pastor misericordioso en este mundo, pero que en el otro aparecerá como un Rey Justiciero e inexorable, con su cayado terrenal transformado en cetro real? ¿Por qué no se puede entender que en este mundo, Dios entrega su amor a todos para que, como lo dice S. Juan de la Cruz, con ese amor tratar de atraer a la fe a todos los hombres? ¿Por qué no se puede entender que el perdón de los Mártires a sus verdugos, es a imagen del perdón de Jesús en la Cruz, para tratar de convertir a las almas?

¿Es tan difícil comprender que en el otro mundo, se habrá terminado la maduración de la mies, y se procederá a separar el trigo de la cizaña? ¿Por qué no se entiende que aquí cualquier pecador, por siniestro que sea, se puede convertir, pero que en el otro mundo ya no lo podrá? ¿Es tan difícil comprender que hay dos tipos de amor hacia nuestros hermanos, como lo explica el Santo padre Pío de Pietrelcina?:

 El amor unitivo que nos hace admirar y amar  a un Santo por su Virtud, y que nos acerca más a Dios.
 El amor de  compasión, que nos hace amar al pecador por misericordia, para que así, - ya que más se atrapa a una mosca con miel que con vinagre - poder evitar, cuando aún es tiempo lo más horrendo: su condena eterna.

Terminaré con el consejo de San Juan de la Cruz a un hermano que le reprochaba su dura penitencia:

“Si en algún tiempo, hermano mío alguno, fuese Prelado o no, le persuadiere de  doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni lo abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino penitencia y más penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere llegar a la posesión de Cristo, lo busque sin la Cruz”.












martes, 5 de junio de 2012

EL MARTES SANTO POR LA NOCHE: CONTESTACIÓN DE JESÚS AL PRÍNCIPE NEGRO


Estatua del Ángel caído, en la Casa de Campo de Madrid.


Discurso de Jesús unos días antes de su Pasión, en el cual contesta a las amenazas de Satanás cuando exorcizó al endemoniado completo. En esas amenazas, el Príncipe negro afirmaba que se vengaría, profetizando su pasión y muerte, y que entraría en Judas para traicionarlo. En aquella ocasión, Jesús no contestó a esas insinuaciones, ahora a unas días de su Pasión y muerte, reta a Satán y le contesta declarando que saldrá Victorioso, a pesar de su muerte libremente entregada, que además servirá para redimir a toda la Humanidad que había sido vencida y esclavizada por el Demonio en el Jardín del Edén.



Describe igualmente como va a ser muerto por el hombre, con terribles sufrimientos, no solo materiales, pero sobre todo por el abandono de su Padre en esta hora de la expiación, solo tendrá el consuelo que le aportó el Ángel de la Misericordia: el cáliz en donde están disueltos los nombres de todos los redimidos por su sacrificio con las lágrimas de los ángeles. Este consuelo, fue otorgado por Justicia por su Padre, para contrarrestar la visión que le presentó Satanás, en donde le mostraba la inutilidad de su tremendo Sacrificio y la vista de todas las almas para las cuales su Pasión y Muerte habían de ser inútiles.



         Este terrible sufrimiento de Cristo, fue también posible por la presencia del Espíritu Santo, como Él mismo lo confiesa en este discurso, acción que fue confirmada por el Ángel Azarías a María Valtorta. Sin su presencia, que simboliza la fuerza del Amor, que mueve el Universo entero, Jesús no habría podido resistir tan horrible tormento.


Del Poema del Hombre-Dios de María Valtorta:


            Dice Jesús:

          (…) “Para llevar a cabo el fin del mundo solo haría falta un pensamiento de Dios, y todo volvería a la nada. Por eso, podría ser que ese pomar tuviera que esperar poco. Pero las cosas sucederán como Yo he dicho. Por tanto, transcurrirán siglos entre ese y aquel, o sea el definitivo triunfo de Cristo” explica Jesús.

    “¿Y entonces? ¿Cuándo será?”
   “¡Yo sé cuando será!” dice Juan, y llora. “Yo sé cuando será. ¡Será después de tu muerte y tu resurrección!...”, y Juan le abraza fuertemente.
  “¿Y lloras si va a resucitar?” dice con mofa Judas Iscariote.

  “Lloro porque antes debe morir. No te burles de mí, demonio. Yo comprendo. Y no puedo pensar en esta hora”.
 “Maestro, me ha llamado demonio. Ha pecado contra el compañero.
 “Judas; ¿sabes que no lo mereces? Pues entonces no te resientas por su culpa. A mí también me han llamado “demonio”, y todavía me lo llamarán”.
 “Pero Tú tienes dicho que quien insulta a un hermano es culpab…”.

 “Silencio. Ante la muerte que se acaben por fin estas odiosas acusaciones, disputas y mentiras. No turbéis a quien está muriendo”.
 “Perdóname Jesús, susurra Juan. “Con el sonido de su risa, he sentido que se me revolvía algo dentro…y no he podido contenerme”: Juan está abrazado todo, pecho contra pecho a Jesús, y le llora en su corazón.
   “No llores, te comprendo. Déjame hablar”.

   Pero Juan no se despega de Jesús, ni siquiera cuando Él se sienta en una gruesa raíz saliente. Se queda, pasandole un brazo por la espalda y otro alrededor del pecho y con la cabeza apoyada en un hombro, y llora quedo. Solo se ve brillar a la luz de la luna, las lágrimas de su llanto, que caen en la túnica purpúrea de Jesús y parecen rubíes; gotas de pálida sangre heridas por una luz.

    “Hoy me habéis oído hablar a Judíos y Gentiles. No os debe asombrar pues el que os diga: “De mi boca salieron siempre palabras de justicia, y no serán revocadas”; o el que os diga, también con Isaías, hablando de los Gentiles que vendrán a mí después de ser elevado de la Tierra: “Ante mí se doblará toda rodilla, por mí y en mí jurará toda lengua”. Y tampoco dudaréis, habiendo visto como actúan los judíos, que es fácil decir, sin temor a equivocarse, que serán conducidos a mi presencia, y avergonzados, todos los que se oponen a Mí.

   Mi Padre no me ha hecho siervo suyo solo para que haga revivir a las tríbus de Jacob y para convertir a lo que queda de Israel, el resto; sino que ha hecho don de mí, como Luz para las Naciones para que sea “El Salvador” de toda la Tierra. Por este motivo, en estos 33 años de exilio del Cielo y del Seno del Padre, he crecido siempre en Gracia y Sabiduría ante Dios y ante los hombres, alcanzando la edad perfecta, y en estos tres últimos años, después de poner incandescentes mi alma y mi mente en el fuego del Amor, y templarlos con el hielo de la penitencia, he hecho de mi boca “como una espada cortante”.

   “El Padre Santo que es mío y vuestro, hasta este momento me ha custodiado bajo la sombra de su mano, porque todavía no había llegado la hora de la Expiación. Ahora me deja, y la flecha elegida, la flecha de su divina aljaba, tras haber herido para salvar (herido a los hombres para abrir brecha en los corazones para la Palabra y Luz de Dios), ahora se dirige, rápida y segura a herir la Segunda Persona, al Expiador, al Obediente que obedece por todo. Adán desobediente…Y, como guerrero alcanzado, caigo, diciendo por demasiados: “en vano me he fatigado, sin razón, sin obtener nada. He consumido mis fuerzas por nada”.

     ¡Pero… no! ¡No, por el Señor eterno que no hace nunca nada sin objetivo! ¡Atrás Satanás, que quieres que ceda al desánimo y tentarme a la desobediencia! En el alfa y omega de mi ministerio, viniste y vienes. Pues bien, aquí estoy. Me pongo en pié de guerra – realmente se levanta – me mido contigo. Y, me lo juro a mí mismo, te venceré. No es orgullo decir esto, es verdad. El Hijo del hombre será vencido en su carne por el hombre, el gusano miserable que muerde y envenena desde su corrompido fango, pero el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Inefable Triada, no será vencido por Satanás.

      Tú eres el odio. Y eres poderoso en tu acto de odio y de tentación. Pero conmigo habrá una fuerza poderosa que escapa a tu acción, porque no puedes alcanzarla ni mirarla. ¡El Amor está conmigo!

     Sé cual es esa desconocida tortura que me espera. No la que os diré mañana, para que sepáis que nada de lo que por Mí se hacía o se movía, que nada de lo que se formaba en vuestro corazón, me era desconocido. No, la otra tortura…la que no le viene al Hijo del Hombre ni de lanzas ni de palos, ni de burlas y golpes, sino de Dios mismo, y que será conocida solo por pocos en lo que de atroz tendrá, y aceptada como posible por menos todavía. 

   Pero en esa tortura en que dos serán los principales agentes: Dios con su ausencia y tú, Demonio, con tu presencia, la Victima tendrá consigo el Amor, el Amor que vive en la Víctima, fuerza primera de su resistencia a la prueba, y el Amor en el Consolador espiritual, que ya bate sus alas de oro por el ansia de bajar a enjugar mis sudores, y que ya recoge todas las lágrimas de los Ángeles en el celeste cáliz y diluye en él la miel de los nombres de mis redimidos, de los que me aman, para calmar con esa bebida la gran sed del Torturado, y su amargura sin límites.

     Y tú, demonio serás derrotado. Un día, saliendo de un poseído, me dijiste: “Espero a vencerte cuando seas un harapo de carne sangrante”. Pero yo te respondo: “No me tendrás. Yo venzo. Mi fatiga fue Santa, mi causa está en manos de mi Padre, que defiende las Obras  de su Hijo, y no permitirá que ceda el Espíritu mío”.

    Padre, ya desde ahora te digo para esa hora atroz: “En tus manos abandono mi Espíritu”.

  Juan, no me dejes… Vosotros marchaos. La Paz del Señor esté donde no es huésped Satanás. Adiós”.

   Todo termina.